Partida Rol por web

El estado mental de Robyn era atroz tanto así que tras reencontrarse con Arthur Cornthwaite, real o no, utilizó su cuchillo para intentar apuñalarlo. Arthur cogió la muñeca de la desquiciada atleta justo antes que la hoja del cuchillo rasgara su piel y la sujeto con fuerza mientras sonreía amablemente, como si Arthur fuera ajeno al hecho que Robyn trataba de asesinarla. 

En ese momento Robyn contempló horrorizada como el rostro del filantropo se convertía en otro rostro... otro conocido, concretamente el del sheriff Withford.

En ese momento el agente de la ley reaccionó al ataque de Robyn tumbándola de cara al suelo y esposandola con las manos en la espalda. - Señora Robyn Adler, queda detenida por atacar a un agente de la ley. Tiene derecho a guardar silencio y todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra. - dijo con rudeza Withford levantnadola y encarandola a un automobil estacionado junto a la carretera logotipado con el escudo policial "Sheriff de Gamwell". El estado de la atleta era deplorable, tanto físico lleno de magulladuras y ropa rasgada, como la mirada perturbada con la que observaba todo lo que la rodeaba. 

Toda la escena fue frenética, pero finalmente consiguió que sus dos amigos saliesen del fango. Una ferrea voluntad de vivir les movía.

Corrieron hacia el coche y los tres se parapetaron dentro como si fuesen una mente colmena. Pero una vez dentro de la seguridad del coche, el detective y el escritor observaron como el actor sacaba aquella pesada manivela.

James bajó corriendo e instó a Mike para que este le cubriese.

-Tranquilo amigo!-Dijo el detective sacando el revolver por la ventanilla -Aquí estoy para volarle los huevos...o alguno de sus posibles huevos si se acerca!- Era más para tranquilizar a James que un hecho. Pues el detective creía que poco le iba a hacer a aquel ser con su revolver...

La situación era muy tensa. Finalmente James decidió bajar del turismo para accionar la manivela, que por cierto no la llevaba encima el actor sinó que la había sacado de debajo del asiento, y sudoroso empezó a cebar el motor de "Lucille" mientras que Mike vigilaba asomado a la ventanilla revolver en mano para advertirle de la proximidad del horrible ser que les acechaba. 

Aún podían ver a la criatura desde allí, como avanzaba lenta pero inexorablemente hacia ellos emitiendo aquellos horribles sonidos gorgoteantes y escalofriantes. James movía la manivela con las manos temblorosas hasta que por fin, un rugido del motor indicó que Sebastian había podido encender el turismo. En ese preciso instante que James iba a volverse a montar al vehículo uno de los tentáculos viscosos de la criatura se había extendido lo suficiente del conjunto de la masa como para alcanzarles y con un chasquido veloz parecido a un látigo que sorprendió a los presentes a punto estuvo de enrollarse en la pierna de James para arrastrarlo a la peor de las muertes posibles sin embargo con un rostro de horror James se tiró, literalmente, hacia adelante para escapar del tentáculo con una suerte a la que debía venerar el resto de sus días. 

Robyn bufó mientras intentaba liberarse de las garras del sheriff, que la arrastraba hacia el coche. Su mente se había quebrado por completo y el estado de histeria era evidente. A duras penas comenzaba a reconocer al hombre y, casi sin aliento comenzó a farfullar.

¡LA CASA! Están en peligro...el...esa cosa...¡¡les va a atrapar!! Ayudelos...

Stewart pisó el gas de su coche y dando un volantazo giró para salir disparado de aquel lugar. La criatura había estado a punto de atrapar a Hess, y aunque eso no le habría gustado, no se habría detenido a llorar la muerte del escritor. Debían salir lo antes posible de allí.

- ¡SUBA! ¡SUBA! ¡SUBA!- gritaba repetitivamente, esperando que el bueno de James se subiera al peldaño de su coche cual gángster a la huida.

Cuando el motor rugió al encenderse, James sintió algo frío y húmedo alrededor de la pierna. Cuando bajó la mirada, vio que uno de los asquerosos tentáculos comenzaba a enroscarse en su tobillo.
Con un grito ahogado, saltó hacia el coche y logró zafarse del ataque.
Mientras tanto, Sebastian había puesto en marcha el coche y ya comenzaba a emprender la huída.
El escritor, corriendo como si no hubiese un mañana, puso los pies en el peldaño lateral y, tras arrojar la manivela al interior por la ventana que había abierto Mike, se agarró como pudo.
- ¡Vámonos de aquí!

Mike se agarro el sombrero, que casi le sale volando cuando el actor arranca quemando neumáticos.

Que era un irlandés sin su gorro!

Luego se aparta de la ventanilla para que James se pueda agarrar.

-¡Vamos Sebastian! ¡Métale caña!

La constitución atlética y rápida de la atleta le permitió zafarse del Sheriff, y aún esposada empezó a correr tanto como pudo en dirección contraria a este de regreso por la carretera. El sheriff extrajo su revolver y realizó un disparo al aire sin embargo está no se frenó, corrió y corrió como nunca lo había hecho huyendo del agente de la ley y con las muñecas encadenadas. 

Sebastian pisó a fondo el gas del automóvil y James en el último instante se subió utilizando uno de los peldaños cual gangster a la fuga de una fechoría. "Lucille" se internó en el frondoso jardín de la finca Fitzgerald a la mayor velocidad que su motor fue capaz  traqueteando cientos de veces debido a la irregularidad del terreno. La conducción de Sebastian fue frenética y desesperada, debían alejarse lo máximo posible de aquel horrible ser que en varias ocasiones había estado a punto de devorarlos. 

El automóvil se estaba acercando ya a la salida de la finca cuyas verjas estaban abiertas cuando este saltó por encima de un montículo de inusual vegetación. Sebastian aceleró más pues no podían permitirse detenerse o frenar y el vehículo ascendió por el montículo y saltó durante unos 3 metros en los que James y Mike se aferraron como pudieron para no salir volando. El vehículo aterrizo justo a la salida de la verja con un sonoro golpe que no rompió el depósito del vehículo de milagro. Sebastian retomó el control del vehículo pisando a fondo el gas por la carretera en dirección a Gamwell.

Apenas tuvieron tiempo de alegrarse de su huida pues de pronto escucharon los sonidos guturales y escalofriantes de la masa gelatinosa procedentes de la finca con una potencia sonora que hizo temblar el mismo suelo durante unos instantes. De repente un ruido estruendoso  hizo que James y Mike se giraran desde las respectivas ventanillas y pudieron observar horrorizados y atónitos como la mansión empezaba a derrumbarse trozo a trozo como si un castillo de cartas se tratase hasta que todo quedó engullido por una nube de polvo y escombros. 

Eso bastó para que Sebastian perdiese la concentración de la conducción y reaccionara demasiado tarde cuando en medio de la carretera una figura corría enloquecida en su dirección. Se trataba de Robyn que corría con una mirada perturbada y las manos maniatadas en su espalda, detrás de ella la perseguía un vehículo patrulla con el escudo "Sheriff de Gamwell" en su capó cuyó conductor disparaba con un revolver asomado en la ventanilla en dirección a la atleta sin lograr acertar en su objetivo. 

Sebastian no pudo reaccionar a tiempo y giró el volante todo lo que pudo para no atropellar a Robyn Adler pero la maniobra fue tan brusca que el vehículo derrapó, una de las ruedas se partió y salió volando provocando que volcará en el arcén de la carretera. "Lucille" quedó destrozada, sin embargo fue como si sus ocupantes hubiesen vuelto a nacer pues la fortuna hizo que únicamente recibieran algunas contusiones de aquel accidente de tráfico.

La fuga duró poco. La señorita Adtler corriendo, el coche del sheriff disparando y todo eso con el magnifico telón de fondo de la Mansión del Sr. Cornthwaite hundiéndose hasta los cimientos, hicieron que el bueno del actor estampase a la pobre “Lucille”.

Suerte que salimos corriendo, si nos llegamos a quedar más tiempo nos hubiésemos hundido con ella.

El detective se sorprendió al ver que todos estaban prácticamente ilesos. Lo primero que hizo fue coger la cruz de su padre y darle un sonoro beso.

-Gracias padre.

Luego salió como pudo del coche y arrastrándose, llenándose el cuerpo de hojas húmedas y fango, se parapetó entre los arboles. Con el revolver en la mano, pero sin mostrarlo de momento, hizo señas a sus compañeros para que saliesen y se refugiasen entre los arboles.

Luego asomo la cabeza a ver que veía en la carretera.

Sebastian salió del coche musitando de pena "por la muerte de Lucille" mientras Mike se adelantaba en dirección a la arboleda. El actor estaba furioso por todo lo acontecido, y mientras se arrastraba como una rata húmeda y embarrada, agarró con más fuerza el rifle que cogiera en la casa.

- ¡Noooooo...! ¡¡Esto no quedará así!!- se repetía como una maldita letanía. La experiencia en aquella casa había superado las cotas de paciencia del actor, que ahora observaba a Robyn como corría maniatada mientras el sheriff disparaba contra ella. En otro momento le hubiera gustado que una de esas balas le reventara la cabeza, pero ahora era diferente... ¡¡Lucille había muerto de forma atroz!! 

Se parapetó detrás del coche e incluso se hizo el muerto. Si aquel hombre de gatillo fácil se acercaba, le daría un balazo en la barriga. 

Luego, ya veríamos...

Terrible fue el estruendo que se escuchó cuando la casa se vino abajo. Hess, sin embargo, sólo se permitió el lujo de mirar durante unos instantes; demasiada tarea tenía manteniendo el equilibrio en el lateral del vehículo.

Desde su precaria posición, James pudo ver cómo Adler se aproximaba corriendo. Al principio no logró advertirlo, pero a medida que se acercaban a ella, distinguió claramente que la joven estaba maniatada.
Luego empezó el tiroteo: un coche de policía la perseguía mientras el conductor disparaba sobre ella.

En ese momento, Sebastian dio un bandazo y "Lucille" salió de la carretera quedando inservible.
Irónicamente, debido a que se encontraba fuera del auto, Hess fue el que salió mejor parado del incidente. Al dar el primer volantazo, salió despedido y fue a caer a un lado de la calzada.
Quedó momentáneamente aturdido por el impacto, pero cuando se incorporó, comprobó que sólo se había hecho unas pocas magulladuras. Se acercó a los restos del vehículo, interesándose por sus compañeros.
Allí encontró, tirado en el suelo, a Sebastian. Estaba quieto, y el escritor se temía lo peor; se aproximó a él y, dándole fuertes bofetadas, trató de reanimarle.
Cuando éste le contestó con un gruñido airado y vio que Mike se había agazapado tras los árboles, comprendió qué pasaba.

En ese momento la conmoción desapareció y recordó lo sucedido apenas unos segundos antes del accidente. Robyn estaba en serio peligro y ese sheriff era el causante de ello. Agachándose, imitó a Mike y, revólver en mano, asomó la cabeza tratando de averiguar si la compañera se encontraba bien.

La muchacha se encogió instintivamente ante la amenaza del coche. De haber podido se habría protegido la cabeza con las manos, pero las esposas se lo impedían. Sin embargo, y milagrosamente, Sebastian no la atropelló, sino que viró estrellando su coche. Aún agachada, la atleta giró la cabeza,  vio al sheriff acercándose. La volvió a girar. Mike entre los árboles, James abofeteando a Sebastían y este pareciendo gruñir algo.

La atleta no lo dudó, y despareció del lugar donde momentos después se estrellaba una bala. A pesar de las esposas, del vestido, las heridas y de ir completamente descalza se movía con soltura. Sin importarle mucho las apariencias saltó sobre el arcen rodando unos metros y magullandose aún más. No tardó en perderse entre los árboles para alcanzar a sus compañeros.

–Él...era...el she...sheriff...Ar...thurCornth waite...Me agarró...luego...cambió– Robyn comenzó a explicarse entre jadeos, y balbuceos. El estres había vencido su mente, pero había algo que parecía querer explicar.FInalmente consiguió soltarlo–Ese hombre tomó el aspecto de Arthur Cornthwaite.

Parecía que los pensamientos previos de la atleta eran realidad...y en aquel pueblo escondían más de lo que pretendían. Los abogados, la aparición del sheriff...No ignoraban lo que ocurría. Colaboraban

El vehículo policial frenó haciendo chirriar las ruedas tras presenciar el accidente y los disparos cesaron. Del vehículo bajó el Sheriff Withford revolver en mano y se acercó corriendo al vehículo accidentado. En él únicamente halló a a Sebastian, aún haciéndose el muerto, y se acercó sin apuntarle con el arma.

- ¡Por dios! ¿Se encuentra usted bien? - se acercó apresurado el agente de la ley dispuesto a auxiliar al actor. El sheriff miró a un lado y a otro de la carretera con actitud de alerta, como si estuviera en guardia por si localizase a la mujer a la que perseguía con tanto ahínco.

Sebastian aguardó en el suelo en una posición inverosímil tras el accidente. que James se hubiera acercado para ver cuál era su estado, lo único que había hecho era reforzar la idea de que estaba muerto, y así lo pensó el sheriff, que ni corto ni perezoso se dirigió allá donde se encontraba tendido el embustero actor. 

- ¡Por dios! ¿Se encuentra usted bien? - escuchó que decía aquel hombre que momentos antes perseguía a la bruja de Adler, pistola en mano, disparando a diestro y siniestro... -claro... claro... ¡¡A usted le voy a decir cómo me encuentro!!- cavilaba el intérprete mientras en su mente gestaba el plan que estaba a punto de consumir. Sebastian estaba muy enfadado y asustado, con lo que Withford pagaría toda su frustración. Además, ese hombre había venido un día antes para amenazarlos con su pistola...

Ahora probaría su propia medicina.

Esperó a que estuviera lo suficientemente cerca como para que el disparo fuera lo suficientemente lesivo, y cuando sintió la sombra y el aliento del agente del orden de aquella localidad, se revolvió como un escorpión enrabietado encañonando al sheriff. En esas milésimas de segundo, pudo ver la cara del hombre sorprendido por Sebastian, pero ya no había marcha atrás. El acto se perpetró sin contemplaciones. 

El gatillo estaba apretado a una distancia de bocajarro... Lo tendría difícil para sobrevivir 

El sheriff se acercó hacia Sebastian para ver como estaba. Mike, salió por detrás, revolver en mano, su idea era apuntarle y que levantase las manos. Entonces hablarían...pero todo eso se fue a hacer puñetas, cuando a la altura de la espalda le salió un proyectil por detrás, reventando carne, huesos y cartílagos.

Mike se quedó con la palabra en la boca. Durante unos segundos no supo que decir. Vale que era un cabrón, y perseguía a Adtler como un psicópata, pero ese último interés por el actor...no se, había algo que no acababa de encajarle al detective.

El disparo traidor de Sebastian con la escopeta de Arthur Cornthwaite alcanzó de pleno el abdomen del sheriff que se había acercado con un claro ánimo de auxilio, pues evidentemente este era su deber también como agente de la ley. El sheriff cayó hacía atrás impulsado por la fuerza del impacto mientras empezaba a desangrarse, inconsciente, en el suelo de la misma carretera junto a la maltrecha "Lucille", orgullo de aquel actor cuyas intenciones y personalidad parecía cada vez más turbia para sorpresa de la mayoría. 

Desde los árboles, Robyn observó junto a Mike y James como Arthur Cornthwaite trataba de auxiliar a Sebastian y como este le dispara con su escopeta dejándolo al borde de la muerte. A pesar de que ese hombre debía ser el sheriff, ahora no le cabía ninguna duda que era Arthur Cornthwaite y acababa de ser asesinado por el actor.