Mientras hablo con mi hermano la sacerdotisa capta nuestra atención.
La miro y digo: Le escuchamos... hable....
Zarus se muestra interesado, mas bien le producía mucha curiosidad el conocer aquella solicitud que haría la sacerdotisa. Él no tendría problema en ayudar, siempre y cuando el tema no se tratara de profesar la fe y religiosidades por el estilo, en todo eso si que se sentía como un pez fuera del agua.
¡Oh gracias! Hacéis bien en traerle, pero nosotros cobramos por curar las heridas a los caidos. No podemos mantenernos de las donaciones de los devotos. Ya no. Necesitamos un aporte económico de aquellos a los que sanamos.
Por estabilizar a un herido cobramos 1 po, por una curación meno 5 po y por una curación leve 10 po.
Siento que hayamos subido las tarifas, pero necesitamos costearnos el mantenimiento del lugar.
Vuestras palabras os honran, amigos, mi nombre es Lyra, Lyra Ivessa y soy la suma sacerdotisa de esta catedral. Antaño esta era la primera fe, casi la única que practicaban todos los miembros de esta ciudad. Pero ahora parece que los fieles han decidido tomar otros caminos y muchos se han marchado a la fe del dios Kord.
Aunque... por unos momentos Lyra se queda callada y no dice absolutamente nada, se queda mirando a la cúpula y una leve luz parece iluminar su mirada, solo por un instante, como si se hubiese dado cuenta de algo.
Aunque no creo que sea todo culpa de Néstor, el sumo sacerdote de Kord, creo que la verdad está en que muchos de mis seguidores están siendo convertidos por alguna fe rival. He oído rumores de que se esconden bajo la tapadera de algún local. No tengo ni idea de por dónde buscar a este nuevo culto, y no creo que atosigar a la gente que ha dejado mi rebaño sea la mejor opción, ya que sino, seguro que no volverán.
No puedo daros más pistas. Es todo lo que sé. Así que si lograis enteraros de algo, os lo agradecería.
Haced un breve resumen de lo que os queda. Sé que Aire aún tiene cosas. ¿Pero los demás?
Amber y Russell ya lo pusieron, pero os recuerdo que si escapasteis del derrumbe fue porque solo cogisteis un objeto de los que teníais.
El semigigante se levantó un tanto malhumorado por la falta de horas de sueño, pero pronto se le pasó el enfado al ver un periódico que anunciaba un torneo, una buena oportunidad para mostrar su valor ante ojos expertos o de buscar un compañero del que aprender, no tuvo mucho tiempo antes de que la sacerdotisa lo reclamara junto al resto del grupo de la Cabra de Mimbre.
Recogió su espadón, la única posesión que le quedaba, y se reunió junto al resto del grupo en la entrada a la catedral, si bien la mayoría estaban medio desnudos, Graak tan solo poseía un taparrabos que mantuviera su intimidad, una vieja costumbre que conservaba de las tribus bárbaras.
Tras escuchar la petición de la sacerdotisa se le ocurrió una manera de librarse del trabajo, ya que nunca había sido demasiado religioso y por ello no estaba todo lo agradecido que debiera. Bien, yo iré al torneo, me inscribiré para no levantar sospechas y si me enteró de algo te lo comunicaré.
Sin esperar una respuesta puso rumbo hacia el lugar donde se disputaría el torneo.
Aire asentía a las palabras de Lyra. Le parecía bien devolverla el favor de aquella manera.
Muy bien, muy bien, todo muy razonable. Yo tengo una idea de dónde ir, y mi pequeño y querido Aristóteles me acompañará, ¿verdad que sí? dijo mientras acariciaba a su sapo
Iremos al Cuervo de Plata, que al parecer se oyen ruidos extraños. ¡Seguro que allí está la clave!
Ialdabode frunció el ceño ante las tarifas de los clérigos.
Antes de pagar nada, necesito que le examine. No se si está herido o simplemente desmayado
Zarus solo cogió su arco y flechas, pero lo que fue el anillo y el dinero que llevaba nunca supuse que se lo quitara de encima, bueno al menos no el anillo que lo lleva en el bolsillo desde que el y Layla desistieron de buscar donde venderlo.
Ok pero solo tienes, oro, anillo y arco y flechas, nada más y tu ropa
- Pues parece que lleva usted razón, no necesita de nuestros cuidados. Quizá solo un poco de descanso, parece que se ha desmayado de agotamiento. Aunque su cuerpo está muy caliente, parece como si tuviera algún tipo de quemadura... ¿Qué ha sucedido... joven?
Al decir "joven" sonó un poco de manera extraña como si te estuviera examinando y viendo que clase de criatura eres...
Sigo intentando hablar con Layla, pero en cuanto ha podido se ha dedicado a otras cosas... así es imposible... (suspiro)
Intissar vuelve a coger la mano de Layla, esperando que esta le atienda durante unos segundos. Cuando la joven le mira, siente que algo en ella parece haber cambiado.
-Hermana mía, tenemos una misión importante que terminar y no me detendré hasta haber vengado a madre o padre. Yo me voy ya a ello. Tú decides si vienes o no.
Las palabras de Intissar suenan duras, pero porque siente como que Layla ha pasado página. Quizás por ser tan joven no recuerde gran cosa, quizás haya superado el dolor. Yo... yo no puedo. La cara de Intissar muestra una gran tristeza.
Sonrió al ver que le llamaban joven. Era una de las primeras veces que no le llamaban deforme o cosas semejantes.
Este hombre es el dueño de El Salón de Rarezas. No sabemos muy bien por qué, pero de pronto el sitio comenzó a arder. Pero no era un fuego normal, era mágico.
Y nuestros poderes no podían hacer nada contra ello. Él no quería salir sin salvar sus objetos... Hasta que se desmayo y pudimos traerle.
¿Entonces sólo necesita descanso? Creo que a mi también me gustaría descansar
Miré al resto, el gran hombre se había marchado al torneo y Aire había desaparecido hacia el Cuervo de Plata. ¿Qué haríamos nosotros? Yo aún seguía con mis problemas memorísticos, pero no había olvidado nada desde que llegara a la ciudad. Eso era bueno.
-Estamos medio desnudos- no se me olvidaba aquel detalle,- pero seguro que podemos hacer algo- miré a Amber y asentí. Luego miré al resto, que parecía ensimismado en sus cosas- Necesitamos parecer respetables, al menos estar vestidos. Después podríamos ir a hablar con Néstor y quizás visitar un par de posadas. Ese Cuervo de Plata que dijo Aire no es un mal lugar para empezar, después de todo...- empecé a pensar dónde comprar ropa y entonces caí en la cuenta.- Necesitamos dinero...
-Es cierto.-Digo al escuchar las palabras del joven.-Por mi parte, como ya he dicho, solo poseo esta espada, este escudo y las ropas que uso para dormir y que ahora están hechas jirones. Si queremos salir de aquí, lo primero, si fuera posible sería conseguir unos ropajes que al menos estén enteros.
Por otro lado, cada uno de nosotros parece tener asuntos en la ciudad por su propia cuenta. ¿Prefieren separarse y ocuparse cada uno de los suyos o creen que será mejor si vamos juntos?
-Entonces si lo que necesitáis es tan solo descanso lo mejor que podéis hacer es buscar una posada donde acostarle y dejarle descansar. Lo mismo puedes hacer tú. Esto es una catedral y aquí solo tenemos camas para los heridos de gravedad. Además de que tampoco tenemos demasiado espacio. Espero que se mejore pronto y si ves que no se despierta entonces traenoslo para ver si podemos hacer algo. Quizá Lyra, la suma sacerdotisa de la catedral pueda hacer algo por él.
Pues dinero no tengo, así que, a no ser que este hombre tenga casa y usted conozca su paradero, dormiremos a la intemperie
Que los demonios te lleven a tí y a esta catedral por echarnos de ella sin miramientos
"Ire en busca de la Suma Sacerdotiza Lyra. Quizas explicandole la situación nos pueda ayudar mucho mejor. Yo creo en la buena voluntad de los seguidores del Radiante Pelor" comenta el gnomo con seguridad y se va a caminar respetuosamente por la catedral. Antes de eso ve una llegada de nuevos "heroes "nuevos llegados? quizas ellos podrian ayudarnos tambien en un futuro cercano!"
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+2)=8
Claro que voy contigo... le dije dolida por su actitud... puede que no te haya visto en años pero eso no te da derecho a desconfiar de mi o pensar que no haré nada por limpiar mi nombre....
Miro a la sacerdotisa y le digo: Espero traerle noticias nuevas... si en mi camino tengo noticias... no se preocupes que haré lo que este en mi mano por que lleguen a sus oidos...
Me giro hacía Zarus y le digo: ¿Qué harás ahora?... Mi hermano y yo tenemos una empresa aún pendiente en esta ciudad... además de la que nos acaba de impetar la sacerdotisa.... ¿Vendrías con nosotros?