Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Ponzoña nos reunió e informó de la decisión tomada para los grupos de exploración. Parecía lógica. Y por supuesto a mí me convertían en mensajero, tendría que haber pensado en eso. Pero no podía usar a Orgullo, lo cuál era un problema. Su entrenamiento iba a durar hasta el final del verano, un mes más. Ponzoña podría haber preguntado, o tal vez eso era pedir demasiado. Tal vez debería haber especificado que Orgullo no estaba en el trato cuándo me ofrecí yo. No porque no quisiese, si no porque no podía. La fase de entrenamiento era intensiva y no podía utilizar a mi corcel durante ese tiempo, esos eran los términos del trato. Suspiré. Sicofante había sido precavido cuándo me vino a preguntar para entrenar a su montura, pero la mía ya estaba en pleno entrenamiento para cuándo la reunión de Hostigadores ocurrió.

Esperé a ver si alguien tenía alguna pregunta, pero parecía que todo estaba claro. Entonces me acerqué a Ponzoña, hablando en un tono de voz relativamente bajo mientras el resto de soldados se dispersaba o conversaba entre ellos.

- Ponzoña, hay un pequeño problema con mi asignación. Orgullo está en pleno entrenamiento para convertirse en una montura de guerra que pueda llevar a las batallas. El problema es que no se me permite usarlo durante su periodo de entrenamiento. Lleva ya un mes, esto durará hasta el final del verano. Tal vez debería haberlo específicado, pero asumí que lo sabrías. - llevaba un mes sin rondar a Orgullo en el campamento, teniendo en cuenta que antes iba a diario a asegurarme de su bienestar, había supuesto que cualquier persona observadora se hubiese fijado. -  Requeriría que se me prestase otra montura para esta misión.

Había monturas libres dentro de los hostigadoreS. El caballo de guerra del Triplete, y el caballo de Matagatos, aunque ese caballo mágico me producía escalofríos. No estaba seguro que nadie aparte de Matagatos lo pudiese montar, algo me decía que el Señor dolor se había asegurado de eso. O tal vez mi primo Lengua Negra me prestaba la suya. Si se quedaba en el campamento no la necesitaría.

AÑO: 201 DESDE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Asintió totalmente conforme, era un grupo muy bueno siempre que nadie le mencionase a Pipo la palabra mágica que empieza por F y termina por A. Sonrió con comodidad y se acomodó junto a sus compañeros de patrulla. Como había estado entrenando tenía todo se equipo de campaña a cuestas y aún se sentía fresco. Miraba los grupos formados con cierto interes y un deje de preocupación, la llanura despues de tanto conflicto habría de estar llena de espíritus ofendidos y traicioneros.

Se ajustó el portalanzas, afianzó su posición en el suelo apoyando firmemente su lanza a dos manos y mientras se acariciaba la cicatriz del pecho, les hizo un gesto a sus compañeros de que estaba listo.

Ponzoña Dijo en voz alta dejando ver que quería preguntar algo ¿Cuál es la fecha de partida para las patrullas?

A pesar de que estaba listo para partir en ese mismo momento, quería saber si tardarían unos días o semanas. No le agobiaba esperar, pero era mejor estar dispuesto para una partida que presumía poía llevar días o algunas semanas. El forrejeo siempre era una actividad que consumía mucho tiempo.

El Cazador de Cabezas escuchaba a Ponzoña expectante, deseoso de partir en busca del enemigo. Era consciente de que la Compañía no funcionaba como una tribu de la sabana y que no se lanzaba al ataque sin conocer bien el terreno que pisaba, pero Uro ansiaba volver a derramar sangre y las semanas de estancamiento en el campamento le estaban pasando factura. Él era el Guerrero de la Diosa, el Elegido, cubierto de tatuajes sagrados que le marcaban como la mano ejecutora del Mutilador y la Reina de los Engaños. Su destino era la muerte en la batalla y sus pasos debían guiarle hasta esa meta, siguiendo una senda salpicada de cabezas cercenadas. La gloria de la muerte.

-Para cazar y recolectar: Uro, León Anciano y Belleza; sois el primer equipo.

Los ojos de Uro se abrieron hasta casi salirse de las cuencas, mientras su rostro se crispaba en una máscara de furia despechada. Una mueca fiera que dejaba ver los dientes, apretados como los de un enorme felino a punto de saltar sobre su presa. Las enormes manazas se abrían y se cerraban, augurando el crujir de los huesos de la garganta de aquel que había suscitado su ira. ¿Cómo podía haberle relegado a recolectar y cazar? ¿Acaso Ponzoña le guardaba algún rencor? ¿Quizás por la vieja enemistad entre los Hiena y los Cazadores de Cabezas? ¿O aún le escocía la derrota ante Uro cuando eran apenas unos reclutas? ¿¡Por qué, Ponzoña!?

El salvaje guerrero se levantó lentamente de donde había estado acuclillado, sin apartar su mirada del eventual jefe de los Hostigadores. Sus ojos desprendían odio y prometían violencia. Se izó en toda su envergadura, levantando la barbilla solemne con las mandíbulas prietas y marcadas. Inspiró fuertemente, hinchando su tremendo pecho, para acabar lanzando un amargo esputo de desprecio a sus pies. Al darse la vuelta para abandonar la reunión, airado y traicionado, casi chocó con el viejo León Hambriento.

-Parece que trabajaremos juntos, Uro- dijo León Anciano en un susurro, con una sonrisa-. La Diosa nos protege a Belleza y a mí, enviándonos a su guerrero. Es una buena señal, la caza será fructífera.

No hubo respuesta por parte del Cazador de Cabezas, pero la expresión de cólera que se dibujó en su rostro hizo que el anciano casi trastabillara hacia atrás. La Muerte sonreía dichosa tras las verdes pupilas de Uro, regocijándose en los negros sentimientos que inundaban el alma del Guerrero de la Diosa. Alguien moriría pronto a manos de Uro; amigo o enemigo, eso quizás solo dependiera del azar...

Keropis asistió a la reunión, plantado tras la primera línea de oyentes. Su figura silente e inmóvil recordaba a un monolito descascarillado por el tiempo, última huella de una civilización perdida. Ni un sonido emergió de su máscara cuando fue nombrado. Ni un atisbo de reacción.

Pipo susurró su dicha al que sería su compañero de patrulla, arrancando al ermitaño de su sempiterna indiferencia. El yelmo que coronaba la polvorienta armadura rotó hacia el k'hlata, como el engranaje de una maquinaria obsoleta y anticuada. Unos brillantes ojos verdes se clavaron en el salvaje de pelo rojizo y apelmazado. Su mirada era fría como un cadáver en un callejón. Desapasionada y resignada.

Un ligero asentimiento, acompañado por el crujir metálico de la herrumbrosa armadura, y la cabeza de Keropis volvió a mirar al frente.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Segundo del Verano). Mes de la Cebra.

Día: 3.

Lugar: Campamento principal de la Compañía Negra

AL MEDIODÍA.

Escuché con atención la decisión de Ponzoña. Miré primero al rostro conocido de León Anciano. Anteriormente le había pedido ir con él y con Ojopocho a cazar, pero parecía que la decisión no radicaba en ellos, sino en el jefe de los Hostigadores. Miré primero a León Anciano, y después a Uro. 

Observé la complacencia de León Anciano. Su experiencia en este tipo de salidas le habían hecho ver que la compañía de Uro seria beneficiosa para ambos. Pero tampoco perdí ojo a Uro. Observé con tranquilidad como escupía a los pies de Ponzoña y se iba de manera brusca, sin pararse a escuchar las amables palabras del viejo León.

Mi rostro se mantuvo inexpresivo, me levanté y puse una mano sobre el hombro de León Anciano.

- El odio le domina, y aunque lucha contra él, es un enemigo al que no puede hacerle frente - le dije refiriéndome al guerrero que acababa de salir. Apreté su hombro en señal de amistad - La caza será fructífera sin duda, pero debemos otorgarle un puesto que considere digno, sino puede que nos convirtamos en caza nosotros... - terminé diciéndole a León Anciano

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Lo previsible- piensa Sicofante tras escuchar el papel que le tocaba realizar en aquella misión. Su principal baza era ser un buen jinete y tener una montura veloz, así que lo lógico era que su papel fuera de enlace. Lo mismo que Pelagatos, aunque este tuviera ahora el inconveniente de no tener su montura -al menos, provisionalmente-. La cuestión era como se tomaría Ponzoña esta información. Quizás Pelagatos debía haberse mostrado algo más precavido e informar de la ausencia de Orgullo en esos momentos, solo por si acaso. Al fin y al cabo, todo el mundo sabía que él también era un buen jinete y podía jugar un papel de enlace para los hostigadores. 

Ojopocho, Explorador y Niño Guerrero. Era con los tres con los quien debían coordinarse. Quizás después de esta reunión, podrían hablar con mas calma sobre como proceder. 

-No creo que haya problema a la hora de asignarte una montura en sustitución de la tuya. Hablaré con Analista sobre tal hecho.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Segundo del Verano). Mes de la Cebra.

Día: 3.

Lugar: Campamento principal de la Compañía Negra

AL MEDIODÍA.

Estaba junto al resto de sus compañeros escuchando atentamente las palabras de Ponzoña. Él se había presentado voluntario en cuanto se había enterado que estaban buscando voluntarios para organizar patrullas que sirvieran para diferentes situaciones en el exterior. Con mucha ilusión le había transmitido al Cabo Ridvan su intención de participar en dichas patrullas. Quería hacerse notar y sabía que aquello era una buena forma de ganar experiencia sobre el campo y renombre. Había estado trabajando muy duro en los últimos meses, con su entrenamiento, por eso deseaba salir fuera y demostrar que podía ser un activo a tener en cuenta para la Compañía Negra.

Escuchó su nombre junto al de Ojopocho y Escudo, conocía a ambos y les tenía en buena estima. Serían buenos compañeros para su tarea. La cuál era sin duda peligrosa y complicada, lo cuál le reconfortó, habían confiado en él una tarea seria, eso era que su nombre era asimilado al de una persona capaz y resuelta. Asintió tras dar un paso al frente al escuchar que Ponzoña acababa su intervención y tras eso esperó unos segundos por la zona por si alguno de sus compañeros quisiera comentar algo de interés general.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

A pesar de que me siento aún dolorida, me mantengo en pie estoicamente junto a Ponzoña y Lengua Negra para ir dejando constancia de las patrullas, grupos y destinos asignados. Observo también las distintas reacciones y casi no puedo ocultar una fruncimiento de labios en forma de sonrisa al escuchar a Pelagatos informando al responsable en privado de su inconveniente.

Miro con cierta animadversión a Tarado, cuya trampa me golpeó con fuerza en la parte baja de la espalda. De no haberla visto con el rabillo del ojo, tal vez me hubiera golpeado con furia en el vientre, parte mucho más blanda y expuesta. Aún así, cuando han terminado de hablar, camino junto unos y otros recordando que puedo crear fetiches y protecciones. Al fin y al cabo, su Pitonisa también debe ganar sus platas... y del botín ni pedí, ni quiero nada.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Segundo del Verano). Mes de la Cebra.

Día: 3.

Lugar: Campamento principal de la Compañía Negra

AL MEDIODÍA.

Astado, como cada día, iba al campo de entrenamiento cuando vio a algunos de sus compañeros de escuadra y muchos otros prepararse para salir. La sargento le había dicho que tenía algo preparado para él, pero ya habían pasado varias semanas y seguía sin recibir una palabra de ella o él cabo.

Ya se la había jugado al saltarse la cadena de mando y aunque seguía haciendo comida para sus compañeros, pensaba demasiado en las cosas como para dejarse llevar completamente en el entrenamiento.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Primero del Verano). Mes de la Cebra.

Día: --

Lugar: Entre el Taller de Carpintería y el de Curtiduría. 

Desde que noté que podía andar mis entretenimientos no se basaron en la lucha, ya que no estaba repuesta lo suficiente para hacer movimientos bruscos. Sino en visitar los talleres de los artesanos en concreto al carpintero y curtidor. Preferí dedicar las horas de la mañana a observar el trabajo del carpintero ya que los cazadores solían depositar parte de la caza por la tarde al curtidor. De esta manera me pasaba todo el día observando, al carpintero por la mañana y al curtidor por la tarde. Además de mis rezos matinales como bien me había enseñado Loor.

A medida que me iba sintiendo mejor me iba acercando más a ellos, los días pasaron y estaba ansiosa porque algunos de ellos me encomendara alguna tarea. También debo decir que me envalentoné para prestarle mis servicios, por si había que hacer algún recado que los distrajera del oficio, como también si necesitaban ayuda para sujetar una madera, y en el caso del curtidor atar las pieles o incluso desollarlas. Como no tenía el instrumental necesario esperaba que me lo proporcionasen en el caso de aceptar mi ayuda.

Aunque me iba encontrando mejor, descubrí en los talleres el arte de la manufactura, igual que los guerreros se entrenaban con sus técnicas para ser más eficaces. Ellos trabajaban duramente para hacer los productos cada vez mejor. Y debo decir que me entusiasmé. Hasta que el mes Octavo les pedí poder entrar a trabajar con ellos como aprendiz.

Saludaba a los cazadores que me cruzaba, entre ellos a León Anciano, que siempre sabía darme palabras de ánimo, y mostrar en su rostro el cariño que me tenía. Yo también cuando lo veía le sonreía, y hablaba con él de la caza, y de los territorios en los que había estado cazando, de esa forma no era todo silencio y observación.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Asentí a las palabras de Ponzoña, algo sorprendido de lo simple de su respuesta, y lo positiva que era. 

Me di la vuelta y dejé que el antiguo Hiena fuese a hacer...lo que fuera que hacía estos días sustituyendo a Matagatos. Suponía que un montón de reuniones a las que no me invitaba. Seguía sin tomarme en serio y sin confiar en mí. Pero tiempo al tiempo, tiempo al tiempo... Les demostraría a todos de qué era capaz.

Me di la vuelta y me acerqué al tagliano, Sicofante. Le palmeé el hombro al pasar a su lado.

- Parece que no nos vamos a librar el uno del otro. - le dije con cierto humor.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Pipo no sentía nada de la animadversión de la cultura Klatha hacia las mujeres sabias. Su pasado había muerto aun antes de unirse a la Compañía Negra, en las salas oscuras del Profanador de Mentes. Así que, sabiendo que Khadesa sabía hacer cosas astutas con los espíritus, anunció: ¡Khadesa! Tú sabes hacer cosas astutas con los espíritus, o eso dicen muchos. Pipo quiere que Khadesa diga a los espíritus que Pipo debe ser ligero como la brisa, invisible como una sombra, quiere que sus pies no dejen huella en el polvo y quiere que la caza acuda contenta a encontrar la punta de su lanza y... Bueno, esto era algo ya de sobras conocido por todo el campamento, ...una flauta que suene como todos los ruiseñores del mundo, para que las piedras se queden escuchando quietas, quietas, quietas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Ponzoña nos cita a todos para hablar acerca de las patrullas que nos había mencionado en la reunión anterior y para la cual fueron muchos quienes se ofrecieron, aun conociendo el riesgo que aquello entraña. Esa misma vez, yo me ofrecí pues creo en la necesidad de mantener el dominio conseguido a través de nuestras batallas pasadas. Perder el control del Llano de Galdan significaría que todos nuestros Hermanos muertos en estas tierras cayeron en vano. Eso no es algo que La Compañía permitiría si de nosotros depende.

Nuestro líder en este momento, ya que Matagatos está aún demasiado herido para comandarnos, nos da el destino y el tipo de misión al que cada uno acudirá. Escucho que soy destacado junto con Campaña al Fuerte Escoria para vigilar y mantener el control de esa zona de posibles espías y escaramuzas, siempre con la prudencia de quienes están en desventaja numérica.

"Hubiese preferido ir al peligro mismo de la Puerta de Galdan pero, tal como dice Ponzoña, no hay derecho a réplica alguna. Aceptaré mi papel con honor y lo cumpliré con entrega."

Hago una profunda reverencia al antiguo Hiena en señal de aprobación y busco a Campaña con la vista pues será mi compañero y debemos actuar como uno solo para así conseguir que nuestra misión sea un éxito y no un suicidio compartido. El gigante es un tipo muy fuerte y con grandes dotes para batalla pero sé que su fuerte nunca ha sido el sigilo y la astucia, por lo que supongo que yo deberé manejar ese aspecto. Ahí veremos como lo hacemos.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Octavo. Mes de la Cebra.

Día: de la reunión de los mandos.

NOCHE.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Una palmada en su espalda y se percató que era Pelagatos que se había acercado hasta su posición. 

Eso parece- le responde- y tu parece que te ha salido bien lo de la montura. Claro que tendrás que desenvolverte un poco con ella antes de empezar nuestro cometido. Solo por si acaso. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Campaña estaba muy contento porque Ponzoña anunciaría por fin quién iba a salir de patrulla. De modo que asumió con entusiasmo la tarea que se le había encomendado: patrullar la zona Este junto a Peregrino. Campaña sabía que Peregrino era un gran guerrero, y eso le hizo ganar confianza en que conseguirían llevar a cabo la misión sin ningún problema. Sin embargo, a lo que no llegaba la simplona mente de Campaña era a que se les presentaba un serio problema de comunicación. Peregrino procedía de un extraño y lejano lugar donde se hablaba otro idioma distinto al Oscuro o al K'hlata, y éste no dominiba aún ninguno de esos dos idiomas. Por otra parte, Campaña era un poco obtuso y sus dotes comunicativas tampoco eran las mejores. De modo que la cosa bien podía quedar en un intercambio lingüístico que podía resultar incluso divertido, o podía derivar en consecuencias catastróficas. El tiempo lo diría.

Saludó con la mano a su nuevo compañero, pensando como sería un día de patrulla junto a Peregrino.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Asiento a Ponzoña.

- Al sur. - pienso. Hacia la Fortaleza enemiga. Bueno, esto servirá para demostrar que soy un gran explorador capaz de moverme sin ser detectado.

Me gusta el grupo con el que me ha tocado trabajar. Sin duda Niño Guerrero y Escudo saben lo que se hacen.

Me acerco a ambos.

- No se me ocurren muchos mejores compañeros para esta misión que vosotros. - les digo. Debemos reunirnos para estudiar la forma de avanzar e informar. - añado. Para eso también debemos hablar con Sicofante y Pelagatos.

Sin duda alguna con el que menos me apetecía trabajar de los que componen el grupo es este último.

- Veamos que tal lleva el no tener ningún Oscuro cerca durante la misión. - pienso mirándolo "distraidamente".

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Escudo asiente a Ojopocho, si ambos van a ser su enlace con el campamento, deben trabajar como si realmente fuera un único grupo. Le gusta los dos compañeros que le han tocado y le gusta la misión encomendada.

- Hemos de prepararnos para una estancia de una semana más o menos y ver con los mensajeros dónde y cuándo les entregamos los informes o si convenimos una señal para que sepan que tenemos información importante.

AÑO: 201.

Estación: Verano.

Mes: Octavo. Mes de la Cebra.

Día: de la reunión de los mandos.

NOCHE.

Enarcó una ceja divertido. A Serpiente siempre le había gustado jugar a la provocación y no respetaba demasiado a quien caía rápidamente en ella. Para él simplemente era un juego, otra forma de demostrar su pretendida superioridad intelectual. Esgrima mental. Y tanto él como su primo, sabían que aquella era una provocación en regla. Un primer movimiento de florete al que había que responder.

-En ese caso te preguntaría si mi parecido es físico o si te refieres al carácter. En el primer caso, daría por supuesto que dado que es mi progenitor, cabe que exista ese parecido. En el segundo, te preguntaría a qué te refieres exactamente o en qué consiste ese parecido.