Partida Rol por web

He revisado tu ficha. Hay dos pequeños errores, el resto está todo más que perfecto.

En historia pones que tu madre era psicóloga pero en familia que trabajaba en un jardín de infancia. No estoy segura si ha sido un fallo o que era pedagoga o algo así...

En la ficha numérica los puntos de vida van así segun la resistencia:

+0 : Restas 6 PV.
+1: Restas 3 PV.
+2: Te quedas en 30.
+3: Sumas 3 PV.
+4: Sumas 6 PV.
+5: Sumas 9 PV.
+6 o más: Sumas 10 PV.

Con lo que tienes 30 PV no 32 :)

En cuánto a las cualidades de Metamorfomaga: He estado pensando y me parece que lo mejor es esto (copiale bajo la ficha en notas, no en público).

Tu cuerpo entiende de manera innata las transformaciones, con lo que tienes ventaja en esta clase de conjuros. Seguramente cuánto más controles tu poder mejor aún se te darán las transformaciones.

Modificador +2 extra a tiradas de transformaciones. (Es decir, tu modificador será +Magia +2).

El primer problemilla es un fallo mío; decidí que finalmente mi madre seria profesora, pero se me olvido corregirlo en la historia, lo corrijo enseguida ^^

El segundo fue porque entendi mal el sistema, pero ahooora lo entiendo, lo corrijo ahora mismo tambien ^^

Y sobre mi poder...¿eso quiere decir que puedo cambiar el color de pelo y ojos (por ahora) o que solo tengo ventaja en transformaciones? No lo entendi muy bien ^^U

Gracias ^^ y enseguida lo corrijo todo :D

La magia de metamorfomaga no está descrita en el sistema pues me pareció que, aparte de para disfrazarte si lo controlas mucho, no podía dar mucho más. Tan sólo limitaría que un metamorfomago de 11 años fuera capaz de super transformarse, pero tú no lo has descrito así, así que está bien. Así que a efectos de rol, sí, puedes cambiar de pelo y ojos a placer sin necesidad de tiradas ni nada, pero además, tienes un bono extra en tiradas de transformaciones (SÓLO transformaciones, no el resto de hechizos). Se me ocurrió que era un buen bonus, nada muy bestia, pero con sentido. Tu cuerpo de manera innata puede cambiar las propiedades de X cosas (transformaciones) por lo tanto me parece "normal" que tengas buenas habilidades en los hechizos de transformaciones (por ejemplo, McGonagall era y es muy buena en transformaciones, y podría ser porque en parte es animaga... o a mí me parece lógico que afecte en alguna medida).

Resumiendo: Sí, cambia como quieras sin pasarte y además bono en tiradas de Transformaciones :)

Genial entonces, me parece muy bien todo ^^

A mi es que no me gusta hacerme personajes muy pros desde el principio, opino que quitan bastante gracia xDD Cogi metamorfa y tal, pero no quise hacerlo que lo dominase nivel Tonks, sino que pudiera ir avanzando con su poder poco a poco ^^

P.D: Que ganas de empezar >.<!!! xD

1 de Septiembre 1971

Hoy es el gran día. El sol brilla por la ventana y tu gatita te mira desde el alféizar con sus grandes ojos esmeralda, esperando a que te levantes y la saludes.

La habitación está extrañamente recogida, pero hoy eso es normal: casi todas tus pertenencias están en el baúl que comprasteis en el Callejón Diagon, como el de tu hermano, cuando recibiste la carta. ¡Es de locos, pero es cierto! Tu hermano y tú sois magos, pero nadie puede saberlo. Tan sólo lo saben tu padre y tu hermanito, al que esperas le llegue pronto la misma carta invitándole a Hogwarts. Dicen los magos que no puedes contarle tu secreto a los “muggles”. Así es como llaman a la gente no mágica, cómo tu madrastra.  Escuchas su voz en la cocina, sirviéndole el desayuno a tus hermanos. Es una voz dulce, pero nunca levanta ternura en ti.

Pican a la puerta de tu habitación y poco después se abre y tu padre entra

- Buenos días preciosa, el desayuno ya está listo. – te dice con esa media sonrisa que tiene. – Me da pena saber que no voy a poder decirte eso hasta las navidades. Mi niña se me va a estudiar tan lejos…

Mia se despierta con una sonrisa radiante en los labios. Ese era EL día, por fin iría a ese mágico colegio y aprendería miles de cosas interesantes, además de hacer muchísimos amigos. Sentía un nudo en el estómago debido a los nervios y su pelo lucía más rojo y brillante que nunca antes.

Tras acariciar a Lilith, salta desde su cama a los brazos de su padre.

-¡No te preocupes, papi!-le dice dándole un beso fuerte en la mejilla-¡Estaré bien! Te escribiré toooooooooooooodos los días y Jack me cuidará. Y te mandaré fotos, aunque no sé si podré hacer fotos, ¿a que sería genial si pudiera? ¡Si puedo te mandaré!-lo dice todo de forma rápida y atropellada, esta vez más de lo normal. Tal vez sea por eso que su padre, quien la entiende perfectamente al hablar, le cuesta en ese momento algo más y se ríe mientras la estrecha entre sus brazos.

La deja en el suelo con delicadeza y le revuelve su cabello pelirrojo, bastante despeinado.

-Tu hermano Jack sigue dormido-le dice-¿Por qué no vas a despertarle?-dice guiñándole un ojo con una sonisa.

-¡¡Sí!!

Mia corre por el pasillo hasta la habitación de su hermano mayor, abre la puerta y toma impulso para correr unos pasos más y saltar sobre su hermano, que duerme plácidamente en su cama.

-¡¡DESPIERTAAAAAAAAAAAAAAA!!-grita mientras cae sobre él.

El chico despierta sobresaltado y con un grito amortiguado por el colchón, ya que con su hermanita encima apenas puede moverse.

-...Quita...de...encima...-puede decir Jack con un gruñido.

-¡Buenos días! ¡¡Hoy nos vamos!! ¡Por fin! ¿No estás nervioso? Yo no, bueno sí, un poco. Pero se me pasará, ¿Tú estabas nervioso el primer día? No te imagino nervioso, porque eres muy tranquilo, aunque a veces eres un poco gruñón...-comenzó a decir de forma atropellada.

-Anda, quita, que contigo encima no puedo levantarme...-el chico se quita a su hermana de la espalda como puede y se incorpora-Venga, enana, ve a vestirte, ahora bajo.-le hace cosquillas en la barriga, haciendo reír a Mia con esa risa tan contagiosa que tiene.

La chica sale de la habitación y vuelve a la suya para vestirse con su ropa habitual: una camiseta de manga corta y de color rojo chillón, un peto corto vaquero y unos calcetines largos con los colores del arcoiris, después se pone sus zapatillas deportivas y se peina el pelo.

El nudo del estómago casi se le ha pasado ya, aunque siente un cosquilleo por todo el cuerpo, no ve la hora de subirse por fin en el tren que ha visto partir tantas veces con su hermano dentro.

Baja las escaleras de casa dando saltos y corre hasta la cocina, donde está su padre, Helen y su hermano pequeño.

-¡Buenos días!-saluda alegre sentándose a la mesa a desayunar.

-Buenos días, cielo.-le dice Helen con una sonrisa mientras le sirve un plato de tortitas. Mia esboza una sonrisa algo forzada y comienza a comer las tortitas con sirope que su madrastra le ha puesto, que están realmente ricas.

-Gracias.-agradece secamente.

Cuando Helen se da la vuelta para coger leche de la nevera, Mia aprovecha para mirar a Charlie y tornar el color de su pelo a un verde manzana intenso, provocando que el pequeño comience a reír a carcajadas. Cuando su padre le dirige una mirada severa por encima del periódico que está leyendo, la niña sonríe fingiendo inocencia y ser una chica buena mientras su pelo vuelve a su color natural.

Al poco, su hermano Jack baja con paso lento y tranquilo mientras bosteza.

Helen se vuelve y mira tu pelo. No ha llegado a ver el verde manzana, pero sí que nota algo raro.

- Tu pelo se ve muy brillante esta mañana... - comenta con una expresión de duda en la cara. Tu padre se pone tenso de repente y está apunto de decir algo cuándo tu hermano se sienta en la mesa y con su habitual calma resuelve la situación.

- Es el champú ese nuevo, el que anuncian el poster gigante al lado de la estación. Se encaprichó tanto que papá tuvo que ir a comprarlo hace dos días. ¿Verdad?

Tu padre se alegra de la rapidez y calma con la que tu hermano ha salido del paso.

- Al menos funciona, ¿verdad cariño? Te compraré el mismo a ti. - dice a Helen, quien parece dar la respuesta como válida.

- Hoy tú también te vas al colegio de Jack, Mia. Te echaremos de menos en casa.

Parece decirlo con toda la sinceridad del mundo. No es una mala mujer.

-Sí...el champú.-suelto la mentirijilla con picardía, agachando la cabeza sobre mi plato para disimular una sonrisa involuntaria. Al tener la cabeza gacha, la pongo de lado y miro a Charlie rápidamente, cambiando el color de mis ojos a amarillo chillón y le guiño. Charlie me ve y contiene también la risa comiendo tortitas como yo. Vuelvo a poner los ojos a mi color azul natural y suspiro.-¡Huele a vainilla!-digo alegre refiriéndome a mi champú, después me llevo un mechón de pelo a la nariz y lo olisqueo, colocándomelo como un gran bigote y pongo los ojos bizcos, en una mueca bastante graciosa. Esta vez todos se ríen y hacen que yo les acompañe. Me gusta hacer reír a la gente, la risa es muy importante para ser feliz. Papá dice que que tengo la risa de mamá, pero los holluelos que me salen en las mejillas son suyos.

Además, estaba nerviosa y verles a todos reír me tranquilizaba ¡Ese día por fin iría a Hogwarts! Aunque echaría de menos a papá y a Charlie...y bueno...a las tortitas y pasteles de Helen. Pero a ella no. Ella no es mamá y nunca lo será.

-Yo también echaré de menos a la familia...-digo de forma astuta. Para mi, ella no estaba en "mi familia", pero eso nadie lo sabe.

Entonces, noto que algo me toca las piernas por debajo de la mesa y, al agacharme a mirar, veo a mi Lilith pidiendo mi atención. Sonrío y me levanto de la mesa para ponerle un cuenco con leche al lado de mi silla. Mientras como, observo con una sonrisa como mi linda gatita bebe. Era una suerte que pudiese llevármela allí.

-Papi, papi, ¿este año puedo ir con Jack y Mia? -dice Charlie mirándole con ojos de cachorrito (mirada que le enseñé yo, papá no se puede resistir a esa mirada).

-Cuando tengas once años irás, campeón.-le contesta papá al terminar de leer el periódico.

Charlie intenta convencerle todos los años, pero siempre se niega. Es una lástima...voy a echar mucho de menos a Charlie...Pero al menos pasaré más tiempo con Jack y así podré conocer a sus amigos, no conozco a ninguno, pero en verano recibe cartas de ellos... Me pregunto si yo también haré muchos amigos...

Termino mi desayuno y, tras recoger mis cosas, corro escaleras arriba para preparar los últimos detalles. Mi gatita va detrás de mi, seguramente tenga ganas de jugar.

-¡Vamos, Lilith! Tengo que comprobar que lo tengo todo...¡otra vez!-le digo con una risa. Ella, por toda respuesta se sube al alféizar de mi ventana y se tumba, disfrutando del sol de la mañana.-Uhm...¡gata perezosa!-le digo.

Mientras decides las últimas cosas que llevarte, la familia termina el desayuno y escuchas a Charlie y tu padre subir las escaleras. Tu padre se para delante de tu puerta y pica suavemente.

- Diez minutos y nos vamos Mia, baja todo al coche. Tu hermano y yo bajaremos el baúl en cuánto coloquemos el suyo en el coche.

Les escuchas trastear en la habitación de al lado y las indicaciones posteriores de tu padre mientras lo arrastran escaleras abajo. Qué fácil sería bajarlo con magia, pero claro, estando Helen no podíais hacerlo. 

-¡Ya voy!-le digo a papá.

Reviso mi habitación de arriba a abajo, cada rincón. Meto y saco cosas de mi mochila de colores, ¿qué es necesario en Hogwarts? ¿Me dejarán llevar la cámara? ¿Tengo que llevar dinero? Creo recordar que Jack me dijo que tenían una moneda especial...¡Tengo ganas de ver como será! A lo mejor son de otro material distinto y todo.

Mientras esas dudas asaltan mi cabeza, doy vueltas por la habitación, ordenándola a mi paso. Quería que cuando me fuera y papá viese mi habitación, se sintiese bien por saber que sé ordenar mi propio cuarto, por lo tanto, puedo cuidar de mi misma...¡incluso de Jack! ¡Sí, cuidaré a Jack!

Por último, una vez que está todo limpio y ordenado, cojo la foto de mi familia que tengo en la mesita de noche, en la que salimos papá, mama, Jack, Charlie y yo, y la guardo en mi mochila con cuidado.

Cojo a Lilith en brazos y echo un último vistazo a la habitación, suspirando. Voy a echar de menos mi habitación, a la casa en general... Nunca había estado tanto tiempo fuera de casa, pero bueno ¡sería una nueva aventura!

-Hasta pronto, casa.-digo saliendo de mi habitación y bajando las escaleras a saltitos.-¡Ya estoy lista!-exclamo una vez abajo.

Tan pronto como bajas, tu hermano y tu padre suben a por tu baúl. Les escuchas quejarse mientras lo bajan por las escaleras: tal vez has metido demasiadas cosas. Helen espera, con tu hermano pequeño de la mano, al lado del coche. 

-¿Por qué lleváis esos baúles en lugar de maletas normales? -  te pregunta Helen - Yo soy la primera a la que le gustan las antigüedades, y eso incluye los baúles, pero no creo que sea lo más cómodo para viajar. ¿Cómo los llevaréis a vuestras habitaciones en el internado?

Miro a Helen y me encojo de hombros con naturalidad.

-En un baúl caben más cosas, creo...-me limito a contestar-Los conserjes de allí nos ayudan a subir los baules a las habitaciones, o algo así me dijo Jack...¿no?-miro a mi hermano mayor, que acaba de meter mi baúl en el coche, resoplando.

Desde luego, no tiene la misma fuerza de papá...Pero Jack siempre ha podido levantarme, aunque también es verdad que yo soy muy delgada y peso muy poco. Papá dice que soy más ligera que una pluma...

-¿Qué?-nos pregunta-Ah, sí... Sí, son los conserjes quienes nos ayudan a subir los baúles...es un colegio muy grande, por lo tanto tienen que haber varios conserjes y demás.-lo dice totalmente relajado, como si fuera la cosa más normal del mundo. Tal vez sea por su carácter tranquilo que se le da tan bien mentir, aunque no suela hacerlo...Creo conocerle suficientemente bien como para saber cuando miente y cuando no.

Dando el tema por zanjado, miro el maletero comprobando que está todo: Mi baúl, el de Jack y la jaula de Lilith, la cual mi pobre gatita odia...pero con suerte, la jaula es bastante más grande que ella y no está tan incómoda. También veo por la ventana de atrás la jaula de Snow, la lechuza de mi hermano, con ella dentro, increíblemente tranquila; ya está acostumbrada a viajar en coche por eso durante el trayecto solo duerme.

-¿Nos vamos ya?-pregunto emocionada mientras papá se acerca para cerrar el maletero y abrirme la puerta de atrás.

Tu padre asiente con una sonrisa y espera a que todos estéis sentados y con el cinturón puesto antes de arrancar. 

- Primero dejaré a Charlie en su colegio y después a Helen en la tienda. Luego os llevo a la estación. -anuncia tu padre cuándo pone el coche en marcha.

En la radio empieza a sonar I'm Still waiting*, de Diana Ross, uno de los "hits" de las últimas semanas. Helen tararea por lo bajo, pues ponían la canción tanto que era fácil aprendérsela. Tras unos minutos de conducción, tu padre aparca a unos pasos de la escuela de Charlie. Él y Helen salen del coche y abren la puerta por el lado en el que Charlie se había sentado.

- ¿Seguro que no puedo ir con Mia y Jack? ¡Me portaré muy bien, de verdad! - suplica tu hermano.

- Ya lo hemos hablado muchas veces. En ese colegio sólo tienen cursos a partir de 11 años. Dentro de 2 años te apuntaremos, ¿vale campeón? Ahora despídete de tus hermanos.

Charlie farfulla algo entredientes pero sabe que por mucho que proteste, nada va a cambiar.

- Adiós Jack, adiós Mia, nos vemos en Navidad...¿verdad? 

Unas lagrimitas salen de los ojos de tu pequeño hermanito, quien te abraza entonces.

- Te echaré de menos Mia, ¿me escribirás cada día?

Se me parte el corazón cuando veo que las lágrimas salen de los ojos de Charlie. No me gusta ver a la gente triste, menos aún a mi hermanito pequeño.

Me lanzo rápidamente sobre él y le abrazo con fuerza.

-¡Claro que sí! Iré en toooooodas las vacaciones y te escribiré todos, todos, todos los días. Te lo prometo.-le digo emocionada yo también, estaba dispuesta a cumplir mi promesa. En cuanto llegase, le escribiría una carta y le enviaría caramelos.-Pero no llores, ¿Vale? Porfi... No quiero recordarte triste ¡Sonríe!-dicho esto, mirándole fijamente (y asegurándome de que Helen no miraba) cambié mis ojos a un color naranja intenso, después a amarillo limón y por último a violeta, e hice una mueca graciosa, para que se riera.

Una vez conseguido mi objetivo, le abracé una última vez y le di un beso en la mejilla.

-¡Pásatelo bien y cuida de papá! Nos veremos pronto, Charlie.

Tu hermano sale más animado del coche y sigue a tu padre y a Helen hasta la puerta del colegio. Tras asegurarse de que Charlie entraba con la profesora, ambos vuelven al coche y poneis rumbo a la tienda de Helen. 

Cuando llegáis y tu padre para el coche, Helen se gira para despedirse.

- Adiós Jack, cuídate mucho. Tú también Mia. Cuando yo me cambié de escuela cuando era pequeña me costó adaptarme un poco, y me hubiese gustado alguien con quien hablar... Si necesitar alguien con quien hablar, me escribes, ¿vale?

Es una oferta sincera y amable por su parte. Todo este tiempo tan sólo había intentado ser tu amiga, sabiendo siempre que no podría reemplazar a tu madre, pero sin comprender porqué no le dejabas al menos intentar ser alguien importante para ti. Aún así, la mujer insiste en ofrecerte su amistad una vez más. Tu padre te mira desde el asiento del conductor con una mirada de súplica que parecía decir: "se amable Mia, por favor."

Miré a papá rápidamente y luego a Helen. Le sonrío y la despido con la mano.

-¡Claro! Escribiré a casa todos los días.-ensancho la sonrisa, intentando parecer más simpática y agradable... Todo sea por papá-Yo...te echaré de menos. Cuídate, Helen.-finalizo, esperando que tanto ella como papá se queden contentos.

Helen no me parece una mala mujer, es simpática y parece que hace feliz a papá... Pero no me acostumbro verla en casa y, al fin y al cabo, intentar ser mamá... Al menos ahora la soporto...

Cuando se baja del coche, agito la mano volviendo a despedirme. Después suspiro recostándome en el asiento, me gustaba estar a solas con papá y Jack.

Tu padre te mira aliviado cuando Helen se baja del coche.

- Gracias Mia. De verdad.

Aunque nunca lo hubiese dicho abiertamente, siempre había sabido que no aceptabas a Helen, con lo que tu gesto de ahora había sido muy importante para él.

Avanzáis por las calles hasta que llegáis al centro, dónde el tráfico es más denso. Tras un par de vueltas cerca de la estación, tu padre consigue aparcar el coche. 

Ui, me olvidé de darte dinero, pero no era mi intención. Si vas a buscar a Jack te dará él tu parte. Qué tonta.

Jajaja, dont worry =P Así tengo una excusa para pasearme por el tren y hacer más amigos :D

xDDDDD