Partida Rol por web

Historias de Horror I.

SA: 7- Las Salas en Ruinas.

Cargando editor
20/10/2018, 10:08
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

En el momento de máxima tensión previa al asalto, Enterrador se vio envuelto en una niebla de naturaleza mágica que le sustrajo del lugar cambiándolo por otra figura imposible de identificar después de haber perdido la memoria. Sebastián Moro había aprendido a guíarse por su instinto con la naturalidad con la que con el paso de los años y la pérdida de facultades propia de la ancianidad, había aprendido a confiar en su guardián y en sus ayudantes. Su instinto le decía que aquel hombre aparecido a las puertas de la muerte era alguien conocido y sin dudarlo avanzó todo lo rápido que le permitieron sus artríticas rodillas para agarrar el hilo de aquel último agónico aliento que brindaba la Señora de las Lápidas.  -Gracias Farasma, gracias mi Señora - murmuró mientras usaba la magia de la varita arrodillado junto al moribundo. Para Sebastián Moro estaba claro que ese hombre debería haber llegado muerto y que su Diosa había dilatado tomar su alma los instantes suficientes para que la varita pudiera salvarlo. Quizá deliraba, todo era posible, pero eso era lo que le decía su instinto.

Mientras se afanaba en retener al recién llegado en el lado de los vivos, oyó la voz de Tormento sobre los demás sonidos, clara como si fuese la voz de su consciencia. La voz de aquel hombre siempre destacaba sobre cualquier ruído y eso era evidencia de un prolongado y profundo vínculo que habían compartido por mucho que la pérdida de memoria les hubiera arrebatado los recuedos.

Solo quedamos nosotros

Sebastián Moro asintió al hacerse consciente de ello. Solo quedaban ellos dos y seguirían quedando hasta el final. Había visto a Anselmo tratar de resistirse al intercambio en vano y sabía positivamente que Tormento de Tinieblas tenía una fuerza de voluntad mucho mayor y conseguiría resistirse con tal de no dejarle solo. Sebastián Moro por su parte tampoco aceptaría separarse de su guardián. Conforme pasaban los días y a pesar de no haber recuperado los recuerdos y que no le agradaban la forma de pensar ni de ser de su guardian, se hacía evidente que él era mucho más que su guardián, era sus manos, simbolizaba en muchos sentidos la fuerza física que le permitía avanzar a pesar de su vejez. Sin Tormento, Sebastián Moro era un viejo débil y consumido, poco más que un lastre.

Por otro lado, la magia sanadora estaba haciendo su trabajo, la respiración del recién llegado se fue haciendo más estable y el pulso más firme. -Vivirá. ¿Le conocéis?¿Quién es? - El rostro del recién llegado se relajó al recibir la magia benefactora y Anciano Sabio se dió cuenta de que iba a quedarse dormido, así que le abofeteó para evitar que cayese en los dominios del Hombre Andrajoso, lo cual era doblemente peligroso puesto que no había sido advertido del peligro- Hey, no te duermas. Vamos, abre los ojos.

Cargando editor
20/10/2018, 13:56
(SA) Gheorghe Mykas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Y justo cuando estaban a punto de entrar a por los escupenieblas, otro cambio. Las nieblas, aunque estas eran de color purpúreo, se llevaron al señor Paddock para traer... A Querio Vandel. Eso era terriblemente malo. Por un lado, porque si el doctor se había visto envuelto en combate, al otro lado la cosa estaba peor de lo que cabía esperar. Y por el otro, porque el señor Vandel sería muchas cosas, pero desde luego no era un luchador. 

Aún así, había que salvarle la vida. Gheorghe se apresuró a intentar ayudar, aún a sabiendas de que sus mayores posibilidades estaban en la varita que sostenía el clérigo de Farasma. Por ello, procuró no interponerse entre él y el moribundo anciano.

-Es el doctor Querio Vandel, estudioso de lo oculto. 

Cargando editor
22/10/2018, 03:08
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Cuando nuestro plan ya está decidido y tenemos claro cual es la forma más efectiva de atacar a estos enemigos a la distancia, intentando así evitar la exposición directa a las nieblas amarillas que los oneirogen vomitan constantemente, me pongo en posición para lanzar mis conjuros de guía para quienes lanzarán los fuegos alquímicos.

Pero entonces, las nieblas amarillas aparecen por otro lado y Enterrador desaparece, dejando en su lugar a un moribundo Doctor Vandel. Avanzo todo lo rápido que puedo hacia él para intentar tratar sus heridas.

Veo que un hachazo le cruza el abdomen y en los márgenes de la herida, la carne ha sido quemada. Estupefacto, murmuro:

 - "Esto no es obra del Hombre Salpicadura"

Intento comprimir la herida pero veo que se ha estabilizado antes de que sea necesaria mayor intervención. Anciano Sabio comienza a usar su varita para sanarle y se encarga de devolver parte de su salud. Le veo y sé que no puedo hacer nada más pues no me queda ninguna capacidad curativa. 

Gheorghe habla de quien es y no creo que haya mucho más que agregar. Enterrador ya había visitado el otro lado, así que ya debían conocerlo. Solo lamento que un gran combatiente nos ha dejado justo en el momento en que más se le necesitará.

Cargando editor
22/10/2018, 11:40
(CC) Doctor Querio Vandel.

¡AAAAAAAAAH! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡AAAAH! ¡AH, AH, AH...!

Se retorció como una lombriz, con las muñecas sin levantar del suelo. Querio estaba inconsciente cuando las Brumas Amarillas se arremolinaron a su alrededor, así que cuando abrió los ojos estaba desorientado y sin reconocer dónde estaba.

¡Mi costado! ¡Me duele! ¡Me duele!

Se palpó notando la tela. No había sangre. No había corte. No notaba el tacto viscoso de la carne viva. Y aún así, le seguía doliendo.

Jajajaja... ¡Solo es mi lumbago! Jajaju... ¡El lumbago!

La varita de Anciano Sabio rozó a Querio una última vez. Se acordaba de él. El Doctor Vandel había estado en Briarstone cuando lucharon contra la Doctora Oathsday, así que la cara del monje le era familiar. Se mezclaba esa sensación con la de que los caminos de los dos vejestorios se habían cruzado en los tiempos del Profesor Lorrimor.

Pero quién de verdad le llamó la atención de entre todos los que le rodearon fue Gheorghe... Pobre, Gheorghe. Querio sentía lástima por él.

¡Jajajajaja!

Bueno, lástima no. A Querio aún le costaba centrar el hilo de sus pensamientos. Seguía perdido. Y tiró del hilo de lo que sabía, desmadejando lo que tenía pendiente decir.

Gheorghe... ¡Gheorghe! Escúchame, esto es importante... Jajajaja. Buscador de la Verdad, Gabriel Alarico, ha muerto en la mazmorra de Piedra Alzada. ¡Ha muerto, Gheorghe! La situación se ha complicado. Pero yo he cuidado de ti. Les dije a los demás que se llevasen el cadáver de Alarico. Aún hay esperanza. El experimento debe continuar. A través de ti sabré más de la naturaleza de las Brumas Amarillas. A través de ti conoceremos si la transposición sigue funcionando con los muertos... ¡JAJAJAJAJAJUJAJAJA...!

Cargando editor
22/10/2018, 18:19
(CC) Velkan Matacambiantes.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Sumido en la oscuridad tal y como estaba, acechante como un depredador de la noche, no quiso prestar demasiada atención a la aparición de Querio Vandel pues un movimiento en falso podría destruir el plan que tan cuidadosamente había construido el grupo. No pronunció palabra alguna sobre el intercambio pese a ser consciente de que les perjudicaba enormemente. Enterrador era un combatiente muy capaz mientras que el Doctor... era de los que se cortaban untando mantequilla en una reabanada de pan con un cuchillo romo. El salvaje apretó los dientes molesto pues las nieblas habían actuado justamente en el peor de los momentos. Necesitaban a Enterrador y sus armas para abrirse paso entre la humareda amarilla.

Cuando algunos se acercaron a atender al moribundo, Velkan se entretuvo mirando hacia la siguiente habitación temiendo que supieran de su presencia los enemigos y se lanzaran al ataque. Por fortuna nada de eso sucedió. Mientras el bárbaro sujetaba su hacha y se preparaba para el inminente conflicto, escuchó los delirantes gritos de Vandel que podían poner en peligro a todos. En ese momento miró al grupo esperando que silenciaran al anciano demente.

Cargando editor
23/10/2018, 16:13
(SA) Tormento de Tinieblas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

No miró atrás mientras Anciano Sabio gastaba sus preciadas curaciones en el recién llegado cuyos gritos demenciales amenazaban con despertar a los durmientes quién sabía con qué consecuencias. Sigiloso y ocultándose en las sombras, el mortificador avanzó entre los escombros hasta situarse en el límite de la niebla. Su densidad variaba y parecía que allí donde era más liviana, sus efectos se disipaban.

Paso a paso, avanzó con la firmeza y la invisibilidad propia de la muerte. Se detuvo. Evaluó. Sí, era la distancia óptima para no desvelar su presencia, garantizando siquiera mínimamente el factor sorpresa. Sopesó la redoma en su mano y entonó una silenciosa plegaria en favor de Enterrador y su regalo y otra a Pharasma para que guiara su mano.

La redoma voló y el tiempo pareció detenerse en su curso. Una macabra sonrisa se dibujó en las duras facciones de Tormento que al mismo tiempo alzó una mano a cualquiera que estuviera tras él para que no revelara su posición y se mantuviera absolutamente quieto. Mucho debía equivocarse o...

Cargando editor
23/10/2018, 16:44
(SA) Gheorghe Mykas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Gheorghe torció el gesto ante las palabras del doctor Vandel, que solo confirmaban lo que él ya sabía y había manifestado al resto... A pesar de que no le creyeran. 

-Cálmese, doctor Vandel... Lo sé. Sé que el pobre Gabriel cayó para no volverse a levantar allí donde yo fui derrotado. Ahora me hayo atrapado en este lugar, como cualquiera que pierda a su contraparte del otro lado. 

Y puede que hubiera seguido con la charla, pero por un lado se requería sigilo... Y por otro, las nieblas arrebataron súbitamente a Anciano Sabio, para dejar a un moribundo Konrad. 

"Anciano Sabio... ¡La varita!" pensó con amargura. No debería habérsela quedado el anciano sacerdote, en retrospectiva. De todos los presentes, el paladín era el único que tenía garantizado no ser desplazado al otro lado. Y ahora Konrad se moriría si nadie hacía nada. 

Cargando editor
24/10/2018, 09:42
(SA) Tormento de Tinieblas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Y la voluntad de Pharasma se cumplió. La redoma acertó de pleno en el cuerpo del durmiente que despertó bruscamente convertido en una antorcha humana. Las llamas ardían con virulencia y el olor de la carne y la grasa quemadas pronto se extendió llenándolo todo.

En aquel punto vio a Velkan acercarse sigilosamente a su lado y detenerse. Era hora de tener paciencia. Le hizo señales para que guardara silencio y permaneciera inmóvil, no desvelando su posición, al tiempo que el propio Tormento se acuclillaba.

Cargando editor
25/10/2018, 14:27
(SA) Tormento de Tinieblas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Y las llamas se consumieron y consumieron a aquel esperpéntico ser que pese al sufrimiento que el fuego debía imponerle, buscaba ciego a Tormento, tratando de acabar con él de mediar la ocasión. Piel y grasa humeaban. La boca cuarteada dejaba asomar la blanca dentadura entre los renegridos labios, mientras seguía vomitando la infame niebla.

El mortificador ignoraba cuánta vida le restaría al carbonizado engendro, pero no era hora de confiarse. A él le correspondía acabar con el trabajo iniciado. Hizo una señal a Velkan para que atacara al segundo Oneirogen al tiempo que el se disponía a hacer lo propio con su enemigo inicial. Una nueva plegaria dirigida a Pharasma, brotó silenciosa de sus labios, para que le asistiera en sus golpes.

Cargando editor
26/10/2018, 18:19
(CC) Konrad Mykephoros.

Quería gritar pero no podía. Corría y corría huyendo de la desagradable risa y, para una vez que quería que la Bestia tomase el control, ésta no estaba. No sentía su constante presencia y eso, por extraño que pareciese, lo asustaba aún más. ¿Hacía cuánto tiempo que no se encontraba a solas? ¡Ah, la soledad, qué puñetera!

El candor en el pecho empezó como un simple chasquido, como cuando Gruñido encendía un fuego en una de las famosas acampadas del Clan de la Gorra Roja. Y al igual que la chispa enciende la leña cuidadosamente colocada, así el líquido curativo fue encendiendo de nuevo la vida y la consciencia del noble.

-¡Jódete!Cabronaz...¡cof, cof!- Esas fueron sus primeras palabras al abrir los ojos. No es que fuera un ingrato sino que iban dirigidas a aquella tenebrosa presencia que lo perseguía.- He...he escapado.- Dijo aún sin lograr perfilar a las formas que se agolpaban alrededor de él. Al primero que reconoció fue a su hermanastro y la visión volvió a nublársele, esta vez por las lágrimas que caían de sus ojos.- Gheorghe hermano, has vuelto.- Y se abalanzó para abrazar a su hermanastro entre sollozos sin pensar que fuera él quien había atravesado las nieblas amarillas.- ¡Aaaargh!- A medida que recobraba la consciencia recuperaba los sentidos y con ellos venía el dolor. No tardó mucho en darse cuenta de que algo no iba bien.

- Janos, Vandel...estáis bien, ¡aaay!- Entonces Janos le ofrecía una poción y el noble recordó que estaba luchando contra el temible esqueleto de fuego.- ¿Donde está...dónde estoy? ¡Oh, no!No me digáis que...no, por favor, yo no quiero...- Se había librado todo el tiempo de ser trasladado por las brumas al otro lado. Incluso se había creído inmunes a ellas. Él y Gruñido, por alguna razón, eran impermeables a ellas. Quizá la Bestia era un tapón, una barrera.

Ni siquiera sirves para eso.

Cargando editor
26/10/2018, 18:44
(SA) Gheorghe Mykas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Por fin, Konrad volvió de entre los muertos, tras casi medio minuto agónico, sensación reforzada por el combate que transcurría no mucho más lejos, y al que Gheorghe debería estar atendiendo. Por eso, a pesar de su notable alivio, cuando su hermanastro quiso abrazarle, Gheorghe le detuvo, con firmeza pero sin brusquedad.

-Ahora no, Konrad. Debo ayudar al resto, habrá tiempo para explicaciones después-y con esas palabras, se puso en pie. Los escupe-niebla debían ser destruidos.

Cargando editor
27/10/2018, 03:40
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El Doctor Vandel se recupera con las atenciones que Anciano Sabio le brinda, con su escándalo habitual, pero vivo. Sonrío aliviado de saber que sigue entre nosotros. Me pongo de pie, listo para continuar con un plan que ahora está mucho más mermado ya que no contamos con la fuerza y pericia de Enterrador. 

Me preparo para poner en marcha lo poco que nos queda del plan, cuando las nieblas amarillas aparecen nuevamente. Ahora, como si tuviesen voluntad y entendiesen nuestros planes, se llevan a Anciano Sabio, quien debía usar su poder para dañar a los enemigos de la forma más óptima con la que contamos, para dejar en su lugar a un malherido Konrad.

Sin dudarlo, me acerco todo lo rápido que puedo a él y dejo caer mi cimitarra para comenzar a atenderlo. Extrañamente, parece querer morir pero no conseguirlo. Entiendo de inmediato que necesita más que los vendajes que soy capaz de brindarle. Busco en sus cosas hasta que encuentro un par de pociones que reconozco como pociones de curación. Destapo una y se la doy de beber. El Doctor Vandel hace lo mismo y a los pocos segundos, Konrad abre los ojos:

 - "¡Por Sarenrae! ¿Que está sucediendo al otro lado?"

No sé qué es lo que ocurrirá pero solo un enemigo terrible puede ser capaz de enviar a dos de mis compañeros al borde de la muerte de la forma en que ambos han llegado.

Pero entonces escucho un estallido y por la iluminación entiendo que el ataque comenzado con fuego del alquimista ha comenzado.

"Mis compañeros necesitan ayuda y no puedo entretenerme aquí si no tengo nada más que ofrecer."

Le entrego la poción a Konrad y recojo mi cimitarra mientras me pongo de pie. Miro a aquella habitación llena de nieblas, sabiendo que no puedo posponer más el entrar en batalla. Velkan y Tormento están ahí dentro y no puedo permitir que caigan luchando solo porque el grupo se dejó distraer.

Cargando editor
27/10/2018, 21:29
(SA) Tormento de Tinieblas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Se escabulló en la niebla como una rata por las alcantarillas y la fortísima patada de Tormento silbó en el aire sin hallar nada contra lo que impactar. Gruñó por la frustración, pero siguió buscando en la niebla a su enemigo. Alcanzó a ver a Velkan y cómo caía al suelo, víctima del sueño provocado por la niebla. Unos golpes procedentes de la nada le cruzaron la cara de forma humillante. Reaccionó con un nuevo ataque que acabó por quebrar el cuello del primer Oneirogen, cuyo hedor a carne carbonizada lo impregnaba todo.

Cada vez más cansado, sus golpes sefueron perdiendo en el aire, carentes de fuerza y eficacia. Sin Velkan activo y con dos enemigos al frente, el mortificador se dispuso a vender cara su alma, mas pudo oir a sus compañeros en la retaguardia, listos para sumarse a la refriega.

-Velkan ha caído en el sueño del Hombre Andrajoso. ¡Sacadlo de la niebla!

Cargando editor
28/10/2018, 20:56
(CC) Velkan Matacambiantes.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Los enemigos estaban al frente y debían combatirlos. Con ese pensamiento en su mente el bárbaro del clan Gorra Roja se lanzó al combate tras el monje. Los enemigos eran peligrosos más que por su poder por aquellas terribles nieblas. Ya había experimentado los horribles sueños a los que podían someterle y los temía pero no había opción. En el otro lado sus compañeros iban cayendo unos tras otros sin remedio. Debía combatir allí antes de que las nieblas le reclamaran al otro lugar.

El combate no tardó en empezar y Velkan pudo herir con seriedad a uno de sus enemigos pero poco más pudo hacer tras eso pues la niebla amarilla le rodeó y no pudo hacer nada contra ella. Respiró aquella neblina mágica e inmediatamente cayó al suelo sumido en un profundo sueño oscuro que le transportó a otro lugar, todavía más peligroso.

Cargando editor
29/10/2018, 11:17
(SA) Gheorghe Mykas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Konrad ya estaba en pie, pero no mucho más lejos, esos condenados escupenieblas luchaban contra Velkan y Tormento. Debían acabar con ellos para asegurar el paso hasta el líder de los cultistas, y el tiempo era algo esencial en aquel asilo maldito. Sin embargo, la caída de Velkan producto de las nieblas complicaba sus posibilidades. Con paso firme, Gheorghe avanzó, para ser recibido por uno de esos monstruos con forma humana, que se lanzó a por él. Por un momento estuvo cerca de flaquear, pero consiguió centrarse.

-No caeré ante tu superchería, aberración-dijo con tono firme para descargar un certero golpe sobre el cultista mutado. Echaba de menos su espada larga, pero tendría que apañarse con aquella hachuela hasta dar con algo mejor. 

Cargando editor
30/10/2018, 00:41
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

La lucha parece estar en su fase más cruenta en el interior de aquella habitación rebosante de nieblas amarillas. Mi tiempo lejos de la refriega se ha extendido demasiado y es hora de volver a hacer para lo que me entrenaron: Derrotar al mal.

Avanzo como puedo por aquel difícil terreno, con piedras y escombros de diversos tipos regados por el suelo. Mis pasos son torpes, buscando las posiciones donde está más estable para tropezar. Finalmente consigo llegar donde uno de aquellos extraños seres que vomitan niebla, que está siendo asediado por mi maestro y el Doctor Vandel.

Con la prisa, ni siquiera he equipado mi escudo, pero consigo llegar a su lado y no caer presa de aquel antinatural sueño que produce ese misterioso gas. Pongo mi escudo en mi brazo y me concentro un instante para que Sarenrae bendiga mi arma. Sin dudarlo un instante, lanzo un corte horizontal con mi cimitarra, que aprovecha una falla en las defensas del enemigo, ya dañado por muchas heridas.

Mi filo rebana su rostro, partiéndole la cara completamente. Cae sin vida, brindándonos una pequeña victoria en este terrible momento.

Cargando editor
30/10/2018, 11:31
(SA) Tormento de Tinieblas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Tormento, ignorante de que su protegido ya se no se hallaba entre ellos, luchaba denodadamente contra el segundo Oneirogen. A sus pies, un herido Velkan parecía agitarse bajo el influjo de alguna pesadilla fruto de su inmersión en el corazón de las nieblas amarillas. Hubiera querido apartar al guerrero de aquel punto o que sus compañeros lo hicieran, pero quedar expuesto a un ataque o incluso sucumbir él mismo a las nieblas en un intento de apartarlo, hubiera sido aún peor.

Por ello, el mortificador aplicaba toda su voluntad en resistir, sus sentidos en localizar a su enemigo y su cuerpo en atacar con mayor o menor éxito o en aguantar estoico los golpes del engendro.Y Tormento se sentía exhausto, al borde de sus fuerzas tanto físicas como mentales, pero sabía que el fin estaba próximo.

Pensó en Anciano Sabio, en sus compañeros, en el Hombre Andrajoso, en Zandalus. Sabía que debía ser fuerte, que cada vez debía ser más fuerte y solo el camino del dolor le proporcionaría el medio para ello. Soportó las dos últimas bofetadas, sintiendo la sangre manar de su nariz, posiblemente rota, y se preparó para disparar su mano oblicuamente a la tráquea del Oneirogen.

Cargando editor
30/10/2018, 19:07
(CC) Konrad Mykephoros.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

¡Estaba en el puto sanatorio! La realidad era como una bofetada de esas en plena cara que te dejan medio atontado y que pican horrores. Rebuscó nervioso las pociones que tenía guardadas y entonces comprendió que la que tan amablemente, le tendía Janos era una de las suyas. Apresuradamente la cogió, la descorchó y se bebió su contenido como si de un vaso de güisqui se tratase. ¡Ah joder, cuánto daría ahora por una de sus botellas de vino añejo que tenía guardadas en el carruaje para ocasiones especiales! Inmediatamente se encontró mejor al sentir y ver con sus propios ojos cómo las heridas se le cerraban. Aún así no estaba como para lanzar cohetes.

¡Si no lo veo, no lo creo!- Se maldijo a sí mismo por haber puesto en duda, aunque sólo fuera un momento, las terroríficas historias que le había escuchado contar a Alexei y los demás. Que había unas nieblas amarillas que hacían desaparecer a sus compañeros, de acuerdo, lo había visto con sus propios ojos, pero estar allí en persona...¡Joder! Haber sufrido en sus propias carnes el acoso de ese ser andrajoso mientras estaba inconsciente era demencial. ¿Es que en aquel lugar no había lugar para el descanso, ni aunque fuera el descanso eterno? Sólo pensarlo sentía una angustia creciente en su interior. Ahora comprendía el rostro demacrado de su hermanastro Alexei, con esas ojeras profundas y su ...su locura.

- Esto es de locos.- Acabó verbalizando y siguió a su hermano Gheorghe y a su escudero Janos para acabar viendo que el grupo estaba, nada más y nada menos, que sumidos en el fragor de un combate. Sus enemigos no parecían gran cosa pero emanaban unos vapores que parecían provocar un sueño profundo. En cualquier otro lado le hubiera parecido una bonita manera de morir pero allí, después de lo que había visto y sentido, no era para tomárselo a broma.

- Hay que ayudar a Velkan.- El grandullón yacía tirado en el suelo sumido en un mundo de pesadillas. Cuando vio que en su rostro se abría una herida, tan fina como hecha por un bisturí, a Konrad le temblaron las piernas. Se le habían quitado las ganas de adormecerse con opio durante una temporada, al menos lo que durara en ese lado, que esperaba fuera poco. Eso le recordaba cómo podría estar Anciano Sabio, trasportado a la fuerza delante del esqueleto llameante y su mortífera hacha.

Pobre hombre.- Guardó sus dos filos con la firme idea de acercarse lo menos posible a esos seres y listo para ayudar a Velkan o tratar de ensartarlos en su lanza larga, como había hecho con la asquerosa araña.

Notas de juego

Cargando editor
30/10/2018, 21:38
(SA) Gheorghe Mykas.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Gheorghe siguió atacando con determinación a aquella aberración que antes fuera un ser humano, decidido a acabar con aquella pesadilla y purgar aquel manicomnio del mal que lo acechaba. La hachuela de plata que le habían prestado volvió a morder la carne del monstruo escupe-nieblas, que después fue rematado por Janos. Incluso el doctor Querio había participado con un ataque que había sido bastante más potente de lo que cabría esperar en alguien de su edad.

-¡A la victoria, compañeros!-exclamó, dirigiéndose hacia el enemigo que quedaba. No había tiempo que perder. 

Cargando editor
30/10/2018, 22:37
(CC) Velkan Matacambiantes.

LAS SALAS EN RUINAS:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

En el último momento levantó su escudo para bloquear el terrible ataque de su enemigo que pudo acabar con su vida. Casi en ese preciso instante sus ojos se abrieron de par de par y el bárbaro tomó aire con profundidad realizando un sonido gutural similar al de alguien que vuelve a respirar tras un tiempo sin poder hacerlo. Miró hacia los lados inquieto y con la cara desencajada, sus pupilas parecían querer escapar de las cuencas y sus manos tenían un ligero temblor que debido a la gran cantidad de estímulos que estaba recibiendo, no fue capaz de disimular.

Normalizando su respiración buscó a tientas su hacha mientras erguía su poderoso torso algo tambaleante y se quedaba sentado en el suelo. Tardó un par de segundos en reparar que la herida de su mejilla era real en aquel lugar también, y mientras tocaba la sangre que brotaba de la misma consiguió articular unas pobres palabras.

El... el hombre andrajoso. Está aquí y en el otro lado, he luchado con él.

Hizo una pausa tras esas palabras y a juzgar por su forma de respirar se evidenció que se había deshecho de un pesado lastre. Tardó un poco en volver a hablar de nuevo, pues aprovechó el tiempo entre pausa y pausa para ponerse en pie con dificultad y terminar de recoger sus armas.

Está dentro de Zandalus, cerca de aquí.

Dijo con bastante más aplomo que las palabras anteriores pero con la mirada gacha y el cuerpo algo encorvado, similar al de un animal derrotado.