Partida Rol por web

El joven observo la marcha de sus compañeros, durante unos minutos que parecieron eternos estuvo sumido en pensamientos, que ante un observador lejano se dirían oscuros y siniestros. Pasado este tiempo, pareció disolverse en el espacio y en aquel lugar no quedo rastro alguno de su presencia.

Mis intenciones son faciles, primero voy a hablar con los noferatus para que me den informacion sobre el aprendiz,luego  voy a hablar con los mendigos que se ocupen de la zona del taller del carpintero, sobre todo con los que tenga mas afiliacion (rebaño, contactos, les doy algo de dinero, amenazas, etc...) para que intenten averiguar todo sobre el aprendiz (lo que no me hayan dicho los noferatus), . Luego uso mi rebaño para alimentarme y si da lugar un poco de caza (depende de como me encuentre de sangre). Si me da lugar a cazar, quisiera pillarme una rata (quedarmela) con animalismo.

Las oscuras calles de Barcelona dan paso a las humedas y aún más oscuras cloacas, tu reino de eterna oscuridad sumido en vapores, aguas fecales y ratas, siempre ratas, correteando de aqui para allá en busca de un suculento bocado.

Una bifurcación aqui, una giro allá, las señales están claras para aquel que sabe ver, para aquel que pertenece a la colmena, tu repulsiva familia inmortal, cada uno con su particular deformación, uno de ellos se te acerca, arrastrando su pie, "el pustulas" lo llaman, antaño un joven juglar de voz aterciopelada, vanidoso hasta la saciedad.

-El maaggggestrrrro te espera- por si fuera poco una mal formación en su garganta le impide hablar correctamente, adios a las rimas derramadas sobre con miel sobre los oidos.

En lo más oscuro del salón, rodeado de sus ratas, está ÉL, el más anciano, las ratas suben y bajan por sus brazos, posandose en sus hombros, situandose a sus pies, mientras él asiente en silencio con la cabeza.

Las ratas se abren a tu paso, como el mar negro ante Moisés, formando un pasillo de chillidos y ojos rojos.

-Estaba preocupado- pone cara constricto -en las calles se ven y se escuchan cosas muy ... alarmantes- termina juntando los dedos.

Lentamente echa a andar, seguido de un par de ratas blancas, sus "leales". A los pocos pasos aparece una pequeña sala, en un rincon reposa las pertenencias de Salomón, muebles podridos y un pesado sarcofago de piedra.

-Toma asiento- señala una mohosa silla, haciendo lo propio situandose frente a ti.

-No es lo unico que se escucha ... los ataques contra los judios son cada vez más frecuentes, los soldados no son suficientes para apaciguar la turba, incluso aunque quisieran. Me temo que pronto veremos los fuegos extenderse por el Call- comenta preocupado -enemigos nunca me han faltado, ni a ellos gente que los desprecie, ¿pero quién de entre tantos se atreve a turbar la paz de mi pueblo?- sisea apretando sus deformadas manos.

Consumida la rabia, vuelve a recobrar el acostumbrado talante -dime chiquillo, ¿que hay de verdad en lo que cuentan? ... ¿qué ha sucedido está noche en la calle del carpintero?- echa los hombros y la cabeza hacia atrás mirandote directamente a los ojos.

Helios cae una vez más al mar en su inmortal ciclo dando paso a la dama de la noche, blanca pura radiante, Selene conocida por los antiguos griegos, La Luna para todos. Según Anaxágoras tanto Helios como Selene no son más que dos cuerpos esfericos, rocosos y la luz de esta última proviene del primero una masa de hierro incandescente, su racional y atrevida teoria le costarón el exilio por impío.

De píe en la habitación, aguarda Michel, tu fiel Michel, por su cara adivinas mucho de lo que te va a contar ha fallado se te biene a la mente.

-Domina- saluda bajando la cabeza en señal de respeto y sumisión, levantandola solo cuando siente el peso de tu blanca y fria mano sobre su cabeza, un caballero hasta el final, el servicio está arraigado en él es parte de su naturaleza.

-Hice cuanto me pedisteis- comienza con voz segura -preferí encargarme yo personalmente, no confío en nadie dada la dedicada situación, pero por mucho que lo intenté el hombre me reconoció, me ví obligado a contratar los servicios de un rufian, quién me asegura que el maestro trabaja mucho y habla poco. Tan solo hablo con el sacristán, sobre un encargo que se demora y la falta de su aprendiz, por último preguntó por un corpulento monje que le visitó anoche-.

Aspasia apenas había tenido tiempo de ponerse el vestido que había elegido esa noche, cuando Michel se presentó ante ella, su rostro serio indicando que traía malas noticias. Con un gesto de la mano, la erudita despidió a la criada que la estaba ayudando y terminó de vestirse sola, mientras el guerrero le presentaba su informe.

-Supongo que cuando el sacristán dijo no saber nada de cierto monje mostraría su confusión...¿hizo o dijo algo más después?- indagó con voz monocorde mientras ataba los cordones del corpiño con suaves tirones. Prefería infinitamente una túnica suelta, estilo griego, pero los compromisos sociales de los últimos días dictaban que vistiera una moda más adeacuada al uso de la época. No se molestó en mostrar disgusto por las noticias que traía el hombre, o más bien la ausencia de ellas. Hubiera sido demasiado fácil que esa línea nos hubiera llevado a algún lado realmente...Mientras esperaba la contestación de Michel, le miró sonriendo con la clase de aprecio que se le tiene a un criado leal y servicial.

-Lo desconozco- niega con la cabeza -la información que me dió el rufian ha sido escasa aunque su buena plata ha costado- asiente incomodo -dudo que el maestro carpintero nos vuelva a recibir de buen grado, aún así si lo quereis ver ...-  da un par de golpecitos en el pomo de su espada.

Un caballero, desprovisto de su antiguo señor, de su tierra, de su familia. ¿Que le queda a un caballero que lo ha perdido todo? ... .

En silencio aguarda vuestras proximas palabras, con su mano apollada en el pomo de la espada, en actitud gallarda acentuada por sus ropas, botas de montar de caña alta, una malla de anillas bajo una túnica y una capa descoloridas, a la espalda una capa con muchos años, muchisimos. A pesar de su rostro juvenil Michel es viejo, un anciano caballero que con toda seguridad debería de estar en cama esperando el dulce abrazo de la muerte, de haber sobrivivido a la dura vida del guerrero.

Sus ojos clavados en mi destruirían mi alma si no lo estuviera ya, pero aún así aguante su mirada y procedí a relatarle, mientras mi ser que tanto lo odiaba y veneraba a partes iguales, luchaba fuertemente por contentarlo.

- Mi señor, como ya sabreis, a los que llamare para abreviar compañeros de viaje y yo mismo nos dirigimos a la carpintería para intentar sacar información sobre el ayudante del carpintero, el cual parecía ser una pista fiable para avanzar en nuestra investigación. El cruzado y el monje fueron a interrogar al carpintero mientras la cainita y este su humilde servidor nos quedabamos fuera. De repente un gelido viento nos hizo estremecer y todos los insectos y roedores de la zona estaban alarmados, saliendo a cientos de sus madrigueras.

De repente una letania en un idioma desconocido surgio de todos lados, creo recordar que decia: Az nash y la ultima palabra era (el cainita parecia medir estas palabras, y viendo la reacción de su sire la pronuncia o no).

Sin dudas eran palabras de invocación, pues una vez pronunciadas bestias de pesadillas, informes cumulos de carne a medio descomponer, con garras y afilados colmillos sedientos de sangre surgieron del suelo, eran tres bestias babeantes y furiosas con un solo objetivo, la destrucción.

Descubrimos el origen del problema en un ser encapuchado al que perseguí, pues inicio una huida, conseguí alcanzarlo y clavar mi daga, pero no le cause daños, se volvió hacia mi y pude ver que llevaba una mascara horrible, hecha de carne y pellejos, posiblemente humanos. Aquella cosa aunque en primera instancia pudiera parecer un cainita en el fondo parecía algo mucho mas antiguo y peligroso. De pronto una risa pareció surgir del fondo de aquel ser y me espetó - estais condenados .... todos - y volvió a emprender la huida. Mis intentos por volver a alcanzarlo fueron ya infructuosos, incluso sumandose a mi la cainita Aspasia, a la cual, ya conoceis.

Volvimos a la zona de la carpinteria, donde nuestros otros compañeros de viaje habían dado cuentas de las horribles bestias, estábamos decidiendo nuestro próximo movimiento cuando un anciano vestido a la antigua y con los ojos perdidos nos dice (aquí aprovecho de mi buena memoria fruto de años y años de estudio):

El padre de todo lo que es malvado
sus labios tienen un poderoso veneno
malvado y tentador sabe como complacer
los rugidos del sacerdote, Ponte de rodillas!

El rito que honra al creador
besa los huesos del hechicero
un aullido lo obligó a rendirse en la pelea
la pelea

Una mirada a sus ojos
miedo salvaje en ti ascenderá
diente de terror hundiendose
en lo más profundo de tu alma

Tus deseos de carne
hace mucho olvidados
te esclavizaran
otro latido de corazón además del mío
el sonido de los zarpazos en un adoquín
estoy petrificado

Cuidado con lo que te acecha en la oscuridad
cuidado con los siervos de la bestia
sus labios dicen solo mentiras

La bestia espera su momento
La bestia se revuelve en su sueño
Alguién la llama por su nombre
Buscad allí donde una vez estuvo el dios clavado
seguid los pasos del aprendiz de carpintero
Cuidado en el falso altar

Este nuevo compañero se presentó como un olvidado al que antaño, no especifico quienes, iban en busca de su consejo, era conocido como oráculo y ahí parece disolverse su memoria.

De repente desapareció ante nuestros ojos, mientras gritaba ... Adalides del destino, el lo sabe, el tiempo se acaba mi tiempo.

Tras este nuevo suceso nos retiramos a un escondite, donde trazar unas nuevas directrices.

Al parecer lo único que mis compañeros de viaje sacaron en claro del carpintero era que el muchacho hacia tiempo que no aparecía por el taller, la última vez pidió un adelanto y desapareció, todo apunta a una iglesia donde solia pasar mucho tiempo. Pero no fueron capaces de conseguir ningún dato de dicha iglesia.

Y esto, mi señor es el relato de lo acontecido en la zona de la carpintería, como puede ver, fuimos a preguntar por un simple ayudante y nos encontramos con una conspiración de seres de ultratumba.

Fernando procedió a realizar una breve reverencia y bajando ligeramente la cabeza, escuchar a su sire.

Aspasia examinó atentamente la expresión de su criado, la arruga decidida de su frente, el brillo frío de sus ojos. Él también ha aprendido durante todos estos años...¿te maldije aquel día Michel cuando te escogí para servirnos? ¿Habrías elegido otro destino si hubieras sabido lo que realmente implicaba? Se encontró preguntándose mientras los minutos se desgranaban en completamente silencio. Finalmente, la mujer suavizó su expresión ensimismada y negó con la cabeza al tiempo que se acercaba al hombre.

- No...será mejor no tomar aún ese camino...aunque no barajo el intentar concertar una cita con el maestro carpintero. Si el no me llegó a ver anoche quizás pueda persuadirle de que conteste a mis preguntas de otra forma- sus pálidos labios se curvaron en una torcida sonrisa y sus ojos por un momento brillaron divertidos ante la idea que tomaba forma en su  mente. Permaneció en silencio unos segundos y luego posó su mano sobre la mejilla del pelirrojo, acariciando la incipienta barba con los dedos, mientras comenzaba a desgranar su hechizo sobre el hombre- Estos días sé que han sido duros para ti, mi querido Michel...el tiempo pasa para todos y quizás para tí pasa incluso más lentamente...-los ojos de la erudita se clavaron en los del hombre, verde sobre azul mezclándose como si fueran las aguas de un mar embravecido- pero quiero que seas consciente de la importancia de las tareas que te encomiendo. Corren tiempos difíciles, tiempos peligrosos que amenazan el brillo de la luz que hay en el mundo y es nuestro deber luchar contra ello- sus dedos se posaron en sus labios brevemente antes de retirarse. Dudó unos segundos antes de añadir- Tengo intención de establecerme aquí una larga temporada, mon ami, quizás quieras comenzar a establecer una nueva familia que de cierto solaz a tu alma- la cainita aguardó pacientamente, espiando su reacción.

"Silencio", silencio durante tu relato, silencio durante largo tiempo. Por una vez en tus largos años ves algo imposible, por una vez, tu sire muestra dudas, más aún ... sorpresa, su boca dibuja un perfecta "O", durante una fracción de segundo, tiempo más que infinito para que tú, portador de su sangre y maldición te des cuenta.

Una fracción de segundo, ni más ni menos, le lleva recuperar su natural talante.

-Alguién está jugando con nosotros, de eso no me cabe la menor duda- sisea furioso -desconozco al individuo del que hablas, ese ... anciano, puedo asegurarte que no hay ningún hombre mortal o inmortal que corresponda con su descripcción, no en esta ciudad ni en sus alrededores. En cuanto a los enemigos, es la primera vez que escucho hablar de bestias que salen del averno ... apesta a Tremere-  el desprecio en su cara es más que evidente al nombrar al clan de los usurpadores, magos que antaño robaron el secreto de la inmortalidad.

-Los disturbios en el Call Judio son una preocupación cada vez más acuciante, poca ayuda puedo ofrecerte en estos momentos ... yo mismo aconseje al principe que te tuviera en consideración, eres mi chiquillo, demuestra que eres digno de mi sangre-

-Mi señora es muy amable, pero dudo que encuentre solaz en los brazos de una mujer, solo vivo para serviros- responde con tono solemne no exento de calidez -en cuanto al carpintero, seguro que tendreis más exito que aquellos que os precedieron ... aunque tal vez sea cierto lo que dice y no sepa más- se encoge de hombros -a fin de cuentas que gana con mentirnos, no solo a nosotros sino tambien a la iglesia-

-Contad conmigo, como siempre ... no importa lo arduo que sea el camino- golpea su pecho con la mano cerrada para acentuar sus palabras -¿en que puedo serviros?-.

Al parecer el viejo roñoso no estaba por la labor de soltar prenda, aunque me había dado una información muy importante, hice una reverencia en señal de respeto, y pronuncie las palabras que el deseaba oír, - No le fallare, mi sire. - 

Los pasos y las pistas estaban mas claras, el clan de brujos, el clan mas odiado, parecían estar controlando el averno y liberándolo en nuestras cabezas . Algo había escuchado sobre estos endemoniados, pero sera hora de aprender algo más sobre ellos.

Tras la conversación con mi Sire, fui a cumplir con la hoja de ruta que me había marcado, por el camino a conversar con los hijos desheredados de la tierra, me acerque a recoger una amiga muy especial, pues creo que la iba a necesitar.

Aspasia asintió, conforme ante la decidida respuesta de Michel. Raras eran en ella las muestras de afecto pero si a alguien había llegado a tener aprecio era aquel criado que habría dado la vida por ella sind dudarlo y que tan fielmente les había servido a ella y su sire todos aquellos años. Aún así, era consciente de que dejarse llevar por cualquier sentimiento era signo de debilidad por lo que se cuidaba mucho de mostrar dicho sentimiento. Dando por zanjado la posible felicidad de su sirviente, la erudita se apresuró a dejar el tema de lado, volviendo a actuar con la frialdad y distancia que la caracterizaban.

- De momento podéis dedicaros a vuestras ocupaciones habituales o descansar para recobrar fuerzas. Más tarde esta noche volveré a salir y necesitaré de tus servicios para que me escoltes- dijo en tono desapacionado dejando caer la mano y apartándose del hombre. Su mirada voló hacia un libro, antiguo y de cuero carcomido por los bordes que había estado estudiando la noche anterior en busca de alguna pista. Infrutuosamente por cierto...necesito buscar en otras bibliotecas...pensativa dio vueltas a la idea en silencio mientras su criado esperaba pacientemente la señal de que podía marcharse. Volviendo al presente de repente, la mujer miró a Michel y le despidió con un gesto elegante de su mano- puedes marcharte ya...ah...y cuando llegue el doctor que hice llamar anoche hazlo pasar de inmediato. Luego habrá tiempo de que visite a las chicas y las reconozca- añadió mientras el pelirrojo se dirigía hacia la puerta.