Partida Rol por web

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

Escucho las palabras del Hiena y asiento, pero por no llevarle la contraria, al igual que me pasó tras el accidente con Guepardo. Al menos Ponzoña no me pide que sea yo quien le cure. Pero está claro que no estoy de acuerdo. Corro a buscar a Matagatos, el cual examina la herida, y no son buenas noticias.

A medida que el cabo habla, yo agacho más y más la cabeza, y para cuando termina de diagnosticar no soy capaz de mirar a ninguno de los dos a los ojos, al menos hasta que Ponzoña expresa su opinión al respecto.

- ¡¡¡No digas eso!!! Aún con esa herida eres útil, mucho más que yo. Podrás ir a batalla. Tan sólo deberás armarte mejor. Tengo dinero, puedo dártelo para que compres una buena protección.

Y tras callar, miro a Matagatos con la esperanza de que me dé la razón.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA:SEXTO DE MES. Justo antes de la comida.

Desastre se dejó hacer sin perder contacto piel con piel con sus leones. Cuando el Cabo matagatos le pidió un informe se quedó un momento en silencio pensando en como empezar. - Estábamos cazando... Lemur nos dejó. - dijo el infante. 

- La cosa iba bien hasta que pasó, un montón de flechas salieron de la nada. Brenda, Kano, un cabo y media decena de arqueras salieron de la maleza. Se pensaron que con eso valdría y el cabo se acercó a rematarme. Me revolví, no iba a dejar que me matasen así. Luchamos, el cabo cayó así como tres de las arqueras. Mis fuerzas fallaron pero vi como Brenda, Kano y los soldados restantes huían para salvar su vida mientras Tsaro y Msoro salían tras ellos. - narró de la forma más seguida que pudo. Tuvo que hacer algunos parones a tomar aire y alguno para aclarar su mente y poder seguir narrando. 

- No recuerdo más, me trajeron ellos ¿No? - preguntó el infante casi de manera retórica. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA:SEXTO DE MES. Justo antes de la comida.

El cabo asintió ante las explicaciones de Desastre, con gesto serio. Parecía que todos los puñeteros héroes del Triplete estaban rondando por allí, intentándose cobrar miembros de la Duodécima. Se giró para mirar a Matador, que estaba por allí, y darle una orden.

-Matador, ve a informar de que Desastre ha despertado y de lo que ha contado. En cuanto a ti, Desastre, nada más por ahora. Descansa, te lo has ganado. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA:SEXTO DE MES. Justo antes de la comida.

Si  Cabo. - dijo el soldado cerrando un momento los ojos. - ¿Se recuperaron los cuerpos? Si es así tengo un asunto pendiente que hacer. - dijo el soldado mirando a Matagatos antes de que se fuese. Su voz era de determinación aunque sabía que el Cabo iba a recomendarle descanso así que cambió de tema rápidamente. 

- ¿Que tal están las heridas de Tsaro y Msoro? Recuerdo que esos cabrones nos dispararon decenas de flechas. ¿Alguna herida grave? - preguntó mientras miraba a sus "cachorros". 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

-Éso es una tontería. Podrás volver a batallar, simplemente la pierna te dará problemas y rendirás menos. Aunque si tanto te preocupa, puede haber una solución. Aunque dolerá horrores, tardará en ser efectiva, y algún fallo por mi parte podría hacer que empeoraras o matarte. Puedo operar la pierna, y tratar de dejar todo en su lugar de nuevo. Si lo consigo, y cura bien, tras unas cuantas semanas volverás a hacer uso de ella con normalidad-explicó Matagatos. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA:SEXTO DE MES. Justo antes de la comida.

-La respuesta a ambas preguntas es la misma, no lo sé. En el caso de tus leones, no soy veterinario. Es mejor que curen solos, a su ritmo. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: HIENA (SEGUNDO DEL INVIERNO).

DÍA:SEXTO DE MES. Justo antes de la comida.

Matador asiente ante la orden de Matagatos de ir a informar. Se despide acariciando a los leones.

Veis como Matagatos curaria a Desastre.

Justo cuando va a salir de la tienda, escucha a Desastre y añade.

Tus leones traian varias flechas clavadas, pero no parecian importarles mucho. Son realmente duros. Y no hay quien les separase de tu lado.

Dicho esto abandona la tienda para informar a los mandos de las palabras de Desastre sobre lo ocurrido.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

La reacción de Dedos, la angustia en su voz revolvió la serpiente que comenzaba a anidar en el pecho del Hiena, alejándola, al menos un instante. Las palabras de Matagatos, por otra parte, abrían un camino a la esperanza. Un camino que podía acabar en un abismo o en una mejoría.

-Hermana -dijo tomando una de sus manos-, tu valor y tu empeño, además de tu coraje... -las mandíbulas se cerraron, haciendo rechinar los dientes ante una oleada de dolor- no tienen igual. Eres fuerte, más de lo que crees. Y acepto tu ayuda. No de dinero. La tuya, como Hermana que eres, como guerrera. Me ayudarás a recuperar mi fuerza cuando sane.

La mirada osciló entonces hacia Matagatos.

-Eres mi Cabo, Mataleones, -la vieja broma le ayudaba a soslayar la angustia que amenazaba con devorarle. Su futuro como guerrero, como esposo de la Quinta, como padre pendían de un hilo - mi hermano, mi amigo. Confío en ti más que en mí mismo -el viejo Hiena, el asesino de fría mente, despertaba para medirlo todo desde la frialdad, dejando a un lado sus emociones y sentimientos, valorando el futuro que deseaba para sí mismo. Tullido por tiempo indefinido o completo-. Soportaré el dolor, morderé mi lengua para no gritar, mataré mi frustración. Sana mi pierna y hazme guerrero de nuevo. Pero antes de hacerlo, si es posible, quiero hablar con Khadesa.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

Las palabras de Ponzoña me halagan, pero no me tranquilizan, tan sólo sigo asintiendo a todo lo que pide. Y al ver a la Quinta entrar en la tienda me pongo aún más nerviosa. Tengo el estómago revuelto, y los oídos me zumban. Me tomo la petición del Hiena de hablar a solas con su compañera como un permiso para salir de allí como alma que lleva el diablo, con miedo de vomitar en cualquier rincón.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

El rumor se ha extendido como la pólvora por el campamento. Mi mente ha borrado quién me ha transmitido la noticia concentrada en un solo punto: Ponzoña. Aparco cualquier otro sentimiento o razonamiento. Nada de histeria, sólo serenidad para no preocuparlo. No preocuparme hasta ver el verdadero alcance de la herida. Parada en la puerta, escucho la conversación.

Palabra a palabra, noto como una fría capa de hielo comienza a recubrir mi corazón. Pero por él compongo una sonrisa y avanzo dentro de la tienda anulando de mi atención a cualquiera que esté dentro; anulando a quien sale corriendo como un conejo asustado ante la magnitud de sus hechos; anulando cualquier palabra que no sea las que vamos a intercambiar.

Sin un asomo de lágrimas en los ojos y sólo centrada en él, me aproximo y recuesto mi cabeza en su pecho. Sólo me tengo a mí misma para apelar a su voluntad de mejorar. 

- Buenos días, amor mío. Aquí estaré, a tu lado. Te recuperarás, como hiciste de las heridas de la batalla. 

Mi corazón aletea como un colibrí en una jaula. La vista de su herida ha abierto una en mi alma que no será difícil de curar. Pero contengo la ira y la bilis. Lo retengo, pues no le hará bien. No soy ninguna cría asustada, sino su mujer y como tal he de mostrarme. Y, a pesar de todo, mi mano tiembla aún posada en su piel. Un escalofrío me recorre al contener un sollozo, sordo, que amenaza con rasgar mis pulmones. Peor me muerdo el labio y aprieto la mandíbula, obstinada, firme en mi propósito.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CABEZA CORTADA (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 18, al atardecer

Entro en la tienda de los heridos, con sólo una idea en mente. Mi aspecto, tranquilo y sereno, queda claramente desmontado cuando se me mira a los ojos, hinchados y rojo, que delatan que no hace mucho he estado llorando. Nada más entrar, lo primero que hago es acercarme al Matagatos.

Cabo digo, cuadrándome, quisiera su permiso para hablar un momento con Cielo, a solas, si no ocasiona ninguna molestia a los actuales heridos.

En caso que el cabo diga que sí, me dirigiré a donde está Cielo, para hablar con él en voz baja, sin que nadie más lo escuche, y siempre atenta a que no haya nadie cerca.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

Matagatos sonrió levemente ante la mención al nombre de Mataleones, y asintió ante su petición. Es lo mismo que él iba a sugerir si aceptaba. Y la aparición de Khadesa le ahorró tener que mandar alguien a buscarla... Aunque la animadversión que pareció haber en su hermanastra, y el modo en que Dedos salió corriendo de allí volvió a borrar la sonrisa de su cara.

-Voy a buscar a Plumilla para que me ayude, y a preparar todo. Tenéis cinco minutos. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CABEZA CORTADA (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 18, al atardecer

Matagatos asintió ante la petición de Niña de Oro, alejándose un poco para darles algo de privacidad. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

La vio llegar. Una diosa de marfil caminando altiva, inmune a la enfermedad, la sangre y el hedor que caracterizaba a la tienda de heridos, una diosa que se recostó en su pecho y cuyo aliento erizó su piel. Su hembra, su leona, su diosa. Recogió una guedeja de cabello y la pasó tras la oreja de su amada. Abrió la boca y habló. Con ella y solo para ella.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

-Un accidente estúpido, como el león que ataca al puerco espín y lleva sus espinas en las fauces -dijo en un susurro-. Tu hermano ha dicho que es grave. No deseo engañarte. Soy un guerrero y no entiendo la vida siendo un tullido como tampoco la entiendo sin ti. Pero Matagatos ha dicho que puede sanarme. No será fácil. Y voy a necesitarte más de lo que nunca había creído posible -sintió la rigidez de su cuerpo, el escalofrío, la tensión contenida para no llorar-. Pero lucharé. No permitiré que nadie, dios o humano, me arranque de tu lado. Y si me llevan a las sombras, pelearé y escupiré ante sus cadáveres mientras mi maza chorrea sangre para regresar junto a ti. Te lo juro, hembra mía. Mi leona. Mi amor.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

Cuando acabó de hablar, elevó el rostro de Khadesa y depositó un suave y ardiente beso en sus labios. Hizo un gesto a Matagatos. Estaba listo. En paz con los hombres y los dioses.

Mientras no le condujeran a la muerte.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).

DÍA: 6.

Ponzoña llegó con Caracabra que se abrazaba el costado. Matagatos y Plumilla atendían a algunos heridos y se dirigió a ellos.

-Hemos entrenado pero me temo que ha sufrido alguna herida interna. Una costilla quizá.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: JAGUAR (PRIMERO DEL INVIERNO).

DÍA: 24, al alba

Matagatos desalojó la tienda, echando a todo aquel que no estuviera herido, permitiendo solo que Plumilla se quedara con él. La operación para arreglar la pierna de Ponzoña iba a empezar en breves momentos, y con suerte saldría bien. Si algo fallaba... Lo lamentarían amargamente. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).

DÍA: 6.

-De acuerdo. Que se tumbe ahí-indicó Matagatos, moviéndose para atender al herido.