Partida Rol por web

Por qué usaba Onfale la palabra 'aquelarre' pasa asustar a los niños? Por qué iban un grupo de brujitas a hacer daño a unos pequeños? En fin no era momento de aclarar conceptos.

Entendía lo que el perfumista quería simular - porque, por supuesto, solo era mera interpretación, claro estaba-. Pero donde uno hacía de 'ogro' siempre era bueno que uno hiciese de 'hada madrina'*. Así que Leiath se arrodilló frente a la muchacha de pelo negro, cogió lo primero que encontró por el suelo que fuese pequeño e inofensivo, y lanzó sobre él el conjuro de luz. Luego se lo ofreció a la chica con una sonrisa.

- Mirad, pequeños, no os queremos hacer daño. Solo que hemos tenido un dia horrible, bueno más bien una semana horrible y estamos de los nervios.

Esta ciudad se está viniendo abajo y necesitareis nuestra ayuda para lo que se avecina. Qué tal si nos ayudamos mutuamente?

Jadewo permanecía junto a Evea en todo momento, tras tantas penurias, el vínculo que había surgido entre ambos era fuerte, y en un mundo siempre cambiante, lo único que se había mantenido invariable, que le había dado mayor estabilidad, había sido la compañía, la comprensión y... la lujuria de Evea.

Durante el ir y venir por los túneles, el guerrero arcano procuró quedarse con el camino tomado, confiando con sus conocimientos de orientación, naturaleza e ingeniería.

Una vez llegados ante el autodenominado Rey Bob, el hombre se reservó un segundo plano, estudiando el devenir de la escena, por parte de unos y otros.

¡Claro que sé lo que es un calearre! Es unnnn... ¡Soy un Rey, así que me sé todas las palabras del mundo! Y además... ¡La mía es más larga!-dijo a Onfale y su daga, mientras palmeaba el gavilán de su estoque.

Por su parte, la bruja... Alice no, la otra bruja, la Bruja de Hala... ya sabéis quién os digo: la Mataniños. Pues esa Bruja encontró en el suelo una lata destartalada y oxidada, modificada para acoplarle unos ruedines y convertirlo en un carro de juguete. En sus manos empezó a emitir luz, dilatando las pupilas del Rey Bob y captando su atención. La cara de Freya se iluminó al recibir aquel regalo. Tuvo un segundo efecto: los demás pudieron comprobar que en aquella sala del trono no había más niños. Sí que había, más allá de los montones de basura, algunos túneles al fondo.

Está bien... Que no se diga que el Rey Bob no es paciente, meditaré vuestra petición. Mientras tanto, sois mis invitados. Loki, guíalos a los dormitorios de cerca del pozo y vuelve para contarme más de lo que has visto. Y tú, Freya, ve a la ciudadela y trae a los chicos de vuelta.

Los dos niños llevaron de nuevo al grupo por los túneles. Evea cogió de la mano a Jadewo. Estar tan rodeada de niños le levantó el instinto de fundar una familia, hacer muchos hijos, engordar y atar a su hombre con la pesada carga del compromiso.

Antes de irse, Freya le dió un beso en la mejilla a la sacerdotisa. Loki cogió a su amiga de la muñeca y devolvió el saco de contención que Freya acababa de robar a la Mataniños junto al beso, y devolvió el objeto mágico a Leiath. Loki les guió a un ramal en el que cada túnel disponía de una cortina, a modo de habitación. También había platos con velas, tanto en la galería principal, como en el interior de las "habitaciones".

Os traeré algunos cubos de agua después de hablar con el Rey Bob. No le tengáis en cuenta a Freya lo de sus manos largas, solo son hábitos que se cogen. Ah... y... gracias por lo de la horca, y eso. Sé que solo lo hicisteis por el interés, y por recuperar vuestras cosas, pero pudisteis haber sido mucho más crueles y no lo fuisteis.

Era el tipo de sociedad que había vivido el que marcaba la impresión que tenía aquel niño de la Naturaleza Humana. Loki se quedó unos segundos junto al grupo por si tenían alguna petición además del agua, pero contaron suficientes cortinas para que una de esas galerías se pudiese usar como retrete. Además... Evea y Jadewo parecían dispuestos a compartir dormitorio...

Al parecer habían liberado al mismo demonio dejando que Cucaracha los acompañase en su huída. Pero no se podía decir que no les hubiese servido como distracción para escapar de las garras de los corruptos guardias; aunque en la mente de Tybalt surgían ciertas dudas por el método. ¿Realmente era necesario echar abajo una ciudad para escapar? "Seguramente sí." Una voz decidida y resuelta respondió en su cabeza a la pregunta. 

Guiados por el chico, serpentearon por las calles hasta llegar a un punto muerto donde el niño no tardó en enseñarle una ruta secreta. El corpulento tiflin tuvo sus problemas para atravesar el túnel, siendo el último en atravesarlo. Tybalt se levantó en toda su altura, imponente, cuando tanto Onfale como Leiath comenzaban cada uno con sus propias tácticas de convicción. La bruja de Hala siempre optaba por el concilio y el trabajo en equipo; el perfumista, más práctico quizás, optaba por la amenaza velada. Cualquiera de los dos podría servir ya que, deliberadamente o no, sí que tenían parte de responsabilidad en la destrucción de la plaza. Finalmente la bondad y los juegos de luces se abrieron paso en el corazoncito del Rey Bob, permitiendo así que recuperasen sus cosas y también que los considerasen unos invitados.

Onfale no daba crédito a la osadía de la niña llamada Freya. Por un momento se imaghinó gobernando a aquellos chiquillos...el Rey Eunuco...bajo su férreo mando conseguirían llegar más lejos que el harén que arrastraba ahora a duras penas. Ya a solas expuso a sus compañeros sus recelos.

- No me fío nada de estos niños. Debemos mantener los ojos bien abiertos. Haremos guardias.- Onfale usaba el plural mayestático, una forma velada de escabullirse, pues él no pensaba vigilar. Tenía que estudiar y despejar su mente, limpiar cuerpo y alma, abrir los chakras y dejar fluir la Divina Esencia. Tras una cortina comenzó el ritual de limpieza con un trapo húmedo, de ásanas y respiración controlada para, finalmente, abrir su libro de conjuros y ponerse a estudiarlo detenidamente.

- Ooooohmmmmm.- Se dejaba escuchar tras la cortina.

Hechizos preparados

- Nivel 0 (CD 14):4; 1 luz, 1 detectar magia, 1 cuchichear mensaje, 1 mano de mago

- Nivel 1 (CD 15):5; 1 grasa, 1 armadura de mago, 1 imagen silenciosa, 1 disfrazarse, 1 agrandar persona

- Nivel 2 (CD 16):3; 1 invisibilidad, 1 partículas rutilantes, 1 rayo buscador

Ya en la soledad de su nueva celda-habitación, Aire se liberó. Sus ojos se volvieron normales y la ilusión apareció en su rostro.

¡Habéis visto! ¡Un hombre se ha convertido en un bicho extraño! ¡Y hay un rey de niños! Yo quiero ir a jugar con él. ¿Me llevas, me llevas? corrío hasta Leiath y tiró de ella con algo de fuerza. Estaba claro que se la había olvidado que había matado a su hijo adoptivo.

Pero estas cortinas son muy feas, no me gustan nada. Podíamos cambiarlas, la verdad. ¿En la ciudad estarán a buen precio?

Loki los guió hasta lo que serían sus aposentos y, en cuanto los dejó solos, Onfale no tardó en exponer su opinión sobre la mini sociedad de criajos que subsistía en estos túneles. -Quién sabe si alguno no está husmeando ahora mismo.- Dijo Tybalt con cierto hastío. Aire, por su parte, había comenzado a soltar sus habituales incoherencias a la vez que seguramente interrumpía la meditación del perfumista. -Si queréis hago yo la primera guardia.- Se ofreció a la vez que decidía ignorar a la inestable maga. No dudaba de su poder, pero estaba claro que la mujer había tenido que sacrificar algo para hacer un potente despliegue arcano.

Tybalt, dijo Flame tras hablar por primera vez desde que se había reunido con el grupo de hombres. Creo que lo mejor será que solo tú y yo hagamos las guardias. Es mejor que ellos estén descansados porque su magia es cada vez más vital en nuestros encuentros. Pero tal y como decís, yo no me fío de ellos. Después se encogió de hombros y se corrigió así misma, en realidad yo ya no me fío de nadie, en el fondo eso iba también por Jadewo y Evea, que sí querían ganarse un huequecito en su pétreo corazón tendrían que ganárselo. Descansad vosotros, yo ahora si me dejas también lo haré un rato, y cuando estés cansado, llámame y te relevaré de tu puesto. Dijo mostrando una sonrisa a su compañero semidemonio. 

Por fin, en lo que parecía un sitio en el que poder descansar por el momento, Leiath se quedó pensativa. Se veía en un grave dilema moral. Qué era más importante; las almas atrapadas en la Rosa o los pequeños atrapados en aquel agujero? Podría salvarlos a todos? Cómo?

Si aquel maldito ángel no hubiese huído como un cobarde, ahora podría haber sido de utilidad y llevarse a los niños huérfanos a otro plano! Qué Hala lo castigase por mil años!

La bruja estaba seria y taciturna. En otro momento habría tratado a Aire con cariño y quizás habría jugado con ella, pero su mente estaba trabajando a tope para buscar una solución posible a aquel enturto, asi que sin realmente quererlo, la mandó a hacer puñetas: Vete a jugar con los niños y deja de molestar!- reprendió a la jóven hechicera.

Tras deshacerse de Aire, se sentó en una esquina y comenzó a orar pidiendo ayuda y guia espiritual a su diosa.

Jadewo descargó gran parte de su equipo en el rincón escogido por Evea, no podía terminar de relajarse, las sensaciones que habían dejado atrás volvían, al parecer le estaba vetado la paz y la tranquilidad.

-Evea, veo que la mayoría estamos agitados... ¿podrías entonarnos una de tus canciones, que tan bien para el alma?

Nada más dicho eso escuchó a Tybalt y a la mujer guerrera organizándose para montar guardia. Él mismo se había propuesto montar guardia, este lugar era ignoto, así como las intenciones de sus anfitriones, tal vez solo estaban allí para que ellos ganaran tiempo para organizarse...

-Yo montaré guardia también. Parece que por el momento las circunstancias entrelazan nuestros caminos, será más beneficioso para todos si cooperamos los unos con los otros.

Evea asintió, con una sonrisa pícara. Puede que el sonido pudiese llegar a cualquier oído, pero esta canción era solo para él.

En los rincones oscuros de Faerún...

los malignos drows salen a cazar a un...

héroe, fuerte, y rubio galán de ojos...

fogosos y carnosos labios rojos...

Él. Es. El fiero león.

El sol de la llama, del cielo el halcón...

Aún...-no se escuchaba bien con la potente voz melódica de Evea como telón de fondo-Decía que aún...-tralará, tralará, tralará...-¡AUN TENEMOS QUE ARREGLAR EL CHIRIFOSTIO DEL BARCO DEL CAOS!

Ah, el chirifostio. No es por ponerse técnicos, pero uno de los motivos por los que había que ir a Galendure es para reparar el chirifostio que extrajo Alice.

El jaleo montado por Evea y Becky hizo sacar la cabeza a Onfale por la cortina descorrida de su habitáculo. Su mirada de ojos grandes y expresivos lo decía todo. Mataría a Evea y, si Jadewo quedaba desconsolado, se ofrecería a mitigar su dolor. Sin embargo la reprimenda que iba a echar pro cantar cuando estaba concentrándose se le cortó al escuchar a la rubia Becky.

- Pfff, pues como no lo sepan arreglar estos niños.- Se acaricio la lampiña barbilla, suave como el culito de un niño, reflexionando.- Ellos parecen conocer bien la ciudad y moverse pro ella sin problemas. Si no pueden arreglarlo quizá sepan quién y cómo llegar hasta él sin que los guardias nos atrapen.

A Aire se le rompió el corazón ante las palabras de la que consideraba su amiga. Se llevó la mano a la boca y sus ojos se humedecieron. Sus recuerdos acudieron a su encuentro, e incluso sus ojos se volvieron negros. Aire se había ido.

Mucha Hala y mucha diosa, y en el fondo te crees mejor que ellos castigando a tu antojo y sin arrepentirse por ser casi una asesina de niños. Eres todo un ejemplo a seguir, Leiath

Este era un nuevo descubrimiento para la hechicera. No necesitaba que la magia la poseyera para volver a la superficie.

Flame contempló el encuentro de Leiath y Aire y se quedó sorprendida. Incluso se vio tentada a tomar sus armas para separarlas en caso de que surgiera algún tipo de disputa entre ellas. Después contempló a Becky, había que reconocerlo, se le había olvidado el porqué de todo aquello, y pensar en lo lejos que quedaba el barco en ese momento, y todo lo que habían vivido desde que lo habían dejado le hacía plantearse, una vez más, en dejarlo todo y abandonar. 

Luego miró a Jadewo, está bien, Tybalt y tú haced la primera guardia, yo trataré de descansar un poco ahora, luego despertadme y la haré yo. ¿Entendido?