Partida Rol por web

Historias del Dominio

Capítulo II. Guerra y funerales

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06/12/2019, 16:48
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern se encogió de hombros al oír cómo respondía Serah.

—Verde que de no haber sufrido un encuentro amoroso, no habría evitado —dijo como si aquello empatase de algún modo las cosas, aunque sabía que no era así.

Después de eso siguió escuchando, y sintió que de algún modo estaba cometiendo un error al llevar su dolor por fuera y no por dentro, ocultando lo que pensaba como había hecho siempre. Era cierto que a Serah no le había contado las circunstancias en que se había acabado lo de Carellyn, ni había ido promulgando por los Siete Reinos lo que pasaba, pero aún así quizá estaba siendo demasiado abierto. Actuando como actuaba, se sentía como si todo el mundo pudiera darle lecciones. El chico suspiró antes de intentar actuar con un poco más de naturalidad y ladear un poco la cabeza.

—¿Y qué es lo que tu olfato dice que necesito? —preguntó, llevándose otro trozo de comida a la boca.

Después de eso, con sus siguientes palabras, el chico negó con la cabeza.

—Aprender no te va a llevar dos años —aseguró—. Estoy seguro de que te llevará como mucho dos semanas O dos días, si le dedicamos más tiempo. —Quizá Aldern se estaba equivocando cabo a rabo, por supuesto, pero él no tenía más que recuerdos difusos de cuando había aprendido a leer de pequeño, y no creía que llevase tanto tiempo.

—¿Y cuanto tiempo crees que necesitaréis para que pueda conocer al afortunado sin que os dé problemas? —preguntó después—. Porque supongo que no seguiréis así para siempre.

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06/12/2019, 16:54
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Al ver cómo Helaena desviaba la mirada hacia su escolta Aldern hizo lo mismo. Por un instante se preguntó si habrían oído algo que no deberían, o cómo de discretos serían con lo que hubiesen visto. Sin embargo, no dijo nada. Siguió caminando junto a Helaena, asintiendo ante la historia que contó sobre Terrence.

—Y bien hecho —le dijo—. De pobre nada, era el único desenlace posible si no se avisa antes a tus escoltas. Debería andarse con más cuidado la próxima vez.

Después de eso el chico hizo un gesto, quitando importancia a lo que la chica dijo sobre Aquilegia. En ese momento para Aldern todo aquello quedaba muy lejos, bien por el tiempo que había pasado con una guerra entre medias, bien por haber perdido recientemente cosas que le importaban más que la villa de la que hablaban, o bien porque nunca la había considerado suya.

—¿Y qué hiciste con ellos? —preguntó con respecto a los criminales.

Luego, cuando ella pareció indecisa respecto a qué decir y a qué no, el chico decidió no insistir. Sin embargo, ella misma empezó a desgranar lo que le pasaba y Aldern la dejó hablar. Cuando todo acabó con aquella disculpa, él apartó la mirada.

—Te perdono por lo que dijiste —enunció con seguridad—. A todos nos pilló por sorpresa lo que dijo Ser Dwain, y creo ninguno usó entonces las palabras más afortunadas. Sin embargo, lo que no te perdono —siguió, aunque era evidente que no hablaba en serio— es que si querías disculparte no lo hicieras aquella noche, o a la mañana siguiente. Las ocasiones para hablar se buscan. Podías haberme mandado llamar, o lo que fuera.

—Como dices —Aldern volvió a apartar la mirada con clara tristeza y melancolía—, nunca se sabe qué conversación será la última.

Después de eso el chico aguardó un par de segundos, y dándose cuenta del tono lúgubre que estaba imprimiendo a la conversación, decidió desviarla.

—Si quieres ganarte mi perdón por eso, tendrás que participar en el próximo torneo de arquería —bromeó—. Eso lo compensará.

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06/12/2019, 22:41
Aldern Dayne
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago tirada de Percepción + Empatía (con penalizador, qué remedio) para ver si el Lord pretende de verdad liberar a Aldern, cuál es su actitud hacia el asunto, hacia él... Todo eso.

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06/12/2019, 22:50
Director

Notas de juego

 A ver, Per+emp no es una lectura mental, ojo. Los verdaderos propósitos de alguien no se pueden saber con esa tirada, ya sean buenos o malos. Dicho esto, a Aldern tanto por lo que dice como por lo que sabe, sí que parece cuadrarle que tiene intención de llevar a cabo esa reunión y tratar sobre él, entre otras cosas. 

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06/12/2019, 23:04
Aldern Dayne

Notas de juego

Sí, en el manual aclara hasta dónde llega una tirada de Percepción + Empatía. Dice literalmente que no es una lectura de mente, pero que con ella se puede distinguir la actitud que tiene alguien hacia un personaje o hacia algún tema que se esté tratando. Eso es lo que quiero saber. Qué actitud tiene hacia mí (Afecto, Amistad, Cordialidad, Indiferencia, etc) y hacia el tema en cuestión. Está claro que quiere que la reunión se celebre, pero esa no es la pregunta, sino la actitud del Lord hacia Aldern y hacia la idea de liberarle. :P

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06/12/2019, 23:20
Director

Notas de juego

La actitud hacia Aldern no parece haber variado. Esa sensación le da tanto por hechos como por expresión y gestos. Sigue disfrutando de sus privilegios y el lord se muestra igual que siempre. En cuanto a la idea de liberarlo, no puede saber nada en concreto. Sí le parece evidente que la cumbre es algo que desea probablemente motivado por el beneficio que puede acarrear a su casa y que su liberación sí que puede llegar a ser parte de futuros acuerdos, alianzas o cooperaciones.

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08/12/2019, 03:31
Aquilegia Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

El comentario de Aldern sobre lo feliz que estaría su padre de haberlo acompañado el día anterior hizo que a Aquilegia le naciera una espontánea pero breve sonrisa en los labios. Ciertamente no habría estado nada contento, pero hubiese sido una compañía inofensiva, y ella al menos habría tenido una memoria agradable que recordar mientras la regañara. Pensar en eso último hizo que se sonrojara un poco, pero enseguida despejó esos pensamientos de su mente por prestarle atención a lo que realmente importaba. 

Aunque le puso algo nerviosa la pausa inicial, volvió a sonreír con la comisura de los labios al oír que Aldern se mantenía tan optimista como ella, agradeciendo su mirada directa y aún más las palabras que más tarde intentaron liberarla de su culpa. Lógicamente sabía que tenía razón, pero no podía evitar sentirse responsable. Su mirada bajó a las manos de Aldern mientras estas sostenían la suya, y manteniendo esa sonrisa en sus labios respiró profundo, intentando calmarse mientras su corazón se aceleraba rápidamente. Hubiese deseado que ese tierno contacto fuera en otra circunstancia, pero al mismo tiempo no podría haber agradecido más sentirlo en ese momento. 

Sé que no había forma, pero... - pero ella estaba a cargo, y había sido ella la que le había dicho que podía marcharse a ver a su familia. De haberse negado, quizás Carellyn seguiría junto a ellos en el castillo. Eso nadie se lo sacaría de la cabeza - Solo me quedaré tranquila cuando la vuelva a ver - suspiró, apretando los labios un momento para luego responder la pregunta del dorniense - Ocurrió el cuarto día de la madre de este mismo mes, pero el cuervo de Ser Baelor me llegó cuatro días después, en el día de la doncella. - le comunicó mirándolo a los ojos, una de sus manos relajada entre las dos de él mientras la otra seguía reposando en su regazo. Suavemente, movió el pulgar de la mano que sostenía para acariciarlo con este a modo de consuelo. De haberlo abrazado, no habría sido capaz de volver a soltarlo - He hablado con el maestre y estamos haciendo todo lo posible por encontrarla, he seguido todos sus consejos. Mi padre y Helaena ya están al tanto también. Pero, no lo sé... nada se me hace suficiente. 

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08/12/2019, 04:59
Aquilegia Stronghorse

En principio a Aquilegia le da la sensación de que es lo típico para mantener la esperenza ante alguien que ha desaparecido, pero como si él mismo quisiera creerlo también. Su reflexión parece lógica, pues es cierto que para sobrepasar la escolta que llevaban, debía tratarse de un grupo amplio y organizado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Para su "estoy convencido de que lo está" particularmente, pero en general para lo relacionado con Carellyn.

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08/12/2019, 11:22
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern asintió a las palabras de Aquilegia, escuchándolas con clara empatía. Luego suspiró.

—Es normal —le dijo entonces—. Y es lógico que sientas tristeza, o angustia. Pero olvida la culpa, porque eso sí que no te corresponde. —La miró a los ojos durante un instante—. De verdad.

Después de esas palabras el joven pareció dudar un instante. Toda la molestia que pudiera sentir hacia Aquilegia parecía haberse esfumado. Bajó la mirada, y al volver a hablar lo hizo en un tono más bajo.

—Escucha, Aquilegia, hay... Hay algo que me gustaría decirte —comenzó. Y a partir de ese momento su expresión corporal dejó claro que ya no había marcha atrás—. Sobre la noche antes de irme, yo... Llevo desde entonces dándole vueltas.

Por un par de segundos se quedó con la mirada baja. Luego, sin embargo, decidió que Aquilegia bien se merecía que aquello lo dijera respondiendo de verdad ante ella, mirándola a los ojos.

—Te aprecio mucho, y tu amistad es un verdadero regalo. Pero si sientes lo que creo que sientes... —Aldern tomó aire—. Me encantaría corresponderte, pero no puedo. Eres hermosa, inteligente y amable. Pero ya sabes que uno no puede decidir sobre el corazón... Y ahora mi corazón está con otra persona. —Con el corazón en un puño, el chico hizo una pausa y volvió a bajar la mirada, avergonzado—. Ojalá no fuera así, de verdad.

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08/12/2019, 18:03
Serah

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Serah negó encogiéndose de hombros.

—No lo sé. Pero sí sé que mi cama no va a haceros sentir mejor si vuestro desencanto es grande. Ni la mía, ni la de ninguna otra. Al contrario, puede que os haga incluso sentir peor.— Aseguró.

—Supongo que dedicaros a vos mismo un tiempo, no es mala idea. Y mujeres hay muchas. A vos no os van a faltar, desde luego. Tréboles de cuatro hojas hay pocos milord, pero no hay sólo uno. —

No comentó nada respecto a aprender a leer, aunque no parecía convencida de ello. Pero sí que negó con despreocupación ante su última pregunta.

—Ni me lo planteo.— Reconoció. —De momento disfruto lo que tengo.  Quizás más adelante piense en qué hacer, pero  no voy a dejar que eso me quite el sueño.— Sin duda el "pueblo", vivía más al día que los nobles. O por lo menos Serah. —Tengo mi taberna y creo que he encontrado a mi trébol de cuatro hojas, así que...— Dijo como si aquello fuese más que suficiente para ella. 

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09/12/2019, 01:23
Aquilegia Stronghorse

Más bien le da la sensación de que es una forma de hablar. ¿Desearía amarla como tal?...no le da esa sensación. Es lo típico, de ojalá pudiera, pero no puedo. Además tampoco le parece un sentimiento muy real, como si de verdad lo mejor para él fuese amarla a ella. No puede llegar a saber cómo se siente por amar a la otra. Culpable no, desde luego. Eso sí lo puede tener bastante claro. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Por saber si realmente desearía amarla a ella, e intentar sacar algo de como se siente por amar a la otra.

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09/12/2019, 02:24
Aquilegia Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Hubiese querido poder creer ciegamente en las palabras de Aldern y deshacerse de la culpa con lo mucho que le pesaba, pero esa no era su naturaleza. Desde muy pequeña había mostrado sentirse responsable por todo lo que ocurría a su alrededor, y era esa una de las razones por las que prefería invertir su tiempo y dinero en el pueblo antes que en joyas o perfumes caros. Si se permitía el gastarlo en vestidos elegantes para vestir cuando había visitas, era porque lo consideraba una inversión. 

Cuando el tema cambió y Aldern expresó su necesidad de confesión, el corazón de Aquilegia se detuvo. Se sentía una cría boba por reaccionar con tanta fuerza a sentimientos que sabía debería mantener bajo siete llaves en su pecho, pero sabía que después de todo era humana, y que mientras hiciera lo correcto para Riverside podía sentir lo que quisiera en silencio. Además, luego de la última noche antes de que Aldern partiera a la guerra, sería imposible no acelerarse como lo hacía frente a él. 

Atentamente, escuchó las palabras del dorniense, intuyendo ya las malas noticias por su lenguaje corporal. Sin embargo, por mucho que uno supiera leer a un amigo, eso no te quitaba la habilidad de cegarte deliberadamente ni la esperanza de equivocarte por completo y encontrarte con una preciosa y grata sorpresa, una que en su caso decididamente no se cumplió.

Al oír que el dorniense amaba a alguien más, la mano que Aldern sostenía se tensó en un gesto involuntario, y tras bajar la mirada y respirar profundo, la apartó suavemente para dejarla en su regazo junto a la otra. No quería quitarla con brusquedad, no quería que pensara que lo despreciaría por amar a otra, solo quería recuperar un poco el aire y cortarse las ilusiones. 

No debiste detenerme esa noche - dijo con voz suave, con los ojos fijos en sus propias manos sobre su falda. - Si ya amabas a otra, no debiste detenerme cuando me iba. - cuando ya se había dado por rechazada, cuando había asumido que no quería nada con ella - Fue injusto hacerme pensar que... - respiró profundo otra vez, cerrando los ojos un momento. Aldern estaba siendo sincero, tampoco era justo de su parte recriminarle acciones del pasado y mucho menos reprocharle lo que sentía. Aquilegia sabía mejor que nadie que uno no elegía. De haber sido de otra manera, ella habría elegido no amar a nadie hasta saber con quién se casaría, pues esa tampoco era elección suya y mucho menos una en la que el amor tuviese cabida.

No debes sentirte mal por amar a alguien más, o por como yo me tome la noticia. No es tu culpa. - posó los ojos en él, con una mirada claramente triste pero aún intentando sonreír. Era difícil hacerlo, más cuando las malas noticias parecían acumularse y no acabar jamás. Era imposible no sentir el desgaste, y ya hacía suficiente evitando las lágrimas y manteniendo el nudo en su garganta bajo control - Siempre has sido un muy querido amigo para mí, mucho antes de que fueras algo más a mis ojos, y siempre supe que incluso si sentías lo mismo que yo nada cambiaría. No me hubiese siquiera arriesgado a decírtelo de no ser por la guerra, pero no quería arrepentirme de no hacerlo si algo te llegaba a pasar. - explicó intentando acallar la voz en su mente que le gritaba lo idiota que era por no pensar en qué ocurriría cuando volviera - Nunca he tenido realmente la opción de algo más... Así que en realidad, quizás sea hasta mejor que no me ames, porque si lo hicieras sufriríamos ambos en vez de solo yo. 

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09/12/2019, 03:44
Aldern Dayne

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Aldern pareció entender que Aquilegia apartase su mano. La dejó ir, suspirando y bajando aún más la mirada. Y al escuchar sus palabras, su vergüenza tiñó incluso sus mejillas.

—Tienes razón —dijo cuando ella acabó de hablar—. No debí detenerte. Era la noche antes de partir. Me sentía confundido y solo, y tenía miedo. Pero eso no justifica que no me portase contigo como te mereces.

En ese punto el chico no supo qué más decir. Volvió a buscar los ojos de la muchacha, y al hablar de nuevo lo hizo dudando durante un instante.

—Yo... —empezó—. No tengo excusa, Aquilegia. Obré mal. Y llevo desde entonces queriendo decírtelo. Pero me daba miedo que eso cambiase las cosas entre nosotros. Sé que no sirve de nada —continuó, haciendo un pausa entonces. Parecía no encontrar las palabras por una mezcla de agobio y vergüenza—, pero no quise aprovecharme de ti, sólo... Supongo que sólo fui un cretino que no se pensó dos veces lo que estaba haciendo. Fuiste tan buena conmigo, bordándome el pañuelo, yendo a verme... Quise corresponderte, por eso te detuve. Pero no estuvo bien.

Aldern tragó saliva antes de añadir algo más.

—Puedes pegarme, si quieres.

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09/12/2019, 19:45
Helaena Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Tras lo que comentó Aldern sobre Terrence, Helaena asintió, dándole la razón, aunque añadió para zanjar el tema:— Pero no lo hizo con mala intención —Realmente cualquiera debería andarse con cuidado blandiendo un arma ante cualquier hijo de cualquier lord. Claro que Terrence parecía ser demasiado inocente y tomarse demasiadas confianzas.

Helaena no respondió al momento la pregunta sobre los criminales. Continuó caminando, con expresión de estar valorando cómo contestar.

Los sentencié a muerte —dijo al fin, con voz monótona—. Solo uno de ellos aceptó unirse a los Redimidos, pero uno de sus compañeros le rompió el cuello antes de que pudiera terminar de responder —Un escalofrío que no pudo reprimir le recorrió la espalda—. Entre eso, los crímenes que habían ya cometido y los que amenazaban con cometer sobre mí, me lo pusieron realmente muy fácil —añadió, con una sonrisa que nada tenía de alegre—. Al principio simplemente me incomodaba la idea de negociar con ellos, pero al fin y al cabo era parte de mi trabajo. No habían pasado ni cinco minutos y ya tenía claro que no merecían ninguna oportunidad, pero se la di igualmente. No sé cómo lo hará Ser Dwain, pero yo al final sentí que todo había sido una pérdida de tiempo.

Se encogió de hombros, como si realmente nada de aquello tuviera la menor importancia. Como si tratar con criminales de la peor calaña fuera algo a lo que ella estuviera acostumbrada. Como si le diera igual que Ser Dwain hubiera dejado un listón que ella no podía alcanzar por más que lo intentara.

Aunque Aldern le hiciera aquel reproche en broma, ella sabía que esas palabras estaban más que justificadas incluso dichas con total seriedad.

Lo sé, tienes toda la razón. Tendría que haberme disculpado en cuanto Padre me hizo ver lo equivocada que estaba. Pero por la noche estaba agotada y, la verdad, teniendo en cuenta lo que me has contado, no sé si habría sido buena idea ir a visitarte en aquel momento —dijo, sabiendo que muy probablemente había estado reunido con Carellyn gran parte de la noche.

Pensé que tendría tiempo al día siguiente y esa era mi intención. Pero la mañana me recibió con una horrible noticia —Ni siquiera la mañana, pues no había amanecido aún cuando Lord Everam las hubo informado de la muerte de Lady Minadriell—. Casi olvidé todo lo demás. Si busqué a Ser Dwain fue simplemente porque tenía que zanjar el tema de Luna y, una vez estaba ya con él, me disculpé. De no haber sido por ella, probablemente tampoco se me habría ocurrido hablar con él. Aun así, debería haber hecho el esfuerzo.

Helaena miró a Aldern sorprendida al escuchar la propuesta que haría que el dorniense la perdonara. Arqueó una ceja y esbozó una sonrisa.

Es decir, me perdonas si estoy dispuesta a perder mi dignidad y a que tú y todos los nobles de Poniente os riais de mí —contestó, resumiendo con sus propias palabras lo que había escuchado—. Sí que me va a salir caro el perdón. ¿No te vale con otro recuerdo de Aguasfrías? Mañana regreso para celebrar con el pueblo y los soldados la victoria.

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09/12/2019, 19:49
Helaena Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

A Helaena le estaba resultando sorprendentemente fácil mantener la farsa ante Aldern. Cuando llegaba el odio por tener delante al probable asesino de su madre, lo dirigía a su padre o a Aquilegia. Cuando llegaba la tristeza por la traición de sus dos mejores amigos, se excusaba hablando de la tragedia sucedida a Carellyn, como si aquello le importara mucho en realidad. Y podía hablar con total normalidad con el dorniense, como si nada hubiera cambiado entre ellos.

Probablemente tuviera que digerir todo y aceptarlo. Al fin y al cabo, hacía apenas unas pocas horas que se había enterado de todo y se sentía confusa. Le costaba aún creer que esa persona que tan amable se mostraba, con la que tantas horas había pasado, que le acababa de abrir su corazón y confesar un secreto que nadie más conocía y que lo hacía vulnerable, pudiera odiarla tanto como para traicionarla de aquella espantosa manera. Y había sido una persona cercana durante años. No era como Todric. Todric únicamente había fingido durante unos pocos meses. Y ni siquiera había fingido muy bien, solo que Helaena había estado tan ciega de amor que no fue capaz de darse cuenta.

Sin embargo, por mucho que le costara creerlo, era cierto. Aldern los odiaba a todos y cada uno de los miembros de esa familia. Era verdad que el joven había hablado de cuánto odiaba sentir que debía estarles agradecido por todo lo que le daban o cómo echaba de menos Dorne. Y no tenía que quererlos si él no estaba dispuesto; pero de ahí a engañarlos, atacarlos, a incluso asesinar a Lady Minadriell… Todo era demasiado extremo. Y que sintiera rencor hacia Ser Dwain, que había dado muerte a su padre durante la guerra, lo podía entender. Pero ¿hacia ella o Aquilegia? ¿Qué le habían hecho para merecer aquel trato? Nada. Nada en absoluto.

Su mención a los Redimidos no fue casual. Quería darle a entender que ante ciertos crímenes ella ya no estaba dispuesta a dar segundas oportunidades. También esperó al momento adecuado de sacar su “disculpa”. Era cierto que la muchacha se había sentido mal por ello, por haber hablado tan duramente de aquel al que consideraba un amigo, por no haberse disculpado antes de que partiera a la guerra. Desde luego, ahora no se sentía culpable en absoluto, pues había tenido toda la razón en tacharlo de traidor a él y a su maldita familia. Si se sentía mal era por no haber hecho caso de su intuición en aquel momento. Pero, en su afán por mentir con verdades, pensó que no sería mala idea disculparse en ese momento. Quizá con la esperanza de hacerle sentir mal o remover su conciencia (si es que eso era posible), quizá simplemente para seguir con el teatro y que Aldern estuviera seguro de que Helaena aún lo apreciaba.

Se preguntó si sentía aunque fuera un mínimo de remordimiento por sus crímenes y su traición. No lo parecía. En ese momento solo parecía sentir tristeza por el destino de la bastarda, a pesar de que el último acto de Carellyn había sido darle la espalda. Claro que eso él no lo sabía, pero Helaena estaba deseando ver su cara cuando se enterara de que su amada había elegido un matrimonio por interés a pasar el resto de sus días con él. Aldern casi le dio pena cuando le contó que Carellyn y él habían pensado en fugarse a Dorne si Lord Rowan se negaba a ese matrimonio, como si ella hubiera estado tan interesada como él en un futuro juntos. Casi.

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10/12/2019, 00:01
Aquilegia Stronghorse

Que no quiso aprovecharse de ella, le parece cierto. De hecho, así ocurrió y no fue por ninguna interrupción o algunos ojos indiscretos. Pero sus palabras no le suenan convincentes. Parece como si intentase dar a entender que lo hizo por respeto, pero le da más la sensación de que no lo hizo porque simplemente no le atraía la idea. No tiene la sensación de que realmente la detuviese por lo buena que había sido con él. No sabría concretar el motivo, pero no cree que fuera ese.

- Tiradas (1)
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10/12/2019, 00:10
Aquilegia Stronghorse

Séptimo día de la Doncella. Mes de la Madre. Año 289 A.C.

Se sentía solo. Solo y asustado. Podía entender que lo hiciera, que estuviese aterrado por marchar a una guerra de la que podría no volver. Ella también lo habría estado, tiritando de miedo, aferrándose al primer rostro amable que se cruzara en su camino. Ciertamente no podía culparlo por detenerla bajo esas circunstancias, aunque no fuera justo con ella. 

Esperó pacientemente a que el dorniense acabara de hablar, a que se sacara todo de su pecho. Lo escuchó con atención, con una sonrisa comprensiva en el rostro, intentando ser la mejor amiga que pudiera ser incluso cuando era él quien la rechazaba, cuando debería ser ella la que necesitaba consuelo. Como tantas otras veces, se encontraba reprimiendo sus sentimientos por mantener la compostura. 

Ojalá darte una bofetada sirviera de algo. Que con solo dártela dejara de sentir lo que siento por ti, que retrocediera el tiempo y me dejara entender que no me amabas la noche que te entregué ese pañuelo - sonrió con tristeza para luego suspirar - No serviría de nada. Darte esa bofetada solo me hará sentirme más decepcionada de mi misma de lo que ya estoy ahora - que era bastante, para ser sincera. 

Bajando la mirada, respiró profundo una vez más. Esta vez fue ella quien llevó su mano a las de Aldern, posándola sobre estas y apretando levemente con delicadeza. 

Está bien, Aldern. - le aseguró con una sonrisa en la comisura de los labios, con el corazón encogido en su pecho - Entiendo que fue un momento vulnerable para ti, y que mi decisión de visitarte ese día tampoco fue la mejor. No hiciste bien, no, pero... lo entiendo.

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10/12/2019, 13:37
Everan Stronghorse

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

En primera instancia, el lord se mantuvo en silencio, como dudando. Estuvo así un instante y miró a Paul con ese mismo gesto, sopesando si debía hacerlo.

No sé si esperar a que estén de vuelta o...— Respondió aún con duda, probablemente pensando en sus hijas. Finalmente mostró resignación con un movimiento de la mano que reposó en la mesa. —Sí, enviaremos un jinete a Aguasfrías.— Convino al final. —Encargaos de enviar también un cuervo a Antigua y otro a Sotodeoro, dando el pésame en mi nombre y el de mi familia.— Pidió, tras lo cual se quedó un instante en silencio, pensativo. Un repentino arrebato, hizo que golpease su vaso arrojándolo al suelo y quebrándose. Se puso en pie y se marchó de allí sin dar explicaciones.

Notas de juego

Sorry Aldern...te salto turno por tardón.

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11/12/2019, 22:36
Aldern Dayne

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

Durante los días siguientes a la marcha de las hijas Stronghorse, Aldern se mantuvo ocupado. Pasaba mucho tiempo en su habitación, escribiendo, y aprovechó para ponerse al día con las lecciones del maestre. Y aunque en alguna ocasión bajó al pueblo, la mayor parte del tiempo la pasó con actividades tranquilas, guardando reposo para recuperarse cuanto antes de sus heridas. Seguía todas las indicaciones del maestre y se dejaba cuidar.

Cuando en aquella comida el Lord le dedicó aquellas palabras, Aldern asintió. Sonrió levemente, conteniendo una alegría que era difícil de disimular. Eran muchas las veces en que últimamente habían hablado de aquello, y el joven dorniense había comenzado por afrontar la idea de volver a Campoestrella con cierto escepticismo. Sin embargo, conforme los días pasaban y la cumbre se acercaba, era inevitable verlo desde un punto de vista cada vez más optimista.

El chico estaba a punto de responder al Lord, con una expresión que dejaba claro que iba a pedirle algo, cuando el maestre habló. Aldern lo miró y se dio cuenta entonces de lo serio que estaba.

Las palabras de Paul hicieron que Aldern bajase la mirada y se quedase callado. La sonrisa desapareció de su cara y guardó silencio durante unos segundos. El chico escuchó entonces las palabras del Lord, que le sonaron lejanas, y volvió a la realidad con el sobresalto al escuchar aquel golpe que dio con el vaso. Quiso hablar, pero no supo ni qué decir, y de repente él y el maestre se habían quedado a solas.

—Lord Everam tenía razón —comentó bajando un poco la voz sin pensarlo—. Al no haber petición de rescate, ya dio por hecho que debíamos ponernos en lo peor.

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13/12/2019, 16:17
Maestre Paul

Primer día de La Madre. Mes del Guerrero. Año 289 A.C.

El maestre había mantenido la esperanza en todo momento, primero porque la confirmación había sido vaga, aunque todo apuntaba a que era ella ningún conocido lo había podido certificar, al menos que ellos supieran, aunque todo apuntaba hacia la pobre Carellyn. Por otro lado dada la relevancia que había cogido la joven también había esperado otro tipo de confirmaciones, aunque quizás la noticia no había trascendido aún lo suficiente. En realidad no sabía que pensar pero la sola posibilidad de que Carellyn hubiera muerto lo llenaba de desazón, como pasaba con todos los que la habían conocido.

-Así se hará Lord Everam. -No le gustaba que una noticia así tuviera que llegar a las hijas del Lord de una forma tan impersonal siendo Carellyn casi una hermana para ellas, pero dadas las circunstancias no podían hacer otra cosa.- Me pondré a ello de inmediato.

Se quedó quieto y no dijo nada ante la reacción del Lord, cada uno expresaba el dolor por la pérdida de una forma diferente. Aldern también se había quedado en silencio durante un tiempo ante aquello. Mientras se encaminaba hacia la puerta para cumplir con su deber se acercó al muchacho.

-Ojalá las cosas fueran diferentes. A veces la muerte nos atrapa donde menos lo esperamos... -En aquel momento los pensamientos de Paul fueron hasta tierras lejanas. Demasiados incidentes y demasiadas casualidades para pasarlas por alto. Tenía miedo, nunca había sido valiente y ahora los acontecimientos lo ponían a prueba.- Debo ir a escribir los mensajes para el jinete y los cuervos. Si me necesita estaré en mi torre.

Aquella jornada había comenzado de la peor manera. Además de la muerte de Carellyn, Aldern estaba a punto de regresar con su familia y aunque Paul se alegraba por él sentía que muchas personas importantes en su vida comenzarían a faltarle pronto. Quizás era ley de vida y la vida nunca había sido muy justa. Seguramente el joven Aldern sobrellevaría mejor la noticia, al fin y al cabo había pasado por una guerra y eso era mucho más terrible.