Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

4 de diciembre del año 750

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09/04/2017, 14:58
Stara Litmunova

Stara estaba a la sombra, acunando a la pequeña Helene bebé en sus brazos. Fueron la última audiencia del Burgomaestre esa mañana.

Hooolaaa, parejitaaa... Jijiji. ¿Qué taaal? ¿Quieres coger a Helene, Ida?

La madre primeriza se levantó e hizo sentar a Ida sin darle tiempo a responder. Le puso a Helene en brazos, y luego corrigió la posición para que el bebé estuviese cómodo.

Así. Sujétale la cabeza. Bueno... ¿Y vosotros qué? ¿Cuando váis a tener uno? Jijiji...

Ida se puso colorada, y miró de reojo a Parriwimple. Stara sonrió aún más, y se animó viendo que su pequeña puya tenía impacto.

Bueno, primero tenéis que casaros, claro. El suelo de la iglesia ya está reparado, y Helene la Mayor puede oficiar bodas, así que...

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09/04/2017, 15:06
Margarita, prima de Bobby

¡Esto está listo! ¡A COMEEEER...!-llamó.

Notas de juego

¿Qué vais a hacer por la tarde? Entiendo que solo os queda ir a visitar a Ludovico.

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09/04/2017, 17:35
Ivalic Yannof

-Claro Paolo, no quiero entretenerte. Además siempre llevo mis canicas encima, te las puedo enseñar en el momento que quieras, ya verás como te gustan.

Estaba claro que Paolo estaba ocupado. En realidad si Ivalic echaba un vistazo a su alrededor podía comprobar que todos los adultos estaban ocupados. Junto con Firan se acercó donde estaba Viktor que tenía problemas con la construcción y se los estaba planteando a Parriwimple en busca de una solución. Para su sorpresa fue Firan el que tomó la palabra dejándolo con la boca abierta.

-Vaaaayaaaa.... Pues si que sabes muchas cosas... ¿Como te ha dado tiempo a aprender magia y saber construir casas? Yo he ido a la escuela y no se tanto como tu...

Se sentía un poco inútil al lado del otro niño que sabía hacer tantas cosas y tan bien, incluso comprendía que tuviera ese aire de superioridad porque en realidad era superior, nunca había conocido un niño tan listo. Entonces Margarita llamó a todos para comer e Ivalic sonrió, le dio un golpe en el hombro a Firan y echó a correr mientras gritaba.

-¡Tonto el último!

Quizás Firan había sido más listo hasta ahora, pero seguro que él era más rápido y si llegaba antes eso lo haría más listo, al menos esa era la teoría infantil del juego.

Notas de juego

Ivalic siempre está deseando ir a ver a Ludovico, que además me debe un hechizo, o dos, o tres XDXDXD

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09/04/2017, 17:49
Herr Urik von Teudeldorf

- "No, señora Gorsayev, me habéis malinterpretado. Al Castillo deben de ir el menor número posible de civiles. No es un acontecimiento social, es una trampa de vampiros." - Me suelto de su agarre en cuanto puedo y casi corro a buscar a Frau Helene y a Herr Parriwimple:

- "Deberíamos de reunirnos con Herr Ludovico." -

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10/04/2017, 09:58
Helene

Con resignación, había aceptado que Gulpika nada supiera de aquellos objetos. Sería necesario acudir a Ludovico para alcanzar a saber la naturaleza de su pequeño tesoro y saldar viejas deudas. Se paseó de un lado a otro, escuchando conversaciones pero sin intervenir. Sonrió a Stara en cuyos brazos se hallaba la pequeña Helena, receptáculo de una mujer cuya historia se remontaba generaciones. La niña estaba preciosa y sus gorjeos y sonrisa eran capaces de arrebatar el corazón de cualquiera. Cuando la vio en brazos de Ida y escuchó el comentario de Stara, cabeceó afirmativamente, feliz. La frutilla había demostrado valor y arrojo y ante todo, un amor sincero por Parriwimple. Y todo ello la redimía de un pasado no elegido, de decisiones equivocadas por razones muy comprensibles. Tenía derecho a una nueva oportunidad y por cómo la miraba Parriwimple cuando creía que no lo miraban, él se encargaría de dársela. 

Firan la sorprendía. Parecía haber recibido una educación muy particular, enciclopédica, y quizá en demasiadas ocasiones habían insistido en su especial condición, en sus virtudes, en las esperanzas en él depositadas y todo ello lo había elevado al pedestal de la soberbia y su forma de tratar a los demás era ciertamente despectiva. Ivalic era un buen contrapunto, con sus puyas y sus reconocimientos. Quizá fuera capaz de limar el carácter de Firan. 

Más allá, Margarita ejercía las artes para las que había nacido. Algo en ella resultaba turbio. Su naturaleza la acercaba en exceso a un precipicio moral que en cualquier momento la haría sucumbir. Poseía belleza, sabia emplearla y carecía de ciertas limitaciones éticas. Era carne para ser convertida en una vampira.

Concluido su paseo y tras ver la carrera entre Ivalic y Firan, que Vjelkus contemplaba plácidamente sin intención de intervenir, y aderezada con algunas miradas de reojo dirigidas a la hermana de Ivalic, Helene llamó a Firan.

-Firan, ¿podemos hablar? -preguntó retóricamente pues era obvio que no había escapatoria-. Hay algo que quería comentarte pero antes de ello, quiero hacerte ver algo. ¿Te importa pasear conmigo? -dijo iniciando los primeros pasos que la encaminarían hasta la vieja posada de Arik-. Firan, ciertamente eres un muchacho con unos conocimientos poco habituales para tu edad. Me encantaría que algún día me contarás cómo has llegado a saber tanto y quién te enseñó. Sé que eres muy consciente de tu inteligencia y de cuánto sabes, pero... -detuvo su perorata. Quería dar con una forma de hacerle ver que su actitud no era la mejor-. Verás, imagina a un hombre rico, cargado de oro, que llevara un carro lleno de víveres. Y que llegara aquí, al pueblo. Imagínalo sentado allí, separado del resto, contando sus monedas, comiendo opíparamente mientras de vez en cuando echa miradas a las gentes hambrientas que lo han perdido todo en un incendio sin compartir nada. Y que cansado de esas miradas hambrientas, arrojara las sobras para que las comieran mientras presumía de su riqueza y de su generosidad por compartir lo que su estómago ahíto ya no quiere. Eso no es autentica generosidad, ¿verdad? Ni verdadera riqueza, diría yo. Imagina que llega la noche. Las gentes del pueblo compartirían lo poco que poseyeran y pese al hambre o la pobreza, se reunirían alrededor del fuego, riendo y cantando y bailando. El hombre rico estaría solo. Bien alimentado, sí. Podría pasar el tiempo contando su oro, que ni canta, ni baila ni da calor. Firan, posees una gran riqueza natural, mayor que el propio oro, pero tiendes a mostrarte despectivo para quien no posee tu misma riqueza. Eres inteligente, pero te muestras altivo y soberbio. De ese modo, quizá por tu inteligencia, ganes su admiración, pero no sus corazones, su amor. 

Se detuvo y tomó a Firan por los hombros. Se acuclilló, revolvió su oscuro cabello y le sonrió. Inesperadamente para e muchacho, depositó un beso en su mejilla, un beso maternal, cálido, protector. 

-Aquí cerca hay una posada. Contenía un sótano que dudo haya desaparecido. Tal vez podríamos conseguir desescombrar el lugar. Te lo digo porque podría ser un buen lugar para trabajar en tu destilado. Además, parecía un laboratorio al químico mas que un sótano. ¿Qué me dices? -y la pregunta era doble. Por el sótano y por su comportamiento social. 

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11/04/2017, 21:20
Firan Uthurlan

Arf... arf, arf... Comprendo.

Firan aún trataba de recuperar el aire después de haber perdido la carrera con Ivalic. Aún no entendía cómo, siendo el tonto el que quedaría último, no fue el propio Firan el que ganó la carrera. A penas atendía a la parábola de Helene. El señor rico de la fábula era un imbécil. Si Firan estuviese en su lugar, haría fuego con su magia, para calentarse, y pagaría a los demás para que bailasen para divertirle. Firan se comprometió consigo mismo a que si algún día llegaba un hombre rico y estúpido a Barovia, Firan le diría cómo emplear su dinero sabiamente.

Lo del laboratorio de la posada del posadero que hacía explotar casas suena fenomenal. Estoy deseando echarle un vistazo. Pero de momento me conformo con ir a comer...

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11/04/2017, 21:29
Gulpika Gorsayev, herborista

Gulpika y Urik también se acercaban a la mesa, con su peculiar conversación.

¿Qué dice, señor Urik? No le oigo bien de este oído...

No parecía muy consciente de los peligros a los que se exponía al ir de pareja de baile con el Caballero del Cuervo. Sobretodo, por los pisotones desacompasados al bailar. Y en menor medida por los vampiros. Pero lo más probable sería que la anciana senil se despistase y olvidase todo aquello de la fiesta.

Tras comer, cuando los aventureros decidieron salir del pueblo para buscar a Ludovico, Firan no les acompañó. Prefería quedarse, y estar ocupado en todas las tareas y proyectos que los barovianos, en su necesidad, le proponían. El último Uthurlan se relamía pensando en las tareas de construcción y fabricación con los que demostrar que, a pesar de haber sido el último en la carrera con Ivalic, era todo lo contrario a un tonto.

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11/04/2017, 21:41
Ludovico

Hicieron el largo camino desde Barovia hasta el paso hacia Vallaki en el puerto de las montañas Balinoks. Pasaron por el primer puente, la encrucijada, el segundo puente y el desvío, evitando el camino que les llevaba hasta el castillo de Strahd Von Zarovich. Según iban ganando altura, sus pies empezaron a pisar nieve. A Firan le hubiese gustado ver la nieve por primera vez en su vida, pero de momento tendría que sobrellevarlo con lo que ha leído de ella en sus libros, y en las viejas historias de su difunto abuelo.

Finalmente, el grosor de la nieve dificultaba lo suficiente el paso de los viajeros como para detenerse. Allí, siguiendo las instrucciones de Helene, encendieron dos de las antorchas de la mochila de Parriwimple. Y a pesar de que la luz del día las hacía poco visibles, su humo contrastaba sobre la nieve blanca.

Tras aguardar un tiempo, Ludovico apareció. No le vieron llegar desde lo lejos, como si se hubiese teletransportado o se hubiese acercado bajo un conjuro de invisibilidad. Tampoco había huellas. Sus pies calzaban unas raquetas de nieve que no dejaban pisadas. A su espalda llevaba una mochila en forma de carromato, que como ya comprobaron la última vez, podía cambiar de tamaño.

No esperaba visita tan pronto. ¿Qué deseáis de mí, muchach...? ¡Ida!

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11/04/2017, 21:52
Ida

AAaaaagh...

Ida recogió un poco de nieve y se la arrojó a Ludovico. Le habría arrojado un conjuro de fuego, si no hubiese usado toda su energía mágica en el combate de aquella mañana contra Kavan el Siniestro.

¡Mentiroso! ¡Mentiroso, mentiroso, mentiroso! ¡Aaaaargh...!

Ida caminó hacia Ludovico con intención de avalanzarse sobre él como un tejón furioso, pero tropezó en la nieve y se cayó. Recordaron entonces que Ludovico había fardado de "conocer" muy bien a las frutillas rojas, motivo por el cual no les acompañó a la colina de Lysaga en su momento.

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11/04/2017, 22:43
Herr Urik von Teudeldorf

- "Por favor, Frau Ida, calmáos. Ludovico es nuestro principal aliado y le necesitamos indemne." - Ayudo a Frau Ida a levantarse, pero procurando interponerme entre ella y maese Ludovico.

- "Herr Ludovico, saludos. Hemos ido a la gruta bajo la catarata del Tser y allí nos hemos enfrentado a Kavan el Siniestro y hemos logrado, por suerte, destruirlo.

Tenemos su equipamiento, aunque desconocemos sus posibles propiedades mágicas o su valor.

Estamos en deuda con vos por el equipamiento que tomamos prestado de su carro, pero me temo que vamos a seguir necesitando ayuda. Personalmente he sufrido el mordisco de ese maldito vampiro, y creo que ya sabe bien lo que eso supone." -

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12/04/2017, 05:24
Ivalic Yannof

Ivalic se despidió de Firan, debía admitir que a pesar de todo el niño sabía mucho sobre edificios y sería más útil en el pueblo, además cuando volvieran de ver a Ludovico seguro que había aprendido algún hechizo nuevo y podría sorprenderle. Sentía que el momento en el que Firan compartiría su libro de magia con él estaba ya cerca.

-¿Está segura que es aquí Señora Helene?

El niño se impacientaba ante la tardanza de su amigo, había esperado verlo de inmediato y ahora tenía que quedarse allí, al menos tenían nieve y eso siempre era divertido.
De algún modo Ludovico apareció de repente y llevaba unos extraños aparatos en los pies. Ivalic le sonrió e iba a saludarle cuando se produjo una extraña escena entre Ludovico e Ida. Al principio el niño pensaba que se trataba de una guerra de nieve y con la rapidez de la que hacía gala ya tenía una bola preparada en su mano, pero estaba claro que Ida no parecía muy contenta de ver a Ludovico, lo que le extrañó porque no había dicho nada durante el viaje. Ivalic arrojó la bola de nieve contra la armadura de Herr Urik haciendo sonar el metal y cuando este se volvió para ver que pasaba el niño se encogió de hombros.

-Pensé que Ida estaba iniciando una guerra de nieve...
-Después se acercó a Ida riendo a pesar de la situación que parecía un poco tensa, porque para un niño siempre era gracioso que alguien se cayera siempre que no fuera él y en la nieve era aún más gracioso.- ¡Hola Ludovico! ¡Ya conoces a nuestra amiga Ida, entonces no hace falta presentaros! ¡No te lo vas a creer! ¡Hemos matado a Kavan, ya nunca volverá a perseguirte! To le hice perder su arma con un hechizo y entonces la Señora Helene, Ida, Herr Urik y Parriwimple lo derrotaron, pero se convirtió en humo y Vjelkus sopló muy fuerte y lo echó contra la cascada y así ya no volverá de nuevo ¿Verdad?

Eso era una gran noticia para todos, el niño esperaba que Ludovico se pusiera muy contento y le enseñara varios hechizos o le regalara alguna canica, le daba igual que Herr Urik se hubiera adelantado, Ivalic lo contó con el mismo entusiasmo que si fuera el primero en decirlo. Después Ivalic se acordó de una cosa importante por la que quería preguntarle.

-¿Has vuelto a ver a July? Esperamos que esté bien...

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12/04/2017, 07:40
Herr Urik von Teudeldorf

Me quedo un momento pensando en la pequeña hada.

- "Ivalic, la última vez que viste a July fue en el campamento vistani. ¿Es posible que siga allí?" -

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13/04/2017, 12:28
Helene

Ante la reacción de Ida parpadeó sorprendida. Era evidente que ella lo conocía. Pero, ¿en qué circunstancias? Y entonces recordó cierto comentario de Ludovico hecho en su momento. Frunció el ceño dubitativa. ¿Acaso Ida había sido engatusada por el meloso medio vistani? ¿O lo había sido alguna de sus antiguas compañeras? En cualquiera de ambos casos, la reacción de Ida era comprensible. Lo entendía bien como mujer. Pero la primera opción era la más peligrosa. Para ella y para Parriwimple. 

Presta, se acercó a ella y tomándola por los hombros, quiso llevarla consigo y alejarla de un potencial fuego cruzado. 

-Ida, tranquila -le dijo una vez a solas, levemente apartadas del resto-. No sé qué ha ocurrido entre ambos y no pretendo saberlo. No es la curiosidad lo que me mueve. Es cierto lo que ha dicho Urik. Ludovico es un aliado. Quizá un amigo, llegado el caso -recordaba la conversación habida entre ambos antes de la reunión con los vampiros y los licántropos junto al puente. Sus consejos quizá incluso habían salvado la vida de su hijo y ella, algo que desde luego tenía claro iba a agradecerle-. Pero también un hombre y ambas, como mujeres sabemos lo que eso puede querer decir-. No sé si ente ambos hubo algo. O si sedujo a una de tus amigas prometiendo amor y riqueza para luego abandonarla sin un adiós. O si es otra cosa la que ha provocado tu reacción. Si necesitas una amiga para hablar, aquí me tienes, aunque me consideres ya mayor para entender ciertas cosas. Pero piensa que ser mayor quiere decir que probablemente yo ya haya pasado por algo similar y comprenda cómo te sientes. Y además, está Parriwimple, cuyos ojos gritan lo que siente por ti

Calló un instante, con mirada de circunstancias y una sonrisa de comprensión. En ningún momento había apartado su mano del hombro de Ida, aquella muchachita valiente de turbio pasado y prometedor futuro. 

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13/04/2017, 21:23
Ida

Ida lloraba de rabia. Estaba enfadada con Ludovico, y aún por encima había hecho el ridículo delante de él. No podía pensar en Parriwimple en estos momentos.

Gra... gracias, señoñoñora Helene. Estoy bien...

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13/04/2017, 21:26
Ludovico

¿Matasteis a Kavan? ¿En serio? Wow... No os preocupéis por July. Está bien. Os está observando por un catalejo desde mi base de operaciones-dijo, sin indicar ninguna dirección-. Ella os manda recuerdos.

Bien, empecemos por el estado de Urik...

Ludovico le revisó la cara y el cuello, haciendo que Hack alzase el vuelo molesto por haber sido importunado en el hombro que hacía de percha. Finalmente, el semivistani se puso detrás de el caballero del Cuervo, y le levantó los cabellos para ver su nuca.

La mayoría de los vampiros muerden en el cuello o en la ingle, y doy por supuesto de que llevabas esa armadura tapándote todo el cuerpo cuando combatiste con Kavan, así que no voy a examinarte más a fondo. Ese tipo de vampiros te chupan la sangre y te roban el vigor.

Pero hay otros vampiros llamados nosferatu, que prefieren morder en la nuca y sorber materia gris a chupar sangre. Con esos, en lugar de vigor, pierdes entendederas.

No veo ninguna marca de colmillos. Lo que sí noto es un marchitamiento y una decoloración de la piel de la cara. Seguramente Kavan te llegó a golpear con su garra, drenando parte de tu vida, Urik.

Puedo venderos un pergamino de reestablecimiento por... digamos... ochocientas piezas de oro. Eso elevaría la deuda que tenéis conmigo a mil novecientas veinticinco monedas, más intereses. Veamos qué parte de vuestra deuda puede pagar Kavan...

Ludovico conjuró un detectar magia para examinar los objetos del vampiro caído. Se acunclilló en la nieve para estudiarlos mejor.

La armadura no es mágica, pero tiene buena factura. Puedo comprárosla por ciento veinticinco piezas de oro.

La poción de resistencia al fuego... mmmh... os puedo dar por ella setenta y cinco monedas.

En cuanto a la espada bastarda... irradia un poco de magia, pero sin ninguna aptitud especial de ninguna escuela. Puedo quedármela y considerar saldada la deuda anterior, pero aún me deberíais setecientas veinticinco piezas de oro por el pergamino de restablecimiento.

Oooh... esto está mejor-dijo, cogiendo los guanteletes de Kavan, tanteándoles el peso-. He manejado este modelo antes. Son unos guanteletes de fuerza de ogro. Son muy populares, y se venden bien. Te dan una pizca adicional de fuerza. Por sí solos, pagan la deuda de los pergaminos de quitar ceguera y restablecimiento. ¿Os lo váis a quedar o preferís vendérmelos?

Notas de juego

Guanteletes de fuerza de ogro (+2 a la fuerza) -> +2.000 po.

Resto de objetos de Kavan -> +1.325 po.

Deuda con Ludovico -> -1.125 de los pergaminos de quitar ceguera -800 del pergamino de restablecimiento = -1.925 po.

Los vampiros en d&d tienen:

-Absorción de sangre: quita constitución (o inteligencia, en el caso de los nosferatu).

-Consunción de energía: causan niveles negativos, que es lo que le pasa a Urik.

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13/04/2017, 22:32
Herr Urik von Teudeldorf

- "Creo que esos guanteletes nos serían extremadamente útiles, Herr Ludovico. Si optáramos por conservarlos, ¿aceptaríais que os debiéramos el monto restante de la deuda? Serían seiscientas piezas de oro, si mis cuentas no me fallan. Por supuesto, os lo pagaríamos tan pronto nos fuera posible." -

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14/04/2017, 06:31
Ivalic Yannof

Ivalic no se preocupó demasiado por la ausencia de Ida y la Señora Helene, las chicas a veces eran un rollo y nadie las entendía.
Se alegró al escuchar que July estaba bien y cuando Ludovico dijo que les estaba mirando desde lejos el niño sonrió y empezó a saludar con la mano mientras giraba en todas direcciones.

-¡Hola July! ¡Me alegra que estés bien! ¡Otro día tenemos que vernos y puedes enseñarme a hacerme invisible, ese si que es un truco chulo y entonces Firan tendrá que admitir que soy un gran mago!

Tras saludar y hablar con su amiga el niño se acercó donde Ludovico y Herr Urik hablaban e iba observando las cosas y cada valoración del semivistani.

-¡Guauuuu...! ¡Que de cosas sabes Ludovico! -Dijo el niño impresionado.- ¡Así fue! Kavan no llegó a morder a Herr Urik, de arañó con su mano, sí. Pero nosotros le curamos un poco, y también a Parriwimple, aunque Parriwimple está bien ya.

Las matemáticas no eran su fuerte así que evitó comenzar a hacer sumas y restas con las cantidades que manejaban Herr Urik y Ludovico. Tan solo se quedó pensando si sería conveniente quedarse con aquellos guanteletes que parecían muy poderosos. Herr Urik parecía dispuesto a no venderlos.

-Si se los pone Parriwimple será el hombre más fuerte del mundo ¿Verdad? Mas fuerte que un gigante o que un dragón...

Seguramente con eso y la espada de Herr Urik podrían derrotar al Conde y sus esbirros. ¿Quien iba a poder detenerlos? Ni Kavan lo había conseguido y eso que entonces Parriwimple no llevaba los guanteletes puestos.
Y una vez dada su opinión, esperó a que los adultos terminaran con las cuentas para acercarse a Ludovico.

-¿Ya me puedes enseñar más trucos de magia? Necesito impresionar a Firan para que me deje leer su libro de hechizos. ¿Conoces a Firan? Vivía en el bosque con su abuelo. ¿Conocías a los Uthurlan? Son constructores muy famosos y saben como entrar en el castillo, hay una entrada secreta ¿Sabes? Pero no se lo digas a nadie, podemos usarla para entrar o salir sin que nos vean, aunque para entrar no la necesitamos porque esta noche estamos invitados a un baile. ¿Tu sabes bailar? Yo sí, bailo siempre que hay fiesta en el pueblo y mi madre dice que lo hago muy bien. ¿Quieres venir al baile con nosotros? Así puedes ayudarnos a rescatar a la gente del pueblo que está allí...

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14/04/2017, 09:24
Helene

Helene asintió a Ida. No deseaba hablar y ella no la obligaría. 

-De acuerdo. Respira hondo y deja escapar el aire suavemente. Tres veces. Te ayudará a relajarte y recuperar el control -aconsejó. Entonces oyó lo que decía Ludovico de los objetos, su propuesta y la respuesta de Urik. Aquel caballero les salía a todos muy caro. No asumía un reparto equitativo de las ganancias, sino que estas estaban destinadas a amortizar sus múltiples necesidades. Negó con la cabeza pero no dijo nada. El egoísmo de aquel hombre era digno de figurar en los libros a modo de casuística. Cuando escuchó a Ivalic, hizo un gesto de resignación. Le hubiera gustado quedarse con los guanteletes, bien para ella, bien para Vjelkus, pero era cierto que, dadas sus características y aunque hubieran beneficiado a cualquiera, Parriwimole seria quizá el que mejor uso les daría-. Ludovico, mañana hemos sido invitados al castillo. ¿Algún consejo? El ultimo que me diste fue muy valioso y nos permitió seguir vivos a mi hijo y a mí, mientras los vampiros asesinaban a la licántropo que acudió a parlamentar con ellos. Había un gran espadachín. Rafael. ¿Lo conoces? Y una cosa más. En nuestra búsqueda de hierro frío, acabamos en una gran cueva tras la cascada y allí hallamos una especie de... museo de taxidermia. ¿Tienes algún conocimiento acerca de la persona que allí vive o podía vivir?

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14/04/2017, 17:27
Parriwimple Indirovich

Para ser sinceros, Ludovico nunca había sido del agrado de Parriwimple. El gigantón aun no había olvidado como le había visto y la sensación que tenía que estaba levantando a los muertos. Además, había huido después, a pesar de no haberlo matado (como otros querían) El grito de Ida, su rabia, sorprendió y preocupó al gigantón, quien ya estaba algo preocupado cuando había visto como todos hacían cosas importantes en su paseo por el pueblo. Tanto le había confundido que la conversación que deseaba tener con Ida se había esfumado, Y ahora no era el momento para tenerla. Quiso ir a hablar con ella, pero Helene se le adelantó. Entonces quiso hablar con Ludovico, pero también se le adelantaron.

Parriwimple era paciente, y bueno. Pero la preocupación por Ida y la impotencia le empezaron a remover la sangre. Otro que no hubiera sufrido terribles maltratos de niño, hubiera estallado. Parriwimple sin embargo no. Habían sido demasiadas palizas, y demasiadas palabras duras para no saber que cuando sentía ira, y enfado, debía quedarse callado hasta que se le pasara.

Así que eso hizo Parriwimple. Aunque deseara pedir explicaciones a Ludovico. Aunque deseara acercarse a Ida y preguntarle. Se sentía frustrado, enfadado y triste. Así que se alejó a un rincón donde no se le viera, y se sentó sobre una de las piedras esperando calmarse antes de decir o hacer nada. Dejó junto a Ivalic su mochila con todas las cosas, salvo el bastón que le había regalado Guiseppe.

Además, se habían puesto a hablar de dinero, y de cosas valiosas raras, y esas cosas, para Parriwimple, no tenían valor.

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14/04/2017, 18:33
Herr Urik von Teudeldorf

- "Herr Ludovico. Creo que nuestro amigo Parriwimple padece alguna clase de trastorno. Desde que viera la palma despellejada de maese Giuseppe, el padre y creador del muñeco pensante llamado Maligno, está obsesionado con lo que él cree que son sus manos divinas. Sospecho que esos pensamientos le están atormentando y que quizá le acaben debilitando. ¿Creéis que puede existir algún remedio para una afección de ese tipo?" -

No quiero herir los sentimientos de Herr Parriwimple, pero sin embargo hago la pregunta en voz alta, de modo que también Hack e Ida puedan escuchar lo que sucede, por si alguno puede aportar alguna solución, además de Ludovico.