Partida Rol por web

A pesar de no ver absolutamente nada a excepción de Sanya, decidieron continuar hacia delante. Una vez que todos giraron la primera curva del pasillo, éste comienza a combarse y contraerse.

Lo que supuestamente era la abertura a las cloacas queda sellado con un repugnante chapoteo y de pronto el túnel empieza a cerrarse sobre sí mismo, empezando por la entrada y acercándose rápidamente hacia los presentes. Finalmente coge tanta velocidad que obliga a todos a descender por una pendiente hasta una especie de cámara. Está iluminada con linternas. Los muros son iguales a los del túnel de la entrada, grises y húmedos y calientes al tacto. Y la entrada que acaban de dejar atrás ha quedado completamente sellada dejándoles sin una posible salida.

La siguiente sorpresa llega cuando los personajes se encuentran con un grupo de humanoides participando en una especie de reunión. Ante ellos se encuentra un extraño grupo formado por tres hombres, una mujer, un semiorco, un humanoide de aspecto extraño que no lograis identificar y un par de orcos. La mayoría toma sus armas al verles, pero alguno de ellos grita, "no temáis debe de tratarse de los refuerzos, habrán mandado a alguien para sacarnos de aquí".

La enana se levantó tratando de conservar la dignidad y se sacudió la porquería de la capa.

-Nos envía Tyvis. Trabajamos para Bruno Mezzia. Asumo que sois vosotros los que necesitais rescate. ¿Es asi? Soy Sanya.

La caida fue dura y su trasero la sintió con creces. Al levantarse y por fin poder ver algo gracias a la iluminación del lugar se puede observar un gran grupo cogiendo sus armas para empezar un enfrentamiento, por suerte uno de ellos los detiene, pero luego escucha a su compañera dar nombres, lo cual no le pareció muy bueno, porque no sabíamos con quienes estabamos tratando. Espero que sean aliados y no enemigos, sino estaremos en problemas. piensa mientras se pone de pie.
Luego se dirige al grupo Ustedes quienes son? Pregunta en un tono amable y tranquilo.

Tardo en identificar el lugar y al grupo tan variopinto que tenemos delante. Mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad y ahora la luz me resultaba un poco molesta. La primera reacción de los allí presentes es echarse las manos a las armas, lo que me da que pensar que estos no son los trabajadores que teníamos que rescatar... Sanya y Heian intercambian algunas palabras con ellos así que permanezco a la espera de los acontecimientos.

El lugar apestaba y la tormenta que gilpeaba en el exterior podría suponer un grave problema tarde o temprano, aunque a decir verdad ya lo estaba ocasionando bloqueando el camino por el que habíamos venido.

¿Quién me manda meterme en estos fregados?

Quise saber conforme caíamos por el resbaladiza pendiente, pero al llegar a su fin otra pregunta fue la que se coló en mi cabeza.

¿Quiénes serán estos?

El grupo que nos encontramos ante nosotros resultaba tan variopinto como el nuestro y el que contaran con armas me hizo sostener con fuerza el bastón a la espera de que las preguntas de Sanya y Heian tuvieran contestación en uno u otro sentido.

¡Por todos los dioses! Gritó al escuchar las palabras de Sanya. Ya era hora de que mi padre mandara a alguien para salvarnos. ¡Cuánto habéis tardado! Dijo bajando el arma. ¿Cuál es el plan de fuga? Porque creo que os lo habéis montado un poquito mal para escaparnos de aquí. Me da la sensación de que ahora estais tan atrapados como nosotros. 

La enana reconoció los gestos  de su padre en el chico. Sí, podía ser el hijo de Mezzia. Por lo menos no todo era un desastre,; habían encontrado a los desaparecidos.

-Pues me temo que poco plan traemos. No sabíamos qué había sido de vosotros, así que no hemos podido anticipar nada. Decidme, ¿Os encontrais bien? ¿Que habeis averiguado de este sitio?

¿Pero a éste hombre que le ocurría? Se suponía que estaban secuestrados o algo así ¿y resulta que simplemente se habían caído por un agujero?

- La verdad es que si la única salida es por donde vinimos, estamos listos...

Musito extrañada por el hecho de estar en lo cierto.

Poca cosa. La verdad. Dijo mirando al resto de individuos ahí presentes. Pero solo os puedo decir, que mi padre no ha venido a buscarnos a todos. Ellos no venían conmigo, y creo que puede que sean peligrosos. Dijo hablando muy bajito y rápidamente. No sabía si alertaría a los demás, o si toda aquella situación podría terminar en un combate en el que muy pocos saldrían con vida. 

El ambiente estaba tenso, muy tenso. Cualquier cosa y la batalla podría estar más que asegurada.

-No venian contigo? Y que hacen aqui? Estaban antes de que tu llegaras o lo hicieron despues? Identificaos, desconocidos, contadnos vuestra historia.

El veterano explorador se mantuvo expectante mientras hablaban ambos grupos, escuchando cuidadosamente cada palabra que decía este grupo que encontraron. 
Listo para cualquier cosa Heian escuchaba la historia de aquel joven.
Y como viniste a caer acá? Pregunta un poco incrédulo.

Tras las preguntas de la enana, tan solo se pudo escuchar gruñidos en lugar de contestación. No estaban muy de acuerdo con su presencia y mucho menos con que vinieran con intención de interrogarles. De hecho les superaban en número, por lo que era bastante importante medir con mucho cuidado las palabras que se les decía.

Cualquier cosa que digan lo harán para salvar el pellejo. Sugiero que no confiemos en ninguno de ellos. Solo manteniéndonos juntos podremos sobrevivir a esta terrible experiencia. Dijo mirando a su alrededor. Vine buscando a una persona, me dijeron que estaba en las alcantarillas de esta ciudad, e investigando llegué hasta aquí. No ando lejos de encontrarle. Estoy seguro. Su nombre es Tarmalac. ¿Lo conocéis?

- No. - respondo por mi parte - Pero me interesa más salir de aquí.

Sanya asintió ante las respuesta de Bruno y se dirigió al resto.

-Amigos, sinceramente no tengo ninguna intención de pelear ni de quedarme aquí pero, si queremos escapar, más nos vale tener toda la información posible sobre a lo que nos enfrentamos. Ninguno somos de la guardia, así que no podría importarme menos las razones que tengais para estar aquí abajo, tan solo me importa escapar. Si a vosotros os preocupa lo mismo, os pido, por favor, que colaboreis y respondais a mis preguntas. De igual a igual, nada de interrogatorios ni cosas de la ley.

Parece que todos los que estaban ahí no acompañaban al joven Mezzia. Y tampoco había escuchado hablar de ese tal Tarmalac, el al menos eso creía.
Salgamos de aquí. No conviene quedarnos mucho tiempo por aquí abajo.

A Sanya le pareció percibir un cambio de actitud. La enana sacó una de sus raciones de viaje y las ofreció a los desconocidos. No sabía cuanto llevaban allí abajo  si tendrían hambre. 

-Comed algo, estareis hambbrientos. Decidme, ¿Qué os trajo aqui?

Tenía la sensación de que la pregunta de la enana estaba errada , no así su actitud, por lo que con verdadera ingenuidad hice la que me rondaba por la cabeza.

- ¿Y cómo salimos de aquí no te parece más importante?

En verdad lo veía mucho más productivo, aunque fuera que debíamos regresar por donde habíamos resbalado.

Sanya se volvió con una mirada gélida hacia Riku.

-Sospecho que si supieran cómo salir, ya lo habrían hecho, Riku. Intento hacerme una idea de lo que nos espera si alguna vez salimos de esta estancia. Mientras tanto, ¿Por que no revisais bien las paredes? Podría haber alguna puerta secreta.