Partida Rol por web

EL DESTINO DE LAS PATRULLAS VI:

- Sobre el destino de aquellos que patrullan por territorios peligrosos. Patrulla VI.

ENCUENTROS:

- Exploradores del Triplete.

- Encuentro con Kano y Brenda, acompañados de cinco Arqueras de Elite de Galdan.

Consideramos a Kano como un Ladrón de Nivel 6 y a Brenda como una Noble Nivel 2/ Guerrera Nivel 2/ Exploradora Nivel 2. Él es experto en el uso de dos espadas cortas y ella en el uso de la lanza de dos manos y el arco largo compuesto.

Las arqueras de elite las consideramos Guerreras K'Hlata de Nivel 3 especializadas en el uso del arco largo compuesto.

- No lucharán en absoluto a muerte, su objetivo es reconocer el Campamento de la Compañía y evaluar sus fuerzas para obtener información de cara a una ofensiva.

Escudo por fin se encuentra contento. Sabe del peligro que supone estar en la posiblemente patrulla más peligrosa, pero es un explorador y sabe que ese precisamente es su papel.

Parco en palabras es hábil con la madera y tiene su escudo con hierba entrelazada para poder camuflarse detrás de él.

Siempre alerte, siempre vigilante.

Desde la vuelta a la batalla del Fuerte Chuda, Niño Guerrero se había esforzado tanto como había podido para hacerse notar dentro del campamento y haber ganado un renombre, había conseguido algunas victorias y había estado bastante activo con sus compañeros. Sin embargo todo eso carecía de sentido si la tarea que ahora tenía que realizar salía mal. Se había ofrecido voluntario para ir de patrulla y le había encargado estar en la zona más complicada, la patrulla más peligrosa, algunos la consideraban suicida, de todas. Sin embargo el explorador confiaba en sus capacidades y consideraba aquello como una gran oportunidad de ganar renombre. Se había pertrechado bien, llevaba como era costumbre en él, su arco con el carcaj con veinte flechas, una mochila con una yesca y un pedernal, además de una antorcha, un machete y las provisiones, además de un pequeño saco de dormir. Estaba atento a cada cosa que le rodeaba y sus ojos fijos en la lejanía, pensaba salir vivo de allí.

Me preparo adecuadamente tras lo cual parto junto con mis compañeros en la que todo el mundo considera la misión más difícil de todas. Algunos incluso la califican de suicida. No obstante no comparto esa última calificación.

- Veamos que nos encontramos. - pienso a medida que avanzo en total silencio atento a todo cuanto me rodea.

EQUIPO:

- Escudo: Sin armadura. Escudo pesado de madera. Sin armas. Capa negra con broche de plata. Equipo básico de acampada. Raciones: 8+4.

- Niño Guerrero: Sin armadura. Machete. Arco largo con carcaj de veinte flechas. Capa negra con broche de plata. Equipo básico de acampada. Raciones: 4.

- Ojopocho: Sin armadura. Daga. Dos jabalinas. Arco largo y carcaj con veinte flechas. Broche de plata de la Compañía. Equipo básico de acampada. Raciones: 4.

RESULTADOS DE LA PATRULLA:

RESUMEN DE VARIAS SEMANAS DE PATRULLA:

- A los tres se os da muy bien moveros inadvertidos por el terreno. Para un observador casual desde las murallas de Galdan seríais invisibles, tal vez también para un centinela avezado.

- Los tres sois capaces de vivir de lo que da el terreno: raíces, bayas, hormigas. Os mantenéis alimentados sin pasar privaciones y sin tener que recurrir más que ocasionalmente a las raciones conservadas que lleváis con vosotros.

- Ojopocho destaca sobresalientemente en todas las tareas de la patrulla, seguido probablemente por Niño Guerrero. Ojopocho es un Hostigador, pero no hay duda que sería tan buen Explorador como el que más, quizá tan bueno como la propia Falce.

- La vista a largo alcance de Escudo es mejor que la de Niño Guerrero. Él y Ojopocho consiguen observar bastante bien la Fortaleza de la Puerta de Galdan desde una distancia de varias kilómetros.

- La cordillera a ambos lados de la Fortaleza es sin duda impasable, y el bastión en sí es bastante inexpugnable, con gruesas murallas de diez metros de altura, flanqueadas por fuertes torres con centinelas. Las defensas incluyen varios cientos de arqueros, honderos y jabalineros, además de unas veinte ballistas pesadas y tal vez diez catapultas. Una fuerza temible.

- Un ataque frontal de Caballería o de Infantería Pesada posiblemente estaría condenado al fracaso.

- Ojopocho piensa que sería posible escalar las murallas con escalas de madera y con cuerdas arrojadas con arpeos, pero para llegar a las murallas haría falta una gran cantidad de tropas ligeras y veloces. Cientos de irregulares perecerían seguramente en el asalto, si es que Cho'n Delor está dispuesto a asumir tantas bajas.

Tal vez un ejército muy veloz con al menos dos mil efectivos, que contasen con no menos de cuarenta escalas, y estuvieran cubiertos por una fuerza de elite de arqueros...

- En cuanto al llano en sí, parece lleno de ruinas y de tumbas. Sin duda fue el escenario de muchas batallas en las llamadas Guerras Pastel, antes de la llegada de la Compañía a este territorio. Probablemente Cho'n Delor ya se ha desangrado en este Llano, que tal vez debiera llamarse el Llano de la Muerte, en vez de Llano de Galdan.

- Hacia el día veinte del Mes Ocho, Ojopocho se da cuenta de que hacia el Nordeste, el cielo amenaza con una terrible tormenta con vienes huracanados. Eso no parece presagiar nada bueno para Campaña y Peregrino, que patrullan por esa zona. Pero están sin duda demasiado lejos como para que sea posible avisarles o ayudarles.

- A la mañana siguiente, tras despertar, Ojopocho ve algo más preocupante. Desde el Sur se aproximan exploradores del Triplete son siete: un hombre, si es que a esa retorcida criatura se le puede llamar hombre, y seis mujeres, cinco de ellas parecen arqueras K'Hlata de alguna fuerza elitista, la sexta parece una mujer noble de piel blanca.

- No parece que os hayan visto (de momento), aunque si siguen avanzando directos en la misma dirección (parece que podrían dirigirse hacia el Campamento Principal de la Compañía Negra), pasarán muy cerca de vuestro campamento.

Seis contra tres no parece una desventaja excesiva, pero las arqueras con su ataque a distancia pueden ser un factor decisivo. Escudo sabe que para atacar se tiene que acercar a su objetivo. Además, su misión es observar y obtener información.

Con su aguda vista intenta fijarse en cualquier rasgo de la mujer noble blanca para luego transmitirlo a los mensajeros o llevarlo él directamente al campamento.

- Hay que esconderse, mejor si no nos ven. - Comenta Escudo mientras busca refugio. La misión no es luchar, pero si no tiene más remedio lo hará.

Se mantiene quieto y en silencio y cuando recibe la información asiente en silencio, pensativo acerca de lo que se pueden encontrar en el camino y con lo que pueden enfrentarse. Durante un rato no habla, simplemente pasa su mano por la barbilla mientras recapacita sobre las opciones que tiene.

- Niño Guerrero no les teme nada, pero las órdenes de Ponzoña son que pasemos inadvertidos, que nadie vea al grupo. Por eso Niño Guerrero piensa que lo mejor es que escondamos el campamento y nos mantengamos ocultos hasta que esos pasen y luego avisar al enlace del grupo de lo que hemos visto. -

ESCUDO:

- Reconoces al instante a la legendaria pareja, las esclavas de la Tienda de Grog siempre hablan de ellos en susurros de admiración.

Ella es la noble Brenda y el hombre bestia no puede ser otro que el traidor chondeloriano Kano, su amante.

- Escudo: Estás muy bien escondido, pero te preocupan tus compañeros. Si no se esconden mejor les verán pronto.

Escudo hace sañas para que sus amigos se escondan y que no presenten batalla.

- Matar a esos da mala suerte - Escudo se avergüenza de su comentario, pero es supersticioso.

Estaba escondiéndome cuando veo la señal de Escudo a la que asiento con la cabeza.

- No me gusta. - susurro. Espero que no vayan hacia nuestros enlaces con el Campamento pues ellos con sus monturas tendrán más problemas para esconderse.

No tengo intendión de combatir pero preparo el arco en la mano, dejando las flechas en el carcaj, por si fuera necesario usarlo.

- ¿Mala suerte? - río para mis adentros. Me habla a mi de mala suerte.

Tenía clara las órdenes que les habían dado y pese a que deseaba entrar en combate y demostrar sus capacidades realizando una buena gesta, sabía que aquel no era ni el momento, ni el lugar, debía procurar ponerse a cubierto. Ya llegaría el momento de poder hacer frente a los enemigos y demostrar sus capacidades.

Por eso sacó su arco y lo depositó a su lado por si tuviera que llegar a usarlo, sin embargo se esforzó en ocultarse con mayor esmero para intentar resultar casi invisible a los enemigos que al parecer se acercaban hacia su posición.

¡TIRADA DE INICIATIVA!

TABLERO.

- Parece que os han detectado a los tres, pese a los denodados esfuerzos por pasar inadvertidos.

- Nos han visto, ya es tarde para sutilezas - Comentó Escudo - Hay que ponerse a cubierto de las arqueras

- Mierda. - musito. Dispersaos. Recordad las órdenes. Nada de Combatir.

- Hay que avisar a los Enlaces. - prosigo.