Partida Rol por web

Así es mi señor Timertikos, como lo ha escuchado, la druida Liria Tolivar de la Isla del Roble ha terminado con la amenaza, pero hemos sido varios mas los que luchamos contra la Rana, entre ellos Lictea, Lomenar, Kranjstar, Zarus, una enena, de la que no se su nombre, otro hechicero y creo que otra chica estaban ahí cuando yo llegue pero ademas me parece que hubo algunos muertos que quedaron enterrados y Argot el mediano que fue devorado vivo - le corroboro al alcalde y le hizo una reverencia en señal de saludo y respeto - Le agradezco mucho y espero que se tomen las medidas necesarias para evitar que esa enfermedad se propague... - paresia que iba a decir algo mas pero se detuvo y no dijo mas.

Luego fue junto a Lyra para saludarle y hablarle en privado

Creo que ya has escuchado todo - le dijo a lyra - quería pedirte dos favores, me he quedado sin plata, mi ultima moneda me la han robado y no he comido el día de hoy, solo necesito que me ayudes de alguna forma para tener una cena sencilla y un lugar donde dormir hoy, mañana después de hablar con Zarus buscare un trabajo y cuando tenga dinero hare una donación a la catedral, me da mucha pena, pero no tengo a quien acudir - le dijo con algo de vergüenza pero con sinceridad, su situación era critica y el alcalde no le daba confianza para pedirle tales cosas.

Elianne saludó al alcalde con otra inclinación de cabeza y una expresión neutra en el rostro, pero luego desvió la mirada al suelo y se quedó sin decir nada. Seguía avergonzada, y un tanto enojada, por el cruce que había tenido hoy con él. Además le preocupaba cómo iban a volver a la posada, cada tanto miraba a la ventana y un relampago iluminaba el cielo. Dudaba que la tormenta fuera a amainar, dormir aquí habiendo pagado una posada le dolía terriblemente y por muy cómodas que fueran las camas del Bote del Lagarto, acostarse empapada era una idea poco atractiva.

Bien susurró Aire ante las palabras de Timertikos por el buen trabajo que había hecho. Dio un beso a Aristóteles y se quedó al lado del alcalde. Era una de sus consejeras, así que su deber era estar a su lado.

Esperó a que todos terminaran sus palabras. Cuando la gente se presentaba, ella inclinaba la cabeza, como si fuera una dama de alta alcurnia. Tenía las manos ocupadas con su sapo, si no las hubiera entrelazado entre ellas y se hubiera quedado a la espera de que terminara la conversación.

Señor Timertikos, ¿vería muy mal que me alojara en su casa? con todo el atrevimiento del mundo, Aire lanzó la pregunta mientras inclinaba la cabeza ya sabe que un mago me busca para darme muerte, y no habrá sito más seguro en la ciudad que su hogar

Erolin miró con sorpresa a Aramis que parecía ofrecerse para algo que no terminaba de comprender. ¿Había dicho diplomático? Estaba muy cansado y había tenido un día muy largo como para que lo abordaran de esa manera. Lo siento, dijo mirando al hombre que se había presentado. Pero no atiendo a nadie, ni fuera de hora, ni tan tarde, ni tampoco sin cita previa. Dijo en cierto grado molesto. En cualquier caso, me sobran hombres, muchas gracias. No necesito diplomáticos. Muchas gracias.

Luego escuchó el monólogo de Kranjstar y con una mano trató de no dar importancia a sus palabras. Ya.. ya.. ya. Dijo algo molesto por lo cansado que se encontraba. Ayude a Lyra entones. Últimamente tiene mucho trabajo y se siente desbordada.  Después Lomenar tuvo dudas sobre la capilla de Obad-Hai. Confiemos en que Ferrin vuelva. De lo contrario, la capilla quedará abandonada, a no ser que haya algún clérigo o sacerdote que quiera hacerse cargo de ella. Era su capilla y llevaba años mantiniéndola. No había elegido a nadie para que la heredase.

Entonces miró a Aire, creo que ya no hay amenaza, así que puedes volver a tocar la campana con este ritmo, dijo indicándole otra melodía diferente para que la gente supiera que ya había finalizado el toque de queda, luego se corrigió así mismo, bueno, igualmente es muy tarde, y es mejor que la gente no salga ya por la noche. Que se queden a dormir donde estén y listo. Dijo asintiendo. Milkahá, dijo tras escuchar el relato de la aventura de la muchacha, mañana en cuanto amanezca veniros a primera hora a mi casa, decidle a mi ayudante que tenéis cita conmigo, y os daré una recompensa a todos los que se enfrentaron a la rana, creo que es lo justo. Y también siento las pérdidas que me comentas. Aunque estoy muy cansado y no termino de entender lo de los enterrados en vida. Mejor me lo explicas mañana. Por último asintió ante las palabras de Aire. Está bien, pero, solo por esta noche. Le dijo a Aire. Y después se marchó de la catedral cansado y en dirección a su mansión.

Claro, dijo Lyra a Mikahá, has trabajado mucho por esta ciudad, has ayudado mucho a averiguar cosas sobre esa terrible enfermedad que asola Tormentos Cristalinos y encima parece que has logrado encontrarle un remedio. Es lo más justo. Toma esto también, creo que es algo que te mereces. Dijo sacando un botecito de su cinto y entregándoselo a Milkahá. Es una poción para sanar tus heridas.

Cuando Erolin se fue, Elianne se le susurró a Aramis en el oido—Te dije que no era un buen tipo.
La joven seguía mirando el cielo con desconfianza, pero el deseo de irse era más fuerte que el de no mojarse. Además sentía que ya no tenía nada que hacer ahí, y la lluvia hacía que no tuviera gana de recorrer las calles más de lo necesario. Se ajustó la capa, se puso la capucha y miró a la entrada —Me voy a la posada ¿Vienes?

Quedé atónito ante la respuesta del alcalde, definitivamente era un hombre al menos tosco. Así como apareció se fue, y nos dejó a todos allí, dentro de la catedral en medio de una tormenta.

Tormentos Cristalinos era una ciudad fronteriza con no pocos problemas, de los cuales la mayoría se resolvía por la fuerza, sin embargo, esto no significaba que no necesitase negociar con alguien: ya sea entre gremios, con pueblos vecinos o incluso con grupos organizados que merodeen las cercanías.

Me gustaría saber cual sería el plan de contingencia del Alcalde el día que sus hombres sean superados en número y su fuerza no sea suficiente para detener al enemigo.

En fin, poco se podía hacer ya. Tocaba continuar adelante.

-Vamos, si -respondí a Elianne, algo alicaído-. Ha sido un gusto conocerlos a todos -saludé a los presentes-, espero nos encontremos por ahí.

Muchas gracias mi señor Timertikos, mañana le buscaremos en su casa - le dijo al alcalde y se despidió con una reverencia antes de ir con Lyra.

Mil gracias mi señora Lyra - le dijo a la Suma sacerdotisa y se quedo a su lado esperando a que le indicara a donde dirigirse para cenar y tener un lugar donde pasar la noche, el día había estado muy atareado y se sentía cansada y hambrienta. Al día siguiente se tendría que ver con todos para ir a por su recompensa y tendría que buscar un trabajo para poder mantener su estancia en Tormentos Cristalinos.

Después de que partió el alcalde hablo con Kranjstar y Lomenar

Mañana nos veremos aquí en la catedral para ir juntos con el alcalde por la recompensa que nos a prometido si ven a los demás que estuvieron en la batalla por favor denles aviso para que nadie se quede sin su parte, con su permiso y muchas gracias por su ayuda, yo me quedare a descansar aquí - les hizo una reverencia a modo de despedida. Luego se dirigió a Aramis, Elianne y Aire - Mucho gusto en conocerles, nos estaremos viendo por aquí, gracias - se despidió de ellos.

Afuera llovía y hacía un tiempo de mil demonios. Lictea ya se había retirado a dormir, pero Alatia estaba despejada después de haber descansado lo suficiente. las noches en las calles son peligrosas así que decidió que lo mejor era quedarse y aguardar el nuevo día.

- Se ha hecho muy tarde, por lo que me quedaré por aquí. - Respondió a Milkahá - Nos veremos mañana. - Inmediatamente cambió su conversación a Lyra - Gracias por habernos permitido descansar, si lo desea puedo ayudarla con cualquier cosa que necesite.

Aire estaba encantada con volver a tocar las campanas, pero se tuvo que contener cuando el alcalde se corrigió a si mismo. Puso morritos, pero se alegró cuando pensó que al día siguiente podría ir a tocar la campana de nuevo para dar la buena nueva a toda la ciudad. Qué importante se sentía

¡Muchas gracias, señor alcalde! Mañana vendré a primera hora para tocar la campana, para que todo el mundo sepa que el peligro ha pasado.

Aire siguió al señor alcalde a su casa. Al menos podría descansar una noche sin sentir el peligro en su espalda

Kranjstar no esperaba una actitud tan cortante de quien dirigía la ciudad, sencillamente se sintió incomodo ante el trato del alcalde; claro que entendía que había sido un día de mucho estrés para él, pero hubiese bastado con que hubiese sido un tando mas amable al explicar su falta de disponibilidad. Entonces se habló sobre el tema de una recompensa y aunque el clérigo seguía gozando de principios altruistas, sabia que si quería ayudar a otros, le haría falta algunas monedas para por lo menos tener que comer.

El alcalde finalmente se fue, dejando el tema de la recompensa a cargo de Milkahá. Ella propuso avisar a todos los que participaron en la batalla y Kranjstar asintió Creo que podemos salir a primera hora y avisar a todos los que están por fuera. Si la memoria no me falla, los que salieron del subterráneo, se dirigieron hacia el Bote del Lagarto, esperemos que no hayan cambiado su curso. responde como conclusión En algo podemos ayudar? preguntó luego a la sacerdotisa. Kranjstar no tenía otro lugar a donde ir, así que esperaba que su magia pudiera ser de utilidad, con una tormenta como esta, cualquier cosa podía pasar.

Lyra Ivessa negó con la cabeza. Es tarde y yo voy a marcharme a dormir. Le dijo a Kranjstar y a Lomenar. Quizá podríais avisarme en caso de que alguien viniera, pero con la que está cayendo, imagino que preferirán dejarlo para mañana. Por el momento no hay nada que podáis hacer por mi. 

Mañana por la mañana, en cuanto Pelor se asome entre los edificios, podremos hablar más tranquilamente y ver qué podemos hacer para enfocar el nuevo día. Muchas gracias. Dijo acompañando a Milkahá a dormir.

Lomenar se despidió de Lyra y le deseó un feliz descanso.

Ya que no tenía sueño decidió quedar de guardia por si, como había dicho su anfitriona, alguien llegaba en medio de la noche para buscar refugio.

El clérigo sin saber que hacer luego de escuchar la respuesta de la sacerdotisa. Aún con energía para seguir despierto, decidió en un primer momento rezar a su deidad para que le concediera de su poder y estar preparado para el siguiente día Si quieres puedes ir a descansar y te despertaré luego, para que tomes mi lugar. Con esta tormenta no se sabe que cosas puedan pasar.

También se quedó pensando en las palabras del alcalde. Dijo algo sobre que un clérigo podía tomar el lugar del druida que habitaba ahí. Y si fuéramos nosotros quienes nos encargáramos del tempo? Pero eso demandaría de dedicarnos por completo a ello. No tendríamos oportunidad de hacer otra cosa o si? Puedo pedir a mi orden el permiso para ser el sacerdote de ese templo y con la autorización del alcalde, ya bastaría. dice tratando de unir varias ideas sueltas. Lo que no se podía permitir es que el templo cerrara o callera en decadencia.

A Lomenar le gustaba la idea de poder llevar un sitio como La Capilla de Obad-Hai pero también era consciente que era una recién llegada y que Ferrin estaba desaparecido. Por otra parte, era un espíritu libre y eso de encadenarse a un sitio fijo le costaría bastante. La capilla era un remanso de naturaleza dentro de la ciudad pero era parte de la ciudad, no era la naturaleza salvaje a la que ella estaba acostumbrada.

- No se... ¿estás dispuesto a fijar tu residencia en la Capilla? Atender la Capilla tendrá muchas obligaciones y yo aún quiero buscar a mi padre... - dudaba, pero la idea le gustaba aunque fuera por un tiempo.

Tienes razón. Supone demasiada responsabilidad. responde finalmente. Bueno. Como ya te había dicho. Si quieres ves a descansar. Yo me quedaré despierto un tanto mas.