Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Peso del Destino.

Cargando editor
21/04/2008, 19:14
Director

La llanura queda tan desierta y silenciosa como cuando llegasteis, el sol en lo alto ha seguido su avance, la única señal de que el tiempo ha continuado su curso durante el enigmático pero revelador encuentro.

Con el risco enorme a vuestra espalda el paisaje se extiende tan amplio como las posibilidades. Asbrav queda lejos ya hacia el sur, la pista del importante grupo se enfría por momentos hacia el norte, Hluzvar tan solo a unas millas hacia el noroeste... y entre las cosas de Finrod, la carta lacrada con destinatario a Hagen de Berfôska.

Cargando editor
21/04/2008, 22:09
Finrod Magnuson

Finrod conoce los trabajos que todavia tiene por acabar, no es un irresponsable, pero sabe que solo es un hombre, y que no puede abarcarlo todo. Tiene que escoger un camino de los que se le presentan por delante. Sopesa las opciones y comprende que la mision que tiene mas urgencia es la de los viajeros, ya que cuanto mas tiempo pasa mas distancia hay entre ellos y el grupo que marcha hacia el noroeste, mientras que las ciudades de Asbrav y Berfôska no se moveran del sitio.

De acuerdo, confio en que la ciudad de Asbrav se mantenga segura hasta que podamos llegar hasta ella, y deseo que en Berfôska no necesiten la misiva con inminencia. Mi opinion es que marchemos los cuatro en pos de los viajeros sin perder mas tiempo, puesto que hacerlo de otra manera seria demasiado peligroso, la ultima division del grupo termino en desastre, Finrod se queda mirando a Orphen durante unos instantes esperando el asentimiento, y no podemos permitirnos perder a nadie mas en un grupo ya tan mermado.
Creo que lo primero que deberiamos hacer es acercarnos hasta Hluhzvar y preguntar por el grupo de viajeros, incluso aprovechar que estamos en una ciudad para intentar comprar monturas para todos si podemos, podria ser decisivo para recortar distancias.

Cargando editor
22/04/2008, 00:52
Orphen

Tengo que dar la razón, viajemos hasta la ciudad y conseguir monturas puede llegar a ser la diferencia entre llegar y no llegar...aunque dudo que encontremos por el tema de la guerra.

Que tal si nos ponemos en marcha, ahora, ya.

Cargando editor
22/04/2008, 13:08
Naldar

Es imposible seguir un rastro cabalgando. A menos que para entonces hayamos encontrado al grupo de viajeros creo que no servirían de mucho las monturas. Y mucho me temo que no será tan fácil. Voy al otro lado del risco a evaluar de nuevo las huellas ya que algunas parecían confusas. Creo que no queda mucho que hablar así que venid conmigo y partamos.

El elfo, cuando termina de hablar, empieza a caminar hacia donde estaban antes, a un paso lento para que sus compañeros le sigan hasta el rastro y desde allí emprender el seguimiento.

Cargando editor
22/04/2008, 18:25
Kandalian

El gnomo asiste silencioso y pensativo a los acontecimientos que se suceden con rapidez. Naldar parece poner siempre la puntilla, el "pero" a todo; pero todas esas observaciones solo le acrecentan como observador y excelente explorador.

Ciertamente a caballo no podemos seguir el rastro...

Animado no obstante por emprender camino, el gnomo dice:

Bien, sea como sea este primer tramo hemos de hacerlo a pie, así que será mejor que partamos ya en pos de los viajeros. Naldar, que tu olfato de explorador y tus habilidades de elfo nos lleven por el mejor y más rapido camino.

El gnomo sigue al elfo listo para caminar.

Cargando editor
23/04/2008, 00:45
Director
Sólo para el director
- Tiradas (5)
Cargando editor
23/04/2008, 01:19
Director
Sólo para el director
- Tiradas (3)
Cargando editor
23/04/2008, 01:23
Director
Sólo para el director
- Tiradas (4)
Cargando editor
23/04/2008, 01:41
Director
Sólo para el director
- Tiradas (5)
Cargando editor
23/04/2008, 01:53
Director

Aunque las huellas os resultan practicamente invisibles a los demás, Naldar las sigue con seguridad durante un buen trecho. Los dos humanos, incluso, necesitan la ayuda de la mágica montura de Finrod para mantener el ritmo del elfo y el gnomo que viajan mucho más ligeros. El elfo tan sólo duda una vez de su rumbo, pocas horas después de haber iniciado el camino, aunque sin perder demasiado tiempo volveis a avanzar y atravesais el camino que va desde Hluzhvar hasta el Bosque Extenso.
Sabeis que hoy habeis perdido parte del día así que aprovechais al máximo. Cuando la jornada normal de viaje acaba y seguís caminando los dos humanos empiezan ya a notar el cansancio, en las siguientes horas, primero Kandalian y después Naldar también dejan ver en sus rostros la fatiga. Sin embargo vuestros cuerpos os permiten aún continuar sin bajar el ritmo, tan solo Finrod debe parar un minuto ya muy avanzada la tarde pero recupera pronto el resuello volviendo a caminar al ritmo de los demás.

Anochece y seguís tras la pista, incluso cuando ya no hay señal del sol y la poca luna creciente entre las nubes no permite ver el suelo bajo vuestros pies. Orphen se ve obligado a bajar el ritmo por la escasez de luz pero durante este tramo parece ser el paladín el que más problemas tiene, tropezando con frecuencia y andando con bastante dificultad en la oscuridad, Kandalian y Naldar se mueven con la poca luz de la luna con la misma soltura con la que un humano se movería de día y ni siquiera en la penumbra el elfo pierde la pista aunque inevitablemente a él también le cuesta más distinguir las huellas por lo que su velocidad no es mayor que la de los humanos.

El sol empieza a asomar por el horizonte al este, en esa dirección debe estar ya la ciudad de Hluzhvar a media docena de millas como mucho, en este día no os habeis permitido ni un descanso. Orphen exhausto se sienta en el suelo, los demás no estais mucho mejor. Desearíais acampar y descansar pero aunque decidais que el tiempo no os lo permite al menos necesitais una breve parada para recuperar el aliento.

Cargando editor
23/04/2008, 02:16
Director

Todo un día siguiendo una misma pista te revela algunos detalles, la presencia de dos enanos en el grupo es indiscutible, dejan las pisadas y marcas más obvias. Unas huellas pequeñas, perfectamente podrían ser las de un gnomo, muy ligero, con poca carga. Las huellas de un elfo y de cuatro humanos, sutiles, gente acostumbrada a caminar al aire libre sin dejar señales obvias, aunque no están deliberadamente ocultas las marcas en todo caso estás seguro de que no son las hechas por guerreros con armadura pesada. Las huellas continúan en la misma direccion, pasan de largo la ciudad de Hluzhvar.

En este último trecho has podido ver algo más que reconocerías en cualquier lugar. Huellas de orcos. Anteriores a las del grupo que seguís, caóticas y desorganizadas, bastante frecuentes. Sabes como piensan esas criaturas y tu primera impresión es que debe haber un asentamiento orco no muy lejano. Hacia el norte, seguramente seguirás aún viendo sus pisadas durante un trecho.

Cargando editor
23/04/2008, 02:25
Director

Durante toda la jornada, Hasufel ha estado contigo ya que su ayuda sabes que es muy valiosa en estos casos. Pronto te distes cuenta de que las armaduras son vuestra mayor impedimenta, decidido a no retrasar al grupo Orphen y tú cargasteis a Hasufel con vuestras cotas y con algunos bultos.

Avanzada la tarde notas que no aguantas más, paras un instante. El poder de tu Dios te permite como tantas otras veces estar a la altura de las circunstancias, con un rezo silencioso la misma energía que es capaz de cerrar tus heridas restaura tu cuerpo y tu mente. Una noche de sueño es insustituible pero inmediatamente te levantas, mucho mejor dispuesto, y mantienes el ritmo de tus compañeros.

Cargando editor
23/04/2008, 02:34
Director

Desde luego parece que Naldar te está acostumbrando a los largos viajes a pie, el cansancio termina por hacer mella en ti aunque sigues siendo perfectamente capaz de seguir el ritmo. En todo caso sabes que tu entrenamiento poco a poco te enseña a dominar el cuerpo, tu mente lo es todo... un ligero esfuerzo de concentración y el cansancio desaparece tan rápido que te preguntas si llegó a estar ahi.
Te sientes tan fresco como recién levantado.

Notas de juego

El cansacio empieza (y se va haciendo peor) cuando fallas una tirada de CON en estos casos, recibes daño no letal por la fatiga. Tu aptitud Plenitud Corporal cura tanto el daño letal como el no letal, curado el daño no letal causado por la fatiga, dejas de estar fatigado.

En realidad no necesitabas usar la aptitud porque no llegaste a estar tan cansado como para reducir la marcha a diferencia de los humanos, te lo describo para que lo sepas y lo tengas en cuenta en adelante.
En los siguientes dias doy por supuesto que lo usas cuando el cansancio te vaya a hacer retrasar la marcha, no antes, asi ahorras curacion por si acaso y tiene mas sentido no usarlo hasta que el cansancio es muy importante. ;)

Cargando editor
23/04/2008, 02:44
Director

Pronto Finrod y tu os dais cuenta de que las armaduras son la principal impedimenta para mantener el ritmo de Naldar, siendo el tiempo determinante en esta búsqueda ambos os desembarazais de ellas y de algunos bultos más, dejándolos en la montura del paladín.

Al caer el sol te encuentras casi ciego, apenas con un tenue brillo de la luna entre las nubes. Un momento después de que empieces a encontrar dificultades por la falta de luz una presencia acude a tu mente, como otras veces sensaciones y palabras te asaltan y sabes perfectamente su fuente. La espada, en tu mano, te guía a través de la oscuridad indicándote mediante el vínculo que os une y precisas indicaciones dónde pisar.

Notas de juego

aunque tampoco te permite moverte con la misma soltura que si no estuvieras casi a oscuras supongo que disimulas para no parecer que te mueves de forma "sospechosamente agil".
Si haces otra cosa al respecto edito el post. Si quieres incluso pégame lo que te gustaria que dijera sobre tu forma de moverte si me equivoco en la suposicion.

Cargando editor
23/04/2008, 03:19
Director

Hluzhvar es una ciudad pequeña de un par de miles de habitantes quizá, situada cerca de una región que siempre ha sido conflictiva por la presencia de razas salvajes como orcos, gnols y trasgos. En la actualidad es muy probable que de zona "conflictiva" haya pasado a ser unas tierras muy peligrosas aunque en general las ciudades son una buena protección contra los humanoides salvajes desorganizados. No es probable que cuente con ejercito propio, la única ciudad conocida cerca con tropas propias y organizadas es Berfòska, sino algún tipo de guardia tan solo y leva en momentos de necesidad.
Tiene o ha tenido buenas relaciones, especialmente comerciales con la cercana ciudad del Bulborp.

- Tiradas (1)
Cargando editor
23/04/2008, 09:15
Orphen
Sólo para el director

Notas de juego

es perfecta... nada mas que añadir ;) mu currado

Cargando editor
23/04/2008, 12:02
Kandalian

Kandalian observa orgulloso la gran caminata que han hecho. Aristeo por un momento parece haberse quedado muy atrás, en la distancia y en el tiempo.

Observa a los humanos, agotados tras casi veinte horas caminando. El gnomo, aprovecha estos momentos de actividad monótona, como caminar sin descanso, para explorar su mente y pensar... Es en esos momentos, cuando caminar se hace algo automático, y no hay intercambio de palabras con los compañeros, cuando el gnomo explora su faceta de monje. A ratos llega casi a entrar en una especie de trance. Se concentra en el dolor y consigue a veces mitigarlo...

La jornada ha sido provechosa, piensa mientras se hidrata y espera acontecimientos. Los humanos, más cansados, tienen la palabra.

Cargando editor
23/04/2008, 18:31
Orphen

Bueno si tengo que hacer guardias me avisáis...yo me voy a dormir...ya. Orphen parece bastante cansado, su cara indica que esta bastante harto de andar.

Cargando editor
23/04/2008, 20:17
Naldar

Naldar estaba acostumbrado a recorrer largos trayectos casi sin descansar, se encontraba en su salsa. Además rastrear le hacía evadirse de las preocupaciones.
Estaría bien un descanso. ¿No? —pregunta el elfo, mirando primero a Orphen y sonriendo—. Tengo una idea. Si Hasufel, la montura de Finrod, me ofrece su ayuda podría llegar hasta Hlúzhvar y volver en poco tiempo. Así podríamos avisar a las otras ciudades del inminente asedio a Asbrav. ¿Qué me dices paladín? ¿Te importaría que Hasufel me ayudase?

El explorador sabe que encontrar a los viajeros es prioritario, pero sus compañeros necesitan un descanso así que puede aprovechar ese tiempo para ocuparse de la otra tarea: preparar una buena defensa en Asbrav y así defender a su gente.
Creo que ir yo solo hasta Hlúzhvar es la mejor opción. Aquí necesitáis alguien que pueda sanar si hay problemas —explica el montaraz, sabiendo que su amigo Finrod se ofrecería para la tarea de viajar hasta la ciudad— ¿Qué os parece? Puede que enviar mensajeros para avisar del ataque puede marcar la diferencia.

Cargando editor
23/04/2008, 20:44
Finrod Magnuson

El paladin escucha las palabras de Naldar y sonrie cuando le pide permiso para montar a Hasufel. Aun estando realmente cansado, Finrod no puede evitar ver ironia en la situacion.

Lo se, elfo, llevas tiempo deseando montar a Hasufel, y esta excusa es tan buena como cualquier otra para hacerlo. El humano enseña su sonrisa mas burlona mientras dices esto, para luego pasar a ponerse mas serio y solemne.

De acuerdo Naldar, tienes mi bendicion, pero no es la mas importante, no podras montar a Hasufel si no tienes su permiso, pues es un animal libre que me sirve por decision propia, como tambien es libre de decidir quien puede montarlo.

El paladin se acerca hasta su montura y le hace una serie de gestos y voces al caballo destinados a facilitar la monta al elfo.