Partida Rol por web

El mediano se quedó un poco preocupado por la serie de preguntas que le hiciste. La llave no funcionaría, la puerta no se puede abrir desde fuera si el huésped la ha cerrado desde dentro. Así me aseguro de que nadie les moleste... por eso necesito que vaya. Realmente simplemente habría que llamar a la puerta y preguntar por él. ¡Yo no puedo molestarle!

El hombre era humano, y poseía algún tipo de libro grande, como los que suelen usar los arcanisas o los grandes sabios. Se gastaba buenas ropas, sino no hubiera podido alojarse aquí, parece que tenía presupuesto.

Tan solo necesito que me confirme su estado. Y que esté bien, nada más.

Perfecto, no hay problema confié en mi, haré el trabajo con discreción y le informare el estado del huésped.

Teniendo en cuenta las horas que son, y lo tarde que se ha hecho. Digamos que le dejaré dormir aquí durante la noche, si mañana por la mañana me ayuda con el plan.

Aunque lo que sí que le agradecería es que no diga que es empleado de aquí, eso significaría que no hago bien mi trabajo y no me gustaría que se llevase esa impresión.

Ya sabe el precio de las habitaciones, así que creo que una noche aquí, bien merece el trabajo que va a hacer, ¿no le parece?

El pícaro Markas medito por unos instantes las palabras del mediano, luego mirando a los ojos del mediano, le contesto:

Usted es un hombre justo y me parece un excelente ofrecimiento, si tan solo pudiera agregar una comida caliente y algo de beber al trato, podríamos dejar por cerrado el acuerdo de nuestro negocio.

¿Que le parece? 

Que ya es muy tarde y la cocina está cerrada. Así que hoy no te podré ofrecer nada, mañana, si cumples tu misión, podrás almorzar y beber gratis durante todo el día. ¿Aceptas la oferta?

Pues no se hable mas, puede contar con migo para este trabajo, acepto su oferta.

Dijo el Picaro extendiendo la mano al mediano en señal de aprobación para cerrar el negocio pactado.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

Milo observó con detenimiento esa posada y pensó en todo lo que podría obtener de beneficio si algún trabajito le salía bien. Caminó alrededor buscando alguna forma fácil de entrar y, de paso, alguna forma que no se les viera acercarse.

Siguió a su hermano tarareando mentalmente una canción que pegara en esa ocasión, algo que sonara a superespías algo como... CHAN channanananananan CHAN CHAN chanananananananananan sí, eso sonaría muy chachi si lo tarareara pero su oído iba pendiente de los posibles ruidos raros mientras procuraba pasar desapercibido por si el causante de las cosas raras de los rumores era un fantasma racista como Patachula.

El sol despuntaba al alba y los dos medianos estaban tan cansados del día tan largo que habían tenido que apenas daban vueltas al Cuervo de Plata sin ningún interés. Ellos se pensaban que estaban buscando algún lugar interesante por donde entrar, pero lo cierto es que los demás podían apreciar a dos niños ojerizos, cansados y agotados que daban tumbos como si fueran sendos borrachos.

Habían pasado grandes minigestas que harían aún más grande la Gesta. Pero para seguir adelante con ella había que descansar, pues hasta el más vivaz de los medianos tenía que reunirse de vez en cuando con Morfeo.

-Menh, estoy cansadérrimo, hermano- se rascó un ojo- ¿pagamos una habitación a pachas?

El mediano había llevado a Markas a una de las habitaciones, muy cómoda y lujosa, exquisitamente decorada, dejándolo en la habitación acordada como parte del pago, el pícaro luego de ponerse cómodo se acostó a dormir en aquella cómoda cama, era un descanso bien merecido.

La noche paso como si nada y la luz de un nuevo día se asomaba entre las cortinas de la ventana, de un salto el pícaro se levanto de la cama, asomándose a la ventana observo como el sol apenas remontaba sobre el firmamento, una vez que se arreglo y tomo sus cosas, salio de ella directo en busca del mediano para que le indicara la habitación de aquel huésped para ayudarle con su plan.

-Venga, me vale, paguémosla a pachas -dijo el Pelacebollas mientras se frotaba un ojo, estaba agotado no, lo siguiente, y solo quería tocar cama o robar un dinerillo para no sentirse mal del todo.

-y después minigestas para la Gesta- refunfuñó avanzando a trompicones para intentar acordar algo con el posadero, entornando los ojos que los sentía hinchados y los párpados pesados.

El mediano ya te había dicho la noche anterior que habitación era, así que no necesitarías bajar para hablar con él para actuar. Era tan sencillo como ir allí y probar suerte.

-Anda, volvamos al Lagarto, ¿vale? -dijo tirando de su hermano de vuelta a su "hogar". Tenían que pensar en robar algo o hacer algo para tener dinero.

Se dejó guiar por su hermano dando pequeñas cabezadas por el camino, esforzándose por tener los ojos relativamente abiertos.

Mientras se caminaba en busca del mediano, recordó cual era la  habitación de aquel huésped, según las indicaciones que había recibido se dirigió a ella.

Una vez frente a la puerta, el mediano la observo con detenimiento, y comenzó a buscar cualquier cosa extraña o algún dispositivo presente en la puerta a la vez que afinando su sentido auditivo coloco su oreja pegada de la puerta intentando escuchar cualquier sonido interno en la habitación.