Partida Rol por web

Caminos diferentes os han traído hasta aquí…

La búsqueda de lo que un día perdites, aquella promesa que nunca llego a su fín, aquel anhelo, que te borra día a día la memoria, como castigo a aquello que Seele, nunca llegó a conseguir.

Encontrar a una respuesta a tu desdicha, una historia donde se marque si es en verdad este este tú fin, un lugar donde encuentre de nuevo aquella confianza, que surgio tras la muerte de tu madre, dejando de lado aquel Eko, que nunca debío dejar de existir...

Antes de que todo siga a más, sin saber porqué os miráis, es en los ojos del contrario donde encontráis apoyo y sinceridad.

Una ligera mueca se marca en vuestro rostro mientras vuestras manos acogen el antebrazo del otro como en un antiguo saludo entre gladiadores, un gesto rudo que termina en delicado, inundando vuestra imagen en los ojos del que teneis enfrente.

Ahora sabéis que pase lo que pase, ya no estaréis solos… Pues aunque diferentes caminos os han traído hasta la vieja Oldland, ahora un único sendero marca vuestro destino… Unidos como amigos, como compañeros… quizás como algo más, eso solo lo dirá el tiempo. Pero al menos, evitando el camino de la soledad.

Basta una mirada para unir vuestra razón, para encontrar el consuelo sobre el otro. Disfrutad de aquello que habéis encontrado mientras podáis, pues tan solo sabéis que existe ahora un destino unido, no sabéis aún cual.

Desde el mismo instante en que se separa de Andrew y Seele le atraviesa, la mirada de ella queda fija en las retinas de Eko. Desde luego la extraña mujer sabe cómo llegar adonde quiera, le guste a los demás o no.

Eko se aleja hacia la gruta, algo molesto por el acoso que todos realizan al chico del escudo, pero sin apartar de su mente del todo la sensación de ella atravesándole, como si algo de la mujer hubiese quedado dentro de él. Y entonces, cuando ella habla más atrás, la siente reverberándole en la cabeza, como si sus pensamientos le llegasen de otra manera.

- ¿Seele? - pregunta, sin apartar la mirada de la gruta por la que se está encaminando.

Cuando toque la mano de Eko, senti que entre en su mente, jamas me habia pasado algo asi, siempre debia entrar en la mente de mis victimas por poseyendolas por completo...

Escuche su voz en mi mente, sorpresa mayor...¿como lo habia hecho?...Este lugar tenia muchas sorpresas, pues habia despertado mi instinto de cazeria, el mismo que me llevo a perder mis recuerdos...el mismo que atormentaba mi conciencia noche tras noche pidiendo mas almas...

-¿Como lo has hecho?-...pregunte algo incomoda...

La respuesta de Seele es la confirmación que le faltaba.

Totalmente incómodo, Eko mira a ambos lados, aún al lado de Zyllah y esperando que nadie haya notado nada. Su rostro permanece duro y serio, a pesar de que sus mandíbulas se aprietan un poco ante la situación.

- Sal de mi cabeza. - Dice de forma totalmente dura en respuesta a ella, sin querer plantearse realmente qué es lo que está pasando.

Yo no he sido quien ha entrado en la tuya...asi que cuando quieras puedes salir...

Seele miraba a Gabriel, pero algo le hacia volver la vista a Eko....

Apenas lo he tocado, esto no puede ser obra de mi poder...

Ella actuaba tranquila, estaba acostumbrada a estar en la mente de las personas, pudo percibir el sentimiento de incomodidad de Eko y eso le saco una sonrisa...

Eko no disimuló una mueca de disgusto. Las cosas empezaban a encajar en su mente y, si era como suponía, parecía probable que tuvieran que colaborar.

- ¿Qué te hace tanta gracia? - preguntó con tono duro, al sentir su sonrisa.

Que estes tan desconcertado con esto...yo lo disfruto, siempre lo hago cuando poseo la mente de alguien...

Aunque comenzaba a sentirme comoda con la situación, disfrutaba de las reacciones de mi nuevo "amigo"...

Te aclaro antes de que preguntes, no fui yo quien hizo este contacto, al parecer tu conoces mas como actua este lugar sobre sus visitantes, seguro debes tener una explicación...Sr. Létang...

Espero que al despertar este vinculo termine, preferiria estar en la mente de Gabriel que en la de él...su estoicidad al llegar y ese rostro inexpresivo...desaparecia cada vez que le hablaba...sonrio...lo disfruto...

- No has poseído mi mente. - responde Eko en tono cortante - Y como se te ocurra hacerlo, tendremos problemas. - Añade luego, sin ocultar su enfado y frustración.

Entonces permanece unos segundos callado, aún asimilando lo que le ha sucedido, y maldiciendo a quien quiera que haya decidido atar su alma de esta manera.

- Nos han ligado. - Informa - Si yo muero tú mueres, y viceversa. Así que espero que no hagas ninguna tontería.

¿Problemas?...Sr. Létang, una bala no puede atravesar a un fantasma...sonrei sintiendome ganadora...pero la expresión de Eko apagaba cualquier intento de gloria...

Si quisiera poseer tu mente lo disfrutarias, pero no puedo, tienes tanto acceso a mi, como yo a ti...la ventaja, es que quizas pueda urgar en tus recuerdos, algo que tu jamas podras hacer en mi...eso, me hizo sentir extraña...

Asi que estamos unidos hasta la muerte...entonces hagamos de esto algo agradable...por una extraña razon confiaba en él...y eso me hacia sentir vulnerable...

- Si crees que necesito una bala para ponerte en apuros es que no me conoces. - Responde Eko un poco más calmado, mientras repasa con la mirada la inmensidad de la metrópolis que acaban de descubrir.

Sin embargo, ante sus comentarios sobre los recuerdos responde de inmediato, con un tono gélido y desafiante. - Toca mis recuerdos y te juro que me mataré yo mismo aquí y ahora. - amenaza completamente serio. La mujer había tocado algo a lo que ni él mismo quería acercarse, y no iba a permitírselo.

Aún así, no pasaron más que unos segundos hasta que se arrepintió de ello. Si iban a tener que estar juntos, más valía tratar de convivir.

- Disculpa. Pero ya te lo he dicho: Mi mente es mía. No quiero que nadie hurgue en ella. Si tú estás aquí aprenderemos a colaborar y buscaremos la mejor manera de hacerlo. Pero respetarás mi intimidad. ¿De acuerdo?

-Tranquilo, te comprendo y respetare tus recuerdos....-

Seele se sintio algo melancolica....

-Debes saber algo....- busque su mirada... -Este lugar ha despertado mi busqueda eterna, un alma especial que me de el descanso que busco...se que mis pesadillas me atormentara y haran que me alce buscando una nueva alma...-

Seele se mostraba afectada por lo que decia...

-Al despertar no te recordare...es mi maldición....- miro hacia un lado perdiendo su vista en algun lugar de ese espacio en sus mentes...

- ¿Me estás diciendo... - pregunta Eko dubitativo, temiendo haberlo entendido bien e ignorando la última parte - que vas a buscar un alma esta noche? ¿Qué quieres decir exactamente con eso?

Mientras sus lagrimas silenciosas la iban calmando, pudo sentir que su mente no estaba sola...busco los ojos de aquel que invadia su mente...

¿Tu me has traido aqui?...¿tu me has atado y encerrado en esta jaula?...su voz era triste y susurrante, la mira de Seele era temerosa y frágil, su piel se rasgaba un poco mas...se mostraba completamente indefensa...marchita...sus ojos no brillaban como la noche anterior, estaban opacos sin poder fijarlos en lugar alguno...

- Sí, he sido yo. - Responde Eko con un cargado tono sarcástico - Por eso también estoy encadenado, y casi me mata una puta niña satánica.

Entonces suspira, consciente de que esto será más difícil de lo que esperaba.

Seele, observa que tambien esta encadenado...¿Que haces en mi mente?...¿quien eres?...¿que quieres?...desconociendo absolutamente a Eko...Seele parece alejarse...Perdona, pero no recuerdo nada...si te conocia, ahora no, lo siento...

Quieres son todos ellos, por que han atacado a esa chica...por que estamos aqui...¿lo sabes?

No las ataques, son demonios...o almas corrompidas por el odio...ellas no me intimidan, en tiempos pasados fui como ellas...sedienta y hambrienta de sangre...del alma de otros...