Partida Rol por web

El joven Lazarus quedó maravillado, que criatura tan increíble, nunca en su vida había visto algo así, ni siguiera en el circo.

Luego de analizar mejor la situación, observó los destrozos que había ocasionado aquel animal -No creo que vaya escuchar nada de lo que le digan, solo esta completamente descontrolado.- dice descifrando su comportamiento, ya había visto antes a animales y a personas enloquecer.

Bueno, parece que vamos a tener que enfrentarnos a un enorme y feo sapo pensó el joven guerrero. En el lugar había mas gente de la que el hubiese querido, pero eso es algo que no podía evitar. Blue que hacemos? nos involucramos? 

Kranjstar tenía la esperanza de que existiera alguna forma de hacer entrar en razón a la rana gigantesca. Llenó sus pulmones de aire y gritó hasta donde su voz le alcanzó DETENTE YAAA!! CASO NO VEZ EL DAÑO QUE ESTAS CAUSANDO? ES EN REALIDAD LO QUE QUIERES? QUE TU Y TUS HERMANAS RANAS SE QUEDEN SIN HOGAR?.

A pesar del cansancio, el clérigo mostró que no estaba dispuesto a tolerar que sugiera destruyendo aquel lugar, esto también hacía parte de un espacio que los seguidores de su deidad habían conseguido y no podía dejar que se le destruyera.

La mujer salvaje observaba a la bestia que destrozaba todo y murmuraba por lo bajo a la vez que a veces asentía o negaba con la cabeza.

- Tienes razón, mucha razón, Lomenar. Esa cosa...he visto ranas enorrrmes en zonas pantanosas...pero nunca una igual a esta. Este no es un animal, ni tampoco un anfibio. Y creedme que sé de lo que hablo. Más parece una aberración o un ser sobrenatural o un ajeno de otro plano.- Esa conclusión no le dejaba otra opción que tratar de acabar con su existencia.- Voy a acercarme y solicitar la ayuda de mis hermanos. Si podéis distraedlo.- Dicho y hecho Lictea se acercó a una distancia prudencial de la rana para comenzar el conjuro. Pero antes tenía que protegerse un poco por lo que miró a su lobo Lico con el ceño fruncido y le indicó que la siguiera con la mano.

Zarus, hizo gesto de resignación al ver que el clérigo persistía en el intento de hacer que la rana le escuchara, sencillamente le parecía algo infructífero, pero a allá él.

Aprovechando que la rana se encontraba ensimismada en su afán de destruir todo, Zarus busco en donde ocultarse, para lo que posiblemente terminaría en un combate. No sin antes, dedicarle unas palabras a Argot Espero que esta vez no salgas corriendo.

Viendo como la rana sigue destruyendo el lugar, Akatosh saca su lanza y empieza a conjurar para lanzar desde la palma de mi mano un proyectil que impacta directamente en el batracio. Aquí tienes tu distracción Lictea!!! grita el guerrero.

Lomenar se mantenía un tanto a la expectativa, pero Lictea necesitaba tiempo y había que parar a la rana de alguna manera o llamar su atención lo suficiente como para que parase de destruir el lugar.

Se concentro y lanzó un conjuro de enmarañar, para detener a la rana al forzar que las plantas a su alrededor la atrapasen.

Mientras mantenía a Arvak a su lado evitando que el animal saltase sobre su presa. Era necesario un ataque coordinado ante el ser del cual se desconocía en absoluto su capacidad ofensiva.

Riku y Duncan fueron los únicos capaces de salir de allí con vida. Duncan trepó con Bruno entre sus hombros pero cuando se quiso dar cuenta, un nuevo pedrusco le había dado y se le había terminado resbalando. Si hubiera hecho cualquier tipo de esfuerzo por salvarle, habría caído él también y probablemente hubiera muerto.

Desgraciadamente, eran ellos dos los únicos que habían logrado salir con vida de allí, y para su sorpresa, era una rana gigante la que estaba provocando todo aquello.

La rana continuaba tirando los árboles del parque, es como si lanzase su lengua contra las ramas de los mismos, y al tirar con tanta fuerza, terminaba por derrumbarlos. Después se ponía a masticarlos, como si estuviera muerta de hambre y quisiera alimentarse de la vegetación del parque. 

Y entonces Kranjstar llamó su atención, como si le hubiese entendido se giró y dando un gran salto cayó cerca de donde se encontraba el clérigo. Desgraciadamente las ranas no solo se alimentaban de plantas, y aquel hombre parecía tan buen alimento como cualquier otro. Así que sí, había logrado que dejara de destruir el parque, pero quizá ahora el problema era mucho más grave. Así que Lictea no tuvo la necesidad de acercarse hasta aquel ser.

Lo que para todos había parecido una rana desde lejos, ahora daba la sensación de no ser exactamente así, con el brillo del sol su piel parecía algo más azulada que verdosa, tenía el tamaño de un ogro y apenas tenía cuello, tenía una cabeza enorme y aplanada, y una lengua bífida y rojiza. Al estar tan cerca se puso en posición bípeda, con manos y pues terminados en garras, y en el dorso de lo que eran sus manos había unos garfios óseos de aspecto perverso. Aquella criatura no era la inocente rana que todos habían pensado al principio, era un ser que aparentemente parecía mucho más peligroso.

La rana decidió atacar a la ver que Lomenar pronunciaba su conjuro intentando evitar que Kanjstar se llevara lo peor.

Ordenó a Arvak que ataque a la bestia a ver que daño le puede hacer.

- ¡COÑO!- Gritó Lictea al ver el salto de la rana que se plantó frente al valiente Kranjstar. Si se descuidaba iba a perder otro compañero. Tomó distancias junto con Lico para poder preparar a gusto un conjuro con la finalidad de ver cuán poderoso era aquel ser vivo.

Salgo jadeante y fatigado de aquél agujero. Por el camino se había quedado Bruno y los demás. Tan solo Riku había logrado escapar conmigo. 

Y para colmo lo que nos encontramos al salir al parque de la rana es... a una rana gigante. - Era eso lo que estaba causando los temblores? - Le comento a la chica. Miro horrorizado a la criatura que resulta no ser exactamente una rana. A parte de nosotros dos había más gente en el parque. No sabía muy bien quiénes eran ni qué estaban haciendo allí, pero esa criatura enorme parecía peligrosa. Desenfundo mi espada y me mantengo a una distancia prudente, alejado de la criatura, a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Nuevamente el guerrero empieza a conjurar y de su mano sale un proyectil que impacta en la criatura. Por ahora era mejor enfrentarla a la distancia y no sufrir ningún ataque cuerpo a cuerpo. Después se sorprendió de la gente que salió del hueco que había hecho la esa cosa, pero no era el momento de preocuparse por eso sino mas bien por el enemigo que tenía al frente.

La luz del día nos recibe tras escapar de los subterráneos, sin embargo no era una bienvenida agradable. El aire venía frío, había un montón de gente congregada y parecían estar enfrentándose a una criatura a medio camino entre un sapo y ogro, que con su mera presencia daba la razón a Duncan.

- Si...

Le respondí intentando recobrar el aliento para el inminente combate, pues la única posibilidad de sacar con vida a alguno de los atrapados abajo era acabar con ella y los temblores cuanto antes.

El clérigo no pudo hacer otra cosa que dar un par de pasos hacia atrás al ver a aquella terrible criatura, no era un animal, no era nada que alguna vez hubiese visto o si quiera imaginado. Reordenando sus ideas, sabía que ya no había vuelta a atrás, observó como aquella figura amenazante parecía saborear la idea de comerle.

Kranjstar se llenó de valor luego de rezar una plegaria a su dios, si su destino era morir defendiendo el templo al que servía, así sería. -Quien o que eres? Que haces en este lugar? le preguntó con autoridad.

Al acercarse la supuesta rana, dejó ver su verdadera forma, una criatura sin igual, a Zarus le emocionó un poco conocer algo así, pero era el enemigo y ahora no se podía hacer otra cosa que acabar con ella.

La discreción era muy importante, aquella criatura parecía ser extremadamente hambrienta y por ende, peligrosa, no iba a razonar con nadie. Zarus analizó la zona, buscando los espacios mas propicios para disparar sus flechas y gozar de cobertura, no iba a enfrentarse cuerpo a cuerpo a algo así.

Una extraña fuerza pareció animarlo un poco, luego de que el clérigo dedicara unas palabras a la deidad de la naturaleza, seguramente Kranjstar estaba entregando de sus dones porque pensaba que no sobreviviría mucho tiempo mas, los ojos de aquella criatura estaban puestos en él, el clérigo seria aquella distracción que solicitó Lictea.