Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Ejército Invisible.

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09/11/2009, 01:29
Naldar

La nueva escena hace que el explorador sonría. Al parece había llegado al lugar deseado, alcanzar una nueva meta. Cumplir objetivos, por esos pensamientos se movía el elfo. El enemigo podía estar asentado a escasa distancia, pero debía verlo con sus propios ojos. Sería en ese instante cuando podría enviar la misiva con el halcón de Derek.

Bien compañeros, parece que deberemos internarnos en el valle hasta averiguar si este es el lugar donde se reúne este peligroso ejército, aunque todo apunta a que sí. Debemos estas más atentos que nunca, ya que si están organizados pueden tener vigías por la zona.

Naldar da un paso adelante y luego vuelve a mirar a sus compañeros, para comprobar si están de acuerdo.

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10/11/2009, 17:41
Kandalian

Kandalian mira primero a Amnyin y luego a Naldar. 

Eso es peligroso hasta para un gnomo, amigo - dice el monje con cara preocupada. Que San Culthbert nos proteja.

Acto seguido el monje se dispone a seguir a los elfos en su descenso hacia el campamento. Sus sentidos se agudizan, alerta a cualquier sonido o movimiento.

 

Notas de juego

¿Tiro algo?

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11/11/2009, 00:45
Director

Naldar emprende el camino hacia la bajada que lleva al fondo del valle. Amnyin y Kandalian le siguen. Los pasos son sigilosos y muy prudentes, la situación se vuelve peliaguda. El suelo gana pendiente despacio primero y más rápido después. Pero lo que más preocupa a los tres compañeros son las voces...

Voces, gritos y rugidos se escuchan por doquier, cada vez más cercanos. La soledad del bosque no se corresponde con el estruendo. El ruido que podría causar un ejército.

Los sentidos de Kandalian disparan todas las alertas. Los gnomos tienen un talento especial para el ilusionismo, y el inquieto monje huele esta magia por doquier. Un discreto gritito del pequeño compañero hace detener a los otros dos, lo que ha visto Kandalian le ha hecho abrir la boca hasta un punto que parecía imposible.

Con la mano, el gnomo aconseja ocultarse justo cuando Amnyin y Naldar comparten su visión.

Los pasos lentos, ladera abajo, eran cautelosos y siempre acechaban el desierto fondo del valle. El terreno es algo más despejado que el bosque circundante, pero aún así parece muy poblado para un gran campamento, ahora que lo piensan. ¿O quizá no...? El descenso sigue y el valle ahí abajo siempre está igual de vacío. Hasta que de repente, al ritmo de sus pasos, la escena ante los ojos se transforma. La profunda ensenada ya no tiene árboles, es un enorme claro, y en él hay cientos de casetas y tiendas... centenares, miles de orcos, gnols, trasgos y otras criaturas desagradables. Los enemigos con armadura de combate y armas en mano hablan y discuten entre ellos con toda normalidad. A apenas cien yardas el enorme ejército, que dejaría pequeño al que asoló Asbrav, ruge y emprende su rutina sin que nadie se fije en los dos aturdidos exploradores.

Cuando Amnyin y Naldar retroceden, la visión desaparece de la misma manera que llegó. Una barrera parece delimitar la ilusión. Un círculo muy estrecho cubre al ejército malvado. El elfo y Amnyin se sumergen tras unos arbustos antes de que nadie pueda haberles visto. Kandalian ya hacía rato que ha tomado la precaución de ocultarse a toda vista, y se entretiene en pasar su cabeza repetidamente a un lado y otro de la barrera invisible, comprobando que el encantamiento no se destagasta por el uso.

- Tiradas (1)
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11/11/2009, 14:29
Kandalian

Wow! Ya lo decía mi tatarabuelo: -Vivir para ver!

El gnomo parafrasea a sus antepasados fascinado por la impresionante ilusión que oculta al ejército más grande que haya visto antes en su vida. La precaución da paso a la experimentación, y el monje tiene que hacer esfuerzos importantes para no lanzarse hacia el enemigo a preguntar quién es el artífice de tal magna obra, y solicitarle amablemente que le enseñe a hacerlo.

Por suerte, la prudencia vuelve a ocupar sus sentidos, y Kandalian se oculta de las miradas enemigas.

Vaya... un ejército invisible! Aunque parece que no lo es para tus halcones, Naldar...

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26/11/2009, 01:50
Naldar

El explorador parece comprender la situación bastante rápido, su cabeza encaja algunas piezas que hasta el momento no tenían lugar.

Parece que hallamos los que buscábamos, amigos. No hay tiempo que perder, avisaré a los caballeros. Estad atento a cualquier ruido-susurra el montaraz, observando a su alrededor y buscando desde donde llamar al halcón de Derek-. Deberíamos retroceder un poco, estamos demasiado cerca.

Un silbido aquí alertaría a todo el ejército...

Naldar deshace un trozo de camino para poder llamar al halcón, aunque presume que vendrán ambos. Aún habiéndose alejado, no cree oportuno silbar ya que casi seguro se acercaría alguna patrulla. El elfo extiende el brazo derecho y espera hasta que Stirk y el otro halcón están posados, para ponerse cada uno en un hombro. Luego saca uno de los mapas que guarda, marca con tinta la zona en la que se encuentran y con cuidado arranca la parte de mapa que no se necesita para comprender la ubicación. El arquero, por la parte de atrás escribe:

"Al descender el valle, un hechizo, al parece de invisibilidad, oculta todo el ejército. El qué atacó Asbrav se queda corto a su lado"

¡Espero que sepa volver a Asbrav!-exclama Naldar, aunque sin elevar demasiado la voz-. Pero ahora... ¿qué? ¿Volvemos o esperamos, compañeros? ¿Qué deberíamos hacer?

 

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26/11/2009, 16:34
Amnyin

Tras ver el halcón desaparecer en el horizonte boscoso, Amnyin responde a Naldar.

Creo que deberíamos esperar aquí. De lo contrario, si el ejército decidiera moverse antes de que lleguen los caballeros, podríamos perderlo.

En todo caso, el exótico compañero parece más cómodo a cierta distancia de las tropas ocultas.

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26/11/2009, 23:26
Kandalian

Las palabras pronunciadoas por el drow podrían haber sido las del mismísimo Kandalian.

Asiente dando a entender que está de acuerdo en esperar y vigilar los movimientos de este misterioso ejército.

A diferencia de Amnyin, el gnomo parece disfrutar de la cercanía del ejército.

Y es que el hechizo es absolutamente genial!

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03/12/2009, 03:14
Director

Las atenciones siguen largo rato fijas en el valle, en apariencia vacío, de donde viene el ruido y las voces que hablan en orco y otros idiomas aún más toscos. La realidad con la que se han topado los tres amigos resulta casi increible. El enorme ejército cuenta con una magia no menos poderosa que les oculta; un rival tan peligroso que no se pueden dejar de preguntar cómo pueden permitir los buenos dioses tal desequilibrio.

El halcón negro ha desaparecido rumbo Este y Stirk hace círculos en el aire, tras abandonar el hombro de Naldar. La decisión de quedarse bien cerca del enemigo, vigilándolo, parece clara, pero solo entonces viene a la mente de Kandalian y Amnyin el hecho de que los caballeros tardarán al menos dos días en llegar al valle, más lo que se demore el halcón en entregar el mensaje. Los ruidos y gritos, la presencia de las tropas - invisibles, pero intuidas - resulta una compañia desagradable. Los tres exploradores no pueden alejarse si quieren mantener controlada la fuerza enemiga, pero toda la zona que rodea el campamento estará atestada de batidores, y sería cuestión de tiempo que les encontraran. Tampoco existe la posibilidad de encontrar una cueva en medio del bosque, que además esté situada tan oportunamente.

Pero Naldar conoce este terreno, y está acostumbrado a vivir en bosques. Con mirada crítica, el elfo mira hacia la copa de los árboles, evaluando su seguridad y comodidad. Tal vez Amnyin y Kandalian nunca hayan pasado una noche en las ramas de un arbol, pero es evidente que en estos dos o tres días no tendrán muchas más opciones. Los tres ágiles compañeros no tendran demasiado problema para ascender por un tronco; todos recuerdan ahora a sus amigos que quedaron atrás y no pueden dejar de sonreir al imaginar al difunto Finrod tratando de subir a la copa de un abeto.

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03/12/2009, 15:00
Kandalian

El gnomo parece leer la mente del elfo y sacar las mismas conclusiones. Cuando observa que Naldar mira la copa de los árboles, una sonrisa amplia aparece en el rostro del gnomo y sus ojos chisporrotean de emoción!

Pocas cosas en estos momentos eran capaces de sacar al monje de su ensimismamiento para con la magia enemiga, pero la posibilidad de vivir en la copa de un árbol, es una de esas cosas.

Genial! Me encanta tu idea, dice el gnomo sin que Naldar siquiera se haya pronunciado al respecto. Siempre he querido saber cómo duerme un árbol!

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22/12/2009, 01:56
Amnyin

Amnyin sonríe, viendo al gnomo feliz con la idea.

Sin decir palabra, el oscuro ser se encarama con toda facilidad a la copa de un arbol cercano, imitando a Kandalian y Naldar.

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22/12/2009, 19:33
Director

La tarde cae y la noche se cierne sobre el bosque, convirtiendo el lugar en un silencioso pozo de sombras que, como saben los tres exploradores, contiene mucho más de lo que parece.

Ya no se oyen gritos ni órdenes. Posiblemente las voces provenieran de los alrededores de la zona hechizada, pues en el campamento del ejército reina un silencio que tiene que deber mucho a la magia. Pasado el crepúsculo, los orcos y trasgos no deben ser menos activos, pero sí más silenciosos, y sus centinelas sin duda recorren más terreno y están más dispersos.

La situación sobre el arbol apenas tiene tiempo de aburrir al inquieto gnomo. Unas pocas horas después de que se hayan ocultado, en medio de la noche, se empiezan a escuchar gritos orcos de alarma. En unos segundos, el espacio entre árboles se llena de poderosos caballos a la carga montados por caballeros con pesadas armaduras. Por todas partes se oyen gritos de "¡Cargad!". Los recién llegados, e innumerables caballeros parecen haber salido de la nada y se dirigen directamente hacia el centro del valle antes de que los tres batidores tengan tiempo de reaccionar. ¿Como pueden haber llegado tan pronto las fuerzas de Berfôska? y, sin embargo, no cabe duda de su identidad, pues se ven los mismos emblemas que portaban Derek y Diana, y en algún lugar les parece ver las anchas espaldas de Vanth y los ropajes negros de Arkaeron.

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22/12/2009, 21:32
Kandalian

Kandalian mira asombrado a sus compañeros como intenado decir: - os podéis creer lo que estamos viendo?

Los guerreros de Berfoska han llegado y cargan contra el enemigo. Entre la muchedumbre parecen estar Arkaeron y Vanth!

Kandalian piensa el próximo movimiento, pero desde luego tiene claro que se une al frente aliado.

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22/12/2009, 21:36
Kandalian
Sólo para el director

Notas de juego

Una pregunta jefe: ¿qué posibilidad hay de moverme tras Arkaeron o Vanth pero de árbol en árbol? Si ya se que es como las ardillas, pero es que no me apetece bajar al suelo. Y quiero moverme!!!

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23/12/2009, 17:12
Director

Notas de juego

Con tu puntuación en saltar, no seré yo quien le diga que no al gran Kandalian. Haz tres tiradas de Saltar Dif 20 y, si fallaras alguna, puedes arreglarlo usando un PD y con eso ya te moverías todo lo que quieras (porque hay una dote en un manual de habilidades que hace precisamente eso).

Eso sí, el valle es un gran claro, así que no podrás llegar hasta la batalla de arbol en arbol. En todo caso podrías acabar sobre el caballo de un jinete cualquiera, dejándote caer después de avanzar.

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23/12/2009, 21:15
Kandalian
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

Yahoooo!

Tú mismo. He fallado la última sacando un 1. Shit!

Esa rama se partió justo cuando tomaba impulso.

Dime si lo consigo y a qué precio si quieres que le describa la acción a Amnyin y Naldar.

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24/12/2009, 03:10
Director

Notas de juego

Pasadas los dos primeros saltos te alejas un trecho. Con el 1 caes, pero dada la situación te permito un TS de reflejos dificultad 22 para caer sobre uno de los caballos al galope y agarrarse a él, en lugar de caer al suelo. No es nada fácil, pero Kandalian con +9 a reflejos no lo tiene tan mal. Si fallaras esto... mejor tirar PD para lanzar 1d6 más y sumar, por que si no estarías tumbado en el suelo bajo un montón de cascos de caballo.

Describe a tu gusto

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24/12/2009, 18:08
Kandalian
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Ups. Estoy a 7 puntos.

Nada, al suelo.

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24/12/2009, 18:10
Kandalian

Kandalian desaparece entre las ramas. Cual ardilla, el gnomo decide desplazarse tras el ejército aliado a través de las copas de los árboles.

El movimiento coje por sorpresa a los compañeros, que pueden observar con deleite la habilidad del monje.

En una de sus últimas maniobras, una rama parece ceder al impulso de Kandalian. El gnomo se revuelve en el aire buscando asisrse a cualquier rama, pero desaparece tranco abajo hacia el suelo.

La situación no tendría mayores consecuencias de no ser porque cientos de équidos pasaban a golope tendido por el mismo suelo hacia el que Kandalian se dirigía sin remedio.

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26/12/2009, 18:32
Amnyin

Amnyin ve, desde lo alto de su arbol, al gnomo desaparecer, de salto en salto a otros árboles, primero, y entre los centenares de caballos después. La sorpresa le impide actuar con celeridad, pero probablemente ya haya visto lo suficiente del monje como para no preocuparse tanto como si le hubiera pasado a cualquier otro. Con sus blanquecinos ojos fijos en el ejército de caballeros a la carga, murmura:

¿Siempre hace eso?

El ser de piel oscura seguramente recuerda ahora al mismo Kandalian saltar de la muralla de Asbrav para caer encima de aquella enorme abominación de tres brazos.

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30/12/2009, 16:04
Director

Si Kandalian no precisara de toda su concentración para evitar las pezuñas que pisotean en torno a él, sin duda agradecería a los dioses su suerte. La habilidad del gnomo le ha permitido caer de pie e indemne, y gracias a eso logra evitar ser atropellado.

Los caballos pasan a su lado como flechas y los jinetes ni siquiera advierten la presencia del pequeño monje. Consciente de que no se encuentra en una posición sostenible, Kandalian se agarra a la cinta de la silla de una de las monturas, que lo arrastra volando hacia el centro del valle. Mientras da tumbos colgado del equino a la carga y se plantea importunar al caballero que lo cabalga para pedirle que modere su velocidad, Kandalian escucha la inconfundible voz de Arkaeron conjurando.