Partida Rol por web

Isaac no comentó nada al respecto. Él tenía más paciencia que Katherine, aunque la comprendía. En esos momentos, Ashley Turner despertó de la inconsciencia.

En un principio lo hizo poco a poco, hasta recordar todo lo sucedido. En ese momento se levantó super rápido, mareándose ligeramente. Por suerte, Beth estaba cerca y la ayudó a echarse de nuevo:

Beth:- No deberías moverte tan bruscamente. 

Ashley:- ¿Estamos a salvo?

Beth:- Sí. En parte gracias a ti.- y entonces sus ojos se tornaron suspicaces. ¡Había tantas preguntas que quería hacerle!- Tienes un poder inusual. 

Ashley bajó la mirada y solo susurró un "lo sé...".

Se me escapó un -JÁ.- cuando Eileen dijo que no ir por separado no se nos daba bien. Que hablaran por ellos, si no fuera por mi quién sabía dónde estarían todos ahora. Disimulé el "Já" con tosidos. 

- Uff... Esto de estar bajo el agua hace que pilles costipados o algo así, eh? Bueno, pues esperemos. 

A estas horas la carta que le había mandado a Killian le debería haber llegado ya, ¿qué estaría haciendo? Tenía ganas de achucharle los mofletes. Tan solo esperaba que el y Aengus se siguieran llevando bien. 

Miré a Greenbell con apatía para evitar poner una de mis muecas acompañando mis pensamientos. Pensamientos que más o menos iban por el camino de "y también le pido un taxi." Quedándonos a solas pero sabiendo que nunca estás solo de verdad en Hogwarts, continué el camino hacia mis despacho, con Sean a mi lado. Era extraño que la última vez que habíamos recorrido juntos aquél camino el despacho había sido suyo y teníamos que guardar las distancias. Ahora era todo distinto. Entrelacé los dedos se Sean con los mios antes de levantar una ceja ante su pregunta.

-¿Cuándo no te he contado algo? Si te cuento hasta cuando se me cuelan en la cola del supermercado.... Pero a solas.

No tardamos en llegar a mi habitación, aunque excepto por la ropa tirada, nadie diría que era mía. No pretendía quedarme demasiado tiempo así que no había enseres personales o fotografías. Dejé que Sean tal vez se perdiese en la nostalgia unos segundos antes de explicarle lo que había descubierto de Ashley Turner aquella mañana y como sospechaba que alguien estaba usando las mismas debilidades que Toser en su día con estos jóvenes, pero cómo era lo de menos aquél día de eventos. Le conté con pelos y señales toda la aventura en aquella base secreta y para cuando terminé mi boca estaba más seca que un estropajo.

-... Y entonces nos encontramos en la escalera. Sé que es mucho que asimilar, yo aun estoy atando cabos en mi cabeza y decidiendo en quién podemos confiar y quién no. Necesitaré un checkeo en el noviete de Beth. Algo no me cuadra con él. Y mañana veré que pueden contarme Katherine e Isaac. Quiero largarme de aquí cuanto antes. No estoy hecha para ser profesora, y menos jefa de casa. ¡De Slytherin!

Resultaba extraño regresar a Hogwarts junto a Emily sin tener que ocultar su relación. De alguna manera se sintió nostálgico por la felicidad que encontró en aquel lugar. Gracias al castillo había encontrado al amor de su vida. Ahí empezó todo, cuando ambos eran simplemente unos meros humanos en medio de tanta multitud. 

Si algún día le pido matrimonio será en este lugar.

Y con esos pensamientos llegaron al que ahora era el dormitorio de Sean. No pudo evitar sonreír ligeramente al reencontrarse con aquella cama. La de veces que había observado a Emily sobre aquel colchón, tan solo tapada ligeramente por unas sábanas.

Pero pronto tuvo que concentrarse en lo que le había llevado allí. Y era un asunto sumamente preocupante. Escuchó con atención todo lo que su novia tenía que contarle, estando de acuerdo en la mayoría.

- Quizás deberíamos hablar con ellos dos cuanto antes. El tiempo apremia y quién sabe lo que estará ocurriendo en estos instantes.- ante su comentario sobre largarse de allí cuanto antes, él se levantó y se acercó a ella, le colocó un mechón tras su oreja y le dijo:- Estás hecha para cualquier cosa porque ambos sabemos que eres perfecta en todos los sentidos. Ten paciencia, ¿vale? Si quieres puedo intentar hacer escapadas. Ya he entrado una vez.- comentó con una sonrisa. A él también se le hacía difícil la distancia que ahora había entre ellos. Echaba de menos su voz, su olor, su tacto e incluso su mera presencia.

Parece que Emily se está retrasando un poco*. Mientras la esperan o no, ese grupo tan dispar podría contarle en lo que la han metido sin querer.

-Bueno, podríais ir contándome de qué trata todo esto. Vilma me dijo algo sobre una profecía. Aunque estaría bien que me explicarais la historia hasta ahora y luego ya entraríamos en lo que quiere contarnos Katherine. Más que nada porque como Greenbell me haya engañado y me haya puesto en peligro, haciéndome creer que he venido a dar clases, se las va a ver conmigo.

No le importa ponerse en peligro si es para salvar a sus amigos, pero no le gusta que la tomen por tonta y la engañen.

Aunque Vilma no fuera precisamente la reina del disimulo, en aquella ocasión le pasó desapercibido a la exravenclaw  pues estaba demasiado concentrada mirando a Ashley quien, en aquel momento, no parecía peligrosa. Abrió la boca para hablar, llena de preguntas para la muchacha pero entonces Tabatha, con mucha razón, tomó el turno de palabra.

- A ver, te cuento lo que yo sé, seguro que me pierdo cosas...por eso digo lo de trabajar juntos. Empecé a investigar la poción que había en los pétalos que cayeron en la boda, la que hizo que... - carraspeó un momento, intentando tener tacto, algo de lo que normalmente iba bastante falta -...bueno, que la gente perdiera el control. Se parece al filtro de muertos en vida pero es diferente... por casualidades de la vida, eso me llevó a Beth y a Ermendrud - con prudencia, obvió mencionar la historia del alemán pues eso era cosa suya -. En resumidas cuentas, en el colegio de magia alemán hay cuatro casas como en Hogwarts más una quinta - creía que la historia era algo así pero por si a caso, miró a Ermendrud para corroborar sus palabras con cierta expresión de duda - que forma más parte de las leyendas que de la realidad... pero por lo visto sí existe y serían algo así como los malos definitivos - se encogió de hombros, un tanto avergonzada por el término pero así se aseguraba de que todo el mundo entendía el concepto. Seguramente no era lo mejor tratarlo ante Ashley pero algo le decía que con secretismos no se iban a ganar su confianza -. En fin, el caso es que la poción esta es un método de... - sacudió la mano, exasperada por la falta de palabras para describir todo lo que tenía en la cabeza, antes de lograr proseguir -... control mental, o una forma de eliminar la racionalidad de la persona, algo así. Aún no conozco la mayoría de ingredientes porque la verdad es que es bastante rara. Parece ser que... - otra vez miró a Ermendrud, algo tensa, pero prosiguió -...se sustrajeron muestras de sangre de San Mungo, alguien que está involucrado con toda esta historia, y corresponden a algunos alumnos de aquí Hogwarts que podrían tener información acerca de la poción. A eso se le suma la existencia de una profecía a nombre de Vilma que anunciaba que tenía que venir aquí acompañada de unos cuantos para poner fin a esto. Tengo las palabras exactas escritas en mi habitación, luego te digo exactamente qué decía. Y bueno, en resumen eso es todo.

Katherine, agradecida por que empezaran a tratar el tema, prestó atención a Eileen y solo cuando terminó de hablar se atrevió a añadir algo:

- En realidad la pérdida de control sobre uno mismo es solo un efecto secundario. El día de la boda estaban probando cómo afectaba la poción a diferentes grupos de personas. A Isaac y a mí no nos afectó, por lo que fuimos el blanco.- tragó saliva. Precisamente el ser inmune a aquella poción extraña era lo que les había traído tantos problemas.- Los que no sufren ese tipo de efectos secundarios son los considerados "aptos" para este grupo de personas. A partir de ahí te inyectan esta poción hasta que terminas... no sé cómo decirlo... ¿teniendo poderes especiales? O hasta que sucumbes.- si se fijaban bien, los brazos de Katherine e Isaac tenían moratones de pinchadas. 

Isaac:- El siguiente paso de este proceso es que te laven el cerebro para que trabajes en su organización. O eso hemos supuesto a raíz de lo que hemos visto. 

No pude evitar sino sonreir cómo una adolescente inocente y enamorada cuando noté el tacto de Sean mientras me decía que era perfecta.

- Tonto. - Fue mi única respuesta con un empujoncito en el pecho. Pero me controló para centrarme de nuevo, o se me iba a ir la cabeza a dónde no era. O al menos a dónde no debería si quería mantenerme profesional. - La verdad es que quería interrogarles ahora, pero había demasiada gente y sabía que no iba a poder hacerlo a solas. - Suspsiré resignada. - Me tienen cómo la mala, ¿sabes? Siguen pensando que somos compañeros de escuela jugando a ser héroes, y no quieren entender que este es mi trabajo, y no el suyo. Que yo llevo tres años dedicada a ello en cuerpo y alma y que me pagan por esto. Se creen que igual que ellos yo he llegado aquí gracias a algún idiota o estar en el momento adecuado en el momento adecuado. Me miran todos cómo a un monstruo cuando les digo que hagan (o no hagan algo), y la mitad de veces me ignoran. De hecho, si no fuese proque Tabatha mandó a Kegan callar, probablemente no habríamos salido de la base aquella. Todos tenían millones de ideas y sobretodo humos demasiado altos, y todos quieren ser líderes y héroes. No parece entender que esto no es un juego... - Volví a suspirar. Todos aquellos pensamientos me estaban atormentando, pero si había una persona en el mundo con quien podía compartirlos, era Sean. Él era el único que de verdad sabía que tras esa faceta de carisma y seriedad, o de sarcasmo y humor ácido, había una chica llena de inseguridades luchando por demostrar su valía. - Daría lo que fuese por poder volver a trabajar contigo. O con Clark, o Ivanovich. Con cualquiera del departamento de aurores, de hecho. Imaginate lo fuera de lugar que me siento aquí, ¡y eso que soy la única con experiencia! ¿No es irónico? - cogí entonces a Sean de las manos y le miré con los ojos bien abiertas. - Pero ahora estás aquí, así que trabajemos como la mejor pareja de aurores del mundo que somos y vayamos a hablar con Isaac, Katherine y la chica, Turner, si está despierta. - le dije antes de alzarme levemente, de puntillas, para darle un beso en los labios.

Escuchó en silencio las quejas de Emily porque sabía que tenía que desahogarse de todos aquellos inconvenientes que le estaban surgiendo. La verdad es que la actitud de sus compañeros dejaba bastante que desear visto lo visto, pero habría que tomar las riendas de la situación con otra estrategia.

- Si resulta que solo podemos confiar en ellos, que es posible a este paso, tendremos que ser cautos e intentar llegar a un entendimiento.-comentó, pensativo. Obviamente sabía que sus ideas y las de Emily siempre tendrían que tener más peso, pero seguro que a los demás se les podía medio engañar con diferentes estrategias y motivaciones. 

Sonrió y recibió el beso. Esos labios que llevaba echando de menos demasiado tiempo. Y tuvo que aguantar las ganas de tumbarla en aquella cama como tantas otras veces. Y es que Emily era demasiado sexy.

- Venga, vamos a ello. Y después a ver si puedo ocultarme por la noche.- no le apetecía nada la perspectiva de regresar solo al piso.

Y justo cuando Katherine terminó de hablar, Emily y Sean entraron en la enfermería. Allí dentro estaban todos reunidos, incluídos Katherine, Isaac y Ashley, ya despierta.

Ermendrud dejó hablar a Eileen. No era de buena educación interrumpir a cada segundo; por ello, decidió esperar a que esta terminara para poder intervenir y dar las explicaciones que intuía que ella había dejado para él a tenor de las miradas que le iba lanzando con cierto ¿nerviosismo? ¿respeto? le costó dilucidar la naturaleza de estas miradas, pero tampoco le dio más importancia de la que podría tener, a fin de a cuentas, era su interpretación, y podría errar miserablemente. 

 - solo unos incisos Eileen - dijo tras carraspear para llamar la atención - son tres casas, bueno, nosotros los llamamos clanes... en origen fueron cuatro, pero uno se perdió en el tiempo. Realmente nadie sabe el motivo, pero bueno, todos nos imaginábamos que era una leyenda, un cuento... algo que diera curiosidad a los alumnos de la escuela, pero no, existió, y quizás por la propia naturaleza del clan, este, desapareció.

Sacó la varita y trazó un pequeño baile de muñeca en el aire, dibujando con colores unos emblemas que se mantuvieron en el aire hasta que Erm decidiera que no fuera así... el primero era de color esmeralda.

“La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.”

Erm parafraseó de memoria la frase del clan - el dragón verde, Smaragd Drachen... o, dragón esmeralda, fue mi clan...

“Cualquier poder si no se basa en la unión, es débil.”

Berstein Drachen... dragón ambar

“Un mago que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca”

Rubin Drachen... dragón rubí... esos son los tres clanes oficiales, nada importante, pero luego, estaba el desaparecido - los tres emblemas desaparecieron y dibujó el cuarto, una densa nube oscura surgió de la varita hasta que conformó el dragón gemelo que se miraba a si mismo

Schatten drachen... o, dragón de la sombra. Como dije, para todos es una leyenda... para unos pocos, es una realidad... desconozco si este clan existe con este nombre en el resto del mundo, estoy convencido de que puede adoptar otros nombres e iconos según donde estén, pero al final, es lo mismo... - hizo desaparecer el dibujo en el aire y siguió - ¿controlan el mundo? ¿buscan poder? ¿ansían la dominación? no tengo ninguna respuesta a ello... existe muy poca bibliografía sobre ellos, habré encontrado tres o cuatro libros donde se les menciona, pero solo se que son poderosos y que no temen usar las maldiciones prohibidas contra aquellos que los descubren o se osan ponerse en su camino - en ese momento, su rostro se ensombreció, miró al suelo controlándose y antes de alzar la vista de nuevo, miró de soslayo a Beth - ya perdí a alguien importante por su culpa, ya perdí cuatro años de mi vida en prisión cuando me atribuyeron el asesinato sin tener pruebas concluyentes... - negó con la cabeza, con pesar nada fingido. Suspiró - vine a Londres buscando a mi madre, había desaparecido y al parecer, trabaja para ellos o, la tienen controlada como para que haga eso. Ha robado muestras de sangre en San Mungo y no se que puede hacer con ello, aunque, para todos esta claro, por donde puede ir el asunto... - se quedó callado esperando a que los demás pusieran sus cartas sobre la mesa, tratando de arrojar luz a ese mar de sombras que los rodeaban. Miró nuevamente a Beth y luego esperó guardando su varita. 

Demasiada información a la vez y muy poco organizada. Y todo eso parece demasiado peligroso... pero no pueden dejar que esa gente siga vagando por el mundo intentando hacer daño a los demás.

-Vale, así que tenemos un Clan psicópata que atacó la boda de Katherine e Isaac... sin saber el motivo aun para hacerlo. Envenenaron los pétalos que se lanzaron, pero no todos los que los tocamos se volvieron locos. Así que... que se decidieran por los novios no puede ser algo fortuito.

Eso es lo más extraño de todo. Algo especial deben de tener ellos para que se decidieran. Podrían haber ido a por cualquiera que no se viese afectado. Mira a Emily.

-¿Sabéis ya que hacía George en Hawai? Ese chico está implicado y os lo llevasteis, de una forma muy poco discreta, la verdad. Seguro que habéis conseguido información de él, ¿no?

Les mira.

-El siguiente punto es Ashley. De alguna forma, tiene un vínculo con todo lo que está pasando. No solo porque robaran su sangre... la profecía de la que hablamos, hace referencia a ella. Que estuviese a nombre de Vilma, significa o que la realizó ella sin saberlo o que fue testigo. Creo que Ashley sabe más sobre esa extraña habilidad de lo que nos hace creer. No tiene por qué ser malo, pero puede ser importante. Los otros alumnos, también deben de tener algún tipo de relación.

Vuelve a mirar a Emily y de paso a Sean, los Aurores de la sala.

-Por último, tras escuchar esto, ¿qué clase de protección daréis a las personas expuestas y que han demostrado ser inmunes a esa sustancia? Seguramente, ese clan malvado y oscuro les tenga bajo observación, esperando el momento oportuno para conseguir nuevas víctimas. Y más ahora que han perdido una de sus estupendas bases de operaciones y todas las pobres personas sometidas a sus experimentos.

La llegada de Emily y Sean trajo consigo que se hablara por fin del tema de forma abierta y sin tapujos. Era necesario hacerlo cuanto antes según Katherine. No quería que se le olvidara nada.

- Hay más cosas.- dijo entonces, tras la aportación de Tabatha.- Un país es el responsable de estas investigaciones secretas. Es por eso que no debemos decírselo a nadie ajeno a los que estamos ahora mismo aquí- miró sobretodo a Emily y Sean. Ella había traído a su novio y desde luego que era fundamental que entendieran que no era apropiado añadir a más gente.- Hay topos en todos los sectores del ministerio. Probablemente la madre de Ermendrud sea uno de ellos. Pero, ¿qué país anda detrás de esto?- eso no lo sabía. Apenas les había escuchado hablar y siempre lo habían hecho en inglés.- Sea el que sea pretende crear una guerra, y no solo mágica. Estos experimentos están destinados a crear un ejército invencible.

Ashley había permanecido callada todo aquel tiempo. Ciertamente con el interés de Beth al principio pensaba que iban a avasallarla a preguntar, pero todos habían pasado de ella. Y ciertamente lo agradeció. Aquel poder la ponía nerviosa y la asustaba. Imágenes de su niñez iban viniendo cada vez con más frecuencia. Recuerdos olvidados o guardados en un rincón.

Pero ahora, con el comentario de la profesora Smith no podía quedarse al margen. La estaba incluyendo y además necesitaba encontrar respuestas.

- Creo... que mi padrastro está detrás de todo esto.- anunció entonces.- El hombre por quien llevo el apellido Turner.

Lo del ejercito es cierto... - comentó - la sustancia que usaron en la boda, la sangre del dragón de la sombra, provoca en el receptor una sensación de inmunidad, aumenta su agresividad, pierden toda noción de realidad e incluso tienden a perder el instinto de autoconservación, por ello se podrían lanzar a una muerte segura con una determinación y violencia inusitada... es muy peligroso... esa sangre no esta recogida en ningún manual de magia, pero en muchos otros libros se la cita.

-Quizá... ¿Estados Unidos? Siempre buscan hacer con nuevas armas... bueno, allí, quien no tiene un arma, es el que está loco. Además, el tal Georuge estaba en Hawai... uno de los estados de EEUU.

La cosa no pinta bien. Una guerra mundial con ese suero de "supersoldados" acabaría con todo lo que conocen y bajo el yugo de un gobierno poco ético, sin duda. Si es que hay algún gobierno ético, claro.

Al entrar en la enfermería y ver a todos alrededor de Katherine, me sentí como una idiota. Había decidido ser empática y dejarles descansar por su bien y por petición de sus amigos, en lugar de interrogarles como debería hacer para mi trabajo, y así terminaba. Todos me tomaban el pelo y decidían excluirme para claramente hablar de lo ocurrido. Sin mí. Sin la única que dedicaba su vida a eso. Estaba claro que las prioridades y lógicas del grupo no se parecían en nada a las mías. Pero lo peor de todo era que Eileen estaba allí y ni siquiera ella había tenido la decencia de llamarme. Podía notar el puñal en mi espalda retorciéndose.

Pero eso no fue lo peor. Lo peor era que seguían hablando como si mi aparición fuese la de una lechuza con el profeta: algo falto de interés que podía esperar. Cuando Tabatha se giró hacia mí y me preguntó sobre "George" y sobre qué íbamos a hacer con los afectados, levanté ambas cejas mientras me llevaba una mano al pecho. Miré a ambos lados tras de mi antes de volver a mirarla a ella.

- Disculpa, ¿hablas conmigo? - la verdad era que no entendía qué pretendían. - Si alguien hubiese tenido la decencia de no mentir o de avisarme, sabría de que habláis. Pero no es el caso, así que no se qué esperas de mí. De hecho, no se que espera nadie de mí. ¿Sabeis qué? - en ese momento me giré hacia Sean. - dile al jefe que dejo el caso. Claramente no puedo ser auror y colaborar con ellos a la vez. Está claro que a ninguno le gusta cómo se hacen las cosas en el departamento y no van a hacerme caso si se lo pido, ya que además no me respetan como profesional. Y yo me niego a hacerme responsable de algo así. Si este es su grupo de trabajo, es su responsabilidad, no la mía. Estoy harta de tener que discutir para nada y solo crearme enemigos. No puedo trabajar con ellos. Puedo colaborar, pero no oficialmente. Por mi propia salud mental, tengo que ser egoísta. - miré a Tabatha entonces. - No sé una mierda de George, excepto que no se llama George y ha sido toda su vida un criminal menor fuera del mapa con una juventud difícil. Te diría porqué no se nada más, pero fuiste testigo. Sobre los afectados puedo pedir al departamento que haga algo, pero sé que no lo harán. No tienen los medios para vigilar a tanta gente solo por una suposición. Personalmente lo más efectivo será, dado que tenemos aquí a los novios, recorrer la lista de invitados y asegurarnos de que no tienen síntomas extraños, o pedirles que no salgan de su casa, cierren las puertas y tiren la llave hasta nuevo aviso. - le dije con total seriedad. - Gran Bretaña, EEUU y Alemania están trabajando juntos en un proyecto de múltiples facetas y múltiples secretos. Los clanes de míster misterio son alemanes, los sospechosos o involucrados de las tres nacionalidades. Si el gobierno está detrás, el de EEUU es el que más experiencia tiene en secretos y chantajes, pero eso tal vez sea muy obvio. - Miré a Ashley entonces. - Me pregunto por qué esperas hasta que un grupo de desconocidos casi te mata para hablar de tu padrastro psicópata. - sabía que no estaba siendo profesional, pero acababa de dimitir, así que tenía derecho a ser tan idiota como el resto por una vez. - Pero teniendo en cuenta que todo lo que digo parece que os lo tomais como un ataque personal y el punto de partida para rebelaros y hacer lo contrario, no sé para que me molesto. Ni sé para que me preguntáis solo por haber aparecido. Seguid a lo vuestro, no os preocupéis por mí. Ya interrumpiré si me parece conveniente. Así es cómo funcionan las cosas, ¿no?
 

El arrebato de Emily pilló desprevenido hasta a Sean. Creía que aquel asunto había quedado solucionado en las mazmorras pero al parecer Emily continuaba sin poder soportar la actitud del resto de compañeros de caso. Intentó abrir la boca en un par de ocasiones, pero desde luego lo mejor fue callarse. Permitió que Emily sacara toda la rabia que llevaba acumulando, en silencio e intentando que las cosas no fueran a peor. 

Obvió el detalle de que no podía dimitir porque eso metería en el caso a alguien ajeno y por lo que acababa de escuchar sobre los complots y demás le parecía una idea terrible. Cruzó una mirada con Eileen, pero continuó en silencio. Acababa de llegar allí y era mero espectador. Solo esperaba que llegaran a un acuerdo y la sangre no llegara al río. Ya no solo un país, sino todo el planeta dependía de los que estaban en aquella sala.

Si ya estaba asustada antes, ahora con la participación de la profesora de DCAO Ashley casi temblaba. ¡No era su culpa! Había perdido aquellos recuerdos y desde el año anterior habían ido regresando. ¡¿Qué culpa tenía?! Indignada y con las lágrimas a punto de derramarse por sus mejillas se defendió ante las acusaciones de Emily:

- ¡A mí me gusta menos que a cualquiera de vosotros esta situación! ¡No tengo culpa de que mi padrastro desaparecido hiciera experimentos conmigo y que lo haya empezado a recordar desde el año pasado! ¡Soy la primera que desearía que esos recuerdos y esas vivencias desaparecieran! ¡No tener que cerrar los ojos y concentrarme en cualquier cosa trivial para quitarme de la cabeza cómo me inyectaban en el sótano de mi casa esa cosa negra! Mi padrastro desapareció hace años pero parece que nunca se irá de mi vida.- las lágrimas se desbordaban por sus mejillas ahora mientras respiraba de forma acelerada. Ashley tenía carácter, tenía miedo y tenía rabia. Demasiados cuchilleos desde el año anterior, demasiadas miradas, y ahora demasiadas acusaciones de quien se supone que debería comprenderla y ayudarla.- ¡Ójala...! ¡Ójala mi verdadero padre, Barney S. Williams, se hubiera hecho cargo de mí junto a mi madre!

El ambiente se había tensado de manera terrible. Beth no soportaba las discusiones y por eso cerró los ojos, intentando mantener la calma mientras Emily expandía la tormenta. El cruce de acusaciones estaba por llegar y era lo que menos convenía al grupo. Acababan de llegar de una situación peligrosa y necesitaban estar más unidos que nunca.

Sean parecía entenderlo, porque permaneció callado. Pero Ashley explotó. Y toda la retahíla de cosas que dijo provocó que Beth no cupiera en sí de sorpresa. Se quedó bloqueada, con toda aquella información recorriendo los entresijos de su cerebro, almacenándose a velocidad vertiginosa. Cruzó una mirada con Erm, pero no dijo nada.