Partida Rol por web

- Zorra no, panda rojo. Aunque no eres el único que se confunde - se ríe y dice mirando a Deidre - Yo no la inculpé, además que con lo que ha dicho en donde todos nos encontramos es más que fehaciente de su inocencia - señala a Sylvia.

- Yo nunca la he acusado, aunque me parece graciosa tu apenas adquirida amabilidad, cuando hace apenas unos minutos la insultabas porque quería quitarte a Alastor. Que bueno que no seas actriz, serías terrible para ello -.

Me encogí de hombros ante las palabras de Vyka.

Yo sólo sé que dijiste que ella - señalé a Dreide - había dicho cuantas semillas de destrucción quedaban en su "engaño". Eso no lo hizo, y decir tal cosa ante todos sólo genera confusión y miedo. Y la cosa debería ser mucho menor, después de que rematase la Eve del búho blanco y acabáramos con el "botánico-jardinero". Estuvo fuera de lugar, y aún intento entender que pretendías con ello.

Entonces miré a Dreide.

No, yo no recibí ninguna carta tuya. E imagino que el resto de las aquí presentes tampoco. - Entonces me volví para el resto - Esto no lo mencionaste tampoco. ¿No le diste importancia, o temías que alguien la pudiera haber recibido y pudiera corroborar su inocencia? Oh, pero no me malinterpretes, prefiero que no se vaya contando todo lo que se va contando por aquí. Mejor eso que ser una bocazas... - me volví nuevamente para Dreide - que menciona todas las que aquí nos encontremos sin tan siquiera preguntarnos.

Me aparté y miré a ambas pelirrojas.

No termino de fiarme de ninguna de vosotras, pero os daré el beneficio de la duda. Estoy segura que alguna se terminará ahorcando ella misma sin mi ayuda...

Miro a Bethanny, que parece que por fin está dispuesta a entrar en la conversación. Niego ante sus palabras, pero no por no creerlas, sino por no estar de acuerdo.

- Se dicen muchas cosas confusas. Creo que Vika se refería a que Deidre decía que si nosotras éramos semillas, no éramos las únicas.

Después miro a Deidre.

- Yo tampoco recibí ninguna carta tuya, pero si lo hubiera hecho, ¿qué ocurriría? ¿Qué pista te da, o qué significa la persona que lo haga?

Por útilmo, miro a Raffariel.

- No te fías de nadie, haces bien. Igual de bien que hago yo en no fiarme de ti. Cuando nosotras llegamos, tú ya estabas aquí, con lo que deduzco que eres tú quien nos trae a este lugar, y me gustaría saber con qué propósito.

Sonrío ante las palabras de Sylvia.

- Efectivamente, yo ya me encontraba acá... No las traje yo y nisiquiera se que me trajo a mi a este lugar, compartía este espacio con Yaiza, obviamente antes que muriera... Hicimos una conexión al igual que con ustedes. Más que eso no puedo agregar, me gustaría confiar en ustedes para poder deducir cosas y decir otras... Pero espero entiendan mis reservas del caso...

- Así como las demás, yo no recibí ninguna carta - dijo severamente y sin cambiar el rostro.

Luego de las palabras de Sylvia, asintió - Exactamente. Creo que deberías prestar un poco más de atención, ya que Deidre habló de rastros y dijo que concordaban con nuestro número, así que no era demasiado difícil deducirlo. No dijo el número exacto pero puede inferirse y también mencioné que era un número inexacto.- le dijo a la rubia. Tal vez ser una Grovehn le quitaba capacidad de juicio.

- Además, me parece gracioso que nos des el beneficio de la duda cuando Deidre se ha confesado ante nosotras directamente. Con ella es certero el juicio de culpabilidad - le dijo un tanto exasperada y luego miró a Sylvia y a la otra Melknhar.

- La verdad es que es algo que he estado considerando - dijo con tranquilidad - porque su falta de colaboración podría ser un factor importante. Todas hemos dicho nuestras reservas, incluso la semilla de destrucción aquí presente - señaló a Deidre - pero tú te dedicas a observar. Para mí te guardas algo entre manos. Si bien no te hemos obligado, no puedes evitar que la falta de interés por desvelar misterios se pueda considerar como complicidad. Además, te lo he pedido una vez pero has hecho caso omiso a mis palabras -.

- Miren a la Reina sin trono. - expreso entre risas,  llegaba a un punto que Vyka terminaba siendo graciosa con su actitud. - Por favor, no le hagan tanto caso a esta mujer...  Rebosa de soberbia y tiene problemas de ira. Creo que se tratan esas cosas,  como así también el complejo de superioridad. - afirmo en el mismo tono que la pelirroja se expresa. 

- Sabes que tus ansias de encontrar a las semillas me llama mucho la atención. Con esa actitud que portas, podrías ser una y lo ocultas delante de todas. Quien sabe, eres muy astuta y te encanta acusar pero en cuanto te miran a tí,  saltas como loca agrediendo. En verdad que tienes problemas de ira. No sirves para esto. - termino por decir en un tono despectivo. 

Al ser llamada reina sin trono, le dice - Disculpa, pero la reina sin trono eres tú al estar persiguiendo el sofá de Alastor. Y claro que te debe parecer muy curiosa mi interés por encontrar las semillas, no te conviene al ser una de ellas. Además, yo no fui quien te insultó, yo solo te llamé lo que eras, una traidora. Tú me llamaste zorra, impulsiva, no digna de ser confiada y otros que he olvidado y no creo necesario mencionar... Quien ha desatado improperios has sido tú, no yo. Y no, no tengo problemas de ira, tú tienes problemas de bipolaridad y yo soy hija de una Eve, por lo tanto, mi carácter no puede ser tan pasivo como el de los Mleknhar convencionales. Yo no soy una Melknhar de ciudad - le dijo y guardó silencio esperando una respuesta de Raffariel.

- Y creo que quien realmente no sirve eres tú. Eres tan mala mintiendo que te revelaste ante nosotras sin asegurarte de quiénes éramos. No trates de desviar la pelota hacia mí, sabiendo que, de nosotras, la semilla eres tú -.

- Melkhar, Eve, Grovehn... Digo mirando a la otra Melkhar no convencional. - Querida, entiendo que sospeches de mi silencio, realmente también sospecharía de mi si fuese tu... Pero respondeme lo siguiente, piensa y analiza... ¿Qué quieres que te aporte?, solo me queda escuchar, analizar y ver quienes son sospechosos, en quien confío con pruebas vagas y después votar por un supuesto traidor. Hasta el momento no tengo pruebas de nada, no aporto en nada. Solo me queda observar. Lo que diga puede servir para confundir a aquellos que están en mis condiciones... Yo voto por aquellos que se prueba que son traidores, y confío principalmente en aquellos que volvieron de la muerte después de muerte por traidores. ¿No es lógico?

- Ni siquiera puedo desconfiar de Deidre, porque no tengo como comprobar su verdad... Solo me queda esperar y observar.

- Recibí una carta y la respondí pero no tenía destinatario. Por eso pensé que eran uds, el resto de lo sucedido ya lo saben. - respondo a Sylvia ignorando por completo a Vyka. 

Y mientras vuestras palabras seguían en aquel eterno amanecer, la presencia de Olenna y Sarghagas se hacía presente, apareciendo entre las tumbas como los demás...

Al ver llegar a los nuevos invitados, puse cara triste burlona ante la presencia de Sarghagas:

Vaya, esto ha dejado de ser el club privado de té de las chicas...

Al tomar forma en aquel lugar lo primero que Olenna siente es extrañeza. Aún sabiendo dónde se encuentra el instinto hace que adopte una posición defensiva y mire a uno y otro lado preparada para saltar al menor atisbo de peligro. Entonces comienza a observar a los presentes y su postura empieza a relajarse lentamente, sobre todo al encontrar los ojos de Sylvia. Tantea entonces su propio cuerpo con las manos, comprobando cuáles de sus pertenencias están con ella, y al empezar a caminar lo hace arrastrando el palo. Escucha el sonido de la piedra, pero es evidente que no suena como espera.

Al escuchar el recibimiento de la chica del martillo Olenna la mira durante un instante.

—Buen golpe —la felicita. Sin embargo no se queda demasiado tiempo pendiente de la posible respuesta. En lugar de eso apoya las rodillas en el suelo, luego las manos y, finalmente, el oído. Entonces empieza a rascar con las uñas y frunce el ceño.

—¿De quién es esta cabeza?

Me encontré en un lugar nuevo para mis sentidos. No sabía a ciencia cierta donde me encontraba. Extrañado, miré a mi alrededor, observando a los presentes que me miraban con cara de asombro. La chica rubia hizo un comentario al cual no presté demasiada atención. 

-Saludos compañeras. ¿Alguna de vosotras es tan amable de explicarme a que se debe mi presencia en este lugar?-Tenía muchas dudas respecto a mi repentina aparición. Me mantuve a la espera de alguna respuesta que aclarara mi incertidumbre.

Vyka se vio ignorada por Deidre y solo le dijo - Tu falta de argumentos y mentiras constantes solo demuestran tu culpabilidad - luego, tras otra batalla, los dos nuevos integrantes no se hicieron esperar, apareciendo en el horizonte.

Los miró y no pudo evitar reír ante el comentario de Bethanny, pero simplemente contuvo la risa para cubrirse la boca y mostrarse más serena. Entonces, miró a Deidre y le dijo - Ahora no dirás que han aparecido dos rastros más y que ellos también son semillas, ¿O sí? ¿Hasta cuándo mantendrás la mentira? -.

Entonces, Olenna comenzó a hacer lo que parecía ya un rutinario reconocimiento de terreno y observó su actuar. Sonrió con gracia y luego le dijo - No sabemos mucho sobre este lugar, la verdad. Solo nos hemos conectado aquí - luego miró a Sarghagas y como si quisiera responder ambas preguntas, dijo - Yo llegué junto a Sylvia y Raffariel ya estaba aquí, según dijo Yaiza estaba con ella. Luego, llegaron Bethanny y el pavo real - señaló a Deidre. Tal vez ese era el improperio más fuerte que le había soltado, aunque aún recordaba que le había llamado zorra. Era común que se confundiera a un panda rojo con un zorro, pero no veía la razón del comentario.

- Y bueno, creo que ha sido su turno. Lastimosamente no hemos descubierto nada más, solo que Deidre creyó que se había conectado con las semillas de destrucción al llegar y se confesó aquí -.

- Bienvenidos. - saludo a los recién llegados ignorando de forma obvia los comentarios de Vyka, al parecer le encantaba meterse conmigo y podría resultar ser una obsesión ya. Lo dejaría pasar porque las palabras de Olenna en el otro lado fueron muy significativas para mi, confiaba en la chica del bastón y tal vez entendería mi postura mejor que la pelirroja con problemas de ira. 

- Corrijo... Desapareció un rastro, significa que el árabe era una semilla. No lo sabía, tenía mis sospechas y más aún sabiendo que venía observándome. También lo hizo Fiona, sé que ella es otra... Aunque no comprendo la muerte de Nimay... - corrijo a Vyka pero le hablo directamente a Olenna, ella comprendería mejor estas cosas y sabría perfectamente de lo que estoy hablando. 

Escuché con atención la disputa de las dos chicas pelirrojas. Se acusaban mutuamente como perras en celo así que no presté demasiada atención. -Esto es una locura. Y me tachaban a mí de bestia solo por querer alimentar a mis roedoras... Al parecer nadie sabía porqué estaban allí y mis dudas seguían existiendo. 

Deidre daba a entender que manejaba cierta información y podía vislumbrar quién era semilla. No la creí del todo, ya que lo que contaba sonaba dudoso. -Querida, no se de donde sacas la información, pero te aseguro que mañana confirmaré si el árabe era un traidor o solo estás inventando.

Desde su posición en el suelo Olenna recibe la respuesta de la chica que grita, pero no asiente hasta que no se ha puesto de rodillas de nuevo. Luego mira a la chica del cocodrilo y ladea el rostro, mirándola con genuina curiosidad.

—¿Comprendes la de la chica del cocodrilo? —pregunta. Sus ojos no se detienen demasiado en la chica sino que miran alrededor, como buscando algo.

—Voy a caminar —enuncia. No llega a pedir que la acompañen, pero es evidente que no quiere dejar de escuchar las conversaciones—. Ver qué pasa si andamos mucho.

Dos figuras más aparecen entre las tumbas. La figura del hombre me sorprende, mientras que la de Olenna me alegra.

- Bienvenidos. - Les digo a ambos, aunque miro y sonrío a Olenna. Sería un respiro del hastío de la disputa entre las pelirrojas. - Caminaré contigo, estoy cansada de estar parada.

Ante la proposición de Olenna, Vyka asiente y dice - Me parece bien. Solo conocemos esta parte de este lugar - y entonces, siguió a Olenna.

Algo vino a su cabeza, algo que dijo la chica del bastón antes. Tal vez ahora podría compartirlo.

- Dijiste que querías contar algo, pero no con todos. ¿De qué se trata? -.

Olenna asiente a las palabras de Sylvia y busca con la mirada a Fyas, comprobando que se encuentra ahí*. Agradece que la mujer la acompañe, y en cuanto la chica que grita se suma a ellas la observa durante un instante, aceptando su compañía.

—La tontería del árabe es sin la mujer del búho —dice entonces, hablando a la Eve de la serpiente—. Pero es tontería igual. Miente, miente y miente. Ahora dice que muerto está bien.

Es en ese momento cuando emprende la marcha, caminando en una dirección al azar: a simple vista todas eran iguales.

—El hombre elefante —comienza tras la pregunta de la otra chica—. Dice que sabe que el árabe no es semilla, pero sí es. El secreto del viejo es del hombre elefante y Katalina. —Hace entonces una pausa—. Es semilla. Mi cabeza está llena de semillas ahora. Menos la chica del cocodrilo, todos. Ella no sé seguro, pero creo que no. Pero él sí. Los demás sí.