Partida Rol por web

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

-Si ya es molesto trabajar para monstruos, tener uno en nuestras filas no me llena precisamente de gozo, Khadesa-replicó Capitán, ceñudo-pero, para las circunstancias actuales, creo que lo que pueda saber se nos queda corto. 

Por supuesto, no dudó en sacar el anillo de la bolsita en que lo había depositado al recibirlo, dejándolo en la mesa para que pudiera ser examinado. 

-En cuanto al tema principal, a mi tampoco me hace la más mínima gracia. Por eso me pregunto si no podremos sortearlo. ¿Sería posible hacer creer a todo el pueblo que la muchacha está siendo torturada?

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Dejé caer el brazo que había extendido para coger el anillo que finalmente Matagatos había decidido dejar sobre la mesa y, con parsimonia, me acerqué a la misma dispuesto a inspeccionarlo.

- Todo es posible, primo. Todo. Pero no es lo mismo engañar a quien no quiere ver y piensa lo peor que a quien quiere ver y desea lo peor. Uno aparta la mirada y completa con su imaginación lo que no percibe, mientras que el otro concentra su atención buscando que aquello que observa cumpla las expectativas de lo que realmente anhela. El primero ambiciona ser engañado, el segundo... El segundo, no. Cualquier incongruencia le convencerá de que lo que ansía no es cierto y pedirá que lo sea. Ahora, si el segundo no está, si su presencia es requerida en otro sitio, tendrá que convencerse de que aquello que le apetece ver cumplido lo ha sido cuando lo único de lo que dispone es de los testimonios de los primeros. - Entonces acaricié a la víbora sobre mis hombros y sonreí. - A no ser que lo que quieras sortear es el quién realizará aquello que tú mismo no deseas.

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Barril se entretuvo mirando el mapa un rato más mientras memorizaba sus vericuetos. No sabía si estaba a escala, pero dada cuenta de lo que tardaron en llegar a Carnonegro desde Verdín, se pudo hacer una idea de la extensión de terreno que rodeaba Ridwan, si bien no de todos los accidentes que marcaba el mapa, de los cuales no pocos estaban si nombrar.

— No sé si estoy entendiendo bien, ¿hemos recibido el primer encargo de nuestro patrón y ya estamos pensando en incumplir la tarea o tratarle con engaños? No sé, esto me sorprende un tanto, la verdad.

Entramos, cogemos a la chica, la traemos al campamento, dejamos que pase algo de tiempo y que la cosa se caliente, y luego ya veremos. Puedes contar conmigo para hacer lo que haga falta, Capitán. —

Si el primer día de contrato como quien dice, iban a empezar a sortear sus obligaciones, este iba a ser un duro camino.

— Con respecto a las sospechas de Serpejo, os diré que hace como un par de meses desapareció un carro tributario, y parece ser que una estatua del Señor de la Medianoche fue destruida en los campos al Sur de aquí. También está el asunto del difunto herrero de Carnonegro, aparentemente condenado a muerte por colaborar con rebeldes, o algo así. Analista domina mejor estas cosas. Suma a eso el cuento de las cabras humanoides, las brujas, los Harapientos, y alguna cosa más y tendrás el porqué de la presencia e investigación de Serpejo aquí.

No digo que esto me guste, pero este es el jodido carro al que nos hemos subido, y de nosotros depende el no patinar para caernos de cabeza al suelo. —

Barril miró a Serpiente para luego chasquear la lengua. La manía que tenía el jodido mago de decir cosas sencillas de manera enrevesada hacía que le dieran ganas de quitarse el casco, era como si le creciera la cabeza dentro y le apretara el cerebro. También le daban ganas de abrirle el cráneo a golpes con la pieza de metal, pero Barril se contenía bastante bien. Al menos por ahora.

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AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Cabo Barril, las dudas con la misión no son por la misión en sí, sino por las consecuencias que nos podría traer. El Inquisidor ha puesto sobre la mesa una intuición, nada más que eso. Aunque actúe de buena fe, y no sea el malvado trocapieles que yo sigo pensando que es, puede estar equivocado. Si el resultado es que las cosas se complican para el Inquisidor, incluso nos podría usar de cabeza de burro y dejarnos vendidos ante la población.

Se inclinó hacia Serpiente mientras el Oscuro estaba examinando el anillo.

Es buena señal que no brille con fulgor rojo, ¿no? Significa que el anillo no está maldito. Nadie hace maldiciones que puedan dar solera y presencia a sus enemigos-le susurró a Serpiente, antes de volver a la conversación principal.

En fin, yo sigo apostando por la posibilidad de reclutarla, es una cláusula de nuestro contrato. Si hay que torturarla, yo me ofrezco a hacerlo. No soy muy fuerte, por eso podéis considerarlo un acto de piedad con una débil mujer-acorde con la misoginia del chamán-. Y si luego el Inquisidor nos vende y nos exige explicaciones, podéis solucionarlo degradándome a soldado raso, sin el título de segundo mago. Será mejor que ver a otro soldado volviendo a recluta, sin que él sepa qué decisiones se han tomado en la tienda de mandos a sus espaldas y que no entienda lo que ocurre.

Mientras podemos reunir información, buscar pruebas de que esos actos no lo cometieron los del torreón, si es que de verdad no lo hicieron. Me suena extraño que rompieran una estatua del dios que les protege de las sombras, cuando saben que eso los deja vulnerables a los espíritus. Y si reunimos pruebas, se las llevamos al Inquisidor para que cambie de opinión. Yo apostaría a que fue cosa de esos sucios varisios-dijo, sin haber visto un varisio en su vida, solo para dar énfasis a sus palabras.

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MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

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-Técnicamente, el inquisidor quiere resultados, Barril. Si logramos hacer esto de la forma más limpia posible, será lo mejor para todos... Pero, como poco, está claro que esa chica va a tener que venir aquí con nosotros. Preferiría que nos ahorráramos la parte del tormento, por eso pregunto por modos de exagerarlo ante la población y que los posibles rebeldes se exalten. Si no hay realmente un modo factible de hacerlo...-continuó, pues la sugerencia de Serpiente implicaba un Serpejo distraído con el que no creía que pudieran contar-mucho me temo que habrá que hacerlo por las malas. 

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DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

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Deberían traer a esa chica al Campamento, y hablar con ella antes de decidir nada. Si Serpejo había pedido un "Interrogatorio" público con tortura, debía ser porque pensaba que la chica tenía algo más que una deformidad. Debía saber, o estar relacionada de algún modo con los rebeldes. Y eso no podían dejarlo a un lado, era algo que podían aprovechar.

Khadesa desde luego no quería torturarla. No creía que fueran a conseguir de ese modo más que actuar como otros a los que aborrecían. Y la pitonisa, además, seguía pensando que de algún modo quizá los rebeldes eran parte de esos seguidores de la diosa que estaba contra Zon-Kuthon. No iba a insistir, su papel era mínimo en aquella reunión, y sólo un aliento después de mucho tiempo de ausencia. Pero si debían conseguir aliados, además de empleadores, deberían buscarlos entre los enemigos del dios que les había intentado aniquilar.

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AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Sentí el frío tacto de la víbora mientras esta se deslizaba por mi brazo para poder situarse delante de mí. Desde allí, con sus ojos ambarinos, me observó con interés, aunque pude apreciar en su disposición algo parecido a la preocupación. Instantes antes, por apenas una décima de segundo, me había visto obligado a apoyarme sobre la mesa sobre la que descansaba el anillo que estaba inspeccionando.

- Sí, es inocuo - respondí al chamán dejando entrever en mi tono algo parecido a la decepción. - Viniendo del Inquisidor esperaba algo más de iniquidad. Una lástima - añadí sonriendo. - Tan solo sirve para lo que se supone que sirve. Aunque como todo tiene un poder corruptor.

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DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

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El anillo no estaba maldito. Eso, para variar, eran buenas noticias: un emblema de poder sin mayor carga o contrapartida incluidas, y algo relativamente inocuo en esta tierra que les estaba arrojando tantas "maravillas". Tras asentir como agradecimiento, recogió el anillo y se lo volvió a guardar. No había necesidad de llevarlo ahora mismo, después de todo.

-Bien... Llegamos, hacemos uso de la autoridad del inquisidor vía este anillo y nos traemos a la chica aquí, ¿y entonces? Podemos retenerla aquí todo lo que queramos, pero eso no nos garantiza una respuesta del pueblo.

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Las ideas de Rastrojo caían una y otra vez en saco roto, pero no por ello se iba a dar por vencido. Era chamán, paradigma de sabiduría, y lo iba a hacer notar aunque tuviera que diluir la genialidad entre una sarta inagotable de estupideces.

Organizaremos un torneo de tiro con arco, en el interior del campamento. Diremos que es una prueba para reclutar a nuevos soldados. Los que quieran liberar a la fea se apuntarán para infiltrarse e intentar liberarla.

O mejor, sustituiremos la diana por la chica, y pondremos una manzana en la cabeza. Y ampliamos la propuesta para que no solo se apunten arqueros sino también ballesteros.

Espera... Ya lo tengo.

La encerramos en nuestro campamento y encargamos a los carpinteros locales la construcción de un cadalso. Que vean con el devenir de las horas la asfixiante presencia de una construcción que poco a poco va tomando forma, anunciando la inminente ejecución pública de Enrietta. Que se ahoguen en la angustia del inevitable destino, impotentes, insignificantes... Pero sobre todo le damos tiempo de organizarse y debatir qué hacer. Cuando el cadalso esté completado y llevemos a Enrietta a la horca, comprobaremos si su debate se decanta por la fidelidad al orden establecido o por salvar a la fea. Y a los que ataquen nos los cepillamos, en el sentido homicida y no homosexual del término. Incluso podemos jugar con la espera: podemos ahorcarla de verdad, y dejar que patalee unos segundos mientras lucha por vivir; luego cortamos la cuerda para salvarla, y el Capitán da un discurso elogioso a las gentes de Carnonegro sobre su loable capacidad de obediencia ciega, que ha conmovido al Inquisidor al ver cómo superaban la prueba a la que les había sometido.

A veces, la mejor tortura es la espera.

Sustituir la tortura física a Enrietta por tortura psicológica a toda la población de Carnonegro no era menos cruel, pero gestionaba mejor la reacción de la multitud.

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Lo del torneo con arco era una tontería, propia del Rastrojo que conocía, pero lo del cadalso era harina de otro costal. Cierto era que la madera escaseaba por allí, pero generar tensión de ese modo podría hacer saltar a más de uno, puede que lo suficiente para generar la reacción que el inquisidor buscaba. 

-Eso podría dar resultado... Lo del cadalso, digo, ¿qué opinión os merece al resto?

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Barril sopesó la pregunta del Capitán por unos instantes antes de responder, recordando el encuentro con un curioso personaje en Carnonegro.

— Sospecho que ya haya una estructura parecida guardada en algún granero o edificio municipal, ya que Analista y yo nos topamos con un tal Gurnier, que decía ostentar el título de Verdugo de Carnonegro. Si hay un verdugo, suele haber cadalso. El tipo era está mellado de arriba a abajo, bien por cicatrices o quemaduras, y parecía alguien muy orgulloso de su trabajo, realmente. Quizás demasiado.

Lo que realmente es imperativo es traer aquí a la muchacha, por lo que creo, además de que se haga de manera pública y expeditiva. Unos gritos emitidos desde el campamento pueden calentar el ambiente para lo que venga después, sea lo que sea. —

Si una vez apresada se ordenaba dar tormento a la muchacha de manera real, o se recurría a algún subterfugio (puede que mediante la magia) para que al menos lo pareciera, era algo que debían hilar después. Lo primero era hacer un acto de intervención con un tono de brutalidad adecuado como para poner el asunto en escena.

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-Barril tiene razón. Ya hay un cadalso y un verdugo, lo cual hubiera justificado que las órdenes de arresto del Inquisidor las llevaran a cabo los soldados que hay en Carnonegro y que las de tortura las efectuara el propio Gurnier, que ve en su oficio un arte vocacional por lo que pude deducir de sus palabras. No, el Inquisidor quiere que lo llevemos a cabo nosotros. Es una prueba de nuestra fidelidad al contrato y a un tiempo, un aviso o un anuncio para con el pueblo. El de nuestra crueldad, el de estar dispuestos a hacer lo que tengamos que hacer, impidiendo cualquier vínculo favorable con la población -dijo Analista a la luz de los hechos-. Pienso que el Inquisidor no querrá que nada de todo esto se lleve a cabo en el seno del campamento, sino públicamente en las calles de Carnonegro. Podemos pues arrestarla, pero veo difícil hilar todo lo demás. Pero si se trata de remover un avispero, quizá sí, el arresto de la muchacha de forma poco elegante y el rumor de que va a ser torturada, ppotenciado por la construcción de un patíbulo, puede que baste para que haya movimiento. 

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DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

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No le gustaba que su trabajo consistiera en torturar a una mujer. Era mercenario y soldado. Había derramado sangre y la suya regaba con profusión multitud de tierras. No era un inocente ni un santo, pero habían ciertos límites que nadie debía transgredir pues una vez cruzados, no había vuelta atrás. 

-Barril, hermano, no se trata de incumplir gratuitamente. Incluso como mercenarios, hay o debería haber un límite a lo que se nos puede demandar y a lo que estamos dispuestos a hacer. Obedeceré a Capitán decida lo que decida, pero esta es una reunión en la que uno debe sentirse libre de decir lo que cree que debe decir. Si no, no seríamos llamados a esta a Tienda. Torturar a una inocente solo para provocar una reacción no está bien desde mi punto de vista. Hay leyes naturales que no deberían romperse -dijo el Hiena-. No entiendo estas tierras y su gratuito amor al dolor y al sufrimiento ni su deseo de provocarlo. Todo gira en torno a la muerte -negó con la cabeza-. Respecto a levantar un cadalso aquí mismo, nos dará tiempo. Mi voto es a favor. Y sí, traigamos a la mujer aquí también, pero deberá alzarse una jaula o similar para tenerla en ella y que sea vista. Y si se trata de remover a las avispas de este lugar, nada como una patrulla de K´Hlatas para llevar a cabo el arresto. Sabemos que nuestro color de piel lo asocian con los salvajes que temen. Aprovechemos eso. 

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Sí, ése era Ponzoña, y esa era también su propia visión de las cosas. Khadesa habría podido decir cada una de las palabras de su esposo. Se irguió levemente, sin darse cuenta, henchida de orgullo. Le seguiría hasta el fin del mundo, no sólo le amaba, le admiraba también. 

Asintió con la cabeza, y sólo añadió su conformidad, respondiendo a la pregunta general que Matagatos había planteado.

-Mi opinión es también que la idea de levantar un cadalso, aprisionar a la muchacha, traerla aquí y dilatar en el tiempo una posible ejecución será algo convincente, que soliviantará los ánimos y las reacciones de las gentes, tal como necesitamos. Sobre todo si se hace con mucho ruido y aspavientos. Después, ya se verá.

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MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

-Muy bien, tenemos plan de acción-replicó Capitán, aparentemente contento con la resolución-creo que lo mejor será hacerlo mañana, no sé cuantas horas de luz nos quedan y si tendremos suficiente "público" ahora mismo. Una vez quedan claros al menos nuestros primeros pasos... ¿Hay algo que queráis compartir? ¿Qué habéis averiguado?

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

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DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: AL FILO DEL OCASO. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

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HORA: AL FILO DEL OCASO. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

-Poca historia, la verdad. Hemos recorrido parte del pueblo de forma más o menos rápida para tener conocimiento de los negocios locales y precios de cosas varias. Al margen de eso nada significativo. Bueno, sí. Entrecomilladamente -dijo y miró de soslayo a su prima. Lo que iba a decir no era algo que no hubiera visto durante toda su vida en la Compañía-. Hemos establecido un acuerdo comercial con el dueño de la Posta para tener un suministro de cervezas y otros licores. De hecho, hemos enviado a Pelagatos y Campaña a por un barril de cerveza. Y también sabemos de la posibilidad de contratar a prostitutas para que ofrezcan sus servicios a la soldadesca. Ahora tengo que hablar con Frontera para comentarle lo que se ofrece y elaborar una lista de compras y tendría que proceder a la devolución de cuanto la soldadesca prestó además de la soldada correspondiente. Y el sol está ya para ponerse por lo que veo. 

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

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MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: AL FILO DEL OCASO. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Ah, pues mira, después de la conversación que tuve con Preocupado es muy oportuno que haya prostitutas con las que follar y desfondarse antes del ritual...

El chamán golpeteó la mesa con el dedo índice, como si señalara algo.

Compra cordel...-propuso a Analista-. No tenemos tablas de madera, así que no necesitamos ni clavos ni martillos. Para hacer el cadalso vamos a necesitar cordel para atar las cañas, formando plataformas y apoyos para los pilares.

Rastrojo no tenía ni idea de arquitectónica, ni carpintería, ni albañilería. Sin embargo había visto a sus compañeros preparar el campamento con las cañas y sus primitivos recursos. Un parásito que se limita a no hacer nada termina acumulando conocimientos con tan solo observar.

Y una buena soga, con aspecto avejentado y tétrico...

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MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

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-La madera es un problema por aquí, la verdad. El ranchero dio a entender que nadie nos vendería sus reservas, o lo haría a un precio muy elevado, así que seguramente tengamos que funcionar con cañas hasta entonces. Debemos tener cuidado con lo que obtenemos del pueblo, en especial cuando empecemos con todo esto, no me gustaría que cayéramos víctima de algún veneno o puñalada trapera similar-replicó Capitán ante las últimas intervenciones.

-Por lo demás, creo que podemos dar esta reunión por terminada. Mañana haremos los grupos y partiremos en busca de esa mujer.