Partida Rol por web

Ialdabode se había quedado impresionado por la agilidad de esos demonios. Sólo había conseguido esquivar sus golpes sin atacar, pero eso se tenía que acabar. Los demás estaban perdiendo la vida en ese combate y él tenía que ayudar.

Dio un paso hacia atrás para evitar otro golpe y entrecerró los ojos. Movió las manos con unos gestos especiales. Pronto una energía azulada apareció entre sus dedos. Lanzó su energía contra aquella criatura

Un nuevo golpe de mi maza trata de poner fin a la batalla con el felino. Me resulta extraño que solo ataquen unos seres tan debiles y no los comande su señora, pero no creo que sea el momento de preguntar.

Mi tiempo corre y el combate prosigue. La espada de mi brazo no me cansa, ni siquiera siento como la muevo, solo se que mientras no pueda cerrar la mano seguira ahi. El enemigo es diferente. Ellos sienten, asi que les hare sentir dolor.

Mientras seguíais enfrentándoos a los Demonio Gato, una fuerte explosión os hizo giraros. A vuestra espalda había una especie de portal, quizá había estado siempre allí pero vosotros no lo habíais visto.

Una bola de oscuridad negra se había materializado por unos segundos y después explosionó dejando dos víctimas. Lo que parecía ser un enano y junto a él, un Demonio Gato.

Entonces, el resto de enemigos contra los que os estabais enfrentando bufaron y erizaron sus pelos para después lanzarse en dirección a aquel portal que parecía que se iba a cerrar en breves.

Lo que había pasado es que aquel Demonio Gato había tratado de lanzaros una bola de energía oscura y que al no ser capaz de controlarla, explotó allí mismo, hiriendo así al enano que parecía gravemente herido y sí mismo.

Cuando mirasteis el corazón de Takhisis os disteis cuenta que los Demonios habían dejado de defenderlo y que ahora luchaban por escapar con vida de allí.

Algo os decía que seguían su instinto, había que escapar de allí, pero antes habría que destruir el corazón. El problema era que no sabíais si os iba a dar tiempo a hacer tantas cosas.

Baje la postura de defensa al ver como los gatos huían... Pero ahora... -"El corazón"- fue lo único que se me cruzo por la cabeza y suscite.
Como verdugo acostumbro a tajar el asunto por donde se debe, era un deber por el deseo de acabar con esto.

Los gatos  parecían haber tenido bastante o saber algo más  que nosotros, huian dejandonos  terreno libre para acabar nuestra mision.Me agacho para  recoger  y cargar la ballesta 

La explosión me dejó aún más confundido y la aparición del portal, del enano, así como la huida de los antropomórficos gatos tampoco ayudaban a aclarar mis ideas. Parecía que era momento de salir de allí, pero el corazón palpitante parecía con vida y podría ser una amenaza que no llegaba a comprender.

Pero mi mirada se posó por un instante en la paladina que estaba inconsciente en el suelo. Sin pensar demasiado, me dirijo hacia ella y trato de despertarla y, si esto no es posible, la cargo sobre mis hombros y busco una salida de este lugar.

La explosión me descoloca totalmente. ¿Qué demonios está ocurriendo allí?

En ese instante veo el portal y la huida de los demonios gato. Hay que salir. 

Casi instintivamente me lanzo al exterior del portal como alma que lleva el diablo.

-¡Kord!-Grito mientras me lanzo a la carga sin pensarlo. El corazón debe ser destruido a cualquier precio y nadie puede negarme eso, asi que me lanzo contra el corazón a la carga y trato de romperlo con un golpe de mi espada.

Raelia despertó abofeteada ligeramente por el bardo llamado Balder. Cuando abrió los ojos pudo ver que los Demonio Gatos estaban huyendo a través de un portal que se había manifestado a varios metros de allí. No entendía la razón de semejante huida pero ahora el corazón de Takhisis era vulnerable a vuestros ataques, aunque solo Córax parecía querer enfrentarse a él.

El resto estaba tratando de huir, pero el portal era cada vez más pequeño y había que reaccionar pronto o quedaríais atrapados en aquella extraña dimensión.

Junto al portal había un demonio gato inconsciente y un enano completamente desconocido.

Nox, Uffern y John trataron de huir tras aquel portal, pero cuando intentaron atravesarlo se dieron cuenta de que, cuanto más avanzaban más se alejaba éste. Era complicado alcanzarlo y a cada segundo que pasaba se hacía aún más pequeño.

El único que tuvo bastante valentía como para tratar de atravesar el corazón de Takhisis fue Córax, que aún lejos de destruirlo, logró formar una grieta en él.

Mientras tanto, Balder se ocupó de despertar a Raelia, para que ella misma fuera capaz de huir por su cuenta.

-¿Qué? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estaba dormida? ¿El corazón...?-preguntó rápidamente Raellia, sin tener claro que estaba ocurriendo, pues todo aquello parecía ser un caos. 

El portal parecía cerrarse por sobre nosotros, cual si fuera la noche devorando el día y cada vez menos veía la salida.
Andar no me iba a ayudar y parado allí mire alrededor.
Quien era esa criatura mediana que apareció? Dado a que no podía salir decidí ir a buscarla...

La explosión pilló por sorpresa a Ethan, dejándolo confuso durante unos segundos. Medio cegado por el destello y algo mareado por la onda expansiva de la explosión, sacudió la cabeza buscando aclarar sus ideas.

Al abrir de nuevo los ojos, descubrió que los felinos escapaban dirección al portal situado a su retaguardia. Puede que por temor, o por algo que conocían, el enemigo se replegaba y huía. Y el bárbaro creyó que no era buena señal...

Al ver como sus compañeros se dirigían a la boca de la puerta arcana, y comprobar que les era imposible llegar a ella, Ethan se guió por sus instintos:

-Hay que destruir el corazón!- gritó como un loco.

El bárbaro se lanzó de forma furiosa contra aquel objeto del mal que pretendía apresarlos en un plano desconocido, lejos de su realidad terrenal. Ethan sentía hervir su sangre, llevado por un odio hacía aquel corazón, objetivo de toda su ira, contra la que lanzó su tremendo ataque.

Más aliviado al ver que Raellia despierta y parece encontrase bien me levanto y miro alrededor pensando que hacer. Por una parte la huída parece la opción más segura, pero ¿quien sabe que consecuencias tendría no destruir el extraño avatar de la diosa maligna. 

Las palabras del bárbaro me dan el coraje que me falta y cargo contra el corazón blandiendo la espada.

Apunto al corazón  y disparo otra vez  para  ver como vuelvo a fallar miserablemente .Reprimo un juramento  y recargo  la ballesta.

Viendo que sus compañeros intentaban acabar con aquella cosa, Raellia supo que tenía que intentar unirse a ellos. Echó mano de su espada larga y corrió hacia la gema, con intención de alcanzarla con su arma e intentar romperla.

"Y espero que los dioses sean compasivos, y sea ésto lo que debemos hacer..."

Cuando el último de los Demonio Gato escapó, el portal se cerró dejando a los aventureros encerrados en aquella dimensión y lejos de descubrir quien era aquel enano que acompañaba al Demonio Gato.

Afortunadamente, despertar a Raelia FilloSolar fue lo mejor que hicieron en aquel combate. Pues tras su alzamiento, la chica, junto a Ethan, lograron encajar un duro golpe que hizo saltar en mil pedazos el corazón de Takhisis.

Entonces una explosión rojiza estalló y os hizo a todos caer al suelo.

Todos habíais sido heridos, estabais sangrando por muchas partes de vuestro cuerpo, al menos todos aquellos que sangrasen. Las quemaduras os cubrían la cara y parte de los brazos.

Habíais sobrevivido pero habíais quedado en muy mal estado.

Ahora, la luz del sol os volvía a cegar. A pesar de que ya estaba atardeciendo, el sol aún calentaba, aunque no tanto como en aquel extraño en el que os habían introducido.

Ahora estabais en Mereklar, eso estaba claro, pero la mansión de Lady Sheeva no estaba, en su lugar había un precioso parque, de piedra blanca y árboles frondosos. En el centro de él, estaba representado la figura de un tigre blanco. El Guardián de Mereklar.

La mansión de Lady Sheeva no parecía existir. Pero en la entrada del jardín estaba el cuerpo de aquel Demonio Gato, junto al desconocido enano.

Me inclino, un tanto sentado en el pasto mirando a los demás... -Alguno sabe tratar las heridas con sus mano?- Pregunte en tanto de mis ropas saque un vial, vial con un liquido dorado, ese color mezcla del amarillo de la luz y el rojo de la vida.
-Al que sepa sanarme sin usar ningún tipo de magia le daré esta poción que curara sus heridas...-

Dolor... Era lo único que podía sentir, o percibir, el enorme bárbaro. Estaba convencido que había alcanzado con su espada el corazón demoníaco, pero no estaba seguro de qué había ocurrido después... Una explosión?

Se incorporó lentamente. se sentía mareado y con muy pocas fuerzas. La sensación de tener que vomitar lo poco que tenía en el estómago era constante... La visión borrosa...

Entonces vio al enano que había aparecido en el otro plano, tras el portal, junto al cuerpo del demonio gato.

-Enano...cual es tu nombre y que sabes sobre lo ocurrido?

Ethan no tenía fuerzas para más...