Partida Rol por web

O este… pues está bien… ok déjame un momento – dijo la chica algo agobiada por la velocidad de las preguntas – me recuerdas un poco a Edi, bueno puedes ir a recepción a ver el registro para saber si ya publicaron los dormitorios , pero no te permitirán entrada  hasta después del acto de Bienvenida – se rasca un momento la cabeza como pensando – a tus cosas las puedes dejar en el área de maletas de la recepción ellos se encargaran e llevarlas al cuarto que te asignen, de hecho olvide decírselos… Porfa puedes darle la información al resto que llego contigo que ya se fueron?? – Coloco una cara un poco apenada por la petición – y disculpa nosotros tenemos reunión con el director – te toma de las mansos en señal de disculpas – nos vemos en un rato recuerden que el almuerzo se sirve de 1 a 3 puedes ir en el transcurso de todas esas horas, hasta luego y se aleja un poco. 

Hice el trayecto solo, ¿o venia alguien conmigo? No tenia ni idea. Desde que decidí mirar al frente estaba concentrado en no concentrarme en nada. Así que fui de los ultimos en bajarme. Paso lento y seguro, lento y seguro. La bolsa tinteniaba con la armadura cada vez que daba un paso. 

Tenia 10 minutos para ir al comedor. No entendi muy bien que linea era pero seguro el enorme Nurdalgen lo sabia. ¿Se comio a su padre? No, no, no. Era imposible. Pero algo enorme se comió. Viendo que el otro Mithra se alejaba apure el paso y lo seguí.

Luego de ver en el mapa de la recepción ves que dice Comedor line Amarilla. Miras al suelo y ves varias líneas que van en diferentes direcciones cuando te dispones a seguir la línea amarilla – Olle chico disculpa… Si tu espera un momento… ¡Nuevo es contigo! – solo hay te das cuenta que la cosa es contigo, al voltearte ves a un muchacho robusto de 1,90 mts mas o menos con uniformes de los cadetes y un estandarte de un perro de 3 cabezas – deja tus cosas aquí que todo estará en tu habitación cuando te sea asignado – asientes con la cabeza y entregas tus pertenencias, retomas tu camino hacia el comedor.

Ante la respuesta de la Aven quedo confundido y aturdido.

Al bajar antes de que se pueda alejar mucho la detengo y le digo. - No soy humano, soy un Al Bhed.  Mostrandole mis ojos. - Y creo que no me entendiste, eres la primera Aven que veo y tenia curiosidad de como lucían todos los de tu especie, hace unos años conocí a un Aven hombre y como era diferente a ti quería saber si era algo del sexo o algo más, perdón si te ofendí.  Agacho un poco la cabeza. - Nunca antes había salido de mi ciudad natal así que no tenia idea de como abordar a otras personas o razas. 

Luego de eso me dirijo a la recepción a ver la tabla informativa, anoto todo en mi portátil y me dirijo al comedor después de escuchar mi estomago rugir.

        - Muchas gracias amiga!  Trataré de avisar le a la mayoría que pueda alcanzar, pero donde esta la recepción?  -  Le respondió la Aven a Mary Linas cuando las alcanzó Aokishi y escucho Isabeu su respuesta, quedando un poco desconcertada, pero un momento después reaccionó y detuvo la chica por el hombro al joven Al Bhed para decirle:

       - Espera un momento guapo, yo no había conocido a uno de tu raza ... y como te dije hace rato ... yo como algunos de mi raza ... somos sumamente directos, poco sutiles y no nos andamos por las ramas ... yo tampoco se mucho de tacto ... pero tampoco me da pena decir lo que pienso o siento, si me permites escucha un mensaje que debo darles a todos y con gusto te alcanzaré en el comedor -   Le dijo la chica a Aokishi antes de acercarse a la guia con orejas de coneja para pedir un megáfono o algo similar para decir a los nuevos reclutas que aun no se hubiesen marchado:

       - Chicos les aviso que sus cosas las pueden dejar en el área de maletas de la recepción ellos se encargaran de llevarlas al cuarto que les asignen 

Suelto mis cosas y voy en dirección al comedor. Observo que hay un Mithra que se presentó como Blarr que sigue mis pasos de cerca. Le digo Vamos Blarr que se acaba la comida. ¿Por cierto? pregunto sin perder el ritmo siguiendo la línea amarilla ¿de qué clan eres?¿llegaste a conocer a Jadua u oíste hablar de ella?

Entrego mis cosas de forma maquinal, ya habia olvidado que seguia a Nurdalgen.

Está todo tan limpio. ¿Esto es lo que llaman tecnologia? 

Respingo al oir mi nombre. El mithra me hablaba mientras caminaba. De pronto senti que caminar se me hacia raro, pero no me paralice porque al parecer a mis piernas no se les habia olvidado como caminar. Bendita... ¿Memoria muscular? 

Recupere la compostura y enderecé los hombros.

-Del clan Shaynna. 

¿Quien era Jadua? ¿Abra conocido a mi papá? No, no. El viejo me dijo que no hablara de eso. 

-No.  

¿Es verdad que puedes comerte un jabali? No, no. Asi no se trata a las personas. 

-¿Comemos juntos? 

Apresuré el paso hasta ponerme a su altura. 

Me pegue un gran susto cuando el chico me abordo ya que iba absorto siguiendo la linea amarilla, concentrado en ella -¡UFF! ¡KUPOOOOO! no se preocupe ¡KUPO! vengo con lo puesto ¡KUPO! Una pregunta, kupo, ¿que significa el emblema del perro con las tres cabezas? ¡Kupo!- 

Del clan Shaynna! los más sabios de los clanes respondo a Blarr a la vez que mi rostro muestra respeto tenéis los mejores chamanes ¿no has oído hablar de Jadua? mi expresión ahora denota sorpresa ¿me estará mintiendo? Un placer compartir mesa con un Mithra pero no te lo comas todo jajaja

Me quedo unos segundos de más mirando el mapa en busca de una biblioteca (a pesar de que ahora mismo no podía ir) al verla sonrío sabiendo donde voy a pasar muchas horas. Me gire al escuchar a la persona detrás mía, asentí a sus palabras y rápidamente le deje mi mochila. Luego reanude mi camino al comedor.

Asiento energeticamente.

Los más geniales, aunque tampoco es que los haya visitado mucho. No pienso comerme su comida, es de mala educacion. Aunque si se puede comer un jabali entero, no dudo que pueda comerse él mí comida. 

Hay algo que me llama la atencion y se lo hago saber. 

-¿Quien es? -digo en referencia a Jadua. 

El brillo del espadón de Nurdalgen me alerta. 

¿Es un guerrero? Bueno, viene acá por algo. Tonto, tonto. ¿Sera de mala educación preguntar si sabe usarla? Me gustaria entrenar con alguien. Pero, ¿eso iba contra las reglas? 

Me quedo mirando hipnotizado viendo el espadón de Nurdalgen.

Entrenar habia sido mí vida hasta ahora. Es lo que sé hacer. Y necesitaba hacerlo. Aunque si no se puede...¡Un seed debe ser disciplinado! 

Mi rostro se pone serio cuando pregunta quien es Jadua era y es mi inspiración, fue quien consiguió unificar los clanes mithra y evitó que discutieran por banalidades como el territorio. ¿Entiendes la magnitud de lo que te digo? la unión hace la fuerza y ella consiguió unirnos de una forma que nadie más logró...pero a pesar de ser sabia y una gran guerrera y líder fue derrotada por un extranjero e hizo que los clanes mithra volvieran a su "división" de antaño toma una pausa y su rostro se ensombrece mientras dice Blarr apenas te conozco pero eres un mithra como yo, te pediría que me ayudaras a conseguir lo que Jadua consiguió, por eso estoy aquí

Finalmente llegaron al jardín, como era de esperar era un lugar bastante grande con toda clase de equipamiento, había personas por todas partes, tal y como dijo Renall le llamo también la atención las insignias de los estudiantes, asiente a sus palabras y dice:

Bueno, quien sabe, a lo mejor lo llevan porque entraron al mismo tiempo y son como la generación por así decirlo, ya nos enteraremos.

El autobús se detuvo y empezaron a bajar. Al parecer no podrían deambular por el jardín al menos por el momento, ya que tendrían que esperar a ser recibidos por el director, para ella eso no era demasiado problema. Algunas conversaciones se fueron dando mientras ella observaba todo a su alrededor, sin duda allí todo el mundo sabía que tenía que hacer y era bastante hábil, aquel sitio iba a ser un buen sitio. Fue en ese momento que algo la distrajo, la conversación entre la mujer alada y uno de los chicos, el cual pudo ver que era Albed, ella les mira de reojo, no le terminaba de gustar la forma en la que la chica hablaba y ya cuando alzo el vuelo y grito aquello se quedó bastante sorprendida, sin embargo, prefirió no decir nada, simplemente suspiro y paso caminando junto al Albed al que le dice:

¿Un Albed? Nunca había visto a nadie de los tuyos, tengo entendido que se os da muy bien la tecnología, un placer, mi nombre es Elisse Fennel

Le ofrece la mano como saludo para después decir:

¿Vamos al comedor?

Y seguir caminando para alcanzar a Renall que ya caminaba hacia el comedor y decirle:

Parece que aquí vamos a tener todos a muchos que superar ¿no?

Decía mientras indicaba con la mirada a todos los que estaban caminando por el patio

Vamos a comer, me muero de hambre

La muchacha asintió viendo aquel pequeñín de "dan ganas de achucharlo" le dijo que le llamaría Vlare, y la chica que se había presentado como Aura le preguntaba si era poeta, ante lo que Kain no pudo evitar reír negándolo, aunque alagada - ¿poeta? Que va, solo soy una amante de las palabras que se siente honrada por tu intención de ofrecerme un halago tan bello, para ser poeta debería por lo menos que rellenar mil libretas como la que llevo, y tan solo tengo unas 125 en casa, aun y así, gracias por el cumplido.

Finalmente y antes de dejar el vehículo, entristecida mientras se fijaba en la estatua y decía en voz baja, sin tiempo de apuntar dado que ya iban saliendo del autobús.

- los mismos posan en diferentes situaciones, con los mismos monstruos, ¿pensaron en la humillación que sentiría el alma del monstruo al verse como un objeto de decoración?

Poco despuës, les indicaron lo que venía, mientras las insignias abanderadas de otros de los distantes lucían a lo lejos - grados, ubicaciones, estilos, conocimientos, mil motivos pueden adornar el uniforme, pero ninguno a los nuevos hasta llegar al punto en el que los entreguen - una sonrisa curiosa le acompañó hasta que Edi salió corriendo, y aunque le costó reaccionar y tuvo tiempo de escuchar lo de las maletas, su rostro se vio turbado por el horror, abrió sus ojos con espanto y salió corriendo a dejar su equipaje y a revisar la terminal, para saber por que linea despegar sus pies del suelo.

Había tiempo, pero pensó, tal vez Edi se moría de hambre, y ella recordó que no le quedaba dinero para comida siquiera ¿que haría si el hambre del chico era tal que devoraba todo con el apetito de un agujero negro? Un pensamiento lógico no era, pero era mala con el hambre y arriesgarse no estaba en sus posibilidades.

Al escuchar la voz de Elisse intentando alcanzarme me detuve a esperarla.

-No tendría ser el mas fuerte si solo tuviera como rivales a gente de mi edad. Deja tu equipaje ahí ellos se encargaran de llevarlo todo a tu habitación -dije señalando (mostrando mi mano y los dos anillos que había en ella, con forma de dragón y el lobo) a el hombre de 1´90 que nos había hablado a los que nos habíamos adelantado- En este lugar parecemos enanos entre tantos que superan el metro ochenta y cinco.

Ohhh... esto... No sabes... - con una expresión extrañada – a claro eres nuevo… es el emblema de la casa cerberos una de las 4 a las que puedes ser asignado cuando inicias tus actividades en la academia – Se para con orgullo mostrando el estandarte de la casa a la que pertenece – desde hace mucho tiempo hemos tenido uno de los mejores equipos de Blitzbal del jardín de Lys y muchos de nuestros miembros pertenecen al equipo internacional del jardín – te mira y sonríe orgulloso 

La respuesta de Tempi en el autobús hace que piense un momento después de la conversación, sin darle ni quitarle la razón, aunque quien calla otorga, dicen. No obstante, supongo que ésta era la parte mala de ser una adolescente, me había quedado como atontada cuando Eduart se acercaba. Con todas mis horas de estudio, entrenamiento y demás, lo único que soy capaz de pensar al respecto de la escena es Malditas hormonas. Eso de muchacha de 14 en un centro educativo conociendo a un chico mayor suena demasiado cliché, no puedo caer en algo tan simple. Aunque estaría gracioso ver si había un equivalente Taru-Taru (en la medida de lo posible) a Kinneas... sería gracioso ver si a los chiquitines también les pasaba factura su cuerpo.

- Sí, son muy diferentes.. ¿Crees que lo de comerse gente...? -dejo caer, sin terminar la pregunta, aunque era evidente que me refería a si sería cierto o no.

Tenía la sospecha de que no, pero tampoco sería tan sumamente extraño tratándose de un Mithra. Daba algo de mal rollo.

- Igualmente, me alivia que no fuese lo que esperaba en cierto sentido... Ya sabes, mi madre. -explico, pues una de las cosas con las que mis padres habían insistido era con que algunas personas podían avasallarme demasiado sólo por eso, así que aunque no era necesario que ocultase nada, también era mejor no ir pregonando.

Por las Alas del Fénix, que pesados se ponían a veces, a ver cuándo empezaban a aceptar que ya no tengo ocho años.

- Quería mirar antes cómo se mueve ésta escuela... No se si los miembros de las distintas casas se juntarán entre sí o es algo que rara vez pasa. También quiero mirar otro par de cosas, pero bueno, supongo que son cosas que se pueden averiguar con algo de tiempo. -concluyo encogiéndome de hombros.

Era una mezcla de ilusión y curiosidad lo que me mantenía tan activa... Esta noche me iba a quedar frita enseguida, y lo sabía. Así pues, con todas mis pertenencias salvo el espadón guardadas de nuevo en la maleta, agradezco a la Aven la información con un gesto de la cabeza (dado que estaba volando y prefería no devolver el grito), y luego otro gesto a mi compañero hacia el interior para dejar la maleta donde debiera estar antes de ir al comedor. Este lugar era inmenso, era fácil que sobrepasase en mil veces el tamaño de mi pueblo. Era algo que me sobrecogía y entusiasmaba al mismo tiempo.

En el camino al comedor dado que Renall y Elisse estaban también de camino, aprovecho para decirle algo al mago rojo:

- Por cierto... Renall, ¿verdad? -comento, preguntando a pesar de estar segura de que se había presentado con tal nombre- No aspiro a ser la más fuerte, pero no te lo pienso poner fácil. -cerré una mano en un puño al frente, aunque el resto de mi cuerpo estaba más relajado, en un gesto de decisión por tanto, no de amenaza- Así que esfuérzate y vénceme algún día. -le dije a modo de motivación.

Wao, mí meta palidece ante la de él, eso es ser de verdad noble. Unir a todos los Mithra... Nunca es algo que me ha importado pero esa Jadua suena como alguien bastante importante. ¿Como la pudo derrotar un extranjero, en su propio territorio? ¿Era tan fuerte el extranjero? En todo caso, ¿no merece ser llevado a la justicia? 

Seguro mis ojos brillaban ante el discurso. 

-Un pueblo. Un clan... 

Iba a desenvainar mí espada y jurar apoyar la causa, pero mis pies me recordaron que estaba caminando y trastabilé. Me recompuse rapido y volvi a mi andar recto y marcial. 

-Ayudaré. ¿Amigos? - Le tiendo la mano al Mithra.

El extranjero aun me causaba curiosidad, pero habia vivido sin entender mucho de esa historia. No me haria daño ignorar más. Tenia más ganas de poder entrenar.  

Señalando a la espada digo - ¿Entrenas?

Los ojos se me agrandaron al oir sobre las cuatro casa -¡kupoooo! ¡Cuatro casas! KUPO Tengo que comprobar cual es la que más concuerda conmigo! Kupo! - de tal entusiasmo segui mi camino al comedor pero a tiempo de darme cuenta que no me habia despedido, volvi sobre mis pasos, hice una reverencia al chico y emprendi el vuelo hacia el comedor lo mas rapido posible ya que estaba ansioso por comenzar mi aventura