Partida Rol por web

Ante vosotros se alzan una muralla de piedra, fabricada con grandes bloques de caliza. La muralla es enorme comparada con el tamaño de la ciudad.

La muralla tiene varias torres que protegen aún más la zona de los posibles ataques.

Finalmente vuestros caminos se juntan en la entrada de la ciudad. Un puerta de 18 metros de alto con forma de una gran "H", una pasarela sobre la carretera flanqueada por dos torres. Una gran puerta de hierro está cerrada para controlar el acceso a la ciudad por las noches, pero durante el día permanecen abiertas.

Al llegar justo a la entrada os encontráis con dos centinelas que montan guardia en la puerta. Uno de ellos con una pose rígida y estricta da un paso al frente y os dice.

- Buenas tardes, señores.  Soy la encargada de la entrada de Tormentos Cristalinos, si sois residentes mostradme vuestra tarjeta. Sino es necesario que me paguéis la tasa de entrada. Tan solo son 5 pc por cabeza.

Os dice mientras saca un saquillo de su bolsillo y extiende la otra mano

Barrabás enseña su targeta de identificación de Tormentos. - Hace tiempo barco de orcos Venganza llegar a puerto Tormentos. ¿Seguir en puerto? - Preguntó al guardia mientras examinaba la tarjeta del orco. 

Después se giró a Erik - Si nosotros buscar paladín, buscar en templo. Yo oír que Parque de la Rana sitio de aventureros

Erik pagó la tasa de entrada y afirmó a las palabras de Barrabás.

-Perfecto compañero, vayamos al templo más cercano. De camino a ese Parque de la Rana que comentas, creo que hay un templo donde podemos preguntar. No está de más buscar en todos sitios, verdad?

Y acto seguido, iniciaron el camino hacia el templo de Boccob, esperando tener suerte en su búsqueda.

Barrabás esperó por si el guardia hacía memoria o no recordaba nada de lo que hablaba, y siguió a Erik - ¿Templo de Boccob templo de paladin? Donde paladín, haber buen mago que cura.

Por el camino Barrabás fue buscando algún sitio donde pudiera vender alguna de las cosas que llevaba *

Yo antes mucho tesoro. Aventureros querer matar orco cuando orco ven

Llegais hasta el muro de entrada donde podéis ver a los guardias que mantienen las puertas cerradas impidiendo el paso a los recién llegados. Estabas esperando dentro de la ciudad, pero necesitabas pedirle a los guardias que te abrieran la puerta o bien esperar a que se la abrieran a los recién llegados.

Lars observó la tarjeta de Barrabás y le prohibió la entrada. No sé qué es esto, pero esto no es la tarjeta de Residencia. Le dijo extrañado. Me temo que tienes que pagar el diezmo de entrada como ha hecho tu compañero.  Le dijo mientras recogía sus monedas y a él sí que le dejaba pasar. No respondió a ninguna de sus preguntas, porque tampoco tenía muy claro si lo eran o no.

Barrabás solo se encogió de hombros y sacó una moneda de su bolsillo, una moneda de reluciente plata

Ante vosotros se alzan una muralla de piedra, fabricada con grandes bloques de caliza. La muralla es enorme comparada con el tamaño de la ciudad.

La muralla tiene varias torres que protegen aún más la zona de los posibles ataques.

Finalmente vuestros caminos se juntan en la entrada de la ciudad. Un puerta de 18 metros de alto con forma de una gran "H", una pasarela sobre la carretera flanqueada por dos torres. Una gran puerta de hierro está cerrada para controlar el acceso a la ciudad por las noches, pero durante el día permanecen abiertas.

Al llegar justo a la entrada os encontráis con dos centinelas que montan guardia en la puerta. Uno de ellos con una pose rígida y estricta da un paso al frente y os dice.

- Buenas tardes, señores.  Soy la encargada de la entrada de Tormentos Cristalinos, si sois residentes mostradme vuestra tarjeta. Sino es necesario que me paguéis la tasa de entrada. Tan solo son 5 pc por cabeza.

Os dice mientras saca un saquillo de su bolsillo y extiende la otra mano

Por fin había llegado a la ciudad. Tras un largo viaje, por fin había alcanzado su objetivo. Los rumores sobre las posibilidades que daba aquella ciudad para todo aquel que tuviera el valor de cogerlas, le había atraído hacia allí.

Unos guardas bloqueaban la entrada. Podría intentar buscar alguna otra entrada más gratis, pero el sol caía fuerte y no tenía ganas de perder más el tiempo.

Le tendió las monedas a la encargada de la entrada y le dirigió un movimiento de cabeza a modo de saludo. No tenía ganas de hablar en aquellos momentos y por lo general no malgastaba palabras inútiles. Lo primero era buscar un sitio donde hospedarse, lo segundo buscar el Gremio de Curtidores. Aquel rumor de tesoros era demasiado llamativo como para dejarlo pasar y aquel sería su objetivo.

Primero tenía que observar el lugar y después actuaría, pero de momento dejar el poco equipaje en una habitación que no fuera demasiado cara.

Estaba a punto de dejar atrás la puerta, cuando la evidencia le hizo dar un paso atrás hacia la encargada.

¿Me podrías indicar donde hay una posada barata para poder alquilar una habitación?

La posada más barata donde te puedes alejar... dijo pensando para después lanzar una breve sonrisa, supongo que será el Lenguado Macerado.

Hizo un gesto de agradecimiento y de despedida con la mano se dirgió hacia la posada que le había dicho el guarda. Seguramente no le costarían encontrarla entre las calles, pero teniendo el nombre ya le serviría.

Caminó por las calles, esquivando a gente sin observar demasiado sus caras. Mientrastanto iba mirando las casas para ver si, de casualidad, pasaba por delante de la casa del Gremio de Curtidores. Esa iba a ser su primer paso en su estancia en aquella ciudad.

Tras preguntar a algún lugareño la situación exacta de la posada, llegó a la puerta y entro

Otwin, no habia recibido respuesta del enano, así qué se marchó sin más, sin rumbo y sin un conocimiento previo de la ubicación del puente, estaba ofuscado y bastante molesto por esa clase de actitud asia el.

Había llegado a la puerta norte antes de darse cuenta, y vió a mocoso del grupo de guardias ahí, dando indicaciones a otro hombre. No le importó, se acercó para consultar.

-Oye tu, ¿dónde estar puente Brandon?

Trato de no ser demasiado brusco en su pregunta, incluso con lo bruto de su común.

Ante vosotros se alzan una muralla de piedra, fabricada con grandes bloques de caliza. La muralla es enorme comparada con el tamaño de la ciudad.

La muralla tiene varias torres que protegen aún más la zona de los posibles ataques.

Finalmente vuestros caminos se juntan en la entrada de la ciudad. Un puerta de 18 metros de alto con forma de una gran "H", una pasarela sobre la carretera flanqueada por dos torres. Una gran puerta de hierro está cerrada para controlar el acceso a la ciudad por las noches, pero durante el día permanecen abiertas.

Al llegar justo a la entrada os encontráis con dos centinelas que montan guardia en la puerta. Uno de ellos con una pose rígida y estricta da un paso al frente y os dice.

- Buenas tardes, señores.  Soy el encargado de la entrada de Tormentos Cristalinos, si sois residentes mostradme vuestra tarjeta. Sino es necesario que me paguéis la tasa de entrada. Tan solo son 5 pc por cabeza.

Os dice mientras saca un saquillo de su bolsillo y extiende la otra mano

Para ir a Puente Brandon solo necesitas seguir este camino. Dijo señalándolo. Y no desviarte por ninguno secundario. En apenas unas horas llegarás allí, te resultará muy fácil reconocerlo. Le contestó a Otwin.

Llegó caminando pesadamente a las puertas. Sí que es grande sí, espero poder hacer fortuna aquí.

El guerrero se acercó a la puerta, donde el guardia le habló. ¿Cinco monedas de Cobre? ¿Sólo por entrar? sí que voy a hacer fortuna a este paso, sí.

Parece que el guardia estaba hablando con otra persona, dado que tras dar las instrucciones y poner la mano para recoger sus 5 monedas le da unas explicaciones al tipo con aspecto de bárbaro

-Buenas tardes. Aquí tiene.- Le digo mientras abrió su menguante bolsa.-¿Podría decirme a dónde dirigirme para encontrar empleo? Mercenario, guardaespaldas, escudero,etc. Soy competente con la espada.

Miró atentamente al bárbaro que había en la puerta. Tal vez esté buscando lo mismo. Pensó Ed.

-Soy Ed-Le digo tendiéndole la mano-¿Tal vez buscas trabajo similar?

Odwin no tenia razón alguna para ser descortes con el hombre, por eso estrechó su mano, ya qué este no habia hecho nada y era la primera vez qué le veia, daba el aspecto a un mercenario, pero para el salvaje, todos los hombres de la ciudad tienen el mismo aspecto.

-Otwin-

Midió al hombre ante el, con ojos afilados qué eran capaces de encontrar la menor de las debilidades, y entendió qué el trabajo qué tenia qué hacer era para dos o más personas

-Si querer trabajo, tu buscar en Recados de tormentos cristalinos, pero si querer trabajo ya, venir conmigo, yo golpear ladrones en puente Brandon, Enano en Pezuña en la Boca dar comida y refugio dos dias-

Se detuvo un momento, y pensó si realmente queria hacer ese trabajo, necesitaba compañeros para luchar, y solo le iba a ser muy difícil.

-Pero si querer, buscar otro trabajo, yo acompañar, no tener nada mejor qué hacer después-

El motivo qué le impulsaba no era claro, pero sentia interes por este nuevo compañero, pese a lo osco de su lengua, pudo expresar se.

Vaya, aunque parece un poco bruto parece buena gente. Y ese brazo parece capaz. Creo que sería un buen aliado.  Pensó el guerrero mientras sopesa a sus opciones. 

-Te ayudaré con los ladrones si compartimos la recompensa. Tengo hambre. - añadió sonriendo y frotándose la Panza. Entonces se giró al guarda. 

-¿Me devuelve la monedas? Creo que aún no entraré. -Le dijo tendiendo la mano. 

-Solo apalear, no capturar ni matar, esas fueron condiciones dadas por enano-

El bárbaro esperó a qué el muchaco le devolviera las monedas a su compañero, tal vez con su ayuda el trabajo sera bien hecho, y tendrían comida y un techo bajo el cual dormir.

-Vamos, tener trabajo qué hacer-

Ante vosotros se alzan una muralla de piedra, fabricada con grandes bloques de caliza. La muralla es enorme comparada con el tamaño de la ciudad.

La muralla tiene varias torres que protegen aún más la zona de los posibles ataques.

Finalmente vuestros caminos se juntan en la entrada de la ciudad. Un puerta de 18 metros de alto con forma de una gran "H", una pasarela sobre la carretera flanqueada por dos torres. Una gran puerta de hierro está cerrada para controlar el acceso a la ciudad por las noches, pero durante el día permanecen abiertas.

Al llegar justo a la entrada os encontráis con dos centinelas que montan guardia en la puerta. Uno de ellos con una pose rígida y estricta da un paso al frente y os dice.

- Buenas tardes, señores.  Soy la encargada de la entrada de Tormentos Cristalinos, si sois residentes mostradme vuestra tarjeta. Sino es necesario que me paguéis la tasa de entrada. Tan solo son 5 pc por cabeza.

Os dice mientras saca un saquillo de su bolsillo y extiende la otra mano

Observé las grandes murallas con sorpresa, puesto que era una ciudad muy bien defendida. Rebusqué entre mis ropas, lo poco y nada que me quedaba, y sacando de mi bolsa, el dinero que me pedían, le pagué al guardia. Mirándolo, le pregunté;

-Disculpa, ¿Donde se puede encontrar trabajo para un guerrero en esta ciudad? Creo que el consejo de un guardia, que sabe lo que ocurre en esta ciudad podría ser el mejor que podría tener, y si me ayudas, te lo agradecería. -Dije, con una sonrisa, entregándole las monedas en la mano.