Partida Rol por web

Cantidad de comida que se presentaba ante mis ojos, pero yo tenia muy claro mi objetivo, lo buscaba con todos mis sentidos, las deliciosas nueces kupo, hacia una eternidad que no las tomaba y alli estaban al alcance de mi mano, cogi mi plato de nueces y no necesitaba postre ya que con las nueces me bastaba, me dirigi a la mesa de los "nuevos" y tome asiento - Oh por Anima ¡KUPO! Teneis que probar estas nueces estana riquisimas kupo - No entendia como a otras razas no le gustaban tanto como a la nuestra, era un manjar destinado a dioses - Pues yo basicamente me aliste ya que me habia quedado solo y unos seeds me habian salvado la vida¡Kupo! Decidi que podria probar a ver que tal ¡kupooo! 

Jote se puso tenso al ver que un grupo de gente lo observaba. Observó a las chicas acercarse y, al ver que se trataba de vieras, probablemente estudiantes debido a su vestimenta, se relajó un poco, aunque no completamente. Observó cómo se acercaban sin articular palabra. Vio que dos de ellas debían ser de familias importantes, una incluso hija de una matriarca y posible sucesora debido a sus adornadas orejas. Eso le hizo pensar en que él mismo lo había sido, aunque ahora que su tribu no existía... Se llevo una mano a sus piercings. Tal vez estaban fuera de lugar.

Fue precisamente la otra, la que no tenía distintivos, la que habló, siguiendo probablemente las indicaciones de las otras. El chico agradeció el trato de gente de su raza. La única viera que había visto hasta ahora había sido Mary y... bueno, ni se había fijado en él. Se había sentido algo decepcionado.

Jote se quedó callado, evaluando el saludo y a las tres chicas antes de responder. Trató de evitar que las lágrimas que asomaron a sus ojos aflorasen, no podía mostrarse débil. No tanto. Pero lo cierto era que deseaba echarse a llorar y dejar que aquellas chicas lo consolasen, como habían hecho las mujeres de su tribu antes. Hola. Dijo, extendiendo el brazo y saludándolas con respeto, incluso a las que no tenían distintivo de nobleza. Me llamo Jote Almasy, de la tribu Shom Al, de los Bosques del Este. Me detuve, titubeante. No sabía si la destrucción de nuestra tribu había llegado a oídos de las demás tribus, probablemente sí. Me escapé, sí. Bueno... me obligaron a escapar, mejor dicho. No me quedó otra opción.

Mi mirada fue al suelo, incapaz de sostenerla. Sentía vergüenza por haber escapado de aquella forma, aunque casi me hubiesen obligado a hacerlo, aunque no hubiese otra opción que morir. Había dejado a mi tribu a su suerte y no podía mentir. No sobre eso. 

Lo siento. Dije al fin, levantando la mirada y rezando a Tomberri porque mis ojos no se hubiesen humedecido demasiado. ¿Con quién tengo el placer de hablar? Pregunté, con la educación que me había enseñado mi tribu.

Si lo más probable es que así allá sido xq que un macho no esté en su tribu es algo muy extraño – una de ellas, la de los collares miro con algo de asco al escuchar que escapaste, pero la de más orejas adornadas estaba dubitativa como pensando un poco luego de escuchar el nombre de tu tribu – a mí me parece que es muy valiente, aunque… ese nombre me suena de algún lado – dijo la Viera que sostenía tu mano, cuando de la nada la Viera de orejas adornadas dio un salto paso entre las 2, te abrazo cayendo al piso contigo y entre sollozos de su parte logras escuchar – El príncipe perdido… Siento lo de tu gente… somos de las montañas del este su mensaje llego muy tarde… - mientras lloraba solo lograbas escuchar – lo siento… lo siento… - cuando las otras dos Vieras escucharon esto se arrodillaron sin decir nada.

Al ver alrededor esto llamo la atención de algunos que dejaron de hacer lo que hacían y se quedaron viéndolos incluso te fijaste como 2 chicos que jugaban cartas se te queda viendo uno mientras el otro aprovecha la distracción para ver que tenia en su mano, acto seguido se lamenta con expresión de derrotado.

Tal vez llegó primera por ir corriendo, pero cuando alcanzó a ver todo, quedó tan anonadada que los demás le alcanzaron e incluso se le adelantaron. No tuvo palabras para tal inmensidad, casi era como cumplir parte de su sueño, no iba a descubrir todo el mundo con entrar en aquel conjunto de salas, pero si gran parte de las comidas del mismo.

Tras una explicación que a la Velar le pareció injsta, todos fueron a coger sus bandejas, ella no fue excepción.

Con los ojos iluminados pasó primero por las carnes, era lo más robusto y de ese modo podría cargar sobre ella otras cosas, eran demasiadas las cosas que quería probar. Salvando con fuerza, tragaba dichos fluidos pensando bien en como cargar la banda. Colocó una costilla de bengal rodeando un trozo de lomo de bégimo, luego rellenó los huecos con las carnes troceadas más pequeñas, una bolita de mosquito, un trozo de ala de cocatoris, un tentáculo de globulus, y una pata de kedachiku; hubiera querido probar mas carnes pero el estómago tenía un límite, tocaba la sección vegetal, y allí tomó los adornos que bordearían la bandeja, un tentáculo molbol asado, un fragmento de ochú ahumado y tulipo frito, aunó a ello un poco de pescado, focarrol y foca mutante, y comenzaba a ver un plato alto, debería escoger bien los ingredientes restantes, pues serían los últimos que entrarían en su bandeja, cogió al ver a Aura algunas bayas y vegetales que tampoco había probado, o'ghomoro, y otras pensadas en principio para chocobos, que igualmente podían resultar deliciosas, unas verduras gyshal y unas nueces kupó de esas colocadas en huequecillos para que no rodaran.

La bandeja era desproporcionada, pero se sentía eufórica, al menos hasta que llegó a los postres y ver que no le cabía en la bandeja, aquel puzle de comida, era una interesante torre, con lágrimas en sus ojos pensando que solo podía escoger uno, se decanto por una natilla que estaba dentro de un platito, por un motivo simple, lo podía coger con la boca.

Cargó con todo hasta una mesa, y al ver el grupo, empujó una de las mesas cercanas para que todos pudieran estar juntos, emocionada y llena de adrenalina por su primera comida con posibles nuevas amistades. Tal vez su bandeja estrictamente ordenada para formar una torre, estuviera más llena que la de algunos Mithra, pero no era su culpa si las costillas de bengal o el lomo de bégimo se servía en raciones grandes, ella solo quería probar todo lo posible, y seguro que alguno de esos descomunales personajes agradecía un trozo de carne más, con poder saborear un poco a ella le bastaba.

Luego se fijó en que el moguri no había cogido postre y le miró con los ojos iluminados - Mogto porfis porfis porfis coge postre porfis porfis porfis - eso lo decía acercándose a él y restregando su mejilla en la mejilla del pequeño mientras abrazaba su cabecita - lo que sea menos una natilla porfis porfis porfis, estos seres no saben que los postres van en un estómago a parte - tras decir eso le miró con ojos de chocobito lloroso, suplicante de lograr probar algo más.

Al ver a Kain moviendo una de las mesas, le pregunto. - ¿Estará bien que se muevan las mesas?. - Miro a los lados en busca de alguien quién pueda responderme.

Kain que había escuchado atentamente las normas con la boca llena masticando un enorme pedazo de costilla de bengal asintió, si ninguna regla lo mencionaba, era porque debía estar bien, y la comida en compañía siempre sabía mejor. De estar mal, en otra ocasión lo agregarían a las reglas.

Si juntarse y hacer una reunión no estaba prohibido, porque la euforia de unir dos mesas lo estaría?

(Seguía mirando al moguri con ojos de chocobito).

Al meterme el primer pedazo de carne en la boca, bastante pequeño, me quedo un instante como paralizada mientras mastico muy lentamente al darme cuenta de algo. Cielos, si llega a estar mi madre aquí, me hubiera perseguido con el látigo por media casa. Bueno, no era literal, pero igual el capón hubiese sido fino. Termino de tragar el pedazo de carne tras masticar algo más rápido y entonces me levanto de la silla, haciendo una pequeña reverencia de disculpa.

- Perdón, ¿dónde están mis modales? -digo en primer lugar, quitándome después el mandoble de los hombros y dejándolo bajo mi silla, de tal manera que no moleste a nadie. Tras eso me levanto de nuevo y añado- Ahora sí, She'a Nassai... Que en élfico significa algo semejante a vuestro "buen provecho". -digo algo apurada por haberme olvidado de ello, mirando alrededor por un instante quizás por la turbación, y entonces sí sentándome de nuevo para seguir con la comida.

La conversación trataba sobre lo grande que era este lugar, a lo que respondo:

- Lo cierto es que es enorme, aunque hay muchos Seed y aspirantes de muchas razas distintas aquí. Es lo más grande que he visto, aunque no es sorprendente por lo poco que me he movido. Escuché que Balamb y Galbadia también son enormes, aunque me es difícil imaginar que sean mayores que este sitio. -quería visitar algún día el Jardín de Balamb... mi madre, por algún motivo, no me había permitido visitarlo aún.

Quizás simplemente porque se tomaba muy en serio su trabajo y no quería molestar al "abuelo" o a ningún otro Seed con mi presencia. O quizás cualquier otro motivo, qué importaba.

Asiento cuando el moguri dice que probemos las nueces kupó, sabía que volvían locos a los Moguri, así que ahora cuando fuese a por el postre pediría también coger una de las nueces kupó... aunque sabía que era probable que fuese algo bastante estúpido, muchas de las comidas estaban diferenciadas por un buen motivo, si bien probablemente no habría algo estrictamente letal para ninguna otra raza sin una buena advertencia delante.

No obstante, lo que ocupaba mi cabeza en ese momento era la pregunta de Tempi, a lo que contesté:

- Bueno, creo que ya conoces mi motivo, pero igualmente lo diré hacia todos. Me he criado entre historias de grandes héroes de bastantes razas, principalmente humanos y elfos... No aspiro a ser una heroína, pero viniendo a este lugar es como lograré convertirme en alguien lo suficientemente fuerte para poder proteger a mi familia o a mis amigos cuando haga falta. Después de eso, a lo que me lleve mi siguiente renacer, quién sabe. -me encogí ligeramente de hombros al decir eso último, reafirmando el hecho de que no tenía pensado ningún destino.

Igual podía sentar la cabeza, fuese o no con alguien, irme a conocer mundo, dedicarme a la enseñanza como mi madre... ¿Quién sabía?

-¿un postre? ¿kupo? por supuesto - No veia por que no iba a poder cogerle un postre, intente buscar uno que no fuese verde ni ninguna planta por si pudiera sentarle mal, ya que por su aspecto podria considarse canibalismo, cogi unos cupcakes que estaban decorado con caras de moguris, seguramente le resultaria gracioso y se los acerque.

Tras tragar, se levantó cogiendo el postre traído por el moguri, y comenzó a saltar feliz, dejándolo en la mesa y arrodillándose para agradecer el regalo con un beso en la frente al pequeño.

Al levantarse, agradeció el deseo de buen provecho de Aura, con una leve inclinación de cabeza colocando su mano derecha en el pecho - gracias, e igualmente - no acostumbraba a deseárselo a nadie puesto que habitualmente sus padres estaban ocupados y comía sola, pero no le haría ningún daño ofrecer ese simple comentario.

De nuevo sentada, aprovecho que Aura acababa de decir que esperaba más o menos, para decir la suya - en mi caso, poco sé de los Seeds, mi objetivo es conocer el mundo entero, todos los lugares, todas las razas, y todas las comidas no son excepción, ver colores que nadie más haya visto, oler desde fragancias hermosas hasta las más pestilentes, conocer conductas y procurar entenderlas, sentir miedo, pasión, ira, tristeza, alevosía, intriga, tal vez incluso descubrir algún sentimiento nuevo y desconocido, aprender idiomas y hacer en general mio el mundo y ser plenamente del mismo, tal vez así podré escuchar lo que el planeta que nos cuida tiene por decirme. Por ello necesitaré fuerza, resistencia, intuición y paciencia, estudiar mucho, jugar y disfrutar o sufrir todo lo que me rodea.

Expuesta su intención fue a probar el tentáculo molbol, con el que con cara sudorosa, hizo el mayor de sus esfuerzos por tragar - ya se,... Arf, otra cosa, are, arfff, que no, arf, me gusta,... - tenía más que decir de ello, pero salió sudorosa, aunque con una extraña sonrisa enferma, corriendo a los baños, tal vez ya conocía un sentimiento desconocido para muchos y no lo supiera, fue solo un minuto pero cuando volvió lo hizo con una sonrisa orgullosa - mmmm ahora probaré... - no se iba a detener hasta probar todo lo que cayera en sus manos, sin importar cuanto debiera sufrir para ello.

Algo en Jote se rompió cuando la viera de las orejas adornadas se abalanzó sobre él, llorando. Había aguantado todo este tiempo sin llorar la muerte y esclavitud de sus compañeras. Lo había guardado dentro, debajo de mantas de ira y ganas de venganza. Sin embargo, el haberlo contado a medias, el conocer a una viera que conocía lo que había pasado y, sobre todo, volver a sentir el abrazo reconfortante de una de los de su raza, fue demasiado.

Jote empezó a sollozar en los hombros de su vecina. Había oído hablar de su tribu, eran vecinos y tenían muy buenas relaciones. Se aferró a aquella cercanía con garras y dientes. Era lo único que quedaba. Ni siquiera fue consciente de la atención que estaba recibiendo por parte de los demás en el patio. Aquello no importaba. Solo los sentimientos de pérdida importaban, sentimientos que por fin conseguían salir a la superficie por culpa del abrazo o gracias a él.

Tras unos instantes, Jote suavizó el abrazo y se secó los ojos, tratando de disimularlo. Lo siento, yo... Debí haberme quedado allí, luchando. Me excusé una vez más, con la voz quebrada. Pero la matriarca, mi madre, me obligó a salir de allí. No sabía a donde ir, así que decidí venir aquí para volverme más fuerte y evitar que lo que pasó en mi tribu les pase a otras.

Se quedó en silencio, notando las miradas y movió la cabeza, provocando que su oreja derecha temblase involuntariamente. Bueno, dejemos el tema para otro momento menos público. ¿Qué hacéis vosotras aquí?

Mientras todos tomaban asiento y charlaban yo comía solo parando para levantar un momento la cabeza mientras masticaba. Todo sabía a las mil delicias nunca había comido nada tan bueno, quizás por que solía cocinar yo para mi y mis hermanos. Y antes de que todos se dieran cuenta yo ya había terminado (un plato tan lleno como el de los mithra). Me echo hacía atrás en el asiento.

-Yo estoy aquí para cumplir mi sueño y demostrar a todos que da igual como seas si no te rindes puedes conseguir lo que quieras. Por que todos me decían que no sería un buen mago que mejor fuera un guerrero -mire a nuestro alrededor- Aún queda mucho tiempo para la reunión con el Director y no tengo ni idea de que hacer. Elisse ¿que te apetece hacer?

- Al ver la respuesta de Kain, y no ver a nadie próximo que pueda responderme, me siento a un lado de Kain.

- A la pregunta de Tempi que la escuche en la mesa que estaba antes de moverme digo. -Yo no tengo una gran aspiración, solamente quiero conocer este vasto mundo, cada raza, lenguaje, ciudad, cada hermoso lugar que aun no haya sido visto por muchos, nuevas tecnologías y anotarlo todo en mi portátil, todas las experiencias que tenga y lo que vea. -Digo mientras veo directamente a la portátil con éxtasis.

         - Hola chicos! Ya esta tu maleta en la recepción Aokishi ...  Me llamo Isabeau ... Flambeau  ...  me puedo sentar con ustedes? -    Dijo la muchacha Evan tras entrar al comedor y acercarse a su mesa, tratando de no interrumpir la conversacción que allí se daba y después de haberse servido comida variada con fruta, ensalada, pescado, granos y algún postre, de manera que sea energético pero ligero y escuchó lo dicho por los últimos chicos ... cuando terminaron y se hizo un silencio la chica resñpiró hondo y dijo:

       - Frente a la tumba de mis padres yo les prometí desde niña que estarían orgullosos de mí, que lograría destacar entre los Seds para poder formar parte del grupo Alas Doradas entre los de mi raza y que ... acabaría con los fantasmas familiares ... -   En ese momento la chica se quedó mirando al horizonte, como si con su vista pudiese alcanzar algo que para el resto era invisible y terminó de decir:

       - Disculpen por favor la nostalgia ... pero que les parece a ustedees lo que han visto hasta ahora de este lugar? -  Pregunto la aven para cambiar el tema de la conversación de manera abrupta ante recuerdos un tanto incómodos para ella, as´pi como para continuar comiendo mientras que escucha la respuesta de los otros y evad miradas incómodas

- Por supuesto, siéntate. - Le digo a Isabeau mientras señalo el asiento de junto. 

- Después de la razón de la chica aven me quedo en silencio unos momentos mirando mi bandeja, sin nada que decir preferí el silencio.

- Este lugar me parece maravilloso, es enorme y al parecer tiene instalaciones para todo tipo de actividades, ya quiero tener mayor libertad, para explorarlas más ampliamente y a ti?. - Digo al saber que no tiene interés de tocar más  el otro tema.

Seguí comiendo sin decir nada escuchando las respuestas de los demás, la de Aura ya la sabía pero estaba realmente interesado en lo que el resto tenían que decir. Casi me había terminado la ensalada cuando se nos unió el albhed en la mesa que Vlare había movido, mamá me hubiera reñido por comer tan rápido, eso me recordó que tendría que encontrar la manera de comunicarme con mis padres ya que no tenía móvil.

El primero en contestar fue el pequeño moguri, estuve a punto de preguntarle a que se refería con "Cuando me quede solo", pero me contuve en el último momento y me limité a asentir.  Miré entonces a Aokishi y a Vlare sonriendo. - Vosotros lo que buscáis es uniros a una troupe.- Dije tras oír sus respuestas a mi pregunta. -Es la mejor manera de conocer mundo. ¡Y es muy divertido!

- Ey, no os vayáis todavía estamos conociéndonos.- Salté en cuanto escuché a Renall, yo era el primero que quería salir a explorar todas las posibilidades que nos ofrecía la academia, pero ya habría tiempo para eso. Entonces llegó la chica aven y se sentó, a lo que obviamente no puse objeción.

No quise seguir incidiendo en las palabras de Isabeu y simplemente respondí a su pregunta. - La verdad es que esto es increíble, se ve que les gusta hacer las cosas a lo grande.

Voy escuchando las respuestas de cada uno con tranquilidad. Cuando Kain expone lo que quiere hacer, para luego demostrar uno de los principales problemas de esas expectativas (a modo reducido, por suerte), me quedo mirándola mientras corre a buscar el baño y digo:

- Sin ánimos de ser mala, creo que habrá que vigilar o puede que se nos envenene. Sería una pena, parece bastante simpática.

Sonrío ligeramente ante el motivo de Renall. Parecía que no tenía un gran talento para la magia, por su afirmación, lo que podía ser un escollo si había escogido un camino de pura magia o, como me parecía más probable, alguno de los caminos híbridos, mago azul o mago rojo. Sería interesante averiguarlo.

Mi cara se torna un poco triste ante los motivos de Isabeau, y a pesar de que tanto Tempi como Aokishi habían permanecido callados, lo que sabía que era lo más sabio, respondo:

- Espero que logres tu objetivo, Isabeau. Si alguna vez necesitas una mano, no dudes en preguntarme. -quizás era un poco apresurado, aunque como tal no me hubiese comprometido a nada, pero debía de haber sido un duro golpe para ella quedarse sin sus padres a corta edad.

Aunque se desenvolvía bien al parecer, no había nadie por más fuerte que fuese que siempre pudiese cargar con todo por sí mismo.

- Sólo quedan unas horas para poder movernos más libremente por la academia. Aunque me puede la curiosidad por el sitio, pasaremos mucho tiempo aquí, así que le daré unas semanas para conocer todo. -comento por mi parte- Hoy hemos hecho un viaje de 18 horas, creo que me lo puedo tomar con tranquilidad. -concluyo con una sonrisa...

Aunque se notaba que no estaba tratando de engañarlos como tal, parecía más un intento de autoconvencerme que la realidad. Y ni yo me lo creía.

         - Como los demás seguramente quiero conocer bien todas las instalaciones, sin embargo la sala de tiro, los jardines y la biblioteca me agradará conocerlos y visitarlos con frecuencia, quien sabe ... tal vez eso del Blitz-no se que, ya veremos -  Le respondió Isabeau a Aokishi mientras que sonreía al escuchar las palabras de Aura y le diriji´po una mirada comprensiva asintiendo antes de responder le mintras se dio una pausa para beber un poco de lo que había elegido para comer con algo de jugo que tomo de una jarra:

       - Muchas gracias .... Aura, lo tendré en cuenta, en cuanto a lo de descansar me parece bastante lógico, prudente ... tal ves si fuera adulto estaría d eacuerdo ... pero a los 14 años tengo coruisidad de dar una vuelta en el cielo para reconocer todo el lugar, de preferencia en los jardines ... al aire libre  

- Después de terminar de comer abro mi portátil y digo. - De los lugares que podemos ir creo que podríamos pasarnos un rato en el patio central, o podríamos ir al estadio y ver si nos dejan jugar si esta vacío a esta hora, si les interesa, hace tiempo que no tengo un juego, había estado muy centrado en mis preparativos para venir aquí. - Los miro a todos esperando alguna otra opinión.

Blitzball, a Kain no le importaría jugar, nadaba bien, no necesitaba aguantar la respiración, ni utilizar respiradores, todo sería entrenar su resistencia para poder jugar todos los tiempos. De hecho siempre pensó que si tuviera más aguante, tal vez podría ser una buena jugadora. ¿Pero el campo estaría listo? ¿Podrían jugar? Normalmente según tenía entendido la esfera circular de agua se rellenaba poco antes del partido, y si bien ella tenía la suerte de jugar en pleno mar sin limitaciones, un estadio no era lo mismo.

La chica escuchaba a sus compañeros mientras comía, cuando le llegó el turno responde:

Pues yo vengo de Balamb como comente antes y mis padres son Seed, así que aunque vivíamos en la ciudad siempre he escuchado sus historias y un día decidí que podría intentarlo, así que como no me gusta nada que abusen de los que son más débiles y todo esto de los Seeds me llamaba la atención decidí ser una de ellos, digamos que continuo el negocio familiar por así decirlo.

Decía animadamente mientras escuchaba y observaba las historias de los demás. Estaba claro que cada uno tenía sus motivos y que todos motivaban a todos, eso era bueno, un grupo como aquel tan motivado sin duda sería una gran experiencia para ella. Despeus todos parecían querer hacer algo más antes de la reunión con el director. Ella les mira justo después de la pregunta de Renall y dice:

Pues a mí siempre me ha gustado mucho el aire libre, podríamos ver como es el patio central y así también nuestra futura ala dorada puede estirar las alas y ver un poco el cielo ¿no?

Decía mientras se ponía en pie con los platos y los utensilios en su bandeja perfectamente ordenados y se disponía a colocarlos en su sitio