Partida Rol por web

Es de noche... la luna reina incesante sobre vuestras cabezas, mientras las acusaciones y desvarios se enfrentan antes de sucumbir ante el destino de la ciudad maldita al anochecer...

Pero sin embargo, tu mirada ladea hacía un punto donde algo parece emerger, como un sol que se opone al momento del ocaso volviendo a salir en un simulacro de amanecer.

Tu mirada se ciernes sobre aquel lugar que os acoge, cuando callas aquella sensación.... Ya no existen ruinas, ni piedras rotas, ni arena que se mezcle en mitad de un adoquín pues todo parece haber vuelto a la vida dando paso a una plaza cubierta de columbarios, fosas y osarios.... un lugar que llora los restos de muchos, mientras decenas de estatuas en actitud rogante parecen esperar un perdón para aquel que aclama a sus epitafios....

El sol se alza en un perenne amanecer... bañando con un suave dorado aquel lugar. Tus pasos se hacen lentos mientras posas tu mirada en aquel lugar. Un camposanto que parece recordar cierto aire de sosiego y tranquilidad.

Una vieja sombra que ganaba a la figura que hoy se alzaba como Oldland...

Ladeas la cabeza, y vuelves a ese oscuro lugar. La luna sigue reinando... pero de alguna manera, al cerrar los ojos, sabes que puedes ir a ese lugar...

Y mientras paseáis por aquel camposanto dos miradas se cruzan, coíncidiendo en aquella antigua plaza, que como cruce de caminos encontraba el de varios, como el vuestro con el de los demás.

La mirada de Raffariel y la de Yaiza juegan en aquel lugar, sabiéndose presentes ambas, como bienvenidas de nuevo a una parte de Oldland que hace tiempo la gente empezó a Olvidar.

Dicen que no hay una verdad universal, si no que ésta varía según la perspectiva. Cada mirada posee una, y curiosamente, creo, que ninguna está herrada, totalmente. El aburrimiento me invadía, mucho después de los reproches de mi cabeza. Un claro signo de cansancio se dibujó en mis labios. Miré a todos lados tratando de encontrar algo enriquecedor, cuando de pronto, vi a una ciudad emerger de sus cenizas; como un fantasma en un campo de tumbas, como ver a lo lejos la gran ballena de Moby Dick. Mis ojos se agrandaron ante tal sorpresa, ¿acaso es una estrategia? ¿estoy loca? Me levanté pausada y me dirigi alli, donde la luz cubría la piedra nueva. Cerré los ojos y suspendí mi mano en el aire, estirando los dedos, haciéndolos danzar con su movimiento. Dejé que saliera un silvido de mi boca, que acompañaba el aire y el sol de la brisa. Ambos me confesaron que Oldland estaba ahí. La luz, se contraponía a la oscuridad, y daba vida, tranquilidad. La belleza de Oldland se abría a mi. Mis pasos me adentraban, la magia me abrazaba. De pronto, todo vuelve a ser oscuro...me encuentro en aquel camposanto. La mirada perdida de aquella chica con cabello alborotado se encontró con la mía. Yo, casi inconscientemente me acerqué a ella en un ligero caminar-¿Has visto lo que yo, verdad? ¿entiendes el significado de éste juego tan extambotico y laberíntico? Es...hermoso, pero siento que es un acertijo a descifrar- musité ésta vez con la cabeza erguida. Perdiéndome en mis propias cavilaciones.

Mi curiosidad... Aquella que siempre me llevaba a lugares extraños y a la vez extraordinarios hoy volvió a actuar. Aquella luz que floreció desde la oscuridad aparentaba ser una salida. Nuevamente me sentía extraña, en mi cuerpo y en la sociedad. 

Me levante del piso, donde acostumbro estar, mi mirada perdida en el horizonte luminoso mi guió hasta el origen, que con pasos lentos pero seguros me mantuvo en línea recta hasta llegar a atravesar a un campo hermoso para muchos. Mi mundo es distinto al de todos, o por lo menos la gran mayoría.

Al tocar el nuevo piso de Oldland sentí que todo cambió, no solo en el paisaje y lo que me rodea, si no que incluso dentro de mi. - ¿Qué sucede...? Pienso tímidamente, intentando hablar... De pronto noto también que mi cuerpo no está en mi poder. - No... No... Aquella voz tomó el control.

No estaba sola, una mujer hermosa estaba conmigo me miró y se me acerco. Esta vez no me veía recaída, mi rostro reflejaba confianza en mis actos, si en algún momento aquella mujer notó mi presencia pudo percatarse del cambio.

- ¿Hermoso? Le digo con voz risueña. - Esto es reflejo de la maldad que rodea Oldland, un espejismo. Dudo que exista un lugar como el que está frente a nosotros en Oldland... Despierta, no seas idiota como Raffariel. Puedes confiar en mi, por lo menos en este momento... Río nuevamente - Porque definitivamente no hay que confiar en Oldland... 

- Lo único que se en este momento es que estamos conectadas de alguna forma, por alguna fuerza...

Y mientras el sol permanecía en el mismo sitio, en un continuo amanecer... La esencia de Yaiza parecía perderse en aquella ciudad, dejando a solas a Raffariel.

Mi personalidad se retrae nuevamente, caigo arrodillada y me quedo sola, como siempre.

Y mientras paseáis por aquel camposanto vuestras miradas se cruzan, coíncidiendo en aquella antigua plaza, que como cruce de caminos encontraba el de varios, como el vuestro con el de los demás.

La mirada de Raffariel, la de Sylvia y la de Vyka juegan en aquel lugar, sabiéndose presentes entre ellas, como bienvenidas de nuevo a una parte de Oldland que hace tiempo la gente empezó a Olvidar.

Por un momento pienso que o bien me he quedado dormida o que empiezo a ver alucinaciones. Un sol emergente en plena noche...

Caminaba entre aquellas tumbas y estatuas con tranquilidad. Nada parecía poder perturbar aquella inusitada paz. Este lugar se parecía más a lo que había soñado sobre Oldland que aquellas ruinas. Al menos aquí parecía haber cierto orden, cierta lógica. Al menos aquí las almas parecían encontrar descanso.

Mis pies me llevan hasta lo que parece una plaza central, una zona limpia, que casi parece desencajar en aquel lugar abarrotado. Fyas aparece desde otro de aquellos caminos que casi parecen callejuelas. Todo está en orden, pero me dice que hay alguien más allí. No estamos solas.

Me quedo allí, en el centro de esa plaza, mirando a mi alrededor, preguntándome por dónde asomarían mis acompañantes.

Vyka pestañeaba en numerosas ocasiones, tratando de salir lo que ella creía era un sueño y solo siguió la luz del sol como si se tratara de una mariposa siguiendo la luz. Parecía mirar ese lugar sin dar crédito a lo que veía, sin comprender qué era esto, qué había ocasionado esto.

Sus piesa caminaban sin su consentimiento y entonces, vio a Sylvia allí. La miró confundida y siguió caminando. Luego vio a Raffariel allí, de pie y extendió su mano como si quisiera cruzar un espejismo pero al verla tan cerca, la retiró.

- ¿Qué es esto? - ese lugar tenía la triste energía de Oldland pero eran más que solo ruinas. ¿Era deseo de Oldland que vieran eso?

Vuelvo a caer en este terrible mundo, lleno de belleza. Ahora con nuevas acompañantes.

- Ya he estado acá... Debe ser una especie de nexo entre nosotras. Digo con una extraña personalidad que no se me ve normalmente.

- Aún desconozco el fin de esta unión, pero al menos está... Eso está claro. Digo mirando a las que se integran.

Miró a Raffariel extrañada. Una actitud muy diferente a la cual mostraba normalmente. Luego se giró hacia Sylvia con el rostro de interrogante y le dijo - Bueno, ¿Qué tipo de unión es esta? - parecía realmente impresionada.

- Mi madre no me habló de nada de esto. Esto no le ocurrió en la última reunión - dijo mirando alrededor y comenzó a examinar las tumbas a su alrededor - Tal vez cada encuentro es diferente -.

De un lado aparece Vyka, y del otro Raffariel. Tres mujeres aquí, cada una de un legado. Extraña unión. ¿Qué se espera de nosotras?

Sonrío a ambas mujeres. Fyas me dice que no hay peligro, y que no hay nadie más.

- Yo creo que lo vi en sueños, pero hasta ahora no sabía que nada de esto existía. Jamás había estado antes en Oldland, y no conozco a nadie que lo haya estado.

Siento un pequeño pinchazo en el corazón cuando Vyka habla de su madre, y agacho la cabeza para mirar al suelo. Observo los dedos de los pies casi desnudos bajo lo que un día fueron unas botas.

- ¿Qué creéis que significa? ¿Qué es lo que tenemos que hacer?

- No lo sé - dice Vyka mientras se gira hacia Sylvia.

- En Oldland ha habido muchas muertes y son pocos los afortunados que logran salir. Mi madre solo fue una de esas, al igual que el padre de Nora, según lo que nos ha dicho - dijo tranquilamente.

Se levantó y miró a sus dos compañeras - Lo que podríamos hacer sería explorar. Tal vez así descubriremos algo -.

Asiento con mis pelos desordenados ante las palabras de las chicas. - Me parece bien. La verdad ya llevo tiempo acá y no he recorrido, admiraba  y absorbía mi soledad... Como es de costumbre. 

Me mantengo mirando a Vyka esperando que de el comienzo a la excursión.

- No creo que estemos aquí para explorar. - Hablo con tono solemne y la cabeza gacha. - Sería perder el tiempo. Tenemos que unir fuerzas y aprovechar este nexo para averiguar quiénes son los que están acabando con nosotros. - La mirada se vuelve fría un momento, escrutando los rostros de las mujeres. - Si es que es eso lo que deseáis.

- Concuerdo contigo, chica bonita... Ja Ja... Pero la verdad es que no confío en ustedes... ¿Quién me dice que no eres de ellos?... También veo poco productivo el buscar a alguien implicado desde acá si nisiquiera sabemos si nosotros estamos implicados... 

Vyka miró a Sylvia algo intrigada. No creía haber dicho nada que pudiera ofenderle, ¿Así que por qué la agresividad? Luego vino la respuesta de Raffariel y Vyka solo dijo - De acuerdo, como prefieras, pero ella tiene razón. Yo confío en tu buena fe - le dijo a Sylvia pero en ella no mucho. Creo que su silencio deja mucho a la imaginación. Por ello, no me gustaría revelarme ante un posible traidor. Creo que, como inocente, entiendes eso, ¿Verdad? - se irguió y luego continuó.

- Mi idea de explorar era solo para conocer el lugar pero podemos compartir nuestras sospechas. Por ejemplo, ¿Saben por qué Theora quería matar a Aisha? -.

- No pretendía decir que desconfío de vosotras. - Contesto encogiéndome de hombros. - Pero si queréis una prueba... si yo fuese una traidora, y vosotras no, sabría quienes están en mi bando y sabría que vosotras no, así que no me haría falta saber si puedo confiar, ya lo sabría. No perdería el tiempo preguntando.

Fyas andaba probando suerte a ver si en aquel lugar había algo para comer, lo que significaba que tampoco estaba preocupada.

- Theora... no sé cómo pero creo que vio algo en Aisha, algo que no le gustó. Por eso quería acabar con ella pero fue la pequeña la que cayó. Me ha cogido por sorpresa. De entre la gente que sigue viva y la que no, ya tengo a mis sospechosos, pero he de reconocer que Aisha no estaba entre ellos.

- La verdad es que creo que nos tratarías de inculpar si lo fueras. Al menos yo lo haría, así quitaría sospechas de mí misma - dijo tranquilamente y luego asintió ante lo explicado por lo sucedido entre Aisha y Theora.

- Esa niña tiene un don especial, espero que las semillas de la destrucción no intenten arruinar eso - miró al horizonte sin ningún punto claro.

- Tenemos a Daeron, pero ¿Quién podría ser el próximo? Y la verdad, yo sí sospechaba de Aisha - solo agregó algo pero sin ningún tipo de malicia en su voz.

Me quedo pensativa mientras escucho las palabras de las dos. 

- Mmm... Si. Pienso igual, definitivamente algo tiene esa niña... Yo sospecho de todo el mundo y lamentablemente me tengo que fíar en las votaciones de la mayoría, ya que no poseo un poder que pueda aclarecer dudas o detectar culpables...Soy una simple maldita oveja más del rebaño. Pero al menos tengo esta conexión con ustedes para aclarar dudas. Digo con algo más de confianza ante quienes tengo al frente.

- Definitivamente tengo como sospechoso a Daeron, lo que pase después también tendré que guiarme por lo que dicen los que menos desconfianza tengo... Trabajo al corto plazo... Digo con rostro de resignación.