Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 8: Ceremonias

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19/10/2020, 02:33
Director

RESOLUCIÓN TURNO 800
 

 

El viaje por aquel paraje fue algo monótono, una sucesión de tierra negruzca, piedras oscuras y el siempre presente viento azotando desde las montañas. Durante el trayecto tuvieron tiempo de hablar, de intercambiar historias y vivencias. Ya no tenían por qué preocuparse, el peligro que habían supuesto los orientales se había difuminado ya. Atrás quedaron las noches de vigilia, las persecuciones, y galopadas,

El quinto día, cuando ya se acercaba la noche, llegaron hasta una zona donde la montaña formaba un paso. Era una ancha garganta que cruzaba el macizo hacia el oeste, el camino hacia Minas Ithil. Aún estaban lejos, lo suficiente como para que la zona no estuviese vigilada por los soldados de Gondor.

Antes de que se pusiese el sol, prepararon un nuevo campamento. Esa noche, como todas las demás, volverían a hacer las guardias. A lo lejos, el aullar de los lobos se escuchó sobre la quietud del lugar. No había mucho que comer en aquella desértica tierra. La relativa cercanía de la ciudad los atraía, llamados por su ganado y por la necesidad. Tendrían que estar atentos.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 801

► Tiradas de percepción.

► Las guardias serán como en el capítulo anterior, Edan, Hallfrid, Gwalin y Larrid.

► Grimbeorn descansa (os habéis ido turnando, le vuelve a tocar), Geleswinta no hace guardias

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 21-10-20

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19/10/2020, 16:36
Gwalin

TURNO 800

Varios días de cabalgata hacia Minas ithil fueron suficientes para forjar en la mente del enano la venganza sobre los orientales. Ya no estaba tan malhumorado, ni tan furioso como lo estuvo cuando se enteró de la muerte de Leofred. No, ahora tenía un objetivo que podría cumplir en breve, quizás menos de una década, algo breve para un enano.

Seguían haciendo guardias y vigilando los alrededores por si esos orientales tenían algún secuaz que pudiera acompañarles. pero no encontraron a nadie, para desgracia del naugrim.

Esa noche, en dirección a Minas Ithil, hicieron un campamento antes de entrar en una garganta que les llevaría a la ciudad e la luna, aunque aun estaba un poco lejos, la proximidad ya la podían sentir, o quizás fuese las ganas de llegar y dormir en una cama y comer comida decente... lo de bañarse tampoco lo echaba tanto de menos el guerrero.

Volvió a sacar la petaca con aguardiente enano y la bolsa de tabaco de la cuaderna del oeste, ofreciéndole ambas cosas a sus compañeros. 

-Ya queda menos para llegar. -dijo tranquilo después de cenar, pero pensando en que también quedaba menos para la lid contra los orientales-. Tengo ganas de llegar y dormir en una cama más blanda que el suelo.

- Tiradas (1)
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19/10/2020, 16:58
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 801

A medida que los dias pasaban, los viajeros iban ocupando sus cabezas con pensamientos más mundanos. A pesar de su exacerbado pragmatismo, Edan se adaptaba con facilidad a los cambios. En cuanto sus heridas hubieron sanado y el tiempo dejó claro que la amenaza de los orientales era cosa del pasado se relajó de nuevo y empezó a pensar en que haría una vez llegasen a Minas Tirith.

Primero tendrían que hablar con Agranil y resolver el asunto de los pagos. El Rohir no se quedaría mucho tiempo en la capital. Lo justo para ponerse al día con la amenaza de los orientales y hacer los preparativos para regresar a Folde Este. Ahora que habia vivido en primera persona el peligro que suponían, se había despertado en su interior un temor verdadero. No solo por él, sino por su familia y el resto de su pueblo. El extraño comportamiento de los Sagath en su huida no auguraba nada bueno para Gondor,¿Porque se habian dirigido tan al sur arriesgando de aquel modo sus vidas? Edan creía conocer la respuesta a aquella pregunta, pero necesitaba más certezas para saber que pasos debía tomar en adelante.

Aquella noche hizo su guardia como siempre, al calor de la hoguera y alternando pequeños tragos a su cantimplora de brandy con las ultimas hojas de tabaco que le restaban. Se mantuvo alerta, pues habían escuchado los aullidos de lobos durante la tarde y no queria que los rodeasen mientras dormian. No creía que se acercasen demasiado mientras mantuviese el fuego encendido. Pero corrian tiempos dificiles y el hambre empujaba a los animales a actos desesperados. Antes de mercenario Edan se habia ganado la vida como granjero y los conocía bien, de modo que durante su guardia se preocupó de apilar un poco de leña cerca de la hoguera para mantenerla despierta hasta que Hallfrid le diese el relevo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Percepción oculta. Por cierto Nagre, me ha quedsdo a medias la subida de nivel de mi PJ. Supongo que la dejaremos para cuando termine la aventura ya.

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20/10/2020, 16:34
Grimbeorn

Turno 801

La monótona sucesión de días en aquel paisaje de tierras esteriles dominadas por un color negruzco hacían desear al animista dejarlas atrás pronto. En aquellos parajes se había dado cuenta de lo relativamente cómodas que eran las facilidades que, incluso en los lindes del Bosque Verde, tenía su pueblo. Un simple lecho de paja le parecía un lujo mientras se acomodaba sobre una roca para descansar. Con suerte, lo haría toda la noche, pues aquel día no le tocaba guardia. Era una suerte, porque los últimos cinco días, para ahorrar comida, había cedido sus raciones a la Wuitan mientras el norteño solicitaba sustento a Araw, como hiciera aquella vez que se perdió en el bosque durante su infancia.

Pero incluso con el deber cumplido y la amenaza de los orientales conjurada, Grimbeorn encontraba dificil conciliar el sueño en aquel país. Menos cuando se oía aullar a los lobos en la lejanía. Su imaginación volaba y suponía que, en aquel lugar maldito, aun podían pulular lobos grandes y malvados como los que algunos afirmaban haber visto en las inmediaciones de Dol Guldur. Huargos los habían llamado en los cuentos. El animista se revolvió, incómodo, mientras se envolvía en su capa.

- Será un sueño ligero. No dudéis en avisar si los lobos se acercasen. - Sin duda, sería un triste final el haber llegado hasta allí y perecer en un ataque de animales salvajes.

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22/10/2020, 02:28
Director

RESOLUCIÓN TURNO 801
 

 

Un fuego en el centro, con las tiendas formando un círculo alrededor, el campamento fue preparado en poco tiempo. Tenían mantas y tiendas de sobra, podrían dormir cómodamente, ocupándolas individualmente. Para cuando la noche llegó, todo estaba preparado.

Las estrellas comenzaron a dibujarse en un cielo despejado, con una luna en su ciclo menguante, que con su luz iluminaba tenuemente los alrededores. El viento, cortantemente frio, volvía a bajar violento de las puntas más altas de la montaña cercana. Los primeros días de la primavera eran así, días calientes, noches heladas. En realidad, habían tenido suerte, no eran extrañas las lluvias en esa época, incluso en aquel paraje semidesértico. Acurrucados en sus mantas, prepararon algo de comer.

Cenaron un guiso de verduras y patatas, al que añadieron algo de jamón curado y tocino para darle más sabor. También bebieron vino especiado, de buena calidad, que los orientales llevaban entre sus provisiones. Cuando los estómagos quedaron saciados, sentados como estaban alrededor del fuego, dieron buena cuenta del licor encontrado entre las pertenencias de Leofred. Fue bebido con entusiasmo, solemnidad, y como un agradable recuerdo de su persona. Poco después, se dispusieron a pasar la noche.

Las guardias fueron dispuestas por Larrid, se fueron a descansar a las tiendas, bajo la amenaza de los aullidos lejanos. Los sonidos se propagaban desde muy lejos en aquellas gargantas, por lo que seguramente se encontraban a mucha distancia. Era improbable que los lobos se atreviesen a atacarlos, incluso aunque se hubiera dado el caso de estar cerca. Aun así, se mantendrían alerta.

La noche pasó tranquila, sin mas sobresaltos que el ir notando que los aullidos estaban más cerca según iba pasando la noche. No ocurrió nada relevante, todos pudieron descansar tranquilamente hasta que la luz del alba comenzó a clarear el cielo.

Desayunaron bien, antes de recoger todo y ponerse de nuevo en marcha. El camino hacia el sur que habían llevado hasta ahora los conducía hacia el oeste por una garganta ancha, con una calzada de tierra pisada bastante regular. Podía medir tranquilamente unos cuatro metros de ancho, y serpenteaba entre las enormes moles de piedra que formaban las Ephel Dúath. A ambos lados, con una pendiente bastante abrupta, se alzaban imponentes las paredes rocosas de las Montañas de la Sombra.

Se adentraron por el paso, aunque no les acechaba ningún peligro, no podían evitar mirar a todos lados con desconfianza, temiendo un ataque en cualquier momento. No llevaban un ritmo muy alto, pero tampoco iban demasiado despacio, no se paraban cada poco a otear las laderas y escondrijos. Simplemente cabalgaban atentos, y recelosos.

No sabían con certeza cuanto les quedaba hasta llegar a Minas Ithil, pero según fue avanzando el día, supieron que tendrían que pasar una noche más lejos de la seguridad de la ciudad. Además, tendrían que hacerlo en el propio camino, o buscar algún lugar más resguardado, que no supusiera alejarse demasiado.

La luz comenzaba a menguar, tenían que apresurarse o les tocaría montar las tiendas a oscuras. Allí dentro, en la garganta, la luz era mucho más débil. De nuevo, los aullidos, esta vez claramente mas cercanos.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 802

► Que alguno haga una tirada de campamento (1d100). Sed creativos con el campamento, ya sabéis un 100 es un resort en Imladris, un 01 una cloaca en Angmar. A ver qué inventáis.

► Podéis relatar también la cena, preparación del fuego, tiendas, y demás. Habrá guardias, esta vez descansa el Gwalin (el orden es alfabético, para no volvernos loco, si queréis que sea otro, decidme)

► Tiradas de percepción para detectar los afilados colmillos de los lobos, cerrándose con violencia sobre la sangrante yugular de vuestro compañero dormido, dándose un salvaje festín de carne fresca..

 

► Resolución del próximo turno: domingo 25-10-20

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22/10/2020, 14:16
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 802

La noche los sorprendió demasiado pronto. Allí, a la sombra de las Ephel Duath, la oscuridad era más persistente que en la llanura, y nunca llegaba a abandonarlas del todo.

Larrid decidió hacer un alto para buscar un lugar donde acampar. No tenian mucho donde elegir. A ambos lados se alzaban majestuosas las cordilleras de las montañas de la sombra. Al menos sus duras piedras les podrían ofrecer cobijo frente al gelido viento nocturno.

Tras no mucho buscar encontraron una pequeña hondonada al pie de la ladera occidental. No les costó mucho disponer una carpa apoyada en algunos arbustos altos, y con la ayuda del equipo de campamento lograron fijar la tienda minimizando las corrientes de aire en el interior.
A causa del frio que amenazaba por las noches, decidieron disponer un par de lonas en el suelo de la tienda, ademas de algunas mantas como aislante. Por encima irian los sacos de dormir.
Por suerte los orientales iban bien provistos de mantas y víveres de modo que no tendrían problemas de escased antes de llegar a minas Ithil.

Una vez levantado el campamento, todos se afanaron en reunir una buena cantidad de madera y hierba seca para alimentar la hoguera. Por fortuna, a media que se alejaban de Mordor, la vegetación empezaba a proliferar, aunque todavía resultaba difícil encontrar algo que no fuesen ramas secas o pequeños arbustos en un lugar como aquel.
Dejaron la preparación de la cena a Grimbeorn y a la extraña anciana. Era evidente que se conocían y sus caldos eran realmente sabrosos, de modo que todo el mundo estuvo de acuerdo en proponerles que fuesen ellos los encargados de cocinar durante el resto del viaje.

Mientras el bosquimano y la vieja preparaban los condimentos Edan aprovechó el poco tiempo que le restó tras la busqueda de madera para echar un ojo a las pezuñas de los caballos. El camino habia mejorado desde que salieron de la caldera, y no esperaba mayores problemas que liberar alguna piedrecilla atascada.

El final del camino estaba ya muy cerca, y todos se encontraban deseosos de llegar a su destino para poder descansar sobre un colchón de verdad y brindar al calor del hogar en una buena posada.

Aquella noche no hubo celebraciones ni vítores. La batalla de la caldera parecía ahora demasiado lejana en el tiempo.
El Rohir buscó algo de conversación antes de empezar su guardia. Y se dirigió a su viejo compañero de guardias.

Decidnos Grimbeor. ¿Quien es esta mujer? Y ¿por qué los orientales la habían raptado?
No podía entender que valor podía tener para unos guerreros una anciana esqueletica como aquella. Ni que extraña conexión la unía al bosquimano.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Yo mismo haré la tirada de campamento esta vez. Iba a postear ya, y me iba a resultar difícil hacerlo sin especificar.
Creo que es la primera vez que la hago y no ha ido tan mal.

Dejo percepción tambien para la guardia.

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22/10/2020, 17:08
Grimbeorn

Turno 802

Aquella noche, Grimbeorn tenía sentimientos encontrados. Por un lado, le hubiera gustado descansar como la última vez, pero la cercanía de los aullidos respecto a la noche anterior le inquietaba. Y tal vez por esa razón, se sentía aliviado por estar de guardia. Aunque no había pasado nada el día anterior, al animista le carcomía por dentro el temor de que los lobos pudieran sentirse atraídos por el olor de la cena, aunque el fuego les pudiera mantener a raya. Pero comer caliente parecía que insuflaba ánimos a sus compañeros de viaje, si bien menos habladores de lo habitual. Era comprensible, pues la última baja había sido reciente y aun pesaba en sus mentes.

El norteño se entretenía avivando las brasas que se formaban en el perímetro del hogar improvisado para el fuego en el momento en que las palabras de Edan le hicieron levantar la cabeza. Oteó unos instantes la oscuridad circundante antes de volver la mirada hacia el rohir. Tampoco le sorprendía la pregunta. Lo extraño es que nadie hubiera formulado algo parecido antes.

- Es una Wuitan. Una mujer sabia de nuestro clan. Aunque debo reconocer que ignoro la razón concreta por la que los orientales se la llevarían. Quizás por la fuerza de su conexión con Araw. - Su voz sonaba dubitativa. Por alguna razón, no le parecía que fuera un buen motivo, salvo que los orientales conocieran de antemano el poder de las Wuitan y la importancia como transmisoras de conocimiento que tenían en los grupos de gente del bosque. Giró la cabeza para examinar el lugar donde Geleswinta dormía, cubierta por una gruesa manta de color claro que evidenciaba más el rigor del camino que la prenda había soportado.

- Tiradas (1)
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22/10/2020, 18:09
Gwalin

TURNO 802

El sol se iba poniendo poco a poco y aun no habían llegado a Minas Ithil, el final del canino, donde encontrarían su recompensa monetaria y, sobre todo, física, por descansar y comer en un lugar decente. Pero en vez de eso, encontraron que el camino se iba angostando en una garganta que medía unos cinco metros de lado a lado. Eso no le gustaba al guerrero, pues sabía que si les seguían, el mejor sitio para hacer una emboscada sería ese. Por si fuera poco los aullidos de los lobos se escuchaban más cercanos, ¿acaso les estaban siguiendo?

-Mmmgggrrrrrrrrmmm -gruñó el naugrim mirado las colinas circundantes en busca de aquellas bestias que les seguían.

Pero la suerte estuvo con ellos. Al final encontraron una zona más ancha donde colocar una tienda para dormir. Recogieron leña en abundancia para hacer un fuego con el que cocinar y calentarse, pero esta vez no lo escondieron cavando un hoyo para esconder las llamas. Todo lo contrario, lo dejaron a la vista para ahuyentar a los lobos. De hecho, al guerrero se le ocurrió la idea de preparar otras tres hogueras formando una semicircunferencia a unos doce pasos de la hoguera, pero cerrando la tienda por los lados y por el centro. Así, cuando comenzaran las guardias, las encendieran y tendrían una mejor vista de lo que pudiera acercarse a ellos. Siendo también un elemento disuasorio para los lobos que parecían seguirles.

Antes de cenar, el guerrero sacó sus armas y comenzó a bruñirlas con mimo. Hacía tiempo que no se dedicaba a ello, pero es que hacía tiempo que no tenía el tiempo suficiente o las ganas necesarias para emprender aquella tarea. afiló su hacha y sus dagas, y luego las bruñó con aceite para que quedaran perfectas. 

-Dejadme vuestras armas, les voy a dar una pasada al filo y las engrasaré -se prestó el enano a sus compañeros. 

Pese a que el tiempo por el día era cada vez mejor, por noche no era tan bueno y refrescaba. Gwalin se pudo su manta por encima mientras terminaba de arreglar las armas de sus compañeros y esperaba a que la cena la terminaran de preparar el bosquimano y la mujer.

Edan por fin preguntó por la misma y es en aquel momento cuando Gwain se dio cuenta de que no había preguntado por ella. Al ver que sus compañeros la habían acogido con naturalidad, unido a la muerte del bardo, no había caído en preguntar por ella. Intrigado, levantó la cabeza y escuchó atento quien era. Al saberlo asintió levantando las cejas y volvió a lo suyo.

Dentro de poco la noche se les echaría encima, la útima, pensó, exteriorizándolo con un leve gruñido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo también tiro percepción por si sirve de algo....ya que no hago guardias.

Buena tirada Edan. No será el Ritz, pero como mínimo dormimos sobre musgo ;p

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26/10/2020, 02:09
Director

RESOLUCIÓN TURNO 802
 

 

Con las últimas luces del día encontraron un lugar aceptable para montar el campamento. Se trataba de una hondonada que no estaba lejos del camino, rodeada por grandes rocas y con algunos arbustos alrededor, formando una barrera para el frío aire de la noche. Acomodaron mantas bajo las tiendas, aislando el húmedo suelo de los sacos. No pasarían mala noche, solo tenían que mantener el fuego encendido para calentarse.

Mientras Grimbeorn y Geleswinta preparaban una cena caliente, Edan revisó los caballos. Era ya casi como una rutina, jamás unos animales habían estado tan cuidados. Le sorprendió que los orientales, pese a considerarlos unos salvajes, tenían también sus monturas muy bien estado. Cepillados y bien herrados, denotaban el amor de aquellos hombres por los equinos, algo que compartían con los rohirrim.

Estaban cansados pese a que los últimos días habían relajado el ritmo. No tardaron en irse a dormir después de degustar otro exquisito guiso de los bosquimanos, que habían demostrado ser muy capaces de improvisar un buen plato con casi cualquier cosa. Tenían tiendas y mantas de sobra, y enseguida se acurrucaron en ellas para descansar.

Habría guardias, como cada noche, y esta vez le tocaba descansar a Gwalin. No le hacía especial gracia, el guerrero siempre quería estar en primera línea, incluso cuando se trataba sencillamente de vigilar. La cercana presencia de los lobos incendiaba, además, su corazón con la posibilidad de enfrentarse a ellos. Antes de acostarse el naugrim prendió algunas hogueras alrededor del campamento, creando un pequeño semicírculo, dejando las rocas detrás. Aquellos, ya que no haría guardia, era su aportación para mantener a los lupinos a raya.

La noche fue pasando, las primeras imaginarias fueron aburridas, tan solo alteradas por lejanos aullidos. Durante la tercera, Larrid escucho a los lobos más cerca. Aquellos animales se aproximaban, y pudo escuchar el ulular de sus voces con claridad. Simplemente se mantuvo más alerta, no despertó a los demás hasta estar seguro de que un peligro real les acechaba. Cuando despertó a Grimbeorn, le avisó sobre las bestias, antes de irse a dormir. Durante la guardia del bosquimano, la amenaza se hizo más patente. Pudo entrever entre las rocas, bastante lejos aún, los ojos brillantes de los animales observándolos. Estaban encendidos por la luz del fuego, dándoles un aspecto tenebroso entre las sombras. No se acercaban, el fuego los mantenía alejados, a una distancia más que prudente. No quedaba demasiado para el amanecer, pero el animista decidió que sería mejor despertar a sus compañeros. No llegó a hacerlo, los animales se marcharon de repente, como si supiesen que allí ya no tendrían ninguna oportunidad.

Poco a poco, con la salida del sol, todos se fueron levantando. Fueron enterándose, de boca de Grimbeorn y Larrid, de la amenaza que los había estado acechando en la noche. Aunque algunos hubieron preferido ser despertados, no dijeron nada. Un potente desayuno precedió la movilización del campamento. Estaban cerca de la ciudad, quizás no tendrían que volver a dormir al raso y bajo el peligro de los lobos. Animados, se pusieron en marcha.

Apenas habían recorrido unos kilómetros, cuando escucharon algo tras el recodo del camino. No pudieron decir que era, pero sonaba como si alguien se acercara, y no eran las bestias de la noche. Parecían pisadas, fuertes, e iban hacia su posición…

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 803

► Tiradas de percepción.

► No podéis distinguir de que se trata, parecen pisadas fuertes.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 28-10-20

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26/10/2020, 09:54
Gwalin

TURNO 803

Acababa de salir el sol y debían ponerse en marcha. El enano no había dormido mal pese a la presencia cercana de los lobos. Sabía que si algo ocurría, el que estuviera de guardia daría la voz de alarma y todos defenderían el campamento con todo su alma y empeño. Además ya les faltaba poco para llegar a Minas Ithil, con lo que eso les daría más fuerzas para enfrenarse con cualquier cosa que se cruzara en su camino.

Tras desayunar un poco y recoger el campamento, volvieron al camino. Nuevamente al final del grupo, el guerrero naugrim miraba todo su derredor. Parecía que los lobos ya se habían dado por vencidos, pero aun así no podía permitirse relajar su vigilancia, no se perdonaría que algo malo les ocurriera. No. Ya habían perdido demasiados compañeros como para relajarse.

Así cuando escucharon algo que se acercaba delante de ellos, tras un recodo del camino que seguían. Gwalin se pudo tenso, alerta a lo que pudiera aparecer. Aferró su hacha con la diestra y se caló el escudo en la siniestra. Si querían problemas habían encontrado al grupo equivocado.

- Tiradas (1)
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27/10/2020, 16:05
Grimbeorn

Turno 803

Un nuevo día y una nueva puesta en marcha. Para Grimbeorn, eso era motivo de alegría. Significaba un día menos para dejar atrás Mordor y volver a tierras más agradables. Ni siquiera la amenaza inminente de los lobos durante las últimas horas de la noche que se desvanecía lograba alejar aquel optimismo. Con suerte, al final de aquella jornada, si no había contratiempos y el paso era bueno, tal vez podrían acampar y descansar a la sombra de los Montes de Ceniza, pero en el lado "correcto".

Un desayuno, aunque frugal, y de nuevo en camino. El animista miraba ocasionalmente a su alrededor. La tierra parduzca, las rocas negras y la maleza muerta le recordaban que aun estaba en un país maldito y que no convenía confiarse, por muy optimistas que fueran sus perspectivas de abandonarlo pronto. Aprovechaba para hablar con la Wuitan y relatarle algunos episodios de aquel viaje, como el encuentro con los extraños pero malévolos espíritus del río en el islote. En otras ocasiones, intercambiaba breves palabras con los compañeros de viaje. La mayoría de las dudas sobre la Wuitan ya se habían resuelto, excepto una. ¿Por qué la capturaron? Pero ni la propia víctima parecía tener una explicación al respecto, a pesar del tiempo que había permanecido en poder de los orientales.

Entonces, como si el destino quisiera mofarse de los viajeros, un ruido llegó a los oídos de la comitiva. El norteño pudo ver cómo el enano se preparaba para el combate, con su puño duro como piedra cerrado alrededor de un hacha que ya había probado sangre. Con cautela, el animista echó mano de su arco y colocó una flecha en la cuerda, al tiempo que se esforzaba por discernir qué era aquel ruido, que asemejaba pasos pesados. Si podía señalar la llegada de una nueva amenaza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Grimbeorn prepara arco y flecha, aunque no carga. Porra: yo digo que es un olog superviviente a la caída de Sauron :P

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28/10/2020, 13:12
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 803

Los dias transcurrían lentos y tediosos. El final de aquel largo viaje parecía resistirse. Los cuerpos estaban cansados y las mentes exhaustas, cada paso sin avistar minas Ithil suponía un nuevo varapalo a la moral del grupo.

Aquella mañana, no obstante, los ánimos se habian activado ligeramente. La cercanía de los lobos la noche anterior habia puesto nervioso a Edan. No eran rivales tan temibles como los orientales, pero no por ello debian tomarse a la ligera. El rohir los conocia bien. Llevaban tras su rastro varias jornadas. Probablemente habían olido la sangre en la caldera del infierno y al no poder desenterrar los cuerpos sin vida de sus amigos, les habian estado siguiendo con la esperanza de encontrar de nuevo algo de carne fresca.
Los cánidos no eran animales estupidos, y Edan sabía bien que no se arriesgarian en exceso, era difícil verlos atacar a las personas, aunque alguna vez se habian dado casos aislados, se trataba de campesinos solitarios y siempre en época de escased de alimentos.

Aquella mañana sus compañeros les habian puesto al corriente de lo cerca del campamento que habian estado los animales aquella noche. Si volvían a oír sus aullidos acercandose por la tarde, significaría que no se habian dado por vencidos, y eso le preocupaba enormemente. Gwalin habia dispuesto una serie de pequeños fuegos alrededor de la hoguera principal la noche anterior, y si aquello no los habia amedrentado, significaba que era un manada numerosa. En tal caso aquella sería una larga noche, y todos deberían permancer alerta.

Se encontraban discutiendo en estos términos, cuando les sorprendió un ruido creciente, tal vez de cascos y cada vez más audible. No habia dudas. Alguien se acercaba.

Edan hizo un gesto a sus compañeros y buscó rapidamente un lugar donde poder ocultarse en las inmediaciones. No tenian mucho tiempo y tanto Gwalin como Grimbeorn reaccionaron con rapidez aprestandose para la lucha.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Edan intentará buscar un escondite primero. No sé muy bien el tiempo de que disponemos antes de que aparezcan.
Si no le da tiempo o no encuentra un lugar apropiado hará como sus compañeros y desenvainará su hacha.
Creo que será mejor mantenernos juntos de momento, a la espera de lo que decida Larrid.
Supongo que vamos montados(?)

Deho tirada de esconderse por si acaso. Me he olvidado de quitar el oculta en la de esconder.

Pd: Para la porra yo seré un poco mas pragmático. Un grupo de reconocimiento, con exploradores de minas Ithil xD

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29/10/2020, 00:55
Larrid

Turno 803

 

Larrid, al escuchar las pisadas, miro alrededor. Había muchos sitios donde poder esconderse, pero entre las monturas, los prisioneros y la sorpresa, no podrían hacerlo a tiempo. Optó por imitar a algunos de sus compañeros, desenvainando su espada y preparándose para un nuevo enfrentamiento.

- Atentos... - dijo únicamente, en voz baja.

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29/10/2020, 02:30
Director

RESOLUCIÓN TURNO 803
 

 

Unas fuertes pisadas en el frente alertaron al grupo. Mientras Gwalin y Grimbeorn echaban rápidamente mano a sus armas, Geleswinta, Edan y Hallfrid, buscaron un lugar en el que esconderse. Lo encontraron entre las grandes y oscuras rocas que bordeaban el camino, aunque tuvieron que descabalgar para no sobresalir por encima de estas. Era difícil esconder a los grandes animales.

Larrid prefirió quedarse también al frente. No por pura valentía, sino porque pensaba que no le daría tiempo a esconderse. En el camino solo quedaban el etheod, el enano y el bosquimano, junto a los dos prisioneros y todos los caballos. Se dejaron de escuchar las pisadas.

Sin darse apenas cuenta, habían sido completamente rodeados. Revelándose entre las piedras, sobre la ladera, más de una decena de arqueros apuntaban a los miembros de la comitiva que estaba en el camino. Estaban semiocultos, pero lo suficientemente a la vista como para distinguir su complexión. Eran fuertes, de espaldas anchas y bastante altos. Las capas que los cubrían eran de un color verde-parduzco, con una capucha amplia que ocultaba sus rostros. Pudieron distinguir los penetrantes ojos bajo la sombra de la caperuza, al final de la recta flecha que los apuntaba. Sus manos recias sostenían arco, mientas los dedos sujetaban sutilmente el astil y la cuerda. La capa abierta, dejaba entrever una armadura de cuero, sencilla pero recia. Las ropas que había debajo eran de lana, no muy gruesa, y de un marrón oscuro. No había adornos, ni alhajas.

Fueron unos momentos de tensión, en los que nadie bajo sus armas. Ni Larrid, ni Gwalin, ni Grimbeorn, hicieron ademán de moverse o tratar de esconderse. Edan, la wuitan y Hallfrid estaban ocultos, se creían a salvo hasta que cayeron en la cuenta de que tenían sus propios tiradores. No podrían hacer nada sin ser alcanzados antes de tiempo, siempre podían tratar de buscar algún tipo de cobertura, pero seguramente quedarían a tiro de otro saetero.

En aquella situación, en la que ninguno se atrevía a hacer nada, los pasos volvieron a escucharse al frente. Apareció un enorme caballo, bien cuidado y embardado de pulido cuero. La testera y capizana llevaban los emblemas del Árbol Blanco, coronado por una luna creciente. El símbolo estaba repujado y pintado de un brillante blanco. La pechera y flaquera no eran sencillas, tenía filigranas de hilo plateado junto al teñido material morado. El caballero que montaba al fornido animal tenía una armadura completa, de un metal oscuro y con una sobrevesta negra donde también lucia esplendorosa, una solitaria luna. Una capa violácea caía sobre sus hombros, cubriendo en parte la grupera.

Más calmados, pudieron relajarse, no así los arqueros, que mantenía su amenazante postura.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 804

► No era un Olog-hai

► Los arqueros siguen apuntándoos. Incluso a los que estáis “escondidos”.

 

► Resolución del próximo turno: domingo 01-11-20

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29/10/2020, 02:31
Borengling Curocdili

Turno 804

El galante caballero se adelantó hasta quedar a la vista del grupo, pero lo suficientemente lejos como para no quedar al alcance de las armas.

- Buenos días - dijo sencillamente, sin presentarse, mirando detenidamente a los integrantes de aquella peculiar comitiva - Decidme, ¿Qué se os ha perdido en las tierras de las que venís? - quiso saber - ¿Y por qué gentes tan dispares se unirían para campar por ellas? - un Etheod, un enano y un bosquimano juntos, no se veía normalmente.

Entonces reparó en los dos orientales, y se sorprendió mucho - ¿Qué tenemos aquí? - dijo extrañado, probablemente nunca había visto a ningún miembro de aquella raza

Notas de juego

Olvidé poneros como destinatarios...

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29/10/2020, 16:20
Grimbeorn

Turno 804

Sin hacer movimientos bruscos, el animista se limitó a observar a los tiradores que les rodeaban. A juzgar por sus vestimentas, no parecían orientales. Pero pudiera darse el caso de que lo fueran, en efecto, y estuvieran disfrazados. La capucha con la que se tocaban ocultaba sus facciones lo suficiente como para no poder decir desde su posición si aquella suposición era correcta. O si, simplemente, eran Hombres del Oeste.

Tampoco es que pudiera hacer mucho más que observar. Incluso si uno de ellos no reaccionase a tiempo ante una acción súbita, algunos de todos aquellos arqueros lo harían y eran demasiadas flechas que esquivar. Así que, conforme a la instrucción de Larrid, el norteño esperó a que el origen de las fuertes pisadas se manifestase sin bajar la guardia.

Y no tardó en ocurrir. El impresionante caballo, bien criado y mejor protegido, portaba a un hombre cubierto por una armadura completa. El yelmo cerrado, sin embargo, no permitía discernir sus rasgos y la misma duda despertada sobre los arqueros era extensible a aquel jinete. La tonalidad oscura del metal de la armadura y el negro de su librea no parecían desencajar con aquella tierra por la que viajaban, pero, con todo, el animista miró a Larrid como si buscase su bendición, antes de atreverse a hacer algo.

- Saludos y buenos días, caballero. ¿Podemos hacer algo por vos y vuestros acompañantes? - Grimbeorn mantuvo el arco con la flecha en la cuerda bajo y a un lado de su cuerpo, sujeto con el brazo extendido cuan largo era, allí donde la mayor parte de sus emboscadores pudiera verlo. Procuró no moverlo mucho de aquella posición para evitar provocar una respuesta a un presumido ataque por su parte.

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29/10/2020, 23:35
Gwalin

TURNO 804

Gwalin permaneció a la espera, preparado para lo que pudiera ocurrir: una emboscada, unos comerciantes perdidos, una legión de orientales, una hueste de orcos....lo que fuera, aunque el guerrero prefería unas a otras. 

Cuando por fin las pisadas dejaron ver a sus ocupantes, una unidad entera de guerreros apareció y les rodeo. Al principio el enano los miró con cautela y recelo, pero al ver que no les hacía nada, que solo les  vigiló, uno a uno, según iban apareciendo y rodeánoles mientras les apuntaban con sus arcos. Gwallin se limitó a gruñir y estar preparado para lo que pudiera ocurrir.

-Ggggrrrmmmm -gruñó mientras observaba a los hombres que les habían rodeado. Eran muchos, muchos más de los que él podría salir airoso. Pero si ocurría algo, seguro que se llevaría alguno de ellos con él a la tumba.

No dijo nada. Solo escuchó  lo que el líder de ellos, un caballero bien vestido y armado les decía. Pero sobre todo vigilaba, para que nada malo le pillara de improviso si ocurría algo. A su lado, Grimbeorn les contestó y el naugrim solo pudo gruñir nuevamente.

-Grrrrrrmmmmmmmmmmmmmmmmrrrrrrrrmmmmmmmm -más lago, más tenue y más amenazadoramente.

Notas de juego

Olvidé poneros como destinatarios...

Ya me parecía a mí la primera vez que lo leí...me faltaba algo...ya estaba lanzándome a por alguien...a por Grimbeorn por ejemplo jejejeje

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31/10/2020, 17:15
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 804

Edan bajó su arma en cuanto se vio rodeado.Un solo vistazo le bastó para comprender que aquellos hombres no eran orientales, y cuando el caballero de la armadura se adelantó pudo reconocer el emblema del arbol blanco. No había dudas.

Sin soltar el arma, pero en actitud visiblemente mas relajada el rohir dejó que Larrid tomase la palabra, pero fue Grimbeorn el primero en alzar la voz.

Habian finalizado una ardua tarea, Edan asi lo creía y ahora por fin serian escoltados con honores hasta la ciudad, donde serian finalmente recompensados.

Notas de juego

Edan baja las armas. Y deja que Larrid y Grimbeorn hablen.Esta convencido de que son los buenos. Quien sino?

Pd: Magnifica descripción de las ropas u las armaduras Nagre.null

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31/10/2020, 20:25
Larrid

Turno 804

 

- Mi señor... - dijo Larrid ahogando la frase para ver si el caballero le decía su nombre.

- Mi nombre es Larrid Ithagon, oficial de la desaparecida Ilanin - prosiguió al ver que tendría que presentarse antes. - Y estos son mis compañeros de viaje - añadió sin dar más detalles.

- Juntos emprendimos un viaje que, por circunstancias apremiantes, nos ha llevado a atravesar estas yermas tierras - fue cuanto dijo sobre su viaje, al menos por el momento.

- Nos topamos con un grupo de estos orientales - señalaba a los dos prisioneros - Estos dos son lo que queda de ellos, los llevamos para ponerlos a disposición del Reino, quizás puedan saber por ellos, más sobre la amenaza que acechaba.

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03/11/2020, 00:40
Director

RESOLUCIÓN TURNO 804
 

 

Aquel día volvería a ser soleado, aunque en la garganta, y en esos momentos, el sol aún no incida directamente. Tal vez nunca lo hiciera, y por eso aquella zona estaba siempre sumida en la oscuridad. Aunque las mañanas seguían siendo frescas, con el paso de los días podrían notar como el tiempo mejoraba. Por el momento tendrían que seguir abrigándose, solo en las horas centrales daban ganas de dejar el torso al descubierto.

Los arqueros bajaron sus armas con un solo gesto del caballero, volvieron a ocultarse tan rápido como habían aparecido. Allí quedaron, junto a la única compañía del jinete, aunque con la certeza de saber que aún los vigilaban. Aquel señor estaba confiado, sabía que no le harían daño, o una buena cantidad de flechas saldrían de alguna parte para acabar con la amenaza. Una invitación, y todos se pusieron en marcha hacia la, ya cercana, ciudad de Minas Ithil.

A media mañana pudieron vislumbrar la alta torre de la Luna. Toda la ciudad había sido reducida a escombros para acabar con la inmundicia que lo había habitado en los tiempos oscuros. Ahora, tanto sus muros como el propio baluarte refulgían con una piedra blanca, que parecía alumbrar por sí misma. Una espiral de ventanas rodeaba el cuerpo de la edificación, junto a una franja ornamentada con filigranas. Iba desde la base, que se asentaba sobre una colina, hasta la parte superior. Terminaba con un puntiagudo tejado hecho de la misma piedra, coronado por una lanza de plata, y con el omnipresente símbolo de la luna. Alrededor, en consonancia, varios anillos defensivos describían una forma de voluta, rodeando la parte central. Entre esas murallas se encontraban los hogares, talleres, palacios y fuentes, ocupando todo el espacio que se podía.

Solo había dos entradas, una situada hacia el este, y otra al oeste. Estaban allí donde el final de los bucles que formaban las dos murallas, pues en realidad eran solo un par enroscándose la una a la otra. Dos grandes puertas, de madera ricamente adornada, y con enormes tachuelas en forma de luna naciente a modo de refuerzos. Dos poderosas bisagras sostenían todo el conjunto, afianzándolo directamente a los muros.

Alrededor solo había unos cuantos campos cultivados, y no demasiado grandes. La orografía circundante impedía poder expandir mucho más la agricultura, al menos en la zona este por la que llegaban. También pudieron ver algo de ganado, pastando en las zonas en barbecho. El camino atravesaba todo aquello, en dirección a la ciudad. Cuando ya estaban más cerca, pudieron ver que las puertas estaban abiertas, de par en par, dejando entrever el ajetreo del interior.

Entraron a la ciudad siguiendo al noble, las gentes se apartaban a su paso, mostrándoles sus respetos. La mayoría se quedaba mirando a los recién llegados, no siempre se veía tan variopinto grupo. Sobre todo, mostraban su interés en los dos prisioneros. Sus ojos rasgados, su tez olivada y las ropas que llevaban, les evocaban antiguas historias de muerte y subyugación.

El grupo atravesó la calle, sencilla, la vía era de tierra compactada flanqueada por casas de madera. Varias filas de humildes hogares a ambos lados alojaban a campesinos, ganaderos y gentes de estatus similares. Las murallas eran altas, podían verse a ambos lados y acompañaban toda la calzada girando poco a poco hacia la derecha. Al cabo de un rato, el hombre se detuvo, y señalando una posada ofreció hacer una pequeña parada.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 805

► Una cervecita, nunca os vendrá mal

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 04-11-20