Partida Rol por web

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Miró a Derviche.

-Los hostigadores avanzarán hacia una de las torres. Inmediatamente después, iremos nosotros a la otra. Una vez posada la escala, deberán ascender los más fuertes y hábiles pues necesariamente van a tener que abrir camino a los que vengan por detrás. Su fracaso será el fracaso de los restantes. Los que dispongan de arcos, deberán mantenerse en último lugar y disparar sus flechas ofreciendo cobertura a los que ascienden. Si lo que pides son nombres, no puedo darlos de forma fehaciente, Derviche, ya que no sé cuántos sobreviviremos al avance hasta los muros. Pese a ello, mi apuesta para la vanguardia en la escalada sois tú, Odio, Loor y yo mismo. Seguiría el resto. Plumilla será la última, pues su don para la curación será la diferencia entre la vida y la muerte para los nuestros -miró fijamente a su sanadora. Sabía que la condenaba a no entrar en batalla directamente-. Keropis, tu pesada armadura, ¿te permitirá el ascenso?

Miró a Chamán Rojo.

-La escala es pesada. Muy pesada. Dudo que además podamos cargar con el peso de algunos nuestros guerreros sobre ella. Y ante una caída por faltar la fuerza necesaria, facilitaríamos el trabajo a nuestro enemigo. Pero todo se verá.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Por fin Astado podía salir de la tienda de los heridos e incorporarse a su nuevo destino tras haber perdido a sus compañeros exploradores. Antes de ir a la Tienda de Grog, su nuevo Cabo les llama para indicarles el plan de acción.

¡ Así que regresará de nuevo al Llano de Galdan !

Conoce a sus nuevos compañeros, pero aún no se ha integrado en el grupo. Tras oír las palabras del Cabo Lengua Negra permanece en silencio. Está recién recuperado por lo que no es de los más fuertes del pelotón, ayudará con las escalas pero no puede responsabilizarse de cargar como el resto.

De hecho, no quiere ser un estorbo y espera hacer un trabajo digno en el ataque. Ante una pregunta de su nuevo cabo se abre una esperanza de que su ayuda sea algo más que empuñar un bastón.

- Yo se algo de inutilizar mecanismos. Si sabes como funcionan es fácil pararlos o romperlos.

Son sus primeras palabras en la nueva escuadra. En el fondo se siente bien de empezar con buen pie.

Luchará con sus nuevos compañeros o morirá donde cayeron los antiguos.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Keropis escuchó el resumen del plan de ataque, estoico y silencioso como un roble centenario. Bajo las órdenes de otros comandantes, había trazado y llevado a cabo planes mejores, pero no se podía negar que en las circunstancias actuales y con las fuerzas de que se disponía, la estrategia de los mandos de la Duodécima quizás fuera la más adecuada. Sin embargo, algo parecía reconcomer al eremita. Un asalto frontal como ese solo podía tener éxito si los atacantes contaban con un gran número de efectivos, el suficiente como para impactar contra los gruesos muros de la fortaleza enemiga como una marea imparable... ¿Bastaría con el grueso de la Compañía Negra y los ejércitos de los otros dos fuertes?

Las palabras de Lengua Negra arrancaron al ermitaño de sus pensamientos. El oscuro le había lanzado una pregunta y había continuado hablando.

— Hay carrrgasss másss pesssadasss, cabo... —respondió el Guardián de los Muertos— Mi arrrmadurrra no esss una de ellasss...

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Tarado escuchó la explicación del plan y reviró los ojos. Hizo un disimulado gesto de exasperación, pasándose la mano por la frente y el rostro. «Vamos a morir.» fue su primer pensamiento. Sin embargo, de nada servía hablarle a Lengua Negra, pues él terminaba haciendo lo que le salía de los cojones. De hecho, si quería ser la "vanguardia" de la escalada, bienvenido sea... No imaginaba qué tanta estima propia podría tenerse el Cabo, pero a Tarado le convenía dicha percepción propia para no ir el primero a la batalla. Probablemente muriese igual, sólo que al menos, no moriría antes que ese tiránico Oscuro.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Las palabras de Lengua Negra fueron escuchadas y analizadas al momento por Piojillo. Cuando le miró, recordándole que no podría contar con Marengo para la batalla, asintió ante él. Tenían razón sus palabras, ante aquel ataque, Marengo solo haría estorbar. Aunque su habilidad de lucha estaba enfocada en su conocimiento de la monta a caballo, tendría que prescindir de ello. Era una gran desventaja en la lucha, al menos para él, que incluso pidió su dádiva pensando en usarla en combate a caballo. Por otro lado, pensaba, solo tendría que cargar con una lanza corta y su escudo, además de su rudimentaria armadura, ajustada por él mismo.

Entonces, el k´hlata oyó el ofrecimiento de su líder y dió un paso al frente, viendo que la mayoría tenían mejores opciones que él mismo.

- Lengua Negra, como sabeís la mayoría, mi armadura de cuero duro la apañé yo mismo a duras penas. Si nadie necesita de esa armadura que ofreces, yo mismo estaría dispuesto a usarla. - Tras sus palabras, el campamentero agachó la cabeza, esperando que si nadie la solicitaba, podría vestirla el mismo. De querer portarla alguién más, el campamentero la cedería.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

-Concedida -dijo al tiempo que volviéndose tomaba de un tocón un envoltorio de tela dentro del cual se hallaba la armadura.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Asesina oyó los planes que salieron de la boca de Lengua Negra. Debíamos ejecutarlos con precisión para triunfar en lo que se avecinaba en el terreno de Galdan. Una vez Lengua Negra terminó de darnos la información necesaria, alce la voz para comunicar mis intenciones:

"-Puedo ayudar tanto en el traslado de la pesada escalera como en el momento de ascender por ella, creo que podría ser más útil en esto último, puesto que, no consideraré llevar un escudo conmigo, quiero ir lo más ligera posible"

Esperaba que todo saliera bien, quizá no volvería a empuñar un arma, utilizar una herramienta o rasurarse la cabeza como siempre lo hacía, pero Asesina sabía que todo sucedería por un fin mas importante.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28

Iba a decir sobre la armadura sólo si nadie más decía: total, a él las armaduras no le hacían demasiado gracia, y al menos a aquellas grebas negras como el tizón les había cogido el gusto ya. No se traficaba con objetos a la víspera de la batalla: sería una traición a sus hermanos y una declaración de intenciones de que quería que le cortaran primero las manos, luego los pies, luego la lengua y finalmente ser vareado hasta la muerte. Poca gana tenía de eso.

-Lombriz no tiene problema, ninguna de las cosas. Brazo fuerte, buen escudo, rápido para tener las armas a la mano. Técnica. Lo que su Cabo mande y disponga.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

- Si es posible conseguir esos arpeos, los conseguiré. Por supuesto, para mi será un honor encabezar junto a los compañeros que designéis el avance- dice tras un momento Loor, asintiendo a las órdenes del cabo, seria, para luego mirar a toda la escuadra- Rezaré por todos. Recordad; estaremos en la batalla. Será caótico, confuso, terrible. No es de esperar ni siquiera en el mejor de los casos que sobrevivamos todos. Pero es seguro que si actuamos de forma descoordinada, individual, si cada uno sigue el rumbo de sus propias apetencias sin pensar en el grupo... es seguro que no sobreviviremos. Somos una escuadra. Somos los campamenteros. Somos la Compañía Negra. Somos hermanos - Loor golpea con su vara en el suelo- Si alguno tiene rabia, odio, celos, deseos de venganza, contra cualquiera de sus hermanos, cuando empiece la batalla, que deje esos sentimientos junto al fuego de este campamento, y si quiera, al volver, los recoja. En la batalla, todo odio, toda rabia, todo resentimiento, debe ser contra nuestros enemigos. Contra aquellos que violaron a nuestras hermanas. Contra aquellos que asesinaron y torturaron a nuestros hermanos. Vamos a ganar y a matar.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (FINAL DEL INVIERNO).

DÍA: 28.

AL ALBA.

Ellos mataron a nuestros hermanos, ellos morirán por ello. Mi mente vaga en el recuerdo de Belleza. Miro al cabo, el plan es suicida. Pero es las órdenes, y las cumpliré, o moriré en la batalla. Miro a Loor. Desearía que no fuera ella en cabeza, si ella cayera y yo no... no quiero ni pensarlo. Observo a mis compañeros, mis hermanos.

Pagarán todo lo que nos han hecho, con dolor, con sufrimiento.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

Astado no veía a ningún no-muerto cerca por lo que arrimó el hombro y continúo empujando la escala mientras seguía atento a cualquier orden que viniera del cabo o cualquier no-muerto que se acercase demasiado.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

- Son lentos, son lentos, son lentos.- Repetía una y otra vez Sabandija mientras empujaba el armatoste algo más aliviado por ver que los cadáveres eran torpes y cada vez tomaban más distancia frente a ellos.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

- ¡Auuuupmpf!- El guerrero chamán ponía todo su empeño en salir de allí aunque la meta era una inquebrantable muralla. Eso ya lo pensaría después.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

Keropis contemplaba iracundo el avance de los cadáveres. Sus ojos llameantes parecían refulgir con un brillo esmeralda de odio y rencor. Les estaban rodeando, pero su cabo mantenía al grueso del pelotón tirando del carromato como si no existiera amenaza alguna. El grito de Loor, la segunda de los Campamenteros, pareció encender al eremita, que salió despedido a la carrera como si de un elefante metálico se tratara. Con una velocidad impropia de un soldado cubierto de pies a cabeza con una armadura de placas, el ermitaño se lanzó imparable contra uno de los muertos vivientes, el que se encontraba más cerca de Piojillo, clavando profundamente su extraña espada curvada en el agostado cuerpo.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

Nuestros compañeros parecen controlar perfectamente el tema de los muertos, aunque ese ser que tengo que le falta media cara (Caminante 402) me pone nerviosa. Me mantengo en mi puesto, tirando del carro, pero no puedo dejar de mirarle, temiendo que en cualquier momento se acerque y llegue junto a mi. Me da bastante repelús.

Maldita magia, maldito serpiente, maldito señor del dolor. Diosa, llevátelos a todos, mételos en tu infierno, hazles pagar por esta traición.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

-Asesina, deshazte de ese trozo de carne que se nos acerca -dijo indicando con la mano al que se aproximaba a Chamán Rojo y León Anciano (carcomido 401), al tiempo que él atacaba al más próximo a su posición (caminante 403).

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

Podía verlos claramente, aquellas atrocidades que se acercaban lenta pero de una forma segura hacia nosotros, si no se detenían nos alcanzarían y poca era la seguridad de cumplir el cometido del Pelotón.

Escucho la voz de Lengua Negra y observo la dirección que indica su mano, se acercaba un ser putrefacto hacia nosotros, debía detenerlo antes que pudiera asestar un golpe a uno de mis compañeros, fui hasta allá esperando que no tomara demasiado tiempo. Quería ser certera e implacable, muchos mas vendrían.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10.

En mitad de todo Reyezuelo comenzó a recordar.

El día de la batalla había llegado. Hacía tiempo que lo esperaba, aunque la misión se le antojaba un tanto complicada. Pero cuando escucho el plan por su mente la cosa llego a descabellada.

No iba a decir nada, no sería él quien pareciera débil o cobarde. Además si había alguna mínima posibilidad de conseguirlo, sin ninguna duda el lo haría.

Empujar el carro había sido como mandarle a un león que se cortara la melena. Su mirada había sido una mezcla de incredulidad y de resignación ante aquella indigna tarea.

Después cuando el ritual se llevó a cabo y la locura se desató. Por unos momentos por su cabeza pasó todo lo que le habían contado sobre lo sucedido a su tribu, aunque nada tenía que ver con esto. Como si con la muerte no había sido suficiente, ahora aquellos condenados debían enfrentarse a esto. Una profanación estaba más allá de cualquier insulto a los dioses Castores, era algo que iba mucho mas lejos. Pero por encima de todo ello lo que verdaderamente le comía las entrañas era la traición de Cho'n Delor.

Tanto que cuando Loor le ordenó que empujara teniendo un muerto atrás. Estuvo apunto de decirle que si aquella cosa le ponía un solo dedo encima lo que empujaría sería su lanza en el fondo del cráneo del muerto.

El combate estaba teniendo lugar y el tenía que conformarse con empujar del carro. Estaba claro que aquella iba a ser toda su tarea por el momento.

Vio como Tarado golpeó al muerto que estuvo apunto de atacarlo a su espalda y después al resto como cargaban contra los demás cadáveres. Aquellos estaban jugándosela por ellos. 

Su orgullo le llevó a pensar que no podía dejar aquello así. Así pues redobló sus fuerzas y empujó una vez más con todas sus fuerzas. Llegaría a las murallas, las tomaría y después devolvería cada gesto de cada uno de ellos. Quizás no lo dijera o no lo admitiera, pero un poco en el fondo empezaba a asumir que aquellos eran sus hermanos. 

Siguió empujando una vez más, Galdan esperaba.

GRUPO DE BATALLA II:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 02 DE 10

El fin de los tiempos llega cuando Derviche hace sentido, supones.

Se habían adelantado a la orden de Loor, puesto que Lengua Negra les había respondido antes que ella. Tampoco sabía donde estaba la mujer de la diosa, pero a ver si sus bendiciones les echaban u na mano ahora: estaba dispuesto a lo que fuera en aquel momento en que la cabeza de la Compañía, PROFANANDO SUS SAGRADOS DEBERES COMO ANALISTA, les había vendido a las más oscuras brujerías. ¿Nadie sabía nada? ¿Nadie sabía nada? ¡Sólo él, claro!

¡Y si él salía vivo de allí por los cuarenta y siete dioses de la piedra blanca que no duraría mucho!

-No dejar que se acerquen. No dejar que se acerquen -dijo en voz alta, más para sí mismo- Lombriz puede hacer esto.

...

Lombriz, descubrió, no podía hacer esto.

El tiro había sido perfecto, teniendo en cuenta incluso que si le hubiera atravesado el estómago en vez de matarlo quizá sólo hubiera seguido viniendo, y le atravesó un muslo de parte a parte. Su sonrisa con el tiro se le apagó cuando vio que apenas lo ralentizaba: ¡debería de estar sin poder moverse apenas, no continuando! Se movía menos, pero... seguía moviéndose.

-...Lombriz informa -dijo, mirando aquello- No probéis derribarlos con las piernas. No parece funcione. Debería, pero, no.

Aun así, sacó otra lanza confiando en como siempre, poder recuperarla tras el ataque... aunque posiblemente vomitara un poco más cuando nadie mirara, al hacerlo.

GRUPO DE BATALLA I:

FASE DE BATALLA 4: ASALTO 03 DE 10:

Un vistazo le bastó para darse cuenta que algunos muertos habían avanzado lo suficiente como para poner en riesgo las escalas y a sus porteadores. Tras avanazar y situarse junto a Asesina, descargó su furia contra su primer enemigo (caminante 403).

-¡Dejad la escala y tomad vuestras armas!¡Mantened la posición y defendedla!