Aún Cólera era joven para decirle que la avaricia rompe el saco. Además para ello primero había que tener un saco.
- Puedes meterlo aquí.- Le dijo con inusitada ternura a la cría de dragón, señalando su zurrón, ya prácticamente convertido en un nido lleno de trozos de huesos y fluidos reptilianos. Lo poco que sabía de los dragones es que guardaban sus tesoros en lugares profundos e inaccesibles. Cólera todavía era demasiado joven.
Aquella pequeña habitación tenía una puerta que decidieron cruzar para ver a dónde daba. Allí se encontraron con que habían llegado a la sala común, donde el día anterior habían visto a unas pequeñas crías salir corriendo. El lugar estaba repleto de camas, pero había dado de nuevo a una estancia que ya habían visitado.
Ya habían explorado toda la cueva a excepción del pasillo que había después de la capilla y la habitación donde habían librado el último encuentro del cuál no habían salido victoriosos. Esa habitación estaba mucho más cerca que el pasillo, pero el trasgo que vivía ahí no había resultado un enemigo fácil de abatir, y más si le había ayudado el mago que habían derrotado el día anterior.
Filos parecía más decidido al llegar allí.
-No sé vosotros pero yo me siento como que esa habitación me debe algo. Yo digo que sigamos por ahí.
Cambio de imagen aprovechando la subida de nivel, que ya me cansaba la otra.
A Huesos le parecía bien. Debían inspeccionarlo todo para no llevarse sorpresas.
- Caminemos con cuidado, no vayamos a tropezar dos veces con la misma piedra.
Pues a la habitación
Cólera escuchó lo que se le ofrecía y tardó algo de tiempo en procesarlo, como si el mover su montículo de tesoro sobre el suelo a la bolsa fuese un concepto completamente ajeno a su realidad en lugar de algo tan común como las piedrecitas, huesos y trozos de carne que ya había metido allí.
Empezó con unas pocas monedas, las que cupieron en sus pequeñas fauces. Unos pocos pasos y se volteaba a mirar si alguien había tocado su tesoro con genuina rabia en la mirada. Cuando llegó a la bolsa escupió las monedas y corrió alocadamente de vuelta a su montículo para abrazarse a él como si llevase años extrañándolo.
El proceso no se hizo más tranquilo, sólo más rápido, en especial una vez hubo más riquezas en la bolsa que en el suelo.
- Míooo... ¡Foraforafora! - le bufó en señal de desquiciado egoísmo y paranoia a Huesos - Veteyá, volzamía, fora.
Se deja llevar a la habitación, pero con mal genio
-Espero que ese tipo no nos tenga más sorpresas guardadas...-dijo Cástor, aunque no se opuso en ningún momento a que visitaran aquel lugar. Estaba más cerca y, además, era probablemente una de las últimas amenazas que quedaban para la paz de Acantilado Verde, así que más valía ocuparse de que no hiciera daño a nadie más.
-Cólera, nadie te va a robar. No te dejes cegar por el oro...
El grupo de aventureros descendió las escaleras que daban a la habitación preparados para el combate contra el gran trasgo que ayer estaba en esa habitación. Pocos peldaños más abajo descubrió que la cama estaba deshecha, pero que en la sala no había nadie.
No lejos de allí también había un escritorio y al fondo una puerta de doble hoja.
Filos se acercó al escritorio para registrarlo. Con suerte ecnontraría algo de valor. En caso contrario, habría que continuar por la puerta de doble hoja.
-Si teneis buen oido, pegad la oreja a esas puertas -susurró.
Tirada oculta
Motivo: buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+3)=11 [8]
Con un correteo todo lo sigiloso que pudo la fierecilla se aproximó a la puerta y pegó la oreja contra ella.
El hocico torcido y los ojos puestos sobre la bolsa que contenía su tesoro, no se podía quitar del corazón aquella fortuna que ahora era suya y sobre la que descansaría todos los días, amasaría más y devoraría a quien tratase de arrebatársela.
Las palabras de Cástor, sin embargo, le tañían en la cabeza - otro mensaje que no tenía sentido y que trataba de procesar.
Motivo: Moverse sigilosamente hasta la puerta
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+7)=13 [6]
Tirada oculta
Motivo: Escuchar con la oreja pegada
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+2)=17 [15]
Huesos se quedó a al espera de que Filos registrara el escritorio. Acompañó a Cólera, dejando una distancia prudencial, para ver si escuchaba algo.
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+4)=15 [11]
El clérigo no consideraba tener un oído especialmente agudo, así que prefirió no pegarse también. Lo único que haría sería estorbar y ocupar un espacio que, seguramente, estaría mejor en manos de otros de sus compañeros. Seguramente el trasgo no debía andar lejos, y más valía estar listo.
Cólera pegó el oído detrás de la puerta, en el interior había bastante murmullo y aunque no entendía nada de lo que decían, se atrevería a decir que el idioma en el que hablaban le resultaba extrañamente familiar.
Ramase escuchó detrás de la puerta y comprendió que tras ella había varios individuos hablando. El problema era que no lograba a comprender el idioma que estaban usando.
Filos no encontró nada útil en el escritorio.
Filos negó con la cabeza.
-Nada. Será la puerta entonces, supongo. ¿Habeis escuchado algo al otro lado?
Cólera dio pasitos para atrás, sin perder de vista la puerta, para luego girarse y corretear sigilosamente hasta donde hubiese una buena distancia entre ellos y la habitación colindante. Meneaba el rabo y la cabeza le daba vaivenes, visiblemente molesta.
- Haimurmurmuros, nulontendo pirumizuenanzí - les confesó a los demás, por primera vez desde su eclosión hablando bajito - Tazgoblins uotrazcusas zí, zejuro.
Dicho esto devolvió la miraba a la puerta, si su jauría iba a entrar ella estaba lista para desgarrar carne y verter vísceras, así que se relamió de anticipación.
Tirada oculta
Motivo: Moverse sigilosamente desde la puerta
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+7)=12 [5]
Huesos habló para traducir a su cría de dragón.
- Tras la puerta hay varios individuos hablando, pero no entiendo el idioma.- Estaba seguro de que habría jaleo. Se separó de la puerta para dejar hacer a los que creyeran que podrían derribar la puerta. El mientras tanto podía, desde la distancia, conjurar alguna ayuda.- Filos acércate.-La fría y huesuda mano de Huesos se posó en el hombro del filo del ocaso inyectándole una fuerza demoníaca.
Me separo de la puerta para conjurar con facilidad.
Lanzo fuerza de toro a Filos.
Fuerza de toro en Filos (+4 FUE)
- Os dejo seguir roleando -
Filos sacó el hacha y, antes de entrar, le lanzó un conjuro. El hacha comenzó a despedir luz y se volvió mágica. Después se preparó y dijo:
- Tal y como entre intentaré dormir a unos cuantos. Apoyadme si podeis e id a por los que queden en pie. Si puede ser, ataquemos todos al mismo objetivo.
Casteo "arma mágica"
Por mi, entramos e intentamos pillarlos por sorpresa.
Pues allí estaban. Si eran enemigos, inocentes o un poco de cada, era algo que no podían saber... Pero desde luego, no podían irse de allí sin acabar el trabajo. Aferrando con fuerza la maza, el clérigo asintió, preparado para intervenir cuando el resto lo estuvieran.
Adelante entonces.