Partida Rol por web

La calma tras la tormenta

4.4 Algo se pudre en Middenheim

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08/08/2012, 13:57
Marcus Bolt

- ¡Viajeros, eh! ¡Oigan lo que les digo! Si van a las montañas necesitarán armas: Puedo venderles esta hacha, tres coronas de oro y se la llevan...

El gigantón negro se alzaba frente a la turba de trotamundos de manera impresionante mientras sostenía en lo alto el arma que deseaba vender a un precio razonable. Lejos estaba de ser un astuto mercader, pero no por ello iba a regalar una de la herramientas que tan bien le había servido durante mucho tiempo en su carrera como sectario.

- Tiradas (1)

Notas de juego

65, olvidé la dificultad, de todas formas no la supero.

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08/08/2012, 20:09
Director (Arclite)

Un enano, cómo no. El encargado de la armería de la expedición era un enano. Alabada fuera la originalidad del Viejo Mundo. Al menos no miró de un modo extraño a Marcus por ser negro, sí lo hicieron los humanos, seres racistas en extremo.

¿Tres coronas, dices? Esta hacha está desequilibrada, ¿ves? Su peso no está correctamente distribuido, habría que estar muy cerca para lanzarla con precisión, pero el acero es bueno, para ser de humanos. Podremos llegar a un acuerdo si aceptas dos coronas de oro por ella, ¿qué dices, humano?

Notas de juego

A fran90 le encantan los enanos, los tiene hasta en la sopa.

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09/08/2012, 13:19
Marcus Bolt

Marcus conocía sobradamente las cualidades de sus armas luego de tanto usarlas para liquidar objetivos impuestos por su señor Reinholn, y sabía que aquél enano tan sólo decía sandeces para intentar rebajar el precio del hacha. Pero el hombre negro no tenía tiempo en verdad de discutir o regatear con ese miserable de patas cortas, así que prefirió concretar cuanto antes la venta para así apresurarse a encontrar una posada donde descansar por la noche.

Notas de juego

Buscamos algún albergue entonces.

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30/08/2012, 11:36
Farmiekh

Hacía semanas que no dormía tan bien y cómoda. La cama era mullida y ropa de cama olía a limpio. La ducha que se dio antes de dormir le había sentado muy bien y se sentía cómoda.

No ha estado mal, podríamos quedarnos un par de días más

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31/08/2012, 16:38
Director (Arclite)

El Hospicio de los Obreros, allí les indicaron que fuera. Era un lugar espacioso aunque desvencijado, fruto de su excesivo uso como casa de acogida. Ofrecía alojamiento gratuito a todos los varones en edad de trabajar, las comidas no eran gratuitas pero sí a precios asequibles.

Muchos eran los jóvenes obreros que allí dormitaban y era un excelente lugar para que los artesanos más mayores encontraran aprendices; también, se rumoreaba, era donde las bandas criminales reclutaban a su futuros miembros, cuya vida sería corta, sangrienta y quizá, sólo quizá, llena de oro.

Les ofrecieron alojamiento gratuito: la fuerza de Marcus le convertía en un magnífico candidato a obrero y se apreciaba que Klins había llevado una vida rural. Blanch no fue tan fácil, su palidez debió de confundirse con enfermedad y desnutrición, pero finalmente le dejaron hospedarse "sólo por una noche".

Notas de juego

Todos: Fin del verano, a ver si retomamos esta partida. Larkin y yo estamos calculando un evento bastante...interesante.

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31/08/2012, 16:54
Director (Arclite)

Los mercenarios no tardaron en aparecer, la mayoría de ellos; faltaba uno, había ido a comprar unas cosas, les dijeron. El jefecillo Ulrich se quedó algo alejado con sus hombres, no le gustaban las miradas que otros huéspedes del hostal les dirigían, se diría que pareciera intimidado por ellos.

Notas de juego

Todos: Aquí estoy, ya he retomado con el otro grupo.

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01/09/2012, 16:11
Ibrahm Stinth "Blanch"

Este lugar puede ser peligroso; no tenemos dinero pero todos estos podrían pensar que lo tenemos -el brujo albino observaba la estancia con sus ojos verdosos levemente iluminados por las velas del lugar-. He visto cómo te miran, Marcus, pero no sé si es por tu piel o por tu fuerza.

Notas de juego

PNJ

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02/09/2012, 21:22
Maximillian Von Reinholn

- Lamentablemente tenemos negocios que atender.-

le dijo el noble imperial a la elfa.

-¡Mozo, viene ese desayuno o tenemos que llamar al encargado!-

increpó al pobre diablo que servía en la posada para que se diera prisa. Tenían que encargarse de cierta cita y además reunirse con sus compañeros.

Notas de juego

pues eso, si la elfa no tiene ninguna objeción, desayunamos y nos piramos al punto de encuentro.

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02/09/2012, 22:16
Director (Arclite)

Sí, señor. Enseguida. Lo lamento, parece que esta noche han entrado a robar en la despensa y el cocinero ha tenido que comprar productos nuevamente, pero ya les traigo lo que han pedido.

El mozo, junto a otra moza, trajo el desayuno de los señores nobles mientras derrochaban sonrisas.

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03/09/2012, 14:34
Marcus Bolt

Marcus tomó la iniciativa al entrar en el lugar, siguiendo sus instintos que le reclamaban conseguir alimento o desfallecer en el acto. Había estado más de un día sin probar bocado, y aquello no era demasiado recomendable para nadie, mucho menos para un sicario que se fiaba de su fuerza bruta y de su aguante sobrenatural.

Por fortuna el hospicio contaba con algunos cocineros que vendían sus inmundas obras a un precio previsiblemente razonable, así que el guerrero de ébano sólo tuvo que llamar la atención de un sujeto laborioso que parecía estar a cargo de atender a las personas que estaban allí reunidas y podían pagarse una ración caliente de comida.

- ¡Eh, tu! Cerveza y guiso para cuatro, dormiremos aquí esta noche...

Mientras aguardaba su encargo no pudo evitar oír los comentarios de los imbéciles que le rodeaban, dirigidos al color de su piel y su figura gigantesca. Su compañero Stinth tampoco quiso ser menos que el resto, y añadió infelizmente sus propias dudas a los comentarios de la gente. A Marcus todo aquello le molestaba seriamente, pero el hambre y la prudencia le ayudaron a mantener el perfil bajo y no reprocharle a nada a nadie de momento.

Notas de juego

Es bueno comenzar a ver más actividad, mi bandeja de novedades estaba siempre muy pobre xD

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04/09/2012, 21:25
Maximillian Von Reinholn

- Ya era hora, ¿acaso querían que muriésemos de inanición?-

preguntó con sorna mientras daba buena cuenta del desayuno. El sitio no estaba mal, pero el noble imperial no volvería a hospedarse en ese lugar si volvía a Middenheim -cosa que esperaba poder hacer-, no le parecía serio, no tenía la clase suficiente para gente de su alcurnia.

Cuando la elfa terminó su desayuno Maximillian pagó la cuenta y se dirigió a la salida.

- Aligerando caballeros, tenemos cosas que hacer.-

les dijo a los mercenarios. Luego indicó a la elfa con un gesto para que lo siguiera.

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05/09/2012, 12:42
Klins

Por fin habían tenido algo de suerte y podrían dormir tranquilos o al menos bajo techo sin ser expulsados de la ciudad por mendigos. Al día siguiente irían a encontrarse de nuevo con la elfa y el amo, a ver si ellos habían tenido más suerte, lo que si tenía claro Klins es que esta noche ellos dormirían en una buena posada y por el contrario él iba a pasar la noche en una tugurio de mala muerte rodeado de mendigos que seguramente intentarían algo más.

- Yo esta noche dormiré con un ojo abierto, hubiese preferido dormir en mitad del bosque.

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05/09/2012, 19:27
Director (Arclite)

El mozo miró a Marcus de arriba abajo, y a sus dos compañeros. Tenía en la mano un cuenco vacío y en la otra un cucharón.

¿Tenéis dinero para pagarlo?

Dinero no era algo que pareciera abundar entre esa gente. Se veían a muchos jóvenes compartiendo entre tres y cuatro un único plato de comida; los más afortunados, que tenían para ellos solos se cuidaban mucho de que no les quitaran su comida.

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06/09/2012, 06:49
Marcus Bolt

La desconfianza de aquél pobre infeliz perturbó bastante los ánimos del gigante de ónice. Marcus estaba agobiado de tener que remar en arcilla aún para procurarse la más simple de las necesidades. Era la vida dura que le había tocado, la misma de la que quería largarse en cuanto tuviera oportunidad y si su noble amo lo avalaba.

- ¿Nos confundes con pordioseros? Somos hombres de armas. Ahora trae rápido nuestro maldito alimento antes de que se acabe mi paciencia y te entierre en el culo ese cucharón que tienes ahí...

El sicario negro se había inclinado para hablarle a ese alfeñique, posando una de sus grandes manos sobre el hombro del sujeto mientras le hablaba en un tono inquietante que acompañaba el resto de su figura. No le hizo falta levantar su voz para comunicar su postura. Sus ojos de asesino se clavaron sobre el pobre muchacho, como los de una pantera que juega con su presa. Su mano se hizo cada vez más pesada, a la espera de una respuesta...

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07/09/2012, 17:17
Director (Arclite)

El silencio que se hizo en la sala era indicativo de la curiosidad que el grupo había despertado. Se oyó el desenvainar de un cuchillo, sonido que hizo a Marcus girarse hacia la fuente, justo para ver como otros dos hombres alzaban, intimidantes, un par de hachas pequeñas de cortar leña. El joven al que Marcus tenía agarrado cogió una porra, que arrastró muy despacio por el suelo.

¡Déjale en paz, negro!

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08/09/2012, 14:06
Marcus Bolt

Por separado, aquellos sujetos no hubieran perturbado en absoluto al temible hombre-lobo. Quizás hasta hubiera sentido lástima por sus miserables vidas y pobre armamento. Pero en conjunto, como las ratas que se mueven en horda, eran ciertamente una molestia a evitar. El racismo y los insultos debían ser omitidos esta vez, no podía permitirse el lujo de llamar tanto la atención por el simple egoísmo de despedazar a un par de simplones como esos.

- Guiso y cerveza para cuatro guerreros, te estaremos esperando...

Quitó Marcus entonces su mano del hombro de aquella sabandija culinaria y levantó su otra palma hacia los héroes pendencieros de turno, en señal de sosiego. Antes de retirarse a un rincón junto a sus amgios, enfatizó el pedido al mostrarle al cocinero una pequeña bolsa que hizo sonar tintineante, para que aquella música de metal alejara así todos los escrúpulos de aquél mercenario de la sartén y la cuchara. Luego se retiró en silencio, y aguardó...

Notas de juego

Editado por el Director: ¿Tienes dinero?

Edit: Recientemente vendí un hacha arrojadiza por 2 coronas de oro a un enano del grupo de viajeros que marchaba a las montañas, antes de llegar al hospicio.

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11/09/2012, 14:38
Director (Arclite)

Primero el dinero, ¿y si no tienes en esa bolsa más que un montón de plomo? ¿Eh? ¡A ver el dinero!

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12/09/2012, 17:15
Ulrich Waldemar

Maximilian Von Reinholn, hijo del barón Von Reinholn salió del hotel con su fiel esposa/asesina y sus cinco fieros mercenarios. El templo de Myrmidia, aquel era el lugar de encuentro con aquella pareja de fugitivos que se habían topado ayer. ¿Acudirían al cita? ¿Traerían el objeto? ¿Sería realmente el orbe? ¡Oh, si Blanch estuviera con ellos todo sería más fácil!

El lugar de la cita era público, muy público, estaría concurrido, lo que podría provocar problemas a los violentos; qué torpe al sugerirlo, aquellos rufianes se protegían de posibles represalias en caso de que algo no saliera bien, pero lo cierto es que en el templo de Myrmidia sus cinco mercenarios pasarían completamente desapercibidos. 

Notas de juego

¿Qué piensas haces? Ya que estás solo.

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12/09/2012, 21:26
Maximillian Von Reinholn

Notas de juego

pues vamos directamente al templo de Myrmidia y esperamos a que vengan los nuevos contactos y el grupo.

Editado por el Director: Rolea, maldito.

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13/09/2012, 06:48
Marcus Bolt

Aquél alfeñique estaba pidiendo a gritos que el guerrero de ónice terminara de fastidiarse y decidiera ensartarle los ojos de un sólo golpe cerrado con el puño que portaba un lacerante guantelete. Pero aquello hubiera sido un espectáculo demasiado pavoroso para el resto de la concurrencia, y el sicario negro no podía permitirse tal lujo. Ya había resignado la fuerza bruta con ese sujeto, la intimidación y su paciencia también. Era hora volver con los otros.

- La porquería que vendes ni siquiera vale medio puñado de plomo. Sáciate tu con esa mierda infecta. Mis camaradas y yo preferimos morir de hambre antes que probar bocado de ella...

Con esas palabras Markus mandó al demonio la cena y regresó junto a sus reservados colegas con las manos vacías pero limpias de sangre. Les explicó que los de la cocina se habían negado a darle comida a un negro, y cómo aquello era común en el Viejo Mundo, su argumento vino a ser más que razonable y poco podían en verdad reprocharle los otros dos. Aclarado el asunto, los tres sectarios se turnaron para dormir de a pares mientras un tercero hacía la vigilia durante unas dos o tres horas, antes de recibir el merecido relevo y dar paso al sueño propio.