Partida Rol por web

Una semana después...

Los días pasaron en el Liceo. Pese al suceso que había marcado el principio del curso, los estudiantes no tardaron en habituarse al ritmo de las clases. La mitad de las asignaturas eran las que se encontraban en el currículum cualquier centro de secundaria. Sin embargo, la otra mitad hacía del día a día de los estudiantes una aventura.

Algunas asignaturas eran más tediosas que otras. Centurión, el profesor de Ética, se encargaba de aburrirles – a la mayoría – dos horas a la semana, mientras que E.S.T.H.E.R. les mostraba las maravillas de la tecnología de una forma práctica y didáctica. Las clases de Hécate sobre las dimensiones y cómo viajar entre ellas resultaban un tanto confusas para aquellos estudiantes que no sabían mucho de ocultismo y magia.

El Director Richmond se encargaba de hacerles sudar en Educación Física y Bosch, el temible profesor de Entrenamiento de Combate, les había hecho ya magullarse hasta el límite de lo educativamente aceptable. En clase de Vuelo, valga la redundancia, aprendían a volar. Ya fuese con sus propios poderes o con jetpacks u otros artilugios proporcionados por la escuela. K’Sha, la profesora Shi’Ar, se encargaba de instruirles en los entresijos de la aerodinámica, de las maniobras y de las piruetas.

Como era de esperar, unas de las clases más interesantes era Técnicas de Rescate Civil, donde simulaban escenarios peligrosos en los que debían usar sus poderes para rescatar a las víctimas de accidentes o desastres naturales. El profesor de esta asignatura variaba con cada escenario, contando siempre con la asistencia de E.S.T.H.E.R. a los mandos de la Sala del Peligro.

Había pasado poco más de una semana desde el inicio de las clases. Era una tranquila tarde de otoño en el Liceo. Los estudiantes, de las formas más variadas, pasaban el tiempo después de las clases… 

El teletransporte

Aquella tarde en particular, Rudy y Diana habían ido a ver a Moussa para que les hiciese un favor. La pareja necesitaba una manera de viajar a la ciudad, y los portales de Atajo eran uno de los métodos de transporte más eficientes – y privados – que podías encontrar en el Liceo.

Moussa no les puso ninguna pega y, sin mucho esfuerzo, abrió un portal que debía dejar a Ms. Justice y Cráter en el centro de Barcelona.

Justo cuando se metían por el portal, Rudy invitó a Moussa a venirse con ellos. Pero el senegalés, pensando que Rudy iba a ligarse a Diana o algo parecido, declinó la invitación y se quedó en la escuela.

Plaza Cataluña, en el centro de Barcelona

Tras meterse por el portal de Moussa, Diana y Rudy acabaron en un rincón de la estación de cercanías de Plaza Cataluña. Curiosamente, en aquel momento no había mucha gente en la estación, por lo que la repentina aparición de los adolescentes pasó desapercibida. Sin embargo, el largo viaje en portal los había dejado algo mareados.

Tardaron unos segundos en recuperarse, incluso estuvieron a punto de vomitar. Hasta el momento no habían experimentado nunca esa sensación al ser transportados por el senegalés. Quizá tenía que ver con la gran distancia que habían recorrido aquella vez.

Aunque el plan lo había ideado Rudy, el muchacho colombiano realmente no tenía mucha idea de cómo moverse por la ciudad condal. Por suerte Diana ya llevaba años viviendo allí, así que no les costó encontrar su destino.

Cuando salieron de la estación subterránea emergieron en Plaza Cataluña, uno de los lugares más ajetreados de la ciudad. La gran plaza estaba rodeada por numerosos comercios, y la enorme afluencia de gente daba cierta sensación de asfixia a los peatones.

El sonido de los motores llenaba la ciudad. Coches, motos, autobuses, alguna ambulancia… Todo se entremezclaba en un ambiente caótico y urbano.

Aquella tarde el sol se había ocultado tras algunas nubes, al menos en el centro de la ciudad. La temperatura era agradable aunque el día era más bien gris.

Lo único que sabía Diana es que se dirigían al Burger King de Plaza Cataluña. No parecía el mejor sitio para comer fuera de la escuela, pero Rudy le aseguró que con el menú ahorro comerían bien por poco dinero.

Tras cruzar dos semáforos en rojo se plantaron frente al local. Dentro no hacía ni frío ni calor. El olor a patatas fritas y demás frituras era abundante pero agradable al mismo tiempo. ¡Daba ganas de pedir algo! Por suerte no había mucha cola y encontraron una mesa vacía en un lateral, de esas que tienen bancos acolchados.

Cuando ya estuvieron servidos y sentados Rudy miró la hora. Habían llegado un poco antes de lo esperado. La verdad era que habían ganado mucho tiempo con el teletransporte de Moussa.

Había esperado ese día con muchas ganas. La espera se me había hecho corta después de la semana tan alucinante que había pasado.

Vale, había asignaturas de instituto normal. ¡Pero las otras eran alucinantes! Sin duda mi favorita había sido Técnicas de Rescate Civil. Aunque las clases de Hécate y K'Sha fueron super guays.

En principio me hubiese gustado que viniesen todos. Al parecer todos tenían cosas que hace. Pero quien de verdad quería que viniese era Diana. Me hacía mucha ilusión compartir esa tarde con ella. En realidad no le llegué a decir en ningún momento que era, solo le dije que era una sorpresa. Esperaba no de decepcionarla.

Barcelona era muy bonita. Me parecía bastante más pequeña. Sobretodo después de vivir tantos años en Londres. 

Aunque la primera experiencia no fue muy agradable. En cuanto atravesamos el portal, fui corriendo a la basura más cercana.

-Buaagggg. -dije vomitando la primera merienda.- Ugh... No lo recordaba así. Menos que meriendo más de una vez.

Luego Diana me llevó al Burger King, del que le había dicho la dirección. En cuanto entramos, pedí unas siete hamburguesas y una Coca Cola Light. Había que mantener la linea.

Luego fuimos a la mesa y me senté enfrente de Diana.

-Hemos llegado, pronto. -dije mientras mordía una hamburguesa.- Pues lo que te contaba. La semana pasada mamá estuvo con los Vengadores. Se ve que hubo una mega alerta roja o algo así. Y al final se acostó con Iron Man, pero me dijo que era un capullo así que no quería nada más con ese. Y bueno... ¿Tú que me cuentas? ¿Vives por aquí cerca?

A Diana generalmente no le gustaban las sorpresas, aunque aquella le hacía bastante gracia... no sabía que pretendía Rudy con aquella salida al exterior, pero le resultaba bastante simpático que estuviera tan interesado en ella.

De las clases en general nada le había extrañado, había recibido algo de entrenamiento - aunque fuera de parte de los amigos de su madre - y las técnicas de rescate civil le resultaban, cuanto menos, interesantes... definitivamente era la mejor asignatura del curso, aunque la clase con E.S.T.H.E.R seguía gustándole muchísimo, aunque no fuera especialmente ducha en ello.

Después de sentirse un poco indispuesta, y mas tras la vomitona de Rudy, consiguió reponerse y comenzar su andadura hasta donde se supone que iban a comer.

- La verdad es que si... nunca te acostumbras del todo a que tu cuerpo cambie de lugar tan bruscamente.- Dijo tras toser un par de veces intentando evitar una arcada.

Gracias a que ella vivía cerca pudieron encontrar el lugar, porque si hubiera sido por Rudy habrían dado vueltas como tontos hasta encontrar aquel Burger King.

Pidió un menú grande, después de que Rudy hiciera su pedido, se sentaron y aunque su primera intención fue preguntarle a Rudy el porqué de aquella visita, esperó un momento, momento que Rudy aprovechó para comenzar la conversación llevándola a su terreno.

- ¿Pronto para qué? .- Dijo al chico que estaba tan abstraído en su conversación que ni siquiera la escuchó. La chica estalló en risas cuando Rudy mencionó el afair de su madre con Iron Man -. ¿Y qué tiene que ver una super mega alerta roja con que tu madre su haya acostado con Iron Man?, de verdad Rudy que eres un caso a estudiar...- Comentó mientras se secaba una lágrima que se le había escapado de tanto reír -. Pues... que te cuento.- Se quedó pensando un segundo -. Si, vivo cerca, a un par de manzanas de aquí en un piso de mi madre .- La calidad del hogar no era lo importante, así fuera un loft en pleno centro -. Y... no sé. Que me trae buenos recuerdos este sitio, solía venir mucho a caminar con mi madre por la zona, aunque ella nunca ha sido mucho de hamburguesas, por su trabajo tiene que mantener la línea y estar en forma.- Al decir aquello rápidamente se tapó la boca, como si no debiera haber dicho nada, miró al mostrador como buscando algún cartel - aunque sencillamente evitaba la mirada de Rudy - y devolvió su mirada a la mesa, mordiéndose el labio inferior -. y bueno... ¿para qué vinimos? ¿me lo vas a contar?.

Cambió rápidamente el hilo de conversación intentando evitar las preguntas por parte de su compañero.

-Espera, espera, espera. -dije en cuanto me preguntó que qué hacíamos allí. No tenía intención de contarselo, así que decidí ignorar la pregunta. Tenía que preguntarle primero sobre su madre. Si era lo que creía que era...- Diana. No me digas que tu madre... ¡Tu madre es modelo de pasarela!

Eso explicaría muchas cosas, o ninguna en realidad, pero me hizo gracia imaginar a Diana intentando parecerse a su madre modelo. Tal vez había heredado su belleza. Esperé a que me contestara a eso y luego seguí.

-Pues lo de antes que había dicho de mi madre... Ella es Wrecking Ma'am. La superheroina de Londres, la de los Protectores.- dije mirando a la mesa.- El Chico del Cráter era el sidekick de Wrecking Ma'am, así que pensaba que lo habíais relacionado. Jeje. Sí, es mamá. Papá murió hace ya un tiempo y mamá va intentando tener alguna relación estable, pero no lo consigue. Tal vez ninguno está preparado para el torrente que es mamá. Yo porque tengo resistencia sobrehumana, que si no... Seguramente me habría quedado sordo. Jeje.

Cuando Rudy hizo aquella afirmación, Diana dejó de pensar por un momento en el porqué de aquella visita y comenzó a reir.

- No... no lo es, aunque podría .- Rió de nuevo -. Te dejo que sigas intentando adivinar... aunque no te daré muchas oportunidades.

Sonrió de nuevo al chico y volvió a centrarse en lo que había dicho de su madre.

- Sé quien es tu madre, y sé quien eres tú, tranquilo. Me refería a que hablas de una cosa y saltas a otra tan deprisa que no da tiempo a asimilar toda la información.- Rió de nuevo... parecía que se lo estaba pasando muy bien -. Y con respecto a lo que decías de Iron Man, sí, es un poco capullo y prepotente, pero es una buena persona .- En aquel momento se dio cuenta de lo que había dicho y sus ojos se pusieron como platos... estaba tan cómoda que estaba soltando cosas que no debía soltar -. Quiero decir... que lo parece.

Sonrió de nuevo aunque aquella vez un poco forzada y comenzó a jugar con la falda que llevaba entre sus manos.

La miré de reojo, levantando una ceja cuando habló de Iron Man. Parecía que lo conociese. ¿Tal vez Diana estaba intentando ocultar algo? Esa forma en la que defendía a Tony Stark. Solo podía significar una cosa.

-No hace falta que me ocultes nada, Diana. -dije tranquilamente, con cara de consternación.- Ya lo he pillado. Tú...

Hice una pausa, estaba muy emocionado por eso. Al final Diana tenía sus sorpresas y todo.

-¡Eres fan de Iron Man! ¡Por eso lo conoces tan bien! -dije alegremente.- Yo también, un poco. Pero no tanto, jeje. ¡Pues lo vi pelear en la batalla de Londres! Llevaba una armadura super guay. Le diré a mamá que me envíe por correo, o bueno, tal vez tardaría menos si lo hiciese ella misma, una figurita de Iron Man que tengo en casa.

Me acabé la última hamburguesa entre risas. Era muy agradable pasar el rato con Diana.

-Pero bueno, cuéntame sobre tu madre. -me cogí la barbilla, para que pareciese que estaba pensando intensamente.- Si tiene que estar en forma... ¿Es actriz? OMG. -lo deletreé (ou em gi)- ¿Es Sandra Bullock? ¡Ella es la mejor! Bueno, tal vez me precipite. Mmmm. ¿Es doble de riesgo?

Por un momento Diana comenzó a pensar que Rudy tenía razón, y que no hacía falta que le ocultara nada. Quizá le vendría bien tener a alguien con quien sentirse cómoda de verdad, con quien ser ella misma... Bueno, no ella misma, pero estar más relajada por supuesto.

Estaba decidida, contaría a Rudy algo de su vida, su vida fuera de Barcelona.

- Bueno... algo así .- Dijo tras tragar saliva profundamente, aquello le costaba -. En realidad si que conozco a Iron Man, no he mantenido mucho contacto con él, pero le conozco.

Tras soltar aquella bomba el nerviosismo en la chica era palpable, si en algún momento se arrepentía, ya si que no sabría como volver atrás, así que decidió seguir adelante.

- No le digas nada a nadie, por favor... Nunca .- La cara de Diana se tornó muy seria, necesitaba saber que podría confiar en su compañero por encima de todo -. Pues...- Se tomó un momento para repirar hondo, y al momento cerro los ojos y dijo lo que tenía que decir bastante bajito, para que no lo oyera nadie más-. Mi madre es agente de S.H.I.E.L.D y conozco a algunos de los Vengadores. 

Cuando terminó, abrió primero un ojo lentamente y después el otro, mirando a Rudy a la cara, esperando ver su reacción.

Justo en ese momento alguien muy particular entró en el Burger King. Rudy, desde su posición estratégica, pudo verla. Era Kamala, la amiga que había hecho por internet jugando al World of Battlecraft. Llevaba consigo una bolsa de Capitán América.

La muchacha de origen pakistaní buscó a alguien con la mirada, parecía nerviosa. Cuando vio a Rudy sonrió ampliamente y se acercó.

- Hey, DarkInuyasha75! What's up? - lo llamó por su nickname del juego.

Se la veía animada. Abrazó efusivamente al colombiano y luego advirtió que Diana también estaba allí. Le tendió una mano sin dejar de sonreír.

- My name is Kamala, nice to meet you.

Le temblaba un poco la mano. ¿De la emoción?

Cuando Diana lo confesó todo, no pude más poner los ojos como platos y sonreir de oreja a oreja con la boca muy abierta. 

Era super guay, mucho más guay de lo que había imaginado. Más guay que cualquier cosa. Daría cualquier cosa por conocer a los Vengadores, por tener una conversación ellos. Lo único que llegué a interaccionar con ellos fue cuando sostuve un dron de Ultrón para que Thor lo amartillase.

Pero Diana no, ella los conocía. ¡Amazing!

Justo en ese momento apareció Kamala, pillándome con la boca abierta. ¡Más amazing todavía! Menuda impresión debí darle.

-¡Pero si es mi CapThorOTP! -dije levantándome del asiento y dándole un fuerte abrazo. Luego me giré a Diana. Kamala se presentó, pero tal vez por nerviosismo, o porque era más guapa de lo que creía, la volví a presentar.- Jeje. ¡Es Kamala! Jeje. Kamala, ella es Diana. 

Tenía muchas ganas de desvirtualizar a una vieja amiga, después de tanto tiempo chateando y hablando por Skype mientras jugábamos al World of Battlecraft... Pero no había traído a Diana allí solo para presentarle a una amiga.

-Mis dos metamorfas favoritas. -dije cuando nos sentamos en la mesa.- Tranqui, Kamala. Ya te dije que era de confianza. Jeje. -reí tímidamente mientras guiñaba un ojo a Diana, haciendo referencia a su anterior revelación.

Cuando aquella chica se acercó al poco de haber hecho su confesión, Diana no pudo más que ponerse a pensar en que lo había oído todo... no quería que aquello fuera un secreto a voces. Pensó durante unos segundos en que la había cagado, que no debía haber dicho nada, por lo menos no en aquel lugar. Lo pensó hasta que la chica se presentó hablando en Inglés, y Rudy comenzó a dirigirse a ella también en inglés. Quizá aunque lo hubiera oído, no lo habría entendido después de todo.

- Diana .- Le dijo tendiéndole la mano justo cuando Rudy pronunciaba su nombre a la vez -. También estoy encantada de conocerte. 

Ms. Justice sonrió abiertamente, por fin se había dado cuenta de para qué Rudy la había llevado a aquel lugar, quería que se conocieran. Diana realmente no sabía si aquello era algún tipo de fantasía morbosa, dado el grado de hormonas desatadas que tenía el chico.

- Y ¿Qué tipo de metamorfa eres? ¿Te puedes transformar en cualquier cosa? Yo solo en variantes humanas... aun me queda mucho por aprender y desarrollar.- Una mueca en su cara denotaba cierta incertidumbra... en realidad no sabía si podría.

Ahora que Rudy se fijaba... cuando veía a la chica hablar Inglés, era un Inglés perfecto, nativo, al igual que cuando hablaba Español o Catalán - Lo cual tenía sentido porque hasta ese momento era catalana - no había ningún atisbo o ningún deje de otras lenguas cuando hablaba.

Kamala se sonrojó momentáneamente ante la mención de su nickname.

- ¡R-rudy! – se quejó sin muchas ganas.

Tomó asiento junto al colombiano, enfrente de Diana. Sonrió amablemente cuando la metamorfa le preguntó por la naturaleza de su poder.

- Yo soy inhumana. Antes podía transformarme en otras personas, incluso en objetos. Pero perdí ese poder, hace tiempo – dijo con cierta melancolía – Ahora sólo me estiro, cambio mi tamaño… Esas cosas.

Tomó una de las patatas fritas de Rudy y comenzó a comer, con total confianza.

- Por cierto, estoy deseando que me enseñéis la ciudad. Mañana tengo que volver a casa, mis padres se piensan que paso la noche en casa de una amiga.

Aunque era Vengadora, Kamala todavía tenía una casa y unos padres que la esperaban cada noche. Los gajes de ser un superhéroe adolescente fuera de un ambiente controlado como era el Liceo.

Todavía tenían toda la tarde por delante.

- ¿A dónde vamos primero?

Se llevó otra patata frita a la boca, animada.

-¡Inhumana y Vengadora! Más guay todavía. -dije entusiasmado.- Porque ya la conocía desde antes de que se uniera a ellos, que si no mojaría las bragas... Quiero decir, los calzones. Jeje.

Kamala dijo que quería visitar la ciudad, así que pensé en los pocos sitios que conocía.

-Diana nos puede ayudar con eso. Puede ser nuestra guia. -dije sonriendo a Diana.- Yo solo conozco un par de tiendas. Se llaman "el Triangulo Friki". Son un conjunto de tiendas de cómics y demás. Si queréis podemos ir.

Acto seguido, me levanté y me dirigí al mostrador a pedir hamburguesas para llevar.

-¿Qué dicen mis chicas favoritas? ¿Nos vamos? -dije animadamente.

Cuando Kamala dijo que era Inhumana, Diana se interesó aún más, y más aún cuando Rudy comentó que la chica era parte de los Vengadores... La Metamorfa del SG4 intentó hacer memoria para intentar recordar si conocía algo de la Kamala o de su procedencia... quizá hubiera escuchado a su madre o a Natasha hablando de ella, aunque probablemente lo recordaría, así que era más que probable que simplemente fuera una nueva incorporación.

Rudy la sacó de sus pensamientos al hablar del tour por Barcelona, la chica asintió y sonrió cuando le propusieron ser la guía de aquel periplo, pero la verdad que le parecía una genial idea pasarse antes por las tiendas de Cómics.

- Por mi podemos ir a las tiendas si queréis... hace mucho que no me paso por una, y después podemos hacer un tour por los sitios más emblemáticos de la capital.- Sonrió y pidió alguna hamburguesa más, no tenía el mismo saque que Rudy, pero mantener su cuerpo requería mucha energía.

Dicho y hecho.

El trío de adolescentes salió del Burger King de Plaza Cataluña y recorrió la Ronda de Sant Pere hasta llegar al Arco del Triunfo.

En aquella época del año aún no hacía frío en el centro de Barcelona, aunque la gente ya comenzaba a llevar prendas de ropa que abrigasen más. Al abandonar una de las zonas más transitadas de la ciudad condal, comenzaron a notar el descenso en el ruido de ambiente.

Una vez se encontraron junto al arco, se desviaron hacia la izquierda. Desde lo lejos pudieron ver el gran cartel blanco que rezaba “NORMA Comics”. Aquel era el sitio.

Kamala, con toda la confianza del mundo, agarró a Rudy y a Diana de las mangas de sus abrigos y tiró de ellos hacia el frente con un alegre:

- ¡Vamooooos!

Aquel día la tienda de cómics estaba algo vacía. ¡Qué suerte! Había días en los que casi ni se podía entrar.

Los adolescentes se tomaron su tiempo para ojear los cómics de la, hasta el momento, más exitosa editorial de cómics de superhéroes, DC.

- ¿Os imagináis lo que molaría que hiciesen cómics de nosotros? – sugirió Kamala, emocionada –. Sería alucinante.

Se entretuvieron observando el merchandising variado sobre series, películas y novelas de éxito, e incluso bajaron a la planta inferior, donde se encontraban los mangas y los DVD de anime.

Cuando se dieron cuenta ya habían pasado varias horas. Era tarde, y tenían algo de hambre. ¡Y eso que sólo habían explorado una de las tiendas del triángulo friki de Barcelona!

Con las tripas rugiendo y la curiosidad saciada, se acercaron a un bar que había en esa misma calle. Y mientras disfrutaban de unos deliciosos croissants de chocolate recién hechos, su tarde de descanso fue interrumpida por un incómodo chirrido.

- ¿Pero qué…? – alcanzó a preguntar Kamala, con medio croissant en la boca.

El asfalto de la calle se quebró, un gran taladro surgió del suelo y abrió un gran boquete. Del túnel surgieron tres grandes robots, equipados con diversas armas. Uno de ellos portaba el gran taladro.

¿Sería otra vez el Dr. Ratchet?

Una voz chillona se escuchó a través de los robots.

[color=#FE2E2E]► ¡Sé que estás aquí, Ms. Marvel! ¡Deja de huir y enfréntate a mí![/color]

No, no era Ratchet. O al menos, no parecía su voz.

Cuando uno de los robots se acercó a un coche y lo lanzó por los aires la gente comenzó a gritar y a huir despavorida.

Kamala escupió el croissant y prácticamente se arrancó el abrigo. Debajo, como era de esperar, llevaba su traje de Ms. Marvel.

- ¿Tenéis trajes? – preguntó algo alborotada, mirándoles con expectación.

La verdad era que Diana se alegraba bastante de haber acompañado a Rudy a Barcelona, echaba de menos salir con los amigos... pero no tenía muchos así que hacía mucho que no lo salía de su casa. Cuando Kamala los agarró y comenzó a correr la chica sonrió y le siguió la corriente... y aunque hubiera ido a aquella tienda mil y una veces, no era lo mismo ir y ver las caras de sus nuevos amigos observándolo todo con detenimiento, hasta hubo veces que Diana se animó a compartir sus gustos personales en cuanto a cómics.

Decidieron seguir la ruta friki, pero antes una parada de rigor para recargar fuerzas, sentados en aquel bar que tantos recuerdos proporcionaba a la metamorfa del Liceo. De repente un chirrido, seguido de un estruendo...

- ¿Robots? ¿Otra vez? ¿En serio? .- La chica ya conocía de antemano que la vida del héroe no era nada tranquila, pero no esperaba que todos los villanos con los que se habían encontrado tuvieran tal filia con la robótica... Quien sabe, a lo mejor Aitor terminaría igual.

Tras la pregunta de Kamala, Diana sonrió abiertamente, ella había perdido su capacidad para cambiar de forma de la manera que Diana lo hacía... pero Ms Justice no.

- Yo soy mi propio traje .- Sonrió mientras su vestimenta tomaba la forma del Uniforme del Liceo con un par de adheridos... Una capa como Rudy siempre había querido, un cinturón de color morado que parecía que ajustaba más el traje... aunque era casi imposible, y antifaz al más puro estilo Green Arrow pero de color morado también.

Esperó a que Rudy estuviera listo, para hacer su superentrada conjunta... y mientras iba preparando alguna frase dramática que decir cuando salieran del bar.

La tarde había sido increible. ¡Visitar aquellas tiendas! ¡Y con la mejor compañía!  Ojalá ese día no acabase nunca.

Después de pasar, y deleitarnos, por las tiendas frikis de Barcelona. Fuimos a un bar, a hacer la tercera merienda de la tarde. Me pedí tres magdalenas de frambuesa, dos croissants de chocolate y un batido de chocolate. Pero de pronto se escuchó el ruido.

Eran tres robots que salieron del suelo, causando estragos.

En ese momento un litro de adrenalina fue inyectado en mis venas. Solo podía pensar ¡ESTA PASANDO, ESTA PASANDO! Estaba lleno de emoción. Sabía que era un momento peligroso para los civiles, sus vidas corrían peligro. Pero había ido a Barcelona con la idea de que aquello podía pasar. 

En primer momento pensé que era Ratchet otra vez, pero los robots no eran de su estilo y se refería expresamente a Ms Marvel. 

-¡Wowowow!- dije asombrado cuando uno de ellos lanzó por los aires un coche.

Kamala se arrancó el abrigo, mostrado su traje de superheroina y convirtiéndose en Ms. Marvel. Nos preguntó si teníamos trajes. A lo que Diana respondió transformando su ropa (o su piel) en una versión mejorada del traje del Liceo.

Era mi turno. De un bolsillo de mi abrigo saqué y me puse las gafas de aviador que usé cuando era el sidekick de mamá en Londres. Luego, como hizo Kamala, me arranqué el abrigo. Dejé al descubierto una camiseta azul, con el símbolo atómico  mal cosido en el pecho y la capa de Hiperión a la espalda.

-Siempre hay que ir preparado. -dije a las chicas.- Ms. Marvel, Ms. Justice. ¡Convirtamos en chatarra a esas máquinas.

Los tres robots estaban causando el caos en el centro de Barcelona. Por suerte, aquella tarde los héroes estaban justo ahí para hacerse cargo.

Del bar, en el que por fortuna nadie les había visto cambiarse de ropa, surgió el trío de héroes adolescentes. Ms. Marvel, Ms. Justice y Cráter, se plantaron en el exterior, esgrimiendo sus posturas heroicas más molonas.

Cualquiera habría esperado que un civil cualquiera los viese y gritase a pleno pulmón “¡Aquí están los héroes!”.

Sin embargo, nadie se percató de su aparición. Uno de los robots se acercaba amenazadoramente a un ciclista que se había caído al suelo. Otro cargaba su arma, un pesado cañón, mientras apuntaba al bar de la Norma Cómics – donde se habían refugiado algunos de los transeúntes. El tercero, el del taladro, estaba a punto de atacar a una familia atrapada dentro de un coche.

Los héroes tenían que actuar, ¡ya!

Turno 1

Uno de los robots, el que se acercaba al ciclista, iba armado con un gran martillo. Parecía que los héroes no iban a llegar a tiempo a salvarlo, pero entonces el civil advirtió la presencia de las figuras enmascaradas y señaló hacia el lugar donde se encontraban Kamala, Diana y Rudy.

Con un movimiento lento y mesurado, el robot se dio la vuelta y vio a los héroes. 

[color=#FE2E2E]► ¡Ahí estás! ¡Vamos, ataca![/color]

El robot, obediente, alzó el martillo por encima de su cabeza y se lanzó al ataque. Con gran fuerza blandió su arma contra Kamala. Acertó de lleno a la metamorfa en el pecho. La potencia del impacto mandó a Kamala volando al interior del bar.

¡Joder! ¿La habría matado?

-¡Aguantad! ¡Aquí esta el Trío Magnífico! -dije cuando salimos al exterior. Tal vez lo de trío sonaba un poco mal. O tal vez era solo mi mente calenturienta.

Había tres y era bien grandotes. Iba a atacar al más cercano, pero entonces vi el del cañon.

-¡No! ¡Al bar de la Norma, NO! -grité al robot.

Disparé mi visión atómica contra el cañón de la máquina. Poco tiempo tuve de ver si le había acertado, pues el del martillo aporreó fuertemente a Kamala.

-¡Ms. Marvel! -dije preocupado cuando la vi volar de vuelta al bar. Me giré para mirar a su agresor- ¡Te vas a enterar!

Y fui a por el robot del martillo.