Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: ANTÍLOPE (PRIMERO DEL OTOÑO).

DÍA: VEINTE.

POR LA MAÑANA.

El día veinte del Antílope, el Teniente llega junto con el Pelotón de Caballería desde la Capital de Cho'n Delor. Los mensajeros enviados por Guardaespaldas llegaron a la capital y avisaron de lo que había sucedido en el Llano. La Caballería era la fuerza que más rápidamente podía llegar para reforzar las defensas del Campamento Principal.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: ANTÍLOPE (PRIMERO DEL OTOÑO).

DÍA: TREINTA.

POR LA MAÑANA.

- El Pelotón de Infantería al completo arriba al Campamento Principal desde la Capital de Cho'n Delor.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: NUBE (MITAD DEL OTOÑO).

DÍA: OCHO.

POR LA TARDE.

- El Capitán-Analista arriba desde la Capital de Cho'n Delor al Campamento Principal. Le acompañan los Magos Tragasapos, Escupeculebras, Sedoso y Caratótem, el Pelotón de Exploradores, el Pelotón de Arqueros, el Pelotón de Hostigadores, el Pelotón de Campamenteros, y las Escuadras Cortaplumas y Ballestero del Pelotón de Reservas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Matagatos reunió a todos los participantes en la misión de escolta de Portaestandarte, salvo por supuesto a su propio padre, que permanecía recluido después del fracaso de la misión. El fracaso. Eso es lo que rondaba la mente de Matagatos, sabedor de que habían perdido una oportunidad única, y sin estar convencido de que hubieran hecho lo correcto. O quizás no exactamente lo correcto, si no más bien lo que más les convenía hacer a todos ellos. Probablemente no pocos de los que ahora rondaban por el campamento morirían fruto de ese resultado. Y esos pensamientos eran los que habían llevado finalmente a Matagatos a tomar una decisión sobre el botín.

El cabo oscuro se presentó allí con una pequeña bolsita de cuero, y un gran fardo, y espero a que estuvieran todos para empezar a hablar.

-He meditado bastante sobre cómo repartir el botín que obtuvimos por nuestra misión de escolta de Portaestandarte. Una misión que, no se le olvide a ninguno de los presentes, fue un fracaso. Teníamos unas órdenes muy claras, impartidas por el Teniente Rompelomos, sobre qué debíamos hacer. Y, sin embargo, aprovechando la aparición del Último Inmortal, hubo quien las incumplió. Por supuesto, conseguimos imponernos y rechazar al héroe del Triplete, pero para nada. Volverá. Otros morirán a sus manos, puede que alguno de los que tenéis a vuestro lado. El tiempo, esfuerzo y sangre invertido no ha servido de nada-afirmó de nuevo, con tono duro-sin embargo, no lo olvido. No olvido ni lo bueno, ni lo malo. Y, como digo, he meditado mucho sobre todo ello.

Tras esto, se tomó unos segundos de pausa, para que el mensaje calara en los presentes. 

-En primer lugar, Khadesa y Desastre. Dado que ambos intentasteis manchar a mi padre para interrumpir el ritual, consiguiéndolo finalmente, apreciaréis mejor este fracaso no recibiendo ninguna parte del botín. En cuanto al resto, todos recibiréis una fracción igual del dinero generado por las ventas del total, tres monedas de plata y cinco de cobre, con las siguientes excepciones. Pipo, Guepardo y Dedos, por su labor al infiltrarse en la cueva de los desertores, recibirán una gratificación de dos monedas de cobre extra cada uno. Loor sólo recibirá dos monedas de plata y cinco cobres, pero, por su demostrada eficacia en combate, recibirá también esto-y, con esas últimas palabras, dejó ver el contenido del fardo: la armadura de escamas del cabo desertor.

-Eso es todo. Pasad ordenadamente para recibir vuestra parte. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Tras hacer cola esperando su turno, tomo sus monedas y se las guardó. Esperó a que Desastre saliese del grupo y se le acercó con una sonrisa de oreja a oreja, totalmente contento por haber recibido un dinero extra. Hizo señas a su hermano de escuadra para acercarse y en cuanto llegó le pasó una moneda de plata y cinco de cobre.

Toma, quedan pagadas las copas que te debía de Cho'n Delor. Dijo mientras le daba el dinero. Quedamos en paz en ese asunto, te veo luego en el campo de entrenamiento.

Sin darle tiempo a decir nada se marchó hacía su tienda para guardar el dinero a salvo. Estaba deseando comprarse una mejor armadura y le hubiese gustado quedarse algún arma para ampliar su arsenal, pero no había remedio.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

El Cabo Matagatos había decidido reunirlos para repartir el botín. El Capitán había decidido que no tendrían castigo alguno así que Desastre no se sorprendió cuando lo llamaron al reparto. El discurso de Matagatos fue el de alguien ciego que solo veía lo inmediato, un soldado incapaz de mirar más allá de las órdenes. Pero sin embargo Matagatos parecía haber aprendido que las órdenes no siempre son lo correcto. 

"Me alegra que hayáis decidido saltaros las palabras de Capitán y hayáis decidido castigar nuestras acciones." - dijo el soldado asintiendo. - "Por fin habéis reunido el valor para hacer lo correcto más allá de lo que digan los mandos." - dijo mientras permanecía en su posición y esperaba a que el Cabo los mandase dispersarse. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: NUBE (MITAD DEL OTOÑO).

DÍA: NUEVE.

POR LA NOCHE.

- El Teniente reúne entorno a una hoguera a: Cabo Matagatos, Dedos, Desastre, Grito, Guepardo, Khadesa, Loor, Odio, Pipo, Plumilla y Preocupado. Un misterioso cuervo les observa en secreto (y escucha cuanto dicen).

- Al día siguiente, todos menos el Teniente salen en una "misión secreta" llevando dos carros. En un carro cerrado va Portaestandarte, sin armas ni armadura, y ataviado con una sencilla túnica blanca. En el otro carro hay provisiones para todo el grupo para unas dos semanas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (FINAL DEL OTOÑO).

DÍA: TRECE.

POR LA NOCHE.

- La Guardia de Honor regresa al Campamento Principal, al parecer tras haber fracasado en su misión, que consistía en dar cumplimiento a la dádiva de Portaestandarte: la destrucción para siempre del Último Inmortal.

- Tras esto, Portaestandarte se encierra en su celda en la Herrería y permanece allí voluntariamente encerrado y encadenado, al parecer sumido en una profunda depresión.

- El Capitán-Analista, lejos de mostrarse desanimado, se muestra por primera vez animado e ilusionado con la perspectiva de tomar la Puerta de Galdan y eventualmente ganar la Guerra contra el Triplete.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Preocupado asistió en silencio a las palabras de Matagatos, nunca era fácil estar en una posición de mando, eso lo había ido observando durante los años que llevaba de servicio dentro de la Compañía Negra, por eso respetaba la decisión del Cabo y la acataría sin protestas, pero tras la misión, por todo lo que había ocurrido en ella y por lo que había hecho justo después, estaba convencido de que no había sido un fracaso, le preocupaba que Matagatos y algún otro mando no comprendieran esto. Se acerco al Cabo Matagatos y antes de recoger sus monedas se inclinó un poco hacia el que les había comandado en la misión para decirle algo en confidencia sin que el resto les escuchara, le preocupaba que el oscuro lo tomara por una falta de respeto o insubordinación.

-Cabo Matagatos, se que los oscuros no creéis en los espíritus, pero si hubiéramos cumplido la misión al pie de la letra el resultado hubiera sido peor, los mismos espíritus me lo han dicho. Se que los mandos no podían saberlo, pero si hablaran con los chamanes lo comprenderían, no se preocupe por el resultado, le aseguro que esto resultará en beneficio para la Compañía Negra, aunque debamos enfrentarnos al Inmortal de nuevo. Volveremos a derrotarlo.

El K'Hlata se mostraba convencido de sus palabras y a por raro que resultara no parecía preocupado por estar en desacuerdo con el Cabo Matagatos o los superiores que habían orquestado la misión, quizás en otro tiempo no hubiera pensado así, pero ahora no parecía importarle, sabía que habían hecho lo correcto y estaba dispuesto a sostenerlo ante quien hiciera falta aunque eso le acarreara un castigo o supusiera la retirada de su parte del botín. Había cosas que el dinero no podía pagar ni silenciar, como la conciencia y ahora Preocupado la tenía limpia y traquila.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Loor escucha las palabras del Cabo Matagatos con semblante serio, para finalmente asentir ante sus últimas palabras. Una armadura de metal. La guerrera de las Lágrimas de la Diosa se acercó cuando llegó su turno a Matagatos, tomando la armadura de escamas, y las monedas.

- Gracias, cabo- dijo con tono serio y mirada agradecida, tomando el pago por su sangre y retirándose.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (FINAL DEL OTOÑO).

DÍA: FINAL DEL MES Y DEL AÑO.

- Al finalizar el Mes del Jaguar: Toda la Compañía Negra se encuentra en el Campamento Principal, exceptuando el Mago Serpiente (que está en el Templo del Dolor) y el Soldado Nuevo Manta que está entrenando con el General Sar Krogan en el Bastión del Dolor.

- Han llegado refuerzos a los vecinos Fuerte Escoria y Fuerte Comunes (ahora bajo el mando directo de la Bruja Sesvolea). También han llegado ingenieros de Cho'n Delor, suministros y carros con materiales. Se están construyendo catapultas, escalas y arietes. Hay controversia sobre los arietes, pues ninguno parece suficientemente poderoso como para mellar siquiera las impresionantes puertas de la Fortaleza de la Puerta de Galdan.

- Otros carros transportan cientos, puede que miles, de cadáveres embalsamados, que entierran en el Llano un poco de cualquier manera.

- En la Tienda de Mando se reúnen a menudo el Capitán-Analista, el Teniente, la Coronel Mindy y la Bruja Sesvolea. Presumiblemente planificando el asalto a la inexpugnable Fortaleza.

- Último Día del Año 201 de Khatovar: Una comitiva de sacerdotes, brujos, monstruos y demonios, acuden para llevarse en palanquín al viejo Capitán. En cumplimiento de la dádiva del Capitán-Analista, se lo llevan al Templo del Dolor para que el Señor del Dolor intente curarlo, pues todos los remedios e intentos hasta la fecha han sido en vano.

- Matagatos ha estado atendiendo con su mejor ciencia sanadora al viejo Capitán, estabilizándolo lo suficiente como para lograr evitar que su continuado deterioro acabara con su muerte, pero sin lograr una mejoría clara de su salud.

- El Capitán-Analista parece más animado y vital cuanto más deprimido y angustiado se muestra Portaestandante. Ambos son como una balanza eternamente descompensada y desequilibrada.

- En el Campamento se celebra una gran fiesta por el Fin de Año, los aniversarios y el primer año de servicio ejemplar de Hostigadores y Campamenteros. Gordo Wem abre barriles de Grog, las meretrices hacen descuentos, y se asan bueyes, carneros y cerdos en una docena larga de hogueras de campamento, inundando todo con un suculento olor a carne asada.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (FINAL DEL OTOÑO).

DÍA: FINAL DEL MES Y DEL AÑO.

Era agradable tener cosas que celebrar, pero tanta fiesta empezaba a resultarle raro y le daban la sensación de los querían mantener contentos porque lo que vendría despues de no sería muy agradable. Estaba sentado mirando al cerdo dar vueltas en sobre el fuego, mientras una mano experta usaba una brocha para untarle grasa al puerco que se tostaba ante la mirada de los soldados.

Va a ser pronto. Dijo sin hablarle a nadie en concreto. No se cuando, pero pronto nos harán mover el culo.

Buscó con la mirada por si había algún mando cerca, se encogió de hombros y sonrió abriendo bastante la boca y enseñando los dientes.

Y me alegro, se me estaba empezando a quedar pegado el culo al suelo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Pipo recogió esos curiosos circulitos de plata y cobre. Tres de plata y siete de cobre. Eran números mágicos, y la totalidad juntaban el máximo número que era capaz de contar directamente (luego tenía que recurrir a complicados múltiplos). Sonrió.

Pipo te agradece tu dádiva, Matagatos. Por supuesto, no entendía muy bien qué había pasado en aquella cueva, ni durante la lucha con el Último Inmortal, en su memoria dichos periodos eran como segmentos de sueños inquietos, pero tampoco se hacía demasiadas preguntas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (FINAL DEL OTOÑO).

DÍA: FINAL DEL MES Y DEL AÑO.

Ese día habría una fiesta, y lo esperaba ilusionada. Pese al ambiente general de fiesta, dedico la mañana a practicar con el báculo negro usándolo como arma doble. Sin embargo, termino el entrenamiento antes de lo habitual para prepararme.

Primero me doy un agradable baño con uno de mis jabones. Me gusta el olor que deja en mi piel, como a violetas. Una vez bañada, me visto. Escojo algo sencillo, un pantalón marrón y una camisa verde.

Mi vestimenta la completo con algunas joyas: un collar de oro con cuatro figuras engarzadas, una hiena, un león, una jirafa y una cebra, en plata, y con una más que considerable esmeralda en el centro; una diadema de cobre con plumas de aves exóticas engarzadas; dos pulseras en cada mano y una tobillera en cada pie, hechas en plata con filigranas de oro, con algunas figuras hechas con abalorios engarzadas; y, por supuesto, el broche de la compañía que cierra la capa, que llevo puesta.

Sin embargo, al poco de empezar a recorrer el campamento, mi ánimo decae. ¿Realmente me merezco participar de la fiesta? Al fin y al cabo, ¿qué he hecho hasta ahora?

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Guepardo acudió a la llamada del cabo. Cuando Matagatos hubo dado la explicación del porqué y como del reparto se sintió en parte de acuerdo. En el caso de Desastre ya había tenido un recompensa inmensa: dos leones, la vida y un castigo evitado. No obstante en el caso de la Quinta.. posiblemente algo más se merecía. A pesar de que fue capital en el fracaso de la misión. 

El jaguar siempre pensaba en ella como un mujer sabia a tener en cuenta. Por ello si hizo lo que hizo, por algo sería. El hostigador intuía que, después de todo, la expedición había sido una misión capciosa: hicieran lo que hicieran un mal iba a provocarse. La mujer, no estando ligada a órdenes militares, sencillamente eligió una de las dos opciones ¿Quien tenía potestad para decir si bien o mal? Él no, al menos. Y dudaba que nadie en la Compañía. Por ello, como soldado, entendió a Matagatos. Y como hombre temeroso y conocedor de lo sobrenatural, estuvo también de acuerdo con la pitonisa.

Cuando recogió las monedas dibujó una amplia sonrisa. La expedición le había reportado seguridad en sí mismo y aptitud notable en el combate, que él creía perdidas hace tiempo. Para Guepardo ya era recompensa suficiente. Además dinero ¡Y en una cuantía muy superior a muchos meses de soldada! No pudo evitar pensar que la paga auténtica no estaba en la compañía, si no ahí fuera.

- Gracias, cabo - agradeció mientras hacía tintinear las monedas en su mano y las guardaba, haciéndose una idea en que iba a invertirlas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Inevitablemente me siento mal al escuchar el veredicto de Matagatos. Yo misma había dudado.

Órdenes son órdenes.

Sí, intenté detener a Khadesa, pero cuando me dijo lo que había visto, dudé. Dudé y la solté. Dudé porque lo entendí, aunque no estaba de acuerdo. Y en el fondo, cuando Desastre acabó con en ritual, por un momento me pareció lo correcto.

- Gracias. 

Digo al recoger las monedas, seria pero convencida. Puede que por mis dudas pensara que merecía menos, pero no lo iba a decir en alto.

Órdenes son órdenes, y monedas son monedas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Y allí empezó lo que sabía que iba a ocurrir. Lo que no pensaba es que su hermanastra, la Quinta, no aparecería. Aquello le frustró un poco, pero nada podía hacer para remediarlo. 

-Desastre, si tienes alguna queja, siempre puedes planteársela al Capitán-dijo, con tono seco, sin gana ninguna de montar ninguna clase de escena. Tampoco de discutir, la verdad, ya había tenido bastante de eso durante la misión. Ante las palabras de Preocupado, suspiró, antes de responder en voz alta. 

-A mí no me hablan los espíritus, Preocupado. Y sólo cuento un chamán en la Compañía, que casualmente odia a los oscuros. No me parece un buen consejero. Y por supuesto que nos enfrentaremos de nuevo al Último Inmortal. Una, y otra, y otra, y otra vez. Y cada vez volvía más fuerte, según dijeron, así que llegará el punto en el que no podamos derrotarlo. Pero supongo que moriremos con una sonrisa en el rostro, ya que evitamos un peligro incierto a cambio de una muerte segura. O eso, o cortará nuestras líneas de suministros y acabaremos muriendo de hambre. Espero que no sea un tabú comerse a los muertos, por que lo mismo nos vemos obligados a eso-respondió el oscuro, con una parrafada cargada de acidez... Y tras esa corrosiva respuesta había algo aún peor: indiferencia. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (FINAL DEL OTOÑO).

DÍA: FINAL DEL MES Y DEL AÑO.

Había estado convaleciente durante mucho tiempo, aún cuando pudo volver a andar, había dejado de comer lo normal, y su aspecto cuanto menos era huesudo, con la cara hundida y los ojos iguales a pozos profundos y oscuros. Por suerte, consiguió reponerse anímica y físicamente antes de una de las principales fiestas del año. Como de costumbre, no participió de manera activamente social, limitándose a comer y beber un poco, siempre alejada del resto, mirando y observándolo todo. Finalmente decidió que tenía algo que hacer, y comenzó a andar buscando a una persona en concreto.

Belleza.

Cuando la localizó, se plantó ante ella, con los brazos cruzados, aquellos brazos musculosos que había conseguido recuperar tras su periodo de ausencia de comida. Se la veía como siempre, dura, fibrosa y preparada.

Su semblante era impasible, imposible de adivinar de que humor se encontraba, y esperó a que su ex compañera de pelotón la mirase.

-¿Por que te fuiste de los campamenteros?- Dijo en un tono seco y neutro. Esperó a que le respondiese.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Desastre era un hombre sencillo, si algo le gustaba lo decía y si algo no le gustaba lo decía también. Pero eso sin duda parecía ser algo que se escapaba al entendimiento de los Oscuros. - No tengo queja, estoy de acuerdo con vuestra decisión. Tan solo quería deciros que creo que habéis hecho lo correcto. - aclaró el soldado ante la respuesta que le había dado Matagatos y volvía a mantenerse en silencio hasta que les ordenasen marcharse. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: CATORCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

No esperaba comprensión por parte de Matagatos, en cualquier caso tampoco iba a discutir con él sobre ese asunto, si le creía o no era cosa suya, pero la advertencia estaba hecha y probablemente caería en el olvido como muchas otras, hasta que fuera demasiado tarde. Asintió con la cabeza y hizo un gesto marcial de respeto al superior antes de despedirse y retornar a su sitio junto a Desastre y Grito, los compañeros de su pelotón que habían acudido a la misión.