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Dia 9 - Jardines del cuadrante de Jinetes

         - No se si realmente esa chica tenga un buen entrenamiento marcial, pero si que tiene mucha fuerza y resistencia, es mas sólida y curtida de lo que parece.     Hablamos hace unos minutos con Beren en el comedor y vimos lo maltratado que lo dejaste ... me parece que no solo fisicamente ... lo que me pareció es que las peleas son mas para disuadir, valorar los más hábiles que realmente para cualquier tipo de clase de enseñanza -     Responde Samara un poco cansada y adolorida ... pero trata de no quejarse mucho, mientra que Maluma parece soportar un poco mejor los resultados de su propia pelea y de manera parca le responde:

        - A pocas personas les gusta ser golpeadas sin encontrar un sentido para ello, pero depende de cda uno de nosotros aprender de los pequeños truinfos y fracasos que nos encontramos de camino hacia nuestros propios objetivos, ya sabes Samara que he venido para apoyarte con tu promesa con nuestra madre, pero si crees que no puedes hacerlo yo podría quedarme en tu lugar -    omienza Maluma a contestar a Kennet, pero poco a poco se gira hacia su hermana para tratar de convencerla, entonces ella deja de mirar por un momento al rubio y atractivo cadete para poner por completo atención en su hermano menor para responderle:

          - Muchas gracias por la propuesta hermanito, pero ni me voy a rendir tan fácil, ni pienso que tu o yo nos sacrifiquemos simplemente por mantener la herencia maldita familiar que unos cuantos nobles decidieron exponerse a ellos y a nosotros sus descendientes! -     Los hermanos Azkarizade terminan su breve discusión fraterna pidiendo discresión al rubio noble y lo esperan su reacción para despedirse para verle la noche siguiente Samara en el gimnasio

Madrugada del día 09 al día 10

Su susurro sensual vuelve a encenderme y le miro como si no existiera nada más que nosotros en este mismo momento. Me arqueo hacia él cuando sus labios succionan mi pezón. Es un inconsciente y siempre se deja picar a la mínima, al menos eso es algo que puedo usar para nuestro placer esta noche. 

Muerdo su labio para ahogar los gemidos que empiezan a salir de nuevo de mis labios y esta vez busco su erección sin querer que se vuelva a apartar. Vuelvo a introducir mi mano dentro de su pantalón y le acaricio con cierta presión de arriba a abajo de forma extremadamente lenta. 

—¿Crees de verdad que voy a arrepentirme? Estoy a tiempo de ir a por musculitos y ver qué es eso que le interesa a todas esas damas —digo bromeando contra su boca con un susurro juguetón, entre pequeños gemidos por su roce. Kenneth me interesa nada y menos y Asterion lo sabe perfectamente. 

Madrugada del día 09 al día 10

Me esta picando de forma gratuita, y ambos lo sabemos. Se merece un castigo, añado el dedo anular hacia dentro, ya son dos los que estan jugando de dentro a fuera.

Cuando agarra mi pene erecto tengo que llevar a cabo un ejercicio de autocontrol para no venirme directamente. Lo aguanto mordiendole el pezon mientras ahogo un gemido lo mejor que puedo.

- Ambos sabemos que lo quieren solo para tomar el té - sonrio mientras la miro a los ojos - para eso y para las manualidades con agujas de coser y guantes -ahora soy yo quien la pica  con algo que no esta dispuesta a admitir - Veamos, como no te vas a arrepentir, entiendo que si sigo besando tu cuello - beso suavemente el cuello, pasando mi lengua por la curvatura, con pequeños y sauaves mordiscos - y jugando un poco mas con mis dedos, no van a producirte ninguna reaccion ¿Verdad?

Madrugada del día 09 al día 10

Cierro los ojos un momento controlando la oleada de placer que genera su nuevo dedo dentro de mí. 

Un suave gruñido ronronea en mi garganta cuando me muerde y ahoga un gemido contra mi pecho. Continúo moviendo la mano con una lentitud deliberada. 

El comentario de los guantes consigue picarme y, en respuesta, muevo la mano en un único y rápido sube y baja antes de continuar en el ritmo anterior. 

Suspiro y estiro el cuello dándole mejor acceso mientras me quedo mirando el cielo estrellado encima nuestra.

—Hmmm... ninguna... en absoluto... te falta... entrenamiento... —ni yo me creo mis propias palabras cuando, además de nuestras respiraciones y gemidos ahogados, lo único que se escucha es un chapoteo constante proveniente de sus dedos contra mi humedad. 

Madrugada del día 09 al día 10

Y sigue picandome, y yo sigo callendo, porque da igual cuanto trate de negarlo, los movimientos de su cadera y la humedad entre mis dedos dicen mucho mas que las palabras. 

Por otra parte mi situacion es limite tambien, si me paso tentandola va a conseguir que explote sin remedio.

Estira el cuello en una clara invitacion, no necesito nada mas, deslizo mi lengua por su curvatura y muerdo suavemente, explorando cada centimetro, exhalando mi calido aliento cada vez que ella desliza su mano, joder... a este ritmo.

- Bueno... tendre... que se...guir...ahhhh... - mierda... - esforzandome... - digo a la par que incremento la velocidad de mi mano.

Madrugada del día 09 al día 10

Claro que le quiero dentro, no quiero que esto acabe así, pero soy plenamente consciente de que ninguno vamos a aguantar prácticamente nada. No me da tiempo a seguir planteándome qué hacer o no hacer. 

—N-no puedo... —son las últimas palabras que me da tiempo a susurrar en su boca antes de colapsar y fundirme en un beso profundo con él, acallando cualquier tipo de sonido proveniente de mi boca, moviendo mi mano mucho más rápido buscando hacer que el también termine.

El placer me ha barrido por completo pero no quiero que esto acabe así. Además de que los dos estamos sucios. Continuar dentro de las duchas comunitarias supone un riesgo muchísimo mayor pero estoy totalmente excitada y no quiero tratar de irme a dormir con estas ganas. 

Me aparto un poco de él, aún con la respiración agitada, y cojo mi top.

—¿Te quieres duchar conmigo? —pregunto de forma traviesa mientras le lanzo mi top para que se limpie tras limpiarme yo. Ya me encargaré de limpiarlo más tarde. 

Madrugada del día 09 al día 10

Nos fundimos en un beso profundo mientras incrementa la velocidad de su mano, no hay salvacion, exploto irremediablemente entre sus manos mientras nuestras lenguas se unen y disfrutan una de la otra.

No peudo dejar de sudar y apenas si consigo respirar, ha sido... espectacular es la unica palabra que me viene a la mente mientras miro esos ojos que tanto me gustan.

Me lanza el top y una proposicion irrechazable, me limpio mientras me incorporo y recojo todas mias pertenencias.

- No vas a tener que decirmelo dos veces - le respondo mientras dibujo mi media sonrisa.

Antes de que se aleje demasiado la rodeo con mi brazo evitando que de el primer paso y doy un suave beso en la base de su cuello, justo donde inicia la marca de su espalda.

- Despues de ti.

Madrugada del día 09 al día 10

Sonrío ante sus evidentes ganas y termino de coger mis cosas, poniéndome la chaqueta directamente encima de mi torso desnudo con algo de prisa. 

Su suave beso me tensa ligeramente y me pilla desprevenida, no estoy tan borracha como para ignorar la dulzura que ha habido en ese gesto. ¿La estoy cagando al hacer esto? ¿Se está haciendo ilusiones? Por un momento detengo detengo mi avance, replanteándome la continuación de esto pero mis ganas superan a las dudas y continúo andando. 

- El problema con Beren es que está fuera de lugar aquí, debería hacer caso a su compañero de ala y retirarse antes de que sea tarde para el.

No tenía buenos recuerdos de su conversación y de su pelea con Beren

- esto está hecho para endurecer nos, para separar a los fuertes de los débiles y para eliminar a los menos actos. Si al llegar no estás listo, debes dedicar tu tiempo a prepararte, pero si en lugar de prepararte te dedicas a quejarte y a decir que esto está mal, entonces eres el problema

Kenneth escucho el intercambio entre ambos hermanos sin intervenir, era cuestión de familia y el no estaba para opinar en eso.

Dia 9 desde el comienzo de la Escuela Basgiath

Tenía curiosidad por saber qué era lo que estaba mirando y comprobando en la distancia pero yo no era de las que invadía la privacidad de los demás, así que me apoyé en uno de los muros cercanos con el pie derecho en él.

Negué e hice un gesto con la mano, restándole importancia. Si ya era poco habitual que tuviera un gesto tan amable, estaba todavía menos acostumbrada a que me los agradecieran. 

—Te lo estás tomando en serio, eh. Normalmente la gente se queda hasta tarde entrenando unas cosas... u otras —terminé, recordando las noches en las que algunos compañeros de habitación me habían despertado al estar divirtiéndose entre ellos en las camas. Me parecía entre curioso y divertido que ella se dedicase a pasar las noches entre libros. 

»¿Ya estás completamente recuperada entonces? No deberías arriesgarte a enfermar de esa manera. 

-Naaahh. No preocupes. Dijo con el desdén de alguien que daba por sentado de que o no le sucedería, o no tenía importancia si le sucedía otra vez. - Es un despiste, y me destemple. Alzó el papel, para comprobar el contorno de la montaña y con este levantado, intentó dibujar con un carboncillo sobre él.

- La gente prefiere disfrutar el día.... el momento. Inspiró profundo. - Yo busco conocimiento para apoyar el poder....que suele estar en las armas, pero, las armas han de estar apoyadas... o serán rodeadas y no podrán hacer su servicio. Hablaba un tato críptica, pero, tampoco era raro en ella. Intentó explicarse: - Estoy preparando un viaje, para poder encontrar las criaturas aladas. No era capaz de explicar mucho más, pero, incluso Fiora podría tomarlo como una invitación. Luego se ofreció: - Y si un día tengo los materiales, puedo intentar mejorarte la chaqueta. Unos refuerzos de cuero en varios sitios la harán más cómoda y resistente... e incluso puede que abrigue más. Las últimas palabras tenía un pequeño matiz de ironía, ya que si no fueran por el calorcito que esa prenda le dio, igual ahora tendría un gripazo de narices. - Seguro que te gustará. No le advirtió que podría ser ligeramente más pesada, pero tampoco venía en el comentario que la protegería un tanto de golpes, arañazos y otras cosas igual de "incómodas".

Día 11 por la tarde, Patio interior Este

Llevaba la mano vendada desde el día anterior y aunque era capaz de soportar el dolor en ocasiones me venía por oleadas haciendo que tuviera un dolor de cabeza horrible. Fui hasta uno de los patios buscando algo de tranquilidad y acabé en el mismo patio donde me había encontrado con Asterion la última vez, fruncí el ceño al pensar nuevamente en aquel candidato.

Fui hasta el centro donde había una pequeña ráfaga de viento y me quedé allí disfrutando del aire recorriendo mi cuerpo y dejando llevar mis pensamientos esperando encontrar alguna respuesta a mis confusiones. Me vino a la mente un recuerdo de mi madre, cuando era pequeña le encantaba bailar y ver sus movimientos desplazándose sobre el sitio, rítmicos y hermosos como ella era como bailar como el viento. 

Sin pensar en ello, mi cuerpo se movió recordando las figuras que hacía mi madre e intentándola imitar.

Día 11 por la tarde, Patio interior Este

Habia entrenado por la mañana con Kenneth, pero no habia sido suficiente para borrar de mi cabeza todas las dudas y preocupaciones que me asaltaban continuamente. Al menos la cabeza se me habia despejado durante la mañana y la resaca ya era una leve pulsion interna y menos molesta de lo que cabia esperar.

Estaba deambulando por el patio cuando doble la esquina. Al instante me escondi nuevamente tras la esquina. Asome la cabeza lentamente. Si, no me habia equivocado, ahi estaba Cassandra ¿Que hacia? ¿Y porque llevaba la mano vendada?

Joder... no queria tener que dar explicaciones, y la ultima vez que habia estado con ella... En fin, la cosa se habia descontrolado mas de lo que me hubiera gustado. Ese dia tambien habia estado hecho un lio, tambien con mi cabeza dando vueltas alrededor de Fiora. 

Estaba a punto de darme la vuelta e irme, como le habia dicho a Fiora relacionarse con los de segundo no era juicioso, y justo cuando me di la vuelta comenzó a bailar. Me pare en seco. Lo hacia muy bien, tenia coordinacion y dominio del cuerpo, me recordo a Marlee.

Marlee, hacia dias que no pensaba en ella ¿Como te puede cambiar la vida en apenas una semana y media? Este sitio era brutal.

Recorde la broma que le habia hecho al Musculitos esa misma mañana, era una broma con un contenido de verdad muy elevado, el trasero de Cass era precioso y estaba bien torneado.

No se porque, pero me sente apoyado en la pared, sin decir ni una palabra, simplemente viendo como bailaba. Con suerte, cuando me descubriera no me mataria.

Dia 9 desde el comienzo de la Escuela Basgiath

Cuando alzó el papel y pude ver la montaña, la miré con mayor curiosidad. Encima lo hacía bien, yo no pasaba de dibujar a la gente con palitos, como los niños pequeños. 

—¿Para encontrar las criaturas aladas? ¿Qué quieres decir? ¿Pretendes ir dónde estén los dragones? —me estremecí ligeramente. Ya había comprobado lo mal que podía terminar eso en casi mis carnes chamuscadas. 

Su ofrecimiento me sorprendió. Hielina era constanmente una fuente de sorpresas. 

—No te diría que no a algo que mejore mi seguridad. Si lo consigues y necesitas apoyo de algún tipo con el tipo ese, me puedes avisar—no podía matar a alguien a sangre fría pero sí podía protegerla perfectamente. ¿No acababa de reventarle la nariz a la segunda mejor del curso? Además, si me conseguía una protección mejor, era lo menos que podía hacer—. ¿A qué clase de materiales te refieres?

Día 10 por la tarde, Patio interior Este

Me había relajado recordando a mi madre para mi aquel baile era una sensación de paz. Aun teniendo los ojos cerrados subí mi mano como si intentara alcanzarla en la imagen que tenía en mi mente junto con una sonrisa pero al no poder alcanzarla me desperté de aquella visión abriendo los ojos y volviendo a la realidad.

Mientras mis ojos se adaptaban a la luz pude ver una figura más adelante y sin ningún motivo aparente mi corazón dio un vuelco en el pecho. ¿Asterion...?¿Se había quedado mirándome? Le miré al principio con sorpresa pero no pude evitar recordar lo que había pasado hacía unos días y aquella molestia volvió a atormentarme en el pecho. No era la primera vez que me rechazaban y seguro no sería la última pero si era la primera vez que después de todas aquellas insinuaciones... me dejaran literalmente tirada. 

Suspiré mientras crucé los brazos por debajo de los pechos y pasé el peso de mi cuerpo a una pierna marcando mi cadera.- ¿Y bien?¿Ahora tienes la afición por espiar a mujeres?

Día 10 por la tarde, Patio interior Este

Después de varios pasos que evidenciaron su excelente estado de forma se paró en seco. Como si despertara de una ensoñación. Analizó el espacio que la rodeaba y me localizó sin ningún esfuerzo. Tampoco es que yo estuviera haciendo nada por esconderme, simplemente había estado ahí. Observando.

Se cruzó de brazos resaltando el pecho y marcó su cadera. No podía negarlo, era hermosa y sabia sacarse partido. Por primera vez me di cuenta que era una autentica cazadora. Para ella todo eso era tan innato como respirar. Diversas imágenes recorrieron mis pensamientos. Y por mucho que odie admitirlo, muy a pesar de Fiora y todo lo que sentía por ella o habiamos compartido, no pude evitar recordar la noche que pase con Cass. Joder, estuve a punto de perder el control y perderme en las impresionantes curvas de esa chica.

- Solo a las que son hermosas - ¿Qué coño acababa de responder? ¿Porqué daba una respuesta que solo tenia posibilidades de traerme problemas? No me extrañaba que Fiora me dijera continuamente que solo me metía en problemas. Me los buscaba o solito con mi actitud.

Día 10 por la tarde, Patio interior Este

Le había lanzado una mirada que si pudiera incinerarle allí mismo lo hubiera hecho. ''Yo podría hacerlo...'' oí la voz en mi cabeza y sonreí agradeciendo por una vez tener a alguien de mi lado.- Mira cuanto desees entonces...- le dije con una sonrisa volviendo a lo mío mientras agitaba la mano en el aire haciendo un gesto de que me daba igual.

Había movido la mano con demasiada rapidez y notaba un dolor punzante que me atravesaba. Desenredé mis brazos y al ver mi mano, se me había abierto la herida, ya era la segunda vez que pasaba y no quería ir a la enfermería. Suspiré y me di la vuelta, dándole la espalda a Asterion, no quería que viera la herida me daba vergüenza que la viera por algún extraño motivo. Me quité la venda para volverla atar más fuerte pero me costaba tensarla. Me había dislocado dos dedos ayer y también abierto una herida entre ellos que era muy difícil de tratar al estar en medio así que no me quedaba otra que inmovilizar mis dedos pero me estaba resultando muy complicado.

Día 10 por la tarde, Patio interior Este

Vaya, sentí la ira en esa mirada. Tenía razones para mirarme así, pero yo estaba igual de cabreado o mas que ella. Aunque no por las mismas razones. Parecidas probablemente...

Sin embargo note como un destello de dolor pasaba por su cara y en ese mismo momento caí en la cuenta de su mano vendada. Una venda que la cubría por entero y que se estaba empezando a tornar carmesí. La herida que tuviera se le había abierto. ¿Qué le habría pasado? Cuando pasó por el cuadrante de curanderos después de los combates estaba en perfecto estado. De hecho había sido ella quien había herido al gilipollas de Alec. ¿Se la habría devuelto? Una ira muy diferente recorrió mi cara, que por otra parte estaba amoratada y con los puntos aun cerrando las heridas. 

Joder, otra vez presuponiendo cosas, además ¿porqué me preocupaba? Si tenia claro que no era juicios relacionarse con los de segundo... ¿porqué no evitaba abiertamente a Cass? Estaba claro. Soy idiota.

Me levante y me acerque a ella, la cogí con suavidad por los hombros y trate de voltearla hacia mi con delicadeza, no debía olvidar que esa chica era mas que capaz de matarme. 

- ¿Me permites? - dije suavemente cogiendo su mano entre las mías y retirando las vendas para poder examinarla - Es una herida fea - quería preguntar como se la había hecho, pero era meterme en sus asuntos - No creo que sea suficiente con un poco de salsa para pescado - trato de bromear en referencia al ungüento que ella me proporcionó en nuestro primer encuentro.

- No tengo muchos conocimientos de medicina, menos que tu por lo que pude comprobar el otro día - Le recuerdo como me había dejado sin tratar deliberadamente en el Cuadrante de Curanderos. ¿Porqué la picaba? De verdad que soy idiota - Vas a tener que guiarme si quieres que te ayude con esto.

Día 10 por la tarde, Patio interior Este

En cuanto me agarró de los hombros giré uno de ellos para que me quitara las manos de encima y le miré furiosa mientras me preguntaba internamente que era lo que demonios hacía. Ya me había rechazado, ¿no? No quería su piedad ni su misericordia... La mano me dolía bastante y veía como la sangre seguía cayendo al suelo en gotas constantes y rítmicas, tenía que parar el sangrado y no iba a poder hacerlo sola. 

Chasqueé la lengua y acepté su petición alzando la mano para que la sujetara. Comencé a darle indicaciones de como vendar los dedos y la seguía rajatabla cuando terminó, algún quejido salió de mi boca mientras apretaba, dolía como el demonio y encima si tenía que tener la mano inmóvil me estresaba más pero ahora mismo no me quedaba de otra.- Si, así... pásala por el otro lado y átala fuerte...- le indiqué terminando de vendarme la mano que ya había dejado de sangrar. 

Estaba sudando y parecía que me había quedado sin energía antes de darme cuenta dejé caer mi peso lentamente hacia delante hasta que mi frente chocó contra su hombro. Respiré hondo mientras intentaba contener los latidos que había en mi mano y que subían por mi brazo dejándome completamente aturdida.

Día 10 por la tarde, Patio interior Este

En cuanto toque su hombro dio una sacudida como si fuera un apestado y me miro con una ira destellante en sus ojos. Era de esperar después de como la había dejado hace unas noches. Aun así le devolví la mirada con intensidad, sin echarme atrás, sin dudar ni un ápice. 

Evidentemente el dolor que sentía supero su odio, porque cuando le cogi la mano termino dandome las instrucciones que necesitaba para ayudarla. Las seguí al pie de la letra. ¿Qué le había pasado para tener la mano asi? El dolor que estaba sufriendo era patente, lo fue durante todo el proceso de asistencia y vendaje. 

Sudaba a mares, no parecía encontrarse bien. Se empezó a desplomar sobre mi hombro, sin duda y después de la mirada que me habia dedicado, en contra de su voluntad, mis brazos se movieron solos como un resorte y la agarre evitando que perdiera pie. Le toque la frente. Estaba ardiendo. Mierda.

- ¡Cassandra! - le dije en un tono un cuarto mas alto del debido, la preocupación impregnando mi voz - Estas ardiendo joder, ¿Qué puedo hacer? Te voy a llevar al cuadrante de Curanderos - de repente mi enojo se había desvanecido y olvidado, solo habia preocupacion por ella.