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La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

Fortaleza de la Puerta de Galdan.

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03/01/2017, 23:00
El Cráneo de Plata.

FORTALEZA DE LA PUERTA DE GALDAN:

Notas de juego

- Escena narrativa situada en la estratégica fortaleza de la Puerta de Galdan, que separa el territorio de Cho'n Delor, al Norte, del Reino Pastel, al Sur.

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03/01/2017, 23:03
EL TIEMPO SE AGOTA.

TRAS LA BATALLA DE GALDAN.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: PRIMER DÍA DEL MES.

OCASO.

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03/01/2017, 23:04
La Compañía Negra.

- Tras la climática Batalla de la Puerta de Galdan, la Compañía Negra ocupa victoriosa la Fortaleza de la Puerta.

- Los defensores supervivientes, unos seiscientos en total (aunque en su mayoría tropas Regulares bastante verdes) se han visto obligados a retirarse al ser atacados por lo que queda de la horda no muerta del General de la Sangre, unos tres mil Caminantes de diverso tipo (en su mayoría Caminantes comunes y un buen número de Carcomidos, con unas pocas docenas de Toscos y Embrujados entre ellos).

- En las horas siguientes a la batalla llegan supervivientes aliados. Primero las escuadras Lemur y Mostaza, con los Sargentos Vientos y Virote a la cabeza. Milagrosamente han sobrevivido todos, aunque todos están malheridos y no se encuentran en condiciones de luchar en al menos dos semanas.

- También llegan las fuerzas de Sesvolea y la Coronel Mindy, muy mermadas y debilitadas, pero en cantidad suficiente como para hacerse cargo de la protección del Bastión Sur de la Fortaleza, vigilando para el improbable caso de un inmediato contraataque del Triplete. La horda no muerta y la complejidad política del propio Reino Pastel hace difícil imaginar que un contraataque serio pudiera producirse de forma creíble en menos de una semana.

Notas de juego

// Entran en escena: Escuadras de Hostigadores, Campamenteros, Escuadra Barril, Lemur, Mostaza. Junto a ellos: Dolor, Ballestero, Khadesa.

Fuerzas aliadas supervivientes de la Bruja Sesvolea y la Coronel Mindy.

- Proceden de: Llano de Galdan.

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04/01/2017, 20:40
Khadesa la Quinta.

AÑO: 203 DE KHATOVAR.

MES: PIE (MES UNO, PRIMERO DE LA PRIMAVERA)

DÍA: DIA 1

Finalizada la batalla.


En brazos de mi hombre traspaso las puertas de Galdan. Las mismas que él ha abierto aunque aún no puedo henchirme de orgullo por él al desconocerlo. La marea de caminantes avanza hacia tierras del Reino Pastel dándonos un respiro, tan necesario para pertrecharnos y hacernos con la fortaleza. Busco entre los vivos, el rostro amado de mi hermano. Al fin lo encuentro. Ponzoña me deposita en el suelo y asiente. Avanzo hacia él mientras no dejo de buscar señales de heridas. Parece bastante indemne, tan distinto al final de la batalla de Fuerte Chuda en la que pensé que enloquecería cuando los dos hombres más importantes de mi vida yacían inermes en el suelo, debatiéndose entre el mundo de los vivos y las llanuras de los espíritus. 

Paso a paso me acerco a él con serena tranquilidad, mas cuando me restan apenas dos pasos para llegar a él, me lanzo a sus brazos y me abrazo fuertemente a él. 

-  Estás vivo, estás vivo...

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04/01/2017, 22:20
Ballestero.

Ballestero tardó en entrar por aquella puerta. Traía algo de botín, recolectado del asqueroso lodo de la Llanura de Galdan.

Pensaba cosas variadas mientras limpiaba con esmero sus armas, su armadura y todo lo demás, pero no hacía gesto alguno que lo delatara. Luego se puso a ayudar sin mediar palabra a cualquiera que hubiera ahí. Retirar cuerpos, apilar enseres, sujetar bestias de carga... El día había sido duro, pero a él no le habían tocado.

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07/01/2017, 21:35
Rastrojo.

AÑO: 203 DE KHATOVAR.
MES: PIE (MES UNO, PRIMERO DE LA PRIMAVERA)
DÍA: DÍA 1

Asomado en lo alto de la muralla, Rastrojo oteó la llegada de la Quinta. Seguramente hasta ella había ascendido por defunción del resto de pitonisas, y ahora sería la Cuarta o la Tercera. Pero Rastrojo no. Rastrojo seguía siendo la misma última mierda que antes del asalto. Y olía igual de mal. Las ilusiones de Tragasapos y Escupeculebras, y los zombis reales alzados por el Señor del Dolor, le habían hecho sudar de miedo.

Necesitaba un baño, pero allí no había río. Solo pozos. Malditos y omnipresentes pozos, cavados en tiempos inmemoriales para abastecer a las sucesivas guarniciones de la Puerta de Galdan. Claro que podría alejarse y aventurarse por las montañas salvajes que flanqueaban los muros en busca de un arroyo... Pero no lo iba a hacer. No había llegado tan lejos para que ahora le matase un desertor del ejército Pastel. Y claro que podría alquilar un barril a Gordo Wem para bañarse... Pero no lo iba a hacer. No había llegado tan lejos para perder una de las platas que tanto le había costado ahorrar.

Khadesa... Has sobrevivido.

Rastrojo masticó su propia saliva. Despacio. Saboreándola, hasta que la boca se le quedó pastosa.

Ajjjjjjjjj... Puj...

El lapo se alejó en caída libre. Los chorrocientos codos que medía la muralla de alto. Llegó un momento en el que no pudo seguir el escupitajo con la mirada, pero aterrizaría en breve en el punto en el que el armatoste escala de los Hostigadores no se pudo juntar con el muro por culpa de las jaulas.

Un día de estos, alguien se va a tener que poner a quitar esos trastos de ahí. Va a ser mejor que me vuelva a tumbar, no vaya a ser que se piensen que estoy lo suficientemente bien para seguir empujando armatostes escala y moviendo cadáveres.

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08/01/2017, 03:40
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

TRAS LA BATALLA DE GALDAN.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: PRIMER DÍA DEL MES.


Tras la Batalla de Galdan lo único que quería Lagrimita era descansar. La lucha había dejado al Oscuro exhausto, ensangrentado y echando de menos un catre y un caldo caliente. Pero aún no había llegado ese momento. La tarea de atender a los heridos había recaído sobre el galeno de la Compañía, Matagatos. Pero no dejaba de ser más que un hombre que caminaba sobre dos patas y tenía dos manos. Esta vez no podían contar con la ayuda de Plumilla, la cual estaba malherida, así que el personal de la Compañía con conocimientos sobre sanar no era precisamente abundante.

Después de casi toda la noche arrimando el hombro, vendando, suturando, limpiando y parcheando a los más graves de los heridos de la Compañía, al final Lagrimita había sido dispensado para dormir unas horas de sueño. La llamada de Barril a revista apenas había sido una corta pausa en su labor. Le parecía que la noche clareaba por el Este, y aunque le costaba mantener los ojos abiertos, se resistía a acostarse.

Aún ensangrentado dedicó un lapso de tiempo indeterminado en recorrer los pasillos de la Fortaleza de Galdan. Era un lugar que no le transmitía más que sensaciones de pesadumbre al guerrero, pero se sentía extrañamente atraído por el. Su vagabundeo le llevó a la sección de la Fortaleza donde se recuperaba la Escuadra Lemur. No había podido cruzar palabra aún con sus hermanos Korvald y Sombrío, además de su padre Vieja Guardia. Parece que esta noche le quedaba algo por hacer antes de llegar a su lecho.

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08/01/2017, 21:14
Dedos.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (Cuarto del año, primero de la primavera)

DÍA: PRIMERO DEL MES. Entrada la noche.

El corte a la altura del estómago había resultado ser bastante superficial (bendita armadura) y ya se estaba secando. Tiraba y picaba, pero no era más que una molestia. Me había permitido ayudar a reunir a los heridos en el barracón destinado para ello, una especie de enfermería que tenía montada la gente de Galdan, y también ayudar en todo lo posible a Matagatos. Pero ya estaba todo controlado y mi presencia sólo estorbaba.

"Vete a dormir", me había dicho. Pero yo no quería volver sola a la habitación en la que nos habíamos instalado. No me gustaba, ni aquel sitio ni la fortaleza en general.

Ojalá pudiera volver al campamento...

Sin ser muy consciente de ello, he empezado a caminar, y mis pasos han subido las escaleras y me han llevado hasta el lugar por el que yo salté la muralla. El punto de ésta en el que yo había perdido de vista el Llano, y a Matagatos. También, claro, al resto de la Compañía, aunque con el caos y la niebla era imposible seguir los pasos de todos, claro.

Y tú, ¿dónde estabas? ¿Dónde estás ahora?

Me apoyo en la piedra de la muralla y miro la lejanía. Cuando la neblina de la noche lo permite, distingo aún los restos de la batalla: cuerpos caídos, los armatostes, las jaulas...

¿Qué sentiste? ¿Tuviste miedo? ¿Lo tienes ahora? ¿Te dolió?

La sensación es confusa. No soy capaz de asumir que ya no está.

Te echo de menos.

En el caso de Pipo, y de algunos otros, he podido ver el cuerpo inerte, destrozado a veces, totalmente deshecho otras. Eso ayuda a asumir la pérdida. Permite decir adiós. Pasar página.

No debería ser así. Yo... yo tendría que haber estado en tu lugar. Tú me salvaste, aunque no lo hiciste conscientemente y puede que ni siquiera lo hayas llegado a saber.

Me descubro con una mano sobre las costillas, aquel lugar que me dolió durante días después del entrenamiento.

Buscaba a gritos un castigo, llamar la atención, y tú me lo diste, y después te preocupaste por mí. Después de todo, eras mi hermana. Mucho más que otros.

Agacho la cabeza, con la sensación de que realmente alguien me está escuchando y avergonzándome de mi comportamiento y mis palabras.

Si hubieras seguido con nosotros, con los Hostigadores, habría luchado a tu lado. Te habría protegido. No habría permitido que cayeras, al menos no antes que yo.

Con una uña, rasco la piedra del muro que ahora miro, con gesto infantil, como si disimulara. Ya no quería mirar al Llano. Era como mirar a los ojos de alguien que te está echando una reprimenda.

Sólo pretendías ayudarles a ellos, a los Campamenteros, lo sé. Pero podría haber sido diferente. Diferente. Sí. Tenías que ser tú quien escalara el muro y luchara contra la Heroína, junto a los mejores. Sí, tú. Pero no, decidiste ir con ellos y...

La mano cuya uña rascaba el muro, lo golpea con fuerza. Enfadada, iracunda.

Nos dejaste. ¡Nos dejaste! ¿Y ahora qué, eh? ¿Dónde demonios estás, eh? ¿DÓNDE? Tendrías que estar aquí, conmigo. Celebrándolo, ayudando...

Egoísta. Celosa. Irracional. Infantil. Lágrimas de rabia aparecen, mientras el puño en forma de mazo que había golpeado la piedra sigue cerrado y apretado contra ella.

Tendrías que estar aquí, Loor, tendrías que estar aquí. Te necesito. Ni siquiera he podido despedirme, no he podido enterrarte, no he podido decirte adiós. No puedo visitar tu tumba, no puedo...

Ambas manos se alzan para tapar los ojos empapados. Si alguien me escucha llorar, me da igual. Apoyo los brazos en el muro y escondo el rostro en ellos. Pasan varios minutos en los que solo hay lágrimas, rabia que se transforma en dolor, en pena, melancolía, soledad que oprime el pecho. Pero poco a poco todo sale, y se queda sobre la piedra del muro ahora mojada. Me voy tranquilizando. Vuelvo a erguirme, me seco un poco los ojos, y me atrevo a mirar al Llano. Miro hacia arriba y se ven estrellas. Por alguna razón, esas luces me animan un poco. Suspiro, recuperando la compostura. Pienso en marcharme, y doy un paso hacia atrás, lo que me hace pasar la mano por la zona en la que había llorado, y la miro. Entonces, casi como un movimiento automático, saco la daga, y sobre la zona más oscura por la humedad rallo con ella un dibujo.

Soplo para quitar la arenilla resultante, y miro mi obra. Sonrío.

No es una tumba. Es posible que tu cuerpo no esté cubierto de tierra, pero aún así, alguien te ha llorado, y hablado como si pudieras escuchar. Aquí.

Paso la mano por encima del dibujo, antes de darme la vuelta y marcharme.

Volveré a verte.

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11/01/2017, 13:28
Piojillo, Jefe de los Campamenteros.

TRAS LA BATALLA DE GALDAN.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: PRIMER DÍA DEL MES.

Tras la victoria en la gran batalla de Galdán, Piojillo partió por orden de Lengua Negra para avisar de las buenas nuevas en el campamento y correr la voz para que todos se movieran hacía las murallas de las Puertas de Galdán. Mientras cabalgaba notó como en su vientre se abría un poco la herida que tenía. No había echado cuentas sobre aquellos arañazos, pero a juzgar por la sangre y de donde provenían, tendría que tratarlos en cuanto acabase o se le infectarían. No iba a sobrevivir a la batalla contra todas esas criaturas de muerte para acabar muriendo de una infección, eso lo tenía claro.

Así, acabado el trabajo, espoleó nuevamente a Hechizado. Aquél corcél, prestado por Matagatos era todo un caballo. Hacía tiempo que el campamentero no sentía el viento en su cara a lomos de un corcél. Echaba de menos a Marengo, por supuesto, pero tendría que disfrutar el tiempo que le prestaron aquel hermoso caballo.

Al llegar nuevamente a las murallas de Galdán el guerrero k´hlata accedió a las mismas. Ya habían improvisado un pequeño hospital de campaña para tratar las heridas. Dejó a Hechizado atado donde correspondía y acarició el lomo y la cabeza del animal. Al pasar cerca de la presencia de Matagatos asintió ante el, indicándole con la mano, sin palabras, dando a entender que su caballo estaba a buen recudo.

En el interior de aquella pequeña carpa llena de heridos fue testigo de las heridas de muchos de sus compañeros y miembros de la compañía. Su heridas no eran nada con todo aquello, aunque trató de ayudar en lo que podía. Trayendo agua, vendas y acercándole todo lo que podía a los que hacían de improvisados médicos. Cuando vió un hueco, preguntó a los matasanos.

- No me vendría mal un pequeño vendaje en esta herida... - Lo dijo algo avergonzado, pues sabía que otros estaban peor, pero su herida no paraba de sangrar y más después del trote del caballo y el sudor. No quería que se infectase. Se levantó un poco las ropas para mostrar los arañazos, propios de las garras de aquellas criaturas con las que lucharon.

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12/01/2017, 11:32
Sabandija.

TRAS LA BATALLA DE GALDAN.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: PRIMER DÍA DEL MES.

OCASO.

Sabandija tardó un buen rato en dejar de mirar embobado la marea de muertos que continuaba su avance, irrefrenable, sin detenerse. En lo alto de la muralla estaba a salvo y sus piernas no le respondían, se negaban a ponerse en movimiento, como si temieran que el K´Hlata fuera a saltar al vacío para estamparse contra el suelo. Pero Sabandija no tenía valor para eso tampoco. Poco a poco fue haciéndose más consciente de sí mismo, primero de su corazón agitado, que palpitaba como el tambor de un Pipo en éxtasis. Después de su respiración, también agitada, que poco a poco fue calmando a base de repetirse una y otra vez frases autocomplacientes.

Estas vivo. No te han herido. Plumilla esta bien. Lombriz está vivo.- Tenía que esforzarse sobremanera para que su mente no se sumiera en el pozo oscuro y profundo donde solía hundirse. Plumilla estaba bien pero no sabía nada de Rastrojo, aquel que los había protegido con su magia protectora. Lombriz estaba vivo pero muy herido. ¿Quien le decía que no se convertiría en uno de aquellos caminantes muertos? El no estaba herido pero no sabía si podría vivir con las imágenes de lo que había visto grabadas en su retina.

-¡Estas vivo!- Gritó allí en medio de su soledad para forzar a moverse. ¿Pero qué podía hacer ahora?¿Cazar hombres? Se le habían quitado las ganas, sobre todo porque ello supondría acercarse de nuevo a la muerte. No.  Pero sí podría buscar a Rastrojo. ¡Ah, y a Sierra! Perderse entre sus voluptuosidades le haría olvidar. Seguro.

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15/01/2017, 20:36
Frontera.

AÑO: 203 DE KHATOVAR.

MES: PIE (MES UNO, PRIMERO DE LA PRIMAVERA)

DÍA: DIA 1

Finalizada la batalla.

Frontera no se lo creía cuando la batalla terminó seguía vivo. Se metió en el interior de la torre y allí estaba Desastre se le acercó sonriéndole. Se le había pasado las palabras tan duras que le había dicho antes, seguro que fue un pronto, un nerviosismo. Frontera tampoco sabía curar y por eso atribuyó que Desastre se hubiese enfadado tanto. Ahora era todo agua pasada estaban vivos y le sonreía. 

Todo esto contribuía a que se pudiera recuperar de sus heridas y morir otro día luchando como un digno explorador. Que los espíritus que le observaban viesen que era un digno aliado de la muerte. Que se le reconociera en muerte por su valor, heroísmo y belicosidad quería ser igual que los grandes guerreros de la Compañía. Quería ser temido por sus enemigos y que su arma tuviese las muescas de los enemigos que habían muerto bajo su arma.

Vio como Desastre le sonrió y le dijo que podía coger de su mochila una de sus dos ropas tribales, uno de los dos pellejos de agua y su comida. - Gra... gracias Desastre sabía que eras uno de mis mejores amigos. - Sus ojos casi se humedecieron por el gesto de su compañero. Se puso las ropas tribales se ató el pellejo de agua y tomó la comida que llevaba su compañero. Fue bebiendo un poco de agua y comiendo pequeños trozos que habían sido triturados muchas veces por sus muelas para que así su estómago se fuera abriendo otra vez.

Notas de juego

Equipo tomado de Desastre:

Ropa tribal.

Pellejo de agua lleno de 3 litros.

Carne seca en salazón una.

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16/01/2017, 20:00
Ballestero.

AÑO: 203 DE KHATOVAR.

MES: PIE (MES UNO, PRIMERO DE LA PRIMAVERA)

DÍA: DIA PRIMERO DEL MES.

Durante el resto de aquel día, tras los trabajos iniciales, todos muy claros (llevar heridos a la Tienda de los Heridos y retirar cadáveres, básicamente) Ballestero procuró hacerse un lugar en el caos que era aquel campamento. ¿Qué hizo? Lo que siempre había hecho. Vigilar. Montar guardia. Se apostó en la muralla sur, temiendo un contraataque y preguntándose dónde estarían ahora las carcasas de sus perdidos reclutas. No habló con nadie. Conforme hacía un periodo decente de guardia, asegurado de que el lugar no quedaba desguarnecido, abandonaba el puesto y descansaba. Buscaba algo de comer. Sobrevivía, como tantas veces. También dejaba bien abiertos los oídos. ¿Qué ocurriría a partir de hoy?

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19/01/2017, 17:17
Grito, Infantería, Escuadra Barril.

AÑO: 203 DE KHATOVAR.

MES: PIE (MES UNO, PRIMERO DE LA PRIMAVERA)

DÍA: DIA PRIMERO DEL MES.

Después de las palabras con el Cabo Barril, una vez terminada la batalla, lo primero era reunir mis cosas antes de dirigirme a la Tienda de los heridos. Lo primero, fue salir de la muralla hacia el Llano de Galdan. Una vez que estuve ahí, busqué entre las cosas hasta que encontré mi lanza, enterrada en el suelo del llano como si fuese el estandarte de una victoria. La miro un instante con una mezcla del orgullo por vencer y la vergüenza por haberla dejado caer hasta acá. Luego, con una sonrisa en la boca, la saqué y la guardé pues tiene un valor sentimental que la vuelve un objeto del que no quiero desprenderme.

Luego de eso, veo que tengo mi machete y uno de los arcos de las Arqueras de Galdan. No soy un especial experto en el uso de esta arma pero parece ser algo bien útil si estamos alejados de los enemigos. En esta batalla podría haberme sido muy útil si hubiese tenido uno desde el principio y unas flechas.

Subo al muro nuevamente y recojo un carcaj con flechas de uno de los cadáveres. Con ese botín en mi poder, me dirijo a la Tienda de los heridos. No me siento muy bien y creo que ya es hora de atender los daños que me aquejan pues no es sabio abusar de la buena voluntad de los espíritus.

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21/01/2017, 09:42
EL TIEMPO SE AGOTA.

TRANSCURRE UNA SEMANA COMPLETA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: OCTAVO DÍA DEL MES.

MEDIODÍA.

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21/01/2017, 09:43
El Cráneo de Plata.

- Hostigadores, Escuadra Barril y Campamenteros tomaron la Muralla Norte central de la Fortaleza de la Puerta de Galdan. Con la muerte de la Heroína y la apertura de las Puertas indestructibles, y la intrusión de la horda de muertos caminantes, las restantes fuerzas defensoras del Triplete se retiraron, primero al Bastión Sur, pero eventualmente abandonando del todo la Fortaleza. La horda no muerta les siguió a su lento paso.

- Tras esto, los combatientes de la Compañía mataron a algunos no muertos rezagados que pululaban entre los almacenes y barracones interiores de la fortaleza, en especial soldados del Triplete recién reanimados tras enfrentarse a los muertos, para acabar convertidos a su vez en nuevos no muertos. Una vez completamente limpia la fortaleza, se cerraron las puertas del lado Sur.

- Ballestero y Khadesa fueron los primeros en reunirse con las fuerzas de la Compañía Negra que ocupaban la fortaleza, aunque pronto llegaron también las escuadras Lemur (1ª de Infantería) y Mostaza (1ª de Arqueros), bajo el mando respectivo de los Sargentos Vientos y Virote. Con su llegada, la Sargento Vientos pasó a ser la persona al mando, al ser la mayor en rango jerárquico y antigüedad. Con la falta de Oficiales (técnicamente Serpiente es un Oficial, pero como Mago se considera que no tiene mando directo, pues es como un oficial no comisionado), la Sargento Vientos adoptó una postura conservadora, fortificar el lugar y no adoptar decisiones de calado hasta la llegada de Portaestandarte.

- En un primer momento, el Cabo Matagatos convirtió la Torre Principal Oeste en su enfermería (también llamada por costumbre "Tienda de los Heridos"), pues había heridos que requerían atención urgente y constante. Las fuerzas de Vientos y Virote llegaban también muy heridas, por lo que en un primer momento la Compañía se limitó al Bastión Norte, sin guarnicionar el Muro Sur. Pronto llegaron las fuerzas aliadas supervivientes de los Comunes de Sesvolea y los Escorias de la Coronel Mindy, y la Sargento Vientos les indicó que se instalaran en el Muro Sur, los aliados no rechistaron, pese a que técnicamente tanto Sesvolea como la Coronel Mindy tenían rango suficiente como para hacerse con el mando completo. En su lugar respetaron las indicaciones de los miembros de la Compañía Negra.

- Unos tres días más tarde, la "Tienda de los Heridos" se traslada al barracón que las fuerzas del Triplete utilizaron como enfermería. Es mejor que una fría torre de piedra sin camas ni espacio suficiente para todos, pero a Matagatos le parece inadecuada, por no tener suficiente ventilación ni agua corriente. Pese a todos, se adapta y el lugar comienza a funcionar como enfermería. Esos días el Cabo Matagatos, con ayuda de Lagrimita, Khadesa, Dedos, y algunos voluntarios más, se ocupan sin descanso de atender a los heridos día y noche. En cuanto los miembros de la Compañía Negra heridos (que son casi todos) están lo bastante estabilizados como para que los ayudantes puedan seguir con el trabajo, el Cabo Matagatos extiende sus cuidados médicos a las tropas de Cho'n Delor, que también están heridos en su mayoría. Hay algo preocupante, y es que parece que hay muchos infectados con gusanos negros bajo su piel. Matagatos no está seguro, pero cree que todos los infectados corren un serio riesgo de convertirse antes o después en Caminantes.

- Dedos, con ayuda de Lagrimita y Dolor, reúne todo el botín que se puede salvar, aunque deja atrás cosas con poco valor, como la ropa usada, los muebles, las armas rotas e insevibles, y otras bagatelas. Khadesa rastrea el lugar en busca de pasadizos y puertas secretas.

- La Coronel Mindy envía a algunos de sus Escorias menos heridos al Sur a explorar dentro del territorio del Reino Pastel. La mayoría regresan, aunque unos pocos no. Los exploradores informan de que las aldeas campesinas más cercanas han sido atacadas por los no muertos. En algunos puntos los defensores de Galdan en retirada les han plantado cara, matando a muchos no muertos, pero la horda se alimenta de todos los humanos a los que puede atrapar, sumándolos a sus huestes, por lo que su número global no disminuye significativamente. Además, todos los que se enfrentan directamente al General de la Sangre mueren, y ya se han empezado a ver algunos Veteranos convertidos en Caminantes, y tienen un aspecto verdaderamente peligroso. Si deciden regresar hacia el Norte para atacar a las fuerzas de Cho'n Delor podrían convertirse en un serio problema.

- Tras el cuarto día, comienzan a llegar los Seguidores de Campamento de la Compañía, pues el Campamento Principal va a ser desmantelado y trasladado a la Fortaleza de la Puerta. Con esto, el lugar vuelve a estar nuevamente lleno, por suerte hay suficientes provisiones, y más cuando los chondelorianos traen las suyas propias de sus campamentos en el Llano, Fuerte Común y Fuerte Escoria.

- Con la llegada de los Seguidores comienza en serio el traslado de las armas de asedio desde el Bastión Norte al Bastión Sur, que es por donde pueden llegar eventualmente fuerzas del Triplete o no muertos. La muralla Sur es mucho menos impresionante que la Norte, empezando porque es bastante más baja (dos a tres metros de altura en lugar de diez) y no está protegida contra la magia, pero con las balistas y catapultas (entre las que se incluye el poderoso Dragón de Triplet) es probable que pudiera resistir inclyso un contraataque serio. Por suerte, ninguno se produce estos días.

Parece que el Triplete está demasiado ocupado con los no muertos para pensar en retomar la Puerta de Galdan, y el General de la Sangre parece satisfecho matando pasteleros, aunque antes o después podría volver su atención hacia los chondelorianos y la Duodécima.

La llegada de los Seguidores supone una alegría para todos, pues son caras familiares, algunas muy bienvendias, como Gordo Wem y su Tienda de Grog, las meretrices, los artesanos y comerciantes de la Compañía, y las Pitonisas. Los civiles comienzan a encargarse del mantenimiento y reparaciones del lugar, así como de gestionar el rancho en las cocinas, ahora que Astado no está para ocuparse de ello.

Con ellos llegan también el Cabo Cortaplumas y su escuadra de Reservas, que al estar todos indemnes suponen un bienvenido refuerzo de las guardias, en especial las nocturnas.

- Transcurrida una semana, se produce una llegada muy esperada, la de Portaestandarte y la Caballería. Al parecer se enfrentaron a un muy refortalecido Último Inmortal, que ahora parece ser capaz de controlar elementales hechos de arcilla. Le derrotaron, pero quedaron bastante heridos, y han estado tiempo descansando en una granja chondeloriana abandonada en el Llano de Galdan.

Portaestandarte parece furioso, y no le sienta nada bien la noticia de las muertes del Capitán-Analista y del Teniente, así como de dos de los Magos más veteranos. La pérdida de la escuadra Diana de los Arqueros, parece entristecerle más que enfurecerle, y no reacciona ante la notica de la casi total destrucción de los Dolorosos.

Con naturalidad, Portaestandarte asume el mando, y pronto convoca a los Magos, Sargentos y Cabos supervivientes para una reunión.

Notas de juego

// Entran en escena:

a) Aliados: Comunes de Sesvolea y Escorias de la Coronel Mindy.

b) Sargento Vientos y Sargento Virote, escuadras Lemur y Mostaza.

c) Seguidores de Campamento y todo el Campamento Principal.

d) Portaestandarte y Caballería.

- Proceden de: Llano de Galdan.

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26/01/2017, 19:01
EL TIEMPO SE AGOTA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: OCTAVO DÍA DEL MES.

ATARDECER.

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26/01/2017, 19:03
Cho'n Delor: Mercenarios Independientes: Mercenario.

Al caer la noche, por el Norte, desde el arrasado Llano de Galdan, llega un grupo de Mercenarios Independientes escoltando un carro conducido por siniestros y silenciosos sirvientes de Cho'n Delor.

Notas de juego

// Entran en escena: Golkas, diez mercenarios independientes, seis siervos de Cho'n Delor, siniestro carruaje tirado por una recua de seis caballos. - Proceden de: Llano de Galdan.

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26/01/2017, 19:13
Ballestero.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: OCTAVO DÍA DEL MES.

ATARDECER.

Ballestero observó aquel carro con curiosidad. ¿Sería ese su patrón? Quizá fuera el Chambelán. Algún pez gordo, en todo caso, por la pompa y todo aquello. Se quedó cerca para observarlo todo. Estaba hastiado de trabajo y más trabajo, y ya no tenía fuerzas ni para dormir, así que veló, y, como solía hacer, cerró la boca y abrió ojos y oídos.

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26/01/2017, 21:13
Dedos.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: OCTAVO DÍA DEL MES.

ATARDECER.

A estas alturas, lo más importante ya estaba hecho. La mayor parte de los heridos de la batalla ya estaban recuperados o fuera de peligro, entre ellos Plumilla, y por lo tanto mi presencia en la tienda de heridos ya no era tan necesaria y se había revisado la fortaleza a conciencia, con lo que  ya no se me veía corretear de un lado a otro.

El caso, es que llevaba alrededor de dos días que apenas salía de mi estancia a no ser que fuese para recibir mi ración de comida diaria, si es que tenía hambre, por alguna urgencia con los heridos, y por las noches para seguir mi ritual de asomarme a la muralla.

Pero hoy se me ha podido ver, al escuchar el ruido del carromato, asomada antes de la noche con curiosidad por ver quién llega. Claro que al verlo y sospechar de dónde viene aquel vehículo, vuelvo a mi estancia cerrando la puerta.

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27/01/2017, 00:02
Khadesa la Quinta.

AÑO: 203 DE KHATOVAR.

MES: DEL PIE (INICIO DE LA PRIMAVERA, MES CUATRO).

DÍA: 8. ATARDECER.


La reunión se ha prolongado durante todo el día. A medida que cae la tarde, subo a la muralla y trato de relajarme y meditar. Distingo a lo lejos el carruaje y noto el revuelo en el interior del patio. Observo atentamente a tanto el carruaje como los ocupantes. Bajo rápidamente y me acerco, con todos mis sentidos alerta. Luego, me dirijo al lugar de la reunión para transmitir la información.