Partida Rol por web

-No creo que lo hicieran gratis y os recuerdo que tenemos prisa por llegar a tiempo a la reunión de Tyvis. No podemos perderlo en algo que quizás no nos sirva para nada. Otra cosa es que nos pille alguno de camino...

- Pues demos un rodeo, vamos a la Catedral de Pelor*, y les lloramos un poco para que te traten. dice golpeando amistosamente el hombro de Sanya.- Y después, donde tenemos que ir señor Tyvis?

Hemos quedado con Ned Cimbreros en su posada, El Lenguado Macerado. ¿No lo recuerdan? Preguntó de forma retórica a sus escoltas que no comprendía como en unas pocas horas ya se habían olvidado del objetivo de su misión. Aunque aún hay algo de tiempo por si queréis ir a sanar a vuestra amiga. No podéis ser de mucha ayuda si estais heridos...

-Si quereis, adelantaos vosotros hacia el Lenguado. Yo pasare por el templo, a ver que se puede hacer. Tampoco es que tenga tantas ganas de ver a Cimberos.

-Sanya, creo que te voy a acompañar, no creo que Cimbreros tenga muchas ganas de verme con vosotros, ya sabes, por el "incidente" que tuve... ya ves tú, decía que no le había dado los buenos días y si lo había hecho... 

- De acuerdo, entonces los demás nos adelantaremos con Tyvis, si os parece bien - comento a Sanya y Tinkle. - Podemos seguir con el plan que dijimos en un principio. Riku, con su aspecto civil puede permanecer al lado de Tyvis sin levantar sospechas, mientras Heian y yo vigilamos algo más apartados. Os esperaremos en la posada del señor Cimbreros.

- Me parece bien. Que Sanya vaya a ver si la pueden curar acompañada por Tinkle, mientras que Riku, Duncan y yo vamos a la taberna. Después observo a la enana y le digo.
- Compañera, no pondré en riesgo tu vida por un par de monedas de oro, no vale la pena. Ve a curarte y nos vemos en la posada de Cimbreros.

A regañadientes, Sanya acepta y, junto con el gnomo, se dirigen hacia el templo de Pelor.

- Venga venga Sanya, verás como conseguimos su ayuda.- dice sonriendo Tinkle, echando a andar hacia al catedral de Pelor

- Los esperamos en la posada. Que tengan mucha suerte y vuelvan pronto, pues los vamos a necesitar seguramente. Heian observo partir a sus dos compañeros marcharse en otra dirección mientras que con el resto del grupo se dirigían a El lenguado Macerado.

La carrera me había dejado sin aliento, pero en cualquier caso no tenía objeción alguna al procedimiento a seguir. Únicamente que a partir de ahora tendríamos que sospechar de casi todos los ciudadanos de Tormentos, lo cual no resultaba agradable.

- Hasta luego.

Intenté sonreir al despedirme de Sanya y Tinkle, sin embargo la posibilidad en de la ciudad hubiera tantos enemigos ocultos, aparte de sospechar de cada hombre lagarto con el que nos cruzasemos, no hacía que me sintiera relajada.

Llegais hasta el muro de entrada donde podéis ver a los guardias que mantienen las puertas cerradas impidiendo el paso a los recién llegados. Estabas esperando dentro de la ciudad, pero necesitabas pedirle a los guardias que te abrieran la puerta o bien esperar a que se la abrieran a los recién llegados.

Era tarde ya para cuando el orco llegó a la entrada del este de la ciudad. Observo con sorpresa las fortificaciones del lugar, sus torres y sus murallas. Eran algo fascinante para un fanático de la guerra como él.

Cuando el guardia de la entrada le detuvo, tuvo que resistir no atacarle allí mismo. ¿Cómo se atrevía aquel humano a cobrarle para entrar? Si fuera en otra situación, estaría con sus hermanos de batalla, asesinándolos a todos, saqueando sus riquezas y tomando sus mujeres. Sin embargo, esa no era la situación y los pocos que habían sobrevivido de sus hermanos de clan se habían dispersado como perros.

Debía aceptar las reglas de la ciudad por ahora si deseaba ingresar a ella. Clavó su mirada en el guardia, no le dedicó una sonrisa como haría cualquier otro porque él no era esa clase de individuo, simplemente se dispuso a buscar en su bolsa, sacó unas monedas para pagarle y las colocó en la mano del guardia.

En ese caso, ten. Ahora te haré una pregunta. Necesito trabajo y me interesa unirme a la guardia de la ciudad. ¿Sabes si se buscan nuevos reclutas? Sí se requieren ¿Cuáles son los requerimientos y donde debo ir a anotarme? Busco un trabajo donde pueda poner en uso mis habilidades y considero que la guardia sería un buen lugar.

Llegamos caminando a una de las puertas de la ciudad. Extrañado, miro a un lado y a otro no entendiendo muy bien que está pasando. Miro a mis nuevos compañeros manteniendo la compostura.
-Pensé que antes de irnos de la ciudad íbamos a comprar unas antorchas. ¿Hay algún mercader en esta zona?
Vuelvo a mirar a un lado y a otro. Buscando algún tipo de mercader.

Demasiado tarde para urdir alguna trama, a simple vista será dificil engañar a los guardias.

- Aquí tiene - dice, sacando 5c de su bolsillo para darselos al guardia.

¿Sabe si en los Recados continúan dando trabajos?

- Pues no parece que haya ninguno por aquí. - dice sopesando la situación.- Yo por la noche no tengo problemas de todas formas, pero bueno, siempre podemos encender un fuego si nos quedamos tirados.

El explorador estaba en desventaja con respecto a algunos de sus compañeros. Pero en este momento no podían perder tiempo y debían llegar cuanto antes a ver al Sr. Mezzia.
Antes de salir observa las murallas de la ciudad y se dirige a la guardia.
- Disculpe mi buen señor, sera posible que nos permita tomar una antorcha de su muro. Es que debemos salir con urgencia y se avecina la noche.
Una vez escuchada la respuesta del guardia, Heian se dirige a sus compañeros.
- Continuamos con nuestro encargo.

-Yo tambien puedo ver en la oscuridad -dijo la enana.