Partida Rol por web

- Espera Renall, te acompaño porque debo avisar te algo importante! - Dijo Isabeau a su nuevo camarada tras guardar sus armas y descender para acercarse a los soldados de Lucís que iban con Renall

- Está bien, Bodoc. -replico simplemente, sin añadir más, antes de echar a correr rumbo a la entrada.

La verdad es que no creía que mi espadón fuese muy útil en esta situación, pero sin duda prefería no perderlo. Me pregunto dónde andarán Darius y los demás, solo espero que si son conscientes de lo sucedido, vengan al campamento. Lo que me pregunto es qué harán los que vigilaban a los soldados, ¿liberarán a todos menos al Doppel?¿Tendremos a alguien con la suficiente paciencia como para quedarse a vigilar? Quizás Aokishi, lo que no me tranquiliza mucho.

- ¡Zavala!¡Zavala! -llamo a gritos mientras corro hasta la puerta, acercándome a él si lo veo, al baúl mientras pregunto a los soldados de la zona si saben donde está, si no.

Aquel era el ejemplo vivo de como no hacer las cosas. Si había algún plan, este había salido terriblemente mal, y para darle más dramatismo, encima, les estaban invadiendo. - ¿Qué coj...? - se cortó, después de todo el no decía palabrotas. Porque allí aparecía Renall con los prisioneros.

¿Pero no estaba pelando la pava con la otra loca?

Frunció el ceño, más de lo que normalmente ya lo tenía y miró a su alrededor, viendo a Ruby y Kain. Faltaba Aura, pero que ellas tuvieran las armas era buena señal. Ahora solo faltaba encontrar a la última orejas picudas. - Al menos tres se han infiltrado. Han noqueado a tres guardias apostados al este y se han puesto sus armaduras. Todos llevaban las viseras de los cascos bajadas. - Informó al grandullón del arma, mientras él mismo tomaba su lanza y se situaba en una posición más cercana a las dos chicas mientras le hacía señas a Tempi y Eladamri de que le siguieran.

- ¡Ruby! - llamó a la pistolera, acercandose hasta ella unos pasos. - ¿Estás bien? - Y reparó también en Kain, a quien practicamente... no conocía. - ¿Estais bien? - añadió, incluyendo a las dos. Las preguntas sobre como estaba y donde estaba Aura serían las siguientes. También le hizo una señal a Renall para que se acercara a ellos. - Nilfheim está a punto de atacar, estad preparados. - Informó al grupo de SeeD, principalmente.

Mientras avanzo por el campamento voy fijándome en todo, por alguna razón estaban muy tensos y tenían la necesidad de ver el rostro de todos los soldados, curioso desde luego algo debía haber pasado. Puedo ver que las dos primeras caras conocidas que veo son las de Kain e Isabeau que veía guardando sus armas lo cual me hizo pensar que tal vez el enemigo estaba mas cerca de lo que pensaba. Lo mas interesante es que algo debía decirme y era importante, me pare para escucharla aunque no estábamos en la mejor situación.

De todas formas eso no fue posible ya que la fuerte voz de Darius nos llamo la atención, escuche con atención la parte de que se habían infiltrado, metí la mano en mi bolsillo y saque un aparato, al parecer no me había equivocado pero se venía algo mas grande que una pequeña infiltración. No me acerque a el hasta que así me lo indico momento en el cual rápidamente me puse a su lado en unas pocas zancadas.

- Si, lo se por eso estoy aquí, desconozco el tamaño exacto del ataque pero necesitan toda la ayuda que se le pueda brindar y no veo mejor oportunidad de entablar una amistad con Lucis que peleando juntos contra Nifleheim.

Crují mis huesos preparándome para la batalla, esta sería algo mucho mas grande que todo hasta ahora. Esta vez me olvidaría del combate a corta distancia y me centraría en hacer caer una lluvia de fuego, o mejor aún electricidad.

Droniel procurando manener su semblante serio y frio miró a Euphemia. Subitamente le dió un vaido en la cabeza, que hizo que se llevara la mano a esta, un ligero dolor... una ligera molestia, pero pronto se fue. Pese a ello se notaba algo desorientado.

- Euphemia... ¿Todo en orden? Creo... creo que no os conoceis -dice señalando al doppleganger- El... el es...

— un maldito lastre — replicó con una mirada asesina que fue tanto para su compañero como para el único de los rehenes que quedaban, entorna los ojos y se acerca a la criatura, tenía unos intensos deseos para acabar con su miserable vida, y su mano se fue alargando mientras el fulgor de su magia se encendía en sus pupilas. — eres una molestia... — lo haría pagar con su existencia la vida de aquellas elfa, pero antes de tocarlo para drenarle la magia, se detuvo — rebeldes se acercan, son bastantes, tú eres demasiado débil e inútil para ir al combate, quédate aquí...mejor... busca resguardo, mientras...   — apretó su guadaña, y salió a la carrera hasta el campamento, aunque a medida de que se acercaba, sería más sigilosas.

Droniel vió marchar a Euphemia quedandose nuevamente a solas con el doppleganger, al cual miró largamente.

Conforme te vas acercando, logras distinguir la figura Darius, a sublado están Zavala, Tempi y Eladamri.

No muy lejos de allí, Kain y Ruby con sus armas y justo en la entrada, Renall y los prisioneros. Y, descediendo del cielo cual ángel de la muerte Isabeau que se incorporaba al grupo de Renall.

Zavala gira hacia a ti al escuchar su apellido mientras desenfunda su espada.

Droniel se sienta frente al prisionero y lo mira en silencio durante unos instantes.

- ¿Para quien trabajas?

Preguntó tranquilamente, no era como un interrogatorio, si no mas bien como aquel que pregunta "¿Que hora llevas?". En el fondo Droniel sabia cual era su misión y si bien el resto del grupo habia decidido que salvar a Sasha era mas importante, Droniel no olvidaba su mision primera alli.

- Personalmente no me importa quien gobierne este pedazo de tierra alejado de la mano de Dios, pero quisiera saber ¿Para quien trabajas?

Todos ven como Isabeau desciende del cielo con el arco en ls espalda para incorporarse al grupo de Renall, mientras Zavala se gira hacia Aura y desenfunda la espada.

La tensión se sentía en el ambiente, mientras los custodios del cadente retrocedían lentamente.

Transcurrieron dos segundos exactos desde que Darius reveló la información sobre los infiltrados para que el teniente abriera fuego contra uno de los custodios de la jaula derribándolo.

El siguiente en actuar fue Zavala quien lanzó su espada contra el pecho del magitec dañándolo ligeramente, mientras un rayo de luz surgía desde la posición actual de Zavala hasta el mango de su espada.

Un parpadeo y el propio Zavala empuñaba nuevamente su espada y la usaba para decapitar al magitec.

Habla rápido niña, que tenemos al enemigo encima. - dice Zavala mientras una figura femenina se acerca corriendo a la distancia.

Mientras corres, logras distinguir a casi todos tus compañeros de pie en la entrada del campamento incluida Isabeau a quien ves descender del cielo con el arco en la espalda.

Ya se lo dije a la elfa, trabajo para la persona que los contrato a Ustedes, un noble de Lucis quien es rival del rey.

Lord Effio es su nombre, él necesita algo de este viejo pedazo de tierra. ¿Qué es ese algo y por qué lo quiere? Sinceramente, no lo sé ni me interesa.

Yo soy un espía y mi trabajo consiste en observar los movimientos de "La Espada de Insomnia" y reportárselos.

Mientras corría en busca de Zavala y mi arma, encuentro a todos y mientras me acerco levanto la voz para expresar mi alegría por tenerlos aquí:

- ¡Darius!¡Chicos! -les saludo mientras me acerco, respirando agitada y recobrando el aliento mientras Zavala mata al Magitec.

Me da un pequeño escalofrío verlo, pero entonces digo:

- Bodoc dice que tendrás que "mostrar las espinas del erizo". -le indico- Soy una maga de apoyo, puedo dar mucho soporte a sus soldados, solo déme una buena posición. -le indico.

Miro a Ruby y a pesar de la situación, le dedico una pequeña sonrisa.

- Gracias por recoger mi arma, Ruby, eres la mejor. -le indico, tendiendo las manos para pedírsela.

Tuvo la tentación de dispararle a la semiaven, un rayo de hielo y le congelaría las alas, eso sería maravilloso, pensó pero debió abstenerse, estaba el resto del grupo y pronto los soldados se encargarían de ella y de todos, en realidad. Euphemia se agachó para poder advertir cualquier peligro inminente, pero solo estaban sus compañeros, pronto estarían cercados. Se levantó y avanzó hacia ellos, aún en alerta.

Droniel volvio a quedarse mirandolo durante unos segundos que parecieron alargarse en el tiempo antes de volver a hablar.

- ¿Quien o que es "La espada de Insomnia"?

Se giró a mirar la puerta.

- ¿No vas a tratar de huir?

Ahí estaba Isabeau. Ya hablaría con ella en un momento de más tranquilidad, pero por lo pronto no queria saber nada más de ella, y mucho menos tenerla en su equipo nunca más. Una vez dejado el tema a un lado, se centró en las palabras de Renall, asintiendo con un golpe de cabeza. - Me lo has quitado de los labios. - Estaba de acuerdo con él, la mejor forma de entablar unas relaciones favorables era combatir junto a ellos, y después, ya verían como proseguían con un plan que se había terminado hace un buen rato. - Por cierto... ¿No estaba contigo Euphemia? - preguntó al notar su ausencia. Poco tiempo le dió a responder cuando Zavala golpea, y las palabras de aquella rata traidora sobre el poder de Zavala resuenan en su cabeza como un recuerdo lejano. Puede que en aquello no mintiera.

Lanza en mano, se gira hacia una voz más que conocida. El peludo grandullón no puede evitar sentir tranquilidad y alivio al ver que esta bien. - ¡Aura! Me alegro de verte ¿Estás bien? - le preguntó, mientras él ya le echaba un largo vistazo comprobando si estaba herida, o tenía alguna señal de maltrato. El combate era inminente, así que dejando de lado el hecho de que estaba bien, empuñó su arma con ambas manos mientras miraba en la dirección en la que el primer tipo que se infiltró, dió la señal.

- El de la torre hizo las señales en aquella dirección. - Señaló con la punta de la lanza. - Yo iré en primera linea. Nos veremos al terminar. - Y dicho esto, posó una rodilla en el suelo mientras apoyaba la cabeza en el asta de la lanza. Lanzó una oración, una a Fénix, para que el Ave Eterna guiara a sus enemigos por la senda que había después de la muerte. Y dicho esto, pegó un salto que lo llevó hasta la torre de vigilancia desde la cual habían realizado las señas anteriormente.

Al cabo de un minuto llegó Euphemia con la guadaña en mano y expresión cansina, era evidente que la situación no le agradaba, pero debería lidiar con ella a su manera.

De pronto Darius tomó el liderazgo del grupo y empezó a repartir órdenes a los SeeD, sin embargo Zavala lo interrumpió.

Mi campamento, mis reglas, todos a la segunda línea defensiva dejen atrás todo lo no indispensable y prepárense para soltar al cadente cuando esos idiotas nos caigan encima.

Recuerden tiren a matar a cualquiera que tenga un neuralizador, dejen que el cadente lidie con ellos y luego cargaremos frontalmente.

Los luchadires a corta distancia protejan a los tiradores y recuerden no cedan un centímetro, los magitec son máquinas sin sentimientos y lucharán hasta quedar totalmente inutilizadas. - ordenó Zavala mientras sus hombres se ponían en movimiento agrupandose en grupos de ocho, en total, contando a ustedes, el campamento sería defendido por unos treinta hombres.

Las tropas de Lucis se organizaron rápido y el teniente que estuvo a punto de dispararle al magite, condujo a su grupo al flanco derecho de la formación.

La teniente Mey no tardó en unirse a su grupo, Sasha estaba un tanto magullada y con cara de pocos amigos, pero por lo demás se le veía más que dispuesta a luchar.

Lo raro de la formación era que todas las estructuras importantes del campamento, incluyendo las tiendas de los oficiales habían qudafo fuera del círculo defensivo.

tenía una cara de pocos amigos, casi peor que la de la misma Sasha, y al escuchar las órdenes, la chica chasqueó la lengua, se le hacía lógico y quien daba las órdenes, parecía que sólo sabía de la cercanía de los robots, la dhampiro chasqueó la lengua.

— nos matarán a todos — les dijo sin más — no sé si la paloma esa los localizó — se refería a Isau, y fue desdeñosa al indicarla con la cabeza, — pero se acercan soldados desde el este*, — indicó con la mano la dirección en donde  se había ido a explorar — pude visualizar a lo menos 24 soldados, pero estoy segura que son muchos más, y aquí, somos apenas 30 solados, así que ¿tienes un mejor plan? — le preguntó directamente a Zavala, a quien estaba evidentemente desafiando — porque sino, es mejor salir cagando leches de aquí, somos una maldita diana de tiro, — miró a su alrededor, los rodearían rápidamente, y no sabía si estaban preparado para el sitio que iban a sufrir. 

De ahí miró a Sasha, debía poner orden, esa guerra no era su asunto, eran unos mercenarios y no les estaban pagando por eso, pero iban a arriesgar sus vidas, un puñado de cadetes, lo que podría además llevar al jardín a un problema político. La dhampiro puso su mano en la cintura y aguardó a que le respondieran o le dieran una bofetada por insolente, ambas cosas las esperaba por igual.

— más encima quedó solo Droniel con el bastado que no sé si debemos proteger o matar, pero que si tiene que ver con la misión que nos encomendaron — .