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Juego de Tronos - Castillo de Aguasclaras.

Lo que aconteció en un principio. - Parte II.

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12/12/2013, 22:03
"A Sangre y Fuego".

VIÑETA IX: AÑOS 124 A 129 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

El rey Viserys I fue conocido como un buen gobernante que siguió la obra de paz próspera de su abuelo Jaehaerys I. Tuvo tres hijos con su primera esposa, una mujer de la Casa Arryn. Dos de ellos, los varones, murieron durante la infancia y sólo su hija, la princesa Rhaenyra, sobrevivió hasta la adultez.

Al carecer de un heredero varón, Viserys comenzó a criar a Rhaenyra para ser la reina a su muerte. Le enseñó a gobernar y la nombró miembro del Consejo Privado.

Posteriormente, se casó de nuevo, esta vez con Alicent Hightower, hija de la Mano del Rey, Otto Hightower, y tuvo cuatro hijos con ella, Aegon, Aemond, Helaena y Daeron. Rhaenyra, su primogénita con su primera esposa, permaneció como su heredera, decisión que dejó por escrito en su testamento.

Mimada desde una edad temprana, Rhaenyra fue una niña regordeta y una mujer corpulenta, con una cintura gruesa y senos grandes. Era orgullosa, terca y petulante. Tenía los rasgos característicos de los Targaryen, con el cabello de oro y plata peinado en trenzas, a la usanza de Visenya Targaryen, la hermana-esposa de Aegon I, aunque ella misma distaba de ser una guerrera. Le gustaba vestir ricamente, con terciopelo púrpura y encaje de oro de Myr en patrones intrincados. Gustaba de las joyas, especialmente perlas y diamantes, y siempre había anillos en sus dedos.

Aunque podía ser encantadora y agradable, montaba en cólera rápidamente y nunca olvidaba una ofensa.

Rhaenyra Rhaenyra Targaryen.

 

- Año 124: Viendo a su Casa especialmente debilitada frente al embate político, económico, y en ocasiones violento, de la Casa Lannister; Ser Hadder Ríos finalmente decide jurar fidelidad a su hermanastro, Lord Hoster Tully, pese a que la relación personal entre ambos es mala.

         

- Año 125: Ser Otter Crakehall, con veinte años, es destinado al Castillo del Lago por orden del Lord Lannister. Se convierte pronto en un hombre de confianza de Ser Geor Lefford, el Comandante del Castillo. Ese mismo año se casa con Patricya Florent como parte de una alianza entre casas menores.

- Año 125: Nace Orsey Crakehall, en el Castillo del Lago, primer hijo de Otter Crakehall y Patricya Florent.

- Año 125: Ser Hadder Ríos recibe de Lord Hoster Tully una finca en el "Feudo del Lago Dorado" (como lo llama Ser Geor Lefford, aunque Lord Hoster Tully rechaza esta nomenclatura) y el control de un pueblo como su señorío personal: Orilla Azul, en el Forca Azul. Se establece allí junto a su esposa Olenna Crakehall.

- Año 125: Ser Hadder se niega a jurar fidelidad a los Lannister cuando estos se lo exigen (más tarde, ese año; tras establecerse en Orilla Azul, le exigen tributo y obediencia), y pide ayuda a los Tully de Aguasdulces. Lord Hoster Tully intercede para que el asunto se resuelva en un duelo de honor entre su hermanastro Ser Hadder Ríos y Ser Geor Lefford, Comandante del Lago. Ser Hadder Ríos vence a Ser Geor Lefford en buena lid ante muchos testigos, y caballerosamente perdona su vida.

- Año 126: Olenna queda embarazada al fin, a la edad de 26 años, pero un ataque de bandidos (posiblemente apoyados por los Lannister) le produce un aborto.

- Años 127 a 128: Enfurecido, Ser Hadder Tully conduce numerosas campañas de castigo contra los bandidos de la región, matando a muchos y entregando a otros a la horca. Tiene también escaramuzas contra los soldados del Castillo del Lago cuando descubre que hay bandidos que tienen allí su base de operaciones (están a sueldo de los Lannister).

- Año 129: Con una escasa fuerza compuesta de acérrimos seguidores, Ser Hadder Ríos asedia el Castillo del Lago Dorado. Ser Geor Lefford, Comandante del Castillo, demuestra gran incompetencia durante todo el asedio, pese a contar con fuerzas superiores y el apoyo de los bandidos comprados con el oro Lannister. El conflicto lleva a las Casas Lannister y Tully al borde del enfrentamiento (a un nivel más amplio). Lord Hoster Tully interviene y disuelve el asedio, llevándose a su hermanastro Ser Hadder preso a Aguasdulces hacia final de año.

- Año 129: El Rey Viserys I murió mientras dormía. El hijo mayor de su segunda esposa, Aegon, fue coronado por el Lord Comandante de la Guardia Real, Ser Criston Cole, a pesar de los deseos del mismo Viserys I, en su testamento por escrito, de que Rhaenyra, su primera hija con su primera esposa, le sucediera. Esto lleva a la guerra entre los partidarios de Rhaenyra y los de Aegon II, que llega a ser conocida como la Danza de los Dragones.

Rhaenyra fue la única hija del rey Viserys I y su primera esposa que sobrevivió a su infancia. Viserys I la crió para ser la reina a su muerte. Le enseñó a gobernar y la nombró miembro del Consejo Privado. Posteriormente, su padre se casó de nuevo, esta vez con Alicent Hightower, hija de la Mano del Rey Otto Hightower, y tuvo varios hijos con ella. Rhaenyra permaneció su heredera, decisión que Viserys I dejó por escrito en su testamento.

La princesa Rhaenyra Targaryen se casó en primeras nupcias con Ser Laenor Velaryon. Tuvieron tres hijos juntos, Jacaerys, Lucerys y Joffrey, quienes ya eran casi adultos cuando el padre de Rhaenyra murió. Se rumoreaba que sus tres hijos mayores eran en verdad hijos de su amante, Ser Harwin Strong.

Los hijos menores de Rhaenyra, Aegon y Viserys, fueron hijos de su segundo esposo, su tío el Príncipe Daemon Targaryen, el guerrero más famoso de su tiempo.

En el Año 111, un gran torneo fue celebrado en Desembarco del Rey para celebrar el quinto aniversario del matrimonio del rey Viserys I y la reina Alicent. En el banquete de bienvenida, la reina vistió un atuendo verde, mientras que la princesa Rhaenyra se visitó con los colores heráldicos de los Targaryen, rojo y negro. Luego de esto se volvió costumbre referirse como "los verdes" y "los negros" a los partidarios de la reina y de la princesa, respectivamente. Durante el torneo, los negros impresionaron cuando Ser Criston Cole, quien llevaba la prenda de Rhaenyra, desmontó a todos los campeones de la reina, incluyendo a dos de sus primos y a su hermano menor, Ser Gwayne Hightower.

A poco tiempo de dar a luz a su tercer hijo con su esposo Daemon, Rhaenyra se encontraba en Rocadragón acompañada por dos hermanos de la Guardia Real, Ser Erryk Cargyll y Ser Lorent Marbrand.

En Desembarco del Rey y ante la muerte del rey Viserys I, el hijo mayor de su segunda esposa, Aegon II, fue coronado por el Lord Comandante de la Guardia Real Criston Cole, desafiando los deseos del difunto Rey. Esto llevó a la guerra entre los partidarios de Rhaenyra ("los Negros") y los de Aegon II ("los Verdes"), que llegó a ser conocida como la Danza de los Dragones.

Durante la guerra, Rhaenyra montó a su dragón Syrax.

Rhaenyra logró hacerse con la capital y se sentó en el Trono de Hierro por un breve tiempo. Aquellos presentes durante ese tiempo afirmaban que el trono le dejaba heridas en las piernas y las manos; la sangre derramada era vista como una prueba de que el trono la rechazaba. Su reinado fue corto, pues impuso duras y vengativas condiciones sobre los habitantes de la ciudad, quienes se volvieron en su contra. Se había hecho tan cruel y vengativa que fue apodada "Rey Maegor con Tetas." En su paranoia, declaró traidores a Addam Velaryon, Corlys Velaryon y Nettles.

Addam Velaryon nació como bastardo y tuvo un hermano, Alyn. Al comienzo de la Danza de los Dragones, Los Negros tenían más dragones que jinetes y se dispusieron a buscar quién los montara entre los habitantes de Rocadragón. Addam fue capaz de domar a los quince años al dragón Seasmoke, sin jinete desde la muerte de Laenor Velaryon. Tal hazaña impresionó tanto a Lord Corlys Velaryon y al príncipe Jacaerys que pidieron a la princesa Rhaenyra Targaryen que reconociese a Addam como miembro de la Casa Velaryon.

A mitad de la guerra, Addam fue acusado de traicionar a la princesa Rhaenyra y cambiar de bando. Murió poco después junto a su dragón a manos de Vermithor en Ladera demostrando que no todos los bastardos son unos traidores.

Lord Corlys Velaryon, apodado la Serpiente Marina, fue cabeza de la Casa Velaryon y Amo de Marcaderiva durante el reinado de Jaehaerys I Targaryen. Se casó con la princesa Rhaenys Targaryen, con quien tuvo dos hijos, Laenor y Laena. Ejerció también como Mano de la reina Rhaenyra durante el período de la Danza de Dragones

Nettles fue una mujer de baja cuna con sangre Targaryen. Montó al dragón Sheepstealer durante la Danza de los Dragones. Al comienzo de la Danza de los Dragones, Los Negros tenían mas dragones que jinetes, y se dispusieron a buscarlos. Varios caballeros intentaron domar a Sheepstealer, pero casi todos murieron en el intento. El dragón eligió como jinete a una campesina llamada Nettles. Ambos participaron en la guerra. En el desenlace del conflicto, la princesa Rhaenyra Targaryen creía que Nettles era una amante secreta de su marido Daemon y en verdad era cierto. Rhaenyra pidió su cabeza indicando que Daemon no debía resultar lastimado. Nettles huyó a tiempo, pero estaba siendo perseguida por Los Verdes debido al daño producido en combate. Nettle montó a Sheepstealer y voló hacia mar abierto, donde desapareció.

Año 129: Danza de Dragones: Mientras el Rey agoniza, Criston Cole, Lord Comandante de la Guardia Real, conocido desde entonces como el Hacedor de Reyes, conspira para que la sucesión recaiga sobre el hermanastro de la princesa, Aegon II.

AEGON II Aegon II Targaryen.

Aegon y su hermana Rhaenyra se enfrentan durante la Danza de los Dragones cuando ella reclama el Trono de Hierro.

El rey Aegon II Targaryen fue Rey de los Siete Reinos durante la Danza de los Dragones (entre el 129 y el 131). Sucedió a su padre, el rey Viserys I, luego de derrotar a su hermana mayor Rhaenyra en la Danza de los Dragones.

Su emblema personal era el dragón tricéfalo de los Targaryen dorado sobre campo de sable, muy probablemente en referencia al color de su dragón, Sunfyre. Se parecía mucho a su padre. Tenía un bigote ralo y una mirada sombría. Usaba la corona de Aegon el Conquistador.

Aegon fue hijo del rey Viserys I Targaryen y su segunda esposa, la reina Alicent Hightower, hija de la Mano del Rey Otto Hightower. Se casó con su hermana Helaena y tuvo tres hijos con ella, Jaehaerys, Jaehaera y Maelor.

Su padre dispuso antes de morir que su hermana mayor, Rhaenyra, fuera la reina luego de su muerte. Muchos nobles se unieron a ella, formando un grupo que fue bautizado como Los Negros. Sin embargo, el Lord Comandante de la Guardia Real, Ser Criston Cole desafió el testamento y coronó a Aegon en lugar de su hermana, llamando a su bando Los Verdes. Este acto desencadenó la guerra entre ambas facciones, lo que sería conocido como Danza de los Dragones. Aegon se las arregló para derrotar a su hermana y como castigo, hizo que el dragón de Rhaenyra se la comiera. Poco después, Aegon murió sin herederos varones, por lo que fue sucedido por Aegon III, el hijo de Rhaenyra.

Aegon II entrega como alimento para su dragón al Gran Maestre Gerardys.

Ser Erryk y Ser Arryk son hermanos guerreros que sirven en la Guardia Real. Toman bandos opuestos en la lucha por la sucesión, y mueren luchando uno contra el otro. Ambos mueren con lágrimas en sus mejillas tras haberse inflingido mutuamente una herida mortal.

Rhaenyra Targaryen era la hija mayor del rey Viserys I, y la madre de Aegon III Veneno de Dragón, y de Viserys II, pero murió la muerte de un traidor de todas formas. Luego del Asalto a Pozo Dragón, Rhaenyra huyó de Desembarco del Rey. Aterrorizada y desesperada, se volvió gris y ojerosa. Finalmente, su pretensión al Trono duró poco y tuvo terribles consecuencias. Sus tres hijos con Laenor Velaryon murieron peleando. Su medio-hermano Aegon la ejecutó, dándosela a comer a su propio dragón mientras Aegon, el hijo de Rhaenyra, miraba. Poco después, Aegon II murió sin herederos varones vivos y fue sucedido por el hijo de Rhaenyra, Aegon III.

Aegon (III) vio a su madre Rhaenyra ser devorada por el dragón de su tío (Aegon II, hermano menor de su madre), y creció con un miedo profundo a los dragones.

Ambos bandos usaron dragones durante la guerra civil. La mayor parte de los dragones murieron en la guerra, y muchas ramas Targaryen se extinguieron.

Tras la muerte de Rhaenyra, la guerra siguió en nombre de su hijo Aegon. A la muerte del Rey Aegon II sin resolver la guerra, su sobrino Aegon III fue coronado por defecto.

Notas de juego

Vermithor, apodado la Furia de Bronce, fue el dragón de Jaehaerys I Targaryen.

Se le describe como un dragón macho viejo y poderoso. De todos los dragones de Poniente, sólo Vhagar era más viejo y más grande. Vermithor era tres veces mayor que el dragón de Daeron Targaryen, Tessarion. Era de color bronce, con grandes alas color canela.

Tenía casi cien años de edad cuando estalló la Danza de los Dragones. Debido a su tamaño no era tan ágil en el aire como algunos de los dragones más jovenes. Su llama, en su máxima capacidad, podía derretir el acero y la piedra. A diferencia de sus hermanos salvajes, Vermithor estaba acostumbrado a los hombres y toleraba su presencia.

Vermithor fue montado por Jaehaerys I. A la muerte del Rey, no se dejó volver a montar y se escondió en una cueva de Montedragón (en Rocadragón), donde permaneció durante décadas.

Al comienzo de la Danza de los Dragones, Los Negros tenían más dragones que jinetes y se dispusieron a buscar quién los montara. Lord Gormon Massey intentó montarlo, pero era demasiado peligroso y murió incinerado mientras se aproximaba a Vermithor. El dragón se rindió ante un herrero bastardo llamado Hugh Hammer, quien lo monto durante la guerra.

Vermithor participó y sobrevivió en la Batalla del Gaznate. Junto con Ala de Plata, Sheepstealer, Vermax y Seasmoke descendió sobre los noventa buques de guerra que navegaban bajo la bandera de las Tres Hijas.

Vermithor, junto con Caraxes, Ala de Plata y Sheepstealer aguardó en Pozo Dragón antes de volar hacia la batalla. En Ladera, el dragón se mantuvo fuea de la ciudad, desencadenado y acompañado de Ala de Plata en los campos del sur. Ambos dragones fueron usados por los Dos Traidores para hacer arder la ciudad con látigos de fuego desde un extremo al otro.

Durante la Segunda batalla de Ladera el jinete de Vermithor se elevó en el aire y fue atacado desde arriba por el único dragón que iba controlado por un jinete: Seasmoke. Vermithor no se encontraba a más de veinte metros sobre la batalla cuando Seasmoke se balanzó sobre él, conduciéndolo al barro entre terribles alaridos. 

Rápidamente Tessarion, la Reina Azul, que iba sin jinete, se unió a la pelea y los tres lucharon hasta la muerte en el suelo en medio de lodo, sangre y humo. Vermithor mató a Seasmoke clavándole los dientes en el cuello y arrancándole la cabeza. Trató de levantar el vuelo con su premio aún en sus mandíbulas, pero con sus alas andrajosas no podía levantar su peso. Tras un tortuoso momento se desplomó y murió.

Se dice que, tras anochecer, Ala de Plata descendió a la tierra al lado de sus primos muertos. Más tarde, los cantantes contarán que intentó levantar el ala de Vermithor con su nariz para ayudarlo a levantar en vuelo, pero, de acuerdo con el archimaestre Gyldayn, es muy probable que sólo sea una fábula.

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12/12/2013, 22:10
"Familia, Deber, Honor."

VIÑETA IX: AÑOS 124 A 129 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

"FEUDO LAGO DORADO":

- Año 124: Viendo a su Casa especialmente debilitada frente al embate político, económico, y en ocasiones violento, de la Casa Lannister; Ser Hadder Ríos finalmente decide jurar fidelidad a su hermanastro, Lord Hoster Tully, pese a que la relación personal entre ambos es mala.

- Año 124: Nace Golias en Aguasturbias.

- Año 124: Olegg se traslada desde Aguasturbias al Castillo del Lago para trabajar criando perros. Su talento en esa tarea es tal que comienza a ser conocido como “el Perrero”.

- Año 125: Ser Otter Crakehall, con veinte años, es destinado al Castillo del Lago por orden del Lord Lannister. Se convierte pronto en un hombre de confianza de Ser Geor Lefford, el Comandante del Castillo. Ese mismo año se casa con Patricya Florent como parte de una alianza entre Casas menores.

- Año 125: Nace Orsey Crakehall, en el Castillo del Lago, primer hijo de Otter Crakehall y Patricya Florent.

- Año 125: Ser Hadder Ríos recibe de Lord Hoster Tully una finca en el "Feudo del Lago Dorado" (como lo llama Ser Geor Lefford, aunque Lord Hoster Tully rechaza esta nomenclatura) y el control de un pueblo como su señorío personal: Orilla Azul, en el Forca Azul. Se establece allí junto a su esposa Olenna Crakehall.

- En Orilla Azul: Probis el Mayordomo y Vesania Oakenshaf, quienes administraban la finca nobiliaria en ausencia de ningún caballero de sangre Tully durante muchos años, se ponen al servicio de Ser Hadder Ríos y su familia.

  

- Los jinetes libres Caster, Russ, Edder, y Trall el guerrero (el más veterano de los cuatro) aceptan proteger a Ser Hadder y a su familia en la finca, así como ayudarle a mantener el pueblo a salvo.

 

- Nana, la comadrona y curandera local es quien cura a los hombres cuando son heridos en escaramuzas contra bandidos, y a la gente del pueblo cuando cae enferma. Habla en privado con Olenna Crakehall y poco después entra al servicio de la familia de Ser Hadder.

Nana de joven.

- Año 125: Ser Hadder se niega a jurar fidelidad a los Lannister cuando estos se lo exigen (más tarde, ese año; tras establecerse en Orilla Azul, le exigen tributo y obediencia), y pide ayuda a los Tully de Aguasdulces. Lord Hoster Tully intercede para que el asunto se resuelva en un duelo de honor entre su hermanastro Ser Hadder Ríos y Ser Geor Lefford, Comandante del Lago. Ser Hadder Ríos vence a Ser Geor Lefford en buena lid ante muchos testigos, y caballerosamente perdona su vida.

- Año 125: Nace Cabrel en Aguasturbias, poco después en la misma aldea nace Celine.

- Año 126: Olenna queda embarazada al fin, a la edad de 26 años, pero un ataque de bandidos (posiblemente apoyados por los Lannister) le produce un aborto.

- Años 127 a 128: Enfurecido, Ser Hadder Tully conduce numerosas campañas de castigo contra los bandidos de la región, matando a muchos y entregando a otros a la horca. Tiene también escaramuzas contra los soldados del Castillo del Lago cuando descubre que hay bandidos que tienen allí su base de operaciones (están a sueldo de los Lannister).

- Año 127: Din entra al servicio de Ser Hadder, ayudándole en la primera campaña para limpiar de bandidos la región.

- Año 127: Nace Thobb el Bridas en Solaz del Soldado, hijo de Harry Bridas (un cuidador de caballos de Aguasclaras) y de una prostituta de Solaz del Soldado.

- Año 127: En Sept de la Bahía, el Septón Hallis muere por enfermedad. El Hermano Eulocis se convierte en el líder de la población.

- Año 128: Viterrand se casa con Flavia y tienen un hijo, Vitel, en el Castillo del Lago. Poco después Viterrand es nombrado Maestro Cocinero del Castillo (puesto que llevaba años vacante).

- Año 128: Nace Dod, hijo de Blantel, en Aguasturbias.

- Año 128: Nace Tomwell, hijo de Tobías y Anya, en el Castillo del Lago.

- Año 129: Con una escasa fuerza compuesta de acérrimos seguidores, Ser Hadder Ríos asedia el Castillo del Lago Dorado. Ser Geor Lefford, Comandante del Castillo, demuestra gran incompetencia durante todo el asedio, pese a contar con fuerzas superiores y el apoyo de los bandidos comprados con el oro Lannister. El conflicto lleva a las Casas Lannister y Tully al borde del enfrentamiento (a un nivel más amplio). Lord Hoster Tully interviene y disuelve el asedio, llevándose a su hermanastro Ser Hadder preso a Aguasdulces hacia final de año.

Ser Geor Lefford.

- Año 129: Nace Crann en Solaz del Soldado, hijo de Harry Bridas y de una meretriz que no quiere un niño para nada.

Harry Bridas.

- Estos son años convulsos en el feudo del lago. El lento declive de los señoríos leales a los Tully, y administrados por mayordomos plebeyos o consejos de ancianos en ausencia de caballeros de sangre noble, se detiene por fin. Muchos de esos señoríos aguantan la respiración ante la llegada del famoso y heroico Ser Hadder Ríos, esperando que su fortuna cambie al fin. Y lo hace, pues Ser Hadder lucha durante todos estos años denodadamente contra los bandidos que asolan la región, ayudado por un pequeño grupo de guerreros libres y de cazadores.

- Toda la parte Norte del feudo va mostrando su progresivo apoyo hacia Ser Hadder en Orilla Azul: primero Campotrigo, Orillita y Granja Clara.

- Solaz del Soldado, Sept de la Bahía, Villamanzano y Casagrande se declaran leales a Ser Geor Lefford en el Castillo del Lago durante este periodo, aunque cuando Ser Hadder llega a asediar el castillo, todos estos pueblos parecen predispuestos a cambiar de bando.

- En el Año 129, los mayordomos Casagrande de Casagrande se ponen en contacto con Vesania Oakenshaf, asegurando que siempre han sido leales a los Tully. Ser Hadder acepta su algo dudosa lealtad.

- Otros pueblos tratan de permanecer neutrales: Casa Amable y Corral de la Encina son poco importantes, aunque a nadie se le escapa que son más partidarios de los Lefford que de los Tully. Cabaña de Brom en cambio, simpatiza más claramente con Ser Hadder por su campaña de hostigamiento contra los bandidos.

- Piedras Viejas, el Bosque Viejo y los Bosques de Guarda Real albergan poblaciones de criminales de toda calaña y también desertores de la guerra civil que azota Poniente: la Danza de Dragones. Estas poblaciones de cortacuellos son barridas periódicamente por los esfuerzos de Ser Hadder y de los nietos y bisnietos de Brom el Viejo, pero parece que siempre vienen más de otros lugares de Poniente para reemplazar a los que caen bajo horca o espada.

- Año 129: Una incursión de Hombres del Hierro supuestamente leales a la Reina Rhaenyra llega a saquear Sept de la Bahía. El joven Devoto Norman logra evacuar a la población y llevarla hasta el Castillo del Lago, que está siendo asediado en ese momento por Ser Hadder, el cual decide auxiliar a los refugiados pese a que sus propias reservas de alimento para mantener el asedio menguan peligrosamente.

El Hermano Eulocis es secuestrado por los Hombres del Hierro, aunque el Devoto Norman realiza una colecta entre los refugiados para pagar el rescate. El Devoto Norman es quien entrega el dinero; acompañado por Din, Caster y Edder (enviados por Ser Hadder para garantizar su seguridad y la liberación de Eulocis).

Al llegar las tropas Tully para levantar el asedio de Ser Hadder contra los Lefford del Castillo del Lago, los incursores de las Islas del Hierro se retiran llevándose su botín.

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12/12/2013, 22:31
[OUT] Maestre Ammon.

VIÑETA VIII.

     Acólito Ammon.

     Año 120 después del Desembarco del Rey. Ciudadela, Ciudad de Antigua.

 

     –Déjame verlos de cerca, Acólito Ammon. Ya no veo como antes.

     Ammon se acercó al Archimaestre y tendió su cadena hacia él. Sólo entonces se permitió observarlo con detenimiento, como siempre hacía. De entre todos los Maestres de Ciudadela, aquel hombre era el único hacia el cual sentía genuina admiración.

     –Son demasiados –murmuró el Archimaestre Rubim–. ¿Cómo no eres ya un Maestre? Conozco alguno con la mitad de eslabones que tú.

     –¿Seguro que son Maestres? –dijo Ammon sonriendo.

     –Bueno. Al menos ellos así lo creen. Veamos... –el Archimaestre se acercó los eslabones a los ojos hasta casi rozarlos con las pestañas–. Bronce. Astronomía. ¿Fue tu segundo eslabón?

     –El tercero. El segundo fue el de hierro.

     –¿Has estudiado las artes de la Guerra? –Rubim exhaló una seca carcajada–. Bien. ¡Bien!

     –He estudiado de casi todo –reconoció Ammon–. No todos mis conocimientos recibieron reconocimiento, pero supongo que siempre es así.

     –No siempre. No siempre. ¿Esto es Peltre?

     –Sí, Archimaestre.

     –Por supuesto que es Peltre, Ammon –bufó Rubim–. Yo trabajaba estos metales cuando tú aún eras un gusano en el interior del miembro de tu padre. Sencillamente expresaba sorpresa.

     –Mis disculpas.

     –Aceptadas. Plata, curación. Un eslabón muy mal trabajado, Ammon. Es irregular, poco pulido... 

     –Una mala ejecución, lo reconozco.

     –Notablemente mala, viniendo de ti. ¿Esto es Hierro Negro?

     –Me temo que sí, Archimaestre.

     –¿Cuervos? ¿Te gustan esos bichos?

     –Los considero muy útiles. 

     –Útiles. Útiles. La rapidez en las comunicaciones está sobrevalorada, y enloquece al hombre. Algún día acabaremos ideando una máquina que permitirá a dos hombres hablar en la distancia, ya lo verás. ¿Dónde...?

     Ammon sonrió.

     –Es el siguiente, Archimaestre.

     –Aquí está, en efecto. Acero Valyrio. ¿Es el segundo?

     –Sí. El primero lo he situado oculto, cerca del cierre.

     –¿Te avergüenza el primero, o el segundo?

     –Deberían avergonzarme ambos –dijo Ammon–. Pero no. No me avergüenza en absoluto.

     –Pues debería.

     –¿Debería?

     –Debería. Es tu segundo eslabón de acero Valyrio. Demonios, ¿sabes qué significa eso...?

     Ammon asintió.

     –Significa que mis conocimientos en las artes oscuras son... excesivos para los tiempos que corren.

     –¡No! –Rubim alzó su propia cadena y la agitó. Ammon se estremeció al verla.

     Todos los eslabones eran de Acero Pálido.

     Todos y cada uno de ellos.

     –No –dijo el Archimaestre algo más calmado–. Nunca un conocimiento es excesivo. Pero toma este eslabón. Es el último que forjé. Dime qué ves en él.

     Ammon sujetó la delicada pieza de acero. La sopesó. La miró a contraluz, y también junto a las velas.

     –Es como los demás eslabones de vuestra cadena, Archimaestre –dijo al fin–. Circulares y de acero pálido. Todos los eslabones de vuestra cadena muestran vuestra maestría en el arte de la forja. Una maestría jamás igualada.

     –No, Ammon –Rubim sonrió–. Ese eslabón no es como los demás.

     Ammon frunció el ceño. No era fácil sorprenderle, pero se había quedado sin respuesta. Balbuceó algo, luego volvió a mirar el eslabón con más atención.

     Y comprendió.

     –Este... círculo.

     –Sigue.

     –Es un círculo perfecto –dijo Ammon, asombrado.

     –Eso es –dijo Rubim asintiendo–. Sin embargo, tu segundo eslabón de acero Valyrio es igual que el primero; y ése lo forjaste hace ¿cuánto? ¿veinte años?

     –Diecisiete.

     –Todos estos culos gordos que nos rodean son mentes estancadas, Ammon. Tú eres diferente, como yo. Mirar más allá es importante, pero mucho más importante es nunca dejar de mirar.

     –Archimaestre...

     –Y ahora vete. –Rubim devolvió la cadena al Acólito–. Forja tu anillo de acero pálido, hijo. Ahora sí estás preparado para llevarlo sobre tu pecho.

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12/12/2013, 23:21
Ser Trycian de Dorne.

Año 129 de la Dinastía Targaryen, Lanza del Sol.

Trycian Martell, Hijo de Lord Trynen Martell.

Uno, dos, tres, cuatro. Uno, dos, tres, cuatro. Ya llevo practicada mil veces esta secuencia de golpes con mi lanza y aun así me parece que soy demasiado lento. Uno, dos, tres, cuatro y la punta de mi lanza se entierra sin mucha fuerza en la madera de mi objetivo. Uno, dos, tres, cuatro y no logro darle un golpe de corte con la punta que sirva para cortar más que mantequilla. Uno, dos, tres, cuatro y ya estoy agotado otra vez.

Caigo de espaldas para descansar con la lanza aún en mi mano. Estoy agotado pues he entrenado toda la tarde. El sudor me baña y el olor de mis axilas es insoportable, una mezcla poco agraciada entre vinagre y cebollas. Me pongo de pie e intento enterrar la lanza en estocadas mientras me muevo alrededor de mi objetivo. Cansa, pero ya casi no lo siento.

Uno y dos, y tres, y cuatro estocadas. Creo ser más o menos rápido y creo que tengo suficiente fuerza en mis golpes como para conseguir ensartar mi arma en la carne de un oponente aun atravesando su armadura. Creo que tengo una buena cantidad de fuerza, por lo que sólo tengo que aprender a aprovecharla y poner mi peso en mis golpes.

Nuevamente estoy agotado. Dejo caer mi cabeza hacia atrás para mirar el cielo del atardecer aún con mi lanza en la mano. Está comenzando a oscurecer. He entrenado con esta arma tanto a caballo como a pie y creo que ya sé dominarla. Me gusta, es el símbolo de mi casa y es lo menos que puedo aprender a usar como defensa, en nombre de mi sangre.

La arrastro escaleras arriba mientras recorro el camino que me aleja de mis aposentos. Debo asearme para prepararme, pues es un gran día. Hoy vendrá la familia Gargalen, cuya hija será prometida a mi hermano mayor. Aún no tienen edad para casarse, pero ambas familias quieren concretar el compromiso desde ya, para unir más las familias y así fortalecer los lazos.

Me importa una mierda todo eso, lo único que me importa es que comeré un banquete y beberé una buena cantidad. Ya tengo catorce años, por lo que puedo emborracharme si quiero. Ha sido un día duro en el cual no he soltado la lanza tal como me lo propuse al momento de levantarme. La he sostenido hasta durante la comida y he descansado con ella en la mano. He decidido que un hombre debe tenerla en sus manos hasta sentirla como una extensión de su brazo para poder luchar con pericia, por eso no la he dejado ir ni un momento.

Me desnudo con una mano y dejo que las sirvientas, muy asustadas por la lanza que sujeto, me limpien completamente y me vistan para la fiesta. Me ponen ropas elegantes cuyos colores no me interesan en lo más mínimo. Soy un guerrero valiente y los colores de la corte son para nobles pomposos e inútiles y para eunucos. Yo vestiría armadura en la cena si mi padre no me hubiese ordenado sacar con los guardias la vez que lo intenté. Veremos si hoy lo vuelve a hacer por la lanza.

Mi padre siempre me ha desaprobado y yo no entiendo mucho el motivo. Pienso que debe ser porque mi madre murió en mi parto, pero de eso no tengo la culpa. Puede ser también porque Tryller es mejor que yo en todo, pero tampoco es mi culpa no estar a la altura de "Don Perfecto". Ya no me importa y ahora hago lo que quiero. A mi padre parece gustarle el nuevo régimen y le parece perfecto verme lo menos posible durante el día a día. A mí tampoco me molesta porque así me evito recibir esas miradas.

Mi hermano por otro lado es un pomposo idiota. Es cierto, es perfecto y todo lo que hace es una obra de arte, hasta la mierda que sale de su ano compite con la hermosura de Altojardín a los ojos de mi padre y mi tío, el Príncipe. Pero su problema es que lo sabe y hace abuso de ello. Él ordena y todos lo cumplen. Se cree tanto que da más órdenes que el propio Príncipe de Dorne y los criados le tienen más miedo a él que a los dragones Targaryen. Es un imbécil pretencioso que no sale de su habitación si no lleva oro en sus ropajes. Lo odio.

Pero a la vez lo amo, pues es mi hermano y siempre le he admirado. Aunque eso no se lo diré jamás.

Llego al salón con la lanza en la mano. Aún no han llegado los invitados al salón y mi padre me ve desde su puesto. Se pone de pie y ordena que me saquen de aquí. Sonrío con un poco de rabia disimulada y me giro sobre mis talones para retirarme, rumbo a las cocinas para ver si alguna sirvienta me brinda alguna sobra del banquete para así aplacar el hambre de un día ocupado, siempre con la lanza en mi mano.

Pero algo ocurre al salir. Me giro sobre mis talones sólo para quedar a pocos metros de una joven hermosa. Es de tez pálida y ojos negros profundos, al igual que su cabello. La veo y quedo paralizado en el instante. Es la prometida de mi hermano, Alessa Gargalen. La miro desde el cabello hasta la punta de los pies, deteniéndome un poco en sus senos y en la curva de su cadera.

Un guardia me empuja de forma tierna. No quiere sacarme de allí, pero tiene sus órdenes. Le sonrío y me largo rápidamente aunque no a las cocinas.

Cierro la puerta detrás de mí, suelto la lanza y bajo rápidamente mis pantalones. Tomo mi miembro y comienzo a masturbarme rápidamente pensando en la joven que no será mía sino de alguien a quien odio y amo a la vez. Caigo de espaldas, otra vez agotado y con la "lanza" aún en la mano. He cumplido mi palabra y mi día termina como me prometí.

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13/12/2013, 11:06
[RIP] Harry Bridas.

Año 129 de la dinastía Targaryen.

Solaz del Soldado.

Aquella mañana un joven de aspecto harapiento había entrado corriendo en las cuadras con un mensaje para mí. Era una mañana tranquila, me había levantado temprano para cepillar el caballo de Ser Geor Lefford, que había requerido tener a su montura dispuesta. En ese momento fue cuando entró el muchacho. No dijo nada, sólo mentó el nombre de la meretriz a la que solía visitar últimamente y que me había mandado llamar.

Con desgana, dejé todo preparado y marché con el jovenzuelo hacia Solaz del Soldado. Era media jornada de camino, llegamos pasada la primera hora de la tarde. No llevé nada de valor, había ido más de una vez y ya conocía el lugar, así como la gente me conocía a mí. Saludé a algún que otro mercenario con el que había intercambiado palabras delante de una bebida, y también a alguna que otra jovencita que pasaba por allí. El muchacho me condujo directamente al burdel que solía visitar de vez en cuando.

Allí se marchó y me dejó en la puerta de aquel lugar. No había dicho nada, pero yo ya sabía por qué me llevaba allí. Sabía que se había quedado preñada aquella puta que había visto con frecuencia las últimas veces. Si algo me había enseñado mi padre, más de tomar una mujer de forma seria o no, era tomar a su propia sangre. Así que yo había mandado que me llamaran cuando naciera la criatura. Entré y busqué a la madre. Allí estaba, mirando con desdén al crío mientras lo sostenía, sin acercárselo demasiado.

- Toma, tu retoño. - Dijo, entregándomelo. Yo lo cogí y lo observé, me sentía extraño siendo padre, pero no iba a dejar a un niño creciendo en aquel lugar. - No quiero verlo más, no voy a irme de aquí para criarlo, haz con él lo que te de la gana. - Yo me negué a contestarle, la miré simplemente preguntándome cómo una madre podría despreciar tanto a su propio hijo.

Me largué de allí, llevándome al niño, aún sin nombre. Regresé al castillo, allí podía criar del niño, quizá pudiera encontrar a alguna de las doncellas que pudiera ayudar en la crianza. Pensaba en qué iba a hacer ahora, no tenía mujer, ni nadie que me ayudara. Sólo tenía mi trabajo con los caballos. Dudaba si sería capaz de criar a un niño yo solo.

A punto de llegar al castillo caí en la cuenta de que tan siquiera le habían puesto en nombre. Lo miré y pensé un nombre que ponerle. - Crann, creo que así te llamaré. - Dije, mientras atravesaba las puertas del castillo mientras el sol comenzaba a bajar en el Oeste.

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13/12/2013, 16:25
Haudrey Ríos, el Bastardo Rencoroso.

Año 129 de la dinastía Targaryen.

Aguasdulces.

Irina Piper, tercera hija de Lord Piper. Madre de Haudrey.

Nuevas noticias agitaban a los cortesanos y cortesanas que rondaban a Lord Tully en Aguasdulces. Al parecer, su hermanastro, Ser Hadder, estaba retenido preso en las mazmorras del castillo. Algunos decían que se debía a una simple disputa entre los dos nobles, una de tantas, mientras que otros murmuraban que el caballero había puesto en peligro a toda la Casa con sus acciones.

Pero había algo claro para todos. Aquel hombre, con menos recursos, le había dado duro a los Lefford, casi arrebatándoles las tierras que pretenciosamente llamaban “Feudo del Lago Dorado”. Y sus campañas contra los bandidos le habían granjeado el apoyo de una parte significativa de los habitantes, haciendo de la zona cercana al Castillo del Lago un lugar algo más seguro para ellos.

Esas y otras cosas se escuchaban, y para una joven dama recién llegada como ella, todos esos rumores eran lo más parecido a una aventura que podía vivir. Con apenas dieciocho años, y siendo la menor de todos sus hermanos, su padre, Lord Piper, la había enviado a Aguasdulces para aprender los modos cortesanos en un castillo más grande, y quizás conseguir que Lord Tully la casara con alguno de sus vasallos, o de los hijos de estos, y así estrechar lazos con otras casas y ganar poder.

Sin embargo, las cosas estaban demasiado revueltas para pensar en buscar matrimonio, los Lefford, y por tanto los Lannister, acosaban las tierras alrededor del Castillo del Lago. Y ahora, el único hombre que parecía ser capaz de hacerles frente, había sido apresado. Eso a Irina no le parecía nada justo. Después de haber escuchado a los bardos tantas aventuras sobre hombres valientes que luchaban contra la tiranía, pensaba que el mundo era simple, existiendo bien y mal. Y, en este caso, Ser Hadder encarnaba el bien ante los malvados. No entendía porqué estaba preso, aunque, por desgracia, no tenía poder ni influencia suficiente para sacarle de allí.

Pero había algo que quizás sí podría hacer… Estaba segura de que podría conseguir ver al preso, y llevarle algo de comida. Fruta o algo así, para que se le hiciera más sorportable la espera. Sí, aunque fuera poco, quizás lograra animar a aquel héroe…

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13/12/2013, 22:04
[OUT] Armase.

Año 124 Dinastia Targarien. Un pequeño poblado a una jornada de Dorne:

Naneleth, Madre de Armase Arena. 

Las manos sangrantes de la mujer no paran de amasar las hojas de sauce con las que fabricará unas pocas infusiones que le servirán para sobrevivir unos días más en este mundo tan cruel. Aunque el Invierno sea soportable en este lugar, no deja de ser una época muy dura para los pobres campesinos.

Realmente parece imposible que una mujer viuda, con un hijo de cuatro años pueda llevar una granja y sobrevivir a estos tiempos de revuelta y caos. En realidad, nunca han habido otros tiempos que no fueran así, pero siempre es esperanzador pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor que este. 

Tres años atrás Naneleth recibió la noticia del fallecimiento de su esposo, murió accidentado mientras cabalgaba a toda prisa para ver a su hijo recién nacido. La campesina no se vio muy afectada cuando recibió la noticia del alguacil del pueblo, en realidad supo en cuanto se casó con él, que algún día llegarían esas nuevas. El verdadero trauma, fue una noticia mucho peor que la muerte de su esposo, las fatídicas nuevas las recibió de un mensaje de la casa Martell.

Su esposo Bendylon Arena murió en curso de un descanso que él mismo decidió otorgarse. Al no haber muerto bajo nuestro servicio ni responsabilidad, NO existirá ninguna paga ni manutención para su familia. La retribución por los servicios de su esposo en el último transcurso de su vida ha sido retenida de manera permanente por la tesorería de la Casa, en compensación por los agravios sufridos por la irresponsabilidad del soldado al abandonar el castillo sin el consentimiento de la capitanía.

Capitanía de la casa Martell.

Aquello golpeó a la mujer como un martillo en el pecho. ¿Cómo iba a sobrevivir con un hijo? ¿Cómo aguantaría el Invierno sin el dinero que su esposo le iba a mandar? Realmente la vida iba a ser un castigo de los Siete para ella.

Pero los años pasaron y aquel bebé parecía entender la dureza de la vida. Allí estaba, a su lado sin decir nada, sin molestarla como harían otros niños de su edad. Parecía que comprendía su aflicción y compartía su dolor. Se atrevía a imitarla, cogiendo cualquier matorral que pudiera parecerle útil a su madre.

La campesina miró a su hijo y le forzó una sonrisa para poder hacerle feliz, aún así la pequeña criatura sabía del dolor dentro del alma de su madre. Aunque Armase viera una sonrisa en el rostro de su madre, ésta sólo se traducía en su mente en las lágrimas que realmente habían en el interior de la mujer.

- Hijo mío... Serás realmente una persona tan estupenda como tu padre.

- Shi mamá.

El niño se acercó a su madre, con la calma y la serenidad de alguien adulto y maduro. Luego la abrazó hasta hacer surgir las lágrimas que la campesina encarcelaba en su interior.

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14/12/2013, 16:56
[RIP] Septón Eremiel.

VIÑETA IXAÑO 129 DE LA DINASTIA TARGARYEN. Orillita:

Bennet, 44 años; Roslin 42 años. - Padre y madre de Eremiel

Eremiel: 8 años.


- ¿Te has enterado cariño? Los ciudadanos del Sept de la Bahía han hecho una colecta y han conseguido liberar a tu cuñado de esos bárbaros de las Islas del Hierro. Que suerte tener unos vecinos así, seguro que son buena gente y le quieren mucho.

- ¡Ya te he dicho que no quiero saber nada de ellos! ¿O es que estás sorda? - Bennet se gira para salir hacia la taberna de nuevo y se encuentra a Eremiel asomado en la puerta de su habitación. - ¿Y tú qué miras? ¿Quieres que vaya y me quite el cinturón? ¡Largo!

Eremiel se escabulle antes de que haya terminado la frase. Su pelo rojizo y ojos azules recordaban a Bennet a diario la maldición que los dioses dejaron caer sobre él. Era estéril. Tantos años intentándolo y era él el problema.

En cambio su mujer sí era fértil y había conseguido lo que él tanto deseaba, un hijo varón. Ella dice que lo consiguió arrodillándose a diario para pedirle a los dioses pero él sabía que no era exactamente en el Sept donde se arrodillaba y no era a los dioses a quién se lo pedía la muy furcia. Y ahora tenía que vivir contemplando a diario el castigo que los dioses le habían enviado para reírse de él, un hijo, pero con unos rasgos tan diferentes a él que nadie pudiese decir que fuese su verdadero hijo.

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14/12/2013, 18:19
Ser Otter Crakehall.

Año 125 de la Dinastía Targaryen, Refugio Quebrado.

Jacob Crackehall, padre de Otter Crakehall.

 

Jacob miraba por la ventana de la sala de sus aposentos, en silencio. Era ya de noche por lo que no había mucho que observar salvo el ir y venir de los centinelas que custodiaban el lugar. Detrás de él, esperando el motivo de aquella reunión se encontraba su hijo Otter, recién nombrado Caballero. Lord Crakehall sabía que su hijo estaba predestinado para grandes hazañas, y que sería sin lugar a dudas, un verdadero caballero, de los pocos que venían a este mundo. 

Quizás llegue a ser un gran guerrero como Hadder, pero con mayor honor- piensa. A pesar de los años transcurridos, aún le queda algo de resquemor contra el caballero. El casamiento entre este y su hija Olenna aún le molestaba. Pero la culpa fue suya, por haber sido demasiado confiado y no haberlo visto venir.

Un caballero de la talla de Hadder Ríos, con grandes méritos y hazañas a sus espaldas, una envidia entre los caballeros de su edad y el modelo a imitar entre los mas jóvenes, además de ser un hombre atractivo y educado, ¿cómo pensaba que su hija no se sentiría atraído por él? Por si eso fuera poco, haberla dejado a ella que se encargase de los cuidados de Hadder durante su enfermedad. Ese fue el último elemento para que se iniciase lo evidente: el romance entre ellos.

Cuando se enteró entró en cólera. Todo lo que había hecho por él y así le trataba. Desde luego, Jacob perdió los estribos, y no dudó en utilizar todos sus medios para evitar el enlace. Pero al final no sirvió de nada y el enlace se consumó en matrimonio. 

Al menos Olenna es feliz- era su único consuelo. Su primer matrimonio no fue como él esperaba. Los rumores que se oían eran que Ser Gryor Mallister era un hombre cruel y maltratador para con su esposa. Su muerte en extrañas circunstancias tampoco ayudó a su hija: tuvo que huir de su casa para refugiarse de nuevo con su familia. Más no le importó, ni los rumores ni las pérdidas. Olenna estaba de nuevo en casa y a salvo, y eso era lo importante. 

Padre, ¿está usted bien?- La pregunta de su hijo le saca de sus pensamientos. Lentamente, se da la vuelta y mira a Otter, sonriéndole con desgana.

Sí hijo, sólo estoy pensando.- Se acerca a una pequeña mesa, y sirve dos vasos de vino- hoy es un día importante para ti- dice, mientras se acerca a su hijo ofreciéndole el vaso- has sido finalmente nombrado caballero, todo un honor y una enorme responsabilidad, mas en los tiempos que corren. - Su hijo le observa, escuchando sus palabras. - Quiero brindar contigo, hijo- alza su copa- que el honor guíe siempre tus pasos haya donde vaya, que defiendas tu Casa con orgullo y lo más importante que nunca debes olvidar: Ninguno tan fiero.

Ninguno tan fiero- repite su hijo, y tras esto, brindan y beben de un trago su copa de vino.

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15/12/2013, 15:48
Escudero Horace Crakehall "El Enanito".

Año 124 de la dinastía Targaryen

Dan Crakehall, tío de Otter Crakehall

El pájaro llegó con el alba. Un cuervo de alas negras de los informadores de Ser Geor Lefford, en la región de los Ríos. Al parecer, Ser Hadder, el bastardo de los Tully que desposara a su sobrina Olenna y descansara en el castillo cuando estaba convaleciente, acababa de jurar fidelidad a su hermanastro, el Lord Tully de Aguasdulces. - Maldito sea su nombre. - Dije mientras doblaba de nuevo el mensaje y me dirigía hacia la sala del Lord Crakehall.

Mi hermano permanecía sentado en su trono, esperando el momento de escuchar a aquellos que acudieran aquel día a plantearle problemas o riñas dentro de su feudo. Me acerqué con largos pasos y saqué de la manga el mensaje, entregándoselo con gesto respetuoso.

- Un mensaje desde las Tierras de los Ríos, en relación a Ser Hadder y a tu hija Olenna. - Expliqué a mi hermano, conteniendo cierto gesto de desagrado, dada la noticia que acababa de recibir. Jacob desdobló la hoja amarillenta y leyó rápidamente el contenido. Su gesto se torció a medida que iba leyendo, tornándose en una mueca de desprecio. Al terminar, arrugó la hoja y la lanzó al suelo con desagrado.

- Maldito sea su nombre. Así nos agradece el casamiento con Olenna, y haberlo atendido aquí cuando estaba convaleciente. Mal rayo le parta. - Jacob se puso en pie y echó a andar arriba y abajo por la habitación.

Sabía que Ser Hadder no le caía del todo mal, ni a mí tampoco. Parecía un hombre honorable, de carácter fiero y aventurero. Pero el hecho de aliarse con unos enemigos de los Lannister, después de todo lo que nosotros habíamos hecho por él, suponía una ofensa para la familia Crakehall. Sabía que no tenía buenas relaciones con su hermanastro el Tully, y fueron los Crakehall quienes le dieron el título de caballero, no los Tully. Por tanto, había dado a entender que nos daba la espalda al entregar su espada a nuestros enemigos. 

Finalmente, Jacob se volvió hacia mí y habló. - Los Tully son enemigos de los Lannister, a los cuales debemos lealtad bajo juramento. Ser Hadder ha sido bien tratado por esta familia, y finalmente la ha traicionado al ponerse de parte de Lord Hoster Tully. Por tanto ese bastardo ya no cuenta con nuestro apoyo ni nuestro favor, y ningún Crakehall habrá de prestar apoyo o buenas palabras en favor suya. - Asentí, pensando que era sin duda una decisión justa.

Sin duda las tornas habían cambiado rápido, y en el que fuera un buen muchacho y caballero ungido por los Crakehall, se había hallado la figura de un traidor a nuestra confianza. Así se hizo, y fue hecha pública esta declaración de Lord Jacob Crakehall, para que todos lo supieran.

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15/12/2013, 20:09
[RIP] Jack "Pequeño Cuervo".

Año 129 de la dinastía Targaryen. El Norte. Último Hogar. Antepasados maternos de Jack "Pequeño Cuervo".
Su abuelo, Marco el Fuerte, leñador, hijo de Alicia "la Rota"; su madre Soraya "la gata"; propietario del burdel de Último Hogar

- No me fastidies y me jodas, Marco, al menos no sin pagarme. A ver si resulta que el favor me lo estás haciendo tú a mí. Mira, esto es lo que hay: tu niña está delgada, y se nota que no la alimentáis bien desde, ¿cuándo?, ¿dos años? Ya tienes bastante con cuidarte a ti, y a tu esposa. Y venga, los dos sabemos que tres bocas no vas a poder alimentar  - el hombre estaba bien vestido y era más joven. Sonreía al hablar, y Marco deseó matarlo. Tomar esa cabeza y golpear con ella la piedra de su casa, hasta convertirla en pulpa. Pero no lo hizo.

Drareg era un canalla, y un hijo de puta. Y estaba deseando que saliera de allí para, para... miró a su hija, desnutrida, una cría... pero era bonita. Era su hija. Si tuviera dinero, si sus brazos respondieran... Evitó pensar en cosas que no tenían remedio. Drareg era un canalla, pero tenía razón.

- No me jodas, Drareg. Y recuerda: me has prometido que no le joderás tampoco a ella. Al menos hasta que tenga su primer sangrado. Déjala un poco que crezca, y que aprenda y limpie por aquí - era todo lo que podía hacer, o al menos eso se decía mientras alargaba su mano y tomaba el dinero. Era un oficio más, sólo eso. El único oficio que podía conseguirle para que no se muriera de hambre.

- Lo dicho, eres un desagradecido, Marco - dijo Drareg tomando las monedas con un leve mohín de disgusto- Te pago más de lo que vale, al fin y al cabo, es una aprendiz a la que yo y las chicas tendremos que enseñar... pero bueno, parece que bonita llegará a ser.

Soraya estaba acurrucada en la silla donde su padre le había dejado. Miraba el lugar con los ojos abiertos, agarrando con fuerza sus pieles, temblando y no por el frío. Su padre parecía tener prisa, y no se acercó a ella para despedirse, ni para darle un beso.

Pero eso no significa que no fuera besada esa noche.

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15/12/2013, 20:28
Ser Gwraidd Tully.

Año 127 de la dinastía Targaryen. Referencias a Ser Hadder Ríos. Aldeanos de Orilla Azul.

Hasta que muera, o él, o su gente. Y te digo más, hideputa ha de ser un hombre para no serlo. ¿Acaso olvidas lo que pasó a nuestros padres, o a los abuelos?

Loco, eso eres, y ambos dos. Tanto como ese bastardo al que rindes pleitesía como si de un noble de verdad se tratara. ¿Que es bueno con las armas? ¡Y qué si tal! Los Lannister lo van a devorar como un lechón tierno, y todos nosotros sufriremos aun más, ya lo verás.  

No fue a más la conversación. El hombre que primero había hablado y que en poco se diferenciaba del segundo, ambos labradores con pocas riquezas, pocas tierras, pocas esperanzas y menos educación, golpeó con un fuerte puñetazo la nariz del primero, dando con los huesos de su amigo en el barro

- Cuida esa bocaza - le dijo enfadado.- ¿Acaso olvidas que mató a los bandidos que violaron hace tres años a mi Saida? Sólo por eso, hideputa debes ser por no serle leal, tú y todos los tuyos. Como yo y todos los míos le seremos leales.

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16/12/2013, 11:02
[OUT] Armase.

Año 127 Dinastía Targaryen. 

Naneleth. Campesina. En una granja cerca de Dorne. 

Es una época de cambios, de muchos conflictos entre Casas y tensiones entre señores. Pero para los campesinos siempre hay dificultad para sobrevivir. "Da igual quien gobierne, siempre habrá que pagar los tributos a alguien o perder nuestras posesiones". Piensa la campesina.

Desde que su marido muriese han pasado los años y su hijo Armase estaba creciendo muy fuerte y eso le daba esperanzas e ilusión. Cada noche, el crío le pedía a su madre que le explicase historias sobre su padre y su abuelo. Ella era a veces reacia a ello, pues sus antepasados murieron vistiendo armadura al servicio de los Martell. No quería de ningún modo que su hijo vistiera el metal por el que tantos miles de personas morían sin motivo cada año. Aunque nunca tuvieran dinero para un buen hogar o medicinas, ésta era una manera más feliz de vivir y mucho más segura. 

El niño no era especialmente avispado, pero entendía que había algo en su pasado que le otorgaba el honor de tener un apellido bastardo y eso lo hacía pensar que algún día él sería noble. Le encantaban las historias de su madre, en las que su padre llegaba después de meses a casa, después de haber aniquilado a cientos de hombres malvados e incluso haber luchado con dragones a su lado. Algún día él lucharía codo con codo con esas bestias de fantasía, estaba seguro. 

De momento sólo podía ayudar a su madre, fortalecerse y luchar día a día para sobrevivir. No lo hacía mal. El muchacho llevaba la granja con sólo siete años. Alimentaba a los pocos cerdos que habían sobrevivido al último Invierno. Aprendió de los vecinos a arreglar la casa o los instrumentos del campo. Con un cuchillo antiguo se improvisó una especie de lanza que usó en algunas ocasiones para cazar pequeños roedores. La vida de campesino fortalecía a cualquiera de mayor manera que lo podría hacer un entrenamiento de caballero. Sin duda la fuerza del niño crecía día a día siendo la envidia de los padres vecinos.

A pesar de que a su madre no le gustara, sabía que algún día vestiría el atuendo de una gran Casa y lucharía aniquilando hombres malvados como así hicieran su padre y su abuelo.

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16/12/2013, 17:57
Ser Madrigal Oakenshaf-Casagrande.

VIÑETA IX: AÑOS 124 A 129 DE LA DINASTIA TARGARYEN: Gwendolyn Caswell y Otto crían a Madrigal con mimo en Puenteamargo.

Año 124.- Las manos nudosas, temblorosas, todas manchadas de yeso blanco, trabajaban sin descanso siempre que tenía un rato libre de encargos de otras personas. Consideraba ésta su obra maestra y no era un trabajo nada fácil. Con las aves había que tener muchísimo cuidado pues tenían huesos pequeños y frágiles y una piel muy fina, sin contar la complicación de las plumas.

Había invertido en la disecación de Totto, aquel enorme cuervo que solía posarse en el hombro de su hijo Otto, cinco años de su vida. Cuando Otto le trajo el cadáver supo lo que quería hacer con él, sería un regalo de cumpleaños para su nieto, Madrigal.

El día que el cuervo murió, Otto lo trajo a casa por órdenes del Maestre, con la cabeza gacha y los ojos entristecidos.

- El Maestre me lo ha dado. Dijo que quizá tú pudieras hacer algo con él más digno que enterrarlo en el patio. Estaba gordo y viejo, pero echaré de menos sus quejumbrosos graznidos y su peso en mi hombro.

Desde entonces había trabajado en su obra maestra, lo que le había supuesto uno de los mayores desafíos de su vida profesional. No era la primera vez que disecaba a un cuervo, pero este era realmente especial.

EL DESUELLO.

Si con los mamíferos había que tener cuidado al quitar la piel, con los cuervos, al ser aves, tenía que prestar especial atención porque la piel era mucho más fina. Podía darse de sí, dando un acabado irreal.

Hizo una incisión por delante, desde el ano hasta el empiece del cuello. Seguidamente separó la piel para acceder a las articulaciones que unen los muslos con el cuerpo, dejándola cuidadosamente unida por una sola vértebra, la última. El cráneo salió tirando del cuello, y vació el resto del cuerpo de vísceras.

La poca sangre que ya tenía el animal fue rápidamente absorbida por el polvo de yeso con el que trabajaba la anciana y que había extendido cuidadosamente sobre su mesa de trabajo.

EL CURTIDO.

Había que deshacerse de toda la materia orgánica que hubiera podido quedar en la piel. Al ser tan fina, mucho más meticulosa tuvo que ser con dicha limpieza y su tratamiento. Sobre todo era de vital importancia eliminar toda la grasa que ésta pudiera contener.

EL CUERPO.

Limpió el cráneo rellenándolo después de arcilla. Para crear el cuerpo del nuevo Totto, rejuvenecido cual ave fénix, utilizó viruta de madera y la moldeó al estilo y semejanza del tamaño del cuerpo original. Los huesos que formaban el esqueleto tuvo que acompañarlos de algunas partes artificiales, pues muchos se habían roto en el proceso, sustituyéndolos por madera o metal. Su hijo, le había pedido que en el vientre quedara una oquedad para guardar cosas. No tuvo mucho problema en hacerlo, tan grande era el tamaño de aquel cuervo. Ahora, ya podía pasar a “vestir” el cuerpo semiartificial con la piel que había curtido previamente. A partir de ahí comenzó a coser el ave, y una vez acabado, por los orificios que dejaban las cuencas de los ojos y la boca, dio forma y acentuó los rasgos faciales con arcilla. El último y crítico paso fue la colocación y creación de unos ojos de cristal de la máxima calidad y del mismo color y tamaño que los originales. 

EL ACABADO.

Sin duda alguna, el acabado fue la tarea que más tiempo llevó a Gwendolyn. Era la parte más laboriosa, lenta y que requería gran paciencia, sobre todo las plumas. Tuvo que recolocar una tras otra todas las plumas que poseía el animal en vida, y no se trataba de amontonarlas, sino de situarlas en su ubicación original para que conservara la línea intacta que el ave poseíaen vida. Aquellas majestuosas y enormes plumas con tonos azulados.

Si su hijo Otto estaba en lo cierto, con aquel regalo y un poco de buen hacer de su nieto, podría estar haciéndole el regalo más importante de su vida.

Año 129.

- Padre cuéntame de nuevo la historia de mi nacimiento.

- ¿Otra vez hijo?- Contestó con abnegación Otto.  A sus treinta y dos años, el padre de Madrigal, se había vuelto algo más gordo y alicaído, pero su sentido del humor seguía siendo el mismo. Había renunciado voluntariamente a todas sus pretensiones caballerescas por hacerse cargo de su madre y su hijo, pero en vez de ahogarse en su frustración, se aferró al futuro que tenía delante y que lo miraba con ojos tan llenos de vida. - Mi Madrigal bonito. Naciste de un huevo. Un huevo enorme, de cáscara suave y blanca como la leche. Tu madre era una urraca, fea, codiciosa y con predilección por los dorados cabellos de los hombres.  Yo siempre tuve predilección por las aves de plumaje bien negro, como bien sabes querido hijo mío. Ella no pudo soportar el parto y murió. Tu abuela la disecó y se la dio al maestre. Tu nombre te lo puso una muda, y espero que algún día todos deban pronunciarlo. - El chiquillo miró con suspicacia a su admirado padre, pero obvió el tema de su nombre, cuya historia ya conocía bien, para pasar al tema del que quería saber más.

- ¿Al Maestre? ¿Es la urraca que tiene disecada en lo alto de la biblioteca? Eso es nuevo padre, no me lo habías contado. - Se le quedó mirando muy fijamente como si así pudiera obligar al padre a decirle la verdad.

- Ehmm… Sí, bueno, ahora eres lo suficientemente mayor como para que no te afecte saberlo. Es tu séptimo día del nombre, Madrigal, ya eres todo un hombrecillo. Tu abuela y yo queríamos darte un regalo. Ha trabajado muchos años en él.

- Mammiiaaalll, mmfffdoogaalo. To-ttooooo. - Gwendolyn había estado escuchando a su hijo con una sonrisa en los labios. Siempre lo conseguía. Acercó el regalo, cubierto con una lona de lino.

- ¿Para mí? ¡Qué grande! ¿Qué es?

- Si todo sale bien hijo mío, será tu futuro. – Otto había puesto todas sus esperanzas en Madrigal y se había encargado personalmente de su formación. Era un chico listo, avispado, aunque con cierta tendencia a divagar. Estaba seguro de que sería un buen caballero con un futuro mucho más prometedor que el suyo propio.

- ¡Es un cuervo! Y es enorme. Siempre he querido tener mi propio cuervo como el tuyo padre.

- Ese es Totto, el cuervo del Maestre de Puenteamargo. El cuervo más grande que se haya visto en todo Poniente. Aquel que nos trajo aquí y con el que he pasado muy buenos momentos. Tu abuela lo ha inmortalizado para ti.- Le colocó el enorme cuervo sobre el pequeño hombro del chico.- ¿Pesa?

- No mucho padre jaja.- Dijo casi vencido por el esfuerzo.- Me encanta. ¡Gracias abuela!- Le soltó un sonoro beso en la arrugada mejilla.

- Cuídalo bien hijo, pues significará mucho para ti, para nosotros. Ya te contaré más historias sobre ti cuando seas más mayor y no te metas debajo de las faldas de tu abuela.

Otto le había pedido a su madre que hiciera un orificio secreto en el vientre del cuervo. Allí permanecerían, hasta que fuera el momento adecuado, los documentos que probaban la ascendencia de Madrigal y que le había dado el Septón Jorquen. En un futuro puede que le sirvieran de algo. Debían trabajar duro para que Madrigal llegara a ser caballero. Tenía sus esperanzas puestas en Ser Hadder, del cual se oían muchas noticias y nada halagüeñas.

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16/12/2013, 19:43
[OUT] Maestre Ammon.

 ACÓLITO AMMON

     En Ciudadela, ciudad de Antigua. Año 125 después del Desembarco del Rey.

 

     La habitación era pequeña, ajada por el tiempo y la humedad. Situada en las profundidades de los sótanos de Ciudadela, más allá de los laboratorios alquímicos y de las mazmorras donde los Maestres ocultaban a quienes no deben ser vistos, aquella diminuta celda carecía de toda iluminación. Una podrida puerta de madera, un taburete duro e incómodo, una mesa comida por la carcoma.

     Y la vela.

     Alzándose desde el mismo centro de la mesa, el extraño artilugio de cristal Valyrio parecía atrapar dentro de sí toda luz, toda vida, hasta el punto que algún Acólito había perdido su cordura durante esa última noche antes de pronunciar las palabras, sumergiéndose para siempre en un terror de oscuridad y muerte del que sólo emergían en forma de balbuceantes vegetales.

     –Tendrás luz si sabes procurártela –recitó mecánicamente el Maestre Kened, Senescal de Ciudadela y Mayordomo interino a causa de la muerte de su predecesor.

     –Mi conocimiento será mi luz –respondió Ammon de forma igualmente mecánica–. Mi sabiduría me iluminará.

     Eran palabras vacías, por supuesto. Ammon sabía mejor que nadie en Ciudadela que la vieja magia no producía más allá de suspiros y tenues movimientos de velos. No estaba muerta, como todos creían, pero su debilidad era tal que carecía de toda practicidad. Aunque aquello a Ammon no le importaba.

     –Encuentra tu luz y emergerás como Maestre –finalizó el Maestre Kened, cerrando la puerta con llave y arrastrando tras de sí la última luz de su candil de aceite. 

     –Emergeré –dijo Ammon en un susurro, quedando en completa oscuridad. 

 

     No se molestó en buscar el taburete, sino que dejó caerse con cuidado sobre el frío suelo y se recostó contra una de las paredes. Luego murmuró el antiguo ritual Valyrio que daba acceso a la luz a la vela negra de cristal; carecía de los elementos imprescindibles que el ritual requería (poca gente sabía que sin el Aceite y la Piedra aquel “conjuro", como equivocadamente se referían al ritual, estaría abocado al fracaso incluso si la magia regresara con toda su fuerza), pero dijo las palabras igualmente. Cuando acabó permaneció en silencio durante casi una hora.

     Por fin se levantó. Alargó una mano hacia la pared, para utilizarla como guía, y comenzó a pasear mientras repetía sin cesar en su Valyrio natal el viejo soniquete que había acompañado sus noches desde que tenía uso de razón:

 

     –Lengua, Daga, Látigo, Arco, Lanza.

 

     Ocho horas después, un dolorido Maestre Ammon ascendía a la luz del sol de Antigua. Buscó las cocinas, donde tomó una jarra de vino caliente con exóticas especias llegadas de Dorne y un poco de pan recién horneado, saludó a los aprendices y acólitos que acudieron a felicitarle y aguardó al calor del fuego a que el Senescal acudiera a buscarle para la ceremonia.

     Y por primera vez desde que atravesara las puertas de Ciudadela tantos años atrás, se permitió pensar con curiosidad en el día de mañana.

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16/12/2013, 20:44
Cicatriz.

CASTER "Caracortada", hijo de Marcaw. Un enorme muchacho de diecisiete años.

     VIÑETA IX. 

     Junto a la orilla del Forca Azul. Año 127 después del Desembarco del Rey.

     INTERACCIÓN: Mención a Ser Hadder.

 

     "Un hombre enfurecido caminaba a espasmos ante los soldados, firmes y asustados. El hombre era alto y ancho de hombros, y la fuerza de su furia era bien conocida por quienes le habían jurado lealtad dos años antes. También conocían su generosidad y su alegría, el estruendo de sus risotadas y la energía de sus poderosos brazos cuando practicaba con ellos, siempre ayudándoles a levantarse cuando irremediablemente los arrojaba contra el barro. Era un hombre al cual seguir. 

     Pero su furia hendía como el fuego. 

     Ser Hadder dejó escapar dos alaridos, contrayéndose a causa de la energía empleada en dar vida a los gritos. Desenvainó la espada y lanzó estocadas al aire mientras las filas de sus hombres retrocedían con disimulo unos pasos. Todos salvo uno de los hombres. Uno muy joven. 

     Ser Hadder Ríos lo vio y se lanzó a paso vivo hacia él, quedando su rostro a unos centímetros de los del joven soldado, tan alto como él y todavía más corpulento. Una enorme cicatriz cruzaba el lado izquierdo del rostro del joven, y Ser Hadder lo reconoció.

     –Tú eres el hijo de Marcaw –dijo con una voz tan calmada que sus hombres sintieron aún más miedo que el que había despertado en ellos sus gritos previos.

     –Soy –dijo el joven sin mirar a los ojos de su señor.

     –No pareces conmovido por mi dolor.

     –No estoy aquí para conmoverme, mi Señor.

     –¿Y para qué demonios estás aquí, niño?

     Caster desvió su mirada con respeto hacia los ojos enrojecidos del señor del feudo del Lago Dorado. Dio un ligero cabeceo, demostrando su desconcierto.

     –Estoy aquí para serviros, mi Señor –dijo sereno, pero claramente confundido–. Estoy aquí para pasar a cuchillo a los perros que han ajado vuestro fruto en el vientre de Lady Olenna. ¿Para qué si no?

     Ser Hadder mostró los dientes.

     –Bien, muchacho. Muy bien.

     Después alzó su espada y se alejó unos pasos para poder abarcar con su mirada a toda su partida de guerra. Señaló al grupo de hombres con la punta del arma.

     –A los caballos –dijo–. Los quiero muertos. A todos ellos."

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16/12/2013, 21:02
Lady Patricya Florent, esposa de Ser Otter Crakehall.

CASTILLO DEL LAGO. AÑO 125.

LADY PATRICYA FLORENT, ESPOSA DE SER OTTER CRAKEHALL.

SER OTTER CRAKEHALL.

NANA LA COMADRONA.

ORSEY CRAKEHALL, HIJO DE SER OTTER Y LADY PATRICYA.

 

Llevaba días moviéndose dentro de su tripa. Se prepara para nacer. - pensó Patricya - Y nacerá fuerte. Patalea como un guerrero. El último pensamiento arrancó una sonrisa en el rostro de Patricya. Su primer hijo... Ojalá fuera un niño. Sería un orgullo y asentaría la posición de Patricya en la familia: Una joven esposa produciendo un heredero fuerte solo un año después de casarse. No quería terminar repudiada, pudriéndose en una torre o en algún sept junto a viejas beatonas.

Patricya dejó la labor de bordado sobre la mesa y llamó a la sirvienta, que entró rápidamente en la habitación - Vamos al sept - dijo Patricya. - Venga, ayúdame a levantarme. - Con su enorme barriga, necesitaba el brazo fuerte de una sirvienta para levantarse del sillón con seguridad.

La sirvienta se acercó y cogió a Patricya del brazo, sujetándola mientras ésta se levantaba. Un tirón en su barriga cuando se incorporó le hizo mirar hacia abajo. Al ver su reacción, la sirvienta también bajó la mirada. - ¡Por los dioses! ¡Por la Madre! - Exclamó la sirvienta asustada.

Con un fuerte tirón de su brazo, la sirvienta llevó a Patricya hacia la cama, dejando un reguero de líquido desde el sillón a ésta. - Es el bebé, mi señora. Viven metidos en ese líquido y cuando lo sueltas, es que ya viene - dijo la sirvienta segura mientras recostaba a Patricya, incorporando su espalda con varios almohadones. Bajó las enaguas de su señora rápidamente, y con ellas en la mano se dio la vuelta y comenzó a caminar rápidamente hacia la puerta. - Aguantad, mi señora. Avisaré Ser Ott... 

- ¡¡NO!! - Un grito enfurecido de Patricya dejó a la sorprendida sirvienta sin palabras. ¿Avisar a su marido? ¿Y si nacía mal? ¿Y si nacía muerto, o... raro? No. Jamás soportaría que viese algo así salir de su vientre. Que la viese sudar, medio desnuda, gritando desfallecida por el dolor del nacimiento - No... -dijo, intentando calmarse. - Llama solo a esa comadrona que está en el castillo. No digas nada a mi esposo.

La sirvienta asistió y salió de la habitación corriendo, volviendo unos minutos más tarde trayendo a Nana detrás, seguidas de varias criadas con agua caliente y telas de algodón limpio.

- ¿Se puede saber qué hace la señora aún con el vestido puesto? - dijo la comadrona mientras se arremangaba. - ¿Es que no teneis hermanos pequeños o qué? Vamos a ver... - dijo abriendo las piernas de Patricya mientras dos criadas sacaban el vestido por sus hombros. - Ya ha salido toda el agua y está muy abierto. - La comadrona colocó una de sus manos sobre el vientre de Patricya, palpando con fuerza con la palma de su mano, e introdujo dos dedos de su otra mano intentando tocar al bebé. - Viene de cabeza,  mi señora, y ya la noto con mis dedos en el conducto, fuera de la matriz... Pero parece un niño muy grande.

Una algarabía de criadas correteando con baldes de agua caliente y paños mientras apartaban a los hombres del pasillo que conducía a los aposentos de la señora era motivo más que suficiente para desatar las habladurías desde los salones hasta la cocina, y en menos tiempo de lo que tarda un cuervo en llegar al nido. No pasó mucho tiempo hasta que un criado desoso de congraciarse con Ser Otter mandó a un mozo a buscar la partida de caza en la que iba Ser Otter. 

El caballero no estaba muy lejos del castillo y llegó rápido, pero Patricya era una joven fuerte y Nana una comadrona experimentada. Cuando alcanzó corriendo la puerta de los aposentos de su esposa Nana ya salía, limpiando algo de sangre de sus manos. La visión de la sangre en las manos de la comadrona paró en seco al caballero, haciéndolo palidecer. - No os preocupéis - dijo tranquilamente la comadrona - y entrad. 

Dentro de la habitación, las criadas aireaban las estancia y terminaban de recoger las sábanas ensangrentadas. Sobre la cama, Patricya se encontraba recostada sobre varios almohadones, con el pelo enmarañado y el cuerpo temblante y pálido, pero contenta. Sujetaba un bebé entre sus brazos, grande y regordete, cuyo sano color rosado contrastaba con la piel pálida de su madre. Una de sus manitas estaba sobre el pecho de ésta, como si lo sujetase mientras mamaba.

Ser Otter se acercó despacio a lo que parecía un milagro, algo venido directamente de los dedos de la Madre. Su esposa le miró sonriendo y puso al bebé sobre los brazos de su padre. - Tienes un hijo - le dijo con voz suave. -Un sano y fuerte primogénito varón. 

- Ruges fiero, como un verdadero Crakehall... - dijo en voz baja ser Otter, sin saber cómo hablar a esa cosita rechoncha que empezaba a llorar por la recién perdida teta de su madre - ... mi pequeño Orsey. 

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16/12/2013, 22:05
"A Sangre y Fuego".

VIÑETA X: AÑOS 129 A 134 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

LOS SEIS REINOS DE PONIENTE:

- Año 129: Tras la muerte de Rhaenyra siendo devorada por el dragón de Aegon II, éste se convierte en el Rey de Poniente.

Aegon II guardaba un fuerte parecido con su padre, Viserys I, pero en él el aspecto jocoso había sido sustituido por un cierto mal genio. Una mirada hosca, una boca enfurruñada. Llevaba una daga en la mano, probando la punta con su dedo. Vestido con armadura, pero sin el aspecto de un verdadero guerrero. Sin barba, y sólo una ligera sombra de bigote. Portaba la corona de acero y rubíes de Aegon I el Conquistador.

AEGON II

- Año 130: Nace Pendrik (Ríos), hijo de Ser Hadder (45 años) y Lady Olenna (30 años), en la finca familiar en Orilla Azul a primeros de año. Ser Hadder está preso en Aguasdulces desde finales del Año 129 por su hermano Lord Hoster Tully después de que éste le obligara a disolver su asedio contra el Castillo del Lago, comandando por Ser Geor Lefford.

- Año 130: Nace Horace Crakehall en el castillo de Aguasclaras a mediados de año, segundo hijo de Ser Otter Crakehall y Lady Patricya Florent.

- Año 130: Ser Hadder cae gravemente enfermo en las mazmorras de Aguasdulces, muchos abanderados de los Tully intervienen para pedir su liberación a Lord Hoster, que finalmente claudica.

Hacia finales de año, nace Haudrey Ríos, hijo de Ser Hadder y madre desconocida, en algún lugar cerca de Aguasdulces.

- Año 130: Baltrigar Tormenta se casa con Clarissa, una plebeya hija de un mercader, contra el deseo de sus parientes Baratheon, que esperaban casarlo con alguna noble menor.

- Año 131: Muerte de Aegon II, y final de la guerra. Le sucede su sobrino Aegon III, hijo mayor de Rhaenyra.

Muere el último dragón. El último dragón murió bajo su mandato. Se cree que el Rey lo envenenó, ya que había visto como un dragón mataba a su madre.

El último dragón deja atrás tres huevos petrificados, que los Targaryen no lograron hacer eclosionar.

Aegon III, Veneno de Dragón, solía vestir todo de negro, incluso los guantes. Porta una cadena de oro con el dragón de tres cabezas alrededor de su cuello. Pálido, delgado, rara vez se le ve sonreír. Tiene un aspecto muy sombrío. Parece triste, marcado por el pesar que lleva con él. Suele llevar barba corta, sin bigote. Su corona es una fina cinta de oro, sin ornamentos.

AEGON III

- Año 131: Ser Hadder es liberado finalmente por Lord Hoster Tully, a primeros de año, regresa a casa con su hijo bastardo en brazos, Haudrey, al que reconoce como hijo natural. La presencia del bebé empaña la alegría de su retorno para Olenna y muchos de sus seguidores. Ser Hadder ignora las críticas y pone a su hijo bastardo en la misma cuna que a Pendrik, su heredero.

- Año 131: Nace a finales de año Gwraidd (Ríos), segundo hijo legítimo de Ser Hadder, en la finca familiar de Orilla Azul.

- Año 131: Ser Baltrigar Tormenta es nombrado caballero por Lord Robert Baratheon. Se convierte en jinete libre al servicio de la Casa Baratheon, pues algunos críticos malintencionados ven mal que un bastardo se convierta en caballero mantenido de una Gran Casa.

- Año 131: Nace Beldyr, hijo de Ser Baltrigar Tormenta y de Clarissa, en el Bastión de las Tormentas.

- Año 132: Ser Geor Lefford, apoyado por mercenarios (que después se descubre que han sido financiados por Lord Crakehall), conduce un vil y cobarde ataque sobre el pueblo de Orilla Azul, matando a muchos campesinos. Los mercenarios atacan a caballo con antorchas, espadas y cotas de malla. Muere Trall el guerrero, padre de Tarmall, protegiendo al joven Pendrik.

Ser Hadder sale a su encuentro con sus pocos seguidores y se enfrenta a él. Esta vez no tiene compasión, y Ser Geor cae bajo el filo de su espada.

El incidente es condenado por muchos nobles locales y la población regional se vuelve hostil hacia los Lannister y sus abanderados por momentos.

- Año 132: Ser Baltrigar Tormenta remueve cielo y tierra, e incluso acude a la Mano del Rey para lograr que su hijo sea considerado noble en lugar de plebeyo. Los Baratheon presionan para conseguir que los descendientes de Ser Baltrigar sean considerados nobles, si bien bastardos de nombre Tormenta. Finalmente, tan sólo logra este privilegio para su primogénito, Beldyr. Sus demás hijos serán considerados plebeyos para siempre.

- Año 133: Ser Otter Crakehall, a los 28 años de edad, se convierte en Castellano de Aguasclaras por orden de Lord Lannister, a la práctica actúa como comandante en lugar del fallecido Ser Geor Lefford.

- Año 133: Nace Lydia (Ríos), hija de Ser Hadder y Olenna Crakehall, en la finca familiar de Orilla Azul.

- Año 133: Nace Brandon (segundo hijo de Ser Baltrigar y de Clarissa) en el Bastión de las Tormentas.

- Año 133: Nace Jack “Pequeño Cuervo” muy cerca del Muro.

- Año 133: Fin del Verano.

- Año 134: Inicio del Invierno.

- Año 134: Nace Arianna (Ríos), hija de Ser Hadder y Olenna, en la finca familiar de Orilla Azul. Olenna Crakehall tiene 34 años de edad y el parto resulta difícil, poniendo en peligro su vida y mermando su salud.

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16/12/2013, 22:07
"Familia, Deber, Honor."

VIÑETA X: AÑOS 129 A 134 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

FEUDO DEL LAGO:

- Finales del Año 129: Lord Hoster Tully disuelve el asedio sobre el Castillo del Lago para evitar una guerra a mayor escala entre las Casas Tully y Lannister. Ser Hadder Ríos es encarcelado en Aguasdulces.

Aguasdulces.

- Año 130: Nace Pendrik (Ríos), hijo de Ser Hadder (45 años) y de Lady Olenna (30 años), en la finca familiar en Orilla Azul a primeros de año. Olenna pasa los últimos meses del embarazo sola y muy nerviosa, temerosa del destino que pueda aguardar a su esposo. Nana la cuida durante el embarazo, asegurándose de que éste llegue a buen término.

Ser Hadder Tully, Señor de Aguasclaras. Lady Olenna Crakehall, esposa de Ser Hadder Tully. Ser Hadder y Lady Olenna.

- Año 130: Nace Horace Crakehall en el "Castillo del Lago Dorado" (así insisten, pretenciosamente, en llamarlo los Lefford, aunque son los únicos que lo hacen) a mediados de año. Es el segundo hijo de Ser Otter Crakehall y Lady Patricya Florent.

- Año 130: Ser Hadder cae gravemente enfermo en las mazmorras de Aguasdulces, muchos abanderados de los Tully intervienen para pedir su liberación a Lord Hoster, que finalmente acabará claudicando.

- Año 130: Hacia finales de año, nace Haudrey Ríos, hijo de Ser Hadder y madre desconocida, en algún lugar cerca de Aguasdulces.

- Año 130: Nace Dhur, primer hijo de Din y Lumila, en Orilla Azul.

- Año 130: Baltrigar Tormenta se casa con Clarissa, una plebeya hija de un mercader, contra el deseo de sus parientes Baratheon, que esperaban casarlo con alguna noble menor.

Bastión de las Tormentas.

- Año 131: Nace Roy, primer hijo de Russ y Bresa.

- Año 131: Ser Hadder es liberado finalmente por Lord Hoster Tully, a primeros de año, regresa a casa (la finca familiar de Orilla Azul) con su hijo bastardo en brazos, al que reconoce como hijo natural. La presencia del bebé empaña la alegría de su retorno para Olenna y muchos de sus seguidores. Ser Hadder ignora las críticas implícitas en las miradas y pone a su hijo bastardo en la misma cuna que a Pendrik, su heredero.

La liberación de Ser Hadder Ríos enfurece a los Lefford y a sus señores, los Lannister, enturbiando aún más las relaciones entre el Tridente y Occidente.

- Año 131: Nace a finales de año Gwraidd (Ríos), segundo hijo legítimo de Ser Hadder, en la finca familiar de Orilla Azul.

- Año 131: Ser Baltrigar Tormenta es nombrado caballero por Lord Robert Baratheon. Se convierte en jinete libre al servicio de la Casa Baratheon, pues algunos críticos malintencionados ven mal que un bastardo se convierta en caballero mantenido de una Gran Casa (por ese motivo no presta juramento y, aunque con rango de Caballero, actúa como un simple jinete libre no ligado por pacto de vasallaje alguno).

- Nace Beldyr Tormenta en Bastión de las Tormentas.

Tierras de las Tormentas.

- Año 131: Nace Woode, tercer bastardo de Harry Bridas, en Solaz del Soldado.

- Año 131: En Sept de la Bahía, el padre de Eremiel se ahoga en la mar en una tormenta. Su madre le abandona ese mismo año. Su tío Eulocis se hace cargo del niño.

- Año 132: Ser Geor Lefford, apoyado por mercenarios (que después se descubre que han sido financiados por el Lord Crakehall), conduce un vil y cobarde ataque sobre el pueblo de Orilla Azul, matando a muchos campesinos. Los mercenarios atacan a caballo con antorchas, espadas y cotas de malla. Muere Trall el guerrero, padre de Tarmall, protegiendo al joven Pendrik.

Ser Geor Lefford.

Ser Hadder sale a su encuentro con sus pocos seguidores y se enfrenta a él. Esta vez no tiene compasión, y Ser Geor cae bajo el filo de su espada.

El incidente es condenado por muchos nobles del Tridente y la población regional se vuelve hostil hacia los Lannister y sus abanderados por momentos.

- Campotrigo, Orillita, Granja Clara y Orilla Azul están muy claramente de parte de los Tully.

- Sept de la Bahía, Solaz del Soldado y Villamanzano apoyan en teoría a los Lefford en el conflicto, aunque la realidad es que el único apoyo real es el de Solaz del Soldado y sólo mientras fluyen las monedas de plata hacia sus mercenarios.

- Casagrande y Cabaña de Brom proclaman su lealtad a Ser Hadder Tully tras el ataque a Orilla Azul. Corral de la Encina y Casa Amable acaban haciendo lo mismo, pero sólo cuando corre la noticia de la muerte de Ser Geor Lefford en combate singular a manos de Ser Hadder.

- Año 132: Darién se une a Ser Hadder.

- Año 132: Ser Baltrigar Tormenta remueve cielo y tierra, e incluso acude a la Mano del Rey para lograr que su hijo sea considerado noble en lugar de plebeyo. Los Baratheon presionan para conseguir que los descendientes de Ser Baltrigar sean considerados nobles, si bien bastardos de nombre Tormenta. Finalmente, tan sólo logra este privilegio para su primogénito. Sus demás hijos serán plebeyos para siempre.

- Año 133: FIN DEL VERANO.

- Año 133: Ser Otter Crakehall, a los veintiocho años de edad, se convierte en Castellano del Castillo del Lago por orden de Lord Lannister, a la práctica actúa como Comandante en lugar del fallecido Ser Geor Lefford.

- Año 133: Nace Lydia (Ríos), hija de Ser Hadder y Olenna Crakehall, en la finca familiar de Orilla Azul.

- Año 133: Darién se gana su mote de "Piel de Lobo". Demuestra ser un miembro útil del séquito de Ser Hadder Ríos.

- Año 133: Pendrik Tully casi muere ahogado en el Forca Azul, en Orilla Azul, por culpa de un criado que es castigado a recibir veinte latigazos por Ser Hadder y después exiliado.

- Año 133: Nace Brandon (segundo hijo de Ser Baltrigar y de Clarissa) en el Bastión de las Tormentas.

- Año 133: Nace Llum, segundo hijo de Din y Lumila, en Orilla Azul.

- Año 133: Nace Jodd, primer hijo de Jeremyed y Aisa, en el Castillo del Lago.

- Año 133: Eremiel empieza su formación como discípulo de la Fe de los Siete en Sept de la Bahía.

- Año 133: Randyll se gana su sobrenombre de “Lanzapartida” matando con una lanza rota a un incursor de las Islas del Hierro cerca de Sept de la Bahía.

- Año 133: Nace Jack “Pequeño Cuervo” muy cerca del Muro. Hijo de Soraya la Gata y de padre desconocido (se rumorea que un Cuervo del Muro).

- Año 134: INICIO DEL INVIERNO.

- Año 134: Nace Arianna (Ríos), hija de Ser Hadder y Olenna, en la finca familiar de Orilla Azul. Olenna Crakehall tiene treinta y cuatro años de edad y el parto resulta difícil, poniendo en peligro su vida y mermando su salud.

- Año 134: Nace Ruyara, hija de Russ y Bresa, en el Castillo del Lago.

Russ Bresa la Costurera, esposa de Russ. Russ y Bresa.

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17/12/2013, 15:12
Ser Baltrigar "el Traidor".

VIÑETA IX: AÑO 125 DE LA DINASTÍA TARGARYEN, BASTIÓN DE LAS TORMENTAS.

SER BALTRIGAR TORMENTA. Doce años.

INTERACCIÓN: Mención de CLARISSA.

Baltrigar caminaba por los pasillos encerrado en sus pensamientos. Tenía media hora libre antes de la siguiente lección. Estaba contento. Hacía un par de meses había comenzado con Ser Hadrick las lecciones con la espada, y aunque todavía no podía usar un arma de verdad, había comenzado muy entusiasmado.

Su espada de madera se había convertido en inseparable del muchacho, al menos en sus ratos libres. Caminaba por el Bastión con ella en mano y buscaba cualquier rincón apartado para practicar.

Su existencia se había vuelto bastante solitaria, pues el desprecio constante de sus hermanos, los hijos legítimos de Lord Robert Baratheon, habían convertido a Baltrigar en un muchacho huidizo y callado. Apenas se relacionaba con nadie que no fuera su mentor.

Pero aquella mañana el destino le deparaba una sorpresa, un cambio en su rutina. Dobló el siguiente recodo del pasillo y al levantar la vista el mundo se paralizó. Baltrigar se quedó sin habla.

Una hermosa niña con trenzas de un color castaño claro y unos ojos azul verdosos preciosos se encontraba frente a él. Llevaba pequeñas tiras de tela de diferentes colores hiladas en el pelo y estaba sentada en un banco pegado a la pared, jugando con sedas y tratando de vestirse como una noble.

Baltrigar logró cerrar la boca, miró su espada de madera y se vio ridículo con ella. No supo qué hacer con ella, pero tenía que quitársela de encima antes de que aquella niña le mirara. Examinó ambos lados del pasillo y acabó por esconderla tras un enorme jarrón que hacía las veces de decoración junto a la pared. Luego se giró para observar a la niña con atención.

Dio varios pasos hasta llegar junto a ella, no sabía por qué, pero le temblaban un poco las piernas. Miró a la chica con curiosidad.

- Hola, ¿qué haces? - Preguntó mirando aquellas telas y a la niña envuelta en ellas.