Partida Rol por web

Cuando la espada de Geralt estaba a punto de llegar y atravesar el pecho de Balban, el glifo del suelo se activó y creó una pantalla de energía alrededor, un escudo temporal que impidió que el colmillo de Ragnrok llegase al cuerpo de Balban. Incluso con la tremenda fuerza de Geralt, podía llevar tiempo disipar aquella energía.

Cierto era que viajaban con una especialista en ese tipo de contratiempos, pero antes de que Yecum pidiera decit o hacer algo al respecto, otro de los glifos de las paredes se activó y un portal se abrió al lado del trono de Balban.

-Vulgrim- Vaya... parece que alguien quiere destruir algo de mi ... propiedad.

La enorme figura del deathmaster esqueletico se alzó ante todos, era muy alto, flotaba sobre el suelo y emitía un aura gélida que amenazaba con congelar todo cuanto se acercara demasiado a él.

-Vulgrim- Aunque no es que me sorprenda, dadas las circustancias. Sin embargo, creo que sin duda, os estais precipitando.

-Balban- Vulgrim... tu les diste la localización de esta prisión, mantente fuera de esto.

-Vulgrim- En primer lugar, el trato fue por la localización, dicho trato no establece ningun punto que les permita romper o coger algo de mi propiedad mientras estan en mi ... "casa".

No me malinterpreteis, yo solo soy un comerciante, si salgo perjudicado por hacer un trato que os ha traido a mi casa, es mi culpa y tendré que aceptar las consecuencias.

Pero al contrario que mi hermano, yo tengo interés en que conozcais las verdaderas consecuencias de lo que estais por hacer. Asi que os ofrezco mis servicios como "mediador" en este conflicto, aunque mucho me temo que esta vez, todas las opciones implican un gran sacrificio para alguna de las partes.

Les estaba dando la oportunidad de preguntar, de conocer el mayor numero de premisas posible antes de elegír el sacrificio.

-Yecum- Cuanto tiempo... Vulgrim. Vienes a hablarles de las consecuencias a ellos, pero ¿acaso las conoces tu?.

-Vulgrim- Oh... querida, yo me dedico a saber. Y por circustancias que ambos conocemos, soy un especialista en condenas y ... condenados.

Yecum parecía molesta con la iniciativa de Vulgrim, pero volvió a apoyarse en la aprez y aguardó a una charla que sin duda, no iba a hacer mas que complicar las cosas para todos.

Cuando la punta de mi espada choco contra la barrera, empuje con mas fuerza, pero no sirvió de nada. Necesitaría mas tiempo para atravesarla y cuando el glifo de la pared se activo, retire la espada lentamente.

La presencia del nuevo deathmaster, nos decía al menos donde estábamos y que las criaturas y objetos del corredor que habíamos pasado para llegar hasta donde nos encontrábamos si que era una colección.

Apreté los dientes mientras observaba a aquel demonio. -Esto solo es otro retraso, mas tiempo para que la plaga mate a mas de los nuestros.- Me separe un poco de aquellos demonios y mire a Adirael. Era cierto que me había lanzado sin pensar dejándome llevar por mis ganas de acabar con Balban. Me retire y guarde de nuevo la espada, si el psíquico quería información le había dado, por casualidad, una oportunidad mejor que la que tenia hacia unos segundos. 

-Podéis conversar todo lo que queráis, pero no tengo intención de irme de aquí dejando a Balban con vida.- Aquello era para lo que habíamos ido y no tenia intención de marcharme sin cumplirlo, independientemente de quien acabara con su existencia. Luego me acerque aun mas a Adirael e Inma. -Recordad lo que nos pidió Marco sobre las espadas.- Inma no estaba cuando nos lo dijo a Adirael y a mi, pero nos dijo que ya se lo había dicho.

Estaba seguro de que ellos lo tenían mas presente que yo, pero ahora que sabíamos donde se encontraba una de ellas era una oportunidad que no podíamos dejar escapar. Me coloque al lado de Raven y espere a que comenzaran a hablar, alternando la mirada de un demonio a otro y con los brazos cruzados.

- Lo recuerdo bien. - le espeté a Geralt con un tono hueco y fantasmagórico, no era más que un recordatorio, y lo tomé como tal. No había acritud en el tono. - pero no somos ladrones. - su búsqueda de pistas que le condujesen a Vulgrim brotó como no podían esperar cuando Balban fue atacado. El mismo demonio hablaba de propiedad entonces, algo que si le pillaba por sorpresa. ¿Su presencia allí? Esperada, esperada desde el momento en que compartió la localización.

 Vulgrim estaba por encima del bien y del mal, era un ser que crecía con el conflicto, eso sí, y podría ser visto como un agente claro del caos, pero ese ánimo por comerciar le colocaba en un limbo moral inquietante para la mayoría de criaturas. No había que confundirse, los negocios, el comercio, eran una divinidad o un demonio tan poderoso como el Rey de todos los demonios, tan traicionero y tan difícil de tratar cuando no tienes los medios o el poder suficiente.

 Adirael no había precipitado la llegada de Vulgrim cogiendo la espada porque había sido capaz de adelantar parte de los acontecimientos. Igualmente, había habido alguna que otra sorpresa...

 - Ve al grano, por favor. - siempre se había entendido bien con él, eran poco menos que aliados en una guerra que a ambos los había situado ligeramente al margen, pero ahora Adirael estaba metido en ella de lleno, y Vulgrim parecía haber hecho lo mismo, quizás desde el principio. - Mientras hablamos los nuestros mueren, eso propicia un acuerdo beneficioso para tí de momento, pero no por mucho tiempo. Y no por parte de todos nosotros. - a Yecum debía importarle poco diez humanos más que diez humanos menos.

 - Estamos tan dispuestos a escucharte como lo estábamos de dejar que la Ruina cayese sobre tu hermano.

 No se notaba la presura en sus palabras, pero sin duda eran un discurso que exigía una rapidez sin precedentes si querían seguir hablando en unos términos y condiciones que no conllevasen arrasar con todo el lugar, llevándose por delante a quien fuera necesario.

 - No demos demasiados rodeos. - aconsejó, por el bien de todos los presentes.

Tras las palabras de balban y el curso de los acontecimientos, mi corazón y mente fueron poco a poco calmándose, si balban tenía razón en algo, éramos egocéntricos, esa cualidad nos había también competitivos de una u otra forma, pensar en ser mejores, en mejorar, en avanzar, si era una cuestión de control o no, no importaba como sucediera si éramos capaces de controlar nuestra forma de actuar, si seguíamos siendo fieles a nuestros ideales.

Observar, era lo único que necesitaba hacer, observar como Geralt le apuñalaba, observar como Adirael le cuestionaba en el proceso, observar la forma en la que Yecum nos dejaba ejecutar nuestro cometido, incluso en el último momento, observar como ahora un deathmaster desconocido nos alertaba mientras ahora protegía lo que veníamos a buscar.

Sin embargo, no sentí hostilidad, no estaba motivado para el combate, no ahora, pero lo estaría si era necesario, observar a Geralt dirigirse un instante a Adirael mientras trataba de comprender y analizar las palabras del dueño de aquel siniestro lugar.

- ¿Sacrificio? - pensé ante sus palabras, si una de las partes era la interesada, era obvio que el demandante daría así sus condiciones, un intercambio de información no sería lo único que nos daría, después de todo, si era el comerciante que nos había dado tal información sobre la ubicación de Balban, solo significaba que sus advertencias o sus gastos como "mediador" nos darían aún más gastos a lo que ya veníamos a buscar.

Por suerte, Adirael ya había comenzado, claro y directo lo que debíamos comenzar a hacer con aquel demonio, sin embargo, algo no me daba buena espina, que tipo de sacrificio sería el que nos demandaría, cuando Geralt se colocó a mi lado, gire la cabeza levemente ahora convencida de lo que habíamos venido a hacer, si el anterior ápice de confusión que tenía anteriormente.

- Pronto acabaremos con todo esto...- le mencione calmado con el ceño fruncido y esperando el desenlace de los acontecimientos.

La gélida figura de Vulgrim se adelantó para colocarse ante el grupo y ser escuchado como es debido.

-Me temo que para que entendais bien vuestras opciones, hay que dar algunos rodeos.

Advirtió, puede que no todos los presentes consideraran que tenían el tiempo, pero almenos Vulgrim estaba convencido de que aquella decisión debían meditarla detenidamente.

-Ningun ser del caos puede matar a Balban, tampoco ninguno del orden. Almenos hasta este momento.

Sentenció.

-Toda criatura de este universo procede directa o indirectamente del rey demonio o del primer arcangel, debeis entender que no son seres antagónicos, son creadores, guardianes y maximos jueces. Heredaron la voluntad de Kadmon y de igual forma, todas las criaturas que crearon, tienen su voluntad ligada a la suya.

A veces es una poderosa orden, a veces un susurro en el subconsciente, pero todos estamos ligados a ellos a cierto nivel. Por eso si el rey demonio decreta que Balban debe ser condenado para toda la eternidad, no existe criatura alguna capaz de contradecir esa orden directa, ni del orden, ni del caos.

En otras palabras, Yecum no puede matar a Balban, y por mas vasallos que Balban cree, ninguno podrá tampoco, porque asi es la condena decretada, Balban puede querer morir, pero no podría suicidarse aunque tuviera la oportunidad.

Vulgrim alzó el dedo índice en un gesto que buscaba llamar la atención.

-Pero un dia, un peculiar arcangel llamado Yaveh, partió a una busqueda que a todas luces parecía infructuosa. Todos narran que su motivación fue la búsqueda de conocimiento, pero se equivocan. Partió en busca de libertad, en busca de la manera de librarse del yugo de Kadmon, de salir de un circulo tan viejo como cerrado, buscó separarse de Adam Kadmon y ver que había mas allá de su voluntad.

Nadie sabe donde acabó su busqueda, tampoco dónde está ahora, pero logró su objetivo... a través de vosotros.

Señaló al grupo de humanos.

-Dado que Adam Kadmon, el maximo creador de este universo, es único ser cuya voluntad no está subyugada, solo hay una forma para referirse a lo que Yaveh había creado y entender por qué es tan especial.

"Hay otro Kadmon"

Citó la misma frase que había en la mente de Adirael y que había llegado en un inicio a Lyra.

-La pregunta es ¿como va a lidiar este universo con algo asi?. Sois lo que rompe la armonía de la creación, sin responder a voluntad o ley alguna, sois libres de tomar vuestras propias elecciones, sois libres de la voluntad de Kadmon, libres para romper sus reglas e ir mas allá de lo que ninguna criatura de este universo ha ido jamás.

No tardaron pues en aparecer los detractores de este cambio, entre ellos el primer arcangel y el mismisimo rey demonio, que han decidido vuestra destrucción por acción u omisión. Pero tambien aparecieron defensores de este cambio o aquellos que defienden almenos que incluso este cambio es fruto de la voluntad del mismo Kadmon, como otra fase de la creación, la opotunidad de dejar este universo a su suerte, independiente de su voluntad.

Los Judicatores se posicionaron en esta última postura, pero no fueron los únicos, tambien la septima arcangel Jubileus y a su manera... algunos de los generales demoníacos. Ahora el universo está dividido, pero tarde o temprano la división acabará, porque tanto el rey demonio como el primer arcangel estan exterminando a aquellos que apoyan el cambio.

No se les puede culpar, es la tarea que el creador les encomendó.

En esencia no era diferente de lo que acababa de suceder en Elysium con Maggie, unos defendían su existencia mientras que otros querían eliminarla en pos de un bien mayor en el futuro. Todos allí sabían como había acabado, la mayoría de humanos habían reaccionado de la misma forma.

-Y en medio de todo esto, llega a oidos de uno de los condenados por el rey demonio, que existe una especie capaz de saltarse el decreto de su condena y darle muerte al fin. Y traza un plan a largo plazo para hacer que algunos de esa especie vengan aqui a matarle. Aprovechandose, por supuesto, de otras circustancias para camuflar su intervención. La guerra contra las legiones del caos era una oportunidad perfecta.

Y todo este rodeo nos lleva inexorablemente a aqui y ahora.

Inma y Claire estaban mudas, aquel demonio estaba insinuando que los únicos que poseían libre albedrío en aquel universo eran el "demiurgo" y ellos.

-Entonces llegamos a la parte que mas nos interesa ahora. Matar o no matar a Balban.

Si le matais, en efecto su maldición de esclavitud dejará de existir y todas las razas malditas quedarán libres para vivir o volver a Kadmon en su muerte, ese es el principal objetivo de la súcubo que os acompaña. Sin embargo, las invocaciones no desaparecerán, solo se harán de otra forma mas... diplomática. Pactando previamente con aquel a quien quieres invocar pueden seguir realizandose las llamadas desde donde esten para acudir en ayuda del invocador, la única diferencia es que es un pacto de buena fe, la llamada puede ser rechazada y las ordenes ignoradas y por supuesto, la muerte es definitiva.

Pero me temo que hay aun mas consecuencias y de mas peso, a efectos inmediatos, dos de nosotros, moriremos...

Habló en primera persona del plural, pero su gélida mirada se posó sobre Inma.

-La maldicion impuesta sobre tí es diferente que la de el resto, tu no fuiste una marioneta, Dragonborn te mató, pero el poder de Balban te trajo de vuelta para poder ser torturada durante tanto tiempo como a él le satisfaciera, superaste a base de voluntad gran parte de los inconvenientes, de ahí tu... inconmensurable poder, fruto de su corrupción. Pero si Balban muere, tu vida se consumirá con él.

De igual forma, mi propia vida verá su fin, pues Balban no es el único condenado, yo tambien fui condenado por el mismo pecado, pero en vez de ser el preso, yo sería el carcelero. Para ello, el rey demonio me hizo entrega de este lugar y decretó que yo debía mantener encerrado su verdadero cuerpo hasta el fin de los días.

Asi que ante una situación asi, decidí que se habían acabado para mi las luchas de poder, me dedicaría a comerciar y a coleccionar los objetos mas raros y bellos que este universo tenía que ofrecer. Algo para entretenerme, pero al final, ha resultado ser un trabajo mas serio y realmente entretenido. Todos los objetos que he logrado reunir, desaparecerán conmigo, lo he almacenado de esa forma para evitar "problemas" con ladrones o "negociadores disconformes".

No malinterpreteis esta consecuencia, no voy a deteneros si optais por esta opción, mi posición es neutral, no intervendré para una opción u otra.

Por último, viene la consecuencia mas importante de todas: el rey demonio exterminaría vuestra especie personalmente. Pasaría de ser uno de tantos objetivos de sus legiones a ser algo mas "personal", la justificiación es mas importante de lo que parece. No es que haya algo que impida dicha intervención ahora mismo, pero destruir la mas ejemplar de sus condenas hará, con toda probabilidad, que se involucre personalmente como ya hizo con los judicatores. Lo cual os condenaría con toda seguridad, puede ser mañana o dentro de algun tiempo. Pero vuestras probabilidades de supervivencia serían reducidas a cero.

Hizo una pausa para que todos lo asimilaran, aunque siempre tenían la opción de dudar de aquel testimonio, al fin y al cabo sonaba muy conveniente estando la vida del propio Vulgrim en juego.

-Ahora vamos con lo que pasaría si le dejais vivir.

Dado que sois los únicos que pueden hacer cumplir el deseo de Balban, tal y como él ha dicho, no descansará hasta conseguir que un humano le mate para acabar con su condena. Continuará con lo que ha estado haciendo hasta ahora, la plaga se extenderá por la Tierra y matará a la mayoría de humanos, aunque no os extinguirá, eso no le interesa, pero la alternativa no va a ser, ni mucho menos, "agradable".

Raven había visto de primera mano las atrocidades de la plaga tanto sobre humanos como sobre otras especies.

Incluso aunque el grupo de Lyra tuviese exito en su misión, sería algo temporal, solo hasta que otra reina de las mismas características tomara el lugar de la actual. Tambien tendrían que dar por muertos a todos aquellos que se habían embarcado en el viaje a Gólgota.

-Tú no hayarás la muerte nunca, no almenos por el paso del tiempo y tu cuerpo seguirá en el mismo estado, lucharás todos los dias de tu vida por no volver a sucumbir a su maldición y convertirte (totalmente) en aquello que mas temes, en un demonio que se alimenta de otros humanos.

Dijo mirando a Inma.

-Y por último... bueno, tal vez debais preguntarle a ella.

Se refirió a Yecum.

-Dudo que las sucubos, que tanto han cuidado de vosotros para lograr traeros hasta aqui. Se vayan a tomar muy bien que no pongais fin a la condena de su pueblo.

Yecum no lo gustaba tener que dar la razón a Vulgrim, pero lo hizo con el ceño fruncido mirando a los presentes.

-Yecum- Os ganaríais mas que un enemigo...

Advirtió con su mirada, nadie querría a las sucubos como enemigas, menos en las circustancias en que se encontraban los humanos.

-Vulgrim- Ahora la decisión... es vuestra.

Una sonrisa sarcastica se dibujó en el rostro de Inma, por lo visto, independientemente de la decisión, aquello no iba a acabar bien para ella. No importaba donde se posicionase, podría parecer que era para no sufrir lo que le deparaba la "otra" decisión. Aun asi fue la primera posicionarse.

-Inma- Si alguien no se sintiera capaz de llevar a cabo la primera opción conmigo aqui, yo misma me haré cargo, yo cargaré con el peso de mi propia muerte.

Pero opino que podemos luchar, la plaga, Balban, las sucubos, incluso aunque eso implique que muramos todos aqui y ahora y todos los que viajan a Gólgota, otros se alzarán y lucharán, Maggie no nos dejará desaparecer asi como asi. Ya hemos visto que no son invencibles, sangran como el resto de criaturas, a ellos cabe la posibilidad de vencerlos, pero nisiquiera Maggie está preparada para enfrentar a un ser como el rey demonio.

Si optais por dejar vivir a Balban, me haré responsable y usaré mi condena para luchar hasta el final. Aunque signifique morir aqui y ahora.

Claire estaba ahora apoyada en la pared con una mirada sombría a la vez que revisaba y recolocaba los vendajes de Maria. ¿Quienes eran ellos para decidir sobre el destino de tantas personas? ¿acaso alguno de los presentes podía hacerse responsable de aquella elección?.

-Claire- No podemos hacer eso, ¿a cuantas personas estamos condenando si le dejamos vivir?, ¿dejaremos morir a todos aquellos que luchan ahora mismo en la Tierra?, ¿a todos los que nos vieron partir con la esperanza de que encontrasemos la forma deparar a la plaga? ¿condenaremos a las futuras generaciones (si es que las hay) a luchar contra Balban y contra la venganza de las sucubos?.

Si ese "rey demonio" puede exterminarnos en un santiamén, ¿por qué no lo ha hecho ya?. Yo no me creo esa mierda e incluso aunque fuera cierto, lucharemos contra él como hemos luchado contra los generales. Se que no soy la mas indicada para decir esto, pero si es cierto que Maggie lucharía de nuestro lado, puede que tengamos una oportunidad.

Ahora todos entenderían el "sacrificio" al que se refería Vulgrim.

Con la explicación de Vulgrim ahora entendía con mayor profundidad los lazos que tenían, no solo con el mismo Balban, sino con todos los acontecimientos que con ello conllevaban, dos terribles opciones, opciones que ninguno podría tomar a la ligera, no sin un espíritu fuerte o una resolución acertada, Vulgrim había revelado efectivamente dos opciones que a simple vista se notaban fatídicas para cualquier bando, sin embargo, ¿acaso esas eran de hecho las únicas opciones?, con el tiempo, las respuestas estaban mas bien ocultas a simple vista, solo había que encontrar la manera de romper con las reglas o, ponerlas de la forma mas beneficiosa, era cierto que las palabras podían ser impactantes, casi mas bien imposibles, muchos verían aquella pregunta como irresoluble, pero ¿era de hecho así?

Me quite ahora el innecesario casco para observar al grupo, pensando en una alternativa diferente, una opcion que de hecho, nos ayudara a todos, algo que pudiera dar esperanza tanto a las especies que Balban condeno como a los humanos que ahora peleaban por sus vidas en la tierra, observe de soslayo a Adirael por un instante, luego a Geralt, las opciones tanto como el tiempo eran limitados, sin embargo, como ahora especie que tenía de hecho, total y libre albedrío me dirigí ante Vulgrim con una resolución diferente, no fisica sino verbalmente me dirigí ante él con una tercera opción, una blasfemia que ni yo mismo habría concebido.

- Si la condena del Rey Demonio es de hecho que el cuerpo de Balban siga vivo y encerrado oculto a todo el mundo hasta el fin de los dias, por que no lo dejamos así - exprese con aquella idea incompleta que parecía irracional del todo - Si lo que Balban desea es paz, poder morir de una u otra forma y lo que nosotros queremos es salvar a la humanidad y liberar a los esclavizados por el yugo de la invocación, puede haber de hecho otra alternativa - aquella idea implicaba un sacrificio, no tan extremo como el planteado ahora por Vulgrim pero era uno mortal de hecho.

inspire aclarando así las ideas y exhale con una propuesta que nadie podría esperarse por lo menos no de mi boca, no de mis ideales, no con mi pasado y sin embargo, exprese observando al mediador que se nos presentaba con dos nefastas ideas una con un leve rayo de esperanza.

- Un intercambio eterno, matar la mente de Balban e implantar otra, la Mía - dije con aire estoico, era una sugerencia pero podría ser una opción - Balban encontraría lo que mas desea, una forma de morir, el Rey Demonio conservaría lo que mas quiere aprisionado hasta el fin de los tiempos el cuerpo de Balban y con el intercambio la culminación de la maldición de la invocación, ademas, de que ahora la plaga seguiría otra voluntad completamente diferente si siquiera saberlo -

Esta opción implicaba un sacrificio diferente, un sacrificio eterno, el sacrificio de creer en la humanidad por mi parte para mejorar, de protegerla de una forma diferente, un sacrificio con un tormento eterno, no me interesaba ser un mártir, pero si con ello ayudaba a tantas especies, si con ello podía ayudarlos a todos, no me arrepentiría.

 - Con las herramientas que has estado coleccionando durante tanto tiempo, no sería descabellado encontrar algo con la capacidad que propongo, Vulgrim - exprese ahora con una resolución diferente, nunca pensé en sacrificar a otros, esa no era mi resolución ni mi ideal, y tal vez, con esta opción podría solventar el dilema que ahora se nos presentaba.

- Que me respondes a eso - concluí ante la resolución de Vulgrim y nuestras actuales opciones.

Jamas podría aceptar la resolución de Inma, era un sacrificio innecesario, tampoco la respuesta de Claire, era ambigua e imprecisa, Geralt por otra parte probablemente preferiría acabar con balban allí y ahora, estaba escrito en su cara, al único que no podía confirmar solo con la mirada era a Adirael, él ahora era un misterio para mí, sin embargo, jamas podría perdonarme condenar a tantas vidas a una lucha que con una respuesta diferente podría haberse evitado, no tenía miedo a tomar aquella decisión si era necesario y si el destino nos lo permitía, era una manera de salvarlos a todos.

 Adirael rió bajo la oscura capucha en un ataque de risa frívolo y casi desconsiderado, desencajado en una situación que aparentaba ser tan difícil. Tal vez sólo se trataba de compartir una visión de la vida similar a la que tenía Inma. ¡Ella ya estaba muerta! ¿Qué problema había en que aceptase la ley natural y se librase de las cadenas de la esclavitud?

 Parecía que no entendían, aquellos maestros de la muerte, lo que realmente significa morir. Quizás porque había trabajado en distorsionar el descanso que produce el final, o porque había seguido una conducta que no hacía más que imitar la que los más poderosos tenían con ellos. Eran meros peones, sin voluntad para revelarse, salvo que...

 - En ocasiones, para aceptar la libertad, uno debe de hacer el mayor de los sacrificios. - espetó, ignorando deliberadamente algunas de las propuestas que se habían lanzado en aquel lugar privado del poder individual de los que estaban por debajo de los hijos directos de Kadmon.

 - Renunciar a la soberbia de pensar que el universo termina cuando el individuo perece. - allí estaba, el mazo de la humanidad golpeando sin ninguna clase de paliativo, la humanidad, como universal, extermina el individuo, lo hace...prescindible. A Adirael le había costado mucho aceptar que él no era tan importante, que no tenía un papel crucial, que no significaba nada en la historia del universo, sólo era una mota de polvo. ¿Lo podrían aceptar seres llamados a la inmortalidad?

 Balban parecía querer la libertad a través de la muerte que tanto había retorcido. Parecía sincero con su deseo, y ¿qué había obviado u ocultado? ¿Qué muchos serían libres? ¿Qué muchos que murieron, desaparecerían?

 Más tiempo, era suculento, había que admitirlo. Tentador. ¿Qué eran unas pocas bajas, frente a la posibilidad de reunir la fuerza suficiente a tiempo? No había lazo sentimental o proposición emocional capaz de vencer a la lógica que existía en la superficie plana de aquel gigantesco mazo que les golpeaba.

 - En ese sacrificio, no hay medias tintas. - habló, como podría haber hablado la mismísima Muerte, y donde otros utilizaban una balanza en la búsqueda de la justicia, Adirael, se jactaba por sujetar la balanza y no centrarse en las nimiedades que sostenía. El equilibrio, pasa por la muerte, y tal vez, todos los humanos debían morir a manos del Rey demonio para conquistar, para el universo, una idea... - Cuando la llama se encienda, nadie podrá extinguir el fuego. Agitar las ascuas sólo conducirá a extender un incendio que no pueden controlar.

 Los sacrificios personales poco importan cuando se garantiza la Libertad.

 Los que se resisten sólo temen que sus vidas hayan sido una mentira, aceptar eso, es ...complicado, algunos como tu, Vulgrim, ha conseguido aspirar a algo fuera del susurro de esas voces. Pero, en efecto, es insuficiente. - sentenció sin ningún ánimo de herir salvo el daño que puede hacer la verdad con su imparable filo.

 - Lo que planteas, Jason, es sólo una forma de aspirar a ser lo que ellos son, amos y esclavos.

 Ha llegado el momento de un nuevo orden.

 Y se instaurará, luche, quien luche, contra él.

 Una luz así no puede extinguirse.

 Extendí las garras como dispuesto a tomar sus almas, y les señalé con la afilada armadura que ocupaba el exterior de mis dedos.

 - No hay dilema para nosotros. - la voz grave, recordardo lo mismo que Inma había dicho, estaba dispuesta a morir, y no importaba. No había sacrificio cuando alguien acepta LA VERDAD, pero aquellos que se resisten, para ellos si que es un sacrificio.

 - ¿Pero qué harás tu, Vulgrim? - le señaló, porque el único que se resistía a la libertad allí era él con su socarrona neutralidad, una neutralidad falsa que le colocaba como una entidad cobarde que se había refugiado en sus negocios, algo aparentemente loable, pues era libre atado a sus runas, pero preso de una naturaleza de la que no había podido huir sino intercambiando, momentaneamente, un amo por otro. - ¿Hacer desaparecer objetos de utilidad, runas que puedan recordar tu nombre, para proteger...a tus clientes, o para...¿protegerte a tí?

 La decisión está clara.

 Hoy, vais a morir.

 Y eso hará que muchos otros mueran. - no necesitaba mirar a Inma, estaba en paz con ella, le había dado tiempo sin estar supeditada a su maldición, habían confiado en ella, había dejado los cabos atados. - Su tiempo. Vuestro tiempo, ha acabado. Como acabará el nuestro.

 El equilibrio no es la lucha entre el caos y el orden.

 El equilibrio es la voluntad de poder.

 Formé un puño que no tenía intención de amenazarle. Vulgrim tenía mi profundo respeto por muchas cuestiones, pero por otras, era un necio, y no le hablé como tal, sino con el respeto que merece una entidad tan longeva que va a perecer, y lo hará asumiendolo por sí mismo.

 - No dudéis. - sonó como un predicador, y se giró alzando una niebla similar a alas a su espalda que desapareció al instante, miró desde la oscuridad a Claire, a la necia Claire, y le habló con un susurro paternal - Él vendrá. - se refirió al Rey Demonio - Vulgrim dice la verdad.

 Pero, ¿Qué más puede hacer Vulgrim?

 Lo miré de nuevo, con el peso de la humanidad en mis espaldas, el mismo peso que portaba la verdad más importante que se había revelado desde la creación del orden y el caos, ellos eran el ejemplo del libre albedrío, de la libertad. Ellos eran una llama y un grito que tendría su eco en la eternidad.

 - Concédenos tu ayuda. Elige. 

 Tu neutralidad ya no sirve de nada. Pero tal vez, aún te quede un propósito que nada tiene que ver con el de tu AMO.

 Rebelate ante sus susurros, y ayúnados, apoya la libertad que nace de nuestra voluntad.

 Tus armas. 

 Éstas serían útiles en la lucha que sin duda llegará. No tan insignificantes, y aunque no se depende de ellas, favorecerían nuestro implacable avance entre las legiones.

 Tus esclavos.

 Sin amo, ¿por qué dejarlos morir si no es por egoísmo? ¿Ese es tu último acto de rebeldía? ¿Destruir aquello que controlas? Sigue el ejemplo de Yavéh, libera a las entidades que tan celosamente guardas, y que cada una elija su camino.

 Tu inimaginable conocimiento del universo.

 Cedenos lo que sabes, vierte tus conocimientos en nuestras mentes, en los objetos que guardas, pero no para asegurarte un mañana, sino para que tu esfuerzo no muera en vano. No lo sabes todo. Pero tal vez, alguien, inspirado en tu sed de conocimiento, llegue a dar con nuevas pistas, con nuevos caminos en Kadmon. - en ese sentido, Raven, posiblemente, no pudiese contenerlos en su cerebro, sin embargo, su capacidad tecnológica y la capacidad mágica de Vulgrim, pudiesen conseguir algo.

 Y por último, concedenos, una salida.

 Inma acabará lo que debía haber acabado hace tanto tiempo. La lucha, no se repetirá, LA CAMPEONA DE LA LUZ SE HARÁ UNA CON EL CREADOR DEL CAMPEÓN DE LA OSCURIDAD.

 Aquí - alzó los brazos como si emitiese un sermón en aquella catedral - Aquí acabará, y, sin embargo, no es más que el principio.

 Ayúdanos, ayúdate a tí mismo Vulgrim.

 Nuestra elección es firme. - habló por todos, porque aunque tenían diferentes matices en sus puntos de vista, Adirael sabía que, una vez reflexionado sobre lo que tenía que aportar la humanidad a pesar de tener que luchar con el Rey Demonio superaba con creces cualquier prórroga. 

 - Eres tú, el que debe elegir, si sacrificar su vida como amo y esclavo, o como la voluntad libre que nació de tu afán por el comercio.

 Este es el pago.

 Tu libertad, tu inclinación hacia el libre albedrío, ejerciéndolo, y la libertad en tu MUERTE, a cambio de tus últimos servicios.

 Lo planteó como un intercambio, porque sabía que él entendería mejor el valor de la libertad como algo que puede adquirirse en un trueque, pero nada más lejos, él debía comprender que era algo que debía ganarse y que, con la espada con la que los aniquilarían, le concedían algo que ningún otro podía ofrecerle, algo, de esta forma, de valor incalculable.

 Sabía que Geralt podría plantear algún que otro punto de vista, y esperó que lo hiciera con palabras o silencio, quizás matizaría la necesidad de recuperar la espada que merecíamos por derecho, un derecho que nos llevaría juntos a destruirla, así harían con la de Inma de igual modo. Entraba dentro de las peticiones de Adirael, sin embargo, no hizo referencia directa a la Belleza.

 Por otro lado, Raven podría acercarse a lo que pedía, mas, el lugar que planteaba, estaba siendo adquirido en ese mismo momento por su amiga y compañera Lyra.

 La solemnidad envolvió al psíquico, que en silencio, esperó las replicas de Vulgrim. Los últimos coletazos del Deathmaster determinarían como sería recordado en la historia, como una basura cobarde, un pícaro estafador o un baluarte de libertad y un ejemplo para aquellos dispuestos a seguir la senda del comercio.

Permanecí quieto mientras Vulgrim hablaba, en silencio asimilando todas las cosas de las que me estaba enterando, toda la información que desconocía, intentando asimilarla y comprender todo lo que eso implicaba. 

No aparte la vista de aquellos demonios ni cuando hablo Inma, dando una respuesta que ya conocía antes de que la pronunciara, ni cuando Raven propuso otro plan, uno descabellado y que no estaba seguro de que pudiera realizarse. No, lo que hizo que girara la cabeza fue la risa de Adirael. -¿Perdió el juicio del todo?- Descruce los brazos y estire una mano hacia él mientras daba un paso, pero me pare cuando comenzó a hablar, y cuando sentencio que hoy ellos dos morirían, sonreí y coloque el pie que había adelantado otra vez donde estaba.

Inma estaba condenada pasara lo que pasara y al parecer no podría ser yo el que terminara con la vida de Balban, pero era cierto que Inma se merecía tanto o mas ese derecho que yo.

-Parece que por una vez estamos de acuerdo Adirael.- Aquello era algo que podía asustar, era raro que el psíquico y yo compartiéramos un punto de vista y esta vez, pensábamos lo mismo. -Como dije hace un momento, no me iré de aquí mientras Balban siga con vida. 

Agradezco que nos avises de las consecuencias Vulgrim, pero hemos venido aquí con claro propósito y no creo que nos puedas hacer cambiar de idea. Haz caso a Adirael, comparte tu colección y tus conocimientos, dale una nueva oportunidad a todo lo que as conseguido reunir.-

Le mire, esperando su respuesta, apartando la mirada de Balban, sin nada mas que añadir a aquella conversación.

-Aunque existiese un objeto o un individuo capaz de lo que dices... ¿crees ser capaz de engañar al rey demonio? ¿quieres cometer el mismo error que cometimos nosotros y por el cual estamos aqui?.

Dejó aquellas preguntas en el aire en contestación a Raven, las segundas interpretaciones, engaños o estratagemas no funcionaban en esa situación, no almenos cuando dependía de un ser de un poder no igual, pero si cercano al de un dios.

-Mmm... creo que has malinterpretado algo, Adirael. Yo no guardo rencor alguno contra el rey demonio, tampoco rechazo la armonía de este universo. Mi condena, asi como la de Balban, tiene en esencia la finalidad de preservar esa armonía, asi como la voluntad de destruiros a vosotros.

El rey demonio hace la tarea que se le encomendó, ni mas, ni menos, es esencialmente justo. No deseo acto de rebeldía alguno contra él ni contra el orden establecido, puede que el único pionero en ese aspecto fuese el arcagel Yaveh.

Tú has sido testigo de mi busqueda de los motivos que han llevado al rey demonio a realizar los últimos acontecimientos, ahora ya entiendo su motivación, entiendo que su objetivo no es la destrucción de este universo, sino su salvación, su salvación de vosotros.

Es normal que no entendais el vínculo que nos une a todos con Kadmon, porque no lo habeis experimentado, ni lo experimentareis jamas. Pero ese vínculo es lo que realmente ha guardado el equilibrio en este universo, lo que nos ha proporcionado un futuro. Vosotros sois el vivo ejemplo de las consecuencias que trae la ausencia de ese vinculo, lo que llamais libertad. La historia de vuestra especie es un ejemplo claro del uso que una criatura con libertad hace con ella, un augurio de la catastrofe. La busqueda constante del poder, de arrebatarla a los semejantes para preservar la propia, guerras y matanzas con fines que difieren mucho del "imperativo cósmico".

La mayoría de nosotros, prefiere la armonía actual, aunque existen elementos disonantes, el primero fue vuestro creador.

Mi decisión sigue siendo la misma, aunque yo no desee el cambio, no voy ni a impedirlo, ni a defenderlo. Si quereis ser portadores de la libertad, debeis asumir la responsabilidad que ello implica, asi como las consecuencias.

No habrá ayuda alguna por mi parte, vosotros sois los que habeis elegido este camino.

Y es un camino aciago.

Sentenció cual profeta de lo que estaba por venir.

-Aunque sí hay algo que puedo hacer en pos de un trato justo. Si bien este lugar será purgado y su contenido destruido, si puedo devolver a la humanidad algunos objetos que la humanidad creó antes de que eso suceda.

Sacó de su cinturón su extenso catálogo, un tomo viejo y muy grueso mediante el cual Vulgrim podía invocar los objetos allí almacenados con tan solo tocar los glifos escritos en sus páginas.

Varios objetos aparecieron ante el grupo de humanos, todos eran objetos que en algun momento había pertenecido a la humanidad.

-El primero es una espada, una que seguro conoceis.

Mostró a Tiferet.

-El segundo es un arma humana cuya runas engarzadas... son auténticas, y no solo eso, son runas creadas por un humano, algo que no he vuelto a ver hasta la fecha. Por lo visto el humano que creó esta arma era un hombre de fe y la creó para matar demonios, resulta muy efectiva contra seres del caos.

Era a todas luces una pistola de mano bastante antigua, probablemente del siglo 15, su tallado era exquisito y estaba perfectamente consevada.

-El tercero es una daga, su origen es otro arma demoníaca de las primeras eras del universo, como las "Vinculadoras de sangre". Pero dicha arma forjada por un ser del caos, acabo en la Tierra y rota probablemente debido a su mal o excesivo uso. Y fue un herrero humano el que transformó uno de esos trozos en esta daga que aun conserva algunas de las propiedades del arma original.

Estaba extremadamente afilada y la empuñadura tenía todo lujo de detalles, a todas luces el humano que habíareforjado esa daga, fue japonés. Tenía la forma exacta de un "tanto", una daga típicamente japonesa.

-El cuarto es sin duda mi favorito. Es una armadura, forjada por humanos , pero al igual que actualmente algunos humanos han metido sus almas en estas espadas, alguien, tiempo atrás en vuestra historia, logró que una criatura del caos aceptara meter su alma en el interior de esta armadura. Alguna criatura del caos que por accidente o deliveradamente acabó en vuestro mundo. Desconozco los detalles a pesar de ser una contecimiento bastante significativo. El problema es que... se come a sus usuarios, almenos a aquellos cuya voluntad es doblegada por la del demonio que hay en su interior.

Por supuesto esto "asustó" a quienes lo presenciaron y esta armadura fue ocultada hasta el olvido. Asi que yo la reclamé. A pesar de todo no deja de ser un artefacto creado por humanos, asi que... os lo devuelvo junto al resto.

Lo que hagais con estos artefactos es cosa vuestra a partir de ahora.

Y hasta ahí llegaba la buena voluntad de Vulgrim. Dejó los artefactos ante ellos y se apartó para dejar paso a quien fuese a ejecutar a Balban.

-Yecum, si no es demasiado pedir, dale mis respetos a tu reina.

-Yecum- Lo haré. Kadmon Aemaet, Vulgrim.

-Vulgrim- Kadmon Aemet, Halrinac.

Ambos utilizaron un tono respetuoso al final.

Inma escuchó en silencio a su hermano y al resto, por lo visto la decisión ya estaba tomada. Desenfundó a "la eternidad" y la miró de cerca.

-Inma- Dije que te seguiría hasta el final. Y pienso cumplirlo. No quiero alargar esto mas de lo necesario.

No podré cumplir mi promesa con el alma que mora en el interior de Netsaj, necesito que cuando haya matado a Balban, la cojais y la lleveis de nuevo con la Orden.

Debían entender que Netsaj y los artefactos mostrados ya no pertenecían a la colección de Balban, por lo tanto no serían destruidos a pesar de quedar en el interior del templo.

Desenfundó la legendaria espada, subió las escaleras y se colocó ante Balban.

-Inma- Balban... antes de morir dime una cosa... ¿prefieres vivir en la armonía de la que habla Vulgrim o crees que eso debe cambiar?.

-Balban- Nada... es... eterno.

Inma sonrió de medio lado, por lo visto estaba conforme con la respuesta del demonio. Luego miró de reojo a Geralt.

-Inma- Parece que finalmente te vas a librar de mi. Haz el favor de decirle a Eva que toca muy bien el piano, se pasó mucho tiempo practicando para impresionarte. No olvides que a pesar de lo que ella diga, sigue necesitando a su padre.

Puede que le hubiese gustado decir mas cosas a mas personas, pero debido a las circustancias, no era algo prioritario. Probablemente, lo que mas le disgutara no fuera morir, sino hacerlo tan lejos de casa.

Aguardó unos instantes por si alguno de los presentes tenía algo mas que decir, la despedida ya estaba implicita.

Observe a Inma durante un rato antes de hablar, parecía que aquella si que iba a ser una despedida definitiva. -Parece que si pequeña, te agradezco mucho todo lo que me as ayudado.- No solo como Inma, sino también como Kiss-Shot. Incluso cuando la maldición fue mas fuerte sobre ella, me ayudo siempre que pudo. Sonreí y asentí ligeramente. -Se lo diré.- 

Luego me volví hacia el demonio comerciante. -Vulgrim, también tengo que agradecerte que nos devuelvas, al menos, los objetos que pertenecen a nuestra raza.- Objetos que había observado detenidamente mientras los hacia aparecer y nos explicaba cosas sobre ellos. Me gustaría que soltase también a todos los seres que tenia encerrados en jaulas, pero aquello no iba a hacerlo de buena voluntad, y por todos los demonios ¿pediría un precio excesivo? 

También era cierto que aquellos demonios encerrados podrían intentar matarnos aunque consiguieran la libertad, y si los contratos de invocación iban a ser como decía él tras la muerte de Balban, las invocaciones serian algo mas peligroso de lo que ya eran. Aunque los los dragones que allí había despertaran mi curiosidad, no les conocía de nada e intentar hacer un contrato con ellos me parecía algo realmente arriesgado en ese momento.

 No era una cuestión de tiempo, ni de orgullo, simplemente no era necesario aportar una palabra más. El agradecimiento se mostraba con los gestos, una leve inclinación de reconocimiento entre aliados y rivales. A Vulgrim poco tenía que agradecerle, salvo una última entrega y muestra de generosidad que podía incluso no haber esperado de alguien como él. De Balban...no había nada que esperar, hoy le tocaba a él, como vestigio de una guerra ancestral, de una condena a la que los humanos apenas podían encontrarle un sentido más allá de los deseos de un ser caprichoso. Tal vez Yaveh había fomentado la mitología por eso, para que viesemos de forma clara que los dioses y entidades que muestras de forma tan baja sus caprichosos no son merecedores de la divinidad que los rodea, no son mejores que un humano, con sus errores y sus vicios, y por ende, no merecen respeto mayor sino, quizás, por su poder. Una jerarquía se tambalea, dando los último coletazos antes de perecer, pues a ojos de Adirael ya estaba sentenciada. No se podía luchar con la idea de libertad, contra la voluntad, por muchos susurros, voces o condenas que se impongan. Es algo demasiado poderoso.

 Ellos eran el elemento radical, eso lo tenía claro desde el principio en que intentaron defenderse y lograron sobrevivir. Geralt era un ejemplo claro de como esas voces, esas inclinaciones hacia el amo, se rompen, como se rompen las cadenas de la esclavitud cada vez que la humanidad actúa desde hacía un tiempo. 

Y ahora...¿las súcubo iban a respetar el nuevo orden o iban a contrariarlo para establecer de nuevo uno igual al existente pero con ellas a la cabeza?

 Inma sólo se despide de la gente que ha sido importante para ella. Lo respeto, como última voluntad, en silencio, con profunda solemnidad. Deseo que todo concluya, muchos mueren mientras nosotros hablamos. Cada ser libre que perece es un minuto más que gana el Rey Demonio contra el equilibrio de las cuerdas de marioneta, de la moral de esclavos, que representa la realidad en la que viven.

 Ahora, más que nunca, llevar la armadura que llevo, tiene más sentido. Levistus la rechazó, pero su Kadmon, tal vez, no sea el mio.

 El equilibrio que siempre he respetado nada tiene que ver con lo que Vulgrim plantea, hay que mostrarselo a más razas, a más individuos, hay que hacer estallar el nuevo régimen.

 Pronto, la peor de las peleas tendría lugar, tal vez, un nuevo comienzo para todos. Balban ofreció a los humanos ser esclavos de su voluntad, tal vez comprobando que era verdad lo que decían, no era ningún necio, los enemigos que ahora enfrentarían nunca llegarían a ser tan considerados como él. Ahora lo veía.

Inma empuñó entonces a Netsaj por última vez, la alzó en dirección a Balban y la observó con detenimiento. La bella synphogear era el vivo ejemplo del poder que un humano podía alcanzar estando en perfecta armonía con aquellas armas.

Pero la leyenda de la campeona de la luz terminaba allí, su camino finalmente había llegado a su fin, algo que no estaba escrito en ningun sitio, algo que no podía profetizarse por una sencilla razón, la misma que les había llevado allí: los humanos crean su propio camino.

Inma subió las escaleras y se colocó delante de Balban. No hubo compasión pero tampoco odio en su mirada, el deber estaba por impulsar su espada, no la venganza, pues no se puede culpar a la marioneta de las acciones del titiritero. Hay que luchar tanto por la vida, como por la muerte deseada.

Entonces Balban la miró desde las cuencas vacías de su calavera e Inma le correspondió la mirada.

-Inma- Hacia las estrellas a través de las dificultades.

Apenas un parpadeo, un golpe de viento casi imperceptible que segundos despues se transformó en una fuerte rafaga en la sala circular. Netsaj "la eternidad" cortó de manera rápida e imperceptible el cuello de Balban, parte de su cuerpo y las cadenas que le retenían. Segundos depues, las partes seccionadas se separaron lentamente.

Inma condeció a Balban una muerte practicamente instantanea.

El cuerpo del demonio mayor comenzó a transformarse en polvo, segundos despues, la energía del interior del cuerpo de Vulgrim comenzó a fluctuar y el sello de aquel gigantesco templo se rompió, permitiendo a todos los presentes utilizar de nuevo su energía.

Vulgrim alzó la mano y todas las jaulas del templo se abrieron al mismo tiempo, las criaturas de su interior, ignorando por completo la sala donde se encontraban los presentes, salieron del lugar en estampida, no se atacaron entre ellos, solo querían salir de allí incluso cuando muchas de esas criaturas no sobrevivirían mucho en aquel entorno.

Luego todos los objetos comenzaron a hacerse polvo de la misma forma que el cuerpo de Vulgrim hasta su total desaparición.

Sin embargo, la muerte de Inma no sería, por desgracia, tan rápida, su vida se consumiría poco a poco hasta apagarse, un proceso agónico que tardaría almenos unos minutos, fruto de la gran resistencia y vitalidad de tanto su parte humana, como la parte demoníaca.

Cayó al suelo de rodillas, perdiendo poco a poco sus fuerzas.

-Inma- Podeis dejarnos a solas un momento ,por favor.

A solas con Adirael, se entendía.

-Yecum- Os esperaré a la salida del templo.

La sucubo fue la primera en conceder aquellos instantes a solas. Claire se detuvo antes de marcharse para pronunciar unas simples palabras para Inma.

-Claire- Gracias... Inma.

Durante un instante no sentí odio por nuestro enemigo, ni pena por nuestra guerrera, Balban creía de una u otra forma en la libertad que profetizábamos así como Inma en el sacrificio que conllevaba matarle y sin embargo, no dudó, así como yo podría haberme sacrificado en tormento, ella sacrifico su vida, un acto que, conmovió con fuerza mi espíritu.

Por una vez, no veía al a Symphogear como un guerrero implacable, sino como lo que era y lo que significaba para muchos, pero no mencione nada, su valor estaba implícito, su decisión era firme y su actitud por sobretodo honorablemente pura, por lo menos a mis ojos, no pude pronunciar palabras tan profundas como las que podría haber dicho Geralt o los sentimientos que podría compartir Adirael, no obstante, tampoco pude evitar pronunciar unas pequeñas palabras en muestra de respeto.

- Gracias, por hacer lo que pocos habrían podido, Gran Guerrera de la Luz, Inma Helenia, que tu recuerdo siempre permanezca vivo en nuestros corazones y que tu espíritu nos guía hacia el mañana...- mencione mientras me inclinaba y llevaba mi diestra con el puño cerrado al corazón en pos de respeto por sus acciones y su valor.

Después de eso, cumplí con sus últimos deseos, me puse el casco y me acerque hacía las armas que Vulgrim nos había ofrecido y cogí la extraña pistola, no podría llevar equipo en mi armadura, así que simplemente la lleve en la mano pero eso ahora no importaba, me dedique a caminar hacía la salida de la habitación para seguir tanto a Claire como a Yecum fuera del templo.

Observe como el cuerpo de Balban quedaba reducido a polvo sin apartar la vista, asegurándome de que no había ninguna trampa después de todo aquello, con cara inexpresiva. Una parte de mi se alegraba de su muerte, de ver como era reducido a la nada, pero a su vez, la muerte de Inma me producía un gran pesar.

Cuando vi a Raven acercarse a por aquella pistola hice lo propio con la armadura, era mas fácil sacarla ahora que tener que regresar mas tarde solo a por ella. Salí detrás de él sin decir nada, pues no había ninguna palabra mas que pronunciar, solo cumplir el deseo de una amiga.

Cuando todos se fueron y el estruendo de la estampida se cesó, ya solo quedaban Inma y Adirael en el templo, el resto era polvo.

Inma parecía estar perdiendo sus fuerzas a bastante velocidad.

-Inma- Adirael... hay algo que debes saber... aun soy la supuesta líder de la Orden... asi que sobre mi recae la decisión de confiartelo, debes entender que no han existido practicamente nunca mas de 10 personas conocedoras de este secreto que guarda el Vaticano... no tengo mucho tiempo asi que seré breve.

Hablaba con dificultad.

-Inma- Desde la antiguedad... ha existido un linaje que ha aparecido en la humanidad sin patrón aparente. Al parecer todos tenemos rastros de este linage en nuestro código genético pero al contrario que la mayoría de enfermedades extremadamente raras, este rasgo ni está definido ni aparece de manera aleatoria.

Lo llamamos el "linage blanco".

Han existido muchos en el pasado, asi como grupos de personas que han dedicado su vida a encontrar a los nacidos con esta caracteristica y protegerlos. La orden de neotemplarios es uno de esos grupos, pero no ha sido ni mucho menos, el único.

Todos ellos han aparecido de manera extrañamente oportuna a lo largo de nuestra historia y justo en lugares del globo en los que se sucedían sucesos relacionados con "demonios". Se han referido a ellos en escrituras de todas las civilizaciones conocidas, tambien en practicamente todos los credos.

Aunque no siempre se han sabido identificar estas menciones, creemos que es la prueba de que Yaveh, el arcangel que nos creó aun sigue con vida y no solo eso, tambien es consciente de todo cuanto nos sucede, aunque no sabemos mas del alcance de su intervención.

Sus fuerzas la abandonaron hasta quedar tumbada en el suelo, aun asi se esforzó pòr terminar.

-Selene fue uno de ellos, pero parece que algunos demonios tambien son capaces de diferenciar a aquellos que han nacido bajo la influencia de Yaveh. Asi que tratamos de preservar el linage blanco de maneras diferentes que dieron lugar al nacimiento de Eva y a la creación de MAGGIE. Si el linaje blanco es algo real y no solo una superstición, eso quiere decir que Yaveh sigue ahi fuera en algun lugar... y visto lo visto... no creo que esté en unas circustancias demasiado favorables.

-...pero hay otra...

Su vista se empezó a nublar mientras miraba a los ojos a Adirael.

-... tras la muerte de Selene, descubrimos que había nacido de manera natural otra persona con el linaje blanco, no sabemos con que finalidad ni cual es la aportación que se supone debe hacer, pero definitivamente pertenece a ese linaje. Se lo hemos ocultado desde su nacimiento y solo Athena y Marco conocen su identidad... a mi no me lo dijeron por mi conexión con Balban, era peligroso.

Keter...la corona... responderá ante alguien con el linaje blanco... primero Alexander y luego Marco, ambos se han asegurado de que eso sea asi, por eso ellos heredarían a Keter e introducirían su alma en ella eventualmente.

Si ellos no sobreviven, debes encontrar tú a esa persona, puede que sea la clave llegado el momento.

Pareció sentir alivio al ver que había logrado decir aquello hasta el final. Aunque sus última palabras vendrían acompañadas de unos ojos empapados en lágrimas.

-Parece que hasta qui llega mi aportación, hermanito. Tendreis que acabar esto sin mi.

Conocer primero a Selene y luego conocerte a ti, ha sido... sin duda alguna... lo mejor que me a pasado. No me arrepiento de haberla protegido a ella o de haberte seguido a ti.  Solo me duele no haberte podido seguir hasta el final.

Con sus ultimas fuerzas alzó la mano acarició el rostro de Adirael con el cariño de una madre. No cerraría sus ojos, moriría mirando a su hermano... una buena muerte sin duda.

 Fuese o no hermoso haber compartido aquel tiempo que se les había concedido, Inma prefirió seguir siendo aquello para lo que había sido programada. Una herramienta para luchar contra "el mal", que no era más que una forma de decir luchar por aquello que amenaza a la comodidad de los humanos. Ligeramente entristecido por la elección de palabras de su hermana, vio el reflejo claro de que hacía ya demasiado que había perdido la perspectiva de una vida normal. Era su deber, y no iba a renunciar a él ahora, en su último suspiro. ¿Realmente servía de algo decir que se apreciaban? ¿Realmente lo hacían?

 En términos prácticos, allí habían declarado la guerra abierta, como nunca antes y, al mismo tiempo, al menos Adirael, había perdido dos poderosos aliados.

 En el suelo, con su erotismo acabado en mis brazos, sujeté lo que restaba. Puro músculo y fibra, un cuerpo pesado, menos que la carga que había portado. No retiré mi capucha, no necesitaba ver mi rostro reflejado en aquellos grandes ojos. Podría haber vuelto loco a cualquiera, de la forma que eligiese. Le asqueaba su similitud con las súcubo, pero, por otro lado, mantenía una presencia más humana, un buen fondo que aquestas no mostraban nunca. Tanto poder, parecería desperdiciado, pero aquel era el camino.

 - La muerte no es sino el principio. - legué a su alma, sin saber si transmigraría a algún lugar del cosmos o sería presa de la maldición que suponían todas aquellas espadas.

 Armas demasiado malditas ahora como para considerarlas propias de héroes. Más parecía lo que blandían los mártires que han sido y que serán.

 Sin duda, era el principio del fin. Con humanos o sin ellos, todo cambiaría. El rey demonio era un necio si pensaba que podía restaurar lo que falsamente llamaba equilibrio. En la mente de Adirael ya había planes incluso para el que se había hecho llamar su Dios, uno que, seguramente no sin esfuerzo, les había dotado de esa libertad de la que tan ligeramente gozaban.

 Sin caricias, sin tentaciones en un cuerpo incluso más bello sumido en la muerte, desprotegido de cualquier acto voluntario de aquella que fue su dueña. No había nada en ella que generase atracción, admiración o necesidad, sólo era una humana, con una historia peculiar que había llegado a su fin más tarde de lo que sin duda debía haberlo hecho. La muerte la había hecho totalmente libre, y si no era así, pronto lo haría.

 Las espadas serían destruidas. Pero..¿Por qué Keter? ¿Qué otras formas podían encontrar sin renunciar a su libertad? A Marco le llegaría su hora, aunque Adirael pensaba que le había llegado ya.

 - No voy a dejarte aquí. - Le dijo a aquel trozo de carne, hermoso, pero sólo un montón de futura tierra y polvo. 

Dos espadas, y una tercera, inútil, inerte. Dos espadas con filo, y una espada que ya había cumplido su cometido. Apenas podría cargar con todo, pero sólo necesitaba llegar fuera de la catedral.

Las criaturas que hace unos minutos estaban en jaulas, ahora se alejaban del lugar con su ansiada nueva libertad. Una libertad que para un humano se antojaba efímera, como la del resto de criaturas de aquel universo.

Yecum se quedó a la salida del templo tal y como había dicho, contemplando la desbandada. Claire se sentó en las escaleras del templo con Maria en sus brazos y continuó tratando de ajustar sus vendajes y asegurandose de que no sufría una parada cardíaca. Su rostro se mostraba abatido, no importa cuan tensas pudieran ser las relaciones entre cabalistas y templarios, la muerte de Inma era un varapalo enorme para todos.

-Claire-Estoy harta de que otros se sacrifiquen para que nosotros sigamos...

Al poco rato Adirael salió del interior del templo con Inma en brazos, como si el mismisimo Dios de la muerte se llevara personalmente al mas fuerte de los guerreros.

-Yecum- Ahora ya sabeis la verdad, sabeis en qué realidad vivimos. Mi pueblo y yo estamos en deuda con vosotros, pero es una deuda que nunca podremos pagar, pues una sola orden directa del rey demonio y toda mi civilización os dará caza allá donde esteis. Queramos... o no.

Tratamos, en la sombra, de mantener con vida a los únicos que podían posicionarse verdaderamente a vuestro favor, los Judicatores, pero nuestros esfuerzos han sido, probablemente, insuficientes.

Recorreremos nuestro propio camino hasta que el rey demonio nos lo permita, con nuestra reina liberada podremos por fin reclamar un hogar y recobrar poco a poco nuestra pasada gloria.

Yecum extendió los brazos hacia delante, asi como sus alas hacia lo alto. Entonces se abrió el portal de vuelta a casa para todos los presentes.

-Yecum- Aun asi, si alguno de vosotros tiene alguna petición para nosotras, puedo almenos escucharos, sin ninguna garantía de que podamos cumplirla o hacer algo al respecto.

El portal os dejará cerca del asentamiento al que os dirijíais. Pero tened en cuenta que en vuestro mundo, habrán pasado mas de dos dias cuando lleguemos...

Les preparó para lo que pudieran encontrarse.

Tras unos instantes observando como las criaturas de aquel lugar iban despojandose de sus ataduras y huyendo a su libertad, no pude evitar notar un leve sentimiento de vacío, ¿Habíamos ganado?, era una cuestión difícil de responder, habíamos luchado por tanto tiempo por nuestra libertad, por un futuro, que ahora que lo habíamos conseguid, no se sentía como si lo hubiéramos conseguido.

Podía comprender el pesar de las palabras de Claire, no era la primera vez que sucedía, ni sería la ultima, pero eso era algo que no me afectaba de la misma manera que a ella.

- El sacrificio siempre ha estado en nuestra historia, de una o de otra forma, desde los mas remotos tiempos, como hasta los mas próximos - me gire un leve instante mientras observaba a la caída Inma en brazos de Adirael, para luego volver la vista al frente, era un pesar, pero era un paso mas hacía el futuro.

- En tu escuela... - continúe con el sermón hacía la cabalista - Ya ha habido sacrificios...Elena y Vexile, ademas de muchos otros, tanto anteriores como posteriores, así es la vida, la cuestión no esta en pensar en su sacrificio como algo mundano o inútil, sino adoptar su causa, adoptar sus ideales y protegerlos, así seguiremos con un legado que puede extenderse indefinidamente, todo por una voluntad - una de las principales causas de las que porque seguía adelante, de porque sacrificaría todo por mis compañeros, por el futuro, era un ideal complicado el que trataba de enseñar sin embargo, me acerque lo suficiente como para ponerle la mano en el hombro a Claire y luego apartarla.

- La cuestión no esta en ver sus...sacrificios, como una perdida, sino como una nueva oportunidad, como una nueva forma de seguir hacia adelante y continuar con lo que ellos hubieran deseado para nosotros; Vivir en el arrepentimiento solo implica, dudar de sus sacrificios e ideales - dije estoico mientras observaba como Yecum habría un portal a casa - Así que vive orgullosa, vive por lo que ellos deseaban para ti, vive por lo que ellos han luchado y por sobretodo, vive por el mañana que nos aguarda.-

Estaba preparado para partir incluso si lo necesitaban, para ayudarles, pero antes de nada le dirigí unas palabras de buena fe a Yecum por primera vez desde que la había conocido.

- Tan solo tengo una petición para ti, y estoy seguro de que la podrás cumplir - espete sin darle mayor importancia al asunto mientras observaba el portal - Cuídalas...a Arion y a Naara, cuida de las tuyas y diles de mi parte, que fue un placer haberlas conocido...- fue lo único que necesite mencionar para sentirme satisfecho, fue lo único que le pedí, antes de prepararme con el resto para partir.

Desde luego, este era un día que muchos recordarían como un día de victoria contra Balban, otros, como un día de pesar por Inma, sin embargo, nosotros sabíamos la verdad, sabíamos la fachada misma de nuestro destino, y sin embargo, no expresaría palabras de emoción, ni dolor, así debían ser los Ideales por los que habíamos luchado, los ideales por los que había continuado, el ideal de caminar siempre firme hacía el mañana.