Partida Rol por web

La mitad de esta taberna roñosa se alza sobre palafitos sobre las aguas del puerto, mientras que la otra mitad se asienta en tierra firme. Un cartel sobre la batiente puerta principal muestra un hombre con bigote, macerando un gran lenguado con un mazo de madera.

Su interior apesta a grog rancio, pescado y sudor, aunque a los parroquianos habituales no parece importarles mucho.

Una desvencijada barra atraviesa la zona sur y varios agujeros abiertos en el suelo junto a la pared oriental dan al mar. Los clientes pescan desde esos agujeros o se alivian por ellos, según sea su necesidad. El nombre de la taberna proviene de su especialidad, el lenguado hecho pasta frito con mantequilla y grog en grandes tortas.

Sanya arrugo la nariz nada mas entrar en aquel lugar. Desde luego, aquel lugar TENIA que ser el mas economico. Por no tener no aparentaba tener ni habitaciones.

La enana se dio la vuelta y opto por probar en otro de los locales que el guardia menciono.

La mitad de esta taberna roñosa se alza sobre palafitos sobre las aguas del puerto, mientras que la otra mitad se asienta en tierra firme. Un cartel sobre la batiente puerta principal muestra un hombre con bigote, macerando un gran lenguado con un mazo de madera.

Su interior apesta a grog rancio, pescado y sudor, aunque a los parroquianos habituales no parece importarles mucho.

Una desvencijada barra atraviesa la zona sur y varios agujeros abiertos en el suelo junto a la pared oriental dan al mar. Los clientes pescan desde esos agujeros o se alivian por ellos, según sea su necesidad. El nombre de la taberna proviene de su especialidad, el lenguado hecho pasta frito con mantequilla y grog en grandes tortas.

Al entrar me vinieron ganas de largarme de aquel lugar. Pero dudaba que en esa ciudad pudiese permitirse algo mejor. Además ya era tarde y necesitaba llenar el estomago y dormir. Hice ce tripas corazón tratando de no respirar demasiado el aire de aquel lugar y me acerqué a la persona que mas pareciera regentar aquel lugar. 

- Buenas noches, tiene una habitación libre?

Me quedé un poco parado al sentir la brusquedad con la que me trató el tabernero. 

- Vaya lo siento. Soy nuevo en la ciudad, y desde fuera parecia una posada... Podria indicarme un lugar para descansar que no resulte demasiado caro? Llevo horas dando vueltas por la ciudad y estoy agotado tras el viaje. 

Aunque a pesar de estar agotado y hambriendo, el ambiente del local no invitaba demasiado a quedarse a comer. 

¿Alojamiento?, me parece que por aquí no vas bien. No soy ninguna organización altruista, si quieres algo de información, tendrás que pagar por ella, por adelantado. Dijo mientras extendía la mano con la intención de que le pagases por su respuesta.

Pagar por infomración acerca de donde dormir... Aquel tipo seria alguna clase de rufian, Si podia no volveria a este lugar. Pero tal vez pudiese sacar algo mas que información. 

- Y si te pagase por la cena y te dejase una propina? La verdad es que estoy hambriento. - Tal vez dependeindo de lo que me cobrase por la cena pudiese deducir cuanto me costaria la propina. 

El "amable" posadero alzó una ceja en cuanto escuchó tus palabras. En ese caso no hay problema. Es buena hora para tomar algo de cena, dijo mirándote de arriba a abajo con cara de muy pocos amigos. Por una pieza de plata podrás probar la especialidad de la casa, El Lenguado Macerado.

El tipo parecia enfadado por alguna razón. Y tenia cara de querer pagarlo conmigo, a pesar de insinuar de que me gastaria el dinero en este lugar. 

- De acuerdo, me quedaré a cenar. - Le dije con una sonrisa tranquilizadora. Luego cambié a una expresión escrutadora fijandome en él. - Ha ocurrido algo? 

¿Algo de qué? Dijo mirando directamente a los ojos a su cliente. Luego tendió la mano con la esperanza de que le pagara cuanto antes. Después ya le serviría el Lenguado Macerado.

Miré la mano y suspiré. Le pagaré dos monedas de plata, una por la comida y otra por lo que me pueda contar este racano hombre. Metí la mano en mi pobre bolsa del dinero y saqué dos monedas. Se las tendí la hombre, de una en una. 

- Algo interesante. Sabes de algún lugar en el que encontrar trabajo? 

Así está mejor, ¿no le parece?

En cuanto Ned vio que aquel hombre quería comprarle gustosamente algo de información, éste sonrió y aceptó la moneda extra que le daba por la comida.

Aquí tiene, señor. Dijo después de haber ido a por algo de comida. Algo que pueda comer y beber, dijo sirviendo una extraña pasta de pescado, escamas y espinas y una copa de grog que olía a rancio...

La ciudad está llena de puntos donde encontrar trabajo, aunque a estas horas es complicado, será mejor que lo busque mañana. En cualquier caso, ¿qué puede hacer usted? ¿qué tipo de trabajo sabe desempeñar?

Miré el plato con una mezcla de curiosidad y precaución. No pintaba demasiado bien, pero hacia horas que no comia y tenia un hambre atroz. De todos modos procuré evitar las espinas del pescado. 

- A estas horas busco descansar... Mañana buscaré trabajo. Antes de mi llegada a esta ciudad era mercader. De hecho traía mercancías de bastante lejos, pero me asaltaron en el camino y me quedé casi sin blanca. - Decidí guardarme para mi mis habilidades psionicas por el momento. - Pero aprendo rapido, y se me da bien calar a la gente. 

Ya claro. Dijo de forma un poco despectiva. Bueno, pues si lo que busca es un lugar para dormir, me temo que aquí está usted muy mal encaminado. Dijo mientras se preparaba para recoger la taberna, era de noche e iba siendo hora de cerrarla.

Al ver que empezaba a recoger el tabernero, traté de terminarme el horrible lenguado macerado. Una vez terminado me acerqué al tipo y le dije. 

- Aún falta que me digas algunas cosas... Paqué por información y me gustaria que me la dieses. Quiero saber donde puedo dormir esta noche. He deambulado por la ciudad y tan solo he encontrado lugares extrmadamente pijos o este lugar, y aqui no puedo descansar. - Le dije un poco cansado de su jueguecito. - Y tampoco me has dicho nada acerca de encontrar un trabajo. 

Bueno, no puedo ayudarte con lo de buscar trabajo porque no me parece que seas sincero conmigo. Dijo encogiéndose de hombros. En cualquier caso, como ya te dije, mañana al despuntar el alba, podrás encontrar algunos trabajos que seguramente alguien ofrezca. Si lo que te gusta es comerciar, habla con el gremio de Mercaderes que ellos podrán ayudarte. Aunque en lo de calar a las personas... concluyó volviendo a reírse.

El caso, que para dormir, si no vas a la posada de plata, puedes ir a cualquiera de  las otras posadas, La Pezuña en la boca, El Bote del Lagarto o el Erizo Borracho. Cualquiera de ellas está bien de precio. Y tras dar por finalizada aquella conversación te invito a que abandonaras la taberna. ¡Tenía que cerrar!

- Muy bien, gracias. - Le respondí al tabernero aprobechado. Deseaba no encvontrarme de nuevo con ese tipo en toda mi vida. Tras recoger mis escasas pertenencias me volví para largarme a cualquera de las tres posadas que me dijo,. Aunque por alguna razón la del Erizo borracho me daba buena espina. Esperaba que quedaran habitaciones. No hacia muy buena noche para pasarla en la calle. Y tampoco seria un buen comienzo. 

La mitad de esta taberna roñosa se alza sobre palafitos sobre las aguas del puerto, mientras que la otra mitad se asienta en tierra firme. Un cartel sobre la batiente puerta principal muestra un hombre con bigote, macerando un gran lenguado con un mazo de madera.

Su interior apesta a grog rancio, pescado y sudor, aunque a los parroquianos habituales no parece importarles mucho.

Una desvencijada barra atraviesa la zona sur y varios agujeros abiertos en el suelo junto a la pared oriental dan al mar. Los clientes pescan desde esos agujeros o se alivian por ellos, según sea su necesidad. El nombre de la taberna proviene de su especialidad, el lenguado hecho pasta frito con mantequilla y grog en grandes tortas.