Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

3 de diciembre del año 750

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12/10/2016, 18:36
Herr Urik von Teudeldorf

Con algunas gotas de sudor perlando mi frente, me mantengo firme, inmóvil y alerta. Mi capa se queda quieta, ocultando parte de mi silueta.

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12/10/2016, 20:16
Parriwimple Indirovich

Parriwimple no se molestó porque la vampiresa se riera de él. Había mucha gente que se reía de é. Tio Bildrath también se reía de él. Y otros muchos en la aldea.

- Parriwimple tonto. Normal vampiresa reir. Pero Parriwimple y amigos evitar hombres lobo matar gente pueblo. Y no tener que huir como vampiresa, ni ir con vampiresa como vampiresa quería. Así que vampiresa debe estar enfadada, aunque se ría. Pero Parriwimple contento vampiresa se ría.-  Parriwimple se queda un momento en silencio pensativo... pero el esfuerzo es demasiado grande. No sabe bien qué poder decirle. Además Ivalic decir que cuente mentira a vampiresa. Pero mentir está mal. Aunque si mentir conseguir haya cosas pueblo quizás bueno- Parriwimple también tener cosa que decir conde, y tú dar mensaje. Si conde querer gente seguir pueblo, deber volver gente que estar castillo: Bildrath, Gertruda, y los que fueron con ellos. Y dar madera y cosas para ayudar volver a poner casas, o irnos todos a otras tierras. No creer que eso hacer feliz conde. Tú darle mensaje Parriwimple.

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13/10/2016, 18:37
Ivalic Yannof

Ivalic sonrió satisfecho ante la determinación de Parriwimple, lo había hecho muy bien y había sido valiente, podría llegar a ser un gran Burgomaestre, porque un Burgomaestre debía preocuparse por los habitantes del pueblo y nadie se preocupaba más que su amigo.

-Muy bien dicho Parriwimple, que sepa quien manda ahora en el pueblo, no vamos a permitir que te quite tu puesto. Ahora el Conde nos tendrá que ayudar y además sabrá que tiene un buen Burgomaestre a cargo.

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13/10/2016, 19:31
Herr Urik von Teudeldorf

Con un gesto deliberado con el dorso de la mano con la que sostengo la poción de arma mágica, me limpio las gotitas de sudor de mi frente, al tiempo que recupero la calma y el ritmo de mi corazón y respiración se normalizan, henchizo de confianza.

Sonrío ampliamente a Parriwimple y a Ivalic, sintiéndome absolutamente orgulloso de ambos.

A continuación sonrío a la vampiresa, con una sonrisa que es a la par encantadora e inquietante, con una boca tan llena de dientes blancos, cuadrados, y perfectos.

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13/10/2016, 22:09
Sasha Ivliskova

¡Ja! Menudo líder... asesorado por un niño. Strahd estaría muy satisfecho si os marcharais. Sus Siegas tratan precisamente de controlar la población y de mantener el número de habitantes de Barovia en niveles aceptables. Con la gente que tenemos en el castillo es suficiente para volver a empezar.

Si Sasha no está mintiendo, si de verdad pretenden levantar de nuevo a Barovia con la población que fue a refugiarse al castillo, lo lógico es que no les maten... o solo maten a uno o a dos. La conversación ya estaba finiquitada cuando de pronto...

¡Buaaaaah! ¡Buaaaaah!

Los lloros de Helene Litmunova hicieron que Sasha mirase a un lado. Tras los restos irregulares de lo que ayer era una pared, Stara trataba de acunar en brazos a su bebé para que se volviese a dormir.

¡Buaaaaah! ¡Buaaaaah!

¡Haced que calle, o lo haré yo!-amenazó.

No se sabe muy bien cómo, la madre primeriza logró a duras penas que los llantos de la niña cesasen. Gracias a eso, la reencarnación de Tatyana Federovna, el objeto de amor de Strahd, conservó su anonimato... y su vida.

Al mediodía, en el Puente del Ahorcado-recordó Sasha, antes de transformarse en murciélago y salir volando en dirección al castillo.

La gente congregada en la calle guardó un silencio sepulcral, apesadumbrada por la visita y con sus corazones atenazados por la tensión.

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13/10/2016, 22:36
Vjelkus

Al cabo de unos minutos, por otra calle, Vjelkus se acercaba sosteniendo dos piernas ennegrecidas por las brasas, una junto a la cadera izquierda y otra junto a la cadera derecha. Las piernas se prolongaban hasta un torso igual de quemado, con la sacerdotisa Helene sosteniéndolo por las axilas. Traían el cadáver hallado por Ivalic.

¡Eeeeoooo! No os váis a creer lo que ha averiguado la mamá más lista y guapa de todo el universo.

Pobre Vjelkus... tenía un corazón de oro, pero a la hora de rebuscar por la casa fue más un estorbo que una ayuda. Un par de lugareños se acercaron a ellos para tomar el relevo como portadores del cuerpo carbonizado.

¿Eh? ¿Por qué el señor Urik tiene una poción en la mano?-dijo Vjelkus, señalando al frasco de aceite de arma mágica.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Tirada: 2d20

Resultado: 10, 9 (Suma: 19)

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13/10/2016, 23:43
Herr Urik von Teudeldorf

Guardo el frasco de aceite de arma mágica en mi bolsa de cintura y saludo a los recién llegados, observando lo que nos traen. ¿Se trata de un cadáver carbonizado? ¿Por qué traer algo así? No puedo evitar la curiosidad.

Aguardo pacientemente a que Frau Helene llegue hasta nosotros y nos informe.

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14/10/2016, 12:52
Helene

-No lo sé, cariño -respondió la madre al hijo. Después, con un gesto, invitó a los lugareños que la habían ayudado a transportar el cadáver para que lo depositaran en el suelo-. Gracias por vuestra ayuda -señaló sonriente.

Tras despedirse de ellos, se volvió hacia el grupo. Había un gesto de alivio en su rostro.

-Como os dije, regresé a la casa de Gulpika. Vjelkus me ayudó a encontrar el solar y si no hubiera sido por él, dudo que lo hubiera localizado. Hallamos el cadáver que había mencionado Ivalic y que había sido la razón fundamental de mi deseo de ir allí. He podido descubrir que no es el cuerpo de la mujer que nos ayudó. No sé dónde estará. La buscamos, pero infructuosamente. Revolvimos todo a la búsqueda de un sótano o de algún escondite. La llamamos hasta quedar afónicos pero no sirvió de nada. En algún momento de la noche, Gulpika, quizá consciente del incendio que amenazaba con destruir su hogar se escabulló con paradero desconocido.

Se encogió de hombros. Si había huído al bosque o a algún otro lugar era algo que desconocía. Lo que sí era verdad es que en su casa no estaba. Ni viva, ni muerta.

-Este cadáver es el de un elfo. Las dimensiones de su estructura ósea y de su cabeza ante todo, lo confirman. Posiblemente se trate de uno de los licántropos que atacaron ayer el pueblo. No quería dejarlo donde murió. La última vez que lo hicimos, dimos pie a lo que ha acabado en esta destrucción. Me gustaría observarlo más detenidamente y después enterrarlo, si os parece bien. Y hay una cosa más. Ivalic, ¿sigues teniendo ese medallón? ¿El que encontraste entre las ruinas? Deja que lo mire. Hay algo que quiero comprobar.

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14/10/2016, 13:48
Herr Urik von Teudeldorf

Observo con curiosidad el cadáver del elfo. Ciertamente, podemos suponer que se trata de uno de los atacantes de anoche. Supongo que los licántropos no van a querer matarnos más porque dejemos un cadáver, pero probablemente sea buena idea deshacernos del cuerpo de todos modos.

- "Creo que en forma de lobo tienen muy buen olfato. Si lo enterramos quizá lo encuentren. Podemos incinerarlo, al igual que haremos con el cuerpo de Layla." -

Digo en voz baja, lo justo para que me oigan mis compañeros aventureros, pero nadie más.

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14/10/2016, 14:58
Ivalic Yannof

Ivalic le dedicó una última mirada con el ceño fruncido a Sasha por sus palabras de burla, pero como no tenía el poder de hacer daño con los ojos no pasó nada.
El niño se puso tenso cuando la pequeña Helene comenzó a llorar.

La va a descubrir. La va a descubrir y se lo va a decir a Strahd.

Ahora ya no le importaba que el Conde no fuera a ayudarlos, era algo que por otro lado esperaba, pero si poder proteger a la pequeña.

-¡Al medio día! ¡Sí, allí estaremos!

Gritó exageradamente para atraer la atención hacia él. Cuando la vampira se transformó en murciélago y se alejó el niñó respiró con alivio. Sin casi tiempo a sobreponerse su amigo Vjelkus había regresado junto a su madre.

-¡Pues tu no te vas a creer lo que nos ha pasado!

Ambos tenían cosas que contarse, pero el niño todavía algo atenazado por los nervios del encuentro esperó a que la Señora Helene les contara lo sucedido.

-¡Que bien! ¡No era la Señora Gulpika! Entonces... ¿Donde está? Tendremos que buscarla y devolverle su amuleto.

Poco le había durado, pero podía guardarlo hasta que volviera de nuevo a su casa, era algo demasiado valioso como para dejarlo por ahí tirado. Se acercó a la Señora Helene y cogió el amuleto que llevaba colgado para alzarlo dejando que la mujer lo observara.

-¿Que quiere comprobar Señora Helene? -Tenía curiosidad por aquello, quizás el medallón no era mágico o quizás era más poderoso de lo que imaginaban.- Pues mientras no estabais apareció Sasha Ivliskova, los vampiros y los elfos lobo van a reunirse a medio día en el Puente del Ahorcado y quieren que vayamos. Ahora que saben que Parriwimple es el nuevo Burgomaestre tienen que invitarlo claro y nosotros iremos con él. También nos dijo que el Conde no iba a ayudarnos a reconstruir el pueblo y que los que fueron al castillo están bien, al fin y al cabo los vampiros necesitan hombres y mujeres para alimentarse, no pueden prescindir de todos...

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14/10/2016, 16:46
Helene

Escuchó con creciente preocupación lo que Ivalic les contaba y acabó asintiendo en silencio.

-Demasiadas cosas han ocurrido y más van a ocurrir. Respecto al medallón, no busco nada en particular, solo que... No sé, llámalo un sexto sentido o una intuición. No sé. ¿No os parece extraño que este medallón aparezc ajusto después de que el pueblo haya sido devastado por un incendio? ¿Y si quien o lo que lo provocó no fueron los elfos licántropos, sino este medallón? Hemos visto a los elfos y a Layla bajo su aspecto lobuno y dudo que tengan la capacidad de manejar el fuego con sus garras. Todo es posible, pero... -dijo cautamente-. En cuanto a la reunión, allí estaremos para apoyar a Parriwimple, por supuesto. Y quizá, de momento, Urik, quizá debamos conservar ese cuerpo algo más antes de destruirlo completamente. Ahora, dadme unos minutos. 

Se arrodilló junto al cadáver, observando de muy cerca cualquier indicio acerca de lo que podía haberlo matado, en caso de no haber sido el fuego, así como cualquier elemento distintivo en el mismo u objeto que hubiera podido llevar incluso después de transformado. Tras ello, tomó entre ambas manos el medallón y formuló un sencillo conjuro.

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14/10/2016, 16:54
Helene

Detectar magia para el medallón. Entiendo que me dirá si hay magia en él o no, aunque no sé si tan preciso como para saber el tipo de magia que encierra.

Y me temo que el examen forense no es suficiente en cuanto a dados.

- Tiradas (1)

Motivo: Examen forense

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+7)=12

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14/10/2016, 18:08
Ivalic Yannof

-¡Vaaayaaaaa! ¿El medallón? -Preguntó Ivalic entre sorprendido y admirado.- ¿Usted cree que pudo ser el medallón? ¿Y que pasa si vuelve a hacerlo? Podría quemarnos a todos. -Ivalic miró a Herr Urik, que parecía también experto en medallones.- ¿Usted que piensa Herr Urik? Quizás debamos deshacernos de el si es tan peligroso...

No le gustaba la idea de llevar puesto algo que en cualquier momento podía hacer que todo se quemara.

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14/10/2016, 23:05
Herr Urik von Teudeldorf

- "No sé, Ivalic. Necesitamos hacer ya lo que ha dicho Herr Parriwimple. Preparar los funerales de los fallecidos, y establecer un refugio para pasar esta noche, que bien podría ser la Iglesia si los hombres del pueblo se encargan de reparar los daños que ha sufrido.

¿La casa de madera que estaba construyendo Herr Limutnova también se ha incendiado?" -

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15/10/2016, 15:33
Margarita, prima de Bobby

Iré a comprobar lo de la casa...-dijo a Urik.

Margarita se fue en dirección al solar de la zona sur del pueblo, dándo tiempo a Helene para que siguiese con sus investigaciones. Se concentró en el Talismán del Corazón del Dragón Rojo, y aunque notó su magia, no supo leerla. Fuese cual fuese la naturaleza del medallón, albergaba o canalizaba un hechizo de potencia moderada, no algo tan poderoso como para arrasar una aldea entera.

El exámen forense también fue un chasco. Cuando Helene trató de girar el cuerpo para buscar posibles contusiones en el cráneo, las vértebras del cuello cedieron y la cabeza se desprendió del sitio. Al igual que Layla no supo reconocer el olor de su padre en los restos de la pira funeraria, era imposible que cualquier licántropo reconociese el cadáver chamuscado del elfo como el de uno de los suyos, estando en el lamentable estado en el que se encontraba.

El elfo estaba desnudo cuando se quemó, y no portaba ningún objeto que hubiese tapado su piel y retardado el fuego en algunas áreas, como medallones o anillos: las quemaduras eran homogéneas. Helene también descartó que la causa de la muerte se produjera por alguna contusión en el cráneo, pero ni fue capaz de determinar si la víctima estaba viva o muerta en el momento de las quemaduras, ni tan siquiera si estaba en forma de elfo cuando halló su muerte, o estaba convertido en lobo y su muerte revertió la transformación.

- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento de Conjuros de Helene

Tirada: 1d20

Dificultad: 19+

Resultado: 8(+6)=14 (Fracaso)

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15/10/2016, 16:05
Vjelkus

Mientras, su hijo se aburría soberanamente. Vjelkus empezó a caminar por encima de los escombros tratando de encontrar algo con lo que jugar. Finalmente lo encontró: un cubo de metal. Alegre con el descubrimiento, fue a compartirlo con Parriwimple.

¡Mirad lo que he encontrado! ¡Un cubo! Señor Burgomaestre, le voy a coger prestada una cuerda para beber agua fresca del pozo.

Vjelkus urgó en la mochila de Parriwimple y cuando encontró la cuerda la ató al asidero del cubo. Lo descolgó por el pozo hasta que...

Pock.

El niño se rascó la cabeza. Parecía que el cubo había chocado con algo sólido en el fondo, pero estaba muy oscuro para ver nada. Balanceó un poco el cubo y volvió a soltar un poco de cuerda.

¡Splash!

¡Sí!-exclamó en su victoria, mientras recogía cuerda para subir un cubo ahora más pesado por el agua.

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15/10/2016, 17:42
Herr Urik von Teudeldorf

Me acerco al hijo de Frau Helene y me aseguro de que esté a salvo. El atocinado muchachote es algo así como un imán para los problemas. Llevo la alabarda de plata en la mano izquierda, pero puedo empuñarla con ambas manos en un parpadeo si surge alguna amenaza del pozo.

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16/10/2016, 09:00
Ivalic Yannof

A falta de cualquier otra diversión y como no le atraía nada la inspección de un cadáver calcinado, cuando la Señora Helene dejó de examinar su medallón se acercó junto a su amigo Vhelkus.

-¡Eh Vjelkus! ¿Contra que habrá chocado el cubo ahí debajo? Se supone que solo debería haber agua...

El niño asomó la cabeza y se inclinó hacia abajo, pero estaba muy oscuro y no podía ver nada.

-No veo nada. ¿Y vosotros?

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16/10/2016, 10:33
Natalija Yanoff

Ivalic iluminó la manga de su chaqueta con un truco mágico superguarro, frotando la franela con musgo luminiscente reseco y una masa pastosa de luciérnagas machacadas.

¡Ivalic! ¡Cochino!

Es más fácil vivir aventuras si tu madre no te está mirando, pero por lo menos el chaval logró iluminar el fondo del pozo. En el agua flotaba boca abajo un cuerpo delgado, de modo que solo sobresalía una chepa desnuda con manchas cutáneas de vejez y una nuca de pelos blancos que flotaban en el agua fantasmagóricamente. A Vjelkus se le quitaron las ganas de beber de ese agua.

Natalija cogió a su hijo hijo por el brazo y tiró de él para alejarlo del pozo, sin reparar en el descubrimiento, volviendo a sumir su fondo en la oscuridad. Se lo llevó a parte para reñirle.

¿Se puede saber qué estás haciendo? ¡Es tu única chaqueta!-la madre de Ivalic escupió en un paño y frotó la manga pero solo parecía extender más la mancha de tierra y luz-Ya no hay tiendas para comprar chaquetas nuevas, ni puedo conseguir jabón en el ultramarinos de Bildrath. ¿Me quieres explicar, señorito, qué vamos a hacer con este estropicio? Hubiese deseado que nacieses niña, las niñas no se manchan tanto. ¡No sale!

Si Natalija se tomase un momento, Ivalic podría explicarle que había hecho esto docenas de veces, y que en menos de una hora la chaqueta dejaría de brillar y el pegote estaría lo suficientemente duro y agrietado, como una costra, para poder desprenderse de la tela.

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16/10/2016, 11:18
Ivalic Yannof

El niño apenas pudo abrir la boca con el descubrimiento pues su madre estaba cerca y ya se aprestaba a reñirlo por haber manchado su chaqueta.

Pensaba que no me había visto... Tampoco es para tanto.

Aguantó la regañina y después le hizo gestos a su madre para que se tranquilizara.

-No pasa nada mamá, ya lo hice más veces. En cuanto se seque saldrá solo, no te preocupes, no necesitarás ni una nueva chaqueta ni jabón. -Y tras las palabras a su madre volvió a centrar el interés en el descubrimiento que habían hecho.- ¡Hay un hombre muerto en el pozo! ¡Puag! ¡Que asco! ¡Yo no pienso beber de ahí! Herr Urik ¿Puede usted quitarlo?

No lo había visto muy bien así que no podía saber de quien se trataba, seguramente alguno de los habitantes del pueblo que desesperado por el incendio o por escapar de los elfos lobo se había tirado al pozo. ¿Pero quien? ¿Acaso no se habían refugiado todos en las catacumbas? Y el resto se habían marchado al castillo. La única manera de averiguar quien era era sacarlo de allí.