Partida Rol por web

Pues entonces contad conmigo sin problemas, estaré encantado de poder formar parte. Y no, no me supone ningún problema, era simple curiosidad - digo con una sonrisa.

Por cierto, una pregunta. ¿Qué clases habéis tenido hasta el momento vuestro curso? A nosotros nos ha tocado Historia de la Magia y Herbología. La segunda no ha estado mal pero la primera no era lo que me esperaba. El profesor es un fantasma que lo único que ha hecho es leernos el libro, y la verdad, ha sido bastante aburrida.

- Genial, te haré saber cuando empecemos con las reuniones. - repuse con una esplendida sonrisa, inclinándome para recoger el pesado libro del suelo. Una vez recuperada la postura lo abracé con cuidado de que no se me cayera. No estaba acostumbrada a llevar cosas tan pesadas de un lado a otro y aquello me hizo resoplar un poco, haciendome oscilar graciosamente el flequillo. -Si, nosotros también tuvimos dos laaaargas horas de historia de la magia, o más bien de la prehistoria de la magia. - Repuse  alargando exagerada y teatralmente la palabra "larga" - No se si en algún momento llegaremos siquiera a hablar de la edad media, aunque el tema de las maldiciones egipcias tenía su punto. - Añadí esbozando una sonrisilla pícara. - Sin embargo transformaciones es ya otra cosa aunque McGonagall no es tan terrible como cuentan, es cuestión de un poco de práctica. -Terminé encogiéndome un poco de hombros - ¿Vosotros que hicisteis en herbología?-

Pues como primera clase, hemos intentado reconocer diferentes tipos de plantas y cuál es su uso en pociones, como la curación. La verdad, mucho más interesante que la de historia de la magia - digo riendo.

Además, nos han dado una planta que debemos cuidar para que crezca y poder usarla. Sé que es parte de la nota y que hay que tener cuidado y que una de las pociones que se podía hacer con ella era la del tiro de la muerte en vida. Parece interesante - digo recordando.

Transformaciones, es una de las asignaturas que más me interesa junto con Defensa contra las Artes Oscuras.

- Desde luego mucho más que historia de la magia. - Sonreí abrazando un poco más el libro contra mí, pues se me estaba escurriendo. - Perdona pero ... esto pesa y tengo que terminar algunas cosas antes de la cena. - Y puesto que no parecía dispuesto a echarme una mano tampoco podía eternizarme ahí de pié. - Te haré saber cuando comiencen las reuniones del club, y bueno ... encantada. - me despedí con un ligero gesto de cabeza, ya que las manos las tenía ocupadas.

Lupin te sigue y, para sorpresa de los dos, la profesora McGonagall está en la entrada esperandoos.

- Llegaremos más rápido si yo os guío.

La profesora os lleva por escaleras y pasillos sin decir nada más, y Lupin parece nervioso y mira todo el rato al suelo. Al final, la mujer se detiene frente a una estatua con una especie de gárgola. 

- El director os espera. ¡Tofu con miel!

Al principio parece que a la mujer se le ha ido la cabeza, gritando algo sin sentido, pero inmediatamente la gárgola empieza a girar y unas escaleras aparecen. 

Yo, como Lupin, también había ido todo el camino nervioso perdido. Ahora, con la boca abierta, veo como la gárgola deja ver un pasillo y una puerta al fondo:
-Mmm... Profesora McGonagall... es por ahí...? -sin esperar su respuesta me adentro, dando por hecho que sí que era y me paro un momento para mirar a Lupin que seguía mirando al suelo -Ey... vamos, no me dejes sólo ahora que estoy un poco cagado de miedo... -y sonrío.

La profesora asiente, como si fuese obvio, y Lupin empieza a subir contigo (ya que le has pedido de ir juntos) por las escaleras.

Las escaleras suben en caracol y al llegar al fondo apareceis un una sala circular. La sala está decorada con cuadros de brujas y magos aue no reconocéis pero que os miran con curiosidad. En las paredes hay amarios con libros y cachibaches extraños y también podéis ver el sombrero de la selección descansando en un estante. Al fondo de la sala hay también un extraño pájaro que parece hecho de fuego, pero es real, un ser vivo.
De repente la voz del director os llama.

- Así que aquí están mis estudiantes especiales. Es la primera vez, al menos bajo mi conocimiento, que tenemos niños licántropos en la escuela.

El director lo dice con mucha tranquilidad pero Lupin se pone nervioso y te mira con sorpresa. Parece aue va a preguntarte algo, pero le director le corta.

- Sí, ambos. Pero no por culpa del mismo hombre lobo. Vuestra situación reauiere cuidados especiales en luna llena por vuestra seguridad y la del resto de alumnos. Es por eso que pasaréis la noche fuera de los terrenos, en un lugar que he asegurado con magia. Tal vez tenéis preguntas, así que adelante, no muerdo.

Era como si la figura del director envolviera toda la habitación, me sentía pequeño y débil a su lado... y me quedé en blanco, tenía dudas, pero ni las recordaba, solo pensaba en que aquel mago delante de mi era como... un ser majestuoso... igual que aquel ave que tenía.
Entonces mientras me fijaba en aquel ave recordé una de las dudas que me surgió:
-Señor director... Lupin y yo estaremos encerrados juntos...? Quiero decir... es que... nunca antes había estado con otro... otro como yo. -y miré a Lupin.

- Esa es la idea, Donnie. Los lobos tienen manadas así que tal vez vuestro lado salvaje esté más cómodo con otros semejantes. Estaréis vigilados mediante magia por mí personalmente, así que si algo no funciona cómo esperado intervendré inmediatamente y a partir de la siguiente luna llena os buscaré dos refugios distintos.

Lupin parece muy nervioso e incapaz de hablar, mirándote a ti y al director constantemente.

-Lo entiendo director... -miro a Lupin y le ofrezco mi mano, para estrecharla- Será mejor que empecemos con buen pie.

Remus mira tu mano y se relaja un pelín, devolviéndote el saludo.

- Claro, lo último que quisiera son problemas... - dice Remus.

Un par de elfos domésticos de las cocinas (aunque no Lino entre ellos) os sube la cena. Durante la cena el director os explica que lo mejor es que no habléis de la situación, pues podría asustar a algunos estudiantes o incitar a otros a hacer locuras, cómo intentar llegar a vuestro refugio en luna llena.

- Tampoco debéis dar la localización del refugio. Es mejor que nadie entre para que las barreras mágicas no salten y se debiliten. 

En cuanto a qué decir a vuestros compañeros el director os deja la excusa que querais y os ofrece ayuda si la necesitáis.

- La señorita Pomfrey, la enfermera, está enterada de la situación por si necesita tratar alguna herida vuestra. Si queréis podéis decir que os encontráis mal y habéis pasado la noche en la enfermería, ella os seguirá la corriente. En cuanto a la reunión de hoy, también podéis utilizar la excusa que deséeis: una carta de vuestros padres pidiendo una visita, un problema en el registro de vuestro nombre... 

Cuando el sol empieza a bajar y los elfos han retirado la cena, el director se levanta y os indica que le sigáis.

- Normalmente no se puede aparecer ni en el castillo ni desde el castillo, pero en mi despacho puedo hacer excepciones con el conjuro. Dadme la mano.

Y en cuánto lo hacéis notas la extraña sensación de aparecerse que ya experimentaste con Lino, sólo que esta vez el destino parece ser una casa. La habitación tiene escasos muebles y parece que fue abandonada tiempo atrás, pero teniendo en cuenta lo que ocurrirá en un par de horas, eso es lo de menos.

- La casa está sellada mágicamente así que no podréis salir de ella, por vuestra seguridad y la del resto. Os he dejado un ajedrez en la sala de estar, por si queréis jugar un rato hasta que la luna salga. ¿Necesitáis algo más?

Me quedo con la boca abierta, mirando todo. Daba un poco de miedo, pero no se alejaba mucho de la jaula dónde me resguardaba todas las lunas llenas en mi casa. La esencia era la misma... una prisión.

-Señor director... le importaría mañana cuando viniera a buscarnos traer agua...? Perdone si parece que soy un consentido es que siempre que... sucede... a la mañana siguiente tengo mucha sed... por lo demás todo está bien... gracias señor director.

- Por supuesto. Te traeré una garrafa entera.  - contesta con una sonrisa. Se gira cómo para irse, pero parece recordar algo y se vuelve a vosotros. - Oh, antes de irme. Es una lástima que justo hoy tengáis que estar aquí, pues tenía un anuncio para todos los alumnos... Cómo sea, así tenéis algo de lo que hablar esta noche. - añade con un guiño.

Cómo bien sabréis estos días no son totalmente seguros en el mundo mágico. Muchos padres tienen preocupaciones por sus hijos, por su presente, pero también por su futuro. No hay peligro en Hogwarts, pero si os prometiese paz en cada uno de los días de vuestra vida que están por venir, mentiría. No puedo prometer tal cosa.

Sin embargo, lo que si peudo hacer es prepararos para el futuro. Ése es el espíritu y la razón por la que Hogwarts existe. Los profesores están aquí para enseñaros todo lo que neceistáis en vuestro futuro en el mundo mágico. 

Pero tras reuniones con el consejo escolar, profresores, prefectos, padres y madres, se decidió que necesitábamos algo más. Es por eso que tras todo un año de esfuerzo, puedo anunciaros que este año se celebrarán los Primeros Juegos Escolares de Hogwarts.

 Inspirados en torneos de toda clase y prácticas para diferentes trabajos mágicos, estos juegos tienen varios objetivos en mente que serán valiosos para vuestro futuro:

Cooperación. Los juegos no serán individuales y testearán la capacidad de todos vosotros, jóvenes magos y brujas, de trabajar en equipo, pensar en equipo, proteger al equipo.

Habilidades mágicas. Los exámenes escolares no son suficientes para demostrar el potencial de un mago o bruja en la vida real. Las situaciones reales nunca son como las que hay en una clase. Se trata de ser capaz de realmente usar la magia para un objetivo que no sea aprobar un examen.

Capacidad de improvisación. Uno puede estudiar para un examen o preparar un trabajo con anticipación, pero uno no puede prepararse para el porvenir. Es por ello que estos juegos pondrán a prueba vuestra capacidad para adaptaros.

Pero no sólo eso: los juegos son una competición, y toda competición tiene una recompensa para aquellos que conseguir superar las pruebas gracias a sus capacidades y conocimientos. Por este motivo, habrá premios para los tres primeros puestos de cada categoría, que serán anunciados en la inauguración de los premios.

Las categorías están dividas por cursos y adaptadas a los conocimientos de cada curso. La participación no es obligatoria. Todos los alumnos pueden apuntarse excepto los prefectos, ya que ellos son parte de la organización de los juegos. El único requisito es formar un equipo.

Los equipos pueden estar formados por magos y brujas de la misma o de diferentes casas, no importa, mientras sean del mismo curso. Cada equipo tendrá que tener tres (3) alumnos. En casos excepcionales se permitirían equipos con 4 o 2 personas si todos los alumnos del curso participasen y el número no fuese exacto. Esos equipos tendrían adaptaciones en algunas pruebas para no jugar con ventaja o desventaja.

Los juegos se inaugurarán la noche de Halloween. Tenéis hasta la mañana de ese mismo día para apuntaros, es decir, aproximadamente dos meses. El tiempo es más que suficiente para conseguir equipos y para evaluar vuestras posibilidades, ya que no por participar en los juegos estaréis exentos de exámenes, clases o trabajos. 

Una urna será colocada mañana por la mañana frente a los relojes de puntos de la entrada. Los participantes podrán depositar un pergamino cerrado con el nombre y curso de los estudiantes del equipo.

Y si no me equivoco, eso es todo. Buenas noches chicos.

El director se desaparece con un leve "puff" y te deja con Remus, quien tiene la boca tan abierta en sorpresa que una rana podría saltarle dentro.

- ¿Lo...lo has oído? - dice finalmente, aunque es obviamente una pregunta retórica - ¡Suena genial! 

Parece que las noticias le han hecho olvidar, al menos de momento, el motivo por el que estáis los dos ahí. Tal vez esa era la intención del director.

Escuché un murmullo de fondo mientras en mi cabeza había aventuras mágicas increíbles gracias a ese anuncio del director. Que guay... que guay... entonces escuché de fondo la vocecilla de Lupin y me giré sonriente
-SÍIII! ES GENIAL!!! -lo cogí de las manos y comencé a saltar dando vueltas -Sí sí sí! Tengo que pensar en gente para mi equipo, sí sí sí.
Cogí un trozo de madera roto que había por ahí y empecé a rascar en el suelo
-A ver... a ti Lupin... te pondré conmigo. A Irina también... a Dean... a Diane... -y de rodillas pensaba quien más podría venir mientras pasaba el rato, preguntando a Lupin que le parecía uno u otro.

- ¡Pero Donnie! Ha dicho equipos de 3, no puedes escoger a todo el mundo. - te comenta Lupin riéndose.

Las horas empiezan a pasar con la animada charla hasta que de repente notáis algo. Es esa sensación de alarma que una vez al mes despierta en vosotros. El sonido de un búho cruzando cerca os da el último aviso.

- Es hora... - susurra Lupin mirándote con angustia justo antes de empezar a sufrir cortas pero agresivas convulsiones, cómo si fueran al ritmo del corazón.

La luz de la luna se cuela entre algunos renglones y tú también sientes esa extraña sensación, y empiezas a convertirte...

Mirando a Lupin lo empiezo a notar yo también, caigo de rodillas y mis manos chocan contra el suelo. Siento como si mi piel estuviera volviéndose del revés. Empiezo a apretar con fuerza mis dedos en el suelo mientras puedo ver como empiezo a romperlo con una garras surgidas de mis manos. Me llevo las manos a la cabeza y poco a poco todo mi cuerpo se envuelve de un pelo negro y espeso desgarrando mis ropas hasta que lo poco que veo se vuelve cada vez más negro sumiéndome en la oscuridad... 

Los aullidos desgarran la noche y cuándo la transformación termina los niños han desaparecido, dejando paso a dos espeluznantes lobos con rasgos homínidos. Para cualquiera que se haya topado con un hombrelobo cara a cara y haya sobrevivido, estos dos le parecerían pequeños y débiles, pero al fin y al cabo era normal: eran solo niños.

Sin embargo, los sentidos eran tan agudos como los de un adulto y los instintos tomaban control sobre la racionalidad humana. Tal vez la idea de la manada del profesor Dumbledore no era mala, pero no había tenido en cuenta que dos lobos jóvenes macho desconocidos, antes de formar manda, lucharían por el territorio.

El lobo que anteriormente fue Remus Lupin gruñe y enseña los dientes al otro, intentando intimidarle. El pelo se le eriza y parece a punto de saltar al ataque, aunque en el último momento los hombros se relajan y adopta una posición más curiosa que agresiva.

Ante aquella mirada de curiosidad, erizando yo mi pelo y poniéndome en posición de atacar, rodeo enseñando mis dientes al lobo que ahora es Lupin, dando mordiscos en el aire intentando intimidarlo. Entonces, cuando me encuentro a su espalda, me lanzo encima suyo...