Partida Rol por web

La Casa de las Rarezas

Interludio 1 - La noche de Duriel

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01/09/2019, 17:55
Director

De todos los locales elegidos, pese a la discrepancia de algunos de vosotros, os aproximáis a casa Clara. El lugar está hasta los topes, cuesta moverse siquiera entre la cantidad de clientela que allí se hacina. Al final encontráis un rincón suficiente para estar todos reunidos, pero... ¿Bailar? Difícil con el poco espacio que hay. Al menos el gentío se aparta un poco de vosotros, especialmente observando a Eikon con sus extraños tatuajes.

 - ¿Qué desean? - pregunta de pronto una camarera que se aproxima a vuestro rincón, de mofletes sonrojados-. La tapa del día es pulpo sofrito al romero, y el plato de la semana esturión en escabeche. De bebidas, tenemos de barril un tinto alhadano, un rosado de los Salones Dorados y un blanco local muy rico. También hay rubia de barrica y tostada, pero queda muy poca tostada. Y fuera del diario, pueden leer en la pizarra el resto.

Podéis ver un pequeño listado de tapas.

 TORTILLA / JAMÓN / ENSALADA DE NARANJAS VERDES / MAICES AL HORNO

 En cuanto pedís lo que deseéis, sea bebida o comida, la muchacha se aleja sin pensarlo mucho. Y os deja allí mientras la música resuena, tras detenerse unos instantes, en la sala.

El sonido viene del fondo, de un pequeño escenario donde podéis ver a un grupo de tres músicos comenzando a tocar. Son dos muchachos jovenes, una guapa jovencita al acordeón, un atractivo y llamativo guitarrista, que parece también el vocalista, y un anciano violinista, este último destacando por lo distinto de su edad y aspecto. En ese mismo instante, comienza la canción.

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01/09/2019, 22:37
Priscilla

La voz de la mujer se escucha desde el escenario, mientras la melodía comienza a sonar. Suave. Sencilla. Ella no toca el acordeón, solo el guitarrista comienza a tocar con suavidad. 

- Damas, caballeros, mi nombre es Priscilla. Con la guitarra, y habitualmente a la voz, mi compañero, Fennan, y al violín, el maestro, Vinicius. Esta canción la ha compuesto nuestro maestro, y será él quien la presente.

Ella tiene una hermosa voz. Aunque vierais al entrar cantando al guitarrista, parece que la muchacha puede desenvolverse también. 

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01/09/2019, 22:42
Vinicius

- Gracias, mi niña - saluda con voz raspada el violinista, que apoya el violín a un lado, mientras carraspea.- Esta canción la compongo en honor a la mujer que más he amado por el menor tiempo posible... A la que se llevó consigo mi corazón bajo tierra, tanto tiempo atrás.

Hace una reverencia, una pausa, y acoplándose a la canción, comienza a cantar.

Chica de pantalones azules, dama de los Coherentes, costurera para la banda
Bonitos ojos, sonrisa de pirata, te casarás con un hombre de la música
Bailarina, deberías haberla visto bailar en la arena
Y ahora ella está en mi, siempre conmigo, pequeña bailarina en mi mano

Preservador, baila como un loco afuera en la calle
Entregando boletos afuera para ti, mi señor
Retrocediendo ella sólo ríe
El bulevar no está tan mal

Hombre de piano, él hace su entrada
En el auditorio
Mirando como ella canta las canciones
Las palabras que ella sabe, las melodías que rumorea

 

Pero oh, como se siente tan real
Estando aquí sin nadie cerca
Solo tu y tu puedes oírme
Cuando digo suavemente, suavemente

Sostenme más de cerca pequeña bailarina
Cuenta las luces de los carros en la calzada
Me extiendo en las hojas de lino
Has tenido un día atareado hoy

Chica de pantalones azules, dama de los Coherentes, costurera para la banda
Bonitos ojos, sonrisa de pirata, te casarás con un hombre de la música
Bailarina, deberías haberla visto bailar en la arena
Y ahora ella está en mi, siempre conmigo, pequeña bailarina en mi mano

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01/09/2019, 22:58
Edirian

Cuando entráis al local, Edirian se os acerca en el pequeño rincón que os habéis ganado. El muchacho sonríe con aire divertido a Arden y a Esla, se apoya sobre la barra, charleteando mientras la música suena.

- Mis queridas gemelas, os veo muy interesadas en conseguir uno de esos roscos de naranja - sonríe, pensativo-. Y se da la casualidad de que soy un joven lleno de recursos. Dime, Arden d'Iridar, si os traigo un par de roscos a ti y a tu hermana antes del amanecer, ¿me concederás un baile y una copa? 

No sabéis si es mucho más joven que vosotras o de vuestra edad, pero el chaval es bastante agraciado y parece más que sobrado de confianza. 

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01/09/2019, 23:18
Inara

Pues entramos a Casa Clara al final, el local está abarrotado y parece que me voy a tener que aguantar las ganas de bailar, al menos mientras no baje de gentío, que igual cuando acabemos de cenar hay más huecos y se puede sin problemas. Me siento al lado de Hiparchia, la razón es sencilla ya que me da más seguridad estar junto a ella - ¿Se os da bien bailar, señora Hiparchia? Sino yo misma podría enseñaros, se me da bien... - Al otro lado tengo a Viero (te he puesto al azar, también a Hiparchia), - ¿de dónde eres? - podría decir que igual me suena de haberlo visto en algún otro lugar, aunque no recuerdo dónde.

De comer el pulpo me va bien, siempre he preferido comidas que de la mar a las que de la tierra, y como de ganado parece que no es la especialidad del lugar, pues elijo lo conocido. Y para acompañar habría preferido ron, pero no debe de ser lo habitual aquí, así que, tomaré vino blanco por probar - ¿Vosotros, qué vais a tomar o qué recomendáis? ¿Sois más de carne o de pescado?

Muy bonita la canción, ahora que la escucho - a pesar del ruido. 

Bueno, ¿y de dónde sois el resto o porqué veníais a la casa? - Ya que habíamos ido a cenar para conocernos y no acababan de hablar, igual era bueno ser directa...

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01/09/2019, 23:38
Hiparchia de Menas

Gavilano no se había podido resistir al ulular real del búho, y lo imitó a la perfección, sacrificando gustosamente gran parte de su amor propio por un poco más de protagonismo. Y se podría decir que le fue bien. Como un pavo real en celo, los colores de las plumas de su cola y su peculiar cántico atrajeron pronto a las damas. 

Hiparchia sonrió, al fin y al cabo, no se había equivocado con él. Esquivó con elegancia la oferta del galán, que pronto encontró otras compañeras con las que compartir cena y baile. Decidió retirarse a tiempo y observar con expectación las reacciones del resto. Solo volvió a hablar cuando Edirian la mentó. 

- ¿Infantil? Por supuesto, joven Edirian, y que así siga siendo. -Se alisó con las manos las arrugas de su falda. Dentro llevamos un niño que no cesa jamás de hacerse preguntas, de sorprenderse. Nuestra es la opción de dejarlo salir a conocer el mundo que nos rodea o de reprimirlo bajo un manto de mesura. Los eruditos, los sabios, los científicos, somos niños, y el universo es nuestro patio de recreo. Sonrió al joven, quien le sorprendió mencionando uno de sus trabajos más técnicos. Enarcó una ceja, asombrada y encantada a partes iguales. 

-¿Te suena el concepto de singularidad tecnológica? Es la ciencia evolucionando a un ritmo exponencial. Quien sabe dónde estaremos en veinte o treinta años. Fue lo último que le dijo antes de guiñarle un ojo, enigmática como siempre. Después se dirigió al interior del establecimiento para sentarse junto a Inara a diestra, y Adalo a siniestra. 

Inara, risueña como de costumbre, le propuso un baile. 

- Prefiero la charla al baile, pero no descarto convertirme en tu alumna por una noche, Inara de los mares. Quizá más tarde. Respondió, ladeando la cabeza para escuchar la respuesta de Viero, a quien Inara había dirigido una pregunta. 

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02/09/2019, 23:54
Inara

Notas de juego

La mesa podría estar así repartida: (por tener una base)

Vairan Adalo Hiparchia Inara Viero Eikon

 

         
Esla Gavilano Arden Peara Edirian Yrian

 

 

 

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03/09/2019, 01:53
Peara de Valdebrian

- Yo pediré el pulpo sofrito al romero... y para beber el blanco. No les recomendaría nada en particular, pero... a mi me va todo lo que sea pescado. De las pocas veces que he estado en Duriel, es lo que más destaco...

 Peara, sin perder el tiempo y con los ojos en el menú, hizo su orden a la camarera mientras observaba el lugar. Estaba lleno de gente y bailar sería una locura acalorada en aquel momento, por lo que bien se podían dedicar a comer y charlar. O simplemente comer, en caso de que la charla no fuera el fuerte de alguno. Peara tenía esa posibilidad en mente. Aunque la pregunta abierta de Inara a todos los comensales invitaba agradablemente a todos a contar una pieza de su historia.

- Yo soy de Valdebrian, como ya habrán escuchado las personas a las cuales me he presentado. Y... si bien es una razón más personal la que principalmente me trajo aquí; lo que es cierto es que esta Casa le produciría curiosidad a cualquier persona, ¿no? Es una oportunidad difícil de ignorar... las historias, los mitos, la importancia en el mundo... Poco se compara con poder ser miembro, realmente...

Notas de juego

 Acepto la disposición de la mesa.

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03/09/2019, 07:10
Gavilano

Notas de juego

Te faltan Corlas y Fantina ^^

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03/09/2019, 08:01
Director

Notas de juego

Creí que era obvio que no había mesa XD. Pequeño rincón dije, hay un rinconcete donde estáis apelotonados casi. Coméis de pie XD, con barras a los lados para apoyar los platos. Típico sitio de tapas atestado :P

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03/09/2019, 11:11
Gavilano

La noche seguía su curso, y poco a poco la heterogénea reunión de individuos que había llegado hasta la Casa de las Rarezas comenzaba a parecerse poco a poco a un grupo. Las conversaciones comenzaban a surgir, y el ambiente de la noche de Duriel parecía empujarlos a todos a liberarse de la desconfianza innata. Y disfrutando de esa situación, Gavilano hablaba indistintamente con unos y otros, pero también sacaba sus propias conclusiones de la forma en la que el resto reaccionaba.

Entregó de buen grado su cuchillo a Viero y observó, con cierta decepción, la forma en la que Hiparchia se retiraba a un segundo plano después de haber intervenido para provocarlo. Al parecer, no se había equivocado en la primera impresión que había sacado de ella en la Casa, pero se alegraba de haber respondido a su absurdo desafío. Al fin y al cabo, habían salido a pasarlo bien, no a tratar de desacreditarse unos a otros. Si ese era el juego de la sabia, tanto peor para ella. En ningún caso iba a dejar que eso le aguara la noche. Tanto o más sorprendente le resultó la intervención académica de Edirian. El joven era una caja de sorpresas, y eso que aún ni siquiera sabían a qué se dedicaba en realidad.

Finalmente, y gracias a la ayuda de Arden, terminaron por convencer a su hermana y entraron en el local animado con la música. Gavilano, caminando entre ambas gemelas mientras aún trataba de encontrar algún rasgo que las diferenciara además del carácter, frunció ligeramente el ceño al ver que la falta de espacio en el interior no iba a dejar lugar al baile, al menos no en un primer momento. Pero al ver cómo el resto se dirigía hacia un pequeño rincón libre cerca del escenario recuperó al instante el buen humor y siguió al grupo hacia allí.

-Vamos a tener que dejar que se haga algo de hueco antes de que pueda ofrecerte ese baile, Esla. -Se disculpó con la noble tan pronto como llegaron. Fue entonces cuando la camarera llegó hasta ellos, y Gavilano pidió sin dudarlo la tapa clásica y algo de vino antes de continuar hablando con las dos jóvenes. -Pero por lo menos, tendremos algo que comer mientras esperamos. Y la música no desmerece en absoluto, ¿no creéis?

A su alrededor, Peara explicaba sus razones para llegar hasta Duriel, e Inara conversaba con Hiparchia y Vieiro. Observando a la mujer morena, Gavilano se preguntó qué era lo que escondía para él. Tenía la sensación de que estaba dejando demasiadas conversaciones a medias desde que llegó a la ciudad, pero no le incomodaba. Tenía todo el tiempo del mundo.

-Entonces decíais que habéis llegado de un viaje largo, ¿no? -Continuó hablando, mirando alternativamente a Esla y Arden. -Yo también he caminado bastante para llegar hasta aquí, la verdad, pero siendo la primera vez que piso Duriel, quería conocer un poco más la ciudad en la que parece que vamos a pasar un buen tiempo.

-Y debo decir que no me siento decepcionado. -Añadió alegremente mientras tomaba un sorbo de su copa de vino. -Es decir, a pesar de todo este lío. Todo esto… Duriel… las Rarezas… tiene todo lo que se puede imaginar. Oportunidades, sorpresas, misterios… buenos compañeros en casa, y la dosis justa de cretinos fuera para compensar. Si ahora encontrara un gato que habla, no me sorprendería en absoluto. -Una sonrisa traviesa pero sincera cruzó su rostro acompañando esas últimas palabras.

Pero entonces, el violinista comenzó a tocar las primeras notas de su canción, y el joven bajó el tono de sus palabras hasta quedar en silencio, casi hechizado en la melodía que brotaba del violín. No resultaba fácil darse cuenta salvo para quienes estaban a su lado, pero las manos de Gavilano se movían ligeramente, en un gesto reflejo que imitaba como si se tratara de un espejo los movimientos con los que el viejo violinista tocaba.

-¡Bravo, maestro! -Exclamó, aplaudiendo en dirección al escenario, y dedicó un saludo al anciano músico. -No había escuchado un violín como el vuestro desde la última vez que coincidí con Liusel d’Iredia.

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03/09/2019, 23:14
Inara

Ah, bien, bien, entonces te gusta el pescado? yo soy también de carne, Peara - Vaya, me ha sorprendido la joven hechicera, la veía más conservadora, pero mira, me alegro. Oigo a Gavilano referirse a una de las gemelas, y ciertamente veo interés en unas y otro, ay el amor... aunque le falta la sonrisa de pirata, como acaban de cantar. 

Alguna lleváis pantalones azules, como dice la canción? - Una bonita canción la que acababa de escuchar, una pena que por el momento no se pudiera bailar por la cantidad de gente que había, tenía ganas de ver cómo se bailaba a lo largo y ancho del continente, verlo siempre era divertido.

Gavilano, ¿seguro que te va el pulpo? Cuéntanos un poco de ti, de dónde eres, cómo viniste a Duriel...

Notas de juego

A los demás también he preguntado que contéis un poco de vuestra vida, ahora que estamos todos juntos (sin mesa)

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04/09/2019, 03:56
Viero

Aunque el lugar estaba repleto, Viero parecía no incomodarse por estar en espacios cerrados tan atiborrados de gente. Pidió unas tapas de pulpo y el vino tinto.

Había escuchado la pregunta de Inara pero realmente no sabía que responder, así que se hizo el sordo por un minuto. Había tenido ciertas sospechas de ella hasta el momento, y había llegado hasta Duriel fingiendo ser otra persona, por su seguridad, asi que estaba dubitativo. Pero al darle vueltas al asunto durante el día sabía que si no le daba confianza a sus compañeros probablemente la iba a pasar mas mal que bien.

Cuando el violinista tocó su melodía, no pudo contener su ánimo, hace años no podía disfrutar de buena música sin pensar en tiempos oscuros o en llegar a Duriel lo antes posible. Pero finalmente estaba allí y tan animado como Gavilano, aplaudió al maestro despues de haber terminado su canción.

- Soy de las repúblicas Durinesas - dijo finalmente con una sonrisa a Inara cuando ella le había preguntado a Gavilano - soy miembro de una familia noble de allí, la familia Oncarde, muy conocidos en el mar Redano por su influencia comercial, o eso me decían.

Interrumpir la pregunta hacia otra persona era ya incómodo de por si, pero probablemente sería más incómodo no responder en absoluto.

- Discúlpa, la verdad, desde hace un tiempo la confianza es un tema que no se me da bien, pero hay que dar saltos de fé, supongo - dijo Viero mordiendo una tapa - pero si, soy un noble del otro lado del charco, para llegar aquí he pasado por las islas de las Asfigies, estoy casi seguro de haberte visto por allí - dijo esto último como si fuera algo casual dandole una mirada al final.

- ¡Gavillano! - exclamó para poder reanudar la pregunta que Inara le había dirigido - también me da curiosidad saber de donde eres, debe ser un lugar muy lleno de pollos.

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04/09/2019, 04:37
Viero

Entre la pausa en la que Gavilano contestaba a la pregunta de Inara, Viero le dió un suave toque con el codo a esta última.

- La joven grumete - dijo Viero susurrando a Inara - ¿del Reina del Sur?

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04/09/2019, 12:21
Gavilano

Se encontraba aguardando a que comenzara la siguiente canción del trío de músicos mientras charlaba con las dos gemelas que tenía a su lado cuando escuchó la pregunta que le dirigían.

-Creo que cualquiera de las cosas que sirven aquí va a gustarme, Inara, tenga las patas que tenga, se mueva o crezca con el sol. -Replicó de inmediato Gavilano a la pregunta de la morena, tras probar un poco de su tapa. -La comida es otra de las alegrías de la vida, y siempre he creído que hay que disfrutar de todas ellas. Además, después de conocer bien lo que es el hambre, toda comida es un manjar.

Escuchó con curiosidad la historia de Vieiro acerca de su origen, y la curiosa forma en la que su pasado podría estar enredándose con el de Inara. Y ya con lo poco que sabía Gavilano acerca de ella, auguraba que esa relación podría llegar a ser más interesante y agitada de lo que cabría esperar.

-Supongo que tantos como conchas en tus Repúblicas. -Bromeó en respuesta a Vieiro para relajar el ambiente, pero luego guardó silencio un momento, más serio, mientras meditaba acerca de la pregunta que se le había hecho. Al igual que el joven durinés, no acostumbraba a dar demasiados detalles sobre sí mismo, pero al fin y al cabo, aunque de la forma más extraña posible, estaba en casa.

-En cuanto a de dónde vengo… podría daros muchas respuestas y todas igual de inciertas, compañeros. -Contestó lentamente a la pregunta de los otros con una sonrisa enigmática. Después de una brevísima pausa, continuó hablando, y su voz adquirió poco a poco el vibrante ritmo y el hechizante tono de una verdadera narración de juglar. -Diré entonces que de todas partes y de ninguna. He viajado mucho, así que no me considero realmente de ningún lugar, pero hay pocos lugares de Iredia que me sean desconocidos. Mi apellido, motivos de peso me impiden revelarlo. Siendo muy joven gané el nombre que llevo y renuncié al que poseía. Vagué por tierras hostiles, y mi hermano alado me alimentó con sus propias presas cuando estaba a punto de morir. He sido soldado y sanador, salvador y prisionero, fugitivo y escudero. Aprendí los secretos de la risa y el llanto, el misterio de la música, y la lengua de las aves del cielo. Y luego, aburrido de esa vida, pensé en encontrar un lugar diferente en el que encajar, y dirigí mis pasos a Duriel, la bella.

Tan pronto terminó con su discurso se echó a reír de sus propias palabras, una risa alegre y contagiosa que se escuchó sobre el murmullo de la multitud apiñada en el local como el toque de una campana de plata.

-Y ahora estoy aquí, cenando en la mejor compañía que podría haber encontrado. Rarezas entre Rarezas, todos nosotros. ¡Brindo por ello! ¡Por nosotros! -Terminó, mientras alzaba su copa dedicando una amplia sonrisa a los demás.

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04/09/2019, 19:54
Hiparchia de Menas

Hiparchia pidió pulpo y vino blanco. Lo hizo sin pensar demasiado, como si la comida o la bebida fuese accesorio, un mero trámite que había que pasar. Se centró más en la conversación, especialmente en Viero, quien le causaba cierta curiosidad. Hubo un reflejo de interés cuando el joven mencionó un posible pasado común fruto de la casualidad entre él mismo e Inara. 

Pero pronto la conversación volvió a virar en torno a Gavilano e Hiparchia no pudo disimular una mueca de disgusto. El tipo solo sabía hablar de sí mismo, hinchando mucho el pecho y adoptando ese tono grandilocuente. Levantó la copa con gesto de fastidio cuando se propuso el brindis. Acto seguido, la erudita simplemente no pudo contenerse. 

- ¿Hay algo que no hayas hecho ya, mi noble Gavilano? -dio un sorbo largo, apurando el vino. - Cualquier mortal tendría que nacer y morir por lo menos dos veces para llenar la mitad de tu currículum. ¿Sabías que por azares de la vida el puesto de Comandante de las Rarezas ha quedado libre? -le guiñó un ojo. Aunque a decir verdad puede que se os quede pequeño el cargo...

 

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04/09/2019, 22:10
Inara

Me sorprendió que me dijera que me conocía de vista, la verdad que el archipiélago de las Asfigies no era muy grande, pero reconocer a alguien allí no era tan sencillo, aunque acordarse era más fácil - ¿Ah, sí? Vaya... - Me dejó suspicaz

Tu historia es un tanto extraña, no tienes la apariencia de un noble, ni su porte, tampoco sus formas - En ese sentido me alegré, no me causaba animadversión como Cael. Me sorprendió su historia porque no asimilaba que estuviera vinculado a la nobleza, pero las apariencias engañan, como acababa de descubrir.

Vaya que sí que me conoce, ha dicho ese nombre "La reina del sur" - En ese barco tuvo lugar mi primera experiencia con el mar - bueno realmente con el mar no, pero con la piratería sí - ¿Viajabas a bordo? - Pasó hace bastante tiempo, así recordando quizás han pasado 10 años, tal vez sí - Guardo buen recuerdo de aquel barco y su tripulación, me dieron una oportunidad, que como ves... no desaproveché - Aunque tampoco fue tan idílica mi estancia, aunque me había provisto de las herramientas para poder sobrevivir en ese nuevo mundo, allí empezó todo o continuó - Fue un cambio de vida, lo necesitaba. Al igual que tú, parece que dejamos atrás otra vida - puedes comprobar que has tocado la fibra sensible, tengo los ojos un tanto vidriosos, a veces recordar trae estas cosas.

¿De qué me conoces, Viero? ¿Acaso tu familia y la mía tenían contacto? - Quería saber cuál era el vínculo, si sólo casualidad o había algo más.

Notas de juego

Por supuesto, te contesto entre susurros, para que otros no lo escuchen.

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05/09/2019, 01:39
Esla d'Iridar

Esla entró en el local tratando sin éxito de ocultar cierta incomodidad. Pese a haber accedido a entrar allí seguía sintiéndose muy fuera de su ambiente. Al menos la comida prometía. Pidió la tapa de pulpo y una copa de vino rosado. Cuando al fin encontraron un sitio, aprovechó para probar la copa e ir dando pequeños bocados a su tapa.

En cierto momento Edirian se acercó a ella y a su hermana, y estuvieron hablando. El joven consiguió sacarle una sonrisa a Esla y hacer que se destensara un poco. Fue a continuación cuando contestó a la disculpa de Gavilano.

-No quiero decepcionarle, señor Gavilano, pero debo decirle que en realidad no voy a echar de menos ese baile - respondió a Gavilano – Aunque viendo la razón – se refirió a lo atestado del local – no se qué es lo que en realidad preferiría. Al menos tiene razón con la música y la comida, no tengo nada que objetar a ninguno de ellos.

Durante unos momentos se quedó mirando hacia la banda mientras la joven presentaba a sus compañeros. Cuando la canción empezó volvió a prestarle atención a su acompañante.

-No voy a decir que hayamos hecho nuestro trayecto caminando, pero desde Venturia habría sido poco práctico – se permitió bromear – Tampoco ha sido este el recibimiento que esperaba, pero no puedo dejar de ver una oportunidad en todo esto. Veníamos a unirnos a una casa de grandes héroes, y ahora vamos a tener que liderarla. Este es el material del que se hacen las leyendas – aquello parecía decirlo completamente en serio – podríamos hundirnos en unas semanas y desaparecer en el olvido, pero tenga por seguro que daré hasta la última gota de mi sangre para que eso no ocurra, y para que esta casa que hemos heredado iguale, o supere, sus hazañas pasadas – no se trataba de un discurso hecho en voz alta. Hablaba para Gavilano, pero sin preocuparse demasiado de bajar el tono.

Se fijó un momento en la conversación entre Peara e Inara. Le pareció entender alguna que otra insinuación usando la comida como metáfora, aunque no hizo comentario alguno. También le pareció que se fijaba en ella y Gavilano. A eso tampoco hizo comentarios.

Pese a haber estado disfrutando de la conversación con Gavilano, no pudo evitar poner los ojos en blanco cuando comenzó a narrar sus aventuras. La mueca de Hiparchia en ese mometo no le pasó desapercibida.

-Está claro que si hay algo con lo que es muy difícil competir es con la imaginación y la pasión de Gavilano – rio ella al levantar la copa y brindar – Me atrevería a decir que la misma historia narrada por cualquier otro resultaría mucho más mundana – miró de reojo a Gavilano.

-Nuestra historia es más simple – comentó contestando la petición de Inara de que hablasen de ellos, y siguiendo la intervención de Gavilano – mi hermana y yo somos de Duriel, pero hemos pasado demasiado tiempo lejos de aquí. Era hora de que volviésemos a casay recuperásemos lo que por derecho nos pertenece. La prudencia le hizo no decir esa parte. No sabía quién podía estar allí escuchando. No hizo hincapié en las circunstancias que les habían alejado de allí, la mayoría seguramente las conocían.

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05/09/2019, 01:44
Esla d'Iridar

Sonrió al principio con cierta incredulidad, y más tarde genuinamente divertida a la proposición de Edirian.

-Estoy segura de que mi hermana estaría encantada ¿no es así? – miró divertida a Arden

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05/09/2019, 04:17
Viero

Mientras escuchaba la respuesta de Gavilano y la reacción de Hiparchia, Viero también escuchaba atento a Inara. La miraba de reojo intentando asegurarse de que su rostro fuera aquel que recordaba.

Cuando escuchó la respuesta a su pregunta, Viero se sintió aliviado, porque sintió que honestamente Inara no sabía mucho (o quizas nada) de el.

- Podría decirse que te vi con mi tercer ojo - dijo dirigiendole una mirada dulce y una sonrisa honesta a la corsaria - y nunca olvido un rostro.

Se quedó viendola a los ojos tanto como ella mantuviera su mirada en los suyos.

- En realidad no te conozco de la época en la que estuviste en ese navío -  dijo mientras mordía lo último de su tapa - pero tienes cierta reputación con respecto a el. Mi... "antiguo jefe" alguna vez habló sobre ti, no recuerdo del todo los detalles de aquella vez, pero comerciaste con algo muy valioso hace algunos años, y aquel hombre quería ese paquete, y justo después de que entregaste el contenido fuimos por ello y lo tomamos.
 

- No quedó nada. - dijo, bebiendo un sorbo de vino, ya quedaba poco. - de ahí es que te conozco, aunque no lo creas tenías una reputación considerable.

Viero volvió a ver a Inara con cierta sonrisa como si hubiera logrado algo genial.

- Definitivamente eres tu.

- Sabes, me agrada Gavilano, los que tenemos experiencias en los mares nos rodeamos de mucha gente miserable y triste. La alegría y la jovialidad es algo que escasea en altamar, sobre todo en el Triángulo, asi que... su actitud se aprecia, nos hará bien.

Viero entonces se queda mirando a Gavilano como viendo al vacío, como si estuviera analizandolo, pareciera que con desprecio, pero no, más bien con cierta incertidumbre.

- Pero creo que el es más de lo que muestra - dijo sin cambiar de expresión y sin dejar de mirarlo - me pregunto que tipo de persona será en medio de la batalla.

Entonces terminó su vino.

Notas de juego

También te hablo en susurros.