Partida Rol por web

Escuela de Guerra Basgiath (Alas de Sangre)

Campo de vuelo

Cargando editor
28/02/2024, 00:43
Asterion

Dia 2


No habria castigo ni nos devorarian. No podia decirse que la cosa hubiese ido mal.

Cuando Aran termino de hablar y practicamente despacharnos del campo de vuelo mire hacia Kenneth y Fiora.

Kenneth mostraba su habitual tranquilidad, Fiora... ¿cambiando el peso entre sus pies? ¿Nervios? Eso no casaba con nada de lo que había demostrado hasta ahora. La miré con intensidad, observando sus reacciones.

Parecia buscar algo ¿que sería? Fuera lo que fuera no iba a preguntarselo. Todos tenian sus secretos. Habia dejado muy claro que no le importaba dar el primer paso en muchos aspectos, si queria algo iba a ir a por ello. Asterion respetaba eso. Respetaba esa determinación. De hecho le gustaba. No era la primera vez que pensaba eso de ella.

Esa visita habia sido productiva, le había permitido confirmar algunas sospechas. Había visto de que estaban hechos dos de sus compañeros. Quiza hasta el noblecito tuviera salvación. Se encontro sonriendo.

El lider tenía razon, era hora de su entrenamiento diario.

Metio las manos en los bolsillos, dio media vuelta y comenzo a andar.

- Estare en el gimnasio, como ha dicho Aran sois libres de hacer lo que querais. - volvio la cabeza hacia Fiora - Ha sido un placer coincidir contigo Fiora.

Continuo su camino, no sin antes alzar la voz.

- ¡ Contigo menos Kenneth !

Cargando editor
06/03/2024, 14:59
Director

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Esa tarde el campo de vuelo estaba completamente despejado, no habían jinetes entrenando ni haciendo maniobras casi parecía un campo de hierba tan tranquilo como cualquier otro. Mientras revisabas a tu alrededor, te encontraste con un dragón, sin montura, recostado sobre la hierba y su panza como si de un gato se tratase. Era un hermoso dragón azul con una cola de daga que parecía estar descansando hasta que al oír uno de tus pasos sobre la hierba, levantó la cabeza de golpe y se giró hacia ti.

El dragón buscó tus ojos que parecían analizarte de arriba a abajo, el dragón azul se levantó sobre sus cuatro patas que eran más grandes que tu minúsculo cuerpo a comparación con las de él. Aquel dragón se quedó varios instantes mirándote fijamente viendo cualquier de tus movimientos como si estuviera viendo una presa y esperando su próximo movimiento.

Cargando editor
06/03/2024, 15:30
Fiora Vossendir

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Esa tarde había necesitado salir a solas a darme un paseo, cuestión realmente difícil en Basgiath. Constantemente te cruzabas con alguien y era imposible encontrar la paz que en ese momento yo necesitaba. 

Casi había pasado una semana desde que conseguí pasar el parapeto y estaba más confundida que nunca. Me había aislado mucho estos últimos años, hasta el punto de que estar rodeada de tanta gente me desconcertaba. 

No vincularse con nadie aquí dentro era la estrategia previa, hasta que me di cuenta de que era una completa locura no hablar con ninguna persona ni dejar de intentar conocer más de los que estaban alrededor. La información era poder al fin y al cabo. Nunca se podía saber hasta qué punto una conversación o un pequeño dato sobre alguien te podía salvar la vida. 

Era sencillo asumir que esta era mi única opción hasta que pisabas estos terrenos y te dabas cuenta, chocando bruscamente con la realidad, de que esta era la única vida que nos quedaba a todos los que éramos aspirantes. Eso si conseguías sobrevivir hasta después de la Trilla. 

Yo no era de las que me rendía en ninguna situación pero necesitaba reforzar cada ladrillo de mis muros para seguir manteniendo mi voluntad intacta. Desde luego que no pensaba dejarme vencer por este lugar, me enfrentase a lo que me enfrentase. Si se diera la remota posibilidad en la que fallase, no pensaba hacerlo con la cabeza agachada ni pensando que podría haber hecho algo más. 

Mis pasos me encaminaron al campo de vuelo, prácticamente sin darme cuenta, en el que no había absolutamente nadie. Lo único que quería era paz y ahí la podía encontrar. El aire removía los mechones de pelo que escapaban de mi recogido y levanté la mirada hacia el cielo. ¿Qué se sentiría al volar? ¿Este sitio sería menos infernal en el momento en el que un dragón te escogiera? ¿Merecería la pena más allá de la sensación de seguir respirando ante la atenta mirada de Malek, mientras este se preparaba para llevarte con él en cualquier momento?

Mis ojos recorrían el cielo hasta que noté un destello azulado que provenía de más abajo y bajé la mirada de golpe, encontrándome con ese precioso dragón azul. 

En un primer momento solo lamenté haberle molestado, parecía estar demasiado a gusto y yo había venido a invadir su tranquilidad. Instantes después me golpearon el miedo y la adrenalina. 

Le miré dos segundos a los ojos, eran realmente preciosos, antes de recordar que no era eso lo que debería estar haciendo para seguir con vida. Bajé la mirada pero sin agachar la cabeza. 

—No quería molestarte, esto parecía muy tranquilo y pensé que estaba vacío —empecé a explicarme sin saber ni por qué lo estaba haciendo. Suponía que, con lo inteligentes que eran, debían ser muy capaces de comprender nuestro idioma pero, aún así, lo que no comprendía era por qué le estaba dando explicaciones a un dragón que podía achicharrarme antes de formar un pensamiento más. 

Me quedé quieta, pese a todo, sobre todo cuando él se levantó. Retroceder de alguna manera no pensaba que fuera la mejor de mis opciones. La adrenalina me recorría por dentro como si hubiera sustituido a mi propia sangre. 

Cargando editor
06/03/2024, 15:44
Director

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Puede que los dragones fueran muy inteligentes incluso puede que más que los humanos pero también eran conocidos por caprichosos que actuaban en las situaciones según prefieran. Aquel dragón se acercó lentamente a ti, analizándote buscando cualquier pequeño gesto para devorarte. Por suerte para ti, a los dragones no les gustaba tanto la carne humana para devorarlos, preferían calcinarlos o desmembrarlos con sus garras o cola. 

El dragón se acercó hasta que estuvo pocos metros de ti, bajó su cabeza hasta poder mirarte la nuca y se quedó allí un instante. Notabas su aliento caliente sobre tu cabeza y viste como una de sus garras se alzó por encima de ti. Un fuerte viento que vino desde tu espalda, te empujó hacia delante haciéndote caer sumado a un gran estruendo que parecía atizar la tierra. 

Un segundo dragón de color azul apareció a tu espalda y comenzó a rugir, no estabas muy segura de si te rugía a ti o al dragón que tenías en frente pero de una cosa estabas segura que la calma que hubo hasta ese momento en aquel campo se destruyó por la furia de dos dragones azules, eso si, contigo en medio.

Cargando editor
06/03/2024, 16:02
Alec Monrein

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Había decidido salir a volar para relajarme aunque fuera únicamente por un rato, estar volando en el cielo sin ninguna preocupación era de las cosas que me gustaba de ser jinete de dragón. ''No soy tu transporte personal...'' dijo Artrea dentro de mi mente. Sonreí, ''Lo se, eres mi dragona favorita'' pude oír bufar a la dragona que me llevaba a su espalda a regañadientes. Artrea en ocasiones era muy huraña pero tenía un corazón cálido, especialmente para ser un reptil gigante.

Me recosté sobre su lomo mirando el cielo y cerré los ojos sintiendo el aire y queriendo quedarme allí para siempre. ''Tenemos problemas... o más bien TU tienes un problema... mira abajo...'' volvió a mencionar Artrea. En cuanto me avisó, me incorporé de inmediato y miré en la dirección que me marcaba, el campo de vuelo... Tuve que enfocar la vista por que podía ver perfectamente a otro dragón azul pero a quien me costó distinguir fue a la mujer que estaba enfrente totalmente quieta esperando a ser devorada.- ¿Pero qué demonios...? ¡Artrea! - ''Si, sí, ya lo sé...'' me respondió mentalmente.

Artrea descendió en picado hacia el campo de vuelo, notaba el corazón a mil por hora y estaba seguro de que Artrea también lo notaba por que casi no frenó con sus alas en cuanto estuvimos a unos metros del suelo y prácticamente enterró sus garras en la tierra con la fuerza de su aterrizaje. Como si Artrea me leyera el pensamiento, y es que lo hacía, comenzó a alejar al otro dragón de Fiora amenazándole con todo lo que tenía a su disposición. 

Bajé de un salto de la montura mientras ambos dragones discutían con feroces gruñidos, me deslicé por sus patas y fui hasta el cuerpo de Fiora. La sujeté del rostro para asegurarme de que supiera quien era y en cuanto pude, la cargué para alejarla de allí y ponerme a la espalda de Artrea mientras discutía con el otro dragón.- ¡Fiora... Fiora...! ¿Estás bien? - expresé preocupado y esperé a que me contestara, me asintiera o hiciera algún gesto mientras examinaba su cuerpo. En cuanto vi que estaba de una pieza y solo con algunas rozaduras, la preocupación se transformó en furia.- ¿¡PERO SE PUEDE SABER EN QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO...!? ¿Por qué demonios no corriste?¿Querías suicidarte o qué demonios se te había pasado por la cabeza?

Cargando editor
06/03/2024, 16:47
Fiora Vossendir

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Según se acercaba el dragón a mí comencé a temblar, estaba deseando que dejase de hacerme caso para poder huir. 

Tenía su cabeza tan tan cerca que apenas me atrevía ni a respirar. ¿Estaba mirando mi nuca? «Está viendo o sintiendo la reliquia, me va a matar». Era la única conclusión a la que había podido llegar mientras vi como la garra se alzaba. Me iba a aplastar. 

Mi último pensamiento fue para Lucian antes de que el vacío me tragase. Solo que, sorprendentemente, no había sido mi último pensamiento y no había ningún tipo de vacío.

El viento que me llegaba desde mi espalda me hizo caer pero no noté absolutamente ningún dolor. El shock me había aturdido y no era capaz de moverme ni un mínimo. ¿Había otro dragón? ¿Otro azul? Era consciente de que me iba a aplastar alguno de los dos pero no podía moverme. 

Alguien me cogió la cara un momento y pude ver el rostro de Alec, como salido de mis mejores sueños. ¿Me había muerto y me lo estaba imaginando? ¿Malek nos recompensaba con una última visión feliz? Era imposible que él estuviera ahí. 

Asentí suavemente. Era un sueño y yo estaba con él, todo estaba bien. 

Me recogió como si solo fuera una mochila y de lo único que era consciente era de la dureza de su cuerpo. Debería ser ilegal estar tan bueno. 

Me estaba mirando, como si tuviera heridas. ¿Qué heridas iba a tener si estaba muerta? Su grito hizo que frunciera el ceño, ¿por qué me estaba gritando? Esto debería ser feliz. A no ser que... ¿Suicidarme? ¿Qué? Parpadeé rápidamente y volví a escuchar el ruido de los dragones, como si los instantes anteriores hubieran estado en mute y ahora estuvieran a todo volumen. «No estoy muerta, Alec está aquí». Miré a los dragones y luego quise profundizar en los ojos de mi líder de Sección. «No estoy muerta, Alec está aquí». ¿Había percibido en algún momento preocupación en esos ojos? «No estoy muerta, Alec está aquí».

—No me grites —fue lo primero que solté, tratando de volver en mí misma del todo—. No sé por qué no corrí. Me pareció un error —dije con voz temblorosa y con extrema palidez. Claramente me había equivocado. ¿Qué pensaba? ¿Que me iba a dejar irme después de haberle molestado?—. Me ha mirado la... —me callé de golpe, al darme cuenta de lo que estaba a punto de decir—. Nunca querría suicidarme —añadí rápidamente, tratando de ocultar lo que había dicho—. ¿Tú qué... haces aquí? 

Cargando editor
06/03/2024, 17:19
Alec Monrein

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


El corazón parecía que estaba a punto de salirse de mi pecho, la adrenalina me recorría por el cuerpo junto con el enfado que llevaba encima por haber sido tan tonta por ponerse en peligro de esa manera. Se merecía que la chillara y mucho más, ¿acaso sabía hasta que punto me había asustado?¿Y si no hubiera llegado a tiempo...?¿Y si...? El cuerpo se me enfrió de repente y me di cuenta de los pensamientos que tenía en ese momento. ¿Desde cuando es que me importaba tanto lo que pasara con una cadete de primero...? Suspiré y me senté a su lado mirando como mi dragona se alejaba de nosotros espantando al otro dragón como si fuera una madre regañando a su hijo.

Me quedé observándola asegurándome de que no tuviera nada y que el shock no estuviera ocultado cualquier herida. No parecía ser así y fui yo quien me relajé y noté un dolor punzante en el brazo. Me giré hacia mi brazo y vi como un hilo de sangre me bajaba por el codo hasta mis dedos.- Mierda...- parecía profundo, seguramente cuando me lancé hacia Fiora, la garra del otro dragón me rozó la armadura de mi hombro y aunque fuera resistente no podía aguantar la fuerza de un dragón pero si no llega a ser por esa armadura seguramente perdería el brazo. 

Me alejé un poco para quitarme la malla de cuero negro y la camiseta que tenía debajo. Dejé mi torso al descubierto y cogí la camiseta que hice trizas para hacer un apaño un vendaje y presionar contra la herida pero debido a mis malditos músculos no llegaba bien la hombro y seguía sangrando...

Cargando editor
06/03/2024, 17:59
Fiora Vossendir

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Iba volviendo en mí a toda velocidad, tras estar deshaciendo las brumas del shock. Había venido, el azul que me había tirado al suelo era su dragón y habían venido ambos a impedir que muriera. ¿Qué líder de Sección se preocuparía tanto por una aspirante que lleva seis días en el Cuadrante? Empecé a sentir un calorcito agradable por dentro. 

Me di cuenta de que estaba mirándole como si fuera un ángel que hubiera aterrizado para salvarme cuando él se quejó. Mis ojos revolotearon rápidamente hasta la herida que tenía en el brazo y la sangre que bajaba. Se había herido quitándome del medio, no me cabía ninguna duda. 

Vi el corte en toda su plenitud cuando él se descamisó. Desde luego era ilegal estar tan bueno. Tardé un segundo en darme cuenta de lo que estaba haciendo, había vendado alguna que otra herida de Lucian cuando Reynard había perdido el control con él y, sabiendo que la herida era demasiado profunda para su camiseta, me quité la chaqueta rápidamente y luego el top sin ser del todo consciente de que me estaba quedando en sujetador delante de él. 

Me acerqué a él, poniéndome de rodillas a su lado y doblé el top en dos, presionando contra su herida. Luego recogí los trozos que había roto de su camiseta y los até por encima con movimientos delicados y firmes, presionando para cortar la hemorragia. Las yemas de mis dedos aprovechaban para deslizarse con suaves caricias por su piel mientras iba anudando cada trozo. Até uno de los trozos un poco por debajo del hombro más fuerte, tratando de que frenarle la circulación del brazo. Moví un poco su brazo, agarrándole la mano, comprobando que ya no siguiera manchándose el vendaje improvisado y ya no se la solté. 

—Gracias por haberme salvado. De verdad he llegado a pensar que no salía de ahí —dije con suavidad. 

Quería preguntarle por qué lo había hecho pero no me atrevía a romper el frágil hechizo que parecía haber a nuestro alrededor. 

—Deberíamos llevarte con algún curandero, es bastante profunda. 

Cargando editor
06/03/2024, 18:12
Alec Monrein

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Sentí a Fiora acercarse y estaba a punto a alejarla cuando casi se desnuda en frente de mi. El corazón se me paró y luego se volvió loco a ver cada centímetro de su torso quitando el dichoso sujetador que me quitaba la vista de sus hermosos pechos pero que podía apreciar a primera vista. Me quedé paralizado mientras me trataba y aunque quisiera reaccionar estaba tan inmerso en controlar mis pensamientos y el calor que bajaba por mi cuerpo que me era imposible en ese momento y la dejé hacer.

Cuando terminó agradecí que sus manos dejaran de toquetearme por todos lados por que estaba provocando que mi cuerpo explotara por algún lado aunque la mano que estaba junto con la mía no la soltaba y tuve que cerrar los ojos un segundo para hacer acopio de todas mis fuerzas y poder hablar.- ¿Por qué lo haces, Fiora? - pregunté desconcertado. No quería que se fuera así que entrelacé sus dedos con los míos para que no se fuera. ''¿Qué es lo que pretendes volviéndome loco?'' La miré a los ojos buscando respuestas a la pregunta que me hacía internamente. Tiré de su mano ligeramente únicamente para acercarla a mi y disfrutar de su cercanía.

- ¿Qué es lo que pretendes conmigo? - pregunté aún más confundido.- Maldita sea Fiora...- maldecí en voz alta cerrando los ojos nuevamente por otra oleada de calor que me invadió. La miré viéndome confundido, me quedé unos segundos observándola y bajé mi rostro al suyo, buscando su boca con la mía y mi brazo libre la rodeó por detrás pegándola a mi torso mientras disfrutaba de su sabor y sus labios.

Cargando editor
06/03/2024, 18:51
Fiora Vossendir

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


¿Por qué hacía qué? Le miré sin comprender y bajé la mirada hasta la herida y luego la volví a subir para centrarla en sus ojos 

—¿Curarte? Porque me has salvado y porque, aunque no seas el culmen de lo agradable, eres mi líder de Sección.

Empezó a enlazar sus dedos con los míos y no pude evitar volver a sentir la electricidad saltar entre nuestras pieles. Me dejé acercar maravillada porque mi ángel salvador quisiera tenerme más cerca. 

¿Que qué pretendía con él? Me confundió la pregunta, yo tampoco sabía la respuesta. Solo sabía que me molestaba cada centímetro de distancia entre ambos. 

Parecía estar luchando internamente pero no quise plantearme nada más en el momento en el que él buscó mi boca. Me daba igual por qué estábamos haciendo eso, me daba igual tener a los dos dragones tan cerca, me daba igual que hace unos días me hubiese puesto un cuchillo en la garganta, solo le necesitaba a él. 

Correspondí el beso con suavidad hasta que el calor y el deseo empezaron a quemar mis venas y empecé a mover mis labios contra los suyos con desesperación. Mi única preocupación era no dañar su brazo al reducir la distancia entre ambos. Me subí a su regazo, a horcajadas, y acaricié su mejilla con el pulgar de la mano derecha mientras el resto de los dedos descansaban en su cuello acercándole a mí. Mi mano izquierda revoloteaba por su pecho clavando las yemas de mis dedos por su piel al acariciarla. No podía dejar de disfrutar de sus labios, como si fueran la mayor de mis drogas. 

Cargando editor
06/03/2024, 19:47
Alec Monrein

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Esperaba que una vez disfrutara del calor de aquella mujer, de sus caricias, sus labios por fin toda esa tensión se desvanecería pero solo era peor. Fiora intensificó sus besos y sus caricias y yo gruñí contra su boca anhelando más. Solté la mano que tenía enredada con ella para acomodarla en mi cintura y en ese momento poco me importaba la herida del hombro, solo quería disfrutar de ella antes de que la realidad nos volviera alejar.

- Fiora...- susurré contra su boca una última vez antes de que mis labios bajaran por su cuello saboreando su piel. Volví a su boca esta vez buscando besos más suaves bajando el ritmo de nuestra respiraciones. No quería soltarla pero aquel sitio no era el más adecuado para hacerla mía.- Fiora... no podemos... no aquí...- dije entre besos forzándome a separarme de ella, la miré a los ojos y apoyé mi frente en su hombro buscando fuerzas para separarme de ella. 

Me levanté, incorporándola conmigo cogí la chaqueta de cuero que había dejado en el suelo y se la puse por los hombros tapándola.- Tenemos que volver a la escuela, tápate con esto... - no estaba seguro de qué hacer con ella pero si estaba seguro de algo y es que ocultándole lo que mucho que me atraía solo acabaría torturándonos.- ...si quieres devuélvemela esta noche en mi habitación.- le propuse esperando que se diera cuenta de que le proponía hablar esa noche y poder continuar lo que acabábamos de dejar en el campo.

Cargando editor
06/03/2024, 20:38
Fiora Vossendir

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Escucharle decir mi nombre con ese anhelo sumado a sus labios en mi cuello fue demasiado. Sentía que me estaba asomando al precipicio de un camino sin retorno pero no quería pensar en nada más. Sin embargo, él suavizó sus besos. Me asusté al pensar —por primera vez de forma más coherente— en lo que estábamos haciendo y al notar que él quería frenar. Pero esa forma de apoyarse en mi hombro... no era un rechazo como tal, al menos eso era lo que quería pensar. 

Metí los brazos en la chaqueta que él me ponía sobre los hombros y me tapé el cuerpo con ella. No pude evitar oler discretamente el cuello de la chaqueta, olía demasiado bien. Daba por hecho que quería poner distancia entre nosotros hasta aclararse, cuestión que yo debería hacer también, pero terminó invitándome a su habitación. 

—¿En... tu habitación? No tengo ni idea de dónde está... —¿era una mala idea? Probablemente. Aún así prefería arrepentirme de tirarme a mi salvador que sufrir constantemente esta tensión sin final. Quizá si nos acostábamos todo pudiera quedar ahí y esa necesidad se aplacase...

Volví a ser consciente de que seguía herido y alcé las manos hacia él, como si pudiera apoyarse en mi pero sin terminar el movimiento.

—¿Necesitas que te ayude? ¿Te acompaño al Cuadrante de Curanderos? ¿Qué hago?

Levanté la vista un momento por encima de su hombro, dándome cuenta de que había perdido totalmente la perspectiva de que hace nada había dos dragones discutiendo —o lo que sea que estuvieran haciendo— por mi vida. 

—Y... dale las gracias de mi parte, por favor —murmuré, sin saber si era lo correcto o no, pero sabiendo que Alec sólo no habría podido salvar mi vida.

Cargando editor
08/03/2024, 11:36
Alec Monrein

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


No esperaba su respuesta o más bien su pregunta, esperaba que pusiera alguna excusa, se diera cuenta del error y se corrigiera por lo que acabábamos de hacer ambos. Me acerqué a ella y le pasé un brazo por los hombros acercándola y la besé pegando mi sonrisa a sus labios.- Anda vamos, te enseñaré donde nos vemos, si...- bajé mi brazo a su cintura acercándola a mi.- ...si no te arrepientes para esta noche.- bromeé.

- La armadura por suerte se llevó la peor parte.- dije mirando en el suelo la armadura echa añicos y elevé la mirada hacia la dragona azul que también giró la cabeza para verme.- Ya lo sabe e incluso diría que le caes mejor que yo.- la oí bufar en mi mente confirmando lo que decía.

Quitando el dolor de la herida que casi no sentía por que mi corazón parecía una maraca saltando de un lado para otro a causa de aquella mujer que tenía al lado. ''Estoy perdido...'' pensé mientras la llevaba de camino a la escuela. Me importaba más bien poco si me veían con ella o no pero a no ser que ella me lo pidiera o se soltara por su cuenta mi brazo no se iba alejar de ella hasta que tuviera que separarme de ella.

Cargando editor
08/03/2024, 12:47
Fiora Vossendir

Día 6 por la tarde, Campo de vuelo


Su actitud tan repentinamente tierna me suavizó por dentro como un baño relajante de agua caliente. Quise negar, decirle que era imposible que me arrepintiese, pero no quería sonar desesperada. A pesar de todo, alcé el brazo para pasarlo por detrás de su nuca y le besé suavemente, esperaba que el beso fuera suficiente respuesta. 

—Tengo que decir que esas armaduras son muy chulas, supongo que es una de las partes buenas de ser jinete. Además de volar... —añadí mirando al cielo. 

Me quedé mirando a su dragona con ese último comentario. No sabía que era tan sencilla la comunicación, aunque supongo que nunca le había dado tantas vueltas. Le dediqué una pequeña sonrisa, me había salvado, lo último que pensaba es lo intimidante que era su tamaño, sus dientes y sus garras. 

—Pues ya tienes que ponérselo complicado para que sea así. 

Eché a andar de vuelta, revisando cada cierto rato su brazo con la mirada, comprobando que estuviera realmente bien. Me quedé con su brazo en mi cintura durante buena parte del camino, resistiéndome a renunciar a su toque, pero cuando nos acercamos a la puerta me retiré con suavidad aunque me mantuve lo suficientemente cerca como para casi rozarnos. Crucé la mirada con él pero no le dije nada, sabía que entendería por qué lo había hecho. 

«No hay nada peor que piensen que me gano estar con vida a base de polvos».

Permití que me guiase al lugar donde nos íbamos a ver más tarde y me aseguré de que llegase al cuadrante de curanderos antes de desaparecer entre los pasillos. 

Cargando editor
09/03/2024, 09:30
Samara Azkarizade

Dia 4. Campo de vuelo.


         - Antes de pararnos en el campo de vuelo he estudiado en la bibliioteca los hábitos alimenticios, de apareamiento, cacería y refugio de los dragones mas comunes, pero antes de seguir haciendo lo sola con mi hermano, pense que ya que tu sabes tanto de ellos tal vez podrias ayudarnos a comenzar nuestros primeros intentos de ubicar sus refugios y zonas de cacería para que nos adelaantemos a llamar la atencion de agunos de ellos Hielina.     ¿Que te parece la idea? -    Le susurra Samara a Hielina después de que Maluma, quien también esta en el grupo de la bella rubia la ha invitado después de haberse lucido en la clase de dracología, tanto para su bien como para su propio riesgo

Notas de juego

MASTER: Por favor, id cerrando la escena, gracias ^^

Cargando editor
13/03/2024, 16:16
Hielina Scharnhorst

Hielina quería ser, entre otras cosas, el apoyo de los guerreros, y el conocimiento era precisamente el primer paso sobre ello. Le pareció una idea fantástica, y se le alegró el rostro, cuando le ofrecieron ser... "la guía con patas" de ella y su hermano.

Se ruborizó.

- Por supuesto. Me encantaría ayudar.

Notas de juego

CERRANDO.

Ya hemos quedado en esto. Así que en el futuro, cuando salgamos... seguimos con esto.

Cargando editor
13/03/2024, 18:16
Samara Azkarizade

 Día 4 - Campo de vuelo


       - Entonces antes de movernos en el terreno sería buena idea hacer un listado de material, equipo y alguna arma que podamos conseguir dentro del colegio para comenzar nuestras primeras excursiones, yo propongo una mochila con una brújula improvizada, bebidas para el camino, algo de comida, material para iluminar el camino si debemos ingresar en cavernas ... que se les ocurre a ustedes camaradas? -      No es que los chicos no supieran moverse en despoblado, pero siempre se valora la compañia de colaboradores con recursos 

Notas de juego

Nota:  Perdón Hielina, pero el dire nos pedía cerrar la escena porque originalmente estaba dentro de lso 7 días ...  pero si quieres que demos un salto para preparar la expedición entonces puedo regresar esta escena para uno de los primeros 7 días y organizar la escena tras la pelea, esperando no lastimarnos demasiado para poder realizar la expedición  o para el mismo dia 8, antes de la pelea

 ------------   Cerrado Temporalmente     --------------
 

Cargando editor
15/03/2024, 00:58
Beren Northwind

Dia 11


Era un día tan bueno como otro para desafiar a la muerte. Entrar en el campo de vuelo no era garantía de salir con vida, pero que lo era en aquel matadero encubierto?

Beren se encontraba bastante mejor de la paliza recibida, gracias a la árnica aplicada. Quería ver volando a un dragón verde. Sentarse y observarlo, aprender como lo había hecho siempre. atendiendo a los detalles que sus ojos y oídos le mostraban.

Cogió varias hierbas del suelo, verdes. Se las restregó por el cuerpo y la ropa. Intentaría que su olor corporal, por un tiempo se camuflara con los aromas de las ramas verdes restregadas. Los dragones podían tener un olfato fino, o no, no lo sabía, así que intentó camuflarse.

Se fusionó con el entorno para parecer una simple roca, y cual insecto palo, se mantuvo allí hasta que localizó lo que buscaba.

Notas de juego

MASTER: Editado la fecha a tu petición Beren

Cargando editor
15/03/2024, 18:54
Hielina Scharnhorst

Notas de juego

Si... si. Claro.

 

Podemos cruzarnos más veces para coordinar. Queda cerrada entonces (Hice un listado de cosas, pero ha desaparecido).

Cargando editor
17/03/2024, 23:22
Alec Monrein

Día 11, en el Campo de Vuelo


Le había mandado una nota a Fiora para que se encontrara conmigo en el campo de vuelo pero antes de la hora prevista, salí a volar con Artrea para disfrutar un poco del buen día que hacía. Artrea se elevó por encima de las nubes y allí era casi imperceptible. Me incorporé sobre su cuerpo y comencé a caminar de delante a atrás por el lomo de Artrea. En ocasiones iba movimiento su cola o su equilibrio para adaptarnos a los movimientos del otro. ''Creo que te están esperando...'' 

Al oír la voz de Artrea en mi cabeza, sonreí para mi mismo y me tiré de su cuerpo al vacío. Iba en caída en libre mientras Artrea me veía desde arriba, iba bastante rápido y cuando comencé a divisar el suelo, me giré en el aire y Artrea no se había movido de donde estaba, ''no tengas prisa...'' le dije con una sonrisa en el rostro. Después de varios segundos, se deslizó por el aire cayendo en picado hasta ponerse a mi altura. Los dos cayendo en picado, Artrea me enseñó su lomo, me aferré a la silla y comenzó a incorporarse para poder frenar con sus alas y tener un aterrizaje suave.

Pude ver a Fiora allí instantes antes de aterrizar, por suerte esta vez no la estaba atacando ningún dragón. Me bajé y fui hasta ella algo despeinado por la caída que acababa de traer, le sonreí: Hola, candidata Vossendir.- dije con una sonrisa.- ¿y bien que hace aquí? - dije irónicamente.