Partida Rol por web

Quizas por mis prisas era que no habia logrado maniobrar lo suficientemente bien como para eludir la colición.

Termine rebotando por el impacto y cayendo al suelo de trasero, apenas y pude reaccionar como para traer mis manos hacia atras para amortiguar la caida, estaban mas ocupadas por lo visto reaccionando a atrapar un objeto en el aire.

-Ouch, tranquilos soy yo kupo- comente algo adolorido, confuso y un tanto molesto, mi primera impresion es que me confundiesen con un enemigo o ladron y por ello me arrojaron algo, pero al ver que tenia en mis manos descarte rapidamente esa teoria.

Alce incredulo aquel siempre juntos que claramente era el de Noctis, y ahora que podia ver bien lo que ocurria, notaba a una Zayna salvaje sobre una pequeña creatura oscura.

-Alguien me explica que esta pasando kupopo?-

Mi ceño se pronunció al escuchar que Zayna había malentendido mis intenciones, creyendo que quería acariciar a aquella criatura. Pero...bueno...es que quizás lo parecía ¡Pero no! El Comesueños desapareció antes de que pudiera comenzar a quejarme, yendo tras los bolsos nuevamente. Maldije para mis adentros mientras me giraba para ir tras aquella especie de serpiente, que se arrojaba rápidamente por la ventana para huir con mi Siemprejuntos. La llegada imprevista de Kosmog salvó el día, deteniendo el escape/hurto en un momento. Zayna volvió al ataque contra el Comesueños, y me dirigí en su ayuda.

- Kosmog, mantén eso a salvo- dije refiriéndome al Siemprejuntos que había capturado con sus manos. Hice aparecer al instante a Juramento Oscuro en mi mano, apuntando con ella y haciendo presión sobre la cabeza de aquella serpiente. Realmente se habían frustrado mis planes, y sería difícil continuar después del intento de llevarse mi Siemprejuntos. Si aquella criatura trabajaba bajo las ordenes de alguien sería peligroso- No me dejas otra opción- levanté la espada con tristeza, y bajé su filo contra aqu

Aquel Comesueños había desaparecido tras el corte de la llave espada de Noctis. Ahora no había nada.

No sabiais de donde venía, pero ese comesueños solo era un emisario venido para robar el siemprejuntos de Noctis, la causa no la sabiais. Pero por suerte todo parecía estar tranquilo ahora. Habiais hablado con Jasmine y Aladdin lo cual es probable que ahora estuvieran actuando.

Zayna se acercó al siemprejuntos de Noctis y lo observó de cerca. Después sacó el suyo, dorado como la arena, y lo comparó. No sólo físicamente, sino también trató de detectar oscuridad*. 

—Creo que lo querían para espiarnos —dijo al fin, tras ver que eran iguales—. Seguramente, se habrán dado cuenta de que nos comunicamos por él. Habrá que tener más cuidado...

Después, se giró hacia Kosmog, recordando algo. Quizá era algo más complicado.

—Kosmog, ¿por qué no respondías por el siemprejuntos? ¿Acaso no podías escucharnos? Es... ¿es posible que estén interfiriendo nuestros siemprejuntos? Ni siquiera recibí respuesta de que habías escuchado mi mensaje... 

-kupo?- Responderia completamente confuso, aun nadie habia respondido mi pregunta y las palabras de Zayna removieron mis frescos sentimientos por lo que llevaba poco de haber vivido, un dolor y alegria tan grandes ambas, a la par una de la otra, que realmente no sabia de que forma reaccionar.

Ni mi cuerpo y mente sabian cual era la reaccion apropiada, y se veia facilmente con solo notar como las lagrimas comenzaban a brotrar de mis ojos poco a poco para luego no parar de caer y humedecer todo el pelaje de mi rostro y sin embargo, la expresion alegre, sonriente y nerviosa relucia en mi.

Mis manos comenzaron a temblar y ver estas solo me ponia mas confundido de lo que ya estaba.

-Eh?...lo siento kupo....- Me disculpaba de corazón, pero entre lagrimas y sonrisas era dificil de saber a ciencia cierta que estaba haciendo, ni yo lo sabia. -Es que me encontre con Montblanc...y ahora dice ser mi enemigo- Estaba cayendo en cuenta de lo que significaban esas palabras, de los sentimientos encontrados de mi mentor, hermano y amigo y si hacia de feo se sentia, no podia decifrar cuanto de mal se sintio para el, y yo hablando tan ligeramente sobre esperanza.

Cai de rodillas sobre el suelo y simplemente me quebre en llanto, ahora estaba en un sitio seguro, estaba con mis amigos pero el pecho me dolia mucho, me lo agarraba con ambas manos apretando el siempre juntos bajo mis ropajes, ese objeto y la llave espada parecian ser los emblemas que me ponian en contra de Montblanc.

-Perdonpo....perdon kupo...- mencionaba mis disculpas una y otra vez entre llanto, ahora se me hacia imposible seguir conteniendome.

Mi Llave-Espada se desvaneció en un haz de sombras una vez la criatura se desvaneció. Mi plan no solo había fallado, sino que había sido un desastre. Observé a Kosmog, mientras escuchaba las palabras de Zayna, quien se habia acercado a él. Realmente iban tras mi Siemprejuntos, pero...¿Por qué? Nos los habían regalado para poder comunicarnos con nuestros amigos y los maestros del Castillo. Era algo interno, pero nuestros Lados Oscuros lo podrían saber, como sabían muchas cosas de nosotros. Entonces, era posible que quisieran hacerse con uno...¿Iban por el mío, o el de todos?

El llanto de Kosmog, repentino y sorprendente, me obligó a prestar atención a la escena. Me acerqué un poco, dudando, sabiendo que Zayna sería mejor consolando que yo. Nuestro compañero había mencionado a "Montblanc" muchas veces, casi cada vez que podía, al presentarse a si mismo. No recordaba del todo la frase, pero era como un superior, y una especie de fuente de admiración para él, según sabía. Debía ser su capitán, o algo así. La información que le dolía en el pecho era un sentimiento fuerte y complicado al parecer.

- ¿Cómo es eso, Kosmog? Creí que era un camarada tuyo...-habia dado muy poca, casi nula información sobre si reunión, por lo que no pude hacer conjeturas al respecto- No se que haya pasado entre ustedes, pero debe estar equivocado si piensa que eres su enemigo. Seguro la próxima que lo veas se da cuenta de su error. Eres Kosmog, después de todo- sabía que mi intento de animarlo no sería suficiente, ni siquiera tan convincente. Realmente no sabía cómo lidiar con las lágrimas de mi amigo y estaba nervioso por lo que había pasado con la criatura ladrona. Más aún, con lo que Zayna pensara de lo que había pasado.

- Lo siento. Necesito aire...-queria recoger mi Siemprejuntos pero no sabía cómo hacerlo de forma rápida, por lo que simplemente me giré y salí por la puerta de la habitación. Me sentía algo extraño dejando aquel objeto importante lejos mío, pero tenía demasiadas cosas dando vueltas en mi cabeza.

Zayna se quedó congelada en el sitio al ver tantas cosas alterándose sin que supiera cómo reaccionar. 

El bicho. Kosmog. Luego Noctis corriendo. 

Frunció los labios, pensando cómo gestionar todo. Optó por ocuparse de las cosas de una en una. 

—Kosmog, ¿por qué te dijeron eso? —dijo mientras se levantaba, cogía de las manos al Moguri y le llevaba hasta uno de los camastros donde se pudieran sentar los dos. 

Noctis había pedido aire. Tenía un jardín entero y unos jardines donde perderse. Ella aún conocía el palacio. Después iriía a por él.  Pero ahora Kosmog necesitaba que estuviera ahí. 

—Kosmog —dijo de nuevo—, cuentamelo. 

Ver a Noctis irse no me ayudo a calmarme en lo mas minimo, en lugar de eso solo empeoro las cosas. Sabiendo como estaba dandose a flote la relación que crecía entre el y Zayna, dude y temi que ella también me dejase allí solo; ya era demasiado devastador que ahora estaba siendo visto como un paria entre los mios, no quería serlo también entre mis amigos.

Pero aquella a la que tome como una hermana, una hermana de arena por la coincidencia de ese elemento en nuestros origenes, no me dejo. Se quedo allí y con delicadeza me condujo a un lugar comodo para conversar, instandome a clamar con palabras suaves y preguntas bien cuidadas a la hora de ser formuladas.

Trate de calmarme un poco, gimoteaba cada vez menos hasta que logre aclarar lo suficiente mi voz, pues entre lagrimear y moquear se me hacía difícil expresarme bien.

-Me encontre con Montblanc kupo- Empezaría por lo mas compacto y lógico, inspirando con fuerza con la nariz de forma muy ruidosa para aclarar mi garganta. -Pero me hablo de una ordenpok que esta en contra de las llaves espadas kupo po....Y ahora...kuuu- Me limpie las lagrimas que volvían a brotar de mis ojos con el dorso de la mano -Montblanc pertenece a ella kupo...Hay un grupo de moguris ku, que si me ven...si saben kupo, que soy un portador po....Me cortaran mi pompom kupo, Montblanc no se atrevio kupo....pero si nos vemos kupo, quizas tengamos que luchar kuku...- Sollozaba tratando de evitar volver a caer en el llanto y mi mirada cristalizada, solo veía los colores de aquellas sabanas moverse todo el tiempo, como si las viese mientras estuviese sumergido hasta el pompom de agua.

-No quiero pelear con el kupo- Ya no podía contener mas el ahora goteo de mi rostro que empezaba a humedecer aquel sitio donde estaba sentado, mi pelaje del rostro a estas alturas ya estaba completamente mojado. -Es mi amigo kupopo....Mas bien es mi hermano kukupo, mi mentor kupo....la persona que mas admiro kuu...y somos enemigos kupo- la tela de mis pantalones era estrangulada con fuerza por mis manos, no sabía que hacer o como volver realidad aquellas palabras que dije a mi hermano mayor, aquellas que buscaban darle fe y esperanza y que el mismo sabía, que solo las decía en un vano intento de animarle, y ahora caía en cuenta de ello.

Zayna escuchó con atención mientras el moguri trataba de explicarse como mejor podía. Cuando acabó, le dio un poco de espacio y empezó a hacer preguntas. 

—¿Por qué alguien estaría en contra de las llaves-espada? No tiene sentido. En todo caso, Kosmog, él es el que tiene el problema, no tú. No has hecho nada malo. Estás luchando por tus ideales. Estás luchando por defender a tu gente, por defender a todos. Somos compañeros, así que no dejaré que te haga daño. Es más, si no te ves con fuerzas, lucharé yo con él. Somos hermanos de arena, ¿no? Veremos si es tan valiente para enfrentarse a una djinn en su desierto. Yo te protegeré —dijo con determinación, como si no hubiera sido una decisión difícil. 

No podrían con el viento si no podían golpearlo. Había perdido mucho. Un siglo ido de un plumazo. Su mundo se antojaba extraño. Pero no, no se dejaría vencer. Protegería a los suyos con toda su fuerza. 

—Sé que ahora estás triste, pero no podemos dejar a Noctis vagando solo por este palacio. Puede haber más seres oscuros. ¿Me ayudas a buscarlo? 

-Segun lo que me dijo kupo, las llaves espadas no fueron creadaspo para lo que las usamos kupo...- Las palabras de Montblanc eran confusas pero mas que dejarme con la mente quieta la agitaba como un avispero, y las ideas y teorias se chocaban unas con otras, con furia y desesperacion por ser la teoria final que formulase mi mente.

Me limpiaba con los brazos, debido a la falta de mis usualmente largas mangas, los mocos y las lagrimas cuidando no embarrarme mas de lo que queria quitar. -No nos han dicho todo al respecto kupo, quiero saberlo kupo, Montblanc no me mentiria kupopo-

Ante las palabras de Zayna de luchar con mi maestro mis orejas se alzaron alertadas por esta idea y mi pompom que hasta ahora habia retozado deprimido, se balanceaba de un lado a otro freneticamente. -No, kupo no lo hagas- Adverti a la djinn claramente alterado en mi expresion -El no me hizo nada kupo, y si llegase el dia que luche con el, yo debo pelear kupopo, en este momento no tendrias oportunidad contra el kupo, ademas es algo entre Moguris kupo-

Esta vez seria yo quien tomase sus manos y le mostraria mi determinacion; si, mis ojos reflejaban en parte temor y tristeza, pero tambien un brillo e intensidad que se mantenia, como una tenue flama al viento. -Agradezco que te preocupes kupo pero eso me corresponde a mi kupo, si puedes ayudarme a saber mas de la llave espada y a volvernos mas fuertes kupo, aun tenemos el asunto de nuestros dopplegangers kupo, tenemos mas razones ahora para fortalecernos kupo.-

Aun me sentia pesimo, pero ver la determinacion y el valor de Zayna para defender a los suyos me habia hecho recordar que no debia derrumbarme, no estaba todo perdido por mas dolor que sintiese. "Supongo que esta es la consecuencia por bailar entre la luz y la sombra" fue el pensamiento que finalmente me arranco una tenue sonrisa ironica.

Me levante de aquella cama para usar su cobertor como pañuelo, si, sabia que eso no era lo mas educado del mundo, pero no reparaba tiempo en detalles, mire a mi compañera y saque mi mejor sonrisa para ella y con un gesto en el que formaria un puño con la mano a un lado de mi cabeza:

-Tienes razon kupo, vamos por Noctis kupo...No debemos separarnos kupopo y no quiero que acapare la diversión kupo-

Tras inspeccionar el siemprejuntos después de que aquel ser lo agarrara, no denotaste nada Zayna en el. Parecía que el objetivo solo estaba en robarlo.

Tras la pequeña llantina del pequeño moguri, y la marcha de Noctis de la habitación por no saber consolar a su compañero, tratasteis de salir a por el, y realmente no tardasteis mucho en encontrar a Noctis. Apenas había llegado a salir del castillo, estando en el pasillo anterior del hall principal. Ahora Noctis podías ver a tu amigo un tanto mejor, mojado, pero mejor.

Sin embargo mientras estabais hablando entre vosotros en la oscuridad de aquel pasillo notasteis los ecos de un murmullo dentro del pasillo

-Así que la ha llevado allí. Perfecto muchas gracias mi peludo compañero, ahora debo irme. ¿Eh? Oh sí, esos tres son todo tuyos, cuantos menos testigos queden, más rápido seré yo Sultan - Era Jafar, parecía estar hablando con alguien sobre algo pero solo erais capaces de ir su voz, y al final de aquellas frases una risa alejandose poco a poco.

Aunque intentarais seguirle, pronto comprenderiais por qué no podiais, y con quien hablaba... Al salir al hall al puerta principal estaba abierta, solo por un lado y bajo la luz de la luna, la silueta de un encapuchado de poca altura brillaba mirando ahora a vosotros.

Zayna se acercó hasta Noctis y, sin decir nada, cogió su mano. Era lo único que se le ocurrió para apoyarle en lo que sabía era una lucha interna que tenía que ganar solo. Pero entonces, los acontecimientos se sucedieron. El encapuchado se reveló ante ellos. 

Arqueó una ceja al ver el pompón que asomaba entre la capa. Miró a Kosmog, y de nuevo al encapuchado. No era muy difícil sacar conclusiones. 

Elegantemente y con suavidad, soltó la mano de Noctis, dio un paso al frente y llevó las manos a las dagas que ocultaba debajo de la capa. Su aura céfira se agitó con fuerza, al sentir la tensión que anunciaba un combate. 

—No repetiré dos veces. Di quién eres y quítate la capa, ya. 

No iba a dejar que sus amigos sufrieran porque ella les había arrastrado al incierto futuro de su mundo. 

Mi pequeño paseo duró tan solo lo suficiente para permitirme refrescar mis ideas. En un momento importante, había escapado para estar sólo, pero no sabía como volver mis pasos hacia atrás. Seguía poniendo un pie delante de otro, con aire apesadumbrado, sin saber a dónde iba. Probablemente iría a vigilar a Jafar o a internarme en el desierto a por más pistas de los Sincorazones. Tenía que buscar algo productivo que hacer para apaciguar el sentimiento en mi interior. 

Los sonidos de pasos retumbando en el pasillo me alertaron de la llegada de mis amigos. Mis ojos fueron instintivamente en busca de Zayna, como midiendo el tono de nuestro encuentro a través de su expresión. Esperaba un choque, una reprimenda, una fulminación, o algo por el estilo. En cambio, tomó mi mano con cuidado, uniéndome de nuevo al grupo con calidez ¿Cómo hacía para dar justo en el clavo siempre? Le miré sorprendido y agradecido por su gesto, y luego miré a Kosmog en silencio.

- ...¿Estás listo para otra ronda? -dije finalmente con una media sonrisa, a sabiendas de que todos habíamos escuchado aquella conversación entre Jafar y un misterioso aliado en en Hall contiguo. Siempre lograba un resultado pésimo para alentar a Kosmog, y aquel día no sería la excepción. Al final siempre terminaba empujándolo para que siguiera luchando y avanzando, como el pequeño héroe en crecimiento que era ante mis ojos. 

Zayna se adelantó al encarar a nuestro nuevo adversario (a luz de las apariencias). Aprovechando aquello y recordando las estrategias de aquellos hermanos que conocí en Liore, puse mis manos en el suelo al unísono para levantar el suelo del Hall y formar un bloqueo en la salida del Palacio, con el fin de encerrar al encapuchado dentro con nosotros. 

- Finalmente...Finalmente tengo un enemigo claro...-desde que había llegado a Agrabah había estado dándole vueltas al asunto de la Oscuridad en aquel mundo, buscando una solución. Jafar había salido finalmente a la luz, como alguien con intenciones cuando menos malvadas. Aquello le daba un sentido al viaje, una motivación. Estaba, al contrario de la lógica común, feliz por aquello. No podíamos ser héroes en una historia sin villanos- ¿Kosmog, ese es Montblanc? -evidentemente el pompón le delataba como un moguri. De una forma u otra, Kosmog sentiría el "llamado" de la historia. Mi papel sería analizar a nuestro enemigo para determinar si mi ayuda sería necesario o podría ir tras Jafar...

Ya habia logrado estabilizarme con ayuda de Zayna, al menos lo suficiente para recordar que estabamos con una tarea a ccumplir y que mis problemas eran secundarios por ahora; estabamos en su mundo de origen y estaban sucediendo cosas extrañas, debia ser yo quien prestase ayuda para con ella no al revez.

Y sin problemas pudimos encontrar a Noctis. Fue raro verle de nuevo ya que no entendia del todo el por que se habia ido tan deprisa cuando habia estallado en llanto y me senti derrumbado, esperaba en cierta forma su ayuda en ese momento pero huyo antes de que pudiera decirle algo para retenerlo, y aunque ahora se viese un tanto preocupado al verme, mi forma de mirarle era acusadora. No podia ocultar mi molestia respecto a su actitud, aunque era conciente de que habia intentado animarme, no cambiaba el hecho de que se habia ido.

Para su suerte, y mi tranquilidad por raro que fuese, una escucha en secreto que realizamos de forma inesperada. Por el timbre de una de las voces claramente se trataba de Jafar a quien se podria decir que atrapamos infraganti en una negociacion bastante siniestra. Noctis solto un comentario sin estar muy convencido de sus palabras por lo que se apreciaba.

-Luego hablamos kupo- Fue mi respuesta un tanto mas tajante de como habria querido hacerla sonar realmente. Y sin mas los tres salimos al encuentro de aquel que hablaba con el "futuro sultan", era un moguri y a juzgar por su vestimenta se trataba del mismo con el que me habia topado en el mercado. Zayna no demoro en exigir de forma intimidante el nombre del misterioso comerciante delante nuestro y Noctis cerraba su camino de forma mas que habil para que no pudiese escapar, soloesperaba que ello no hubiese llamado la atencion de los guardias.

-No lo es kupo- Respondi a aquella pregunta sin quitarle mis ojos de encima a ese supuesto viajero -Supongo que esto era lo importante que debias hacer kupo- solte al extraño vestido de negro, sin moverme de mi posicion pero sin dejar de analizarle asi estar listo para actuar. Mis pies y alas estaban inquietas pues si era un enemigo estaba dispuesto a deshaogarme con el.

El moguri fue reaccionando a vuestras acometidas.

Ante el viento simplemente se inclinó un poco para alante mientras su gabardina ondeaba detrás suyo. El muro de tierra hacia el que miraba impidiendole el paso y finalmente a Kosmog ante aquella frase.

El moguri rió sin más - Unos poderes increibles, pero un poco pobres para lo que os espera. Sí, claro que es esto lo que tenía que hacer, pero verte partir hacia el desierto retrasó mis planes. - dijo hacia Kosmog - Suerte que ese estupido hombre vestido de rojo, es fácil de manipular. Y gracias... ¿ser de videojuego? Has cortado vuestra única salida del palacio más directa. No me quitaré la capucha Djinn, lo siento por ti, pero si que haré otra cosa, si "me" derrotais os diré a donde se dirige el visir con la lampara. - Os había dado un detalle de suma importancia, Genio estaba con un ser que rezumaba oscuridad, y encima Genio tenía el poder de conceder deseos...

-Es hora de ver si de verdad sois tan fuertes. - El moguri alzó sus manos a los lados cargando energía, y finalmente las puso en vertical. Acto seguido, cinco nubes aparecieron alrededor para a los pocos segundos, aparecer criaturas como el lagarto anterior.

-Adelante Oniridos, acabad con ellos. - Ordenó mientras volvía a realizar un conjuro de protección alrededor suya para que no pudierais atacarle. Al parecer, el combate no sería con el pequeño moguri de la gabardina, sino contra sus criaturas

Zayna dio dos pasos hacia adelante y, mientras hacía girar sus dagas, éstas empezaron a cambiar. Mientras ésto ocurría, de forma súbita, se convirtió en niebla que empezó a ascender impulsada por el viento a los cielos, donde se volvió a materializar y se dejó caer para ganar velocidad. Todo para que la lanza cristalina en la que se había convertido su llave espada ganara velocidad. Cargó su magia de viento en ella. 

—¡Rompetormentas! —gritó, soltando la lanza cuyo sonido resonó como el de un trueno en los cielos del desierto y con un objetivo clarísimo: el caballo.