Partida Rol por web

Final Fantasy: Spirit (+18)

1.c.- Viejos Rivales

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16/10/2018, 02:01
Z.- Isabeau Flambeau


- Si señor Zavala! -
Por primera vez miró con cierto desprecio a sus recientes camaradas de la academia, quienes parecían críos quejándose todo el tiempo porque ella o alguien más tomara decisiones que no les gustaban cuando la dejaban sola o no les preocupaba dejar así a los demás, incapaces de entender que para los militares, como los que ella había conocido desde pequeña y a quienes esperaba emular la disciplina, el instinto de supervivencia y el valor eran mas importantes que todas las habilidades o buen nombre nobiliario que pudiesen pregonar ... así que tras escuchar los a todos simplemente dijo:

- Mientras que seguimos hablando los soldados que localice en la dirección que indicas Euphemia nos están rodeando, así que si piensas salir corriendo seguramente usaran como dianas nuestras espaldas ... me parece que la teniente debe dirigirnos si le es posible por tener mas experiencia y nosotros debemos colaborar con los militares de Lucius para tener posibilidades de sobrevivir, pero sobre todo debemos dejar nuestras diferencias por un tiempo y trabajar lo mejor posible en equipo, porque en eso se va nuestra vida otra vez - Se interrumpió Isabeau para volar unos metros de altura para tener mejor vision de su entorno y tratar de ubicar rápido con su vista la posición actual de los adversarios mas cercanos antes de regresar de bajar para cubrir se y decir:

- Tal vez podemos montar un punto de apoyo entre el campamento y el lugar donde esta Droniel para tratar de alcanzarlo tan pronto sea posible! Y de paso cubrir uno de los flancos del campamento -
Mientras dijo lo anterior busco con la mirada enemigos acercándose y posibles posiciones estratégicas para levantar una trinchera y no perdió mas tiempo valioso en tratar de convencer a cada uno de los demás

- Tiradas (1)

Notas de juego


Muchas gracias por la oportuna aclaración Aura, tal vez me confundí porque no he visto todos los mensajes que usted ya leyeron y porque en algún mensaje estaban al revés como tu misma has dicho ... pero ya esta corregido

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16/10/2018, 12:51
Z.- Aura Trepe

Veo que estamos prácticamente todos, y la explicación de Euphemia deja claro lo que pensaba, que al menos Droniel está con el Doppelganger. Ella habla de huir, que me parece poco factible, esta vez estoy más a favor de Isa aún a pesar de esa mirada que nos echa, haciendo que la mire frunciendo el ceño como diciendo "¿qué bicho te ha picado?". En cualquier caso, respondo después:

- Sí, yo también veo difícil huir de ellos. En cualquier caso, poco importan nuestras opiniones, pronto... -justo cuando estoy en esas es que llega Sasha y alzo la voz- ¡Teniente! A sus órdenes. -indico simplemente, pues no merece la pena discutir nuestro curso de acción con ella ya presente.

Una vez llegados a este punto, paso de seguir hablando, pues el enemigo se acercaba. Como Darius, rezo por todos los que fuesen a caer en esta batalla, y sin pedir opinión, ya que el enemigo puede empezar a disparar entre ya y ahora, me aparto un poco del grupo y miro hacia todos los soldados que ya habían obedecido a su capitán, a los que aún llegaban, así como lógicamente a mis compañeros, a la teniente y a ambos capitanes de Lucis, si es que Bodoc ha llegado ya. No es una mirada normal y corriente, sino que los que los que entienden de magia notan que conforme mi mirada recorre las filas, estoy enfocando mi mente. Eran muchos objetivos, esta vez no uso la fórmula de antes.

- Ashaed, eeren dam. -comienzo, y la energía mágica se reúne en mi mano derecha- Ashaed, eeren fam. -digo después, replicándose el efecto en mi zurda, tras lo que empiezo a recitar las palabras, controlando la entonación de tal forma que llega a parecer un cántico- Ashaed, idumi naeru, danae tyrel. Naeru calae terae, naeru vande porett. -empleaba un dialecto antiguo usado por los elfos en la magia, mezclado con fórmulas religiosas que suponían mi foco, pidiendo al Fénix que guardase nuestro cuerpo y almas e iluminase nuestro camino.

Tras eso, al juntar las manos, una pequeña oleada de energía traspasa a todos aquellos a los que había enfocado, cada uno de nosotros viendo cómo un escudo de intrincado diseño nos cubría, aunque no viendo el de aquellos que nos rodeaban formarse.

Notas de juego

Isa, Zavala es un chico ^^ Creo que pensaste lo contrario porque una vez los puso del revés, pero fíjate que por ejemplo en estas narraciones es "el siguiente" o "el propio Zavala" :)

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16/10/2018, 19:25
Renall Gallard

Con la llegada de Aura ya estábamos todos mas lo que deberíamos, a falta claro de Euphemia. por la cual no tardo Darius en preguntar abrí la boca sin saber muy bien cual iba a ser mi respuesta pero por suerte no fue necesaria mi respuesta ya que la ejecución de uno de los infiltrados parece captar su atención antes.

Observo como Darius se larga de un salto hasta una de las torres de vigías y entonces giro la cabeza hacía unos pasos que se acercan, era Euphemia llegando arma en mano lo cual lejos de asustarme me hizo esbozar una sonrisa tranquila mientras se acercaba antes de volver a centrarme. Mientras caminaba donde nos había indicado Zavala escuche lo que decía Euphemia, saque de mi bolsillo una especie de batería y la volví a guardar. No tardo Isa en proponer sus ideas las cuales estaban en lo cierto una huida ahora sería inútil.

Zavala, Teniente Mey -junto a Aura me acerque a las dos personas que desde mi punto de vista mandaban- Al parecer el plan de Nifelheim se basaba en que sus magitec sirvieran de distracción mientras los soldados que ha avistado nuestra compañera Euphemia nos atacaban con la guardia baja por la espalda, entonces propongo pillarlos a ellos desprevenidos lanzándonos a por ellos mientras el cadente distrae a los magitec. Así destruiríamos su confianza al devolverle la jugada y aprovecharíamos nosotros el factor sorpresa.

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16/10/2018, 20:11
Ruby Smith

Todo lo que sucedió a continuación fue extraño, aunque gratificante. Y es que, allí estábamos Kain y yo, intentando abrirnos paso hasta Aura cuando, de repente, escuché la familiar voz de Darius, lo que hizo que me girara hacia él, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras alertaba a Kain con un pequeño codazo de que deberíamos cambiar nuestra trayectoria.

-¡Darius! - exclamé, dando varias zancadas hacia él, reprimiendo el impulso de saltar hacia el peludo, algo que seguramente habría hecho en otras circunstancias- ¿Estás bien? ¿Has visto a....? ¡Aura! -ni siquiera me había dado tiempo a nombrarla, cuando también ella apareció, junto con el chulito piscinas de Zavala- Nah, para eso estamos. ¿No pensarías que iba a dejar tus cosas tiradas por ahi? - contesté a Aura, tendiéndole su arma, para después acabar el movimiento dedicándole una mirada resentida a Zavala, sobre todo después de que cortara el plan de Darius de esa forma.

¿De verdad tenía que estar demostrando continuamente que él estaba al mando? Que cansancio de criatura... Por suerte el peludo no le había hecho el más mínimo caso y se había largado a una de las torres, lo que consiguió arrancarme una pequeña sonrisa.

Pero ahí no terminó la cosa. Pronto también se unieron Euphemia e Isabeau al grupo. ¡Y Renall, claro! De hecho a él lo había visto antes incluso que a Darius, pero las circunstancias me habían hecho pasar ligeramente por alto su presencia.

La cuestión era que estábamos allí, y parecía que había algo parecido a un plan. O al menos una previsión: se iba a liar parda en cuestión de segundos y parecía que, me cayeran o no bien, aquella gente necesitaba nuestra ayuda. Y se la brindaríamos, por supuesto. Así que, tras dejar escapar un largo suspiro de resignación -nadie sabía mejor que yo lo que me estaba costando acatar las órdenes del niñato aquel- comprobé mis armas y que estuvieran bien cargadas para la que se nos venía encima.

Hasta que Isabeau lanzó aquel grito marcial que me hizo alzar una ceja, con el cañón de mis pistolas apuntando aún hacia arriba. ¿Pero qué cojones le había pasado? ¿Desde cuando era aquel tipo a quien servíamos y llamábamos señor?

No me dio tiempo a abrir la boca cuando Euphemia, Renall y Aura hablaron, aportando cada uno su opinión y sus conocimientos sobre la situación. En un amplio resumen, algo me había quedado claro: la cosa estaba jodida, aunque aquello no significaba imposible.

En cualquier caso, ahi fui yo nuevamente, intentando volver a intervenir cuando me lleve la ultima sorpresa: May.

-¡Coñ.... Teniente Mey! Me alegro de verla. - dije, llevando el cañon de una de mis armas hacia mi sien, en una especie de saludo militar, al tiempo que me acercaba a Aura y a Renall, para dar mi opinión.

-No sé si mi opinión importa de algo, pero yo también digo que Victoria o Muerte. Vamos a patearles el culo a esos capullos, sean quienes sean. - dije, enfundando mis armas de nuevo, mostrando claramente cual era mi posición. Ibamos a defender aquel lugar e ibamos a acabar con ellos. Huir no entraba dentro de mis planes y, por suerte, parecia que dentro de los de la mayoría tampoco.

 

 

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17/10/2018, 01:42
Kain Vlare

Si bien corría tras Ruby cuando esta entregó a Aura su arma, fue escuchando todo expectante, varias cosas le parecieron absurdas, tanto la idea de huir como la de seguir las órdenes de alguien solo porque "era su campamento", sin la ayuda de los presentes pronto podría no serio. Casi río cuando Isabeau saludó a las órdenes de alguien que no poseía poder para dirigirles, pero se contuvo dejando salir solo una sonrisa.

Iba a ayudarles por decisión propia, tomada con antelación con Ruby. Por lo que haría lo que creyera conveniente. Entonces escuchó a Renall - la estrategia de Renall me gusta, además nos han dejado apartaditos a modo de diana, no pienso ser el cebo de quien se cree con derecho a manipularnos pues ello me disgusta, propongo atacar a los soldados y darles caña - miró a Shasha y añadió - usted es la única que puede pedir que permanezcamos como distracción, pero no creo que ello nos beneficie, quisiera mostrar nuestra convicción, limpiando de soldados magitec o monstruos la superficie.

Ir a por los soldados como decía Renall podía ser la mejor opción, pero Shsaha tenía el derecho de decirles que no hicieran esa maniobra, al final, ella tenía la última palabra.

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17/10/2018, 14:03
Director

La espada de Insomnia es una unidad militar de élite al servicio del Rey Noctis, la misma que responde sólo ante él y el general Gladiolus. - responde el doppleganger con tranquilidad.

Sin embargo, tu segunda pregunta lo toma por sorpresa y desata su molestia.

Eres idiota o qué para preguntar eso, dime que harías tu en mi lugar. ¿Dejar que te usen de moneda de cambio o huirías a la primera oportunidad?

Y bien chico responde a mi pregunta. - te increpa la criatura desde el suelo.

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17/10/2018, 14:12
Eladamri Lorian

Todos están formando en grupo Kain, no somos ninguna clase de diana y acaso no os llama la atención que se hayan dejado las tindas de los oficiales fuera del perímetro defensivo. 

Sé que debe haber una explicación lógica, pues me quda en claro que estos tíos no son unos improvisados ni unos desorganizados así que lo mejor será que mantengamos nuestra posición. - propongo con seriedad.

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17/10/2018, 14:19
Sasha Mey

Nyah, Eladamri tiene razón, aunque esta formación parezca desorganizada, evidentemente no lo es, así que mantengamos la calma y observemos que pasa.

Por cierto, gracias por venir a liberarme, les debo una ronda de cervezas a todos. Ahora preparen sus armas que si mis oídos están bien, esas cosas ruidosas estarán aquí en cualquier instante. Nyah.

Así que basta de quejas y mantengan la posición. - sentencia la teniente con voz de mando.

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17/10/2018, 14:35
Tempi

- ¡Aura!.- Exclamé abrazándome a su pierna. - Estaba preocupado, no te veía.- Con todo el clima de confusión que se había formado me tranquilizaba tenerla cerca. Era mucha información que asimilar de golpe y la situación no hacía más que complicarse, pero ahora que estábamos todos juntos le podríamos dar el vuelco a la situación.

Me mantuve callado, no tenia ni idea de estrategia o combate, y poca información de lo que ocurría, por lo que entre hablar por hablar y el silencio opté por lo segundo. También apareció la teniente May y mi confiada se veía reforzada a cada minuto que pasaba.

No comprendía la opinión de algunos de mis compañeros. - Eladamri tiene razón, lo mejor que podemos hacer es acatar lo que nos han ordenado y aguantar la posición.- Estaba completamente preparado, respirando hondo para mantener la compostura y siempre sin separarme de Aura.

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17/10/2018, 14:34
Z.- Droniel Aokishi

Droniel se mantuvo en silencio unos segundos sin responder a la pregunta del doppleganger.

- ¿Como tenías que enviar la información que averiguaras? ¿La recibiría el propio Lord Effio?

Le contesta con la misma parsimonia que viene dandose el resto de la conversación, como si estuvieran hablando de la obra de teatro del domingo pasado, a el no parecia haberle alterado la explosión de enfado.

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17/10/2018, 14:55
Director

Tan pronto la teniente termina de hablar, un hotda de soldados magitec ingresa al campamento arrasando con todo a su paso, el primer lugar que arrasaron fue la tienda de Zavala mientras este los veía sin inmutarse.

De pronto una explosión al interior de la tienda de Zavala dibuja una sonrisa en el rostro de este mientras varios magitec caen destrozadis al suelo, al tiempo que los restantes cargaban contra las fuerzas de defensa.

En ese momento Bodoc grito una serie de órdenes y varios parapetos metálicos surgieron del suelo alrededor de todas las unidades  defensivas, limitando en gran medida la movilidad de los magitec.

El gran número de unidades mecanizadas que seguía llegando probó ser más un problema para el propio enemigo que para los defensores.

Los parapetos metálicos danan a los tiradores cobertura suficiente para disparar con soltura mientras los guerreros cuerpo a cuerpo cubrían sus flancos.

Los magitec se estorbaban entre si y difícilmente podían abrirse paso entre los parapetos, pero el verdadero caos llegó cuando Zavala liberó al cadente con un mando a distancia.

El enorme gigante de hierro se la tomo contra cuanto objetivo había a su alcance y los magitec se vieron forzados a apuntar su artillería contra él, en lugar de contra los molestos parapetos.

Notas de juego

No hay necesidad de iniciativas, sólobluchen pues hay objetivos para todos. Traten de reflejar en sus posts el caos de la batalla, pues la narración será tenida en cuenta para la xp.

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18/10/2018, 12:16
Z.- Aura Trepe

Al recuperar mi espada, la mantengo desenvainada y sujeta por el ricasso*, mirando con gesto preocupado los preparativos. Cuando Tempi corre hacia mí, le pongo la mano en la cabeza y le acaricio el pelo con una suavidad que contrasta con la situación, aunque decir que no había algo de crispación en mis manos sería mentir.

Tranquilo, pequeñín, ya estoy aquí. -le digo cariñoso.

Tras la discusión posterior sobre nuestras opciones en combate y el lanzamiento del hechizo, manteniendo al pequeñín a mi lado, todo comienza y repentinamente me siento como si me hubiese zambullido en una tormenta de inigualable violencia, con sonidos ensordecedores surgiendo de todas partes.

Sería hermoso decir que las armas de fuego tocaban una siniestra melodía mientras los espadachines danzaban con sus armas para contener al enemigo, pero nada estaría más lejos de la realidad.

Las ametralladoras martillaban con fuerza, haciendo caer a los atacantes cuyos componentes metálicos chocaban y chirrriaban con furia contra los parapetos, mientras aquí y allá se escuchaban gritos de órdenes y de dolor.

Los primeros instantes son los que se podrían considerar más calmados para mí , quitando el caos sonoro, pues alterno entre enfocar a los aliados y a los enemigos, absorbiendo magia qur luego empleaba en curar a los aliados. No obstante, cuando las líneas de las tropas se vuelven difusas y los enemigos comienzan a filtrarse, es cuando comienza el verdadero caos. Mi magia no sirve para pelear contra tantos enemigos, y no son pocos los que se han dado cuenta de lo sumamente molesta que es mi magia defensiva, con lo que no tardo en verme con varios Magitec encima, obligándome a defenderme. Por suerte, la ayuda no tarda en acudir, haciendo que solo salga con unas pocas magulladuras y cortes.

¡Gracias! -le grito a quien me ha ayudado, de quien no veo si es hombre o mujer, solo notando el uniforme de Lucis antes de que se gire atento ante otra brecha en las defensas. Desde el suelo, uno de los Magitec caídos se endereza un poco, lanza en mano, lanzando un ataque antes de que tenga tiempo de avisar, con lo que tomo mi espada aprovechando su pobre posición para golpear con todas mis fuerzas, abriéndole el torso y cortándole el brazo en un único y devastador movimiento, que me pone perdida de líquido negruzco. Sea lo que sea que tiene dentro, no es un humano el magitec, lo que en el fondo me tranquiliza. No obstante, en el momento lo que hago es abalanzarme sobre el herido, mirando con pánico cómo hay gente recibiendo golpes por todos lados. Sin saber qué más hacer, prácticamente grito:

¡Resistid! -bastante cerca del oído del que me había apoyado, tras lo que me bebo uno de los ether para liberar una corriente curativa, fiándome solo de mi antiguo foco dado que de mis ojos no podía, y colocando una mano sobre la herida del riñón de mi apoyo. Varias personas parecen reanimarse un poco con ese acto.

Me doy cuenta de que en algún punto me he separado de Tempi y giro la cabeza nerviosa para ver si lo veo entre el humo y los frenéticos movimientos de los combatientes. Pero no es eso lo que veo.

¡Cuidado! -grito, pero ni siquiera espero, sino que empleo todas mis fuerzas para empujarlo justo antes de que a pocos centímetros de nuestra nueva posición, tumbados uno sobre otro, cayese el cuerpo destrozado de uno de los Magitec, que más que cortado había sido bateado por el gigante de hierro.

Ruedo para permitir que el soldado se levante mientras yo me incorporo también, con la idea de hacerlo rápido, pero los intensos esfuerzos de los últimos minutos están haciendo cada vez más mella en mis energías, por lo que busco una cobertura, que al fin me permite algo de tranquilidad y perspectiva para analizar la batalla y mirar si alguno de mis amigos estaba en problemas para ir en su ayuda.

En cualquier caso, aprovecho esos instantes para drenar energías de los enemigos distraídos a media distancia y renovar una vez más mi protección sobre mis aliados (¿cuántas habían sido?¿6?¿10? He perdido la noción del tiempo, y por desgracia soy demasiado novata como para fiarme de mi gestión de la energía como para saberlo con seguridad).

Tratando de mantenerme apartada, el modo en que puedo ser más útil en esta batalla a menos que vea riesgo para alguien y pueda atraer los ataques, sigo firme aguantando el enfrentamiento, aún si todo lo que quedase fuese adrenalina. La imagen que ofrezco ahora mismo, brutalmente distinta de la habitual, muestra a las claras el estado de tensión en el que me encuentro, en el que sobresaltarme es una malísima idea por cómo crispo las manos sobre el pomo y el ricasso de la espada. También tengo el rostro ensangrentado por una herida ya curada y algo raro en la postura, para el ojo experto fruto de un golpe en la rodilla que comienza a hincharse, aunque ni por todos los guiles del planeta podría decir con exactitud cuándo lo he recibido.

Notas de juego

*La otra vez empleé el término alemán, fehlschärfe, porque no conocía este, que es el inglés y es bastante más sencillito XD En cualquier caso, sigue siendo lo mismo, la zona de la hoja que no tiene filo.

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19/10/2018, 20:36
Renall Gallard

Mi idea de hacer un contraataque fue descartada lo cual en realidad poco me importo sobretodo porque no hubo mucho tiempo desde eso hasta que los magitec irrumpieron en el lugar por lo que habría sido imposible llevar a cabo ningún plan. Seguía con mi pensamiento de que como maquinas lo mejor para usar en su contra era la electricidad por lo que retrocedí varios pasos para colocarme lo mas cubierto posible, cerré los ojos y me concentre al máximo liberando todo mi poder mágico. Desde mi posición realmente poco podía hacer ya que al estar tan rodeado de gente no podía apuntar bien a los enemigos pero de todas formas levante uno de mis brazos y aprovechando esa altura fui disparando Thunders uno detrás de otro.

Todo fue bien mientras los magitec caminaban hasta nosotros aunque la tensión se cortaba con un cuchillo y para cuando los magitec llegaron a nosotros todo se volvió una locura y el grupo de gente en el que me había colado se disperso dejándome mucho mas expuesto pero con mayor libertad para apuntar mis magias, por desgracia todos eran maquinas por lo que cuando mis energías flaquearan solo podría confiar en lo éteres lo cual dificultaba un poco la pelea ya que en algún momento se me acabarían y estaría obligado a pelear con la espada. De todas formas no agotaría todas mis energías si no que guardaría una poca para emergencias. Aprovechando mi posición privilegiada como tirador fui centrándome en dar "fuego de cobertura" es decir atacar a los que daban problemas a mis aliados, sobretodo en el caso de Euphemia la cual tenía siempre vigilada por si le ocurriera cualquier cosa cubriéndola siempre como si tuviera un ángel de la guarda detrás que impidiera que recibiera cualquier ataque de improvisto, estaba tan concentrado en lanzar magia con ambas manos que no me di cuenta cuando un magitec se colo entre los soldados hasta alcanzarme por un flanco y si ni no fuera por un grito habría recibido una estocada directa pero gracias a ese grito que ni siquiera iba para mi gire la cabeza a tiempo para ver el ataque y esquivar hacía atrás por instinto. Desenvaine mi espada y chocamos ambos, me estaba ganando en fuerza y yo iba lentamente cayendo hacía el suelo, miraba a todos lados pero nadie tenía tiempo para ocuparse de mi por tanto me resigne a no recibir ayuda y tome el riesgo. Ya casi con una rodilla en tierra gire sobre mi propio eje desviando el ataque del magitec que golpeo violentamente el suelo, solté una de mis manos de la espada durante el propio giro y la acerque a toda velocidad a su especie de cara mientras esta emanaba electricidad para cuando estuvo mi mano a escasos centímetros de el ya estaba el puño completamente cerrado y mientras lo abría grite:

Impact Thuder -debido a la mala posición caí de espaldas al suelo a la vez que el magitec, jadeaba en el suelo mirando el cielo estaba mucho mas cansado de lo que esperaba y había liberado mucha mas magia de la prevista en muy poco tiempo de todas formas ayudado con la espada me reincorpore, tragué saliva y seguí con mi magia pero ahora con la espada en la mano y atento a mis flancos.

Mas tarde me daría cuenta de quien me había salvado la vida sin querer.

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19/10/2018, 21:24
Z.- Isabeau Flambeau

- Cuidado con tu flanco derecho Renall! - Gritó Isabeau al rubio chico después de haber disparado un par de flechas a unos soldados de Megitec que trataban de sorprender a Aura para evitar que mantuviese la magia defensiva entre los chicos de la academia y algunos de los soldados de Lucius; la imagen del cadente suelto aterró por un momento a Isabeau haciéndola distraer de un disparo que le rozó una de las piernas. Entonces Isabeau trató de contener el dolor y la concentración la regresó de inmediato a la batalla, desgarró rápido un poco de la tela de su uniforme para hacer un torniquete en la pierna y tomó el vuelo por un momento para buscar otra posición mas segura mientras que disparaba otro par de flechas a soldados que trataban de flanquear a Darius o Eladmari, no estaba del todo segura cual de los do era en medio de la batalla

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20/10/2018, 04:12
Kain Vlare

Tanto ruido y enemigos al acecho, si bien a Kain la orden inicial de permanecer en esa posición no le gustaba, la orden de Mey la iba a respetar con todas sus fuerzas, armas en mano dispuesta a disparar, los tambores llenos de cartuchos y su respiración acompasada al ruido del ambiente. Si bien el estallido rompió un instante esa templanza obligándole a parpadear y encoger instintivamente su cuello, la salida simultanea de torretas hicieron que sus ojos brillaran. Estaba en el centro de una estudiada obra de teatro, "bloqueo mortal", donde los magitec quedaban sin posibilidades de mostrar una actuación coherente, teniendo tantos obstáculos que les transformaban en los antagonistas rodeados, quizás solo le molestaba que en ese instante ellos fueran los extras, Zavala el protagonista mostrando su arma principal en el momento idóneo. La aquarian sonrió, estos tipos si que sabían crear buenos escenarios, debería unirse a ellos y dejar los seeds? Dado que solo le importaban esas grandes obras, ese pensamiento era bastante lógico. Apuntó al magitec más cercano, suspirando en una mezcla de envidia y avaricia ¡bang bang! Un par de disparos estrenaban la iniciativa de los tiradores, la gran sonrisa de su rostro decía estar pasándolo en grande pese a su papel secundario.

- Tiradas (4)

Notas de juego

20-2= 18 daño 7 22-4= 18 daño 14

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21/10/2018, 18:05
Z.- Darius Khar

Desde lo alto de la torre, clavó una rodilla en la madera mientras sostenía con ambas manos la lanza en vertical, como si de una columna se tratara. Dayka se posó en su hombro, manteniendose a la espera. Darius cerró los ojos durante unos segundos, mientras inspiraba lentamente, llenando sus pulmones de aire.

Quería disfrutar de unos segundos de paz, antes de la tormenta.

Nada más escuchar la explosión, abrió los ojos y centró la vista en el enemigo, justo cuando aparecían aquellos parapetos metálicos. Guardó unos segundos de pausa y lanzó su arma hacia el cielo, para después saltar él junto a Dayka justo detrás, segundos antes de que una explosión de la artillería enemiga borrara la torre donde se encontraba. La lanza acabó por aterrizar sobre uno de aquellos soldados magitec, empalándolo, y Darius justo detrás, aplastando con las garras y su propio peso a otro de los soldados, para después tomar su arma y alzarse erguido. Era fácil distinguir al Ronso entre el contigente magitec, después de todo, el más alto de los magitec solo le llegaba a la altura del hombro.

Rodeado por el enemigo, lo primero que hizo fue es girar sobre si mismo con la lanza en horizontal, aprovechando su propio peso y su fuerza brutal para golpear y apartar a los soldados más cercanos a él. Lanzó un fuerte rugido, una amenaza inminente para retrasar su avance hacia las filas de tiradores y un aviso para sus aliados sobre su nueva posición. Dio un único paso hacia adelante, golpeando con la lanza a un oponente en el pecho con la fuerza suficiente como para atravesarlo, y retrasando la mano derecha en el asta de su arma para ganar impulso al hacer palanca, giró el arma hacia la izquierda derribando a otro soldado con el cuerpo del primero. en esta ocasión, fue Dayka la que al verse rodeados, alzó el vuelo para situarse detrás de Darius y lanzar una llamarada que cubría los 180º a la espalda del Ronso para mantener a los enemigos alejados de él.

Pero el enemigo eran muchos más, y no tardaron en ganarle terreno a pesar de los sucesivos golpes de lanza y los esfuerzos de Dayka por mantener al enemigo a raya. Cuando no tuvo espacio para usar la lanza, soltó el arma con la zurda para lanzar un zarpazo con las garras y destrozar la cara de uno de los soldados, y arqueando la espalda para darle un cabezazo a otro, con tanta fuerza, que llegó a provocarle una herida en la frente. El ensordecedor ruido de la batalla le impidió escuchar el sonido de los disparos silvar junto a él hasta que fue alcanzado en la espalda. Apretó los dientes, mostrando aquella hilera de dientes afilados y colmillos como muestra de dolor. Aquel momento fue aprovechado por los soldados para avanzar hacia él, pero los disparos de Ruby le salvaron en aquella ocasión, a pesar de que él no fuera consciente de ello. Aquellos segundos los empleó en lanzar un par de golpes al aire con la lanza, con la intención de ganar tiempo cuando la misma tierra tembló, y para cuando quiso darse cuenta, el cadente estaba practicamente sobre él. Y con el cadente, el fuego de artillería.

Darius no estaba dispuesto a que lo matara la artillería, y menos que lo hiciera un robot gigante supuestamente aliado. La adrenalina dejó a un lado el dolor, mientras el sonido de los aceros chocar, las balas silvar el aire, el olor a aceite, sangre y algo más que no era capaz de identificar no le permitía oir nada útil de sus compañeros. Fue una nueva explosión de la artillería lo que lo lanzó por los aires, cayendo al suelo a peso muerto mientras un suave chirrido no le dejaba escuchar apenas nada, y un sabor metálico inundaba su gusto. Al abrir los ojos, aun con la visión borrosa pudo diferenciar como uno de los soldados enemigos estaba dispuesto a acabar con su vida. El instinto de supervivencia actuó por encima de la razón, y activó una acción refleja que consitió unicamente en alzar la lanza, atravesando al enemigo mientras el Ronso lo miraba a los ojos a la par que su visión se aclaraba.

Aunque no olvidaría su rostro, ahora mismo sabía que debía estar en otro lugar. Se incorporó, a pesar del dolor y el cansancio, y dobló las patas con un nuevo potente salto, que esta vez le haría aterrizar sobre uno de los operarios de la artillería. Herido, pero no muerto, se abalanzó sobre los artilleros. Aprovechando la confusión del enemigo sobre como había llegado allí, se dispuso a acabar con la artillería enemiga que amenazaba no solo a sus amigos, si no que además casi le cuesta la vida.

No escatimó en recursos. Usó la lanza, usó las garras e inclusó usó los colmillos para destrozar al enemigo de la forma más rápida posible y neutralizar la amenaza de la artillería. Y no fue hasta que el último de los artilleros y escolta huyera o estuviera neutraliado, que no cesó en su empresa.

Para cuando terminó, se apoyó en uno de los cañones. Ahora el dolor llamaba a su puerta, sentía el punzante dolor en la espalda, la brecha en la cabeza, un más que horrible corte en el brazo que no recordaba haber recibido y ahora sentía un ligero dolor en el costado, fruto de algún golpe con un arma roma. Estaba empapado en aquel líquido negro, que teñía su pelaje con algunas excepciones del rojo carmesí de su propia sangre. Aun le pitaban los oidos, y el gusto metálico no se lo había sacado de la lengua. Seguía apoyado en el cañón enemigo, aferrando la lanza con la mano libre para mantener el equilibrio. Su vista fue hacia Dayka en primer lugar, en comprobar que estaba bien. Después, desde la posición de ventaja, observó como estaban sus compañeros y aliados.

Viendo que la batalla ya estaba practicamente resuelta, alzó la lanza para dar aviso de su posición, para después dejarse caer al suelo, sentándose para tomarse unos segundos de descanso. Y en esta ocasión, cerró los ojos, pidiendole a Fénix por sus enemigos, ahora sí, para que los acompañara en su renacimiento.

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21/10/2018, 19:09
Ruby Smith

Apenas acababa de enfundar mis armas cuando, de repente, el campamento se sumió en el más absoluto caos.

-¿Qué coj....? - no tuve tiempo siquiera de acabar aquella expresión cuando, de la nada, surgieron todos aquellos tipos con aparentes ganas de bronca.  ¿Pero de dónde había salido tanto magitec?

Afortunadamente, la respuesta por parte de la gente de Zavala no se hizo de esperar y pronto, en el poco tiempo que tardé en volver a desenfundar mis armas se produjo aquella explosión, totalmente controlada a juzgar por la sonrisa en los labios de hombre. No, si al fina me iba a acabar cayendo bien y todo. Tenía estilo, había que reconocerlo.

La cuestión era que no tarde en darme cuenta de que aquella gente era mucho más profesional y estaba mucho más preparada de lo que había esperado. Pronto aquellas placas de meta surgidas de la nada me ofrecieron la cobertura que necesitaba, justo a tiempo para salir de mi ensimismamiento inicial y rodar hacia una de ellas, dispuesta a aportar mi granito de arena a aque combate.

Me encantaría poder decir que  pude ver como mis compañeros hacían esto, o aquello y que aquella batalla fue todo un ejemplo de compenetración y trabajo en equipo pero lo cierto es que no fue así. El campamento apenas tardó unos segundos en sumirse en el más absoluto caos y, por mi parte, estuve lo bastante ocupada por mantenerme con vida como para saber dónde estaba el resto de mi equipo.

La cuestión fue que, nada más rodar junto a una de aquella placas, apoyé a espalda contra ella, mientras contaba con un rápido gesto cuantos enemigos había a mi alrededor, y las balas que podía dedicarle a cada uno. Uno, dos, tres y hasta cuatro disparos realicé desde aquella posición, mientras notaba como el olor a pólvora lo iba impregnando todo, a medida que aquellos gritos ahogado a algunos metros de mi dejaban claro que mis proyectiles habían impactado en sus objetivos.

Podía notar cómo el corazón me latía a mil por hora, y me gustaba experimentar aquella emocionante sensación de incertidumbre del que se está jugando la vida a cada instante, con cada gesto, en cada movimiento. Y por un momento sentí que, efectivamente, aquello era lo que había soñado siempre. Estar allí, en el fragor de la batalla, lejos de aquellas sedas, de aquellos criados, de aquellos vestidos de princesa con los que había crecido, de los que había huído hacía tanto y tan poco tiempo al mismo tiempo.

Volvi a rodar, buscando nuevos objetivos a los que alcanzar, mientras dedicaba un pensamiento a los que había dejado atrás. ¿Qué pensarían de mi si ahora me vieran así, rodando por el suelo, cubierta de polvo y suciedad? ¿Quién de todos ellos habría dado un duro por mi? Ninguno, sin duda. No. Nunca había sido suficiente para nadie. Nunca había cumplido sus expectativas. Siempre les había decepcionado, una vez y otra vez y otra...

Disparé dos veces más, mientras sentía como aquellos pensamientos hacían que la rabia creciera en mi interior. Una rabia que hasta entonces había intentando mantener a raya, fingiendo que no me importaba nada, que pasaba de todo, y que nada merecía mi atención, mi aprecio o mi desprecio. Sin embargo, de repente, todo parecía ser diferente, cobrar una nueva importancia. Ahora, mientras avanzaba entre aque estruendo y aquel coro de gritos de dolor, de aquella danza de amigos y enemigos que caían derrumbados, a veces por mi propia mano, todo pareció adquirir un nuevo sentido.

Sí, estaba furiosa. Furiosa con él, con ellos, con todos aquellos que se habían creído con derecho ha decidir sobre mi existencia, sobre mis sueños y mi futuro. Estaba furiosa porque ellos me habían obligado a huir, me habían privado de mi libertad, de mi derecho a decidir y a ser quien quería ser. Estaba furiosa porque, incluso en un momento como aquel, si él pudiera verme allí, administrando muerte y justicia, peleando como la guerrera en la que había comenzado a convertirme, no habría sido más que una decepción para él.

Y fue precisamente aquel último pensamiento el que hizo que cerrara los ojos, apretándolos durante un instante antes de salir de mi cobertura, dispuesta a disparar una vez más antes de recargar.

Seis balas. Doce, si contaba las dos pistolas. Seis disparos dobles que había contado uno a uno, acostumbrada como estaba a administrar mis proyectiles, a saber cuándo era momento de para y decir basta.

Cuatro tiros iniciales, dos tiros finales. Fácil, sencillo y bastante obvio. Lo sabía, tenía que saberlo. Las había contado inconscientemente, como un gesto automático, como siempre solía hacer de forma casi instintiva.

Pero el instinto aquella vez falló, quizás abrumado por todo aquel dolor, por todos aquellos sentimientos que había reprimido durante tanto tiempo, por todo  aquello en lo que no me había permitido pensar y que ahora había salido a la superficie, desbordándome antes de que pudiera hacer nada por impedirlo.

No me di cuenta de mi error cuando me incorporé, saliendo de la cobertura para realizar aquel último disparo. Tampoco cuando encaré a aquel tipo, apuntándole con mis armas, ni cuando apreté el gatillo, dispuesta a darle una muerte rápida y seguir con lo mío.

Fue cuando noté aquella falta de resistencia, la que indicaba que no había un proyectil que golpear, que no había nada, más que aire en aquel cargador, cuando mi expresión se congeló y me di cuenta de mi vulnerabilidad.

No sé cuántos segundos pasaron, ni siquiera sé que pasó con total certeza. Sólo sé que noté aquella quemazón en el pecho, dejándome sin aliento, y que me vi caer, como si alguien me hubiera empujado hacia atrás. Lo siguiente que noté fue el dolor en mis músculos al golpear contra el suelo, y pude escuchar el sonido metálico de mis armas al caer junto a mi, en medio de todo aquel caos, ahora distorsionado que, de repente, se me antojaba lejano.

Notaba mi pecho subir y bajar, agitado, dolorido. Estaba asustada. ¿Qué había sido aquello? ¿Cómo era de grave? ¿Estaba viva? ¿Habría muerto ya, o estaría a punto de hacerlo? No podía saberlo. Sólo notaba aquel dolor, aquella quemazón y el calor de mi propia sangre que ahora parecía empapar mi ropa.

Habia fallado. Me había dejado llevar por la ira, y aquellas eran las consecuencias. Sin embargo, no estaba dispuesta a rendirme. Asi que, con el pulso tembloroso y la respiración entrecortada palpé en busca de más balas, en un intento por recargar al menos una de mis armas.

Si al menos tenía que morir, moriría matando.

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21/10/2018, 21:25
Euphemia Dracstone

Sonrió de medio lado, ya se había dado cuenta que irse no era opción viable pero pelear tampoco, seguía pensando que aquella batalla no era de ellos y que al contrario de lo que muchos, con gran orgullo, osaban decir, no eran soldados y carecían de honor, así que mandó a callar a Isabeau, sólo por costumbre y se quedó más atrás, apoyándose en su guadaña, con una postura de sumo aburrimiento y pensando en que podría dejar a todos esos remedos de soldados atrás, pues no tenía ni el más mínimo interés en sus destinos ni mucho menos en sus vidas, quizás a excepción de Aura, a la que necesitaba con vida si lo que quería era encontrar algo de información de su madre, pero siempre estaría Quitis, así que siendo objetivos, no le era tan necesaria. El otro que podría interesarle era Renall, pero si moría era un verdadero provecho para ella, pues no tendría que enfrentar lo que le hacia sentir. 

Los siguió observando, preguntándose porqué se habían hecho SeeD y no miembros de los ejércitos de sus países, y lo peor estaban dispuestos a pelear, aunque si era sincera consigo misma, ella también lo estaba, sólo para sobrevivir. Miró una vez más hacia atrás, la ruta por la que había llegado. Idiota, algo la había motivado llegar hasta ahí y no era precisamente los pensamientos que ahora se obligaba a tener. Blandió su guadaña, y se engañó diciendo que no había otra opción que pelear por su vida, aunque eso no significaba que se detuviera en algún momento a pensar en lo que pasaba con el resto, sino que había una intensión más abstracta que esa. Sonrió para sí, no deseaba ser como su abuelo. 

El combate no se hizo esperar, y pronto llegaría el primer ataque, una oleada de robots que buscaban arrasar un campamento, la dhampiro no pudo dejar de pensar que era un malgasto de recursos, pues, tantos magitec  no se justificaban para ese sitio amenos que fuese mucho más de lo que aparentaba. Maldita sea, se dijo, causarían un problema diplomático y tendrían problemas en el jardín. Odio a todos profundamente porque quedaría una mancha en su expediente, y eso sí le importaba. 

Los cascarones de metal y circuitos se apilaban y producían verdaderas trincheras en el avance del enemigo, que se agudizaron cuando se dio lugar a la respuesta por parte de los soldados. Sus compañeros también estaban actuando, pero cuando el cadente fue liberado y marcaría un punto a la resistencia. La dhampiro, por su parte, mantuvo aun la distancia pero la entrada en escena del gigante, hizo que ella se moviera más rápido y buscara un punto en alto, no lejos de aquella criatura y comenzó a lanzar rayos mágicos que impactaban en piernas y brazos del enemigo, disparó, con su brazo extendido, y con un sello de luz que se invocaba en su palma en donde salía disparado aquella magia que sus compañeros no habían visto usar tan abiertamente por la chica. 

La magia hacia que su cabello se agitara en medio del combate, hasta ese momento no había interés en combatir por parte de la dhampiro, pero el sonido de la guerra, de la destrucción mezclado con el aroma a sangre de sus propios aliados alentaron ese espíritu belicoso y violento de la dhampiro, que luego de haber gastado su magia casi por completo y tras haber inmovilizado a algunos magitec que fueron destruidos por la misma artillería. 

Pasó si lengua por sus labios y saltó de su resguardo para empezar el combate cuerpo a cuerpo, esos seres eran poderosos y de hecho sería más conveniente mantener la protección de los combatientes a distancia y proteger sus flancos, y precisamente eso haría la dhampiro, que se colocó justo en la linea del cadente y comenzó a acabar con cualquier Magetic que estuviera sobrepasando la línea creada por el mismo combate y embudo que generaba los cuerpos apilados del enemigo. La chica puso su pie adelante y la guadaña delante,  y la agitó en el aire, haciendo gala de su fuerza y de su velocidad, el primero de los golpes destruiría el cuello de una de las criaturas que cuya cabeza salió volando por los aires, sin embargo sería solo un golpe de suerte porque pronto los magitec comenzarían a cercarla, pues a pesar de estar en la misma línea de ataque del cadente, aun así la oleada de magitec era enorme. La joven retrocedió un poco ante el golpe de una de esas criaturas, debiendo cubrirse con su guadaña, la que empleó como escudo.

El Segundo ataque del cadente la lanzó por los aires haciendo que ella se girase en el aire antes de volver a caer sobre sus pies  y correr a toda velocidad contra su enemigo, su guadaña rozaba el suelo antes de ser levantada desde abajo y rasgar desde bajo hacia arriba el metal de aquella criatura. Sonrió antes de ser alcanzada por otra criatura que la derribó haciéndola rodar por el suelo. Molesta y adolorida la chica bebió una de las botellas para recuperar su magia y lanzó su magia a los pies de los dos magitec a los que volvería atacar, a cabo de ellos con dos cortes usando esa monstruosa velocidad que ya algunos habían visto. 

No notaba el dolor, sus ojos rojos y el frenesí de su propia naturaleza la hacían casi inmune al dolor, pero cuando volvió a blandir su guadaña para cortar las cabezas de una de esas criaturas, una terrible puntada la azotó desde el costado. Eran sus costillas. Tosió y debió dar un paso hacia atrás, haciendo una acrobacia para esquivar otro ataque y una ráfaga de balas que la tomó desprevenida... estaba en peligro pero no esperaba ayuda alguna. Nuevamente su mano derecha se extendió hacia el magitec que la atacaba, y del sello que aparecía en su palma, dos rayos congelantes fueron, uno a su pierna derecha y el otro a su arma...

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22/10/2018, 14:16
Eladamri Lorian

Las órdenes de Sasha eran claras, ayudar a Lucis y eso es lo que haría, sin previo aviso una marea de autómatas ingresó al campamento cayendo directos en la trampa de Zavala.

Este tipo es bueno, lo admito, convertir su tienda en un objetivo primario para hacerla volar por los aires, vaya loco. - pienso mientras el cadente hace acto de presencia repartiendo muerte por doquier.

Sin embargo, la aparición del cadente fue seguida por un conjunto de sonoras explosiones que me recordaron el estrépito que eschuché cuando fuimos derribados. No había duda alguna en mi, fueron sus armas.

Esos bastardos...- rezongo mientras afirmo el agarre de mi espada y veo a Darius saltar desde lo alto de la torre, la misma que segundos después fue alcanzada por otro proyectil enemigo.

Súbitamente algunos magitec lograron romper niestras líneas, el primero de ellos logró derribar a Aura, sin embargo, la ayuda de nuestros recientes aliados no tardó en llegar, por lo que me concentré en lo que mejor sabía hacer, blandir mi acero como si no hubiera un mañana.

Un magitec llegó derecho a mi, pobre bastardo no sabía lo que le esperaba y efectivamente fue así, pues dos segundos después, aquel autómata era alcanzado por el cuerpo de otro magitec que sabrían los dioses cómo carajos habría salido volando así.

La desaparición de mi enemigo de mi campo visual me hizo ver algo que hizo hervir mi sangre, Darius y su dragona rodeados de enemigos mientras Ruby abandonaba su cobertura para cubrir al ronso.

Ambos acabarían muertos si alguien no los ayudaba, por lo que abandoné mi posición y corrí hacia fuera de los parapetos, un magitec se abalanzó sobre mí.

Con un rápido movimiento me lo quite de encima proyectándolo sobre mi hombro, al tiempo que Ruby repartía plomo a mansalva sin buscar cobertura alguna o reponer su munición.

Maldita loca van a matarte. - rezongo mientras me abro paso hacia ella, justo en el instante que ella apunta hacia un enemigo y sus armas se silencian. No había tiempo para pensar, así que hice lo único que podía hacer, ponerme en medio y bloquear el ataque con mi acero mientras apartaba violentamente a Ruby del frente.

No sé si la patada que le di para sacarla de allí la había herido o no, pero al menos tendría tiempo para recuperarse, acto seguido, empujé al autómata con mi espalda y descargué mi acero sobre su cabeza, al tiempo que otro magitec me alcanzaba en el costado.

El dolor rompió mi concentración y perdí de vista a Darius, sin pensarlo dos veces recurri a la magia de sanación y trate de enfocarme de nuevo, sin embargo, me fue imposible localizar al ronso, lo que si vi fue a Euphemia volar por el aire.

El cadente era una fuerza de destrucción sin par, afortunadamente, una segunda ráfaga de artillería de Nifleheim terminó por derribarlo, llevándose en el proceso a varios magitec.

Mientras el cadente caía me apresuré en correr en auxilio de Euphemia despachando a dos magitec en el camino y recibiendo otra herida, esta vez en el brazo izquierdo, pero eso no me detendría, debía ponerla a salvo.

Con cada paso que daba hacia Euphemia, el frío iba en aumento, algo no iba bien, pero no podía detenerme a pensarlo, no ahora, pues era tiempo de actuar.

¡Euphemia resiste! - grito con todas mis fuerzas mientras apuñalo a otro magitec por la espalda.

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22/10/2018, 14:55
Director

De pronto lo sientes, una gran ola de frío empieza a emanar de tí, incluso tu puedes sentir como las vellosidades de tu cuerpo se erizan mientras todo a tu alrededor se cubre de escarcha, lo que ralentiza los movimientos de los magitec.

Sabes lo que está por pasar y sabes que no puedes controlarlo, aquella entidad que mora en ti está asomando su rostro, logras escuchar una voz en la lejanía que intenta darte ánimo, pero sabes que incluso esa persona será consumida por el frío si no lo detienes, la pregunta es, ¿Quieres detenerlo o no?

Notas de juego

Lanza supervvivencia con dificultad 13, tomas dado bajo porque no tienes rango. Esto nos va a servir como salvación de voluntad