Partida Rol por web

Todos os miráis confusos, ya que algunos veíais al oso y otros no... Lentamente la imagen del oso así como su rugido fueron desapareciendo poco a poco, hasta que solo quedo el sonido de un par de risas ahogadas que parecían provenir de algún lugar por encima de vuestras cabezas.

-Jijijijijiji

Tal vez al oso no lo había escuchado ni visto –por suerte, no sabía que tal tenía el corazón y no quería ponerlo a prueba con un infarto repentino al ver aparecer un bicho de esos a escasos metros de su cara–, pero las risas llegaron nítidas, sin posibilidad de equivocarse desde algún punto sobre ellos. La espada, que había permanecido en su vaina pese a mantener la empuñadura sujeta con fuerza hasta tener los nudillos blancos, esta vez salió con un siseo suave –prueba de que estaba bien engrasada– y la dirigió hacia arriba mientras buscaba con la mirada entrecerrada al chistoso enemigo.

– ¡Sal de dónde estés, embaucador! – exclamó a los árboles, exigiendo ver al tramposo que, sin duda alguna, les había tomado el pelo con magia ilusoria. 

De entre las ramas de un árbol cercano asomo el torso desnudo de una mujer, este parecía tener el tamaño de un gato, y tenia unas marcas rojas que iban desde sus hombros hasta su pecho, donde hacia una espiral, para luego descender por su costado, el cabello de la criatura era plateado, y un par de antenas de insecto nacían en la frente de la chica...

-¡No quiero! La chica se escondió y al momento volvió a asomarse. -Ademas eres feo y violento, que veo como agarras la espada... Seguro que quieres comerme... Antes de volver a esconderse la pequeña le saco la lengua a Mal´ak y le hizo una pedorreta, tras la cual, volvieron a escucharse las risas sobre la rama (la cual esta a unos 40 pies (12 m) de altura)

– ¡Maldita ramera fata! – gruñó en voz baja, aunque no demasiado tampoco. Era lo que le faltaba, ser vacilado por una criatura de los bosques con la mentalidad de una cría humana de seis años. ¡A él, un semidemonio! No iba a seguirla el juego, claro que no, porque estaba claro que era lo que el hada quería, y no se iba a dejar llevar por sus juegos –. ¡Baja ahora mismo aquí o será peor! ¡¿Me oyes?! ¡Baja ahora o te bajamos! – exclamó, una vez tras otra, hasta cansarse. Eso si, satisfecho, se sonrió a sí mismo mientras esperaba el inevitable resultado, que es que bajara, claro. 

Aunque, sólo por si acaso –otra prueba más de su indudable brillantez, el tener planes de contingencia–, miró al explorador y señaló los árboles. 

– Si no hace caso, la próxima que se asome haces que caiga – le pidió con tono exigente pero cordial. Pero exigente sobre todo.

- Tranquilízate, le dijo serio Rennor a Mal'ak, no voy a disparar a un ser de los bosques solo porque nos haya gastado una broma. Dándole la espalda avanza hacia el árbol mirando hacia donde parecía haberse escondido: Buenos días, mi nombre es Rennor y no pienso hacerte daño ¿puedes salir para que hablemos?

-Eh, eh! Malak! -le regañó la semielfa aunque su cerebro todavía procesaba lo que acababa de ocurrir- Tranquilizate y no se te vuelva a ocurrir usar esa palabra o de un oso será de lo que menos tengas que preocuparte.

-Oye... disculpanos pero nos has dado un susto de muerte-dijo girándose hacia el árbol donde estaba aquella criatura- ¿a que ha venido ese numerito del oso?

AL ver las caras de todos, no puedo evitar soltar una carcajada mientras me llevo una mano a la barriga echándome hacia delante y hacia tras, balanceándome encima del caballo

Jajajajajaja teníais que haberos visto las caras, Jajajaja Jajajaja sigo riéndome hasta un rato

Ains, que bueno. Es un dragón feerico y un grig, y si, son bastante bromistas. Supongo que habrán escuchado a Malak y al resto hablar del oso y por eso deben de haber pensado que era gracioso. Pero no lo hacen con malicia comento al resto, explicando a aquellos que no les han visto todavía.

Salid, salid, no tengáis miedo. No queremos hacer daño alguno a las criaturas del bosque. Es mas, queremos eliminar todo mal que aquí acecha.

-¿Los conoces?-le preguntó sorprendida la semielfa. Por como la inquisidora hablaba de ellos parecía que se conocían y que estaba acostumbrada esa clase de bromas. Que mucha gracia no tenían, por otro lado, pero Khastal decidió guardarse su opinión para si misma.

No, no niego con la cabeza y las manos les he visto y reconocido, pero lo que eran, no quienes eran. Luego reconocí el sortilegio que lanzaron, simplemente. 

Estas criaturas se preocupan por cuidar los bosques y nos les caen bien la gente malvada. Supongo que será una especie de prueba para ver cómo somos.

No hizo comentario alguno ante la amenaza de la semielfa, pero su cara fue ensombreciéndose con cada carcajada de Shallana. Al final, cuando paró y se explicó, su rostro era el vivo retrato de la ira contenida, y si hubiera podido ponerse rojo, lo habría hecho por la rabia. Por suerte su escamosa piel no le dejaba mostrar esas incontrolables emociones, y un par de respiraciones profundas junto a un último insulto o maldición –que no se escuchó muy bien pero sonó algo como _^<<podéis meteros por dónde os quepan esas bromas_^>>– hacia aquellos dos bichos terminaron por calmarle.

Más tranquilo, volvió a mirar hacia los árboles, mordiéndose la lengua para no gritarles algo, y con delicadeza fue guardando su espada de nuevo. 

– No os haré nada, lo prometo – dijo poco convincente incluso para si mismo, pero sincero. De momento.

De entre la copa del árbol por encima vuestro asoma la cabeza de la joven hada, y seguidamente le acompaña la cabeza de un pequeño dragón en miniatura de color azul. 

El pequeño dragón giro la cabeza mirando con curiosidad a Mal´ak. -Ummmm... yo creo que el semi-demonio esta planeando hacer cosas malas contigo... La grig miro contrariada a su compañero feerico. -Aja... ¿Y a ti no? ¿que yo sepa ha sido idea tuya lo de la broma? El dragon sonrió, mientras reía siseando suavemente. -Nah... yo suelo caer bien a la gente... ademas... yo puedo ser invisible... cosa que tu no.

El dragón salto de la rama y voló por encima del grupo con elegancia. -Ademas... ¿Quien fue el que te salvo el pellejo, cuando decidiste que era buena idea lanzar polvos urticantes a los bandidos...? 

La grig miraba a su amigo volar con los ojos entrecerrados fulminándolo con la mirada. -¡Lo tenia todo controlado para que lo sepas!... Solo fue un pequeño error de calculo referente al tiempo que tardaba en actuar el polvo... La hada empezó a volar también descendiendo hacia vosotros, mientras que mantenía vigilado a Mal´ak por el rabillo del ojo.

La pequeña hada se detuvo delante de Shallana´ha, ya que en su cabeza, una persona que conocía las razas de las hadas, y que ademas seguía las bromas en vez de arruinarlas, era la jefa de ese extraño grupo. -Saludos... Yo soy Tyg-Titter-Tut señora de... emmm... La hada dudo un momento con gesto pensativo... -¡De este bosque!... Si eso... de este bosque...

-Pffffffffff... ¡Ja!... ¿Tu reina del bosque? Jajajaja... El pequeño dragon feérico se coloco al lado de la hada aun riendo, mientras que esta le fulminaba con la mirada. -No le hagáis caso... ella es así... Yo soy Perlivash... Es agradable ver gente buena de vez en cuando... ya empezábamos a pensar que todo este lugar era hogar de bandidos y de mala gente...

Mara tuvo que aguantarse la risa mientras contemplaba aquel espectáculo. Debía admitir que aquello le inspiraba mucha ternura cuando pudo comprobar que por fin no estaban en peligro. Eso le puso de buen humor y estar frente a esas criaturas aún más. Se acercó cerca de donde se detuvieron e hizo una reverencia a modo de respeto mientras sus ojos brillaban de curiosidad. 

- Es un placer conoceros. Soy Mara Demko, exploradora y cazadora de historias. ¿Así que os enfrentásteis a los bandidos? Eso dice mucho de vosotros. - Sonríe ampliamente. - En mi caso me alegro de ver alguna criatura más que no sea malvada, aunque por suerte no sois los primeros. Veo que estos territorios están llenos de criaturas interesantes. Y bien.. ¿Acaso solo os habéis cruzado con humanos malvados? - 

Dejó que el hada y el pequeño dragón bajaran lentamente, planeando sobre ellos, y durante el transcurso de esos interminables minutos que le parecieron una hora no apartó la mano de la espada. Podían ser dos joviales y graciosas criaturas del bosque que no tenían otra cosa que hacer que burlarse de los que pasaban por el bosque, pero a él no le hacía ni siquiera sonreír. El tema del oso –aunque no lo había visto, por suerte para esos dos– no había sido la mejor carta de presentación, y en esos momentos sus risas no ayudaban para nada. 

Sin embargo no hizo ningún gesto brusco, ni amenazante, ni llamativo. En realidad se quedó como una estatua, con la mano en la empuñadura de la espada, los labios fruncidos, y los ojos entrecerrados, escuchando en completo silencio los desvaríos de aquella pareja. Al menos, tal vez, podían servir de algo...

Rennor muestra una leve sonrisa más por la reacción de Mal'ak que por la propia broma, sin admitir que él también había pensado que el sacerdote-oso les había encontrado.

- Nosotros estamos aquí para eliminar a esos bandidos y el resto de seres malvados que pueblen estos bosques, luego hace una reverencia graciosa ante la grig - Es un honor conocerla, reina Tyg-Titter-Tut 

La grig sonrió con petulencia al ver como Rennor hacia una reverencia ante ella. La pequeña hada miro con suficiencia a su amigo y sonrió. -Ves... Aquí el humano sabe ver quien manda... El dragón volteo los ojos y suspiro  negando con la cabeza levemente.

La hada miro a Rennor y a Mara. -Nos alegra saber que alguien ha venido a echarlos... Y no... si bien hay bandidos, también hay gente y criaturas buenas... Por ejemplo aquí en el bosque están Tiressia y Melianse... aunque son un poco raras... la primera esta únicamente con su amante y la otra se considera la protectora de los arboles de su lago...

Al ver que, entre otras cosas, parecía que les gustaran los halagos, imito a Rennor y Mara haciendo una leva inclinación de cabeza

- Encantada de conoceros, Reina Tyg-Titter-Tut, Sir Perlivash. Mi nombre es Shallana´ha, y mis compañeros son Khastal, Mara, Rennor señalo mientras voy nombrándoles y, él es Malak señalo por fin al tiflin que parece un demonio. No os preocupéis por su aspecto, pues su corazón parece noble y está dedicado a nuestra causa a pesar de no estar demasiado convencida todavía de eso, tampoco quería que se asustaran o nos temieran.

Como bien ha dicho Rennor, aquí estamos para limpiar los bosques, tanto de seres peligrosos como de esos bandidos que comentáis. Ya hemos conocido a Borek, que está un poco trastornado el pobre, y hemos despejado un poco la zona oeste. Esta zona hemos comenzado recientemente, por lo que, si no es demasiado indiscrección ¿Quiénes son Tiressia y Melianse y dónde podemos encontrarles? digo bajando un poco la voz, como si de un secreto se tratara.

Quizás podamos compartir información, de forma que ambos saquemos algo en claro y sirva a nuestros propósitos ¿no? alzo las cejas poniendo una cara "celestial"

– Yo también me libraría de los graciosos – rezongó en voz baja, casi para si mismo, mientras forzaba una sonrisa hacia aquella pareja –. Es un placer conocerles – dijo sin embargo, con un gesto falso y tirante. Carraspeó, y añadió algo más, sin mucha convicción, mirando a Shallana buscando su aprobación –. Me alegro de que haya otras criaturas buenas en este bosque, siempre es bueno tener... Ayuda. 

Y tras aquello, que pareció costarle más lanzarse delante de un jabalí a la carga, se calló. En silencio, escuchó todo lo que tuvieran que hablar los demás. Y él, mientras tanto, empezó a pensar en osos, sacerdotes cambiaformas, y otros monstruos capaces de convertirles en masilla irreconocible.

La pequeña hada sonríe encantada y os mira con curiosidad. -Ummmm... es bueno oír que queréis limpiar el bosque de la gente mala... Aunque lo de limpiar el bosque de criaturas peligrosas lo veo una tarea imposible... Estáis en territorio salvaje... Territorio que lleva cientos de años sin apenas presencia humana... El gesto de la hada se puso serio... -Tendréis que tener mucho cuidado, porque para muchas criaturas los seres peligrosos e invasores seréis vosotros...

La hada voló hasta una rama cercana que estaba a vuestra altura y se apoyo sobre esta. -En cuanto a Tiressia y Melianse... Bueno, la primera es una driada, la cual vive en un pequeño claro en el corazón del bosque y la otra es una nixi que vive en una pequeña laguna del río Mofeta.

El dragón feérico se unió a su compañera y sonrió. -Bueno... a cambio de algún regalo, quizás podríamos daros información interesante... desde el campamento de los bandidos, unas viejas ruinas e incluso unas termas naturales...