Partida Rol por web

Gañanes de la Tierra Media

2. ¡LOS HOMBRES DE PACO!

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10/04/2018, 19:07
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas
Sólo para el director

A la Mela casi le dio un aire cuando escuchó a La Maite. La pobre Orejas no podía creer que toda la mala suerte se le juntara a la vez. Por que una cosa es sentirse miserable porque has perdido facultades y otra que, encima, se entere tu numesis, tu achinimiga, tu rival esa.

La Mela empezaba a plantearse si no habría llegado la hora de rezarle a otro vala que fuera algo más "receptivo". 

"Podría intentarlo con Yavanna, que pa los del pueblo, que son agricultores y ganaeros, pos es una buena opción"

Pero la Mela sabía que no era verdad, que ella no había hecho en su vía nada que no fuera cuidar enfermicos que morían y cotillear. Nunca alcanzaría con ningún vala, la sintonía que tenía con Námo.

-¡Maite! ¿Cómo tú por aqui? Te hacía yo en la plaza indagando quién iba más borracho o con quién andaban besuqueándose las muchachas pa contarlo a las comadres.- le respondió la Mela, dando a entender que sus cotilleos siempre eran de bajo nivel, solo chusmerío -Pos sí. Aquí andaba, rogándole a Mandos para que interceda por nuestro equipo, que si no van a acabar todos en sus estancias. Pero ahora que ya le he rezao lo que debía, casi que me voy a ir a ver si llego aún a tiempo de escuchar al pregonero anunciar los próximos eventos- haciendo como que golismeaba entre los heridos del carromato para distraer la atención de la Maite.

Si algo deseaba en ese momento la Mela, era perder de vista a la Maite. "¡Lo que me faltaba hoy! Tú, ¡Oh gran Mandos!, me quies poner a prueba hoy ¿eh?"

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10/04/2018, 19:11
Director

Notas de juego

Tira Avispao o Golismear.

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10/04/2018, 19:08
Éuhlogio Focín, el ovejero.

- Pos vaya con los artistas del copón, -opinó el ovejero al que le había entrao una extraña curiosidá por echarle un ojo a esos contratos.- que poca formalidá.

Esto lo tienen que saber los que los haigan contratao, pa que pa otro año se lo piensen mejor. Aquí lo que hay que hacé es depurá responsabilidades: a ver, Tapizao, désjame ver esos contratos, que seguro que ahí pone quién ha sío, que voy a ir a hablar con él.

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10/04/2018, 20:33
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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11/04/2018, 20:48
Lorelai Cantalapiedra, "La Pellegrina"

- Pos sí, aunque os digo yo que hemos apuntao hacia el artista equivocao. La culpa la va a tener el Ricky ese, y no los Orkos.

La Lore tenía mu claro que sus queríos Orkos no tenían na que ver y que el pitiminí pecho palomo pijo del elfo sí. Quizás era por el resquemor a la raza que la había hecho de menos siempre por ser aguá, pero le tenía claro, clarito.

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14/04/2018, 10:17
Pregonero

—¡¿Pos quién va ser, copón?! ¡Los darriba! ¿Qué carajo sabrán de dónde se han metío tos estos? ¡Lo que son es unos sinvrergüenzas y unos gandules! ¡Mí que andar de gambiteros por ahí! ¡Además, aquí lo que importa es dónde está la Puri!

—Y Rick Martel—añadió el guitarrista de la Númenor.

—Eso, el señor Martel tamién. Que pa eso es la estrella de las fiestas—asintió el Tapizao. Que los Orkos Negros se perdieran y no dieran su concierto no le importaba ni una miaja, pero que no firmaran era otra cosa.

El Tapizao le tendió el fajo de contratos al Ovejero.

—¡Ea! ¡Pa que veas que en los contratos no pone dónde tién que estar cuando se pierden! El año que viene seguro de que sí que lo ponen.

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15/04/2018, 10:20
Pregonero

— Oigh, chica, escuchar al pregonero. Ese. Si yo te contara del pregonero, ¡menúo es! Cucha, pues resulta que... —dijo la Maite. Y dijo algunas cosas más que no vién a cuento, que pa eso yo soy el pregonero y soy el que cuenta esta historia de lo que pasó en las fiestas de Nuestra Señora de Lothlorien dese año. ¡A ver si estamos a lo que estamos!

La setuación de la Orejas era en ese momento bastante delicá, porque tiniendo a la Casadera ahí delante, con el vello erizao por la sensibilidad de que estaba pasando algo, con el olfato carroñero de huargo, podía caer en las garras de la vrergüenza. Que en na y menos se cae uno del trono y a rey puesto, rey muerto, o algo asín, y la Maite no tardaría na en soltar por la plaza que «la Orejas, ay.. la Orejas, mu mal la vi el otro día, ¿eh? Que resulta que... bueno, yo no digo na, que no te digo na y te lo digo to». Y se empieza así y tié uno que irse al ensílio, abandonar Bree y to eso.

La Orejas le quitaba importancia a su barullo, desviando la atención y haciendo como si ná, ahí al lao del carromato de los tullíos. Y entre to el montón de cuerpos amontonaos de gente que gemía de dolores, oservó algo que le era familiar en un par de vítimas: la cara con el rístus de la agonía.

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16/04/2018, 21:03
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas
Sólo para el director

"¡Coñe con la Maite! ¡Que pesaica es! Si la hubieran mandao a la Montaña Solitaria habría dormido a Smaug y los enanos habrían podido entrar sin más"

Mientras la Maite le contaba a la Mela toas las cosas que a ella no le importaban na porque eran cotilleos desatualizaos, anticuraos,... vejestorios que la Orejas ya se sabía.

-¡Oigh! ¿Pero qué m'estas contando? Si eso ya lo sabía yo...- le respondió, por que si parecía que no la escuchaba, la Maite no iba a picar y si se hacía la sorprendida, la Maite iba a sospechar -Eso ya es mu viejo. Como no te enteres de algo más nuevo, no vas a tener a naide a la salida del rosario pa'scucharte-

Pero, mientras, la Mela estaba atenta a algo más importante. Allín mesmo había unos muerticos con cara la cara de la Japuta. Bueno, su cara no, pero casi que mu parecía.

La Orejas quería saber cómo habían llegao esos al carromato. Pero quería preguntarlo sin que la Maite notase que le interesaba eso en concreto.

-¡Oigh! La Dionisa... vaya cara se'laquedao. ¡Ja! Eso ha sido por montarselo con el Vitis en el pajar. S'abrá cogio una veranea de esas del seso.- Comentó señalando a una muertita con cara de ritus de ese. La Orejas sabía perfestamente que no era la Dionisa pero deseaba que la Maite quisiera apuntarse el tanto diciéndole quién era y que no s'abía muerto de la veranea. ¿Qué podía desear más la Maite que quitarle a ella la razón y demostrarle que sabía más? Mí'a que le jodía a la Orejas tener que hacer como que quedaba por debajo de la Maite, pero un buen cotilleo to' lo vale y la Maite llevaba aquí "ojo-visor" más tiempo que ella.

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18/04/2018, 08:48
Éuhlogio Focín, el ovejero.

El ovejero cogió el fajo de papeles que le daba el tapizao, y se predispuso a ponerse a juntar letras a ver si, en un rato, daba con lo que estaba buscando.

Pasó por toas las parrafadas -que había unas cuantas- perdiéndose entre el aspro lenguaje legal que se usa p'hacer los contratos. Amos, que le costaba lo suyo ir entendiendo lo que leía, pero, al menos, tenía un objetivo: encontrar a ver ande de entre to aquel follón de palabras ponía quién era el que había decidío traer a tol elenco de estrellas de la farándula, de las cuales, la mitá andaban en paradero desconocío.

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18/04/2018, 15:25
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

¡Pero muchacha, cómo no van a tener la culpa los Orkos! ¡Si son orcos, que tienen la culpa de to, copón! —respondió el enano mientras que el ovejero cogía los contratos. La verdad es que él no era mucho de leer, así que mejor que lo hiciese el humano, que los que cuidan ovejas son mucho de pensar y de aviarlas el hato.

Notas de juego

Poste más que nada para que sepáis que sigo vivo y eso...

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23/04/2018, 20:13
Pregonero

La Maite la Casadera tenía ante sí la oportunidad de meterle un gol por to la escuadra a la Orejas, darle el último picotazo como cuando Eowyn la Rubiasca le metió palmo de jierro al Señor de los Nazgül. Asín, con saña y muncho resquemor. ¿Por qué? ¡Pues porque podía de quitarle el gusto de acertar en algo!

Durante un istate, la Maite se pensó si guardase aquella premicia, pa contarla de espaldas a la Orejas, como deben contarse las cosas, en la plaza y el mercao. Pero tamién le picaba el eso de darla la puntilla ahí, en to la cara. El gusto de soltarle que sestaba equivocando, así en frío y sin cariño. ¿Qué hacer?

Pero la esperiencia de años de ser como se es la dijo que podía de hacer las dos cosas: darle la puntilla a la Orejas ahí y luego írsen a contalo, saboreando de antemano que la Orejas sabría que lo contaría y que andaría en amargura y muncho apuro de sí misma, hasta pa escondese en su casa y no salir en dos meses.

Así que sí, la dijo:

—¡Oooooghhh, ooogghh! ¡La Dionisa dice! ¡La Dionisa! ¡¿Pero qué Dionisa?! ¡¿Pero qué tiés tú, chica?! ¡¿Qué ta dao?! —gritaba bien alto pa que el gentío pudiese de escuchalo tó— ¡¿Que no ves que esa no es la Dionisa?! ¡Oooogh, oooogh! ¡OOOooOOOOGHH!

La gente miraba con estrañeza hacia el carromato de los heríos.

—¡La Dionisa, dice! ¡LA DIONISA! ¡¿Que no ves que es el Nefalí?! ¡El Neftalí! ¡El Carapija! Que menúa cara se lo ha quedao, ¡la virgen! De comer limones.

En efeto, era el Neftalí, el Carapija. El de la Marichu, Luz del Oeste, la del Atanasio el Cipotes, de los Toneleros de Chet. El Neftalí el Carapija era un prenda más brutaco que to, que tos los años se apuntaba a la cumpetición de cucaña porque lo gustaba de repartir tollinas y sopapos en general, pero que este año paíce que la había de tocado recebir lo suyo. En su cara así se veía, aunque era más cara de haber visto el horror de las profundidades de Utumno más que de recebir una paliza. Al ver que lo llamaban, el Neftalí quiso saludar, asín entre gemíos:

Ñññegh—dijo, baboseándose to de espuma sucia.

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23/04/2018, 20:35
Pregonero

El Eúhlogio agarró los papeles de los contratos, que por suerte pa él estaban escritos con tengwar pero en idioma oestron, como está mandao, y no con la palabrería élfica que se gastan en palacio. Que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa y no te digo na y te lo digo to.

Ca'papeluco tinía las clásulas típicas de to contrato por obras y servicios con personal esterno del ayuntamiento de Bree, como debe de ser. Normalmente, ca contrato lo firmaba el concejal o concejales que hubieran prupuesto al artista en cuestión. Que a veces no era fácil de deferenciar porque habían munchas X puestas, que en Bree no nos andamos con tontás y no hace falta saber de escribir muncho pa llevar el pueblo, que eso es de pijines de ciudá y aquí tamos con los pies en la tierra y la mano en la azada y cuidaíco con rírse de los brienses por leer lento o poner garabatos con dos palicos cruzaos que aquí tos nos conecemos y no necesitamos escrebir pa saber quién hace ca cosa y muncho cuidao con rírse.

Pero algunos sí saben de poner garabatos más bonicos y vistosicos que da gusto de verlos y nos da muncho orgullo de tenelos en Bree porque saber de escribir da muncho lustre pero cuidaíco de rírse de los brienses que no saben que acabas en el pilón bocabajo. Pero saber da lustre, pero no te rías, pero da lustre y por eso ahora tenemos el CP Reina Arwen, pa que los niños de Bree sepan mañana de escribir y poner garabatos.

De los que no ponían garabatos estaban sobre to los del grupo de sabios, gente de orden y fuerzas vivas de primera categoría a les que siempre se los prestaba atención porque sabían munchas cosas importantes y de sabio. Por ejemplo, el venerable Jorge, el cura de la iglesia de Nuestra Señora de Lothlorien, el mesmo que estaría sacando brillo al paso de Nuestra Señora que saldría esa noche si la Puri, la Retrasá, tinía a bien de aparecer y no retrasase muncho y hacer lo que sesperaba de ella. El venerable Jorge era un dunadan mistolobo con más años que Matusalén, que era un elfo de la Primera Edad que había vivío munchos años, que ahora que lo pienso es decir una tontá porque tos los elfos de la Primera Edad han vivío muncho y algunos más que Matusalén, como por ejemplo la Galadriel, el Círdan de los Puertos Grises, el señor Elrond o el tal Celeborn, el marío de la Galadriel, Nuestra Señora de Lothlorien, que nunca naide sacuerda dél por calzonazos.

En fin, a qué venía to esto. ¡Ah, sí! ¡Copón! Que el pastor taba mirando papeles. Pues eso, que en el contrato de los Orkos Negros y la Orquesta Númenor había firmao el venerable Jorge pa que venieran a Bree a tocar.

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25/04/2018, 22:50
Éuhlogio Focín, el ovejero.

El ovejero se quedó asín como un poco sorprendío cuando vio de quién era el garabato del responsable de traer pa las Fiestas a los dos grupos de música.

- Qué raro, -dijo en voz alta.- Aquí el que firma es el mosén. ¿Pa qué narices se mete el cura en fregaos musicales? Como no sea pa excomulgar a los Orkos Negros...

La cosa sonaba rara de cojones. ¿Qué habría impulsao al venerable Jorge a salirse de sus cosas de dar sermones, pa meterse a contratar grupos de esos de peludos que encima seguro que no iban a misa ni ná?

El Éuhlogio pensó que aquello tinía que tener una explicación. Dudó en si ir a ver al alcalde, pa que le explicase cómo había sío que el venerable Jorge habiese acabao siendo el encargao de elegir a los grupos de música, que seguro que el alcalde lo tinía que saber eso. Pero finalmente pensó que no, que era mejor ir diretamente al interesao.

- Yo me voy pa la iglesia, a ver si el cura sabe algo de tó este lío.

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29/04/2018, 11:19
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

—¡Eah, po vamos pa la Iglesia! Si a mí no me ha caido bien este hombre, que no me dejaba comulgar porque dicía que me bebía el vino. ¡Que nos explique qué trato tiene con los orcos, el sin vergüenza! —dijo el enano visiblemente enfadado. ¡Qué desfachatez, tratos con el enemigo, los orcos!

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29/04/2018, 12:18
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas
Sólo para el director

"Este s'a dopao" pensó la Mela. Por que eso de tomar sustancias pa' hacer todo mejor paece mu nuevo, pero toda la vida s'a habían lamío sapos, comío los frutos rojos del arbol del Ufrasio y fumao la hierba que crecía en la esquina las eras. Asín que en el pueblo sabían bien de las sustancias supositrópicas esas.

-M'ago vieja Maite. Pero no te refociles tan alegremente c'aun puedo dar guerra ¿ein?- La Mela no quería abandonar dócilmente por que si no la Maite iba a suspechar. -¡Ale! ¡Con dios! Que tendrás cosas c'acer. Yo voy a ver si me entero quién anda ganando la competición- que eso, no era cotilleo ni era na' pero la Mela quería, de una vez por toas librarse de la Maite

La Orejas quería estar a sus anchas pa' buscar alguien de la cuerda del Carapija, alguien a quien le importase y hubiera visto quién andaba tras d'el, dándole estopa o alguien que le quisiera mal y su hubiera alegrao.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dos tiradas. Una para librarme de la Maite. Otra para buscar alguien que me cotillee con quién anduvo (a palos o a buenas) el Carapija que le pudiera hacer eso.

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30/04/2018, 20:16
Pregonero

La Maite olió la sangre. La Orejas parecía un animal herío y moribundo y taba claro que quería escaquease y librase de la Maite. Y la Maite no se iba a dejar. Asín que no hizo caso del intento de espantá de la señá Mela y la siguió con atitú de asedio:

—¿Qué tiés, Mela, qué tiés? ¿Qué ta dao, Mela, qué tiés? Oighghghgggg ooigggh... tiés mala cara, ¿eh? ¿No estarás comiendo poco, Mela? ¿No? A tu edá hay que cuidarse, chica, que no estás pa munchos trotes ya, ¿eh? Y se nota, que tiés la cara como el señor Frodo cuando le picó la araña aquella. Es que la edá no perdona, Mela, y tú tiés ya... ¡o más! ¿Cuántos tiés, Mela? ¿Qué años tiés? Además... ¿qué es ese interés por la cumpetición? Desde cuándo, Mela, desde cuándo, si tú siempre has inorao los deportes. Además, que está claro que ganan los jobis de Entibo, ¡menúos son! ¡La que están liando este año! Asín tié la cara el Carapija.

La Orejas tenía a la Maite cacareándola en la oreja, confundiéndola la mientes y no dejándola de avanzar ni de pensar. Total, que así no tenía manera de tener suerte ni de enterase de na. Caminaba como confusa y a no muncha destancia vio que los monteros en práticas habían llegao al llano de Elanor. ¿Seguirían buscando a la Puri o ya vinían pa divertíse?

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30/04/2018, 20:20
Pregonero

—¿Veis como no tienen culpa de nada? Hasta el cura los quería traer—dijo la Lore, to ufana.

Pa la Lore era un caso mu claro. Los Orkos Negros tenían el meneplácido bemepla peneflaci que el venerable Jorge los había pedío y firmao. Si eso no era garantía de bondá y de ser buena gente, na podía de serlo, ¿no?

—¡El cura está obligao! ¡Chantaje! ¡Chantaje por algo!—exclamó el Chato, que llevaba un rato callao. El asunto lo veía negro y para él estaba claro que la única manera de que el cura de la iglesia de Nuestra Señora de Lothlorien hobiera accedío a contratar a una panda de melenudos que no traen na buen era el chantaje. Algo le estaban haciendo al venerable Jorge.

—¡Seguro! ¡Hay que hacer algo!—añadió, pa que tol mundo se enterara. Pitiflu, el palomo gordo que tenía agarrao al hombro confirmó que estaba de acuerdo estirando las patas y escupiendo un cagajón contra el suelo del ayuntamiento.

Asín que salieron de allí con otro destino. La tarde iba pasando y más pronto que tarde iban a tener poblemas si no encontraban a la Puri.

¡Que la Puri no tié na que ver con el cura ni con los Orkos Negros, copón!—se quejaba la Lore, que seguía a los otros.

La iglesia donde el venerable Jorge oficiaba estaba abajo de Bree, en en límite de la colina con el Camino Verde. Amos, pegá al llano de Elanor, donde en ese momento estaba montao to el jolgorio gordo de las cosas que no caben en las calles estrechicas de Bree: los cacharricos de montase, la tómbola, los ponis de choque, las cosas de más comer y más beber, la música y la cumpetición de cucaña a palo seco, que a esas horas ya estaba en pleno apogeo y ya desde lejos se podían de oír los gritos de las tollinas, los aplausos y los asombros.

Asín que bajaron para abajo por la colina hasta llegarse al llano, que estaba abarrotao de gentes.

—¡Y otra, y otra, y otra muñeca chochona!—cantaba el tombolero.

La casica del terror estaba mu conseguía, con la entrada igualica a la de Minas Morgul, la noria subía y bajaba y por laos golía a cosas de feria, que son to guarrerías de comer mu malas pa to pero que gustan muncho entre la juventú y total, que un día es un día y una paliza un rato.

No dieron ni una docena de pasos entre to el gentío que allá más palante vieron que estaba la señá Mela, la Orejas, vagando como perdía y con la Maite la Casadera pegá a ella, dándole la murga que tenía a la Orejas con una cara que era pa vela como tenía la cara la Orejas.

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02/05/2018, 17:09
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas
Sólo para el director

La Mela estaba ya más harta que el Samsagaz del Gollum y si hubiera tenido un Monte del Destino cerca, la Orejas hubiese tirado a la Maite a él.

-Estás mu pesada, Maite. Una buena cotilla no aburre a las ovejas y tú lo'stas haciendo- le dejó caer la Mela mientras resoplaba por los agujeros de la nariz.

Durante un segundo, la Orejas estuvo a puntico de decirle a la Maite que s'abía perdio la Puri. Porque la Orejas creía que ese cotilleo no era na jugoso. ¿Una adolescente desaparecía? Fijo que andaba en un pajar. Eso ni era cotilleo ni era na'. A la Mela le interesaba más lo de la Japuta.

Pero no. Porque antes se cortaba un dedo la Mela que darle un cotilleo, de gratis, a la Maite.

Asín que cuando vió a esos que hacían de monteros pensó que si se la largaba a ellos, igual la dejaba trabajar d'una vez.

-Maite. Te vas a ir pero ya porque me estás dando dolor de cabeza. O si no, el próximo día en los rezos al Mandos, le voy a dicir a toos que espiaste las jugadas de nuestros chicos de Bree y se las contaste a los de Entibo.-

Y la Orejas enfiló hacia la cuadrilla de nuevos monteros. Si la Maite se largaba, mejor. Y si no, con un poco de suerte el Ulogio podía achucharle el perro pastor ese ¿no?

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07/05/2018, 20:01
Éuhlogio Focín, el ovejero.

Mientras caminaba dende el ayuntamiento hacia la iglesia, el Éuhlogio iba pensando en lo complicá que era la labor ésta dinvistigador privao. Desde que se había involucrao en el asunto, llevaba más pasos y había dao más vueltas que en toa una jornada apacentando las ovejas en el monte. Y, al menos, esa faena daba sus frutos: unos animales hermosos y unos cordericos que daba gloria de verlos. Pero con esto de la invistigación, el único fruto questaba sacando era que ya se le estaban inchando los cojones de tanto ir de un lao pa otro.

En estas y otras más reflesiones parecías andaba el ovejero, que llegaron al llano de Elanor, con tó su bullicio. La iglesia quedaba justo al lao, sólo tinían que pasar pol medio de tol gentío dando algún que otro garrotazo p'acerse sitio si era necesario, y llegarían.

- Mu güenas, Siñá Mela. -la saludó cuando pasaon por su lao, con la curiosidá de saber si la cotilla mayor del pueblo habría conseguío más información ella sola sobre el caso la Japuta que toa la patrulla de monteros y el  Éuhlogio juntos.

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08/05/2018, 16:45
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

El Sinpán, ajeno a la Orejas, vio que el grupo se detenía. ¡Eso no podía ser!—. Amos copón, que tenemos que ir a explicarle al cura que porque hace tratos con los orcos. ¡Pararse aquí en medio, si no regalan na, no hace que sigamos!

Y tras sus sabias palabras, comenzó a andar hacia la iglesia. Si los demás no querían decir na al cura, él sí. Además, llevaba mucho sin beber, y en misa había vino.