Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA.

Piojillo asintió ante las órdenes del cabo Lengua Negra. Salió en dirección a los establos para recoger a los dos caballos, como le habían ordenado. Por el camino, pensaba en si tendría tiempo de pasar por la zona de los campamenteros para recoger su armadura y colocársela. Debido a la misión y al calor que soportaban en la llanura, no la llevaba puesta. Algo le decía que debería colocársela. Corrió todo lo que pudo para recoger a las dos monturas y ver si le daba tiempo a recoger su armadura, antes de presentarse frente a Lengua Negra.

Al llegar a los establos, al primero que vio fue a Dante, le acarició brevemente el morro antes de dirigirle unas palabras.

- Hola de nuevo, amigo. Parece que esta vez tendremos que luchar juntos de nuevo. Pórtate bien...

Tras coger sus riendas, se dirigió al otro caballo, para tratar de recogerlo de igual forma y llevarlos a los dos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

- Mmmm, hay tiempo de sobra. Las prisas nunca fueron buenas compañeras.- Lengua Negra pedía al pelotón de los Campamenteros prepararse y reunirse bajo su mando. Chamán Rojo fue tranquilo hacia su campamento para embutirse en la armadura. Una vez preparado así lo hizo saber al resto de sus compañeros.

- Estoy listo, Señor.-  El guerrero chamán lucía imponente con sus armas y el escudo con el pie rojo pintado sobre su superficie. Todo en el irradiaba una calma tensa. No dejaba que el nerviosismo se apoderara de su cuerpo y lo mostrase al exterior. Confiaba en sus habilidades como guerrero y en los Espíritus que, hasta ahora, habían guiado con sabiduría sus pasos. Destacaba en su indumentaria un saco de cuero tintado del mismo rojo que lucía en pelo y abalorios. Estaba entreabierto y en él podían verse pequeños huesos, extraños polvos, trozos de pieles, telas manchadas y cordeles. Incluso figurillas talladas en madera con formas reconocibles. Estaba preparado para la batalla.

AÑO: 201.
Estación: Verano.
Mes: Noveno (Tercero del Verano). Mes de la Jirafa.
Día: 3. Por la mañana.

¿Nh?

Todos se preparaban para una batalla que podría no llegar ahora. Quizás a falta de un estratega inteligente a la vista, Rastrojo debería tomar la sabia decisión de reservarse para luego. Si el Triplete dormía para atacar por la noche, la Compañía Negra necesitará de un vigía capaz y descansado en las murallas. Y en todos los ataques sufridos hasta ahora, Rastrojo se ocupó de dar la voz de alarma... Bueno... quizás solo una vez... en una pequeña escaramuza... Pero lo que hace bueno a un hombre no es lo que ha hecho en el pasado, sino lo que le queda por demostrar.

Va a ser mejor que duerma un rato. Cuando empiece el ataque, el barullo en el campamento será peor que ahora...-farfulló para sí.

Y al contrario que los voluntariosos heridos de la tienda... de heridos, valga la redundancia, Rastrojo no forzó las costuras; no abrió sus llagas con innecesaria actividad. Como el hombre espiritual y equilibrado que era, permaneció en una extrema quietud. Porque si algo hemos aprendido de Peregrino, que en paz descanse, es a hacer el vago antes de la batalla, dándoselas de interesante en farsas de meditación y paz.

Zzzzz...

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

¡Cabo! ¡Ahora que tenemos tiempo deberíamos ir a la armería a por flechas y armas arrojadizas! Me presento voluntario para traer las que pueda.

Era más bien para cubrir su falta de previsión. Tan solo tenía una lanza corta y tal vez un cuchillo que lanzar. Un poco triste para defender la muralla.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Oídas las órdenes, Guepardo comprendió que desde la empalizada poco podría hacer con su lanza. De nuevo renqueando, regresó a su tienda asignada pese a no haberla estrenado aun por su estancia en la de heridos y rebuscó entre sus pertenencias, dejadas allí desde que cayó en combate. Encontró lo que buscaba: las lanzas cortas. Al menos podría lanzarlas a distancia corta si se daba la oportunidad. Tomó las 3 lanzas y, con gran esfuerzo, cargó con todas las lanzas. Tuvo que ser ayudado para poder subir a la empalizada. Una vez subido y con una posición adquirida, apoyó las armas y se sentó contra las vigas de madera. Permanecer en pie le causaba un fuerte dolor abdominal y cansancio. Mejor sería esperar descansado. Había numerosos ojos aliados a sus lados que, sin lugar a dudas, darían la alarma con tiempo si el enemigo se acercara.

"Eres un inútil. Un estorbo. No lograrás nada en tu condición, excepto que te maten", se mofó Sacorroto.

- Entonces me libraré de ti de una vez por todas - musitó el jaguar.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Me mantengo preparado mientras veo como el resto de los Exploradores comienzan a situarse. mi arco está presto y mis flechas listas para ensartarse en el enemigo cuando escucho las palabras de Astado. Me giro hacia él y le reclamo:

 - "¿No estás con todas tus armas listo? ¡¿Qué esperas?! ¡Ve a buscar todo lo que puedas traer, para ti y tus compañeros! ¡AHORA!"

Vuelvo a encarar la llanura, completamente listo para comenzar el combate. No me molesta que Astado y otros no estén preparados pues lo más probable es que hayan despertado para apagar los fuegos y no para luchar una batalla. Bueno, que no me moleste no implica que no deba parecer molesto. Eso infunde un poco de disciplina, lo que nunca está de más en un pelotón.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Como el resto de exploradores, se colocó en su posición como el resto de los exploradores. Astado iba a ir a por más armas, lo que vendría bien para defender aquella muralla. Él tenía preparado su equipo, listo para el combate contra los enemigos que llegarían en poco tiempo. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

La oscuridad es la niebla que me cubre ya que la diosa me habló en la oscuridad. La confusión es el signo de la diosa, ella no se deja conocer porque es oscuridad y no luz. Se mantiene en el secreto más impenetrable, solo dice aquello que quiere aparentar y yo soy su discípula ¡Oh diosa anónima! Me entreno en aquellas artes que he visto que portabas. La oscuridad acecha para algunos, pero para mí es mi refugio es mi fortaleza y en ella descanso y encuentro seguridad. No puedo ser diferente a aquella que me insufló la nueva vida estando unida bajo un pacto oscuro. Mis armas son la observación y el acecho al igual que la leona que se esconde y observa antes de acechar y cazar.

Mis pensamientos desvariaban hacia los días en que estaba moribunda. Recordaba una y otra vez lo sucedido estando escondida, escuchando las diferentes voces y observando lo que sucedía en el interior del campamento. Después cuando todo se hubo calmado volví a mi tienda y descansé.

A la mañana siguiente, mis músculos se tensaron al agarrar con fuerza el escudo y la lanza que portaba. Caminando por el campamento... vi la desolación que había provocado el fuego en algunas zonas, ya que se encontraban ennegrecidas y bastante deterioradas a pesar de la rápida actuación de la compañía. Si no hubiese sido por ellos nos hubiésemos encontrado con un grave problema de recursos. Cuando escuché en la lejanía las órdenes de Lengua Negra me dirigí hacia allí a paso ligero. Intentando concentrarme en mi actuación como guerrera, y no dejándome amilanar por el aspecto deteriorado de los edificios que habían sido atacados. Me incorporé al sexto pelotón buscando a Manta, el segundo al mando como había ordenado el cabo para después acercarme a Belleza en la formación. 

Lengua Negra ya vestido con su cota y acompañado por Asesina, regresó a la zona del campamento en la que se concentraban sus hombres.

-Formad en fila de a dos. ¿Alguien ha visto a Manta? -preguntó.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Protegido por el parapeto de la muralla de lanzas, Pipo espió por el borde para ver al enemigo venir. Gruñía en tono bajo, pero todavía parecía él mismo. No ver nada, susurró con voz ronca y cambiada.

Con la cimitarra desenvainada, y ataviada con la armadura para la guerra, Derviche se colocó la primera de la fila, en la parte izquierda de la misma, no dijo nada, simplemente esperó nuevas órdenes, ya era demasiado frustrante el haber sido ignorada de manera tan abierta.

Bueno, no hay que molestarse, la sangre del enemigo dictará sentencia.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Lombriz no había tenido que irse en ningún momento, había venido ya provisto; ser un orgulloso guerrero rentaba. Por eso lo era. Se puso al lado de Derviche, preparando las lanzas para masacrar al primero que osase acercarse hacia ellos, tratando de apartar su mente de las brujerías que habían lanzado con la noble, sin duda culpables de tan extraño fenómeno como había sido que él no encontrase a Lengua Negra... y que Ikharus no hubiera sido capaz de ir a la enfermería cuando todos sabían dónde estaba su cabo.

Trató de apartar su mente de las maldiciones.

-Buena caza, hermana.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Atento a las palabras de su líder se colocó al lado de Derviche como cabeza de la segunda columna, quiso saludarla con algún gesto, tratando de ganarse su simpatía, era evidente que no la conocía bien, pues le pareció que ella ni se percataba de su presencia. Respiró hondo varias veces con los ojos bien abiertos y musitó un viejo adagio que repitiera mucho su finado tío antes de una escaramuza -: Que los tres castores guíen a la muerte, hasta mis manos, que no temblarán al entregarla.

Descubrió entonces que Lombriz estaba delante de él y se rascó la cabeza algo confundido. ¿Cómo había podido pasar? Parecía que todos estaban realmente ansiosos por entablar combate.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Con un saludo militar, Astado corre hasta el almacén.Resoplando por la carrera coge aire y habla con el encargado. Soy Astado,de los exploradores, vengo de parte del cabo Ridvan a buscar armas arrojadizas, flechas para defender la muralla. Y pido un arco para mí, después lo devuelvo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Tarado escuchó atentamente a Pipo. Pasados unos minutos, Lengua Negra volvió dando voces como un energumeno. El campamento parecía una especie de hormiguero, donde las afanosas hormigas se hubiesen vuelto completamente locas. Vió a Astado correr hacía alguna parte, el Cabo Ridvan vociferaba con dureza y todo le recordaba a una especie de festejo. Bajó de la muralla, abandonando a su futuro hermano de capa y se metió en la formación.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Loor regresa junto a Ponzoña.

- Serpiente no está. Salió hace unas horas, me ha informado el centinela, hacia el norte, cree que en dirección al cementerio. Voy a ponerme mi armadura y tomar mi arma. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

-De acuerdo -respondió Ponzoña a Loor. Conocía a la guerrera y sus heridas, al igual que las propias de Ponzoña, no serían un obstáculo ante la lucha que estaba por venir-. ¡HOSTIGADORES, FORMAD!

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Loor asiente y regresa a la tienda, poniéndose la armadura y tomando su arma, y volviendo a salir, preparada para unirse a los Hostigadores que ya estén formados. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JIRAFA (MES NUEVE, FINAL DEL VERANO).

DÍA: TERCERO DEL MES.

POR LA MAÑANA

Campaña regresó un rato después, con la armadura puesta y arrastrando la hoja de su alabarda por el suelo del campamento (dejando tras de sí un inquietante surco en la arena). Seguía enfadado, indignado más bien. Según su punto de vista (un tanto distorsionado por su estado actual) el enemigo estaba a punto de saltarse por completo las reglas del juego. El campamento de la Compañía no se podía atacar así como así, el campamento es, cómo se suele decir en los juegos infantiles, "casa". Y si atacas en "casa" estás haciendo trampa y, sencillamente, no vale. Campaña odiaba a los tramposos porque en su vida le habían engañado muchas veces por ser idiota. Cuando se daba cuenta solía ser demasiado tarde ya. Aunque hay que decir que al menos le sirvió para aprender algo, y por eso Campaña nunca hacía apuestas.

- Ya está... Campaña irá y les dirá que están haciendo trampas, que atacar el campamento no vale - dijo a todos los presentes, con un semblante de lo más siniestro.- Sí... Campaña se lo dirá... ¡Con esto! - y entonces empuñó su alabarda con fuerza.- Campaña se avergüenza de estos enemigos... mira que hacer trampas...

Negaba con la cabeza, ya no había respeto ni en la guerra. A la orden de Ponzoña, se colocó en posición, aunque seguía pensando que él solo se bastaba para hacerles entender que estaban haciendo trampas.