Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Brujos y sorpresas (Todos)

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21/02/2016, 18:33
Émille Lalique

Escuché la explicación de Amber, impaciente. Supuse que era el momento adecuado, pero eso no lo hacía menos coñazo. Cuando ella terminó de hablar, añadí algo más.

—Primero iré yo —enuncié. Lo mejor era dejar a Amber e Ivy para el final, por si se rezagaban demasiado que pudiera detenerlos—. Sun-yun, Ethan, Ivy y Amber —enumeré. Luego hablé a la coreana—Date prisa, e intenta no pensar en nada —dije antes de hablar a Ethan—. Si te ves capaz, piensa en la cocina de Nora. Si no, aprovecha la latencia y pasa rápido y sin pensar en nada. Haz lo que quieras, pero no la líes.

Y tras esas palabras caminé en dirección al portal, sin esperar a que Ethan respondiera a la pregunta de mi amiga..

Notas de juego

Fijo como destino conocido el salón de la casa de Nora.

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23/02/2016, 13:39
(Gi) Sun-yun Herondale

Asentí al orden marcado por lanzaman, lo mismo me daba en qué momento cruzar siempre que la latencia siguiera presente y mi cuerpo llegase con el número correcto de extremidades y la configuración habitual al oro lado. Pero si iba a ser la primera en aprovecharme de ello, mejor que mejor.

Iba a ser difícil no pensar en nada, iba a ser jodidamente difícil, si lo conseguía sería la primera vez que mi cabeza escuchara el silencio, o peor, el vacío, y aquello no me molaba lo más mínimo. Inspiré profundamente y contuve el aire y cuando llegó mi turno de cruzar, di una zancada procurando dejar mis dudas atrás.

Notas de juego

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23/02/2016, 15:34
Narradora

Émille fue el primero en dar un paso adelante e introducirse en el portal. En el mismo momento en que la piel del chico tocó aquella superficie azulada sobre ella se proyectó una imagen borrosa de lo que parecía ser un salón. 

Sun-yun no tardó en seguirlo y su figura pareció disolverse detrás de la de Émille, aunque se les podía ver a ambos al otro lado. 

Entonces Amber hizo una seña a Ethan con la cabeza, indicándole que era su turno de pasar.

- Tiradas (1)
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23/02/2016, 15:46
Narradora

A pesar de lo difícil que parecía, conseguiste dejar la mente en blanco, al menos el tiempo suficiente para dar un paso adelante y atravesar esa superficie. Un frío intenso se extendió por todo tu cuerpo, aguijoneando sobre tu piel y estremeciendo tus huesos. Durante el instante que tardaste en dar aquel paso te cosquillearon los dedos y sentiste un mareo sacudiendo tu cabeza.

Después, una sensación de empuje, como si el mismo portal quisiera librarse de ti y te escupiese hacia algún lugar. Trastabillaste al llegar pero cuando abriste los ojos un lugar completamente distinto se abría ante ti: el salón que habías visto cuando Émille tocó el portal.

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23/02/2016, 19:33
Ethan Evans

Miré el portal con inseguridad y reprimí una mueca de fastidio. Con lo fácil que sería coger el coche y llegar allí en unos minutos... Así no arriesgaríamos a acabar desmembrados y despedazados vete tú a saber donde. Entendido. Respondí a Emille, tratando de que no se notase mi nerviosismo y mostrándome sereno.

Claramente iba a tratar de aprovechar la latencia del sitio, no quería liarla. En cuanto vi que el psicópata y la china entraban me apresuré a seguirles. La perspectiva de investigar el posible paradero de mi familia lo antes posible fue lo que me motivó en el último momento a entrar en aquel portal. De no ser por eso probablemente me hubiera dado la vuelta y habría ido tranquilamente en el coche.

Puse mi mente en blanco justo cuando iba a entrar en aquella especie de círculo azul extraño. Traté de no pensar en nada, ni siquiera en la aburrida casa de la abuela senil que había adoptado a la española. Confiaba en esa supuesta latencia del portal.

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23/02/2016, 20:54
Narradora

A pesar de lo difícil que parecía, conseguiste dejar la mente en blanco, al menos el tiempo suficiente para dar un paso adelante y atravesar esa superficie. Un frío intenso se extendió por todo tu cuerpo, aguijoneando sobre tu piel y estremeciendo tus huesos. Durante el instante que tardaste en dar aquel paso te cosquillearon los dedos y sentiste un mareo sacudiendo tu cabeza.

Después, una sensación de empuje, como si el mismo portal quisiera librarse de ti y te escupiese hacia algún lugar. Trastabillaste al llegar pero cuando abriste los ojos un lugar completamente distinto pero que ya conocías se abría ante ti: el salón que habías visto cuando estuviste en la casa de Nora.

- Tiradas (1)
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23/02/2016, 20:55
Verbius Lamond

Sun-yun e Ethan llegaron al otro lado trastabillando por el inesperado empuje del portal, que parecía impulsar a los que lo atravesaban para que no se entretuviesen en el camino. A la espalda de los dos, el portal todavía permanecía abierto y podían ver a las nephilim que aún no habían cruzado al otro lado. 

La casa en la que había vivido Nora podría haber resultado sumamente acogedora. Amueblada en blanco y con maderas claras, era una casa luminosa y que debía haber sido pulcra... 

Pero en aquel momento estaba tal y como los nephilim la habían dejado la última vez que la visitaron. Todo estaba revuelto. Los sofás habían sido rasgados y por el suelo había restos de cristal y porcelana de lo que debían haber sido adornos cuidados con mimo. Había muchos libros en la casa, en las estanterías y también en el suelo, algunos con las páginas rasgadas y los lomos abiertos. 

Y allí, de pie apoyado en una de las paredes y mezclándose con las sombras de los muebles, había alguien contemplándoos con los brazos cruzados. Era un chico de unos veintidós años, alto y de aspecto atlético. No era corpulento ni excesivamente musculoso, pero parecía estar en forma. Vestía vaqueros, jersey y botas, todo negro y sobre el jersey llevaba una especie de chaleco largo hasta las rodillas, de cuero también negro. Su pelo era oscuro y estaba peinado con precisión.

Sus ojos se cruzaron con los vuestros y pudisteis ver que eran de un azul profundo y frío como el acero. Os devolvió la mirada con firmeza y esbozó una pequeña sonrisa de medio lado, afilada. Parecía sentirse como en su propia casa.

-Nephilim... -dijo, pronunciando esa palabra con desdén, como si en sí misma llevase implícito un desprecio absoluto, con un tono similar al que usaban algunos cazadores de sombras al hablar de Subterráneos-. Porque llamar al timbre es demasiado mainstream para vosotros, ¿no?

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23/02/2016, 20:56
(Gi) Sun-yun Herondale

Al llegar al otro lado, me abracé para frotarme los brazos y expulsar el frío - Ha sido horrible, joder -protesté desde mi verdadera personalidad y giré la cabeza para mirar al otro lado-. Así que era como una ventana, una cualquiera pero mágica. Pues volverá a atravesarla tu puta madre.

Volví a mirar a ese salón destrozado, al portal, y finalmente al chico nuevo. Sin saber dónde meterme hasta que el mareo volara de mi cabeza.

Llamar al timbre, esto hubiese estado bien, hubiese sido lo más educado. -Perdón -me salió solo al caer en la cuanta que no se esperaban ese tipo de llegada a pesar de que en el castillo todos lo tenían claro-.

Me incliné ligeramente para saludarle y luego me dediqué a pasear los ojos por todo el salón hasta volver a los libros del suelo. Me acerqué a uno de ellos para recogerlo del suelo y hojearlo. Tenía curiosidad por saber qué tenía que contar que hubiese cabreado tanto a alguien como para rasgarle sus páginas. 

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23/02/2016, 20:57
Narradora

El portal empezaba a cerrarse lentamente, pero en cuanto lo hizo por completo, se abrió otro a su lado y de él emergieron primero Ivy y Amber después. 

Las dos chicas aterrizaron con naturalidad y los ojos de la pelirroja se dirigieron curiosos hacia el joven que os había recibido, mientras que los de la morena se deslizaron hasta el suelo con timidez.

Y en aquel mismo momento en que el segundo portal se cerró, casi como si os hubieran estado esperando, sonó el timbre de la casa.

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25/02/2016, 13:56
Émille Lalique

En cuanto atravesé el portal y comprobé que el que nos iba a vigilar era este gilipollas me dieron ganas de girarme y volver por donde había venido. Sin embargo la misión era en cierta forma importante, y Gareth había confiado en mí.

Las expresivas palabras de Sun-yun me hicieron mirarla durante un instante, perdiendo el contacto ocular con el hijo de Lilith.

—Sabíamos que te morías por vernos —le dije como respuesta con una media sonrisa, sobrado—. No podíamos hacerte esperar.

Al escuchar el timbre, sin embargo, fruncí un poco el ceño. Las condiciones eran sólo un brujo, y desde luego no era uno de los nuestros.

—Abre, es para ti —enuncié con un tono cortante, sólo por la gracia que me hacía darle órdenes. Luego alcé una ceja que dejaba claro que eso no era lo acordado—. Llamar al timbre es demasiado mainstream para nosotros.

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26/02/2016, 20:28
Verbius Lamond

El brujo contempló a las dos últimas en llegar al salón y tras un par de segundos se inclinó un poco, en un amago de reverencia al que le faltaba el respeto apropiado para ser considerado tal.

—Verbius Lamond. Para serviros. Supongo que presentarse al llegar a algún lugar también supondría demasiada educación para vosotros.

Ignoró por completo la disculpa de Sun-yun y su mirada se dirigió, sin embargo, hacia Émille mientras su sonrisa se volvía lupina.

—Mi tiempo es escaso y valioso, nephilim. Si hubiera tenido ganas de veros sería sólo para perderos de vista cuanto antes. 

El sonido de la puerta atrajo su atención y enarcó una ceja cuando el chico dijo que era para él, pero no dijo nada al respecto. En lugar de eso salió del salón para dirigirse a la entrada y cuando pudisteis ver su espalda os disteis cuenta de que algo parecía moverse por debajo de la prenda que le llegaba a las rodillas. Unos segundos después escuchasteis la puerta de la calle abriéndose.

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27/02/2016, 01:49
Émille Lalique

—Así sois los brujos —respondí al gilipollas cuando me habla, dispuesto a tener la última palabra—. Tan contradictorios que sois capaces de desear vernos sólo para dejar de hacerlo —dije antes de poner los ojos en blanco—. Y luego que por qué sois tan fáciles de cazar.

Después de eso, en cuanto salió por la puerta de la habitación, supe que era nuestro momento: toda mi actitud cambió e hice un gesto a Amber y otro a Ivy para que se pusieran con lo que sabían que tenían que hacer. También potencié de inmediato las habilidades de nuestra vidente. Estaba claro que estaba un poco pirada, pero a ver cosas no le ganaba nadie.

—Ethan, Sun-yun —dije haciéndoles un gesto casi imperativo. Luego señalé hacia el lugar por el que se había ido el brujo—. Id con él y distraedlo todo lo que podáis. Como si tenéis que iniciar una pelea, pero no lo matéis ni dejéis que os mate.

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27/02/2016, 14:33
Ivy Lovelace

Ivy cerró los ojos un instante y después sonrió, llevándose una mano al pecho. Enseguida asintió con la cabeza y levantó la mirada, abriéndolos de nuevo y mirando a su alrededor con una expresión algo ida, como si no os viese a vosotros, sino más allá. 

Amber se puso en movimiento también, pero ella fue directa hacia los libros del suelo. El ejemplar que Sun-yun tenía en la mano parecía ser un tratado de astrología escrito en algo con toda la pinta de ser alemán. 

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27/02/2016, 14:38
Narradora

La casa por la que el chico te guiaba podría haber resultado sumamente acogedora. Amueblada en blanco y con maderas claras, era una casa luminosa y que debía haber sido pulcra... Hasta que algo había sucedido. 

Todo estaba revuelto y eso te hizo pensar inevitablemente en tu casa, en cuál sería su estado en ese momento, después de lo que habías llegado a ver. Los sofás habían sido rasgados y por el suelo había restos de cristal y porcelana de lo que debían haber sido adornos cuidados con mimo. Había muchos libros en la casa, en las estanterías y también en el suelo, algunos con las páginas rasgadas y los lomos abiertos. 

Llegasteis a un salón y allí había otras cinco personas, dos chicos y tres chicas, todos jóvenes, rondarían los dieciocho años. Todos iban vestidos con ropa negra y ajustada, como de cuero, menos la chica oriental, que llevaba una especie de kimono de playa por encima, el pelo dividido en dos trenzas y una diadema roja de Hello Kitty en la frente. Sin embargo, todos sin excepción iban armados.

Uno de los chicos tenía los ojos tan oscuros como sus cabellos y su rostro era aniñado, llevaba una lanza de doble hoja en la espalda y su ceño se fruncía con una eterna molestia. La joven oriental, por su parte, llevaba un arnés extraño sobre el kimono, del que colgaba un arma peculiar, formada por una daga y una cadena. En la mano tenía un libro rasgado. El rubio tenía un porte especial, como si desprendiese carisma y seguridad en sí mismo por cada uno de sus poros. Y era guapo, vaya si lo era. Tal vez no tanto como el que te había abierto la puerta, pero sí se acercaba. Éste llevaba a la cintura lo que parecía ser un estoque. La pelirroja te miró de inmediato con unos ojos verdes cargados de curiosidad. Ella tenía un objeto negro en la mano, parecido a un smartphone, pero en cuya superficie podían verse algunos símbolos extraños de colores. También llevaba varias dagas pequeñas colgadas del cinturón. Finalmente, la morena llevaba asu espalda, colgado de una especie de arnés de cuero negro, un látigo de varias colas, con la empuñadura colgando cerca de su cintura. Ella contemplaba a su alrededor con expresión algo ida y ni siquiera parecía haberse percatado de tu presencia allí. 

    

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27/02/2016, 14:51
Verbius Lamond

Sin embargo, antes de que Sun-yun o Ethan pudieran hacer caso de las indicaciones de Émille, el brujo regresó. Y no lo hizo solo. 

Detrás de él venía una jovencita, de unos diecisiete años, con sus cabellos pelirrojos formando una trenza que caía sobre uno de sus hombros. Llevaba un vestido negro sencillo, tenía las piernas cubiertas con unos leotardos gruesos de color gris oscuro y llevaba unas botas de piel oscuras con el forro interior cubierto de pelo sintético. Colgado del hombro llevaba un bolso-mochila. Estaba algo despeinada y tenía aspecto cansado, pero sus ojos marrones contemplaban todo lo que había a su alrededor. Y no os cupo duda de que os miraba y os veía. 

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27/02/2016, 14:55
Verbius Lamond

El joven chasqueó la lengua y señaló con el dedo por encima del hombro hacia la chica que tenía detrás mientras su mirada recorría al grupo de nephilim con un claro desdén.

—Creo que os habíais dejado fuera al cachorrito —comentó con cierta acidez mientras se cruzaba de brazos—. Estaba a punto de empezar a arañar la puerta.

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27/02/2016, 15:11
Narradora

Cuando la chica entró en el salón percibisteis algo en ella. Era difícil de explicar, como una sensación muy leve en vuestra nuca, un presentimiento que os decía que no era una mundana normal. 

- Tiradas (4)
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27/02/2016, 15:15
Narradora

En cuanto la chica entró en el salón una sensación familiar se instaló en tu nuca, como un cosquilleo que se esparcía por debajo de tu piel. Estabas acostumbrado a ese leve presentimiento que aparecía cada vez que te cruzabas con uno de los tuyos, prácticamente vivías sintiéndolo de forma constante. Tú no tenías la capacidad de Ivy para ver más allá de las apariencias, pero algo te decía que esa muchacha no era una mundana. 

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28/02/2016, 13:43
Melissa Campbell

Seguí al chico que me había abierto la puerta dejando poco más de un metro de distancia respecto a él. Miré los muebles que decoraban la casa y me sorprendí. No esperaba para nada encontrármela así. Desde fuera, había estado observando la fachada durante un rato hasta que me decidí por llamar al timbre y no imaginaba que el interior estuviera tan catastrófico.

Pensé en cómo estaba mi casa antes de huir, en cómo se encontraría Ralph. Estaba deseando que todo terminara pronto y que por fin pudiera encontrarme con la persona por la que había viajado hasta Londres para que me diera respuestas de una vez. Sin embargo, al llegar a lo que parecía el salón, me encontré con más de una persona. No me esperaba en absoluto el comentario que hizo el chico. Lo miré extrañada. ¿Qué le pasa a este? No sé por qué me tiene que llamar cachorro. Ni que él fuera un hombre corpulento que asustara sólo con verle. Pero pronto le dejé de dar importancia.

Rebajé mi mueca y miré a los presentes uno a uno. Pronto me di cuenta de que iban armados con lanzas y látigos entre otras cosas. Vestidos todos de negro, excepto una chica que parecía oriental. No sabría identificar exactamente si era china, japonesa o coreana, pero ahora mismo no me iba a parar a pensar en ello. Ni si quiera me detuve a pensar en lo atractivo que era el chico rubio que tenía a su lado.

Mi vestimenta no se adecuaba en absoluto a esa reunión. Llevaba un vestido de punto sencillo de color negro, unos leotardos calientes de color gris oscuro, unas botas de piel oscuras con el forro interior cubierto de pelo sintético y una mochila con varios compartimentos.

Me encontraba sola con seis desconocidos, cinco de ellos armados. Empecé a preocuparme y a tener una ligera sensación de miedo. La única cosa que me hacía permanecer allí era que mi tío me había mandado a esa dirección. No obstante, eso no quería decir que estuviera a salvo. ¿Y si esta gente no es la que Ralph esperaba que me encontrara? Tengo que estar alerta. 

Agarré las asas de mi mochila, cada una con su respectiva mano, y entonces me armé de valor para iniciar una conversación. - Estoy buscando a Aubrey. Aubrey Saint John. - Dije finalmente, con el tono de voz más firme que me salió, y esperé a que alguno de los presentes confirmara su identidad o me diera alguna respuesta.

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28/02/2016, 14:13
Émille Lalique

Mis ojos reflejaron extrañeza en cuanto el gilipollas volvió y dijo esas palabras. Pero entonces, al ver entrar a aquella chica tan... Tan... Tan poco preparada para la vida llevé mi mirada a Amber, y luego a Ivy. Finalmente yo mismo tomé la iniciativa y me acerqué, haciendo como si aquello fuera un imprevisto posible dentro de nuestros planes.

—Claro, esto... —empecé a decir—. Ella venía desde otro sitio, no desde el Instituto —expliqué, aunque luego me detuve en seco. No sabía qué coño hacía dándole explicaciones a un Subterráneo.

Hice un gesto a la chica entonces, pidiéndole que se acercara.

—Hacía tiempo que no te veía —le dije esperando que me siguiera la corriente. No esperaba realmente engañar a Verbius, pero sí que si tenía algo para protestar fueran sospechas más que motivos —Ven un segundo, hablemos fuera —le dije a la recién llegada, dirigiéndome a la puerta. Antes de salir hice un gesto a Ethan y Sun-yun, esperando que supieran a qué tenían que dedicarse.