Partida Rol por web

perdona? refiriéndose a las palabras del paladin.
creo que no eres nadie para decir lo que tenemos o no que hacer, aparte tu acción fue una irresponsabilidad a tus compañeros de viaje dejando desprotegido al mago, esperaba algo mas de conocimientos de alguien como tu, esta claro que tu cruzada estúpida te nubla el buen juicio.

El paladin escucha atentamente las palabras de Orphen manteniendo la calma y evitando la confrontacion y luego contesta.

No estoy aqui buscando disputas con mis compañeros. Lo que he dicho antes no era una amenaza, si no mas bien un aviso. La proxima vez que suceda esto no respetare ningun trato y el enemigo no saldra indemne. La proxima vez mi espada hablara por mi.
En lo que respecta a la defensa del mago, creo que he contribuido como el que mas eliminando a dos enemigos. He dicho.

Despues de concluir el paladin se da la vuelta y se aleja de Orphen, sin esperar otra respuesta y terminando la discusion.

El mago permanece en silencio observando la escena. Ante las palabras de Orphen el mago decide entrar en la conversacion
Perdona Finrod, pero Orphen tiene razón, dio su palabra y debe respetarla, como deberíamos hacer todos, incluso tu. Ademas si lo matamos a traición no seriamos mucho mejor que el. Sí deberíamos matarlo, no lo niego, pero Orphen hizo una promesa y debe cumplirla, si la próxima vez nadie promete nada, no veo razón para no matarlo, para ser sinceros preferiría que si tenemos que matarlo sea en una batalla "justa", con devolverle sus armas y matarlo seria suficiente, pero eso dependerá de la situación.

El paladin escucha como el mago tambien entra en la conversacion y le atiende pacientemente hasta que termina,entonces responde:
Tienes toda la razon mago, es por eso que en este caso he sido clemente y no he intervenido. Pero no puedo quedarme quieto de nuevo ante algo que esta en contra de mi codigo. Ademas , no deseo seguir discutiendo, todavia estoy herido y esto no me ayuda.

El gnomo está triste porque sabe que ha sido culpa suya que haya surgido esta conversación. En el fondo se siente mejor, porque ha actuado conforme a lo que le dice el corazón; pero por su acción ha divido al grupo.

Pobre Naldar. A saber qué le habrá ocurrido en el pasado. Me ha hablado con dureza y en parte con razón.

Se dirige al grupo, sacando una sonrisa infantil de sus labios y dice: siento mucho haber causado esta división en el grupo. No era mi propósito. De ahora en adelante cada cual será responsable de sus actos, y nada más...

Orphen da media vuelta y se retira en direccion a los cadaveres para examinarlos.

mientras se dirije a mirar si tienen algo que pueda ser util los cuerpos inertes de los gnolls pasa por el lado del semiorco...
como puedes ver, ese humano apenas acepta las cosas que no sean puras..cualquier criatura puede correr peligro a su lado, yo tendría cuidado de mi espalda mas por ese paladin que por un gnoll

cada uno de los cinco gnols tiene una pequeña gema de colores que puede valer algo de oro y 5 piezas de plata. Además uno de ellos tiene una pequeña daga. No encuentras nada más de interés.
Solo revisas los cinco del camino pues viste al elfo registrar los dos que mató entre los árboles.

Ves claramente los cadáveres poseidos por la mancha oscura que es la muerte y durante un instante dudas al tocarlos. Tras llevar a cabo estas acciones empiezas a notar como tu percepción va cambiando poco a poco que dejas de sentir esas extrañas auras. Todo vuelve a la normalidad y, aunque resultaba inquietante, en cierta medida echas de menos la extraña forma de percibir la muerte.

La noche es despejada, el cielo rebosa estrellas y la luna creciente ilumina el sendero. Se ha levantado algo de viento del Norte pero el tiempo sigue siendo bueno.

Después de las palabras del gnomo, Naldar reaccionó y eso apaciguó la llama. La discusión parece que había terminado y el elfo sin saber que decir pensó;

La noche nos ha envuelto, podría ser peligroso... Además tengo... tenemos que llegar pronto a Suzail...

Fijando luego la vista en el gnomo pero dirigiéndose a todo el grupo dice:
La noche nos ha envuelto, la luna nos muestra una nueva cara. Voy a buscar un lugar donde acampar... dice señalando con el dedo índice a un radio de terreno.

Luego se dirige hacia dónde había señalado.

Naldar encuentra un lugar abrigado y cubierto entre los riscos, se halla en parte oculto por lo que parece seguro y además es liso y despejado. No parece probable encontrar un lugar mejor por aquí cerca así que montais el campamento.
La cena resulta reconfortante gracias a la comida del enano.
Aunque la noche parece tranquila sabeis que es muy prudente hacer guardias durante la noche.

El elfo, estaba pensando en el combate y, sobretodo, en el gnoll que había huido... Después de eso vuelve en si, tras ulular algún ave cercana. Mira al resto del grupo y propone montar guardia;

Creo - dice Naldar mientras mira lentamente a cada uno - que deberíamos vigilar, nunca se sabe si puede haber algún peligro. Es imprescindible que montemos guardia. La solución más viable sería: primero tú Kandalian, luego el orc...-el elfo tose y piensa que no es momento de alargar más la situación- semiorco y por último yo cuando ya haya meditado mi tiempo necesario. Luego ya estaré yo el resto del rato hasta que despertéis. ¿Qué os parece?

a mi no me importa hacer guardias durante un par de horas si queréis así podéis dormir también los otros...o hacer guardias dobles.

un rato a solas tampoco me importa me dejara pensar un poco

El gnomo está ahora un poco más contento. Tras la opípara cena puede pensar con más tranquilidad y optimismo. Me parece bien el orden Naldar. Si alguien tiene algo que objetar, por mi no hay problemas.

Kandalian pilla un palo del suelo, saca una pequeña navaja de taller y se aparta del grupo a su lugar de vigía.

Ojos abiertos, oído atento y manos hábiles en el noble arte del tallaje, se me pasará el tiempo volando.

El mago busca un buen lugar para dormir y se acuesta.
Si queréis en lugar de hacer guardia el semiorco la puedo hacer yo, me vendría bien el tiempo para preparar mis conjuros
El nigromante permanece medio tumbado medio sentado a la espera de la respuesta de sus compañeros

Aunque como el semiorco parece bastante convencido de hacer la guardia:
Naldar despiertame un poco antes, necesitaria preparar algún conjuro
El mago busca un buen lugar para dormir y se acuesta. Dicho esto se da la vuelta y se duerme

Kaazard está de acuerdo con las guardias, se dispone a dormir su parte, aclarando al mago que prefiere hacerla él.
Todos os disponeis a descansar, el día ha sido duro y mañana os espera el camino.
Kandalian hace la primera guardia, sentado en una pequeña roca aparentemente tallando un trozo de madera permanece tan activo como todo el día.
Al menos no se quedará dormido, eso seguro.

Tu guardia se te pasa tranquila y, de hecho, rápida. No oyes ni ves nada sospechoso. Si algún grupo de bandidos más nos ha visto quizá les haya desanimado nuestro número y armas. Yo no mé enfrentaría a ese orco enorme sin una muy buena razón...
Cuando, por la posición de la luna intuyes que tu tiempo de guardia ha pasado despiertas a Kaazard, el semiorco, que te responde con un gruñido pero se despeja rápido y agarra su enorme espada.